Primer capitulo.- El despertar del espadachin Errante

Un día mas de mi existencia, aun habian tantas incognitas y dudas en mi cabeza, pero con el tiempo lentamente me estaba acostumbrando a esta nueva vida que tenia, y a disfrutarla con tranquilidad, y disfrutar de los pequeños detalles y placeres que ofrecia el poder la vida, uno de tantos era poder apreciar la belleza, otra el fino y dulce sabor del un buen vino.

Y asi me encontre a mi mismo una vez mas, sentado en una cantina, era un tanto vistosa, la madera pulida a detalle hacia que los pasos de los clientes resonaban, la mayoria parecia venir mas que nada para poder ver a las bellisimas meseras, que usaban bellos uniformes sin caer en la vulgaridad u obsenidad, un lugar que podia llamarse ameno, al menos para el resto del mundo, para mi era un tanto como decirlo...... hostentoso, aunque el sabor del vino me tenia atado a la silla, afuera el sol resplandecia con fuerza, un día muy agradable aunque un tanto molesto para mi, ya que no me agradaba mucho la idea de asolearme demasiado.

Tome una copa de vino y le di un buen trago disfrutando del esquisito buque, mientras una de las meseras se acerco un tanto nerviosa mirandome, para luego yo regresarle la mirada, haciendo que esta se sonrojara un poco, a lo que me mofe, siempre era lo mismo, no entendia el concepto de atracción, o porque tendia a llamar la atención sin siquiera hablar o mostrar expresión alguna.

La chica un tanto timida finalmente se tomo de valor para poder enunciar unas palabras - Dis.... culpe... se le ofrece algo mas? - Mostre una expresión serio y me daba gracia ver que mi sola presencia ponia a la mesera tan nerviosa que su delicada tes clara se ruborizaba, adornando sus pomulos, y embelleciendo esos finos rasgos, le di otro trago para terminarla y cuando me disponia a decir algo, finalmente vi por la ventana aquello que me habia traido a este lugar tan desagradable.

Por la ventana pasaban unos marines, las personas les hacian espacio sinembargo todavia podia ver por un hueco como ellos custodiaban a lo que parecian ser unos criminales peligrosos, la gente les abuchaba, y otras estaban un tanto sorprendia, asi que voltie a ver a la chica y dije - La cuenta....... y traigame la botella de donde vino este vino - el dueño o encargado la verdad no me importaba se acerco un tanto disgustado, y al llegar a la mesa le lanzo la mirada a la chica y dijo exaltado - Yasmin!!!, ve a atender la mesa 3.... - en cuanto el casi grito eso, la chica se retiro y se disculpo muy nerviosa y apenada, para continuar con su trabajo, mientras el hombre la miraba observando que no perdiera el tiempo, y despues me lanzo una mirada intentando intimidarme - Creo que no leyo el aviso que se prohibe ligarse a las meseras.... - Lo mire directo a los ojos sin titubear ni un segundo y me levante para luego acercarme a el - Tiene pruebas de que yo intentaba hacer eso?.... creo que deberia tranquilizarse - El hombre se asusto por un momento cuando me levante, pero despues de eso mis palabras parecieron ofenderlo muchisimo, haciendo que el mostrara enfado, no intentaba ocultarlo y luego mostro una sonrisa sinica - Y yo le recomiendo no causar problemas, tenemos a los marines en todos lados, y este establecimiento se reconoce por el grato servicio que ofrece, nuestra reputación es algo que nos hemos ganado, y sin duda ellos haran mas caso a las palabras de este humilde servidor, que de un borracho cualquiera - sin duda el tipo, padecia de un sindrome de superioridad enorme, ya sabia que algo apestaba, y al parecer era la clase de personas que solian atender estos establecimientos, creyendose los dueños del mundo, seguramente acaparando el mercado, con las mejores cosas, para que aquellas humildes personas que intentaran dar un buen servicio dificilmente pudieran ofrecer algo de calidad mas que un trato agradable.

Suspire para luego mofarme del tipo y decirle con una sonrisa igual de sinica y un tanto mas escalofriante - El servicio fue bueno, debo decir que traer jovencitas inocentes, para compensar su ineptitud como anfitrion dio resultado, la vista es agradable y la mercancia sin duda de la mejor calidad, pero bueno ni todo eso sirve para compensar que usted es un patan....., pero descuide no volvere, y ya me retiro, asi que simplemente digame cuanto es y me largare - El tipo se quedo completamente impactado por las palabras que emaban de mi boca, la furia era evidente, justo cuando estaba a punto de hablar la chica se acerco con lo que le habia pedido, sin pensarlo dos veces le page a la chica, y tome lo que me pertenecia, y me di la vuelta, mientras el golpeaba la mesa llamando la atención de todos, para luego gritar, mientras caminaba hacia afuera, sin importarme mucho lo que decia.

Recién había salido de ese lugar, lleno de tantas cosas buenas, que parecía simplemente pudrirse, el sol brillaba intenso, mientras miraba como la multitud se conglomeraba alrededor de los marines, tratándolos como héroes, como ídolos, venerados y queridos por todos, sin darse cuenta que solo eran unos profetas falsos, todo lo que ellos adoraban no era mas que una mascara, pintada y adornada de manera que todos vieran un monumento digno de gloria, pero detras de la pintura, se pudrían, estaba sucio y corrompido, sin duda no sabia que me daba mas asco, si ellos o la gente a mi alrededor, por ser tan imbéciles que con tal de vivir felizmente, se dejaban cegar por las promesas falsas que ofrecía el gobierno.

Me adentre en la multitud, no era muy difícil entre tantas personas y aprovechando que mi rostro no era conocido aun, quien sospecharía de un vagabundo cualquiera, aunque bueno al menos este vagabundo tenia una espada, tenia que agradecer que los marines estaban mas interesados en glorificar se, que en inspeccionar a los civiles.

Observe a todos los prisioneros, encadenados, humillados, no sabia si ya había comenzado la condena, pero eso me daban a entender, pues sus rostros estaban adornados con lágrimas de llanto, vergüenza y tristeza. Mire a uno de los marines que alegremente alzaba las manos, como si se tratase de un logro haber atrapado a estas personas, que seguramente no habían cometido la mitad de los delitos por los que se les acusaría, y mas aun no comprendia cual era el objetivo de marcarlos de esta manera, si estas personas llegaban a salir libres e incluso libera los en este momento, ya no significaba nada, porque a donde quiera que fuesen ellos recordarían las miradas de estas personas y eso los atormentaría toda su vida.

Baje la mirada y comencé a caminar a un costado mirando a los prisioneros, viendo con un rostro inexpresivo como los niños batallaban para caminar con semejantes grilletes en las manos y pies, mientras lloraban, y sus madres que estaban a un lado de ellos, estaban incapacitadas para siquiera darles consuelo.... que se sentiría estar ahí?, tener hijos?, y porque sentía eso me incitaba a recaer en el odio?, era hacia los marines? no!, mi odio no era hacia las herramientas.... el odio debe dirigirse a el origen de esto.... aquel sistema, que manipula a esos hombres, que siguen ciegamente a sus superiores sin darse cuenta, que ahí alguien arriba de ellos, alguien incluso arriba del gobierno mismo, moviendo todo a su antojo..... aunque aun desconocía mucho, y no tenia idea del poder de aquel "dios", la misión que se me había encomendada debía seguirse al pie de la letra.

Un poco mas adelante ya acercándonos a la plaza, me detuve en seco, ya me había adelantado un poco y observe la vigilancia, marines por casi todos lados, cada uno atendiendo sus vidas cotidianas, pero simplemente el hecho de estar ahí, ya era una molestia para mi, pues aunque lograse liberarlos, con tantos guardias, no podría asegurar sus vidas o simplemente incrementaría sus penas, al agregar a sus cargos, intento de escape a las autoridades, suspire un poco cerrando los ojos meditando un poco, cuestionando, porque aquí?, de todos los lugares, porque en Loguetown?, levante la cabeza ya mas tranquilo y enfrié mas el rostro, trazando mi plan, y disponiéndome a seguirlo y guiarlo hasta el fin.

Me senté en una esquina a meditar los puntos que debía tomar en cuenta antes de moverme, y que favorece mi plan y cuales serian las posibles contingencias que podrían suceder, sabiendo que esta solo era una guia, ya que como todo plan siempre ahí un margen de que cosas imprevistas sucedan, medite por unos minutos, mientras el desfile de humillación se acercaba, y con el, uno de los marines, centro su mirada en mi, era ajeno al evento, parecía que solo le pareció sospechoso, y vaya que tenia razón, seguro ni se imaginaba lo que planeaba hacer, lentamente y con una pose de macho camino y se paro frente a mi - Sabes que esta prohibido usar espadas dentro de el pueblo? - Levante la mirada y lo mire a los ojos muy tranquilo, inexpresivo como siempre y simplemente guarde silencio - ....... - El tipo miro mis ojos y un tanto molesto se rió y me dijo mas molesto, mientras sacaba su arma y me apuntaba con ella - NO TE HAGAS EL CHULO FRENTE A MI!!!!!, DAME EL ARMA!!!!! - Lentamente me pare y lo mire mientras los marines pasaban frente a nosotros.

La gente que se percato de esto, rápidamente creo un radio alrededor de nosotros, para evitar involucrarse, comenzando los murmullos mientras los demás marines se acercaban, y ya teniendo una vista clara del panorama, vi como dos marines mas se acercaban a calmar el asunto, uno de ellos sujeto al hombre mientras el otro me apunto con su arma, gritando - QUE PASA AQUI!? - el hombre exaltado, le grito a su compañero eufórico, mientras su compañero lo contenía, y un sonido se hizo resonar, siendo eso lo que buscaba desde un inicio - ESE TIPO COMO SE ATREVE A MIRARME ASI!!!!, ADEMAS TIENE UNA ARMA!!!!!! - Cuando grito esto, los dos marines cometieron un error el desviar su atención a su compañero, dando me oportunidad de rodar mi botella que inmediatamente llamo la atención de los marines, y al moverme tras de ella, tropecé con ambos marines y caí sobre ellos, haciendo que la situación se pusiera mas tensa - QUE CHINGADOS!!!!, ALEJATE!!!!!, pon las manos en tu cabeza y no hagas nada raro, que es esa arma? - Rápidamente, de un movimiento tome la botella y con la otra tome las llaves de los presos, y la escondí en el papel de la botella, alejándome y llevando mis manos a la cabeza para responderle - Es una reliquia que conservo, disculpe me si cause problemas, pero no he hecho nada, y no he desenvainado mi espada desde que toque el puerto - los marines se quedaron callados, y me miraron con sospecha, y aunque por un momento tuve el impulso de defenderme, no lo hise, pues ellos no hicieron mas grande el problema.

El marine ofendido, fue tranquilizado lentamente por sus compañeros mientras todos los marines alrededor finalmente se juntaron en un solo punto, las personas alrededor, simplemente se quedaban a la expectativa, y aprovechando que me daban la espalda me mofaba para mirar al tipo y mostrar sinísmo, para alebrestar mas, y poder así agregar mas caoz a la situación, finalmente, el marine frente a mi, el cual prestaba mas atención a su compañero me voltio a ver, a lo que yo cambie mi expresión a una inexpresiva y lo mire a los ojos - Disculpe a mi compañero es un novato..... tenga un buen día - Después de eso, mire al hombre y me retire con la primera parte del plan, aunque un poco ajetreada, y peligrosa como un rotundo exito.

Camine tranquilamente separándome de ellos, cuestionando, que tenia de bello este día, el sol simplemente estaba insoportable, levante mi mano para cubrirme del sol y mirar el cielo, teniendo en mis manos la herramienta mas importante, algo tan pequeño y tan diminuto podía ser tan esencial, ya que si no tenia las llaves, no sabia si seria capas de cortar las cadenas que sujetaban a los prisioneros, me separe un poco en lo que el desfile continuaba.

Para luego reincorporarme en una zona aun mas poblada, la plaza de por si ya estaba repleta, pero por el enorme espacio, simplemente las personas se jalarían hacia atrás y crearían un radio enorme donde podríamos pelear, sin embargo no era mi plan el enfrentarlos tan abiertamente, pues uno nunca sabe si ellos pelearan o no justamente, y seria presa fácil para algún tirador.

Suspire fuertemente, mirando hacia atrás, se podía observar como el linchamiento publico había comenzado, lo que había pasado solo había sido el preámbulo del evento, no era un evento del todo publico ya que no seria trasmitido globalmente, pero si llegaba al punto de que si pasabas podías tranquilamente quedarte a ver como iniciaba la función.

Poco a poco los pusieron en fila, y los guardias dejaron de atender sus asuntos para cumplir con su deber, mientras yo me dedicaba a otras cosas, tome la llave y camine entre los locales, para después de una media hora, finalmente llegar a la cerrajería un tanto vieja, completamente diferente a la cantina de hace rato, abrí la puerta para escuchar una campanita, que hacia un dulce sonido cada vez que la puerta se abría, el mostrador estaba polvoriento y la madera del suelo un tanto podrida, no parecía peligroso pero no era para tanto, lentamente me adentre escuchando el crujir de la madera con cada, paso, escuchando quejidos en el cuarto de atrás.

Una vez estando en el mostrador, toque la repisa y me frote las yemas de los dedos, viendo la cantidad enorme de polvo que había sobre esta, y sonreí un poco al pensar que este lúgubre y descuidado lugar con un poco de cuidado y el toque indicado podía llegar a ser un lugar que frecuentaría diariamente.

De pronto el crujir de la madera se escucho esta vez del otro lado, aunque no pude ver nada, los pasos se acercaban, y era extraño el hecho que no pudiera ver a nadie, pero una vez que los pasos se detuvieron frente a mi, de pronto se asomo un anciano, que ahora se paraba en una caja para alcanzar el mostrador - Que se le ofrece joven - el anciano tenia un rostro muy alegre y parecía muy contento de que alguien le trajera algo que hacer - Quiero sacar unas copias de estas llaves...... 20 juegos - el anciano sorprendido lo miro, y se extraño de la petición así que se recargo a la repisa y me miro fijamente - veinte?..... que planeas chico - el hombre era perspicaz, y parecía un poco metiche, aunque eso no era un crimen, aunque no pensaba dejar que el delatara mis planes simplemente lo mire a los ojos y me mofe - Pues que le diré, soy joven e impetuoso, y creo que pregunta demasiado....... aunque tal vez? - el hombre no comprendio muy bien lo que decía, y abrió grande los ojos, al ver mi rostro siniestro mirarlo y dijo nervioso - Que planeas chico.... - sonreí como solo yo podía hacerlo, y respondí a su pregunta - Pienso liberar a personas inocentes, que serán juzgadas por actos injustos....... - El hombre quedo en estado anonadado durante unos segundos ante la revelación del joven.

Después de eso, el anciano sacudió su cabeza y me dijo - Estas loco muchacho, no es que crea que la marine es 100% honesta, pero eso es suicidio!!! - Me mofe y di un golpe a la mesa dejando ahí la llave - No pido mi seguridad, solo la de ellos, ayudelos a escapar, son niños y mujeres, y yo se que usted desea sentir la adrenalina correr por su sangre otra vez...... o me equivoco señor, usted sabe que ellos les arrancaran la libertad, ayudeme a ayudarlos - el hombre no parecía ser un civil común y corriente, sus manos trabajadas, aunque estaba muy acabado por la edad, tenia ciertas marcas en su cuerpo que no podía ocultar y revelaban el hecho que alguna vez fue un aventurero, o algo similar.

El hombre medito un poco la situación y tras dar un fuerte respiro respondió - Quien eres? - me postre ante el y acente la cabeza - Mihawk Drakul, revolucionario, me ayudara? - el anciano negó con la cabeza y se llevo la mano al rostro para luego tallar se la cien - Ya me decía mi mujer que era demasiado suave con los jóvenes impetuosos, tu trae los y yo me encargare que salgan de aquí con bien - la expresión de mi rostro no cambio sin embargo mis labios enunciaron algo antes de que el tomara la llave y se dedicara a trabajar - Gracias -.

El hombre no tardo tanto en la tras tienda, mientras yo contaba los minutos, el juicio se dictaría pronto, y tras ello serian enviados a la cárcel, y una vez en ese lugar tan cerca de las barracas, no podría ayudarlos, o me expondría demasiado, había sido de mucha ayuda el haber llegado antes para checar la ciudad, aunque no era bueno orientandome, al menos ya me había acostumbrado a como llegar a ciertos puntos.

Finalmente el hombre salio dandome un puñado de llaves, todas iguales, a lo que baje la cabeza y dije con una voz seria - Ellos llegaran en unas 2 horas aproximadamente, sino, cierre para no levantar sospechas - el anciano se mofo y rió a carcajadas - No te apures este viejo lobo de mar, no sera atrapado tan facilmente, kkishishishishishishis - el tipo sin duda tenia una risa extraña, pero en ese momento la misión era simple, tenia que adelantarme y llegar a el lugar que buscaba.

Sinembargo al salir, mire alrededor, y no supe donde diablos estaba, así que sin mas por el momento, voltee a ver el nombre del establecimiento, salí corriendo, las calles estaban despejadas casi en su totalidad, y creo haber escuchado a lo lejos un - HEY ES POR EL OTRO LADO!!!!!!! - no importaba mucho, por el momento el plan había cambiado para bien, y comenzaba la segunda parte mas difícil del plan..... llegar al punto de la emboscada.

Corrí mirando los establecimientos, ayudaba mucho el poder moverme con libertad, aunque simplemente prefería, que hubiese gente para poder preguntar para donde esta plaza, aunque ese era un lujo del cual carecía, debía llegar a el punto por mis propios medios, sin duda una hazaña si lograba completarla.

Mi carrera continuaba, y todos los pasillos parecían igual, y simplemente no sabia como diablos le haría para llegar, no sabia quien había diseñado este laberinto, lleve mi mano al rostro sabiendo que el tiempo se me venia encima, y para cuando me di cuenta, escuche un ruido, tal vez podría encontrar algo de información, pero para mi suerte el plan comenzo a venirse abajo, cuando me encontré con el único lugar a donde no deseaba llegar.

Mire al enorme edificio, y alze la mirada, para ver la enorme insignia de la Marina empotrada en las paredes de esos enormes cuarteles, medite un poco y me mostré nervioso, aunque debía estar agradecido a que todavía me podía mover con tranquilidad, así que sin pensar dos veces, me di la vuelta y camine por un sendero para luego ver como las cosas cada vez se volvían mas familiares, seguro me estaba acercando.

La multitud, estaba abucheando y finalmente se estaban acercando a los cuarteles de la marina, era ahora o nunca, corrí y brinque por el callejón saliendo a la siguiente calle que estaba atestada, mientras los marines intentaban aplacar a la gente que ahora parecía mas molesta al escuchar sus cargos, era un inmenso caos. Y finalmente la hora de actuar había iniciado, de alguna manera todavía podía cumplir con mi mision.

El maratón, se había prolongado demasiado, empezaba a resentir el cansancio en las piernas pero aun así, seguía moviéndolas, sin pensar dos veces y cada vez que siquiera pensaba en aflojar el paso, volteaba hacia atrás para ver a todos ellos corriendo tras de mi, parecía que no se cansaban los desgraciados, y por suerte dudaba que alguien pudiese disparar con precisión, a el paso que ibamos, lo que me tenia preocupado era que no sabia si podría escapar.

Mire al cielo la luz del sol a estas horas ya empezaba a disminuir, no sabia si para beneficiarme o perjudicar me, pero al menos pronto las cosas acatarían para mi favor o en mi contra, aunque no me iria sin pelear, el cielo se enrojeció un poco por el atardecer, mostrando la calma antes que la obscuridad azota la isla y con ella muchos nuevas opciones de escondites se crearan.

Aunque para mi suerte no fue del todo necesario, pues aunque el tiempo había volado desde esta tarde cuando estuve en la cantina..... es verdad todavía tenia esa botella, pero donde la había dejado.... cheque mis atuendos y para mi suerte cuando la encontré esta se me resbalo y cayó al suelo aunque no se rompió, para casi inmediatamente después de eso, muchos marines cayeron al resbalarse con la botella, mofandome de como la suerte no me había abandonado.

Me ataque de la risa, para luego ver un segundo grupo de marinos que se dirigían a mi de frente, por suerte vi un callejón, por el cual entre y corrí directo a un callejón sin salida, alrededor solo habían tres puertas y una enorme pared que ahora me sentenciaban a la prisión, mientras se escuchaban los marinos que me pisaban los talones, al parecer la me había equivocado, y en verdad la suerte se me había acabado, por lo que simplemente me resigne a lo inevitable, y saque mi espada, di un suspiro y desenvaine mi espada.

Me prepare mentalmente, sabia desde un inicio que un error o incluso sin el, este era uno de los posibles finales, abrí los ojos y mire para luego sentir como de pronto una mano me jalo del cuello de mi camisa, y abrí los ojos grandes por la sorpresa, eso sin duda era algo que no me esperaba, pero no sabia que pasaba, para cuando me di cuenta, estaba en el suelo de una habitación obscura, no podía ver absolutamente, nada, y luego se escucharon los golpes en la puerta, no sabia que era lo que estaba pasando, quien me había jalado, si era un aliado o un enemigo, muchas interrogantes corrían mi mente, y mas aun un tanto de como llamarlo nervios.

No emprendía que sucedía sabia lo que pasaba, sabia que esto podía pasar, pero aun así, el miedo de ser atrapado de pronto me tomo, la puerta golpeaba con fuerza, y estaba casi a punto de derribarla y todo abria acabado, pero la puerta no se abrió en vez de eso una delicada voz se escucho - VAN!!!!!, por dios, que no pueden tocar mas tranquilos? - La puerta se abrió un poco y la luz se filtro por la pequeña ranura que se encontraba abierta, y la voz de los marinos se escucho - WOOOOOOWWWWW!!!!!!, perdón, estamos buscando a un hombre sospechoso, alto blanco de pelo negro corto con una larga espada, no ha entrado aquí? - La voz de la mujer aparentemente simplemente respondió en un tono muy cortes - Lo lamento oficiales, he estado en el baño, pero no he visto a ese hombre - Los marinos se miraron entre ellos, y luego se disculparon, para luego retirarse.

La puerta se cerro y yo intente mirar cerrando un poco mis ojos para enfocar y ver porque esa voz se me hacia extrañamente familiar, pero eso no sucedió, simplemente de pronto sentí el suave tacto de una piel suave y tersa, rodeando muy seductoramente mi cuello para sujetarme, mientras de pronto mis labios fueron ultrajados por otros, aunque debía decir que sus labios eran sumamente suaves y dulces, no hice mas que dejarme llevar por unos instantes, como agradecimiento ante la ayuda que me ofreció, y esperaba no fuera un tipo.

Solté un suspiro cuando finalmente nuestros labios se despegaron sintiendo su cuerpo replegado al mio, y luego la mire para decir - Gracias pero debo retirarme - La chica se levanto y luego prendió el foco siendo esta la mesera de la cantina que habia visitado esa tarde, solo que ahora solo tenia una toalla envuelta encima, estaba un poco húmeda, y no en ese aspecto o al menos no lo sabia, y se veía muchisimo mas sensual - Por favor no te vayas, no te puedes quedar un ratito mas...... prometo que no lo lamentaras - Sabia a lo que se refería y sin duda era una proposición muy tentadora pero no podía darme el lujo de perder mas tiempo, sin mi en las calles, los militares se enfocaran en encontrar a los prisioneros o a mi - No, si no me voy y atrapan a esas personas inocentes, todo lo que hice habrá sido inútil - La chica tomo mi mano bajando la cabeza y luego se me pego para darme un beso, mientras la toalla caía al suelo, y me pregunto - Al menos dime tu nombre - La mire fríamente y suspire pues no quería dar ese dato a nadie en el pueblo, pero con ella no podía ser así, ella me había salvado - Mihawk Drakul - Dicho esto me retire acercándome y abriendo la puerta de enfrente un poco para ver si habían guardias.

Esperaba al momento oportuno pero simplemente no llegaba, así que sin darme cuenta, la chica que estaba tras de mi, ahora abrió la puerta salio, y luego camino para guiñarme el ojo, no emprendía a las mujeres en la tarde había sido tan tímida, y ahora era tan agresiva, supongo que era por estar en publico o en hora de trabajo, pero solo era eso una suposición, me mofe un poco ante las tonterías y los giros de la vida, y cuando ella grito, y los marinos corrieron hacia haya, aproveche para salir corriendo de la casa, directo a los callejones, sacando la vuelta y alejándome lo mas posible de esa zona tan peligrosa.

Me alejaba de la zona mas peligrosa, el ultimo lugar donde me habían visto, de aquí en adelante simplemente tenia que tener cuidado con que no me viera nadie y seguramente estaría bien, caminaba por los callejones y me asomaba un poco para ver a ambos lados de la calle viendo a ver si había marinos, como era de esperarse de este lugar el lugar estaba plagado de ellos, incluso un tanto retirado, seguían saliendo.

Lo que me llevaba a pensar que tal vez habían incrementado el perímetro de chequeo conforme pasaba el tiempo, y con el tiempo que perdía escondiéndome, las opciones eran esperar a que se calmaran las cosas, lo que significaría ir con la camarera y revolcar me, o bien seguir adelante..... la idea no parecía tan mala, pero algo me detenía, debía asegurarme de que mi trabajo había sido cumplido, ahora la única duda era... donde estaba la cerrajería?....... Sin duda alguna moriría en este lugar o terminaría preso.

Pero bueno la esperanza era lo ultimo que se pierde, así que cuando finalmente tuve la oportunidad salí corriendo, algunos marines voltearon a ver que se había escuchado, pero no vieron nada, y aunque se acercaron a ver, no encontraron nada mas que un callejón vació..... o tal vez no?, se acercaron mas y abrieron una de los botes de basura, que estaban llenos de bolsas.... el marine afino la mirada, y desenvaino la espada mientras hacia una seña de guardar silencio a su compañero que hizo lo mismo, para un montón de bolsas que estaban apiladas a un lado, y de un movimiento clavaron hasta el fondo sus espadas, pero no hubo nada, ni cuando las retiraron encontraron sangre, siendo así se retiraron, dejando todo como estaba.

Vi toda la escena desde arriba acostado en una pequeña terraza, y suspire, de verdad pensé en esconderme ahí por un momento, pero bueno, ahora no había moros en la costa, lentamente me disponía a bajar, cuando de pronto, vi algo que se me hizo conocido, era una parte de un letrero que sobre salia a espaldas de la siguiente calle, así que solo era una calle mas, no debía ser tan difícil..... me baje y mire y vi que esto era ridículo tan cerca y tan lejos, como llamar la atención mientras me escabullía.....

Me prepare mentalmente, para hacer una hazaña tenia que ser sumamente rápido, y sigiloso, así que me detuve un momento, afine mis sentidos, y me puse en posición, no podía titubear, me prepare para dar un deslize hacia adelante, y rápidamente dar un segundo paso, para usar ese paso para brincar como si tratase de un salto de distancia, con todas mis fuerzas, cruzando la calle por el aire sin tocar mientras los 4 marines estaban mirando en diferentes direcciones, ninguno mirando a el, aunque uno lentamente empezó a girar su rostro hasta que se topo con la calle despejada y algo que se metía a un callejón, mirando extrañado, y con el sonido de mi peso tocar el suelo alerto a los demás marines, así que sin pensar dos veces, mire mis opciones pero para mi suerte, eso también alerto a el viejo, el cual parecía esperarme, moviendo un letrero de madera que parecía clavado, para hacerme una seña.

Rápidamente entre, y para cuando me di cuenta nomas escuche a los marines decir que habían visto algo y que no podían estar imaginandoselo los tres, el viejo me hacia la misma seña todavía estábamos cerca, el lugar era obscuro, y tenia que tocar la pared para poder avanzar, por lo que parecía un pasillo un tanto largo tal vez demasiado, aunque no comprendía como, pero finalmente llegamos a lo que parecían ser unas coladeras, al parecer no me había percatado pero desde el inicio, habíamos estado bajando, y caminando por las cloacas, ahí vi una alcantarilla enorme, sin vigilancia alguna, pude ver a casi todos los prisioneros, los mire y pregunte - Y los otros?- Uno de los hombres respondieron - Eran criminales, aunque no eran malos, cuando nos perseguían los marines ellos dijeron "que ellos si merecían estar ahí", y llamaron la atención de los guardias. dándonos la oportunidad de escapar - Baje la mirada y mire al anciano que negó con la cabeza - Bueno cumpliré mi parte del trato, vengan.. Saco unas llaves abrió la un cerrojo, y abrió la alcantarilla para luego dirigirnos a una lancha, en la cual nos miro - Toma un regalo, por llenar de vida a este viejo, cuidense todos - Así salimos de la isla, a una nueva oportunidad, mientras dejaba mi misión en algún lugar tranquilo y desolado, donde pudieran iniciar otra vez.