Demonsfire Dream. La emperatriz.

Acababamos de llegar a una extraña isla, ciertamente , no se como, y parecía que nuestro pajarito-navegante tampoco... pero el destino siempre es incierto, mas, ciertamente nos lleva a lugares interesantes. Atracamos en la costa, en una pequeña bahía de blanca arena; podría ser un buen momento para tomar comida gratis de la mater natura, así como hacer pasar esta llegada por unas vacaciones. Merecidas es algo que sobra en todas mis palabras.

- Bonita isla... buen trabajo Jack. Deberías ir a descansar... y de paso, a avisar a los demás de que hemos llegado.- sonreí amablemente- si no te importa claro...
Aunque yo llevaba el mismo tiempo en vela de noche, estaba más que acostumbrada, casi ya ni necesitaba dormir, siquiera lo ansiaba... como si hubiera dormido todo este tiempo.
Jack marchó hacia abajo, con aspecto cansado, simplemente asintiendo, parecía no tener ganas de discutir mi mandato como de costumbre... bueno, ya se que tengo que cansarlo si lo quiero sumiso.

" ¿ Como cojones he llegado aquí ? " - Miro a mi alrededor, un poco sorprendido, hasta que veo a Norcissa a mi lado y una isla enfrente. Estaba en la cubierta del barco - " Tengo un grave problema de atencion... "

Miro hacia Norcissa, la cual ya tiene pinta de estar en su mundo personal de posibilidades y artimañas. A saber en que piensa.

Pronto, atraco el barco en la primera playa que encontramos...No se porque, pero estoy demasiado cansado. Norcissa me felicita por mi trabajo, lo que me hace sentir incomodo, y me pide que avise a los demás, aparte de que puedo ir a dormir.

Nah...No necesito dormir, en cuanto me de un poco la luz estaré bien - Sin embargo, entro al pasillo de los camarotes, donde se encontraba también la enfermería, para despertarles a todos - !! Chicos, ya hemos llegado, sitio raro donde los haya, pero hay comida ¡¡

Tras esto, para darles intimidad, me dirijo hacia la cocina y pillo dos bocadillos. Comiéndome el mio vuelvo con Norcissa.

¿ Sabes siquiera donde estamos ? - Pregunto ofreciéndole el otro bocata.

Desde fuera de la enfermería alguien grita. Creo que es Jack. Me desperezo un poco. ¿Cuándo me he quedado dormida? Suspiro y cierro el libro. No sé en qué momento de la noche me quedé dormida, y todo por estar concentrada en mi lectura y apuntes. Releo las últimas líneas de lo que había escrito y me doy cuenta de que es algo inentendible. Escribo un par de cosas y cierro la libreta también.

Salgo de la enfermería y subo a la cubierta. Miro el cielo, está tan nublado y gris que parece que todavía no haya amanecido. Un par de relámpagos cruzan la infinidad del cielo e iluminan la isla. Así parece algo tétrica y misteriosa. Da un poco de miedo.

Niego con la cabeza mientras saludo a los que ya se encuentran la cubierta. Una tenue sonrisa aparece en mis labios. El frío viento choca contra mis mejillas y las hace sonrojar un poco. “¡Que frío!” pienso. Me acerco a la borda. Parece que el mar ha embravecido, por lo que será prácticamente un suicidio salir de ahí. O al menos eso me parece a mí.

Me acerco a mis compañeros, vamos a desembarcar. Algo de esta isla me da mala espina. Puede que sea mi imaginación o mi sexto sentido, como sea. Pero sé que no me gusta para nada.

-!! Chicos, ya hemos llegado, sitio raro donde los haya, pero hay comida ¡¡- Gritó Jack.

C-003 había estado pasando toda la noche reparando y modernizando el barco. No tenía ganas de dormir. Ninguna. Así que, levantándose bruscamente de su mesa de trabajo se dirigió a la cubierta a ver a dónde demonios habían llegado a parar.

Ni bien salió del interior del barco sintió la necesidad de quitarse las gafas de sol para contemplar mejor el panorama que se cernía sobre la tripulación: Una isla aparentemente normal de no ser por la tempestad que azotaba a la misma, dándole un aspecto fantasmal. El cielo indicaba que una tormenta se aproximaba poco a poco. Pero ni los truenos ni la lluvia podían frenar el ansia de obtención provisiones que todos los Demonsfire, con excepción de C-003, tenían.

El cyborg esperó a recibir órdenes...

-Piensa, piensa, medita, concéntrate. Joder no entiendo que sucede.- Mr.Poe se encuentra sentado en la parte mas alta del mástil principal del barco cuando este atraco en una misteriosa isla. Recuerda lo vivido segundos atrás, recuerda claramente como vio al cuervo, a quien no había visto hace tiempo, y como este con una actitud que parecía sonreír burlona mente se interno en las penumbra absorbente de la isla frente a el. No recuerda nada mas, no recuerda como llego a esa isla, o siquiera que hace arriba del mástil. Pero por alguna razón no le da demasiada importancia.
Su tripulación se preparapara bajar del barco, el decide hacer lo mismo. Se deja caer del mástil y cae con fuerza sobre la cubierta del barco. Espera, de esperar para saber cuales son sus ordenes. Bosteza, es extraño, no suele tener sueño.

Norcissa hizo lo que Omicrón iba a hacer con gusto, y con más fuerza.
Colleja a poe.
- Ya puedes tener más cuidado con el barco, chaval. Por reformas que haya hecho hay que tenerle respeto a las cosas.- sobretodo cuando vas en esa cosa y garantiza que no te mueras en el mar.

Luego avanzó para tener a la tripulación en corrillo.
- Veamos, iremos a investigar la isla. Dejaremos a Jace ( Off: YA que no está que cuide el barco ) aquí a cuidado del barco. Iremos en los siguientes grupos . Jack, tu con Poe, será conveniente que le enseñes tus recatados aunque no muy divertidos modales. Alan tu irás conmigo- porque eres fuerte y no pienso mover un dedillo.- Y Namida...- se me habían acabado los dedos, no tenía con quien ir la pobre...- bueno, tu tienes la fruta de la pantera, te sentirás como en casa. Así que... vaaamoonos.- dijo avanzando hacia la rampa de madera que previamente se había colocado, lo que la hizo esperar unos segundos y chafar su triunfante ida.

Oigo un gran estruendo, seguido del crujido de la madera.

Ay dios...- Suspiro cerrando los ojos, a medida que me hago a la idea de que Poe se acaba de cargar la cubierta - Estate tranquilo, anda...

Miro al boquete realizado por Poe. A mi pesar le había cogido cariño al barco, como su navegante, y me jodía que fuese dañado.

Oye...- Digo volviéndome hacia el carpintero de la banda, el tal C-003 - ¿ Quieres que traiga madera para arreglar eso ?

Mientras tanto Norcissa a organizado las parejas para ir a explorar la isla. Me toca con Poe, y Namida va sola.

Um...- No me gusta que Namida vaya sola, pero se que se basta ella sola - Por mi de acuerdo.

Me giro hacia Poe, pensando en las palabras de Norcissa de que le enseñe mis " recatados aunque no muy divertidos modales "

Norcissa...- Sonrió hacia Poe, el chaval me cae bien - Déjale tranquilo, aquí el único amargado soy yo.

Tras eso sonrió sincera y tristemente y salto del barco a la playa, dispuesto a internarme en la isla.

¿ Vienes, Poe ?

Al parecer todos tienen pareja excepto yo. Da igual, mejor así, de esta manera podré hacer lo que me plazca. Me despido de todos y miro hacia abajo, hacia la tierra, no está muy lejos por lo que decido saltar. Miro a los lados, solo puedo ver bosque y un viejo castillo ruinoso.

–Ya que voy sola es mi turno de escoger lugar –les lanzo una sonrisa mientras me despido con la mano– el castillo es todo mío, chicos.

Estoy segura de que el castillo es el lugar donde menos peligro voy a encontrar y si encuentro a algún idiota dentro siempre puedo dejarlo tonto. Prefiero eso a tener que pelearme con mi 'yo interior', llamémosla así. Me encamino al lugar escogido sin esperar el consentimiento de mi capitana. Miro a los lados. Huelo a lluvia, sé que pronto comenzará a llover. Suspiro mientras me encojo de hombros. Los árboles tapan mi cabeza pero pronto comienzo a sentir las frías gotas de agua en mí.

“Lo sabía”, pienso. Los truenos empiezan a sonar, uno y a los minutos otro más. Los relámpagos iluminan el oscuro cielo. Me abrazo a mí misma, la lluvia ha arreciado y estoy congelada. Pronto encuentro la tétrica entrada del gigantesco y antiguo castillo. Cierro los ojos y abro la puerta sin pensármelo dos veces. Al abrir los ojos solo encuentro oscuridad en el interior del lugar.

"¡Qué...! ¡EL BARCOOOO!"

Mr. Poe había dañado el barco un poco al caer de tanta altura y a C-003 como carpintero del mismo no le hacía ninguna gracia tener que arreglarlo. Norcissa pegó una colleja a Poe disgustada...

-Oye... ¿ Quieres que traiga madera para arreglar eso ?- Preguntó el navegante al cyborg autonombrado Alan y apodado Ómicron, como la letra griega.

-No, no te molestes que ya me encargo yo a la vuelta. Sé bien qué tipo de madera necesito para reparar esto.-


En unos pocos segundos, la capitana había organizado toda la banda en grupos: El primero estaba formado por Jack y Poe, el segundo por Norcissa y Alan. Pero a Namida le tocó ir sin pareja, pues Jace se quedó a cargo del navío.

-Bien, bien. ¿Capitana? ¿Comenzamos a explorar?- La inhumana memoria fotográfica de C-003 ayudaría para que éste construyese una especie de mapa mental de todo lo que viese para encontrar el camino de vuelta a Silversoul.

Mr.Poe cae del mástil con fuerza, mas de la que se imaginaba. Y crea un boquete de considerable tamaño en la cubierta del barco. Norcissa lo regaña, C-003 grita preocupado por el barco y Jack simplemente se ofrece a traer madera para reparar el daño. Acto seguido Norcissa se encarga de organizar la expedición y Namida sale disparada en dirección a un extraño castillo que Mr.Poe no había visto antes.
Le toca explorar la selva junto a Jack, después de que el le pregunte si ira con el ambos avanzan introduciéndose en la selva. Mr.Poe se encuentra preocupado, acaba de ver al cuervo y le preocupa que de hecho no le dijo nada.

Ambos se introducen lentamente caminando a través de la selva. La obscuridad es absoluta, penetrante, pero ninguno se queja en ningún momento. Sin embargo Mr.Poe tiene la sensación de que en cualquier momento algo pasara, y esta seguro de que no sera nada bueno.

-Bien, bien. ¿Capitana? ¿Comenzamos a explorar?-
- Claro, cojo unas cosas y nos vamos.- comida, agua y ropa, entre ellas un bañador, por si acaso encontrábamos algo debajo de la cueva submarina de un lago que... ¿Qué?, no me miréis así, podría pasar...

La mochila fue cedida al robot. El tenía más fuerza, mientras que el arpón yacía sobre mi mano encadenado alrededor de mi cuerpo, conjunto a mi más cercana amiga ( la guitarra).

El viaje era costoso, tantas raíces por la selva y tanto barro. Maldito barro, me está estropeando los zapatos. Pero finalmente llegamos a un pequeño lago en la selva, sabe dios por donde cogíamos, era agua dulce, potable posiblemente. Un rayo cruzó el cielo, y seguidamente el rugido del trueno inundo la isla.

Se podía ver una edificacion en lo alto de la isla
-¿ Desde allí podríamos orientarnos , no?

Poco a poco mis ojos se comenzaban a acostumbrar a la latente penumbra que me rodeaba. Era todo tan aterrador, todo estaba en ruinas parecía que nadie había entrado en años, tal vez siglos, a este lugar. El frío, que atravesaba las oscuras y mugrientas paredes, me calaba hondo en los huesos. Suspiré mientras me abrazaba para recoger algo de calor, aunque con las ropas mojadas no podía hacer mucho.

Miré a mi alrededor, buscando algo con lo que calentarme o algo que llevar al barco. Frente a mí había unas escaleras de madera, no creo que aguantaran mucho pero prefería eso a quedarme ahí. Con mucho cuidado puse un pie en el primer escalón y suspiré al ver que no se caía a pedazos como mi mente imaginaba. Subí un escalón tras otro hasta llegar al primer piso.

El pasillo se extendía a ambos lados y justo frente a mí había una puerta cerrada. Probé suerte intentando abrirla, pero no había manera. Decidí ir por el camino de la izquierda y probé con todas las puertas que había a mi paso. Pero ninguna cedió. Volví sobre mis pasos y me dirigí al otro lado del pasillo. Fue exactamente igual que al otro lado. Al fondo pude divisar una puerta entreabierta. Logré colarme por el escaso espacio que quedaba entre la puerta y la pared y me di cuenta de que se trataba de más escaleras. Estas tenían forma de caracol y estaban construidas de lo que parecía cemento. Subí despacio, con cuidado debido a que no quería caer. La oscuridad era cada vez más densa. Al llegar a la parte superior me encontré frente a una puerta. Esta sí que la pude abrir. Penetré en la habitación y vi justo frente a mis ojos una cama enorme, rodeada por un dosel. Unas cortinas rasgadas volaban alrededor de la cama, sujetas al dosel. La única ventana estaba abierta y dejaba entrar el frío de la noche y el agua de la lluvia.

Un relámpago iluminó la estancia y pude ver un cuadro enorme pegado en la pared. Era una mujer hermosa, tenía el cabello negro como el ébano, recogido en un elaborado moño, y una piel fina y clara. Su cuerpo era cubierto por un fino y lujoso kimono. Tenía unos ojos afilados y azules, carentes de vida, y en sus labios pintados de rojo se hallaba plasmada una sonrisa fría.

Sobre la cama algo brilló. Me acerqué a ver y pude encontrar un pequeño medallón de oro. Lo tomé entre mis manos y lo examiné. Tenía una forma ovalada y de la parte inferior caían unos finos hilos de oro. Parecía que se podía abrir por la mitad, pero por más que lo intentaba no lo podía lograr, el seguro estaba atascado.

Al darle la vuelta se encontró con algo escrito ‘Y tú te postrarás ante mi grandeza.’. Fruncí el ceño al no entender esas palabras. Miré a mí alrededor y junto a la ventana pude apreciar un espejo de cuerpo entero. Miré el medallón en mi mano y luego el espejo. “¿Cómo me quedará?” me lo coloqué y me dirigí al espejo. Justo cuando iba a mirar mi reflejo un relámpago iluminó la estancia de nuevo, dejando que apreciara mi figura durante unos segundos. Era yo y delante de mí, etérea, se encontraba la misma figura del cuadro. Parecía satisfecha y eso me demostraba su sonrisa. Fue, apenas, un segundo lo que duró el relámpago y lo que duré viendo mi reflejo. Olvidándolo salí de allí y me dirigí de vuelta al barco.

Poe bajo al fin del barco, internándonos entonces en la selva, dispuestos a explorar un rato. La selva es extraña, no me recuerda a ningún tipo de flora que haya encontrado nunca antes, pues encuentro tanto arboles largos y finos como grandes y resistentes robles. Hay raíces por el suelo, de diferentes tamaños, la gran mayoría asomando solo dos o tres centímetros, pero algunas subían hasta los treinta o cuarenta centímetros de alto, obligándonos a rodearlas o saltar por encima. Por culpa de las grandes hojas de los arboles, que se incrementaban en numero y tamaño conforme profundizábamos en la selva, la escueta luz no era suficiente como para sentirme perfecto, pero ya se me había pasado gran cantidad del cansancio acumulado, aunque aun estaba un poco amodorrado.

Ni Poe ni yo mismo hablamos por el camino, ni era necesario ni nos apetecía distraernos. El entorno excretaba peligro por todos sus milímetros y recovecos, cualquier espadachín con el mas mínimo sentido de la lógica sabría que tenia que estar alerta.

Así, callados y ofreciendo un reto al paisaje desgarrador, llegamos a un lugar despejado en medio del bosque, donde podíamos encontrar un edificio similar al tradicional dojo de espada, pero se le notaban los años y la antigüedad, tanto en el estilo de decoración como en el aura que irradiaba.

¿ Que te parece ? - Sonrío a Poe - ¿ Echamos un vistazo ?

Sin esperar su respuesta, entro al dojo, sintiendo un escalofrió por el cambio de temperatura, el dojo esta mas frió que el exterior. Nada mas entrar, de frente, encuentro una muy buena katana en un perfecto estado, apoyada en un expositor altamente decorado con gemas y grabados de una civilización que me es desconocida. Me acerco a la katana y la recojo. Es ligera, y se le nota la resistencia, su calidad es comparable incluso a la de Belfast, algo que nunca antes había encontrado. En su hoja hay lo que parecen ser unas runas grabadas, pero que al mirarlas mejor, colocando la espada como si fuese a recibir un corte por su parte, se podían leer las palabras: " Para proteger y servir " Lo que me hace pensar que esta espada fue usada por una guardia personal, seguramente para el rey de la isla o algo parecido. La cuestión es que ahora mismo me daba igual, la espada había pasado a ser mía. Aun así, recuerdo las enseñanzas familiares: " Una hoja guardada en un dojo contiene el alma del mismo, por lo que debe despedirse de este antes de ser propiedad de un humano "

Sonrió tristemente mientras recuerdo a mi familia y envaino la espada en su funda, dejando a Belfast en el suelo. Hecho esto, me coloco delante del soporte, en posición de saludo, y desenvaino la nueva espada para llevármela al hombro y realizarme un pequeño corte en el, derramando la sangre sobre el viejo tatami del suelo.

Reclamo esta hoja, ofreciendo mi sangre. Prometo que la hoja sera cuidada y beberá la sangre de mis enemigos.

Dicho esto, intento envainar la espada de un solo movimiento, tirándola hacia el aire. Entro limpiamente en su vaina. Me había aceptado. Recogí a Belfast del suelo y empuñe a mi nueva espada, Astaroth, con la mano izquierda. Se equilibraban de forma perfecta. Cuando choque las espadas entre ellas, sonó un trueno, precedido de el destello de un rayo. Envaine a ambas dos, y me dirigí hacia Poe

¿ Tienes algo que hacer o volvemos al barco ?

Norcissa le entregó la mochila a C-003 para que cargase con ella. ¡Linda gracia!

Durante la exploración el cyborg pudo percibir movimiento entre la exuberante vegetación. ¿Sería simplemente el sonido de la lluvia cayendo sobre las hojas? ¿O tal vez había algo... más?

Mientras Ómicron trazaba un mapeado mental para poder regresar al barco sin problema alguno, la capitana parecía estar extremadamente agobiada por el lodo, por los insectos y por alguna que otra serpiente inofensiva que por ahí reptaba sin rumbo alguno.

-Me encantan las tormentas.- Comentó Alan. -El mal tiempo me pone siempre de buen humor.-
Pero aquella isla y su clima no eran para nada normales. C-003 se sentía observado. Pero por el contrario, Norcissa estaba tan ocupada maldiciendo el entorno que era incapaz de respirar el aura que emanaba aquella selva.

Pasado un tiempo, los piratas llegaron a un pequeño lago. El agua era aparentemente limpia y pura.

-¿ Desde allí podríamos orientarnos , no?-

-¿Eh? ¿Qué?-

Y entonces vió la fantasmal construcción que la capitana señalaba.


OFF: No pude extenderme mucho porque no sé qué tienes en mente con esa edificación, Norcissa XD. Prefiero postear algo aburrido a echar la trama a perder.

-¿ Tienes algo que hacer o volvemos al barco ?- Mr.Poe había entrado al dojo que encontraron en el camino justo a tiempo para observar el sagrado ritual que hacia Jack para retirar la espada que se había encontrado. El dojo le recuerda al de su tío, un buen hombre que murió injustamente. Recuerda parte de sus enseñanzas, y prácticamente puede verse, en forma de siluetas fantasmales, junto a el entrenando nuevamente.

" Una hoja guardada en un dojo contiene el alma del mismo, por lo que debe despedirse de este antes de ser propiedad de un humano " Su tío se lo había dicho en algún momento y Mr.Poe entendía bien el camino de honor de un verdadero espadachín, eso es lo que era Jack.

-El clima esta húmedo y afuera hay insectos, esa herida podría infectarse incluso antes de que llegásemos al barco. Ven.- Mr.Poe se sienta sobre el suave suelo acolchado del dojo en posición de seiza sin siquiera darse cuenta, Jack lo nota pero no dice nada y es demasiado tarde para corregir la posición. Se siente extraño estar de nuevo así, no lo había hecho desde que entrenaba con su tío, y eso le trae recuerdos nostálgicos.

Jack termina por ceder después de pensarlo un rato y se sienta a un lado de Mr.Poe mostrando la herida del hombro, Mr.Poe abre su mochila y saca una pequeña torunda con alcohol etílico que frota sobre la herida, Jack ni se inmuta es duro y tiene honor, y probablemente no seria capaz de mostrar dolor frente a nadie. Mr.Poe venda la herida rápido y con precisión. La venda queda perfecta y la cubre con parte de su misma ropa para tratar de que no se moje, ni se note.

Se pone de pie y sale hacia la rubia que parece haber arreciado.

-Supongo que podemos volver al barco.- Dice sonriendo, sin embargo la verdades que había encontrado al cuervo. Postrado sobre un viejo busto, probablemente de algún maestro, y con un aire siniestro. Algo va a suceder, o algo a sucedido. Y por su mente pasa la idea de volver a reunirse con sus compañeros. Esta seguro de que el maldito pajarraco planea algo, y que no se burle de el de la forma mas cruel posible no hace sino aumentar el enorme miedo que Mr.Poe tiene por el.

Off Rol:

Pronto nos pusimos en marcha, seguro que había dinero, que había joyas, que había algo util en esta maldita isla. Norcissa mandó volando una serpiente que se encontraba en su camino de una patada, mientras los demás animales al verlo se retiraban asustados, nada se ponía en el camino de Norcissa cuando había algo que quería.

C-003 solo posó una leve sonrisa en su rostro, resignado por la fuerte decisión de su capitana a ir por todos los medios al castillo.

La promesa de encontrar útiles valisosos la animaba a seguir adelante, incluso, entonando una animada aunque impropia canción para el momento.

Spoiler:

Off: ¿A que mola? Me dio por ver Osmosis Jones.

Finalmente llegamos a la estructura, permanecía entre abierta, y una melena negra se deslizó en los últimos instantes, hacia el interior, ah, no no . Lo que haya allí es para mí. Salí corriendo hacia la estructura adentrandome, no había visto que Namida, simplemente se había quedado apoyada en la puerta... pero ya no era ella, aunque seguía teniendo el instinto cazador, acechando a la presa que se había quedado sola ( C003), aunque quizás no en el mismo sentido de caza.

Off; Ea, ya he dado pie a lo interesante . XD

Poe, al parecer, también tiene su orgullo de espadachín, porque soporta callado el ritual de la espada, e incluso parece reflexionar sobre dicho ritual, como si le recordase a algo.

Es increíble - Pienso observando su comportamiento - Como un dojo influye tanto en un espadachín, son lugares de paz, sea donde sea su localización.

Poe, tras eso, me pide que le deje tratarme la herida, no sea que se me infecte. Se le nota que el entrenamiento como espadachín le calo hondo, porque se sienta en una de las posiciones mas conocidas y respetada. Le miro sonriente, es un hombre de honor, a pesar de su temprana edad.

" No debería cuidarme la herida hasta salir del dojo " - Pienso mirándome la herida - " Pero Poe tiene razon, no gano nada con que se infecte "

Me siento al lado de Poe, con las piernas cruzadas, y espero a que haga su trabajo. Me frota por la herida ese mejunje infernal que tienen los médicos al que llaman alcohol. Escuece como mil demonios, pero si no soportase eso no tendría derecho ni a mirar a una espada. Poe termina vendando la herida, de forma bastante eficaz, sorprendente para alguien tan joven.

Me levanto junto con el, mientras dice que nos volvamos al barco. Esta sonriendo, sin embargo, parece tenso y preocupado.

Si, volvamos - Salgo del dojo junto seguido de el, internándonos de nuevo hacia la selva.

Como medida de precaución, cuando nos dirigíamos hacia el interior de la selva, fui creando cortes en el suelo, raíces, ramas y demás, por lo que solo era cuestión de seguirlos. Poe no parece darse cuenta del sistema, debido al hecho de que son marcas muy sutiles, casi imperceptibles. Sin embargo, yo ya lo he usado mas de una vez, por lo que se bien donde fijarme. Como esta vez nos dirigíamos hacia el barco, estábamos mas relajados y dispuestos a hablar. No me parece bien el estar tranquilo en este tipo de ambiente, pero nos merecemos un descanso. Aun así, hay algo que necesito saber de Poe.

¿ Quien mas habita tu cuerpo ? - Pregunto de pronto, de forma seca y firme.

Observo su reacción, de clara sorpresa, no se esperaba esa pregunta.

No intentes ocultarlo mas - Sigo sin dejar de seguir el rastro de cortes y sin mirar a Poe - Sudas, tiemblas, te transformas cuando no es necesario. Es como si sintieses la imperiosa necesidad de manifestar tus poderes. Muchas veces miras tenso a un solo lugar y todo tu cuerpo se pone en guardia, como intentando preservarse de una gran amenaza. Te acaba de pasar en el dojo, incluso has tragado saliva. - Le miro a los ojos, esta nervioso y sorprendido - ¿ Quien es el que habita en tu cuerpo ?

Off:

Comencé a correr escaleras abajo mientras un trueno resonaba en la lejanía. Debido a que me desconcentré con el trueno mis pies se enredaron y caí rodando por las escaleras. Al llegar abajo me di un fuerte golpe en la espalda contra la puerta y eso hizo que se abrirá por completo. Me tomé la cabeza por culpa del dolor que había sufrido y gemí débilmente. En mi cabeza solo aparecía una palabra: patosa.

Suspiré mientras me levantaba y poco a poco el dolor iba desapareciendo. Busqué con la mirada un espejo para ver que me había hecho. No encontré un espejo. En su lugar hallé abierta una del las puertas que antes no había podido mover. Penetré en la estancia un tanto desconfiada ya que no había sentido entrar a nadie más en el castillo. La sorpresa fue mayúscula al ver que la habitación era enorme pero que el techo estaba totalmente destruido. Había una cama con dosel al fondo, en una esquina. Las cortinas del dosel estaban totalmente rasgadas y la cama estaba empapada por la lluvia que caía en ese momento.

Justo al lado había un espejo de cuerpo entero, al que me acerqué. Al mirarme pude admirar como unos ojos azules me devolvían la mirada con frialdad y satisfacción. Lentamente mi cuerpo se adormeció y tras unos segundos dejé de sentir. La negrura poco a poco iba despareciendo y pude ver a mi cuerpo claramente parado a mi lado.

Poseía una sonrisa de satisfacción. Se dio la vuelta y me miró fijamente. Su expresión me dio pavor. Ya no era yo, pero tampoco parecía la pantera.

–Yo estoy aquí –escuché un gruñido. Al mirar a mí alrededor pude ver a la pantera. Un animal negro y fiero– alguien ha conseguido usurpar nuestro cuerpo.

Aquella que estaba en mi cuerpo comenzó a caminar elegantemente hacia la salida. La seguí junto a la pantera y llegamos al vestíbulo. Allí, por todas partes, aparecía escrito el nombre Kaya con sangre. ¿Cómo no había podido ver esto antes?

–Tus ojos no eran apropiados para apreciar este leve tinte que resta por los años pasados –comentó en voz baja.

Al llegar a la puerta mi cuerpo se detiene y se apoya en la puerta. Tiene una sonrisa siniestra y eso hace que me llegue un escalofrío.

Norcissa entra corriendo. Intento gritarle, pero me ignora, intento tocarla pero su cuerpo atraviesa el mío. Estoy confundida y frustrada. Cuando mi capitana se adentra mi cuerpo sale afuera.

–Me gusta la lluvia –dice simplemente. Continúa caminando un poco. Ante mi vista aparece el cyborg. ¿Me ignorará él también?

–Ayúdame –gimo con desesperación. ¿Qué es capaz de hacer esa tipa con mi cuepo?

Norcissa salió corriendo como alma que lleva el diablo en dirección a la antigua y abandonada edificación dejando solo al cyborg mojado.
C-003 sentía la presencia de alguien cerca. Se sentía paranoico, pero su sexto sentido le gritaba que no bajase la guardia. De repente, Ómicron sintió un escalofrío súbito y brusco que le recorrió la espalda durante 1 segundo y medio. Era la voz de la invisible Namida que pedía ayuda, pero ni siquiera alguien tan sorprendente como Alan, podía oír ni ver a lo que sencillamente era, un alma recién descarnada.
El cyborg preparó su Bionic Eye, se dio la vuelta y disparó el rayo ni bien percibió el escalofrío. Pero no había nadie detrás de él… bueno, en realidad, nadie visible.
Sin embargo, el láser explosivo atravesó al “espíritu” de Namida y chocó contra las puertas del castillo, provocando una detonación pequeña. La madera era tan antigua que prácticamente no pudo soportar el impacto y se hizo trizas.

Finalmente sucedió, alguien se dio cuenta de la existencia de su demonio. Jack le pregunto "¿Quien habitaba su cuerpo?" No tenia caso mentirle, o intentar ocultar la presencia de El Cuervo. Simplemente suspiro largamente y se detuvo en medio de la profunda obscuridad de la selva. Comienza a hablar con la voz temblorosa. Recordar le aterra, y nunca había tenido que contarlo a nadie.
-Todo el mundo tiene sus demonios internos sabes. Yo pase cosas muy duras de pequeño...- hace una pausa, decide que no esta listo para eso, y va directo al grano.-... es un cuervo. El Cuervo, cuya única misión es apoderarse de mi cuerpo y sumir mi alma en aquella penumbra infinita que solo causa el punto mas profundo del ardiente infierno..... te aseguro que El Cuervo es probablemente el enemigo mas peligroso al que me e enfrentado, y dios no lo quiera así, es el enemigo mas peligroso al que alguna vez nos enfrentaremos como banda....- Deja una pausa, lo lejos se oye una explosión, Mr.Poe guarda rápido las ropas que se pueden romper, y entra en modo híbrido aéreo.
-Ahora seria mejor ir a ver que fue eso. Por que te aseguro que no es un sonido de una bestia natural-

Piedras alguna que otra alfombra afectada por el paso del tiempo... ¡¿pero esto que es?¡ Ya han registrado este maldito sitio de arriba a abajo, no queda nada más de valor...pensaba Norcissa mientras arrastraba un enorme-pero-no-suficientemente-grande saco de ropas antiguas y caras, joyas y demás objetos de valor.

Una explosión se había escuchado rato atrás, pasada desapercibida había sido, pero tras unos diez minutos de repaso de las estancias asegurándose que no se dejaba nada, volvió.

Poe, al fin, me lo explica todo. Alega que todos tenemos demonios internos, y me explica que el suyo tiene forma de cuervo. El nombre no es que sea muy original, pero no le puede ir mejor: El Cuervo Poe parece estar muy afectado por la existencia del cuervo, exagera bastante sobre su poder, diciendo que incluso puede ser el peor enemigo al que nos enfrentemos jamas.

A, solo es eso... - Digo quitandole importancia - Tranqui, nos encargaremos de tenerle quieto.

Sonrío a Poe, comprendiéndolo. La primera vez que use mi akuma muchos salieron heridos. A mi mente vienen recuerdos horribles. Mi yo mas joven, con alrededor de la edad de Poe, incapaz de controlar sus poderes...Creando incendios, quemando gente, bolas de luz aplastando a los que le habían dado cobijo. Un ángel sangriento, llorando en medio de un poblado destrozado, mientras los cadáveres ardían en fuego blanco. Yo...y ella. Esa voz, nunca había vuelto a oírla, no sabia de donde venia, pero cada palabra suya era una nueva muerte a mis espaldas. Nunca la entendí, no sabia que decía, pero estaba claro que era femenina.

Divagando como estaba, una explosión se oyó en la lejanía. Poe, rápidamente, se convirtió en su forma voladora y emprendió el vuelo, indicándome que lo mejor seria ver que es eso. Me transformo rápido en mi forma híbrida y hago lo mismo que Poe, nervioso y preocupado. Me sorprende pensar si Namida estará bien, antes de pensar en el resto de la banda, pero no hay tiempo. Llego, al final, al lugar donde venia la explosión. Aterrice, sin fijarme si Poe me seguía o no, para ver a C-003 y a Namida andando en dirección contraria.

¿ Que cojones a sido esa explosión ? - Dije aterrizando, aun en forma híbrida por el nerviosismo, y me volvi hacia Namida, que seguia andando, sin darme cuenta de la lluvia que caia - ¿ Nami, estas bien ?

El cyborg me había atacado. Y eso era algo bueno ya que había sentido mi presencia. Salté de alegría. Se dio la vuelta para mirar donde yo me encontraba. Al ver que no me hacía caso miré en la dirección contraria, donde estaba mi cuerpo y la pantera.

–Si vuelves a hacer eso puede que la próxima vez alguien salga lastimado –me dice mi cuerpo en voz baja. Sonaba diferente, más sensual. En ese momento pude ver, a unos metros, como aterrizaba Jack. Al fijarme en él me di cuenta de que estaba en su forma híbrida.

–¿Que cojones ha sido esa explosión? –comentó Jack. Parecía nervioso y continuaba en su forma híbrida– ¿Nami, estás bien?

–Así que Nami, ¿Eh? –me pregunta en voz baja. Yo mantengo el ceño fruncido y me preparo para atacarla pero un gruñido animal hace que me detenga. Observo cómo se acerca, con pasos cortos y lentos, a mis compañeros. Llega un momento en el que mira hacia detrás, hacia mi posición, y sonríe de manera maquiavélica. Antes de que me dé cuenta ella está cayendo a suelo, parece que se ha desmayado.

Miro sorprendida y preocupada mi cuerpo ¿Qué le ha pasado? Me acerco lentamente hasta llegar a su lado e intento tocarlo, pero mis dedos atraviesan todo aquello que quiero rozar. Frunzo el ceño, sollozo levemente. Y grito con fuerza, pero no solo yo, también la pantera lo hace. Un par de pájaros que había sobre los árboles, cubriéndose de la lluvia, salen volando con rapidez tras nuestro aullido. Me fijo en ella y me doy cuenta de que muy levemente ha fruncido el ceño y los labios, como si algo no le gustase.

–¿Que cojones ha sido esa explosión? – Preguntó Jack.– ¿Nami, estás bien?

-Sorry, culpa mía. Pero nadie a salido herido... Creo...- Contestó C-003.

Namida murmura algo y comienza a caminar hacia Jack y Poe... Pero de una manera extraña y distante... Algo no va bien. De hecho, llegado a un punto cae al suelo.

El cyborg corre inmediatamente a socorrerla y le pide a Mr. Poe que haga lo que tenga que hacer, que para ello es médico, mientras él se va a buscar a Norcissa para informarla.

Que alguien se caiga así de repente no es nada bueno. Una de dos, o Nami era una torpe integral o había cogido alguna enfermedad de la isla o algo por el estilo... ¿Quién sabe?

C-003 llega con malas noticias, Namida incosciente... lo peor que nos podría pasar es que uno de nuestros médicos contrajera una extraña y oportuna enfermedad... y menos Namida... no, no es que tenga un lado humano, recuerdo que sigue siendo mi posesión "Saca un contrato y lo enfoca en pantalla" Por favor, yo buena... me río...

- Vamos a llevarla al barco ahí Poe la curará.
- Pero... aún no se que le pas...- la réplica del traumatizado poseedor del cuervo emudeció.
- La curarás.
Volvemos a pie al barco, Namida no está para trotes aéreos, tras un rato en la enfermería nos congratula y tranquiliza saber que sólo ha sido cansancio, posiblemente haya estado haciendo alguna locura , y por el clima le haya dado un "soponcio"... un desmayo, ¿es que nadie habla ya solo mentalmente?.