Camino a Grandline. Cuidado Marines.

Acabamos de llegar a otra isla, sinceramente no sacamos nada provechoso en todos estos viajes, sí, que la banda se afianza, pero no me meteré en ese juego, son peones, algún alfil, pero no se comparan a la reina, que también actúa de rey. Bajo de la cubierta por una pequeña escalera de palos, necesito salir de aquel repetitivo territorio de madera flotante.

Las calles de Shelltown son peligrosas para los piratas, hay una base marine en la misma, motivo y razón por la que la bandera de los Demonsfire había sido ocultada de la vista de los curiosos y los "justos".

Necesito divertirme.

-Jajaja, ¿asique esta es la mujer?, tiene una buena mirada-. Reia un hombre sentado frente a una mesa de madera, perfectamente cuidada y de proporciones exageradamente grandes, que le permitian abarcar casi todo el suelo de la sala donde se encontraba.

La poca luz que cruzaba un ventanal no era suficiente para reconocer la cara del sujeto, a pesar de encontrarse la luna llena en lo mas alto del cielo.

- Callate estupido, no es motivo de risa, la matare y cuando eso ocurra todos mis problemas habran terminado-. Decia otro hombre, de manera algo mas irritada, mientras golpeaba su puño derecho violentamente contra la mesa. - Entonces... ¿que opinas?-. Pregunto segundos despues de silenciar cualquier ruido en la habitacion. - ¿Crees poder engañarla?-. Finalizo en su interrogatorio provocando una macabra sonrisa en la cara del primer sujeto.

-¿Engañarla?, jajaj no sera necesario despues de lo que te hizo algo me dice que querra terminar el trabajo...Esa... Norcissa-. Reia de nuevo freneticamente mientras un haz de luz permitia ver el rostro de la capitana sobre una foto algo demacrada, dando la sensacion de ser antigua, aun mas si se tiene en cuenta que la Norcissa que en ella aparecia tenia unos años menos que en la actualidad.

- Eso espero, he invertido mas de 5 años en esto y no voy a permitir que nada falle...Absolutamente nada-. Tras aquellas ultimas palabras, un mayordomo abrio la puerta de la sala, indicando con una leve inclinacion la salida hacia el primer sujeto, quien, tomando la foto de la pirata, marcho moviendola de un lado a otro, deteniendose unos instantes en la puerta.

-Tranquilo, sufrira-. Dijo mientras las puertas se cerraban tras de el y una ligera sonrisa de satisfaccion se dibujaba parcialmente en la cara del segundo sujeto, oculta por las puertas de madera.

Varias semanas despues // Shelltwon

-¿Es ella?-.

-Creo que si, pero... ¿No era capitana pirata?, ¿donde esta su tripulacion?-.

-Ahh que mas da, esta sola, si queremos cobrar el dinero tenemos que entregarle el mensaje-.

Tras varios minutos entre cuchicheos e intentos por lanzarse el uno al otro al encuentro de Nor, ambos tomaron la iniciativa y se acercaron a la capitana por la espalda.

- Norcissa, esto es para ti-. Dijeron casi al unisono desapareciendo entre la multitud.

Tras fijarte en que era, descubres que te han dejado una carta...Una carta con el sello de la marina.

Contenido de la carta::

Finalmente la carta cierra con una direccion, una hora y la foto de un muchacho de corta edad y sonrisa angelical, correctamente peinado y de evidente buena familia, mientras a su espalda tiene el emblema de la marina.

Los sentimientos afloran y el recuerdo arrebata la voluntad a mis piernas por el momento, más la furia pronto indómita se adueña, las palabras queman cual hierro candente de una pasión que me fue arrebatada más quizás persista, el silencio roto de un espejo cayendo.

No tardo mucho en llegar antes de tiempo, esperando a que sea la hora para afrontarme ante aquella puerta, no debería verle, pero quiero, los sentimientos se entrecurzan en reflejo de un mejor pasado,cómo si la tristeza fuera olvidada de los azares del tiempo, más no es así y no debe ser así, la justicia fue impartida, y aún... sigue siendo injusto.

Tras llegar al lugar indicado en la carta, puedes observar porque aquel sujeto habia concertado alli la "cita". Se trataba del barrio antiguo de la ciudad, apenas dos o tres personas recorrian la calle con una tranquilidad sobrecogedora, pasando a tu lado sin nisiquiera mirar hacia ti.

La direccion marcaba una casa en concreto, dificilmente visible ya que los numeros se encontraban ligeramente descolgados de la pared, bañados en polvo y mugre, lo que indicaba que era una casa bastante vieja y posiblemente abandonada. La fachada no era ninguna belleza, de echo gran parte de la misma se encontraba descolchada, mostrando ladrillo y cemento, ademas de unos ventanales en su mayoria quebrados y permitiendo salir al exterior unas cortinas de color rojo apagado.

-Jajaja, y asi es como el pajaro entra a la jaula-. Reia una voz un tanto chillona, mientras miraba por uno de los ventanales a Norcissa, esperando que diera el paso y se atreviera a entrar al interior.

-Señor, ¿porque hemos elegido este lugar?-. Preguntaba uno de los que se encontraba al otro lado de la habitacion, mirando con intriga al que parecia ser su superior.

-Jajaja, ya lo veras, yo todo lo hago por algo, prometi que sufriria y asi sera, tu solo ten preparado el barco-. Dijo esta vez en un tono mas serio, mientras observaba como aquel sujeto sin protestar, se marchaba por la puerta, dejando tras de si el ruido de la madera al ser pisada.

Instantes despues aquel hombre se acerco de nuevo a la ventana. - Hey Norcissa, que tal estas, ¿todo bien?, jajaja, mira que tienes prisa por conocerme, adelante pasa, pasa, pero ten cuidado me he dejado alguna que otra trampa por la casa, no te vayas a lastimar eh-. Fanfarroneaba aquel hombre mientras de nuevo se introducia al interior de la habitacion, sentandose en un viejo butacon y tomando entre sus manos la foto de la capitana años atras, tratando de compararla para pasar el tiempo hasta su llegada, pues no esperaba matarla con las minucias que le habia preparado.

Y su morada refleja el interior de su alma.
Trampas... me río de esas trampas...

Entro, esperando a observar el interior de la estancia, siquiera le dedico una mirada por fuera de la casa, no merece mi atención más de cómo ha conseguido encontrarme y de quien en verdad se trata, qué queriendo de mí.

Off: Este es el cazador , rufian que ha contratado el capado, no?

Off: Sep es el, pero no te dire mas que estropeas el ambiente (?) XD

On: La puerta se abre con dificultad, dejando tras de si un molesto sonido de las visagras, las cuales habian perdido totalmente su movilidad a causa de la humedad y el oxido.

Lo primero que ves al entrar es una pequeña sala de estar formada por dos puertas, una a cada lado y frente a ti unas escaleras que llevan al segundo piso. Tu primer paso levanta una oleada de polvo y ruido de la madera, sin embargo, no impide que seas capaz de ver una mesita de color marron oscuro, muy bien detallada y sobre la que reposan varias fotos de una familia.

Segun las observas eres capaz de reconocer la imagen de un niño de cabellos rojos como el fuego, sonriendo mientras sus figuras paternas se encontraban a su lado, acariciandole el hombro. La siguiente tenia unicamente a su madre, en esta ocasion algo mas distantes pero igualmente parecian contener una alegre expresion en el rostro. La ultima de ellas era bastante peculiar, parecia ser una copia de la primera, solo que la imagen del niño habia sido recortada y al mismo tiempo el marco se encontraba rodeado de velas consumidas por el tiempo y las telarañas.

Antes de poder detenerte a analizarlas, una de las puertas se abre lentamente, mostrando al otro lado a un marine, apuntando con su rifle hacia tu persona, levemente asustado y con algunas gotas de sudor recorriendo su frente.

-T...Tu, alto, quedas arrestada-. Dijo con evidente nerviosismo mientras observabas que nisiquiera era capaz de apuntarte con decision. Era extraño, para ser un marine no parecia tener el adiestramiento minimo que por obligacion se les impartia y ademas no parecia tener ningun aliado cerca cuando es bien sabido que nunca patrullan solos.

Mientras todo esto ocurria la puerta que previamente habias abierto se cierra de golpe, posiblemente por algun mecanismo accionado con hilo de pescar, ya que, con la poca luz que entraban por los ventanales, no era del todo perceptible. Tras de esta eres capaz de ver una pequeña marioneta, una marioneta que te resulta demasiado familiar y que no tardas en reconocer como tuya cuando la usabas para tus teatros al aire libre, sin embargo esta se encuentra atravesada por un cuchillo y seriamente dañada, desde la cual, eres capaz de ver unos cables que se van por la pared hasta la puerta cerrada, donde se escucha el leve sonido de las manecillas de un reloj.

Dirijo mi miradas hacia las fotos, no las reconozco, aún así, siempre es bueno llevarlas encima, las tomo, guardandolas en mi capardina (capa+gabardina), no me incomoda que me apunte, no cuando el tiempo apremia para que una bomba explote.

Aún así, no puedo evitar recogerle... era... era mi amigo..., arranco el cuchillo con dificultad, para tomarlo en mi regazo... volviendo a las escaleras, sacando con lentitud el arpón, usandolo cual bastón de ciego, me ayudará si hay más trampas.

-...No se que haces aquí, pero ten por seguro que si me incomodas en lo más minimo... tu vida, se extinguirá...- menciono, siquiera mirándolo, no he de asustarle tanto con mis demoniacos ojos, no cuando cabe la mínima posibilidad de que por los azares del destino venga, y me acierte con el balazo.

El aparente marine no daba credito a lo que sus ojos estaban viendo. Su logica le decia que ese gesto, el retirar la marioneta, seria lo que detonaria la bomba y en parte no estaba equivocado ya que tan pronto la retiraste, el reloj se detuvo dando paso a una explosion, de pequeña escala, en la sala que aun se encontraba cerrada, dando paso a una columna de humo y polvo que no te afecto en lo mas minimo, pero que si permitio la activacion de trampas secundarias como cepos o lanzas atadas a cuerdas..Algo primitivo aunque eficaz, ya que de haber entrado en aquella sala primero, el marine podria haberte echado todas aquellas trampas, matandote al instante.

Poco a poco las piezas encajaban, el truco de aquel hombre era asustarte con el rifle del marine, llevarte a la sala para esquivar sus balas y alli morir entre varias trampas encadenadas, lamentablemente erro en el factor humano, pues tan pronto se escucho la explosion y las palabras que le dedicaste, el marine arrojo el arma al suelo y cayo de espaldas totalmente atemorizado, dejandote ir hacia el segundo piso.

Por suerte, la explosion habia alcanzado el ala contraria a las escaleras y ello te permitio ver el resto de la casa. Un enorme pasillo con un total de 3 puertas cerradas se encontraba frente a ti, no eres capaz de percibir ningun sonido ni ruido que te permita saber con exactitud donde estan tus enemigos, sin embargo eres capaz de diferenciar las habitaciones por lo que en sus puertas puedes observar.

En la mas cercana habia una...¿Bandera pirata?, realmente eso parecia ya que estaba muy mal dibujada, lo que te llevo a pensar que esta era la habitacion del niño de cabellos rojizos. Bajo la bandera se encontraba otro pequeño dibujo...Este te hizo recordar tus actuaciones, ya que en el se veia el escenario portatil tipico de las escenas de marionetas. No sabias con exactitud si ese niño la habia pintado, pero todo parecia guardar relacion con tu pasado, en especial aquel cuarto...

Tras un vistazo rapido observas que el resto de habitaciones no contienen ningun identificativo tan visible como la del niño.

Subo, entre trampas, rozándolas... total, ya están activadas. Arriba, una infantil habitación...ahora que estoy sola puedo usar mis poderes sin temor.
Toco el pomo de la puerta sin girarlo, para alejarme un par de pasos, y situarme dos pasos a la izquierda, algo me dá que hay un cañon trras esa puerta, para permitir que se abra con mi fruta, y en caso de no haber trampas, entrar asegurandome de que pequeños hilos invisibles no hay.

La puerta se abre lentamente, provocando el ya caracteristico ruido de visagras que adornaba cada puerta de la casa. Cuando finalmente esta abierta no escuchas ningun tipo de ruido, proyectil o mecanismo que te avise de que algo esta por ocurrir en la habitacion.

pasan varios segundos y nada, por lo que miras en el interior observando lo que la puerta reflejaba, la habitacion de un niño pequeño, con sus juguetes, su cama de reducidas proporciones y un pequeño libro que parecia ser el diario de aquel muchacho.

Contenido del diario.:

Tras revisar correctamente aquella habitacion observas que no hay nada de que preocuparse, no tenia ninguna trampa, tan solo un ventanal que daba a la calle trasera de la casa, en donde apenas se veia un alma.

Vuelves al pasillo, dejando tras de ti el pasado de aquel muchacho. Justo cuando te disponias a entrar en la siguiente habitacion una triste melodia originada en la ultima de las puertas llama tu atencion.


La melodia era triste, pero igualmente delatadora, ya que indicaba la posicion de al menos una persona en el lugar, conforme te acercabas la musica comenzaba a subir su volumen, sin embargo cuando estabas mas cerca de aquella puerta, un alarido, proveniente de la sala de abajo llamo tu atencion, seguido del chirriar de la puerta que quedaba por revisar.

De ella emergio un tipo delgado y de ropas holgadas con dos cuchillos, uno en cada mano.

-Lo siento señorita, pero el jefe esta ahora ocupado con su cancion, no deberia ser molestado...Ademas, nos pidio que sacaramos la basura-. Decia con evidente tono de superioridad, meintras que de las escaleras aparece otro con las mismas caracteristicas...Tal vez, ¿hermanos gemelos?, daba igual, el caso es que sus cuchillos se encontraban ensangrentados.

-Ese estupido marine, mira que fallar en una mision tan facil, sabia que es lo que ocurriria si fallaba...pero no importa, es el momento de matar a nuestra inquilina-. Mientras el segundo hablaba pasaba su lengua por el cuchillo, saltando segundos despues sobre ti ante la antenta mirada del primero, que con una sonrisa esperaba que el encuentro terminara con tu sangre derramada en el suelo.

Y en su salto, es aplastado cual mosca por la puerta... sin esperarlo la expresión de dolor y sorpresa en encomiable... portazo tras portazo, no hace falta más... son insectos, burdos insectos que intentan infectarme con sus inmundas presencias... más hoy no moriréis...

-...-tomo del pelo a uno, cuyos brazos yacen partidos hacia atrás, y sus manos no pueden sostener más armas...-.¿..temes... a la muerte?

La musica se detuvo tan pronto termino la puerta de golpear a tu enemigo, era evidente que aquel que tocaba la cancion habia descubierto que te encontrabas ya en el segundo piso y no podia permitir que le atraparas por sorpresa.

La mirada del primero, confiada y maliciosa, habia cambiado por completo a una de temor y asombro. Sus piernas temblaban, tanto, que necesito apoyarse en el suelo para no caer desfallecido ante la imponente presencia de aquella...

-Mons...Es un Monstruo!-. Gritaba con los ojos apunto de salir de sus orbitas, esperando el golpe de gracia tras escuchar aquellas palabras y ver a su hermano totalmente destrozado, con la cara ensangrentada y varias astillas de considerable tamaño clavadas a lo largo de su abdomen... Era como verse en un espejo que le reflejaba el futuro, el futuro de una muerte dolorosa y agonizante.

Pronto, lo que primero fue importencia, se convirtio en panico, provocando que el fanfarron soltara sus cuchillos y corriera hasta el fondo del pasillo como si tras de el se encontrara la Parca.

-Odio a la gente como tu-. La ultima puerta se abrio de golpe y de esta emergio un unico disparo, disparo que impacto en el hermano restante desplomandolo en el suelo y provocando que la inercia del cuerpo lo llevara unos centimetros mas adelante. - Estoy rodeado de inutiles... En fin tendre que ser yo quien te mate demonio...Aunque he de reconocer que hiciste un buen trabajo, ya entiendo porque ese marine te quiere tanto-. Reia como ya te tenia acostumbrada aquel hombre mientras por su sombra podias ver como este se alejaba de la puerta y volvia al interior de la habitacion.

Frente a ti esta la ultima de las puertas, rodeadas por cadaveres y sangre, es dificil creer que lo que deberia haber sido una busqueda de informacion para encontrar a tu antiguo pasado, se haya convertido en un reguero de sangre y destruccion.

Evidentemente la explosion, los gritos, los disparos, provoco que poco a poco la gente comenzara a aglomerarse en torno a la casa, observandola totalmente destruida aunque sin poder ver en el interior lo que verdaderamente estaba ocurriendo, pues solo habia un agujero provocado por la explosion.

-...-suerte que no ha visto mi poder... aún así no parece extrañado de que les haya matado tan facilmente... algo sospechará.

Procedo a entrar en la sala de donde provenía la música y aquel disparo, solemnemente y esta vez sin asegurarme de accionar trampas.

No habia trampa que te molestara, pues quien se encontraba tras aquella puerta no era otro que el que previamente habia amenazado con quitarte la vida.

-Bienvenida Norcissa, debo felicitarte por llegar hasta aqui-. Reia mientras miraba por el ventanal con la pistola a su espalda. - No creas que el haber llegado a esta habitacion ha sido por tu habilidad, la verdad esque las trampas y los subordinados eran realmente penosos, no queria que te mataran, alguna herida, contusion...Algo ligero, pero veo que ni eso-. Seguia charlando mientras se giraba y podias ver por fin el rostro de quien te queria ver muerta.

Aparentaba un par de años mas que tu, de cabello rubio y mirada penetrante. Su cuerpo se encontraba levemente oculto en una capa marron con capucha, que no te impedia seguir viendo el rostro de aquel individuo.

Spoiler:

-Me llamo Nero, es un placer conocer a la mujer por la que me han pagado una gran suma de dinero-. Decia con una leve reverencia mientras que se alejaba del ventanal acercandose al centro de la habitacion, permitiendote ver el piano de color negro con el que antes habia estado tocando, un escritorio de madera bastante antiguo y un sin fin de libros que se encontraban en las estanterias de la habitacion... Por la estructura se podria decir que aquella habitacion era el despacho del padre y al mismo tiempo un lugar para relajarse tocando alguna melodia.

Cuando tomo la posicion que creyo oportuna, el muchacho extrajo de su espalda la pistola y apunto con ella el rostro de la capitana. - Te contare un secreto, no estoy aqui para matarte, por lo que antes de realizar estupideces innecesarias te dire que puedo llevarte hasta donde esta ese marine al que, por lo que he visto hasta ahora, quieres ver muerto, pero para ello simplemente deberas estar en silencio y ser maniatada para mi seguridad-. Explicaba de manera convincente el enemigo, apartando segundos despues la pistola de Norcissa para dar a entender que lo que decia era cierto, el habia sido pagado para actuar de mensajero no de verdugo.

Segun hablaba podias observar que entre la tela de la capa, este portaba dos guantes metalicos y unos pequeños frascos, por lo que, de no aceptar su propuesta, estaba claro que seria el primer sujeto al que podrias llamar enemigo en toda aquella casa.

Mi habilidad... no se si se refiere a que sabe mi poder... pero esos guantes no son de karaikoseki... así que parece ser que no, además, en el momento que me tocara con esos guantes... se convertiría en una nueva adquisición como esclavo.

Al parecer... la música me viene de genes... pero no los he elegido, siquiera me había influenciado hasta ahora... avanzo hasta el piano para sentarme.

- Siempre es un placer conocer a alguien que se toma tantas molestias para intentar capturarme querido...- marfil y ébano... hace cuanto que no veía un piano... dejo mi arpón y mi querida amiga sonora a mi lado.- Podrás llevarme... pero no me pierdas la guitarra, cuesta bastante encontrar otra...- dejo a mi pequeño amigo sobre el piano, sentado... cómo si pudiera tocar conmigo- Ni a Niko tampoco se te ocurra perderlo, suficiente le habéis maltratado ya...

¿Do...sol la... do sol... cómo... empezaba...?
-...a diferencia de tí... acepto lo que me pasó, y cómo... ha devenido el destino hasta convertirme en lo que soy... porsupuesto, no me gusta... pero lo acepto. Jamás podría matarle, sabes, cuando se ama a una persona, aspiras más a su felicidad... que a la tuya, porsupuesto, llega un momento en que salta esa... chispa, esa... detonación... que me implicó a tomar esa trágica medida... supongo que el día ya no podía irme a peor... pero...quizás... esa pizca era la propia autoestima que aún... me quedaba, que tras años de abusos e humillación por su parte, y un malsano amor se fue mellando... para luego quedar en...-abri un poco los ojos, para mirarle.
- Disculpa, te estoy aburriendo... no es de mí de quien tengo que hablar, si no de tí.

En su cara se reflejó el gesto que solo podía ser reflejado con el pensamiento de :
¿De mí, de mí de qué?

-...una vida de noble quizá, y una quiebra, porque un cazarrecompensas no tiene esas manos para tocar el piano...... quizás un asesinato, o un fallido ir de aventuras... algo... algo que refleja esa canción... ese...-me levanté, avanzando hacia el- sentimiento de abandono, sentimiento que ahora mismo te impulsa a cerrarme la boca con tu puño de hierr...

Off, para mí que me mete un guanteletazo en la cara XD.Si es así, y no queda incosciente terminará con un.
- Debo aprender a callarme.

Off: Cómo me mola llevar a Nor, xD, me encanta el putn ode mala que tiene.

Antes de que pudieras continuar con aquel monologo, el muchacho extrajo de su bolsillo uno de los fracos, abriendolo y liberando una potente toxina que neutralizo al instante todo tu sistema nervioso, desplomandote en el suelo, siendo totalmente cosciente de lo que ocurria, pero sin poder moverte para impedirlo.

-Mierda...-. Decia aquel hombre mientras se retiraba la capucha y se llevaba las manos a la cabeza. -Porque... como has sabido todo eso con solo tocar un piano... No lo entiendo-. Las palabras salian entrecortadas y sus movimientos se volvieron bruscos, golpeando la pared para tratar de eliminar aquellas palabras de su cabeza. Ya no era asi, no era aquel tipo amable que llenaba los escenarios con sus bellas melodias, no desde enfermedad que afectaba a su hermana.

Necesito tiempo, aprovechando que Norcissa se encontraba totalmente inmovil se sento sobre el escritorio, mirandola fijamente a los ojos. - No se quien eres, nisiquiera si conocias mi pasado, pero hay muy pocas personas en el mundo que sean capaz de leer el alma de una persona por medio de la musica... Eres peligrosa Norcissa, pero me trajiste buenos recuerdos de una infancia que consideraba olvidada-. El tono de su voz habia cambiado, era dulce, tierno, el simple recuerdo de su hermana llenaba su corazon hasta tal punto que era incapaz de expresarlo con comentarios negativos o intentando golpear a una paralizada capitana pirata.

-Como tu dijiste, no te aburrire, pero tan solo dire que esto lo hago por el dinero, necesito ese dinero para traer de vuelta a quien me fue arrebatada por una enfermedad... Tu no lo entenderas porque tu eres la moneda de cambio y es algo que siento despues de conocer tu destreza musical...Pero ahi algo que esta por encima de ti y ese algo es mi hermana-. Explicaba en un tono que compartia trizteza e impotencia, para instantes despues acercarse al cuerpo y atarle pies y manos, mostrandole a la muchacha como sus dos amigos se encontraban unida a ella por medio de las cuerdas, para que se quedara tranquila a la hora de colocarle la venda en los ojos.

Lo siguiente que fue capaz de notar, fue como su cuerpo era levantado a pulso por aquel hombre, quien de manera delicada, te llevaba al exterior de la casa por la puerta trasera, imaginando que alli no habria nadie que espiara los desperfectos de la casa, como estaba ocurriendo con toda la gente de la calle principal.

Se encamino hasta el puerto, el cual se encontraba a escasos metros de alli, con la mente totalmente centrada en su hermana, las palabras de Nor...Ahora mismo ese muchacho no tenia tiempo en pensar si podia ser visto o si tan siquiera si levantaria las sospechas al llevar a Norcissa maniatada en su hombro, todo le daba igual. LLegaron al puerto, y Norcissa fue depositada en una cama, de colchon fio y algo incomoda.

-Recuperaras tu movilidad en cuestion de 1 hora, tu niño, encargate de desatarla y de cuidarla hasta entonces-.

-Si señor-. Respondio una voz muy joven, de tono algo asustadizo para despues escuchar el golpe de una puerta cerrandose y el leve movimiento de la sala que te indicaba que el barco habia comenzado ya a navegar por el mar.

De pronto la venda fue retirada y, tras un tiempo para acostumbrar a tu vista, pudiste observar el rostro de un niño de 10 años, de pelo rojo como el fuego y una cicatriz que recorria su ojo derecho y que le impedia abrirlo, aunque el otro tenia un bello color azulado.

-Oh Esta cosciente-. Sonreia el niño mientras le retiraba por completo la venda y te retiraba las cuerdas para que estas no le provocaran moratones en muñecas y tobillos. - Espero que no le incomode que sea yo quien le retire las cuerdas, pero es una orden de mi superior-. Decia el niño con un extraño vocabulario formal, llevandote rapidamente a la conclusion de que aquel niño era el mismo que el que habitaba en aquella casa y del cual habias tomado sus fotos.

- No se preocupe, cuidare de sus pertenencias hasta que se recupere, alli, sobre aquella mesa tiene su comida-. Tras esas ultimas palabras, pudiste observar que en tan solo esa hora, el niño habia limpiado el cuarto, arreglado los pocos muebles que tenia, colocado una sabana sobre ti para que no tuvieras frio, limpiado tu guitarra y lavado y cosido a tu pequeño amigo teatral, al tiempo que te contaba sus imaginarias aventuras por el mar, cazando dragones, con su tripulacion por medio mundo, sonriendo y divirtiendose...Era una imagen que tu sabias perfectamente, era algo dificil de conseguir, pues la vida pirata no contenia en lo mas minimo momentos eternos de diversion.

Oh puta... y ahora soy un maniquí... si, si, sus palabras son bonitas, pero mira que drogarme... ag mierda, y ahora me lleva en brazos, si es que le como el coco a cualquiera, madre de dios... puf, cómo odio no poder hablar, en mi cabeza siempre es presente un eco raro... eco cococo¡

No puedo hacer otra cosa que permanecer paralizada... una hora con un puto crío... me cago en dios...

Y de su pelo rojo de fuego
emana el ardiente alma
Que jamás... se me ofreció.

Al menos... era un niño util, no se quedaba haciendo el mongolo... tenía imaginación... bueno, al parecer ha heredado la misma parte buena que a mi se me marchitó.

-¿...es que tu no te callas nunca?- eran las primeras palabras que podía decir, mientras por fin , la parálisis me permitía moverme minimamente.-¿...madre de dios, cómo puedes estar hablando tanto rato?

El niño se sobresalto levemente al escucharte hablar despues de una hora completa en la que el habia tomado todo el protegonismo.

-Vaya, me olvide de que estaba aqui, es la costumbre de estar solo y no tener con quien hablar-. Musitaba el muchacho mientras le acercaba la comida a Norcissa. - Ya no volvere a molestarla, no quiero ser castigado, por favor no se lo diga a mis superiores-. Explicaba el niño mientras se subia a la silla que se encontraba cerca de la ventana del barco para asi poder mirar, como siempre hacia, aquel extraño mar en el que se encontraba.

- Eres la primera persona que veo en 10 años, ¿sabes?-. Rompio el silencio de nuevo, lo necesitaba, necesitaba que alguien le contestara, aunque fuera con palabras ofensivas...Llevaba una vida que no se podia catalogar como infantil y la soledad habia echo mella en el, no solo a la hora de hablar, si no a la hora de trabajar, ya que la misma capitana comprobo que aquel muchacho hacia todas las tareas para perder tiempo mas que para ser eficiente.

Tras un rato en silencio, permitiendole a Norcissa disfrutar, si ella asi lo queria, de la comida, le acerco a sus dos amigos, perfectamente cuidados y reparados, depositandolos sobre la cama, para despues dirigirse a uno de los rincones de la sala, donde, tomando un viejo libro, comenzaba a escribir en completo silencio, con una mirada que hasta ahora no habias visto, una mirada de niño...

- ¿Superiores...acaso eres marine?- comento, reincorporandome costosamente.- Y cómo que una persona en diez años, tú tienes diez años, si acaso poco más, si no hubieras visto a nadie estarías muerto...

Tomo a Niko, poniendolo sobre mi hombro, y a mi guitarra, a la espalda, ya me han quitado mi preciado arpón y mi cadena... hijodeputa. Espero a que el niño me conteste.
No me inspira confianza,
no me inspira temor
no me inspira amor
No me inspira.
Inspiro.

El muchacho te ignoro completamente mientras escribia en su libro, tanto en su mirada como en la delicadeza que ponia a la hora de escribir en el, eras capaz de observar que era una de las pocas cosas que realizaba por cariño propio y no bajo ordenes u obligaciones.

-Listo-. Musito mientras cerraba el libro y con mucho cuidado lo tapaba bajo un trozo de tela para escribir al dia siguiente. -Vaya, parece que no te conte toda la historia que encierra este barco, tratare de contartela lo mejor que se-. Dijo el muchacho mientras te pedia con un amable gesto que tomaras asiento, ya fuera en una de las sillas de madera o en la propia cama en la que te encontrabas.

- Este barco pertenece a un rico heredero de una fortuna marine, sin embargo este muchacho a hecho crecer exponencialmente su riqueza mediante la falsificacion de documentos, puestas en libertad de presos peligrosos y el motivo de su mayor beneficio...-. Segun hablaba en el muchacho pudiste ver una cara apenada, y con algunas dificultades se giro, dandote la espalda y, tras quitarse la camisa, observar que en su piel tenia la marca de los esclavos.-...Los esclavos-.

No tardo ni 5 segundos en volver a colocarse la camisa, estaba visiblemente avergonzado de lo que le habian echo y no era para menos, pues su vida, desde que fue raptado en su casa, habia sido servir y fingir ser quien no era para agradar a aquellos que le habian comprado en las distintas subastas ilegales de los pueblos.

-Sin embargo, dicho heredero ansiaba mas, sabia que tenia todo el dinero que pudiera soñar, sin embargo no todo el tiempo que necesitaba para gastarlo y por ello investigo hasta que dio con un extraño fenomeno paranormal que tenia que ver con una niebla y sus propiedades para mantener a todo el que entraba en ella eterno para siempre...De hecho si miras por la ventana del barco...-. Tras eso señalo hacia exterior, permitiendote ver, que en la hora que habias estado paralizada, todo el mundo parecia haber llegado a su fin.

El cielo era de una tonalidad oscura y el agua era de color verde, como si todo el musco y las algas se hubieran quedado estancadas durante siglos en aquellas aguas. Los restos de infinidad de barcos cubrian cuanto abarcaban la vista.

- Y ahi tienes la respuesta...Encontro la manera, por eso te hablo de años, llevo aqui 10...Actualmente deberia tener 20 años, pero mi cuerpo se vio detenido en su crecimiento, si permanezco aqui, tendre 10 años para toda la eternidad-. Te explicaba algo apenado a pesar de la ventaja que tiene una persona que no morira nunca.

-Perdona que no lo disfrute, pero en este tiempo e sido el siervo de este barco, siempre atendiendo a todo y a todos, apenas tengo un rato para mi a parte del que tu me has dado-. Termino de decir mientras volvia a mirar hacia la ventana. -Pero en fin que le voy a hacer, desde que perdi a mis padres no puedo decir que haya tenido tiempo para llorar por mi mismo, de hecho no tuve tiempo de llevarme conmigo sus fotos-. Dijo mientras podias observar en su rostro que aun no se habia olvidado de ellos por completo, probablemente eran el unico recuerdo positivo que habia tenido en toda su vida.

Tiendo las fotos, sacandolas de mi gabardi-capucha; había sido feliz, había tenido un padre, es más de lo que podía decir yo... además, había disfrutado de diez años... en silencio... en tormento...

- Al menos has aprovechado leyendo estos diez años... pareces un muchacho muy culto.- deja las fotos, y el antiguo diario sobre la mesa, moviendo mentalmente a Niko, que coje cual monigote las pertenencias, para acercarselas a su legítimo dueño.

Y con maestría y ventriloquismo, la voz de Niko resurgio de las cenizas.
- Tioma, tioooma, qui esto es tuuyo.- una voz cómicamente aguda pareció provenir del muñeco, mientras Norcissa no movía un musculo, simplemente permanecía mirando al vacío.

El pelirojo sonrio enormemente al comprobar que alli se encontraban todas sus pertenencias, en especial la foto dedicada a su madre y a su padre.

-Muchas gracias pequeñajo, me alegra ver que ya te encuentras mejor-. Dijo el muchacho mientras le agradecia con un dedo en la mano de aquella marioneta, tomando instantes despues la foto y enseñandosela a Norcissa.

- Estos son mis padres, aunque no te lo creas, eran buenas personas, una enfermedad se llevo a mi madre y mi padre nunca volvio a aparecer-.Te explicaba mientras limpiaba un poco la imagen mostrandote el rostro de los dos, llevandote a mirar fijamente el rostro del padre... Su cabello era distinto y parecia estar algo mas rellenito, pero no habia duda, era tu padre, ¿que hacia tu padre ahi?...

Lo que empezaron siendo preguntas acabaron siendo respuestas, ese odio acumulado, las desapariciones, todo parecia indicar que aquel niño que se encontraba frente a ti era medio hermano tuyo.

Las pistas encajaban sin embargo habia algo que no llegaba a encajar, ¿como era posible que si su padre queria a ese niño, permitiera que fuera raptado hace tanto tiempo?... ¿No sera que todo ese buen comportamiento era posiblemente para ganarse la confiazna de ese muchacho y venderlo como esclavo?.... ¿Y si para Norcissa era el mismo destino de no haber fallecido por su enfermedad?...¿Y si ahora ella fuera una esclava?...Algo en todo esto estaba claro, aquel niño habia tomado la vida que Norcissa habria tomado de seguir su padre con vida, ya que por muchas vueltas que se diera a todo lo acontecido hasta ahora, solo esa respuesta resaltaba de entre las demas.

A pesar de lo que creias haber descubierto, el niño o adulto ahora que sabes la que deberia ser su verdadera edad, se encontraba ajeno a todo ello y por su mirada parecia seguir confiando ciegamente en sus padres.

No... debo... no merece la muerte, ni mi odio... será mejor encerrarlo... al igual que la tristeza y la desesperación...

- Way way...- el muñequito empieza a bailar el Moonwalk- Pues no debes quedarte todo el tiempo aquí... tienes que ir a por tu padre , way way....- empieza a bailar "el mono".- Y lo primero es salir de aquí y dejar de ser tan servicial Way,way.

El muñequito avanza hacia la puerta, para tras varios saltitos, no llegar a abrirla.
- No llego T_T, way way.

-Vale lo intentare, esque son muchos años con este ridiculo vocabulario-. Dijo el muchacho mientras dejaba la foto de sus padres sobre la mesa, acercandose a la puerta para golpearla 3 veces de forma pausada.

-Rapido, tumbate en la cama y finje estar atada colocandote esos trozos de cuerda-. Te dijo rapidamente mientras esperaba que el que se encontraba al otro lado de la puerta

-¿Ya esta hecho?-. Pregunto el rubio que habia apresado a Norcissa en aquel camarote.

-Si señor esta lista, la he atado firmemente a la cama para que no pueda escapar-. Mentia el muchacho con la esperanza de ayudar a la capitana a escapar, no sabia porque, pero algo le decia que aquella mujer terminaria con todo su sufrimiento, dandole una nueva vida.

La puerta se abrio lentamente y tras de ella el rubio inspecciono con cuidado la sala, dando por sentado que lo que veia era real y Norcissa permanecia atada en la cama. - Tu inutil-. Dijo mientras le agarraba de la camiseta y lo lanzaba fuera. -Rapido estamos llegando a la plataforma de embarque, abre las puertas y prepara una celda para esta mujer-. Le explico al muchacho mientras esperaba que este se marchara, para entrar al interior de la habitacion.

-Se perfectamente que no estas atada, no soy estupido, dime, ¿porque no me has tendido una emboscada cuando tenias la ocasion?-. Preguntaba mientras que, a punta de pistola te ataba las manos a la espalda. -¿No has tenido suficiente descubriendo lo que no soy, que encima quieres burlarte de mi haciendome quedar como un tonto?-. Dijo eso ultimo aprentando firmemente el nudo de la cuerda y obligandote a levantarte para que caminaras junto con el por el interior de los pasillos del barco, rumbo a la cubierta.

Una vez alli fuera pudiste observar el lugar al que ibas, una enorme estructura formada por los restos de barcos y edificios antiguos que alguna vez habia absorvido aquella niebla, todo iluminado fuertemente.

-Aqui tienes a tu destino-. Dijo el rubio mientras le indicaba una columna de un extraño color violeta que parecia estar tomando poco a poco la niebla del lugar.

-¿...veamos... porqué iba yo a querer burlarme de tí?- comenté irónica.- Te tengo en el punto donde yo quería, siquiera eres capaz de disparar esa... pistola, y tampoco es... bueno, que quieras, me tienes que llevar viva.
- Sólo siento una pequeña pena por tu hermana, así que te dejaré coger el dinero, y podrás marcharte, con vida, el estado en el que te marches dependerá por supuesto de lo bien que te portes- comenta maternal, sonriendo divertida.

-...seguro que te pone tenerme atada... -comenta mientras tras un único empujon no es necesario que la empuje más, adelantandose lo que la cuerda le permite. Cambia bruscamente de tema.
- Ese crío, tiene que salir de aquí... pero ya de ya. Así que asegurate de sacarlo de la niebla... cuya salida supongo que está en la dirección con la que venimos del barco.- mantengo mi despreocupación, ese hombre si intenta dañarme ya está condenado.

- Y volviendo a lo de que te pone tenerme atada...- comento, a pesar de que llegamos a nuestro destino, si, me gusta poner a la gente incómoda.