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Comentarios: 10

 

 Capítulo 6 - Una momia a la deriva

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AutorMensaje
Wolfang Krisley
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Wolfang Krisley


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MensajeTema: Capítulo 6 - Una momia a la deriva   Capítulo 6 - Una momia a la deriva EmptyMiér Ago 29, 2012 2:21 pm


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Capítulo Nº :6
Una momia a la deriva


El sol salió con fuerza y calidez aquel día en la villa de Fuschia, pequeño pueblecito situado en una isla del East Blue...Parecía celebrar que tenía un nuevo visitante por aquellos lares, aunque aquel visitante no fuese el más común del mundo, ni el más agradable para la vista...

Hacía días que Wolfang había partido de su tierra natal con su revólver, sus provisiones y una barcaza de tres al cuarto, preparado para vivir aventuras el destino no quiso hacerle esperar y sin previo aviso, al segundo día de zarpar, mientras el hombre intentaba pescar la cena, algo extraño le sucedió, al parecer uno de los peces que pescó y seguía enganchado al anzuelo atrajo a una criatura marina de tamaño considerable, que, intentando comerse el pez, quedó atrapada a la caña y dicha criatura, intentando librarse de su prisión empezó a moverse a toda velocidad por el océano, arrastrando a Wolfang y la barca con ella, con tan mala suerte que hizo chocar la pequeña embarcación contra una zona rocosa destrozándola por completo, a excepción de un pequeño tablón de menos de un metro de largo y de 20 centímetros de ancho, que fue lo que quedó de la angosta embarcación, con cara de pocos amigos y viendo, de forma desesperada, como todas sus provisiones se hundían en el mar (para, probablemente convertirse en alimento para criaturas marinas como la que acababa de provocar aquello) Wolfang se agarró al tablón de madera y dejó que las corrientes marinas hiciesen su trabajo y le llevasen hasta alguna isla, con suerte, no se cruzaría con ningún monstruo ni nada....

Y finalmente, allí estaba, totalmente desnutrido, deshidratado, desorientado y anonado, sin noción alguna de donde estaba, solo con un conocimiento, las ganas de querer desmayarse en el primer sitio que encontrase, y parecía que ese sitio ya estaba escogido, una pequeña playa, en la que sin embargo, ya había algunos grupos de pescadores, hasta allí, la corriente había arrastrado a Wolfang y una vez fue arrojado por las pequeñas olas del mar, rodó por la arena de forma algo torpe durante un par de metros, recubriéndose todo el cuerpo de esta, se sentía sucio y desprotegido, sin fuerzas para dar un paso, así que se puso mirando al cielo y suspiró, era azul, un azul precioso e intenso, y el sol...Nunca lo había visto tan contento...Estaba vivo, a medias, y eso era lo que importaba de momento; ‘’Después de desmayarme, ya pensaré en cómo salir de aquí’’ pensó Wolfang antes de desmayarse, a la par que un grupo de curiosos empezaba a arremolinarse a su alrededor por la llegada y el aspecto tan curioso de aquel extraño.
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Kotaro
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MensajeTema: Re: Capítulo 6 - Una momia a la deriva   Capítulo 6 - Una momia a la deriva EmptyMiér Ago 29, 2012 3:53 pm

Hacían solo cinco días desde que la “tripulación” se había hecho oficial, aunque para el joven de cabellos pelirrojos no era más que un grupo de gandules soñadores, claro que él también se incluían en aquel grupo, pues por alguna razón se sentía atraído al conjunto de bichos raros que había logrado conjuntar aquel muchacho de cabello marrón. -Gash... No es justo, tener que estar haciendo los mandados nuevamente – claramente el joven expresaba aquel desagrado por tener que acarrear paquetes, los cuales estaban preparando desde hacía un par de días con tal de zarpar en rumbo a las nuevas aventuras, claro estaba que por primera vez estaba realizando compras con alguien más, pues no paseaba solo, sino que tenía compañía, y lo que era peor, era una mujer, pues en aquel sector en donde realizaban las compras se podían oír comentarios como “Awww, mira qué bonita parejita hacen” Comentarios predominantes por parte de féminas, aquellos seres que el pelirrojo aun no lograba comprender del todo, aunque cabía aclarar que parte de aquellas frases era gracias a la manera en que el pelirrojo dejaba que la muchacha le cogiera del brazo, con tal de que ella no cayera por aquel aspecto que su cola tomaba al tocar tierra firme.

Aquella postura tuvo que deshacerse, no solo por los comentarios de poco agrado para el muchacho, ya estaba acostumbrado a aquellos sonrojos instantáneos, más le sería mucho más sencillo acarrear de mejor manera aquellas bolsas si tenía ambos brazos disponibles. -¿Crees que nos haya faltado algo? – aquel comentario delataba lo que el muchacho llamaba “fin de sus labores” pues ya estaban en el camino de regreso al nuevo navío, acarreando un conjunto de bolsas dentro de las cuales predominaban alimentos. La prisa por parte del joven se notaba en los acelerados pasos, ergo a pesar de la corta distancia que le separaba de aquella muchacha de cabello bicolor, este cuidaba no perderle de vista, pues a pesar de los días transcurridos aun se preguntaba como hacía la muchacha para andar en tierra.

Aunque, en ese instante surgió algo aun más poderoso que absorbió la curiosidad del muchacho, pues al cruzar en su camino de regreso en donde sus compañeros se hallaban, el chico y aquella sirena pudieron percibir cierta conversación, más que conversación un grupo de personas generando alboroto, creando una especie de ronda en lo que sería una clase de espectáculo, pues era imposible de divisar a la distancia que aquel par se hallaba, pero debía tratarse de algo interesante si había tanta gente reunida. -Y pensaba que este sitio era tranquilo... – pese a encontrarse a nada de la granja, la zona costera resaltaba en serenidad tal y cual el mismo espacio rural, lo que potenciaba aun más la curiosidad del muchacho, pues descartaba alguna especie de pleito.

Si bien no era de aquellos que se dejaba guiar por la chusma, siempre venía bien algo de curiosidad para un científico, y él que se consideraba mecánico, casi compartía algunas manías. -Creo que será mejor echar un vistazo – la última vez que había hecho algo así todo acabó con la adquisición de un cyborg, por lo que podría llamarse racha si encontraba algo interesante, claro que mencionarle eso a su compañera resultaba extraño, pues no era alguien que sobresaliese por su gran manera de enunciar sus emociones, por lo que tras mencionar aquella frase prácticamente arrastró a la joven, tomando su brazo con una de sus manos, mientras deslizaba las bolsas al antebrazo, dirigiéndose así junto a la sirena hasta lo que sería el cúmulo de personas, estaba tan intrigado para esas alturas, que había dirigido las gafas por sobre su frente, con tal de apreciar que era aquel espectáculo, aunque lo que vería le dejaría un tanto sorprendido y confundido, especialmente por el revuelo otorgado por los allí presentes.

Lo que podía observarse era un cuerpo inhumanamente delgado, incluso él mismo se hacía llamar escuálido, pero aquella persona dispuesta en el suelo resultaba superar el límite. De todas formas, la visión del muchacho observó el cuerpo detenidamente, mientras se acuclillaba a su lado, esperando notar alguna pieza de metal, algo que le relacionara a la robótica que tanto le atraía, pero no pudo percibir aquel material de forma visible, más su cuerpo le enunciaba que algo metálico yacía allí, pues su “radar interno” se lo estaba enunciando, claro que era difícil creer que fuese dinero o parte del ropaje, pues aquel cuerpo parecía totalmente descuidado. -Hmmm... No parece estar bien... – a primera vista el chico mostraba algo que jamás podría relacionarse con él “preocupación” más algo le trajo a su verdadera forma de ser. -Que mal – sin enunciar nada más se posó en pie, como si estuviera a punto de marchar de allí, solo para luego pensar en algún hecho macabramente posible.

Si aquella persona estaba malherida, pero aun poseía fuerza vital, podría hacer uso de sus nuevos conocimientos para generar un cyborg propio, un logro que le alzaría a otro nivel, la fantasía comenzaba a conformar una clase de regodeo por dentro del muchacho, cuyo aspecto pasó nuevamente de preocupación a frío, y de frío a nuevamente preocupado. -¿Crees que puedas revisarle? A lo mejor aun esté vivo – la frase y su mirada se enfocaban hacia su compañera, quien había estado a su lado durante todo aquel bizarro momento. Claro que no había revelado sus intenciones ni planeaba hacerlo, aunque aun le parecía raro el hecho de que con tanta gente allí, nadie hubiera asistido a aquella persona.
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Kaine
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MensajeTema: Re: Capítulo 6 - Una momia a la deriva   Capítulo 6 - Una momia a la deriva EmptyMiér Ago 29, 2012 6:44 pm

El tiempo desde aquel incidente –Incluyendo su encuentro, travesía, y pequeñas aventuras- no había hecho más que reforzar las ganas de que aquel grupo continuase existiendo, lo cierto es aquella joven sirena, pese a que hubiera alcanzado la superficie con intenciones meramente científicas, se había quedado también con ellos, e incluso podría decirse que se había llegado a encariñar con cada uno de aquellos personajes tan extravagantes. Según había entendido, en aquellos momentos eran como un pequeño circo de pulgas; Extraños, raros, sin importancia, pero sorprendentes, cada uno a su manera. Pero no por ello era algo malo, lo mas agradable de todo aquello, al menos para ella, era el poder disfrutar de aquella nueva vida, en la que al parecer había mas gente dispuesta a aceptar sus cambios de humor, rarezas, e incluso su condición de sirena sin que la quisiera vender o esclavizar.

De todas formas debían zarpar, irse a vivir aventuras a lugares desconocidos y emocionantes, aquello era ser “pirata”. Al menos sus cuentos eran fieles en aquello, aunque normalmente aquellas personas eran descritas como malvadas, feas y con malas intenciones. Ella en cambio no había visto aquella actitud en aquellas persona; Había un chico de cabello castaño que le gustaba relajarse, o al menos, no era muy activo en sus acciones, solamente cuando se habían presentado aquellos esclavistas había reaccionado. Por otra parte estaba una chica rubia, peleona y bastante mandona, una coraza fuerte, pero que también había dejado vislumbrar una actitud dulce al agradecer. Después también había un chico pelirrojo, que era como un hombre robot, aunque no había tenido ocasión de poder estudiarlo aun su personalidad era bastante espontánea, reaccionaba ante cualquier cosa pero siempre era simpático, raro, pero sin malas intenciones. Y finalmente se encontraba aquel otro chico de cabellos rojizos, quien había sido quien había cuidado de que pudiese descansar el día en el que había quedado varada en la playa, y que después había desaparecido para más tarde reaparecer en malas condiciones, más no había sido él el que había vuelto, sino ella misma en encontrarle, con un barco que casi había destruido, Ella había sido la encargada de curar sus heridas, por lo que era con quien principalmente había tratado para investigar más sobre aquellos cuerpos que no tenían formas de peces, y que también era quien la había acompañado para recoger suministros para el barco.

Como aun sus pasos eran bastante torpes se había aproximado al joven para tomar su brazo y de aquella forma descansar un poco de su peso humano en él, quien también impedía que se desequilibrase y cayera. No era algo del todo agradable en cuanto a vista ajena, pues seguramente parecería una viejecita agarrando a su nieto mas joven –Aunque las mujeres de por allí les veían como pareja-, pero lo cierto es que para ella era más cómodo de aquella forma y como en un principio, aun le gustaba su olor.

Les habían mandado a recoger comida por lo que tras realizarlas, contaban con unas cuantas bolsas que transportar hacia la embarcación. A su compañero no le parecía gustar aquel trabajo, y lo cierto es que a la muchacha tampoco se le hacía la idea de ser recadera, pero era agradable aquel lugar y aun disfrutaba aquel oxigeno tan puro que llenaba sus pulmones por lo que sus quejas quedaban ahogadas por ello. El pelirrojo también preguntó sobre si faltaba algo, a lo quela joven respondió negando con la cabeza; Era una joven despistada, pero comprando comida tampoco hacía falta mucha memoria, se compraba lo que gustaba, y lo que sabía mal, se dejaba. Por esto decidieron volver, pero algo en su camino se interpuso; La curiosidad.

Casi al llegar al puerto, en la playa, una gran agrupación –La mayoría de la granja, que no era mucha, a decir verdad- de gente se agolpaba contra algo o alguien, el muro que estos hacían impedía que se pudiese ver que era lo que ocurría, pero eso aumentaba aun mas la intriga, e hizo que la joven alzase un poco mas su cuello en un intento de poder ver que era lo que pasaba. Fue su compañero quien tomó las riendas de la situación pues la tomó de brazo –Después de haberla soltado de aquel agarre que ella había hecho- y la comenzó a forzar a andar más rápidamente. Ella intentaba mantener el ritmo que él imponía, no por obligación, sino porque también quería saber que era lo sucedido.

Cuando consiguieron hacerse paso se pudieron percatar de que lo que había en la arena era una persona, o al menos, los restos de una; Su cuerpo estaba extremadamente escuálido y estaba cubierto por vendas. La muchacha se acuclilló junto al pelirrojo y analizó aquella persona mas de cerca, buscando señales de vida, e incluso razones de muerte. Su compañero comentó su estado en voz alta y después un comentario de indiferencia, colocándose después de pie.

Ella en cambio se mantuvo acuclillada y el hecho de que el chico le preguntase si podía revisarle fue su pistoletazo de salida para reaccionar. Se inclinó y su oído se colocó en el pecho del yacido, notándose una leve palpitación que podía apagarse en cualquier momento. Aquello solo tenía un tratamiento, y era, por supuesto, a su propio estilo; Su espalda se volvió a erguir y su mano diestra se alzó con la palma hacia arriba -¡Enfermero! ¡El pescado!- No sabía si había algún enfermero o enfermera por allí pero incluso en su voz podía notarse el teatro que había dado a la frase, más no era mentira que necesitaba un pescado y no tardó en hacerse paso hasta ella, recién pescado y fresco -Es hora de despertar- Una sonrisa siniestra se mostró en sus labios y tomó el pez por la cola, alzándolo y después dirigiéndolo directamente, y con fuerza, hacia el rostro de la momia.
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Wolfang Krisley
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MensajeTema: Re: Capítulo 6 - Una momia a la deriva   Capítulo 6 - Una momia a la deriva EmptyJue Ago 30, 2012 6:59 am

Era todo oscuro, oscuro y denso, no dejaba pasar la luz, los ruidos no se atrevían a adentrarse, estaba él solo, solo en esa oscuridad, inexplicablemente no tenía frío, si no, más bien calor, abrió los ojos y unas llamas esmeraldas enormes le estaban rodeando, no lo entendía, con el vasto campo que había a su alrededor...¿Por qué esas llamas le atacaban expresamente a él? Tomaban formas extrañas, reticulares, como de anfibios y reptiles y se lanzaban a por Wolfang, el hombre las esquivaba mientras buscaba dentro de su poncho, al fin lo encontró, su revólver...¿De agua? Era mejor que nada, no tendría piedad! Wolfang disparó sin tregua contra las llamas y finalmente, estas se extinguieron, el hombre miró al cielo morado que le observaba desde las alturas, el sol, con una cara sonriente le guiñaba un ojo, como diciendo; ‘’Bien hecho’’....Cretino....Se burlaba de él...

Así...Así que esto era alucinar...Era extraño...No sentía dolor, ni miedo, ni frustración, aunque era algo aburrido eso de caminar y que el paisaje no avanzase, no sabía exactamente cuánto tiempo se pasaría haciendo el imbécil...De pronto encontró un enorme cerezo en medio de su camino, estaba como mustio y muerto, pero Wolfang decidió acercarse, tal vez quedaba algún fruto que echarse a la boca, pero cuanta menos distancia le separaba del árbol, mas se moría este último, para cuando llegó, estaba podrido, convertido en un simple esqueleto de madera...

Krisley golpeó con furia el esqueleto, reduciéndose este a cenizas al mínimo contacto....Se moría de hambre y en aquel maldito lugar no había un maldito fruto comestible ni ningún animal que cazar...Maldita sea...Pero al parecer, la cosa podía seguir siendo más extraña, pues unas nubes azules cubrieron el cielo y de pronto, de dichas nubes empezaron a caer peces...Y de pronto Wolfang no podía moverse y los peces que caían del cielo le golpeaban sin cesar en el rostro, y ahora si notaba el dolor...

Y ahora Wolfang abrió sus ojos y lo que vio ante él le pareció la imagen más bizarra del mundo, una joven muchacha le estaba abofeteando con un pescado en la cara...Todavía estaba débil, sin embargo....Sin embargo podía tumbarla...Rápidamente usó su cuerpo para moverse hacia su zurda y luego, con un rápido giro, lanzó una patada a las piernas de la chica para hacerle caer a la par que se incorporaba (de forma dificultosa del suelo), estaba confuso, empapado y hambriento, pero no dudaría en pelear con todos los que allí había para largarse de ese sitio, así que rápidamente sacó su revólver como advertencia mientras decía con voz ronca:

- ¿Qué demonios ocurre aquí? ¿Dónde estoy? – Su voz estaba quebrada, apenas tenía fuerzas para ponerse en pie...Maldito hambre...Sus pensamientos se nublaban y no pensaba con claridad, francamente, el arma no estaba cargada y no tenía intenciones de disparar a nadie, tan solo quería que la gente se apartase de aquel lugar para poderse marchar, comer y olvidarse de aquel nefasto día...Su llegada a aquella isla había sido, cuánto menos, desastrosa.
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MensajeTema: Re: Capítulo 6 - Una momia a la deriva   Capítulo 6 - Una momia a la deriva EmptyJue Ago 30, 2012 8:18 am

El pelirrojo no dejaba de sorprenderse ante los rudimentarios métodos que su compañera elaboraba para ejercer la medicina, si bien lo había padecido de primera mano, era imposible saber con que saldría, pues tras la toma de aquel “instrumento” la muchacha comenzó a abofetear al joven moribundo, si ya estaba en mal estado de por sí, el estarle golpearle con un pez solo empeoraría las cosas, especialmente el olfato del muchacho, de todas formas Kaine era la experta y el pelirrojo respetaba eso, sin intervenir en el tratamiento, el cual parecía estar surtiendo efecto, pues aquel sujeto del oeste comenzaba a movilizarse, siendo su primer despliegue de actividad hacia la izquierda, había sido una reacción tan violenta que el pelirrojo llevó su mano diestra hacia el pecho de la joven como acto reflejo para hacer que se aparte hacia atrás, y de por terminado aquel “tratamiento”.

No había percibido en donde había colocado su mano, más el poco tiempo que esta se posó en ella, conjunto a la reacción de aquel caballero restaban del todo la importancia a la acción del muchacho, quien se interponía entre aquel hombre y su compañera al divisar aquel revolver en mano del sujeto. ”Con que esa es la pieza metálica” pensó el muchacho, mientras dejaba caer las bolsas apoyadas en sus antebrazos y elevaba su mano izquierda en dirección al arma de fuego, su palma apuntaba directamente a la misma, era la misma postura que había probado contra la espada, si bien no sabía el resultado de aquella acción, lo mínimo que podría hacer sería tratar de convencerle y guardar así su habilidad como último recurso.

La voz del hombre detuvo aquel instantáneo duelo, al comentar con curiosidad sobre su estancia allí, el pelirrojo no podía dar una respuesta pues recién había llegado hacia aquel páramo, pero al menos podría evitar que comenzara un tiroteo, por lo que suspiró y divisó al hombre de pies a cabeza. -Estás Fuschia, una villa pacífica y aburrida – comentó el muchacho en respuesta, denotando especialmente lo llano que era vivir en aquel lugar, claro que para él eso no sería ningún problema, pero buscaba hacer que aquel hombre bajara su guardia. -No sé bien que habrá sucedido contigo, Estabas ahí tirado cuando llegamos – el muchacho giró su rostro para divisar si alguna persona conocía algo más al respecto, pero era inútil, la mayoría había corrido despavorida del sitio al percibir el arma de aquel sujeto.

-Bueno... y dudo que vayamos a conocer más de tu llegada a este lugar. – la mirada del chico volvió a dirigirse al hombre, y luego señaló con su mano derecha hacia detrás de sí, utilizando su dedo pulgar. -Estabas inconsciente, así que mi compañera te ayudó a despertar. ¿No recuerdas nada? – Era difícil para el muchacho tratar a alguien más, a demás poco entraba en sus intereses el conocer sobre aquella persona, pero el motivar al dialogo podría ser su boleto para desarmar al sujeto, y quizás así poder hacerse con un nuevo experimento de pruebas, si bien aun no desistía de aquella idea, el ver al sujeto de pie dificultaba un poco el desarrollo de la misma, pero ya se las apañaría.
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MensajeTema: Re: Capítulo 6 - Una momia a la deriva   Capítulo 6 - Una momia a la deriva EmptyJue Ago 30, 2012 9:29 am

Para su sorpresa, tras unos cuantos bofeteos con aquel pescado fresco, el cuerpo inerte reaccionó alejándose y con un movimiento rápido. La joven sirena, desprevenida, no pudo evitar el acto reflejo de alejarse pero fue más fácil gracias a su compañero pelirrojo, quien se inclinó y con una de sus manos la empujó hacia atrás. Cayó con sus cuartos traseros y solo sus manos pudieron impedir un poco todo el impacto, más en lo que su rostro se mostró no fue dolor sino un sonrojo creciente; Aquel pelirrojo había colocado su mano en uno de sus pechos y no era algo a lo que la joven estuviera acostumbrada, de hecho, jamás habían tocado su cuerpo.

De todas formas la situación no era la indicada para reaccionar de aquella manera por lo que sacudió levemente su rostro y lo alzó, observando como aquel hombre se había levantado, pese a su delgadez y aparente debilidad, e incluso también había tomado un arma y les apuntaba con ella. La muchacha se estremeció levemente, sabía que aquello podía hacerles mucho daño, aunque su compañero no parecía asustado ni tampoco se apartó, mas bien se interpuso entre ellos y respondió a la pregunta que había formulado el hombre, para a continuación dejar su duda sobre lo sucedido y explicar la situación del recién despierto.

El pelirrojo continuó hablando y después señaló con su dedo hacia ella, comentando aquel tratamiento tan extraño y preguntando sobre si recordaba algo. La joven sirena, que hasta ahora se habçia mantenido observando todo lo sucedido, movió un poco su cuerpo para tomar una manzana que había sobresaliente de una de las bolsas de comida que habían transportado, extendiendo su mano para dársela a aquella persona tan escuálida -Come, sino te vas a desmallar de nuevo- Lo cierto es que poco parecía importarle el como había actuado y aquel comportamiento violento, ella era médico, su preocupación residía en que las personas enfermas se curasen, y de momento su tratamiento no había terminado.
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MensajeTema: Re: Capítulo 6 - Una momia a la deriva   Capítulo 6 - Una momia a la deriva EmptyJue Ago 30, 2012 2:38 pm

Wolfang cerró los ojos un momento para pensar mientras continuaba apuntando con aquella arma inútil...Se había destrozado su barco...Se había dejado llevar por la corriente marina...Y había llegado a la playa y se había desmayado, así que esos jóvenes debían de haberle atendid...Su mente se desconectó de pronto, aún de pie y en la misma posición, Wolfang se quedó dormido por unos minutos, incluso soñó, soñó con un pasadizo oscuro, el caminaba por el pasadizo, y del fondo del pasadizo venía un olor dulce, fresco...Abrió los ojos y se encontró con que la chica le ofrecía una manzana, por orgullo la habría rechazado normalmente, pero ahora mismo, sería capaz de comerse lo primero que encontrase, así que cogió la fruta, se sentó en la arena cruzando sus piernas y mientras devoraba a mordiscos la manzana, de un movimiento de muñeca hizo que el cargador del revólver se abriese lateralmente, mostrando unos huecos vacíos en donde debería de haber balas, luego volvió a cerrarlo rápidamente y con la boca llena de trozos de manzana aún sin masticar susurró al muchacho de cabellos rojos:

- Eftabfa defcafgada, no of ibfa a difpafaf...- Tras aquellas torpes palabras, Wolfang tragó con ansia, ya había devorado la fruta y aunque no fuese una gran cantidad de alimento, ahora mismo, se sentía lleno, comparado con no comer nada, una dulce fruta era bastante reconfortante...Dejó que la dulzura de aquel alimento le sobrepasase, una pequeña sonrisa se dibujó en los labios de Wolfang, no podía evitarlo, era como cuando un niño pasaba mucho tiempo sin comer un alimento que le gustaba mucho y lo probaba al cabo de un tiempo, pues aquello, era igual..Miró a su alrededor con curiosidad, la verdad, aquella isla no le sonaba para nada, debía de haberse desviado mucho de su ruta, demasiado tal vez...No tenía sentido de la orientación alguno en estos momentos...A su alrededor, la gente había empezado a marcharse, en parte por miedo al desconocido armado, en parte porque ya no tenía emoción, pues ya estaba despierto y estable, ahora, ya se encontraba mucho mejor, aunque tampoco era para tanto, ahora podía andar sin desmayarse...Suspiró arrojando los restos de la manzana al suelo y miró a los dos jóvenes, si no hubiese sido por ellos estaría muerto...Se puso en pie y se acercó a la muchacha con semblante serio, le miró unos segundos y al momento se arrodilló delante de esta, le cogió la mano zurda y dijo:

- Gracias por haberme salvado, estamos en deuda! Juro pagártela aunque me cueste la vida! – Tras eso le soltó la mano y se apartó un poco de ella para poder ver a los jóvenes de cerca, se volvió a sentar en la arena y dijo: - Me llamo Wolfang Krisley, mi barco fue destrozado por una criatura marina que me arrastró por todo el océano y mis provisiones se cayeron al mar y bueno, como mi piel es asquerosa y huelo mas a muerto que vivo, por suerte, no me comió ningún monstruo marino, pero eso hizo que haya acabado en esta situación...- Tras eso agachó ligeramente su cabeza en forma de presentación y dijo: - Siento el numerito de antes, pensaba que eráis traficantes de órganos y que queríais quitarme un pulmón.-

Y después de ese pequeño discurso se quedó sentado en la arena, con las piernas entrecruzadas y los brazos apoyados en el suelo, inclinando ligeramente su cuerpo hacia atrás.
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Kotaro
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MensajeTema: Re: Capítulo 6 - Una momia a la deriva   Capítulo 6 - Una momia a la deriva EmptyJue Ago 30, 2012 3:43 pm

A pesar de aquella situación, la muchacha irrumpió en el “enfrentamiento” obsequiando uno de los frutos que habían cargado en las bolsas de compras para que aquel hombre pudiera alimentarse, el pelirrojo observó con sorpresa la reacción de su compañera, más esta se incrementó al notar como el hombre accedía y mansamente se sentaba a devorar aquella manzana, a su vez que demostraba como el arma que había estado portando se encontraba totalmente descargada. Una gota de sudor recorrió la frente del pelirrojo quien divisaba el espectáculo, y formulaba un puño en su mano diestra, dispuesto a golpear al hombre tras oírle mencionar lo que él ya había visto, aunque en un idioma inentendible para el joven mecánico.

-Hiciste un buen trabajo – el pelirrojo ya una vez calmo volvió su mirada hacia la joven sirena, mientras tomaba un cigarro para dirigirlo entre sus labios y encenderlo con lentitud, si bien no estaba en su naturaleza el premiar a los demás, debía reconocer que aquel tratamiento del pescado había dado frutos, y el haber entregado la manzana les había salvado de aquel bochornoso evento, aun así se cuestionaba como funcionaría el arma actualmente si esta había caído al agua, o si había padecido lo mismo que las prendas de aquel hombre, de todas formas dejó que aquellos pensamientos se esfumaran, mientras divisaba un nuevo movimiento por parte del hombre, si bien no parecía ser peligroso, aun le parecía algo “raro” claro que contando con la compañía que había rodeado al joven últimamente, no podía darse el lujo de criticar, por lo que se mantuvo silente notando como el joven mostraba algo de educación al agradecerle a la muchacha por haberle salvado la vida.

Seguidamente convino la presentación del hombre, al parecer su mente no poseía daño alguno, más solo era la locura normal, lo que le llevaba a actuar de tal manera, claro que el muchacho no hizo acotación alguna, solamente cerró los ojos e inclinó un poco su cabeza al oírle, mientras dejaba el humo del cigarro danzar en el aire. “no culparía a los monstruos de no querer comerle” pensó, concordando con aquel estado del sujeto, lo que le llevó a responder ante lo último aportado por el sujeto del sombrero. -Si en tu estado no eres alimento ¿cómo nos servirán tus órganos? Intentando bajar la hostilidad en sus palabras acotó a continuación acompañado de un leve suspiro para expulsar el humo de su boca. -Mi nombre es Kotaro, ella es Kaine – con su mano señaló a la joven de cabello bicolor tal y como la última vez mientras intentaba rememorar algo más que decir para ser “cortés” pero no hubo nada que le viniera a la mente, por lo que divisó inmediatamente a su joven acompañante, procurando que ella finalizara la labor.
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MensajeTema: Re: Capítulo 6 - Una momia a la deriva   Capítulo 6 - Una momia a la deriva EmptyJue Ago 30, 2012 4:52 pm

No fue sorpresa que la reacción de aquella persona fuese la de tomar la manzana con ansias; El hambre era el peor enemigo para cualquier amigo, compañero, villano, o enemigo. Y el estado de aquel hombre era precario. Lo cierto es que no sabía realmente todos los problemas que acarreaba tras de si pues no había inspeccionado mucho, pero a primera vista lo principal era el hambre, y sus días sin comer tampoco le podrían permitir el zampar más de una manzana, al menos no hasta dentro de unas horas, o sino su cuerpo no lo aguantaría.

Lo que si fue sorpresa fue que al dejar ver el cargador de aquella pistola podía notarse que ni si quiera estaba cargada. La joven alzó una de sus cejar de manera extrañada más no habló, pues su rostro se giró hacia su compañero pelirrojo, quien la felicitó por su trabajo, a lo que correspondió con una pequeña sonrisa que no duró mucho al ver como este tomaba uno de aquellos cigarros y lo colocaba entre sus labios. Su ceño se frunció y su mano diestra se movió de forma delicada; Hacia arriba y después sus dedos se flexionaron hacia dentro, como si fuese a cerrar su mano en un puño. Parecía un movimiento típico de las danzas orientales, más lo que sucedió no fue tan erótico como ellas sino mas bien un acto agresivo que empapó el rostro del pelirrojo junto con aquel cigarro. La muchacha había creado una pequeña burbuja que había hecho explotar frente al joven; El estar cerca del mar siempre ayudaba a sus movimientos.

No acotó nada contra aquel joven pelirrojo pero sus ojos amenazantes y enfadados daban a entender su opinión sobre aquel objeto que solía colocar entre sus labios y echar humo apestoso. Pese a que sus ojos tuvieran intención de mantener aquel combate visual no pudo evitar girar su rostro para sorprenderse de como aquel hombre tomaba su mano y la besaba, jurando una deuda por pagar. La muchacha cambió su expresión por una sorprendida y su rostro se giró levemente hacia un lado, sin entender realmente lo que estaba ocurriendo -En realidad fue por él. Me arrastró hasta aquí- La mano tomada por el hombre se deslizó para señalar a su compañero, la verdad es que era cierto que había sido arrastrada hacia allí, pero seguramente hubiera ido de todas formas para calmar su curiosidad.

Tras aquello el hombre se volvió a sentar en la arena, acotó su nombre y explicó lo ocurrido hasta su llegada a aquella isla, mientras movía su rostro en forma de presentación, para finalmente se disculpaba por lo anteriormente ocurrido.

Ante aquellas explicaciones el primero en responder fue el chico pelirrojo, captando una nueva observación por parte de la joven sirena, quien afiló su mirada al ver el humo salir de los labios de su compañero, seguramente debido a la tardanza en apagar el cigarro incluso le había dado tiempo a dar una calada, aunque no comentó nada sobre ello sino que colocó dedo índice entre sus labios y respondió pensativa -Si necesitásemos tus órganos te mantendríamos vivo, seguramente dormido…Te curaríamos y después, cuando ya estuvieras bien sano, te quitaríamos todos los órganos que nos fueran útiles- Al reflexionar sobre sus propias palabras sus manos se colocaron frente a ella y negaron de forma dispareja, moviéndose de lado a lado mientras su expresión era dirigida hacia el hombre, sorprendida -¡Oh, pero no te preocupes, no vamos a vender tus órganos!- Tras aquello escuchó como su compañero finalizaba dando su nombre y el de la joven sirena. Ella le observó unos instantes, y al ver que no reaccionaba de ninguna forma alzó una de sus manos y la estrechó con la del hombre, moviéndola enérgicamente, para después separarse una vez mas e intentar tomar una postura mas cómoda en el suelo, pues sus piernas no reaccionaban tras aquella caída, o mas bien, le era difícil poder levantarse directamente del suelo.

Su mirada se volvió a dirigir hacia Kotaro y cuerpo se flexionó levemente hacia él, colocando una de sus manos como apoyo, para con la libre tomar la de él y estirar hacia abajo, indicando que se sentase -Vamos a descansar- No quería mostrar aquella debilidad en poder levantarse y tenía la esperanza de poder hacerlo después de haber descansado un rato, por lo que aquel Wolf sería una buena escusa.

A continuación su mano se dirigió nuevamente hacia la bolsa, tomando una pequeña botella hecha a partir de piel que en su interior parecía bailar algún tipo de liquido -Bebe, estarás deshidratado- La lanzó de manera que el hombre pudiese tomarla sin problema, mientras continuaba hablando -Nosotros somos piratas…O al menos es la idea. Estábamos comprando y vimos aquel grupo de gente asique nos acercamos, aunque eso no hace falta que te lo explique supongo- Tras aquello su rostro se dirigió hacia su compañero, sonriendo de forma divertida -Creo que nos tocará volver a ir a comprar- No tenían una lista clara, pero necesitaban la mayor cantidad de comida posible, y contando con todo su trabajo en aquel día, era una broma un tanto pesada.

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MensajeTema: Re: Capítulo 6 - Una momia a la deriva   Capítulo 6 - Una momia a la deriva EmptyVie Ago 31, 2012 7:31 am

Con la calma que caracteriza a los pistoleros del Oeste, Wolfang observó a los dos desconocidos, no debían de llegar a los 20 años y la mujer parecía algo torpe en el caminar, en cuánto el chico, parecía que toda esta situación le aburría, tal vez, encontrarse un moribundo en la playa no era lo que él se esperaba...El hombre suspiró, no le gustaba demasiado el tabaco, el humo le irritaba mucho los ojos, no entendía como había gente que podía fumar, pero en fin, eso era decisión suya...De pronto una petaca salió volando hacia él, con un rápido movimiento la cogió al aire, la abrió y empezó a beber ávidamente, vaciando en segundos el contenido, tras eso, cerró la petaca y se la devolvió a la mujer:

- Muchas gracias, de verdad, no sé que habría sido de mi si no llegáis a aparecer, a lo mejor me habrían cortado a tacos y me habrían servido en algún buffet como plato del día, vete a saber...- Intentó sonreír de forma amable, aunque en su cara, se dibujó una sonrisa siniestra que volvió aún más macabra la broma de lo que ya lo era...Wolfang se ajustó su sombrero al oír las palabras de la chica...Eran piratas....Piratas...Los dueños y señores de los océanos, vaya, aquello era inesperado, Wolfang tenía planes de encontrarse con alguna banda en su camino y unirse a esta, pero no esperaba hacerlo tan pronto, sin embargo, estaba en deuda con ellos y el siempre cumplía sus deudas....

El hombre se volvió a poner en pie, ahora si que se encontraba bastante mejor y podía caminar sin problemas, ando en círculos alrededor de los dos jóvenes en silencio pensando...Quién sabe si tendría otra oportunidad como esa...Además, el mar ya le había demostrado que era muy traicionero y que no era un lugar para andar sin compañía, finalmente se decidió, miró a ambos jóvenes de forma simultánea y dijo:

- Decidido...Estoy en deuda con vosotros, así que me uniré a vuestra banda, si lo queréis claro...- Susurró en un tono algo lastimero, estaba acostumbrado a que la gente le rechazase por su extraño aspecto y carácter, así que no sería raro que este grupo también decidiese darle la patada y dejarlo tirado...Sin darse cuenta, movido por sus pensamientos, Wolfang había empezado a caminar y se había alejado casi 500 metros de los dos jóvenes, y ahora casi ni les veía en la lejanía, susurró un insulto entre dientes y volvió siguiendo sus huellas hasta el lugar donde estaban: - Bueno...¿Qué me decís? -

Off: Lo siento, estoy desinspirado ahora mismo
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MensajeTema: Re: Capítulo 6 - Una momia a la deriva   Capítulo 6 - Una momia a la deriva EmptyVie Ago 31, 2012 7:59 pm

Aquella acción realizada por su compañera no pareció causar gracia alguna al joven pelirrojo, al demostrar una mirada totalmente enfurecida en cuanto sintió su cabeza empapada por la bomba de agua generada por la sirena, era ya la segunda vez que se había empeñado en deshacer aquella sensación otorgada por el cigarro, lo que ya le quitaba gracia al muchacho, quien tampoco se pondría a realizar una rabieta en presencia de aquel sujeto extraño, pues a saber en que resultaría, seguramente ya luego tendría tiempo para vengarse de aquella sirena.

De momento habían otras cosas por las que preocuparse, pues el hombre permanecía allí, pero no poseía aura amenazadora, sino todo lo contrario, pues demostraba su gratitud, sobre todo a la muchacha, para luego presentarse como Wolfang. Un nombre curioso, pero bien dado para un pistolero, pues eso podía apreciarse por las pintas del sujeto y el arma que portaba, claro que a pesar de aquello, ninguno de los dos cedía de momento, quizás por el incómodo momento que habían pasado previamente, conjunto al comentario del hombre, el cual solo empeoraba al escucharse la respuesta del pelirrojo y luego la de su compañera, más ese no fue el punto culminante de la conversación, pues el pelirrojo tomó la iniciativa al realizar una introducción, la cual quedó vacía para dar el pase a su compañera, quien realizó un apretón de manos, algo que el muchacho tomó como ejemplo a seguir para luego realizar la misma acción, la cual no duró mucho, pues sintió cierto jalón por parte de la muchacha, ocasionando que cayera al suelo débilmente para quedar sentado sobre este.

Sin tiempo a objetar nada, notó a su compañera decir que deberían descansar, no era el sitio predilecto para tomar esa clase de descansos, pero ya estaban allí, con las bolsas en los suelos, y aquel extraño en frente a ellos. ¿qué otra cosa podría suceder? Pues mucho al parecer, pues la muchacha de cabello bicolor continuaba malgastando las provisiones obtenidas al arrojar una petaca de agua hacia aquel sujeto, el cual no dudó en beberla con suma velocidad. Quizás no sería el pistolero más rápido del East Blue, pero tal vez si el más sediento.

Tras observar aquella manera tan enérgica de beber agua, el muchacho volteó su mirada hacia su joven compañera, con un claro aspecto de duda sobre la acción realizada, aunque esta parecía no darse por aludida, más acotaba que deberían rehacer aquellas compras, lo cual fue un gran bajón emocional para el muchacho quien quedaba boquiabierto ante aquellos “percances” que estaban ocurriendo.

Peor aún no hubo tiempo para acotar nada, ni siquiera alguna de sus tan “amistosas” frases, pues el hombre retomaba la conversación, poniéndose de pie y acotando que se les uniría a aquel par, era el día de todo al revés, o quizás la mente del muchacho se había perdido en alguno de los eventos que estaban ocurriendo. Si bien no poseía objeción alguna ante la llegada de un nuevo miembro, le resultaba extraño todo lo acontecido en cuestión de minutos. Fue entonces que negó con la cabeza rápidamente, no para dar una negativa a aquel hombre, sino para espabilar ante tanto ensueño, divisando nuevamente a aquel ser previamente moribundo, solo para notar como su respuesta no le llegaría a los oídos, pues este se había marchado ya.

-No les entiendo... La gente da miedo... – aquellas palabras salieron de manera totalmente natural para el joven, pese a que este demostrara un rostro perplejo, no comprendía a la sirena ni tampoco a aquel hombre, aunque claro. Desde que había partido de Loguetown, todo su mundo se había puesto de cabeza, algo que hacía que el chico no notara el cambio de manera tan cruda.

-Debemos comprar... ¿por qué le diste nuestras cosas a ese lo...- la interrogante que el chico ahora formulaba a la joven sirena era interrumpida al oír como el hombre regresaba para elaborar su propia pregunta, aquella aparición sorpresa había ocasionado la caída del pelirrojo, el susto había sido tal que le había dejado acostado de lado en la arena, y para colmo le habían arruinado el goce de un cigarro al empaparle, quizás no estaba exteriorizando lo que le ocurría, pero por dentro su medidor de locura ya se había disparado a niveles fuera del límite, ocasionando que el joven se alzara de un salto, solo para colocarse en frente al hombre, divisándole con la mejor cara de loco posible. -¡Claro que eres bienvenido! Si es que llevamos un circo a cuestas, jamás vendría mal otro ser extraño – el nivel de alteración en el joven era tan alto que incluso ya no se distinguía el sarcasmo en sus palabras, tampoco se podía decir que hubiera dado una bienvenida cordial, y aunque en su mente jamás había cruzado la idea de abrirle los brazos a cualquier extraño, ya era la vez numero quinientos en la que hacía cosas totalmente opuestas a lo que planeaba, algo a lo cual debía agradecerle profundamente a aquella persona llamada Layfon.
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MensajeTema: Re: Capítulo 6 - Una momia a la deriva   Capítulo 6 - Una momia a la deriva EmptySáb Sep 01, 2012 8:33 am

Observó como aquel hombre tomaba el agua con rapidez y después le volvía a lanzar la petaca, tomándola en el aire y dejándola a un lado a continuación. Tras aquello le observó más detenidamente, intentando averiguar qué era lo que había ocurrido para que se mostrase la piel de semejante forma, aunque no iba a indagar preguntando, su tratamiento había terminado y ahora aquella persona estaría bien, quizás aun se sentiría débil, pero al menos su cuerpo aguantaría un par de horas, en las que podría comer de nuevo. Pero no tuvo tiempo de pensar mucho mas en que hacer o decir, pues el hombre se levantó y comenzó a andar alrededor de ellos, mientras acotaba una proposición de unión. Esto provocó que una de las cejas de la joven se alzase sorprendida, mientras desviaba su rostro hacia el joven de cabello rojizo, esperando alguna respuesta por su parte. Esta llegó rápidamente, más no fue dirigida hacia la pregunta del hombre sino a algún tipo de pensamiento exteriorizado, a lo que la muchacha reaccionó mordiendo suavemente su propio labio inferior, un tanto desconcertada con lo que decir e incluso manteniendo una expresión ausente.

Fue despertada de sus pensamientos gracias al nuevo interrogante de su compañero, que parecía un tanto enfadado, seguramente por lo sucedido hasta aquel momento. De todas formas él no terminó de hablar pues aquella otra persona se acercó una vez más a ellos, lo que pareció sorprender al pelirrojo que cayó sobre la arena. Para mayor sorpresa de la joven este recontamiento no duró mucho pues se levantó de un salto, colocándose frente a aquel hombre y aceptándole en la banda.

La joven sirena observó todos aquellos movimientos del muchacho, bastante extraños para la típica calma que solía aparentar, y por tanto su sorpresa había impedido que reaccionase antes, aunque en aquel momento sus piernas se deslizaron a un lado, colocándose a gatas en la arena y tomando una pequeña piruleta de las bolsas, que habían comprado expresamente para ella. A continuación se volvió a acercar a su compañero, acotando en un tono autoritario -¡Kotaro!- Su sonrisa había desaparecido y sus ojos se mostraban un tanto más fríos, aunque no enfadados, y para cuando el joven miró ella extendió su brazo e introdujo el dulce en la boca del joven, sin soltar el palo, para evitar que este lo escupiese -Relájate- Su voz se mostró un tanto más suave, aunque en ella aun se mantenía un leve tono de mandato.

Tras aquello comenzó a intentar levantarse, aun le costaba aunque en algún momento debía aprender -Wolfang...Ya has oído lo que ha dicho Kotaro, y tiene razón en que todos somos algo extraños, pero creo que no será un problema- Aun se mantenía en el suelo, luchando con sus piernas, pero sus palabras sonaban sinceras, aclaratorias y directas -Para compensar por nuestra ayuda tendrás que ayudarnos con todas las compras, ya que ahora necesitaremos más suministros, ¿De acuerdo?- Su intención no era el descansar o de aquella forma que él pagase su tratamiento, sino simplemente un intento de calmar toda aquella situación, sobre todo por parte de su amigo.




FDI: Siento la demora y el chibipost, ayer vine del viaje y estaba cansada para responder xD
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MensajeTema: Re: Capítulo 6 - Una momia a la deriva   Capítulo 6 - Una momia a la deriva EmptyLun Sep 03, 2012 7:15 am

Wolfang se sentó de nuevo en la arena mientras los dos jóvenes le daban su veredicto, uno le llamó bicho raro, directamente, así que el pistolero no pudo evitar sentirse algo triste, pues aquellas palabras le recordaban a aquellas burlas que había sufrido desde su infancia y no tan infancia, escondió su rostro bajo su sombrero con cierta amargura en la mirada, aquel chico de cabellos rojos no le hacía sentirse cómodo, no sabía exactamente por qué, tal vez fuese su actitud, tal vez sus palabras mal sonantes, o tal vez el conjunto de su persona, esperó en silencio cuando la otra mujer empezó a hablar, ella trató de justificar las palabras del otro chico, fue breve pero precisa, y por último le pidió a Wolfang que les ayudase con las compras, el hombre alzó su rostro con una sonrisa, aunque, como no solía sonreír, en su rostro se formó una mueca siniestra y desagradable mientras se ponía en pie:

- Muy bien, vamos a ello....- Tras ponerse en pie del todo y aflojar un poco su sombrero sobre su cabeza, Wolfang miró a sus compañeros y dijo: - No os arrepentiréis de haberme dejado entrar en vuestra banda...Ya veréis, seremos los piratas más temidos del mundo! – Tras eso cogió las bolsas que había desperdigadas por el suelo y las cargó en sus manos: - Adelante amigos míos, vayamos sin demora a hacer esas compras!

Tras eso se puso en marcha sin saber a dónde iba y sin asegurarse siquiera de que los dos muchachos fuesen detrás suyos, se sentía contento por primera vez en mucho tiempo se sentía aceptado, se sentía querido, alguien le quería a su lado, eso era inusual, bastante, la gente solía repudiarle por su aspecto, sin embargo ellos le habían abierto los brazos y le habían aceptado sin problema alguno, ahora era uno más y a partir de ese momento, se juró a si mismo que daría su vida por sus nuevos compañeros si era necesario.

Off: Siento la tardanza y eso T_T
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MensajeTema: Re: Capítulo 6 - Una momia a la deriva   Capítulo 6 - Una momia a la deriva EmptyLun Sep 03, 2012 12:14 pm

La situación estaba yéndose de las manos del pelirrojo, había perdido la calma y la compostura por completo, comenzando aquel nuevo acto ridículo por su parte, dando así una bienvenida de lo más ruda ante el elocuente sujeto, el muchacho no podía pensar lo que decía, e incluso parecía no haber un alto a su “locura” pues no solía detenerse ante sus barrabasadas hasta que por fin lograba volver al punto calmo, pero esta vez un nuevo suceso se desarrolló, pues tenía una compañera dispuesta a sancionar aquel modo de actuar del chico, y eso se pudo percibir desde el momento aquel en el cual mencionó el nombre del pelirrojo, ocasionando que este se girara por mismo reflejo, solo para recibir un paletazo directamente en su boca, sustituyendo así el cigarro previamente apagado por la sirena.

El muchacho quedó estupefacto, y de momento parecía que su cólera iría en aumento, pero solamente se quedó divisando a la muchacha, quien no parecía tener intención alguna de ceder, siquiera con aquella mortífera mirada que el pelirrojo le dirigía, pues sujetaba por el mango aquel dulce, acotando a continuación que debería relajarse, lo que llevó al muchacho a cruzarse de brazos, podría apartarse en cualquier momento, pues habían miles de maneras de apartarse de la joven, pero era imposible pensar con claridad para el muchacho, quien finalmente sucumbió, girándose para arrebatar la paleta de manos de su compañera, y así observar al nuevo integrante de la tripulación, el aire poco amistoso aun permanecía en su semblante pero ahora costaba un poco más tomarle en serio, debido a aquel dulce infantil.

Si bien debería haber ofrecido una disculpa por su previa actuación, el muchacho solo desvió la mirada, dejando que su compañera se encargara de los “formalismos” al corregir lo dicho por el muchacho, acotando a continuación sobre el resto de los integrantes, y a continuación dando una nueva labor que incluía al hombre, sugiriendo que esto se debería como un pago al haberle ayudado, el cual consistía en ayudar a las compras que debería realizar una vez más. El pelirrojo no se mostró muy entusiasta ante la idea, más solo volvió a dirigir aquellos googles anaranjados frente a su mirada, mientras permanecía expectante de la conversación que se llevaba a cabo entre la sirena y aquel pistolero.

El hombre se mostraba mucho más servicial de lo que se podría imaginar uno al verle echado en el suelo, pues se dispuso a sujetar las bolsas que previamente habían depositado en el suelo, ayudando en la carga de estas, mientras mencionaba el estar de acuerdo en realizar aquella tarea, tomando así la iniciativa y el liderazgo en el camino hacia el pueblo. El pelirrojo comenzó a caminar tras del hombre, vigilando la ruta que este tomaba, más no sin antes terminar tendiendo su mano para ayudar a la muchacha a levantarse del suelo, pues dudaba que ella pudiera seguirles el paso a gatas, aunque fue en ese momento que con dificultad murmuró. -¿Puedes caminar? – sería algo laborioso el cargarle, pero resultaría mejor eso a dejarle allí tirada, a demás sería peligroso perder de vista a la joven sirena, pues sino ¿cómo podría cobrarse todas las cosas que ella le había hecho ya?
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MensajeTema: Re: Capítulo 6 - Una momia a la deriva   Capítulo 6 - Una momia a la deriva EmptyLun Sep 03, 2012 3:35 pm

La situación era tensa, y el ambiente cargado no era del todo agradable para la joven sirena que, en un intento de relajarles, puso condicionamiento tanto al pelirrojo como a aquel hombre autoproclamado como Wolfang. Al primero con una piruleta y al segundo con una sesión de cargamento de suministros para la banda. Por tanto, tras aquello y la aceptación de los dos miembros de estas nuevas "ordenes" la joven volvió a mostrar una leve sonrisa, observando como aquel nuevo miembro se levantaba y cargaba las bolsas, acotando con ánimos esperanzas para la banda.

A continuación aquel hombre comenzó a andar mientras el pelirrojo se acercaba a ella, extendiendo su mano para ayudar a que se levantara, mientras cuestionaba su capacidad de andar -¡Claro que sí! Solo es que levantarse cuesta más- Su sonrisa se hizo un poco más amplia para mostrar su agradecimiento, extendiendo su mano y agarrando la del joven, impulsándose así quedando una vez mas de pie. Tras aquel descanso sus piernas le permitían andar por un tiempo más sin aquel cansancio tan poco agradable, por lo que comenzó a andar tras sus compañeros, acotando en tono burlesco -Vale, ahora que estamos preparados para comprar lo primero es ir por una nueva piruleta, ya que ahora no tengo ninguna- La muchacha sabía que aquello no era una prioridad pero le gustaba bromear con el pelirrojo, y por su estado de ánimo sería más divertido de aquella manera. Tras aquello su mirada se dirigió hacia la otra persona -Wolf, Tus heridas no se pueden curar, ¿cierto?- Pese a que el examen parcial de la joven fuese simplemente por las cicatrices, se podía notar que no eran recientes, más que nada porque su piel no se mostraba roja, o incluso negruzca como una herida reciente, sino que parecía una quemadura que ya había cicatrizado tras un agonizante proceso.
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MensajeTema: Re: Capítulo 6 - Una momia a la deriva   Capítulo 6 - Una momia a la deriva EmptyJue Sep 06, 2012 3:37 am

Wolfang caminaba ensimismado en sus pensamientos mientras los dos de atrás le guiaban, la verdad, no tenía ni idea de donde se encontraba así que no sabía ni porque había tomado la iniciativa para moverse por esa ciudad, en fin, seguiría las indicaciones y listos, tal vez se había dejado llevar por la emoción de ser aceptado en aquel grupo de piratas como si fuese uno más de ellos...No pudo evitarlo, en su rostro se dibujó una sonrisa que ninguno de los dos jóvenes pudo ver...Parecía que el chico pelirrojo se encontraba algo receloso ante el hecho de establecer conversación con Wolfang, el mismo hombre lo comprendía, era desagradable hablar con alguien a quien se le caía la piel a pedazos...Sin embargo, la chica parecía tener curiosidad sobre el aspecto del pistolero y no dudó en preguntarle acerca de sus heridas, de pronto, en el momento en el que la pregunta de la chica salió disparada de sus labios, Wolfang se detuvo de seco y dejó caer algunas bolsas, se ajustó su sombrero ocultando su mirada y se dio la vuelta, quedando frente con frente con la chica, lentamente despegó sus labios y susurró:

- ¿Quieres saber...La historia de mis cicatrices? – La pregunta fue retórica, pues Wolfang no dejó responder a la joven, ya que antes de que hubiese pasado un segundo continuó con su charla: - Mi historia....No es agradable...De oír...- Tras una pausa dramática enfocó la mirada en la joven, después en el chico, sus ojos denotaban frialdad, sonrió de forma amarga y dijo: - Hace muchos años, en el pueblo del que vengo, yo era conocido como el mejor abogado de los alrededores, un día, me llamaron para formar parte de la acusación contra un tipo que se hacía llamar ‘’Hammer Head’’ era un mafioso que había causado estragos por todo el pueblo...Como parte de la fiscalía me dediqué a presentar pruebas contra aquel hombre, estaba a punto de encerrarlo pero un día se presentó ante mi lujosa mansión un hombre que decía venir de su parte, me ofreció dinero, mucho dinero, a cambio de rectificar en las pruebas para que saliese inocente, yo me negué y ahí es donde empezó todo...Aquel tipo sacó una especie de ácido de su chaqueta y lo arrojó en mi cuerpo....Mi carne se consumió durante días, pero sobreviví, sin embargo, como no pude comparecer en el juicio, Hammer Head salió libre y huyó de la isla, desde entonces...Mis ansias de venganza me han llevado a perseguirle por el mar para hacerle pagar por lo que me hizo...- Tras explicar aquella ‘’pequeña mentira’’, Wolfang ocultó su mirada con su sombrero para hacer más dramático toda aquella escena, la verdad, no tenía ganas de contar su verdadera vida, eso le pondría triste, y no había necesidad de que ellos supieran nada, de momento...

Lentamente se dió la vuelta y cogió las bolsas para reemprender la marcha sin esperar a que ellos le dijesen nada.
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MensajeTema: Re: Capítulo 6 - Una momia a la deriva   Capítulo 6 - Una momia a la deriva EmptyJue Sep 06, 2012 12:26 pm

Una vez la muchacha logró ponerse en pie, la caminata se vio reanudada, aun liderada por aquel sujeto del sombrero, si bien el ambiente se tornaba calmo, habían ciertas interrogantes que afectaban a los muchachos, pues aun no lograban conocer del todo al nuevo integrante de la banda, pero entre dudas teorías, la muchacha formuló un pequeño comentario, y luego interrogó el estado de las heridas de aquel pistolero. Era cierto que su cuerpo no se asemejaba a nada visto con anterioridad por el muchacho pelirrojo, pero tampoco sabía cuan grave era el estado del hombre, sobre todo por su carente conocimiento en la rama de la medicina.

La pregunta no pareció gustar mucho al hombre, al menos no en primera instancia pues se había detenido ipso facto el formularla, dejando caer así parte de las compras realizadas con anterioridad, divisando a la emisora de la duda, para luego interrogar si de verdad quería conocer la historia que aquellas cicatrices encerraban, más no tardó en comenzar a relatarla, sin siquiera aguardar respuesta alguna, enunciando lo desagradable que podría ser. Kotaro se intrigó al respecto, no aguardaba nada en específico, pero si había caído víctima de la duda, la cual solo pareció incrementar más y más con cada palabra que aquel hombre mencionaba, a grandes rasgos podía distinguir más o menos lo que al hombre le había acontecido, pero habían ciertos detalles que no lograban cerrarle, nuevamente gracias a su carencia de información. Especialmente en aquellas palabras que representaban tecnicismos, tales como “abogado” o “fiscalía”.

De todas formas el joven no exteriorizó su duda, más simple y llanamente guardó silencio hasta que aquel hombre finalizaba su relato, para luego reanudar la caminata, no sin antes tomar aquellos objetos caídos. -Hmm... pero la venganza es solo una pérdida de tiempo – sabía bien que se estaba contradiciendo con todas aquellas ocasiones en la que sus sentimientos le desbordaban y superaban la razón, pero de todas formas jamás eso le había cortado de expresar lo que pensaba, de todas formas tampoco esperó una respuesta ante su comentario, más luego añadió. -Pero, si realmente crees que valga la pena, supongo que tendremos que ayudarte en la búsqueda, eso sí. – la voz del muchacho se detuvo solo pausando el momento aquel en el cual aceleraba su andar para lograr mantenerse junto al hombre, como si aquellas palabras que enunciaría tuvieran una importancia mayor a todo lo enunciado antes. -El juego cambiará totalmente si piensas que seremos peones en tu búsqueda de saldar cuentas. – era difícil deducir si lo decía por su propio bienestar o el de sus compañeros, pues no tendría problemas en ser de ayuda, pero tampoco quería acabar dirigiéndose a su muerte por un afán tan “estúpido” según su criterio.
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MensajeTema: Re: Capítulo 6 - Una momia a la deriva   Capítulo 6 - Una momia a la deriva EmptyVie Sep 07, 2012 6:14 am

Al parecer aquella curiosidad y pregunta por parte de la joven sirena no había sido del todo acertada ya que de improvisto las bolsas que aquel hombre recién llegado portaba cayeron al suelo, sonando entre sí todo lo que en ellas estaba guardado, quizás incluso algo aplastado u roto. Aquello hizo que la muchacha arquease una ceja en una mueca extraña, mezclando curiosidad y resignación por aquellas cosas que podían haberse roto, más no duró demasiado ya que otra emoción más intensa en su curiosidad de apoderó de su rostro cuando aquella persona comenzó a contar “su historia”.

Primero formuló una pregunta sobre si la chica estaba segura de querer escucharlo, ya que según él no era algo agradable de oír, pero tampoco hubo tiempo para respuesta pues la joven quedó con su boca semi-abierta en un intento de responder pero fue interrumpida por aquella susodicha historia. A medida que la historia se desarrollaba la joven mostraba una mueca más marcada de sorpresa, lo cierto es que siempre le habían gustado los cuentos, y sobre todo las historias de aventuras, y pese a que aquello fuese más bien dramático y algo por lo que estar triste no hacía que ella perdiese el interés, más bien incrementándolo debido a su veracidad.

Algunas palabras mencionadas por el hombre eran desconocidas por la joven, pero aquello no impedía que por el contexto pudiese sacar un significado que le otorgase más sentido a aquella historia, por lo que cuando finalizó los ojos de ella se mostraban iluminados y sus manos entrelazadas entre sí como si rezase, aunque con los puños cerrados. Una vez más su boca quedó a punto de decir algo pero la voz de su compañero la interrumpió, acotando que la venganza era algo inútil. Sus ojos azulinos se desviaron hacia él, pensativa, y observando como a continuación acotaba una propuesta de ayuda, y tras acelerar el paso también añadiendo que no por ello serían peones en aquel juego.


La joven sirena también intentó acelerar aunque quedó a unos pocos pasos tras de ellos, mientras sus ojos volvía a estar iluminados -¡Pero será genial! Él tendrá que acabar con ese tal…Ham…¡Hammer!- Sus manos se elevaron hasta quedar frente a ella, mientras su mano diestra se extendían mientras su izquierda movía sus dedos índice y corazón a un lado de ella, como simulase algún tipo de pelea entre dedos y su mano derecha fuese el suelo -Será en un barco, con una tormenta, olas gigantescas y un pulpo gigante al acecho- Una leve sonrisa se mostró en sus labios, mientras dejaba caer sus brazos y su mirada se dirigía hacia aquellas dos personas -El resto estaremos en un bote a salvo y observando como sucede todo, y si mueres escribiremos un libro con tus aventuras- Su sonrisa se acrecentó mientras su tono de voz era un tono que denotaba la broma de sus palabras.
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MensajeTema: Re: Capítulo 6 - Una momia a la deriva   Capítulo 6 - Una momia a la deriva EmptyDom Sep 09, 2012 2:07 pm

Mientras caminaba y escuchaba lo que aquellos dos chicos comentaban acerca de su historia inventada, Wolfang no podía reprimir una pequeña sonrisa en su rostro, eran bastante inocentes, se divertiría con ellos, seguro que todas las cosas absurdas que dijese, se las creerían, empezaron a hablar de venganzas, de duelos y de pulpos y como el pistolero consideró que la conversa ya empezaba a degenerarse y desviarse decidió darle un giro trascendental a la conversa, tal vez, algo más alegre, si, un cambio de tonalidad, de un gris a un rosa....Se dio la vuelta de forma espectacular, con un giro rápido de su cuerpo y volvió a mirar a los chicos, entonces alzó su mano hacia el cielo y gritó de forma estruendosa:

- La justicia se hará cumplir, cuando encuentre a Hammer Head le haré pagar, literalmente, me tendrá que pagar 2.000.000 de Berries por daños físicos, está todo en la demanda judicial que le interpuse...- Wolfang bajó su mano hasta la cintura y luego sonrió lentamente, sus facciones se volvieron si cabe más desagradables de cómo ya eran antes de aquella extraña mueca, miró a la mujer, luego al hombre y continuó: - Y una vez haya cobrado el dinero, podré cumplir mi sueño, construir un SPA resort de lujo con tratamientos a base de acupuntura empleando espinas de cactus, el más famoso SPA resort de todo el mundo!!!! Os podré dar trabajo allí si queréis, pero tendréis que ayudarme a capturar a Hammer, por cierto....- De nuevo, un tenso silencio inundó el lugar, fue espeso, no dejaba que ningún ruido penetrase, era como si todo se hubiese parado, el tiempo, el espacio, el discurrir de las olas, el movimiento de las horas, todo....El hombre escondió su sonrisa con una mueca de seriedad, miró al suelo y dijo: - Necesitaré ir a que me laven la ropa, o eso, o comprar nueva, porque esta está destrozada de haber pasado tantos días en alta mar, y bajo mar jajajaja...Y mi arma, tal vez debamos ver a algún experto para que la revise, y todo eso...- Dijo sacando el revólver sin preocuparse de que la gente que pasaba a su alrededor le mirase con miedo y le señalase con un dedo, por su aspecto y lo que llevaba en su mano, la gente debía de preguntarse si no se trataba de un forajido o algo por el estilo.

Off: Siento la tardanza
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MensajeTema: Re: Capítulo 6 - Una momia a la deriva   Capítulo 6 - Una momia a la deriva EmptyDom Sep 09, 2012 7:47 pm

El ambiente parecía haber cambiado en el momento aquel en el cual el hombre se había decidido a revelar su historia, haciendo al par de muchachos conocedores de su “pasado”. Si bien ambos compartían cierta ignorancia hacia lo enunciado por el hombre, no lo dejaban notar, ya que el pelirrojo se había decantado por hacer otra clase de comentario, siendo un poco más frío referir ciertos comentarios, mientras que por otra parte su compañera se mostraba más inocente al respecto, comenzando a ejemplificar un no tan posible escenario, lo cual dejaba al muchacho totalmente en blanco, le sorprendía la imaginación de su compañera, más no solo eso era admirable, sino aquella manera con la que explicaba todo con suma tranquilidad, como si en verdad creyera en sus ideas, como si fuese algo capaz de suceder en cualquier momento.

Aquello formuló una sonrisa inconsciente en el joven, no solo disfrutando del comentario de la chica, sino de la historia del hombre, aquello que había dado inicio a todo, era extraño e incomodo pero se sentía bien, como si aquella “incomodidad” fuera buena, resultando posiblemente en algo bueno, alguna sensación que el muchacho aun no comprendía y a la cual mucho menos se adaptaba de momento.

El hombre pareció detenerse una vez más, y gesticulando una extraña pose, comenzó a enunciar de una manera más eufórica lo que sería su “meta” intentando resolver aquel altercado meramente con un pago en dinero, Berries mejor dicho, al pelirrojo eso no le parecía del todo bien, pues no podría medirse un costo a lo que el hombre “había pasado” pero tampoco argumentó nada, ya que sus labios estaban ocupados liberando una breve carcajada ante el ridículo acto de su compañero. Todo había sido tan momentáneo que aun el joven mantenía su sorpresa por lo ocurrido, dejando que el momento le guiara, mientras terminaba de escuchar lo que el hombre enunciaba, no solo el plan de emplear a ambos jóvenes, sino también el nuevo ropaje que debería adquirir, pues pese al estado de su cuerpo, no se veía bien el atuendo que el hombre cargaba.

-Ni hablar, no pienso terminar trabajando en un Spa, lo mío es la mecánica – aun guiado por el momento, el chico libró un detalle sobre su persona, algo que no solía hacer con naturalidad, pero ya que estaban allí, se adelantó otro poco, tomando el arma de manos del hombre, a simple vista parecía como si le estuviera quitando una botella a un borracho, más el comentario del joven a continuación esclareció todo. -Quizás pueda hacer algo con esto, tal vez no es tan grave. Dependerá del tipo de arma que sea. Por otra parte, ya que estamos haciendo compras, podrás ver si obtienes algo que te quede – el tono del muchacho mantenía aquella jovialidad y júbilo otorgados por su antigua risa, mientras intentaba no llamar tanto la atención por ello, enfocándose en el arma, mientras se aproximaban los pasos finales, ante lo que sería una muchedumbre conformada tanto por compradores como por vendedores ambulantes, los cuales generaban una especie de laberinto entre locales y puestos callejeros.
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Capítulo 6 - Una momia a la deriva
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