~Volviendo al comienzo para fijar el rumbo hacia el futuro~

Mar abierto, un gran peligro para los piratas incluso mas infames, las corrientes oceánicas, traicioneras, podían llevar a cualquier lado a quienes las navegaran, si no fuera gracias a que el viento moviera las velas de los navíos. El firmamento se disponía esplendoroso y brillante, iluminado por las luces del Sol, quien brindaba su calor hacia la superficie terrestre, calentándola y dando lugar a nueva vida. La temperatura media del ambiente era demasiada, parecía que aquel día la brillante bola de fuego había salido solo para molestar con su intensidad. Un gran navío, algo rustico debido a que no hacía mucho habían comenzado la aventura por lo mares, recorría solitario en las aguas de los mares Cardinales, mirando cada cinco minutos su brújula, la cual constantemente apuntaba al norte, para poder saber así si estaban tomando el camino correcto hacia Loguetown.

En la mente del joven, se libraba el arrepentimiento, la culpa, estaba un poco triste de la acción que habían realizado ¿Afectar a una isla solo por que tu creías que era lo mejor? Solo alguien que se cree dios podría hacer semejante atrocidad, o un Tenryuubito, que en aquella época se creían los dioses del mundo. Y el joven decía ser mejor que la marina, no era mas que solo un peón en el juego del mundo, no era ni mejor ni peor que los Marines, era igual. Reflexionado, el joven despeinaba sus cabellos debido a los nervios, pensaba en que tenía que arreglar lo que hizo... quizá destruir alguna base de la marina en los mares cardinales ¿Seria eso posible? No debía ser demasiado difícil, puesto que los mejores luchadores eran enviados al Grand Line, dejaban toda la resaca en los pequeños puesto, incluso los capitanes no eran demasiado problema.

-Joder... el remordimiento-

Dijo con frustración y enojo en su corazón, toda su vida había intentado no lastimar personas que no debieran ser lastimadas... y aquel día había roto su regla numero uno, el pueblo el primero, aunque no había sido el único, se sentía responsable por haber tenido tal ingrata idea. Minutos pasaron antes de que el joven dejara de sentir tristeza por si mismo, y se dispuso a hacer algo al respecto. Con la mirada en alto, fijo curso hacia Loguetown, y una gran cantidad de ideas pasaron por su mente.

PD: Como nadie va a postear lo declaro como terminado.

No era otro quien le acompañaría sino el mismo científico errático que en sus propias penas caminaba sin rumbo fijo, buscando un contenedor adecuado en el cual depositar “eso”. ¿Qué era eso? Algo, un este, un aquello o un como… Lo que fuera, lo que contuviera… Era algo que se escondía en la oscuridad de una gruesa bolsa de plástico negra, de esas que suelen usar para tirar la basura y evitar que se desparrame toda a medio camino. Un cuerpo pequeño, redondeado y fácil para agarrar, descansando a su costado: el cuerpo muerto de su último experimento.

Si algo podía lamentarse, Nicolao, sería de haber hecho aquella incisión sobre el cerebro de su <> tan profundamente, había cortado en la vena equivocada y un derrame cerebral era inevitable, y ello, la muerte sin contemplación de esa pequeña niña de ocho años que recogió moribunda de entre la basura del edificio. Ahora, ya estaba muerta, ¿Y qué más da? Pensaba el científico, ¿Si estaba destinada a morir, que importaba? Nada, y eso era claro para Jacobo.

Empujo la puerta de la habitación, tocando el muro y bajando en busca de un buen cesto de basura, para encontrarse ante la escena de un hombre que se arrepentía. Nicolao, por supuesto, lo comprendía.

¿Qué era ese sentimiento en esas personas? ¿Por qué la vida los hacia reflexionar con tanto recelo? Sería que la vida era caprichosa y disfrutaba de ver a sus actores martillarse la cabeza como clavos… Pero Nicolao, por supuesto, tenía sus propias intenciones.

-Lo sé, es una lástima- Comento Nicolao, lamentando su hecho personal, sin saber realmente a que se debían las palabras del capitán, al mismo que llevaba consigo su bolsa tratando de encontrar donde dejar el cadáver inservible de la infante.