El loro y el Ex-pirata. Combinación justiciera.

Rebo estaba agotado, le dolían la totalidad de las articulaciones y los músculos del cuerpo mientras disparaba contra todos los piratas que se ponían en su alcance de visión intentando proteger lo mejor que podía a sus compañeros envueltos en el fragor de la batalla cuerpo a cuerpo, la Capitana Paulie se encontraba luchando con el cyborg pirata mientras que Scott se veía gravemente herido, Rebo le ayudo eliminar a los piratas que tenía cerca de él y se quedó relativamente a salvo, pero de lo que no se dio cuenta, es de la pareja de piratas que le habían visto y estaban rodeando su posición. Se situaron detrás de él y comenzaron a golpearle, el marine estaba muy castigado por el combate anterior y apenas podía intentar cubrirse de los ataques de los bucaneros cuando se oyó un sonido, parecido a un antiguo cuerno de guerra, algunos piratas levantaron la vista para ver a Ha-Neul entrando por la calle principal con todos los marines que quedaban en la isla, por lo visto ya habían puesto a salvo a los civiles y arrestado a los piratas, únicamente quedaban los de la plaza y allí estaban para ayudar. Rebo logro levantar la cabeza para ver la entrada triunfal de los refuerzos, pero uno de los piratas que estaban pegándole le dio una patada en la cabeza que le hizo perder el norte y quedar semi-inconsciente.

OFF: Voy a acortar demasiado la misión. Esto es demasiado largo ¿ok?

Scott Anderson perdió el conocimiento y cayó al suelo mientras los refuerzos entraban a ayudar. Había hecho un esfuerzo sobrehumano... y no solamente él.

La oscuridad era lo único que el ex-pirata podía vislumbrar... pero poco a poco... empezó a oir... ¿gente hablando?

-...suerte, se recuperará.- Decía una voz.

El recluta al darse cuenta de que estaba vivo abrió los ojos de golpe, y se incorporó de un salto, asustando a todos los allí presentes.

Se encontraba en un hospital, precisamente en una sala abarrotada de camillas y de heridos. Habían enfermeras y doctores atendiendo y ayudando en todo lo que podían a curar a los pacientes.

Afuera llovía... Y era de noche...

-¿Qué ha pasado?- Preguntó Scott a un médico que estaba muy cercano a él.

-Calma, calma. Las explicaciones llegarán... Descansa mientras. Lo necesitas.-

El chirrido de unas ruedas por el suelo se repetía a intervalos, esa silla de ruedas no había pasado el mantenimiento que debía.

Hacía horas que había levantado del quirófano, por suerte el poseer una zoan despertar me dio las posibilidades de sobrevivir y de recuperarme rapidamente, aunque aún el dolor en el vendado pecho era practicamente insoportable y la columna se me agarrotaba; además tuve que lidiar con mi secretaria, y trás su monólogo fui a ver a los valerosos reclutas.

El pomo de la puerta fue girado con mi pie, mientras una leve patada fue lo suficiente para abrirla con cuidado.

Esquivando como podía a los doctores y sus pacientes conseguí disponerme entre el hueco de ambas camas, aparcando de espaldas la silla. Una leve mirada a los expedientes médicos indicó que se recuperarían favorablemente.

- ¿ Bueno, cómo habéis amanecido chicos?- por desgracia para los estilos de Scott y Poly todos llevabamos un pijama azul completo con una pequeña batita blanca.

Rebo se encontraba tumbado en la cama contigua a la de Scott, tenía prácticamente la totalidad del cuerpo vendada, únicamente se libraban sus dedos y la cara. Tras el combate con el luchador, sus tendones y músculos habían quedado dañados, pero por suerte para él no le quedarían secuelas. Aunque le estaban haciendo un tratamiento de choque consistente en masajes nada delicados y reposo absoluto. Este tiempo muerto lo había conseguido llenar hablando con su compañero marine, al que había acosado a preguntas sobre las Akuma no mi y su capacidad de convertir las manos en armas. Le había contado lo que recordaba del fin de la batalla, la entrada triunfal de los marines capturando al resto de piratas, lo que todavía desconocían ambos, era lo que había ocurrido con la Capitana Paulie, pues no se encontraba en el mismo pabellón que ellos. Aunque esta duda quedó resuelta cuando apareció en una silla de ruedas y se puso entre ambos para interesarse por su estado.
-Hola Capitana, los médicos dicen que estoy relativamente bien, en un par de días me quitaran las vendas y podré volver al servicio activo a sus ordenes, de los tres fui el único que no sufrió heridas graves y no tuve que pasar por el quirófano, aunque estos fisioterapeutas se las traen con sus “masajes terapéuticos”. ¿Cómo terminó todo con los piratas?

Scott estaba malhumorado aquel día... Pues detestaba ser paciente de hospital... ¡Y además echaba de menos su exageradamente querido traje!

Pauline apareció de pronto en silla de ruedas y se situó entre las camillas de Rebo y la suya preguntando qué tal estaban esa mañana.

El artillero marine comenzó a contestar a la capitana, pero ni bien terminó de hablar, Ha-Neul hizo su aparición en escena abriendo brusca y estruendosamente la puerta. L@s médicos que allí estaban le rogaron que guardase silencio, pero ella pasó de largo y comunicó... bueno, más bien gritó:

-¡RECLUTA ANDERSON! ¡NI BIEN LE DEN EL ALTA MÉDICA VOLVEREMOS A NUESTRA BASE! ¡YA HEMOS PERDIDO MUCHO EL TIEMPO!-

Ni bien dijo esto, se dió la media vuelta para marcharse, pasándo un kilo de todos los presentes en la sala.

- Buff, que mujer con más carácter...-una leve y divertida sonrisa apareció en mi rostro- Tranquilo Scott, ya he arreglado los papeles para que estés bajo mi mandato... ya verás como se cabrea cuando lo descubra...

- Pues bueno , tras haber salvado la población y haber apagado unos pequeños incendio, la compañía de la base se acercó a salvarnos, ayudados de civiles y un pequeño destacamento militar que se encontraba a los alrededores de la isla. Bien está lo que bien acaba.