La isla de las bestias

Tras navegar un poco, en vuestras diferentes circustancias, naufragáis; siendo llevados a esta isla plagada de animales salvajes, enormes... y bueno, hambrientos. La causa de todo esto es una extraña planta llamada I-Q, que provoca el comportamiento salvaje de los animales impulsandoles en una lucha continua por su supervivencia, llevándoles a evolucionar de diversas formas.

Sobrevivid. Al menos hasta que un barco cercano (de zoologos) pase a rescataros.

Información adicional Vamp has de caerte de algun arbol rompiendote la clavícula ( la de la mano contraria a la que seas más diestro) para fracturarte un ala e impedirte el vuelo.
Namida, tu acabas de ingerir tu fruta y vas por ahí salvaje y loca. No creo que sea necesario nada más, ya controlaré yo los animales y a las tribus de allí.

–Maldito barco –escupo mientras miro hacia los lados. Esos malditos piratas me han dejado tirada. Solo hay bosque y más bosque. Pronto será de noche, empiezo a tener frío y algo de hambre. Hace poco algo extraño ocurrió en mi vida. En mitad de mi huída de los marines me encontré en un barco pirata y a la tonta de mí se le ocurrió comer una fruta que me extendía un viejo que estaba tras las rejas.

Un frío viento chocó contra mí. “Maldición” cada vez estaba más furiosa conmigo misma. Poco a poco sentí como mis sentidos se agudizaban y mi mente se nublaba. Todo lo podía ver como si estuviera flotando fuera de mi cuerpo. El extraño ser, que era ahora yo, comenzó a correr en alguna dirección. Intenté gritar pero nada salió de mis labios. “No puede salir nada peor” pienso. Veo como ese ser, entre humano y animal, descuartiza unas cuantas bestias. Sus dedos y sus mordidas son realmente fuertes.

Tras estar satisfecha con el panorama se aleja un poco y encuentra un lugar, escondido por un árbol, para acostarse. En ese momento recupero la consciencia pero no recuerdo nada de lo que ha ocurrido. Sin más remedio, debido a un agotamiento desconocido, me quedo dormida.

" La puta madre del timonel " - Pensaba cabreado mientras volaba por esa extraña isla - " Los muertos de su abuela, toda su familia me cago "

Había naufragado en una isla del east blue, por culpa de un timonel borracho que según el no había bebido. No, que va. Por eso cuando le dijimos al este viro al oeste y por poco nos mata a todos. En la playa, donde estaba el resto del destacamento, me dieron la orden de ir a buscar comida, por el hecho de poder volar y tal...

" Mierda de timonel, mierda de tripulación, mierda de marina " - Sobre volaba la isla ausente en mis pensamientos - " Mierda de...¿¡QUE COJONES ES ESO!?

Un bicharraco gigante salio de la nada, golpeándome con el " hocico " y haciéndome perder el equilibrio. Al final, no pude controlarme y caí sobre un árbol, jodiéndome el ala izquierda y la mano izquierda también. Cuando cai del arbol, vi a una chica dormida apoyada en el arbol.

!¿Y quien cojones eres tu?¡

Suspiré medio dormida y me incorporé un poco. Estaba agotada y casi no podía mover mis músculos. Crucé las piernas y miré un punto indefinido del horizonte para intentar espabilarme.

–No grites, por favor –suspiré mientras me enderezaba un poco. Con una de mis manos me toqué la frente y una mueca de dolor apareció en mi rostro– me duele la cabeza.

Miré a mi alrededor, no recordaba donde estaba, solo recordaba que había llegado a una isla por que unos piratas la habían abandonado. Maldijo a los piratas en voz baja y, al ver que el dolor de cabeza disminuía, apartó la mano de su rostro.

–¿Eres de por aquí? –pregunté mientras me ponía en pie. Intenté recordar aquello que había hecho para llegar a parar a este lugar. Estaba confundida– ¿Me puedes decir dónde estoy?

El dolor sigue ahí solo que más leve. Suspiré mientras unas punzadas en mi cabeza comenzaban a sentirse. Me agarré la cabeza con las dos manos y suspiré entrecortado. Ya está, pasó.

Me levanto junto con la chica, que parece estar reventada. Incluso, al final, ella no se levanta, sino que se lleva las manos a la cabeza, como si le doliese.

Perdona por gritar - Me disculpo mirando al cielo - Pero estoy un poco...liado.

Miro a la chica, que parece estar mas perdida que yo.

No, no soy de aquí - Le sonrío - Y tampoco se donde cojones estamos. Pero tranquila que pronto te saco de aquí.

Intento transformarme, incluso delante de ella, da lo mismo si me ve o no. Todo va bien, mis cuernos aparecen fácilmente, mis ojos enrojecen, mis tatuajes aparecen, mis dientes se vuelven afilados, mis manos se juntan con mis guantes y forman mis garras. Pero en el momento de que aparezcan mis alas, la izquierda aparece medio rota, torcida en un angulo extraño. El dolor que me provoca al salir en un angulo imposible es tal que me hace rugir de una manera animal, tal que me desquicia de una forma que hace que mi control de las sombras se me vaya de las manos, resultando en un torbellino de sombras a mi alrededor. Cuando este desaparece, me encuentro arrodillado en mi forma normal, jadeando de dolor con la espalda llena de sangre y plumas negras.

Joder - Jadeo - Lo siento, me parece que no puedo volar.

Abro los ojos con sorpresa, es increíble lo que tengo delante de mí. Parece totalmente furioso y dolorido. Un remolino de sombras lo rodea y cuando las sombras se disipan veo que está de rodillas, con su forma humana.

–Joder –me dice jadeando, todavía parece dolorido. Ya sé que no es de aquí– Lo siento, me parece que no puedo volar.

Una nueva punzada de dolor hace que me lleve las manos a la cabeza y lance un gritillo. En mi mente vislumbro a un extraño ser desgarrando animales con sus dientes. A mi alrededor hay grandes charcos de sangre. El dolor se marcha, tan de repente como cuando ha llegado. Suspiro mientras repaso la imagen. Me suena de algún lugar pero no logro recordar de donde es.

–La verdad es que no me encuentro demasiado bien –digo mientras mi cuerpo se tambalea un poco. Le dirijo una mirada y sonrío levemente en su dirección– pero tú tampoco pareces estar bien.

Me fijo en lo poco que se ve de su espalda, está llena de sangre y plumas negras. Mi sorpresa se puede ver claramente en mi rostro. Suspiro mientras me levanto.

–Si quieres podríamos buscar un buen lugar para intentar ayudarte con tu... ala –le digo mientras sonrío. Me quedo mirándolo y espero su respuesta.

La chica me mira con una cara extraña, de sorpresa y no es para menos. La cuestión es que ella tampoco se queda corta porque de repente se lleva las manos a la cabeza gritando. Me levanto rápido, preocupado por esos gritos.

Antes de que pueda siquiera preguntarle si esta bien, parece recuperarse y me confiesa que ella tampoco se encuentra bien mientras se levanta.

Bueno, eso es obvio - Río mientras ella parece fijarse en mi espalda y me sugiere ir a un lugar donde pueda ayudarme - Na...No es nada importante, unos cuantas sombras y estaré bien.

Sonrió hacia ella, sabiendo que es mentira lo que le acabo de decir, que mi ala esta jodida y bien.

Sin embargo - Digo dejando de sonreír - No parece que tu estés muy bien ¿ Que te ocurre ?

–Son solo recuerdos –comento tras escuchar su pregunta. Estoy mejor pero algunas imágenes todavía llegan a mi cabeza. Animales mutilados, charcos de sangre– Mierda, otra vez ha pasado.

Me toco la cabeza y niego mientras cierro los ojos. Estoy algo confundida ya que el momento en el que la pantera toma el control yo pierdo mis recuerdos. Tengo que encontrar la manera de controlar al animal.

–¿Ocurrirme? Muchas cosas –comento tras dirigirle una mirada burlona– mi problema es que hay algo dentro de mí que en algunas ocasiones sale a cazar. Algo en mi interior, deseoso de sangre, me controla a veces y tengo que encontrar la manera de que no lo pueda hacer más. Necesitamos algún lugar para evadir a los animales, aquí cualquiera nos puede saltar encima.

Doy un par de pasos tambaleantes. Mi cabeza todavía no está del todo centrada y eso me preocupa. Como he dicho tengo que encontrar algún lugar para estar segura. Aquí cualquier bicho me puede saltar sobre la cabeza y arrancármela de un mordisco.

La pobre chica esta mas mareada de lo que pensaba, diciendo noseque de unos recuerdos. Parece incluso que no recuerda nada. De repente, riéndose tristemente, me replica que siente algo dentro de ella, algo maléfico que busca sangre y que ocupa su cuerpo.

Um...Me suena de algo - Digo riendo - ¿ Sabes ? Soy un demonio, un autentico demonio. Y creo que lo que te pasa es que has consumido una Akuma No Mi. De que, eso ya no lo se...

" Si es verdad que la chica tiene una Akuma No Mi y que no puede controlarla nos podemos meter en un lió..."

Tras eso, me doy cuenta de que no conozco su nombre.

Si, tienes razón, debemos irnos de aquí...una cueva o algo nos vendría bien....Por cierto, ¿ como te llamas ? - Decido presentarme antes de que responda - Yo soy Vamp D.Jin. Llámame Jin.

–Um... Me suena de algo –Digo riendo– ¿Sabes? Soy un demonio, un autentico demonio. Y creo que lo que te pasa es que has consumido una Akuma No Mi. De que, eso ya no lo se...

–Una pantera –suspiro mientras comienzo a caminar. Lo sé bien porque está dentro de mí. Porque ahora es parte de mí– una pantera hambrienta de sangre. Me llamo Namida, puedes llamarme Nami.

Así que el extraño ser en el que se había transformado antes era un demonio. Lo miré disimuladamente mientras caminábamos en busca de un lugar para descansar a gusto.

–Por curiosidad, ¿Cómo has llegado a parar a este sitio? –pregunto mientras fijo mi mirada en el chico que me acompaña. Es extraño que nos hayamos encontrado en una isla como esta.

La isla es enorme, llena de desconocidos árboles y animales extraños y peligrosos. Escucho pisadas, creo que él también las ha debido escuchar ya que suenan muy fuertes. El que haga ese sonido debe ser muy grande. Miro a los lados, buscando, ahora también se escucha como algo rompe las ramas de los árboles y cada vez está más cerca de nosotros. Estoy asustada y no lo puedo negar.

Resulta llamarse Namida, Nami. Me gusta el nombre, pero no todo parece ser bello en mi acompañante.

Una pantera – suspira – una pantera hambrienta de sangre.

No se porque, pero me siento entre aliviado y desconcertado por el hecho de no ser el único con un bicho interior hijodeperra. Y también me es desconocido porque su pantera me da mal rollo.

Mientras pienso en esto, noto que me mira de refilon, lo que me hace sentir un poco incomodo.

Al final el bicho sucumbe - Intento relajar el ambiente - Ya veras como pronto dominas a esa pantera.

" Recuerdo la primera vez que use mi akuma...fue desastroso... "

Nami, mientras me perdía en mi interior, ha preguntado de donde venia y porque.

Nada raro - Comento como si nada - El Capitán del navío Marine me envió a buscar comida cuando naufragamos por el hecho de ser el único Recluta que puede volar y bueno, el resto ya lo sabes.

Dicho esto todo el suelo tiembla, a ritmo de pasos, mientras unas fuertes pisadas se oyen acercarse. Namida esta temblando ligeramente, y yo no estoy menos acojonado, sobre todo ahora que no puedo convertirme.

Miro rápidamente a mi alrededor, para encontrar, con alivio, una cueva donde resguardarnos a cierta distancia, Sin mediar palabra cojo a Namida del brazo y la arrastro hacia la cueva. Por el ritmo de las pisadas, el ser ya esta cerca y aun no hemos entrado, así que decido transformarme momentáneamente para impulsarnos con las sombras y mi ala intacta, lo que resulta un gran dolor por mi parte. Al final, entramos a tiempo como para que el ser no nos viese, pero nosotros tampoco podemos verle a el desde dentro de la cueva. Cansado y dolorido, me apoyo en una pared y me siento ya en mi forma humana, gruñendo.

Ostia puta... - Gimo por el dolor - Parece que se me vaya a arrancar el ala de cuajo...

Me había dicho que el animal al final sucumbiría a mis deseos, pero tenía miedo de que antes de que eso ocurriera pasara algo.

—Nada raro —responde tras escuchar mis preguntas—. El Capitán del navío Marine me envió a buscar comida cuando naufragamos por el hecho de ser el único Recluta que puede volar y bueno, el resto ya lo sabes.

La palabra marine resonó en mi cabeza una y otra vez. Ahora me hallaba más asustada que con ese maldito animal que venía por nosotros. Tras sus palabras el suelo comienza a temblar, está muy cerca. Tiemblo por el miedo que tengo a los dos seres que me acompañan.

“Viene por ti, ¡Huye!” pienso mientras tiemblo más y más cada vez. Siento que me toma del brazo con fuerza y me arrastra, pego un pequeño grito de sorpresa. No sé donde me lleva.

El animal gigante está a unos cuantos metros de nosotros, lo sé, pero ya no es mi miedo tan grande por él. Me da más miedo el marine. ¿Me matará? ¿Me llevará?

Ante mi mirada aparece el mismo ser de antes, de alguna manera logra impulsarnos hacia una cueva. Está todo oscuro y yo sigo temblando. Espero el momento oportuno para escapar de él. Suspiro intentando tranquilizarme un poco para mi huida.

Las pisadas se alejan un poco, o al menos eso parece. Miro hacia el otro lado, el Marine está despistado. Ese es el momento. Agarro el borde de la cueva y me impulso para comenzar a correr en la dirección contraria a la del grande animal.

Tengo miedo, no se como voy a salir de esta.

Namida me mira raro, como ansiosa, y antes de que pueda hacer nada sale corriendo de la cueva, en dirección contraria al monstruo. Pienso en inutilizarla con sombras, pero el dolor de mi espalda me recuerda las consecuencias de ese acto. Aun así, no puedo dejar que una civil este en peligro si puedo hacer algo, por lo que salgo corriendo detrás de ella.

Salgo de la cueva unos segundos después de ella, para ver al bicharraco que nos seguía, me había olvidado de el.

!! Ostia puta ¡¡

El ser, cuadrúpedo, era no grande, sino gigantesco. Gris, escamoso, con unos dientes el mas pequeño tan grande como yo y unas grandes alas a la espalda, no se como cojones volaba con eso. Ocupado como estaba en mis divagaciones tengo el tiempo justo a apartarme antes de que me chafase con una de sus grandes patas delanteras, haciendo temblar el suelo de nuevo. Ruedo por el suelo, para al levantarme mirar en dirección a la chica, que se había alejado un tanto, huyendo no se si del monstruo o de mi.

Me giro de nuevo hacia el ser gigante, que había puesto su atención en Namida

!! Eh ¡¡ !!! Bicho de los cojones ¡¡¡ - Digo tirandole una gran piedra, a pesar de lo que me duele el cuerpo - ¡¡¿¿ Que cojones se supone que eres, aborto deforme ??¡¡

El bicho se vuelve hacia mi, dándome entonces cuenta de lo que había hecho; había cabreado a un bicharraco que a cuatro patas era como 5 tíos como yo uno encima del otro.

" Mierda, pero por lo menos Nami esta libre de peligro de momento " - Pienso, justo un segundo antes de que la cola del ser me tire al suelo de un golpe semejante a un cañonazo.

Hijo...de...pu...

Caí desmayado.

El suelo tiembla con fuerza, debido a un fuerte golpe dado por la pata del bicho gigante. Como consecuencia yo pierdo el equilibrio y caigo rodando al suelo. Tras agarrarme la cabeza por el dolor noto como un hilo de sangre cae por mi frente, me he lastimado. Miro hacia detrás antes de volver a correr y lo que veo me deja sin habla. El pesado animal tiene su mirada fijada en mí.

–¡Eh! ¡Bicho de los cojones! –grita con fuerza el marine llamado Jin. Toma una piedra y se la lanza al gigantesco animal. No sé si es mi imaginación pero parece que me está protegiendo– ¿¡Qué cojones se supone que eres, aborto deforme!?

Veo como el ser desvía sus ojos y los centra en él. Un fuerte golpe con la cola impacta contra el cuerpo de Jin, que al parecer cae desmayado. “Mierda, no puedo dejarlo así” piensa mi parte buena. Aquel animal está a punto de comérselo.

Me acerco corriendo y tomo una piedra. Analizo la situación, si se la tiro a él se que vendrá por mí. Decido tirar la roca hacia la espesura del bosque. El animal, al escuchar el sonido, se da la vuelta buscando el origen del sonido. Mientras yo me dedico a intentar mover el cuerpo de mi acompañante. Lo consigo mover, arrastrando, unos metros hasta dejarlo apoyado en un árbol y examino sus heridas. Tiene una en la mano izquierda. Suspiro mientras busco una rama gruesa. Miro hacia detrás, el animal todavía está entretenido. Encuentro una y me preparo para lo que viene. Tomo con una mano el brazo y con la otra la mano. Es entonces cuando acomodo el hueso en su lugar, se que duele, pero no hay otra manera. Tomo la dura rama y la sujeto, con vendas, a su muñeca, para que no le permita moverla.

Tras hacer el trabajo me doy la vuelta y me fijo en el animal que hay frente a mí. Me deshago de la mochila que me acompaña y la dejo junto al marine, voy a enfrentarme al animal. Al molestarlo, de un ligero golpe con la cola hace que me tire unos metros hacia detrás. Es en ese momento cuando todo se oscurece para mí y la pantera comienza a tomar el control. Esto se está poniendo muy feo.

Abro los ojos, lentamente, me duele la cabeza a rabiar y lo mas gracioso de todo, sigo vivo.

Veo solo sombras, supongo que por la conmoción del golpetazo que me he llevado por culpa del bicharraco. Una de esas sombras, gigantesca y gruñendo, supongo que es el bicho, se esta dirigiendo hacia lo que me parece el bosque. Alguien, o algo, me arrastra entonces hasta un arbol. El movimiento no hace si no que joderme la cabeza, me mareo a mas no poder y me veo obligado a cerrar los ojos.

" Puto bicho, cagonlostia " - Pienso mientras, aun con los ojos cerrados, todo da vueltas - " Quien cojones me manda.... "

Abro ligeramente los ojos, para ver una sombra ligeramente parecida a la chica esa...¿ Namida ? Al parecer se ha pensado mejor lo de salir corriendo, pero la ostia ya me la he llevado. Me coge la mano izquierda, lo que me duele como mil infiernos, seguro que la tengo rota. Parece que Namida conoce de medicina, pues me entablilla la mano con unas vendas y una tranca que ha cogido por ahí. Duele a mas no poder, pero ni siquiera puedo gritar, no digamos ya sonreír para darle las gracias.

Nada mas terminar con lo mio, se da la vuelta para acercarse al ser y llevarse una buena leñe por parte del gigantesco monstruo. La pobre sale volando, hasta caer al suelo.

Joder....- Murmuro, lo que, como no, me provoca aun mas mareo.

No me queda otra. Coloco la mano derecha sobre la sombra del árbol sobre el que estoy apoyado y me transformo en forma híbrida. No duro ni medio segundo en esa forma, pero es suficiente como para " comer " un poco de la sombra del árbol. Tardare bastante, pero a este ritmo pronto se me pasara la contusión y el mareo.

Me muevo esquivando los feroces ataques del animal que me quiere comer cada vez más rápido, cada vez mejor. Grito cuando uno de los golpes, lanzado con la cola, choca contra mi cuerpo y me hace volar y aterrizar contra un árbol. Rápidamente me pongo en pie y comienzo a ver todo más lejano. Los sonidos se hacen más penetrantes, siento todos los movimientos de ese bosque.

Me anticipo al animal y salto a su cuello. Comienzo a lanzar zarpazos en su contra pero con la pata delantera me lanza contra el árbol en el que está postrado Jin. Caigo en la copa y debido al golpe el árbol se zarandea furiosamente. Yo caigo de la copa, golpeando varios sitios de mi cuerpo con las ramas hasta llegar al suelo. Caí de costado al suelo y todo se volvía oscuro. Sabía que la pantera se había escondido. “No tengo miedo” había replicado la pantera mientras caía en la inconsciencia.
–Perdona –suspiro con el último gramo de consciencia hacia Jin.

Un leve gruñido se da en los matorrales, preparada otra vez para saltar... más...
Un cuerno inunda el aire, el aullido de este instrumento hace replantearse a la bestia su comida, fiinalmente ,desiste.

Namida queda incosciente, Jin empieza a recuperar su percepción de la realidad para el momento en el que los lugareños, ataviados con máscaras y pieles les rodean, lanzas rituales... pero por curioso que parezca, uno de ellos tiene un uniforme de marine
- Por fin os hemos encontrado...