Capitulo 6: el reencuentro

Mientras Kenner se encaraba al capitán subimos al barco en busca de Juvia. Desenfundé mis katanas y junto a la pequeña Yûki y a Hinata derrotamos a varios enemigos. Sus cuerpos cayeron tras nosotras. Volví a enfundar mis katanas.

-Pelirroja, tú todavía estás demasiado herida. Nosotras te cubriremos, busca a tu amiga- oí decir a la pequeña.

Llevé mi vista a mis vendajes. Me había olvidado por completo. Ya no me dolía tanto como antes.

-De acuerdo... Pero que conste que estoy perfectamente.

Me alejé de las dos chicas corriendo hasta el lugar del que había salido el capitán de aquel barco. << Juvia tiene que estar aquí seguro... ¿donde sino? >>

Me dispuse a abrir la puerta cuando, de repente, vi como algo o alguien saltaba hacia mi. Desenfundé solamente una de mis katanas y me cubrí con ella.<< Maldición... >> Era uno de aquellos individuos. Tendría que acabar con él, no creía que fuera muy fuerte.

- ¿Qué ibas a hacer pelirroja? Yo que tu me estaría quietecita. No querría lastimarte preciosa. - dijo acariciando mi rostro.

- ¡No vuelvas a tocarme!


Desenfundé mi segunda katana pero el individuo me lo impidió y me cogió de las muñecas acercándome a él.

-Tranquila pelirroja. No te aré nada. - dijo entre carcajadas.

-Tsk... sueltame o te las verás conmigo bastardo... - dije intentando escapar.

El individuo seguía riendo y mi furia iba aumentando. Harta de él acabé por propinarle una patada en sus partes. Me acerqué a la puerta rápidamente y la abrí. Al entrar divisé a una chica de cabellos azulados atada y amordazada. Parecía un poco asustada.

-¡Juvia! - dije acercándome a ella.

-Seguía luchando por soltarme mientras me lastimaba mas las muñecas y tobillos quemando mi piel, tenía la esperanza que forsándolas podrían caer pero no funcionaba, aunque después de moverme un rato el pañuelo que me amordazaba cayó un poco-

Porfin..ahora.. necesito deshacerme de estas.. -ahora podía intentar desatarme pero no alcanzaba muy bien, odiaba no tener mi equipamiento.. mis venenos.. o al menos una de las herramientas que mi abuela me había dejado.. además de unas cosas que había robado en el camino acá

El encapuchado salto de una sobre el casco del navío algo que impresiono a bastantes, el capitán se rio y los dos acompañantes se pusieron en guardia preparados para lanzar un ataque lo más poderoso posible

El capitán escucho lo que el joven encapuchado le decía y respondió a al joven con una mirada irónica

-Un arreglo de cuentas he, pero si yo ni te conozco chico

Dijo mientras caminaba de un lado al otro como si de nada se tratara pudo ver como las chicas subían al navío

Mientras respondía a la segunda cuestión del encapuchado

-A tu nakama aquella pelirroja entrometida está verdaderamente linda.

Mientras las jóvenes subían la pequeña trato de mantener a raya a los piratas, que no le tuvieron ningún miedo su tamaño hacia que el arpón pareciera más grande que ella y uno de los piratas le dio un tiro a la mitad del arpón partiendo en cuestion de minutos de a ver subido. El calvo se movió rápidamente y le proporciono un fuerte golpe a la otra joven arrojándola a los pies de algunos piratillas

-Niñas creen que con esas armas nos asustaran

Un montón de piratas comenzaron a gritar y abalanzarse sobre la pequeña indefensa ahora que no contaba con su arpón, mientras que hinata ya hacía en el suelo por el fuerte golpe.

Una se había escabullido y logrado entrar al barco pero no donde ella se imaginaba en realidad estaba en sala previa a la cocina, con una chica encadenada si pero no se trataba de quien ella estaba buscando sino de otra pirata de la tripulación del capitán que reacciono al escuchar a la joven que se acercaba llamándola por el nombre de la secuestrada cuando la chica estuvo lo suficientemente cerca la tomo del cuello apretándole el mismo con fuerza sus cadenas cayeron aquella chica nunca estuvo capturada, sacudió las cadenas y estas se prendieron en el cuello de la pelirroja quien aprovecho para acertarle otro golpe en el estomago a la jovencita mientras esta salía para atrás pero seguía atada de la cadena, el rostro de la joven con el cabello azul era de sádica y muy perversa se reía de una forma macabra.

Ahora mismo el combate comenzaba, El encapuchado se encontraba a punto de recibir ataques de dos, la pequeña debería luchar con el sujeto grande calvo y la pelirroja acababa de recibir una paliza de una falsa Juvia que estaba dispuesta a llevarla al infierno de dolor

Escuche las respuestas del pirata y cuando vi que el sujeto pasaba casi por mi lado a gran velocidad y destruía el arpón de la pequeña pude entender que en realidad había algo que se entrometería en mi camina y eran esas chicas, nami entro desesperada dentro del barco sin ni siquiera saber a donde iba, lleve mi mano a la marca del destino, Amanda porque esto porque me toca gente tan impulsiva dije a mi mismo mientras apretaba el puño muy bien me toca pelea a mi me arroje hacia el capitán a gran velocidad más de lo que todos ellos juntos y intente darle una patada en la cabeza luego toque suelo detrás de el volteándome para darle otra patada en el estomago, girando el cuerpo y intentando acertarle la cabeza de nuevo, pase mis pies cayendo al suelo y girando sobre mi cuerpo para mirar a ver si veía algo raro mis ojos se fijaron en los dos el capitán y el espadachín que eran mis contrincantes

-Danda mal, después de todo pirata de agua salada

Dije mientras suspiraba y me ponía en guardia para prepararme del contraataque

Al acercarme a la chica pude observar que no era Juvia. Era una trampa. ¿Cómo fui tan tonta como para caer en ella?. De repente, aquella desconocida me cogió del cuello empezó a estrangularme con las cadenas que antaño la rodeaban. Intente quitármela de encima forcejeando pero, una patada me fue asestada en el estómago por parte de la misma y caí al suelo. Levante la vista con mi pelo cayendo en mi rostro, algo dolorida y divisé a la chica. Su mirada no era parecida a la de Juvia en nada. Su mirada era sádica y se reía de forma macabra. No podía mirarla... ¿Sería temor? No podía acobardarme en un momento como ese. Nunca lo hice y nunca lo are. "Yo no soy así..." Aunque, debía admitir que estaba algo asustada pues no parecía ser una pésima rival.


-Tu... tu no eres Juvia... -susurré volviendo mi vista a el suelo.

Aquella desconocida intimidaba bastante. Su risa, su rostro, su sed de sangre. Estaba claro que no me esperaba nada bueno. Parecía una rival difícil pero, no tenía pensado rendirme. "Aunque me deje la vida en ello encontraré a Juvia... Acabaré con estos piratas. No voy a permitir que le hagan daño".