Nuevo comienzo.

Lavi se encontraba entre las cajas, con una marca en su mejilla con la forma del puño metalico de aquella pirata. Todo lo que le rodeaba le daba vueltas y los gritos provenientes de cuantos los habian visto eran lejanos susurros que no alcanzaba a descrifrar.

-Dios...Por eso no hay que hacer enfadar a las mujeres-. Decia con una mano sosteniendo su cabeza, la cual le resultaba algo pesada, al igual que el resto del cuerpo...Aquel golpe habia sido descomunal, de no ser por su entrenamiento y la cabeza dura que le caracterizaba estaria ahora con el cuello roto. Necesito varios segundos para salir de aquel atolladero de cajas, ignorando los gritos de enfado de aquel a quien pertenecian esas cajas, un mercader de fruta que habia visto medio almacen destruido en segundos.

-Que si que si, ahora mismo se lo pago-. Repetia una y otra vez mientras abanzaba en direccion contraria, esperando encontrarse con Fausto o Lisanna, ambos perdidos desde que aquella mujer le habia golpeado el rostro. -No es que te odie, pero cuando te encuentre...-. Musitaba el muchacho mientras movia una a una las articulaciones de su cuerpo, comprobando que todo estaba en perfectas condiciones. No le guardaba rencor, mas bien queria saber simplemente el porque de aquel puñetazo, ya que, con el propio golpe, el pelirojo supo inmediatamente que se habia contenido, por alguna razon no habia terminado alli con su vida pero...¿Que razon podria ser esa?, no terminaba de comprenderlo y por ello queria encontrarla

Veia divertida la situción, que tan graciosa como podía ser era subrealista a la par. Lavi, escondido tras unas grandes cajas de madera y huyendo de alguien que le dio un puñetazo que debía doler tanto como aparentaba. Vio como se levantaba mareado, vale, ese golpe dolía tanto como aparentaba, caminaba a trompicones y algo desorientado y entonces empezó a preocuparse.

Miró a Fauso, que estaba tranquilamente a su lado, mirando la escena divertido y para nada perocupado. Suspiró y se sentó en el suelo, esperando que a aquel chico de cabello rojo le diera por reparar en los abandonados de sus compañeros.

Continuaba peleándome con los vendedores de los alrededores para conseguir lo necesario para mis nuevos sujetos de experimentación cuando escucho un sonoro estruendo que viene de detrás mio, me giro sin prestar mucha atención para ver que es lo que ocurre y... "¿Que diablos?" .

Veo a Lavi estrellado contra un montón de cajas, los hermanos habían desaparecido, mi nueva muestra favorita escapaba y a Liss y Eliza paradas como un par de tontas sin evitar nada. Camino hacia ellas, no muestro mi enfado ni mi enojo:

-Niña, querida, ¿Que fue lo que ocurrió?- Les digo parándome frente ellas y sonriendo -¿Podrían explicarme porque mis tan esperadas y excitantes muestras nuevas han desaparecido y ustedes ni movieron un solo dedo para evitarlo?- Sonrio de forma mas amplia y psicópata girando levemente la cabeza.

Spoiler:

La única contestación que recibí por parte de Eliza fue una estela de polvo que dejo alejándose corriendo lo mas lejos posible de mi.

Una vez hubo aclarado todas sus ideas con respecto a la desaparecida capitana pirata, movio bruscamente su cabeza de un lado a otro, tratando de quitarse el atontamiento que aun sentia por el golpe.

-En fin... No es momento de preocuparse por eso ahora, vine aqui con mas de una intencion-. Se decia a si mismo mientras se volteaba para buscar a sus dos compañeros, encontrando primero en su rango de vision a Lisanna, quien rapidamente fue tapada por el cuerpo de Fausto.

-Hey, hey tranquilo hombre, no es mi culpa, mira como me dejaron, ademas sabes perfectamente que esa niña esta mejor entera y con su hermano, no vayas a romper lo que tanto tiempo nos ha llevado unir-. Explicaba de forma calmada, tratando de sacar del cerebro de Fausto toda la travesia que necesitaron los dos para encontrar a aquella niña, y tratar que entendiera, que de diseccionarla o a saber que metodo usaria, ese tiempo se habria perdido.

Una vez hubo hablado lo que creyo necesario con su compañero, se acerco a Lisanna. -Anda que vienes a ayudarme, ¿eh?-. Dijo algo burlon con la sonrisa que le caracterizaba, realizando un leve gesto con su mano derecha, en señal de que pretendia ayudarla a levantarse. -No te quedes a un lado, ya te dije que estuvieras siempre conmigo-. Le dijo, esta vez con un tono alegre, pero mas serio, no queria volver a verla como la primera vez, queria que fuera siempre feliz y por ello lo habia decidido...Crearia una banda con aquellos dos y surcarian los mares para olvidar los problemas individuales con emocionantes aventuras.

-Bueno lo he estado pensado, quiero crear una banda...La banda mas poderosa que haya conocido este mundo...Y quiero que formeis parte de ella, como mis camaradas...¿Que me decis?-. Lo dijo mirando al cielo, en su mirada se podia ver decision a la par que entusiasmo...Tal vez no tenia una personalidad ferrea que le permitiera ser capitan, pero algo le decia que de convertirse en uno, sabria que decisiones tomar y como tener a su tripulacion siempre con el.

Vio a Lavi acercarse a ellos y comentar con Fausto algo que no acabó de comprender, para despues acercarse a ella con una sonrisa y tenderle la mano para que se levantara.
Correspondió dulcemente a esa sonrisa que tanto le gustaba del pelirrojo, cogiendo su mano e incorporandose.

-Te las estabas apañando bien. - bromeó con una sonrisa y si bien las siguientes palabras de Lavi le extrañaron hasta cierto punto, le sonrió con inocencia y, en un abrazo espontaneo, se permitió acercarse un poco a él, aunque se encargó se romperlo enseguida dada la... penetrate mirada de Fausto.

Tras unos segundos de silencio, el pelirrojo compartió con ellos la idea de forma una triulación y por la palpable ilusión en su voz y el brillo de decision en sus ojos puedo estar segura que estaba convencido de aquello.
Le sonrío dulcemente, diciendole sin necesidad de palabras que ell iría adónde fuese él.

Spoiler:

Me encontraba en medio del mar, “Navegando” Con mucho esfuerzo y dedicación En una pequeño botecito a remos. Tal vez pensaran “Qué pobre” o “¿Qué idiota sale al mar en un barquillo?” pero para mí el agua lo es todo, Es por eso que no me importa ir En un bote frágil. De repente, Una gran Ola sacudió mi pequeño bote haciendo que el mismo se llenara de agua, Como pude, me mantuve Firme en el y gracias a la ayuda de Poseidón mi transporte no se había hundido, Luego de aquella ola, Observe hacia el horizonte y para mi sorpresa Pude ver tierra al final del mismo. Tomé una pequeña cubeta y comencé a sacar rápidamente el agua que ocupaba el bote, Solo quedando algunos milímetros de agua en el bote, Tomé los remos y cantando una canción algo improvisada me dispuse a remar de una manera fuerte para llegar lo antes posible a tierra. – Remo, Remo, Remo, Remo Por que ya casi Llego … - Vociferaba alegremente en un tono Inocente, tal y como un niño con juguete nuevo.
El aire Soplaba Tiernamente Mi cara, Haciendo que mi cabellera se ondeara hacia mi izquierda Estilizando un poco mi Persona, A pesar de que estaba totalmente empapado, Fue cuestión de tiempo para que me secara un poco, ya que con el Sol tan radiante y la brisa fuerte no era algo difícil aquella tarea. - Remo, Remo, Remo, Remo Por que ya casi Llego … -
Luego de un tiempo de cantos y Remadas, Al fin había llegado a puerto, De un salto Pase del bote a la tierra firme y de inmediato lo primero que pensé fue en comida. – Tengo hambre… - Dije para mis adentros. Comencé a caminar Observando todo a mi alrededor Al parecer había llegado a una isla Muy poblada, algo que me alegraba un poco. Las personas Estaban en lo suyo Al menos en el puerto, las personas que estaban allí en sus botes preparaban sus redes de pesca, por eso ni siquiera se percataron de que yo estaba allí y de cierta forma era mas conveniente así ya que, debía evitar cualquier contacto con la marina - ¡Hey tu! ¡Detente! – Escuche durante mi caminata por aquella isla. La voz que me llamaba era imponente en verdad y estaba claro que no me pediría ser su amigo. Gire mi cabeza rápidamente para ver de quién se trataba y lo que vi Era lo que no quería, Sí, Un grupo de marines Venia no muy lejos de mi, corriendo con sus puños alzados En ese momento Mis ojos se abrieron lo mas que podían y girando nuevamente mi cabeza, Comencé a correr intentando escapar de aquellos marines - ¡¿Pero que mierd-¡? - La persecución duro unos minutos, ya que aquella isla estaba repleta de Escaleras y callejones convenientes para mí y con mis grandes habilidades ya saben lo que paso… - ¡YO NO HICE NADA OFICIAL! - Así es, me habían capturado en el acto aquel grupo de 3 marines me había detenido no muy lejos del inicio de la isla. -¿Entonces por qué corrías? - A lo que respondí - ¿Qué haría usted si un grupo de locos lo persiguen? - Luego de esto, los marines se quedaron pensando un poco y me llevaron hacia un mercader Qué estaba preocupado, o bueno, mas que preocupado, molesto. - ¿Es este el joven ratero? - Preguntaron los oficiales al señor, el cual Portaba un bastón y con el mismo Golpeo al oficial que me tenia atado. - ¡Ese no es inútil! Ya suéltalo. - Dijo el viejo con un tono cascarrabias. Los marines me soltaron en el acto algo sorprendidos por la actitud del anciano y yo aprovechando esto Tenía que sacarle provecho. - ¡Me hicieron daño Psicológico! ¡Yo no soy ningún ladrón! – Para continuar – ¡Ahora deben Brindarme la comida! - Los oficiales asentaron con la cabeza y Dándole unos cuantos berries al anciano, el mismo me llevo adentro de su tienda y me sirvió un buen plato de comida, comida que devoré en unos instantes.
Salí a la calle luego de comer y empecé a recorrerla nuevamente, Pasó algún tiempo de este modo y de un momento a otro un gran “Bululu” Se armo, gritos e insultos por doquier estremecían todo mi cerebro hasta el punto que el mismo comenzó a doler, Como buen ciudadano Gire mi cabeza en búsqueda de lo que sucedía y para mi sorpresa la situación esta justo detrás de mi, Por lo que, Di unos cuantos pasos hacia atrás para ver la escena que prometía ser Divertida. Luego de que paso todo lo que paso, el Joven en cuestión había tomado su camino, No sé que me pasaba pero algo en ese muchacho me llamaba mucho la atención, No en un sentido gay, claro esta. Decidido Esperé un poco para ver que haría aquel muchacho y para mi sorpresa no iba solo, El chico estaba acompañado por dos personas mas. Al ver como se juntaban Rápidamente me escabullí hacia ellos y dándoles la espalda Fingía esperar a alguien solo para escuchar su conversación. Todo en aquel grupo me causaba algo de gracia, Pero la gracia se cambio a admiración. – Bueno, Lo he estado pensando, quiero crear una banda… la banda mas poderosa que haya conocido este mundo… y Quiero que forméis parte de ella ¿Qué me decís?- Exclamo el joven con una sinceridad inigualable que tan solo al escucharle te dabas cuenta. Pero se preguntaran. ¿Por qué admiración? Pues sencillo, si el chico tenia la valentía suficiente para ser un pirata y surcar los mares era digno de la misma.
Quería interrumpir en aquella conversación mas sin embargo me avergonzaba, Mi mas grande sueño era ser un pirata y esta era la oportunidad mas conveniente que había “llegado” a mi puerta. Me Llene de valor y respirando en profundidad exclame con un tono calmado y firme. – Sí crearas una banda, Me ofrezco como tu nakama. - Aun sin voltearme claro, espere algunos segundos y continúe ahora si volteándome hacia ellos. – Soy Richard Stanconovich, Espadachín… Un placer, Estoy a tu servicio… “Capitan”…. -



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-Me vale, todo lo que me interesaba era estudiar a esos extrañas muestras que me habías prometido pero tu simplemente las dejaste escapar, ya había saciado mi interés en esa niña-Contesto fría y secamente, la verdad ese joven era divertido e interesante pero no quería demostrar tales sentimientos, pero de pronto siento un fuerte golpe de detrás mio, era Eliza salida de quien sabe donde para partirme la cara contra el suelo.
-Estaremos encantados de unirnos, este idiota...- Dice pisándome la cabeza y retorciendo su pie -...no quiere admitir que le caes bien- Sonriendole le tiende la mano al chico. Luego de eso no recuerda nada hasta varios minutos después viendo de espaldas en el suelo a sus nuevos compañeros hablando con otro chico recién llegado.

Aquel simple sueño no solo comenzaba a convertirse en realidad si no que incluso traia mas de lo que el pudo imaginar. No solo Lisanna y Fausto aceptaron, si no que un chico que pasaba por alli tambien se intereso por la propuesta del pelirojo. Primero le agradecio a Lisanna con una tierna sonrisa, aquel barco no seria lo mismo si ella no estaba desde un principio, acto seguido se giro a ver a Fausto, o almenos eso intento ya que para cuando lo hizo tenia a la misma altura la cara de Eliza, aplastando con total naturalidad la cara de aquel medico, cosa que provoco una sonrisa algo nerviosa con el unico ojo visible entrecerrado volviendo a anotarse mentalmente que aquella "mujer" no deberia ser molestada si no era una razon de peso.

- Vaya no me esperaba que me escucharas-. Dijo al ver al otro muchacho, quien se presento de espaldas al grupo, para despues permitir a los demas ver su rostro. - Pues estaria encantado de tenerte en el grupo Richard-. Dijo sin retirar su sonrisa, no le conocia pero sabia que si se unia a ellos tendria una gran fuerza de combate, solo bastaba una mirada para comprender el nivel que tenia. -Muy bien chicos-. Exclamo al tiempo que daba unos pasos hacia delante y se giraba sobre si mismo para ver el cuadro que ahora formaba su banda, algo modesta pero igualmente apreciada por el. - Ahora llega el momento, a partir de aqui todo lo que hagamos nos dara un hueco en la historia-. Segun hablaba sus ojos brillaban con una cierta intensidad. - Y lo primero es...¡Un barco!-. Exclamo el muchacho tratando de ocultar que su primer cometido era la aburrida tarea de encontrar un barco... Tal vez penso que si lo decia como si fuera un discurso sobre el futuro que les esperaba pudiera obtener una mejor respuesta de todos sus compañeros.

-Muy bien, lo primero que necesitamos es un carpintero experimentado, tal vez en los astilleros podamos encontrar alguien que tenga algun barco o nos pueda aconsejar sobre la construccion de uno-. Decia mientras caminaba hacia los astilleros.

Sonrío ante la escena de Fausto y Eliza con dulzura. Que pareja más bonita. Rió al ver las expresiones de Lavi, quizá ellos dos también tendrían una relación así, o quizá ya la tenían y todo. Se rió de sus propios pensamientos, en ocasiones era tan inocente.

Otro chico qiso unire a ellos tras escuchar al pelirrojo, presentandose como Richard, parecía que la banda crecía por momentos.
Que divertido.

Había pasada unas semanas desde que empezó su viaje, Taro llego a Shelltown gracias a un barco mercader que le recogieron en medio del mar, debido a que la vela de su pequeño bote se rompió, el muchacho le dio las gracias a los mercaderes y salio del barco, y se dirigió hacia los astilleros para comprar otro bote y seguir su viaje. Una vez llego a los astilleros se quedo observando a los carpinteros, estaban trabajando en un enorme galeón, era un barco espectacular, al ver la escena Taro se quedo pensando - Seria buena idea unirme a una banda- sonreía el muchacho mientras observaba a los trabajadores.

Después de un par de minutos, decidió encontrar una tripulación, y que mejor sitio que en los astilleros para encontrarla, así pues el muchacho le preguntaba a todas las personas del lugar si podía unirse a su tripulación, la mitad de ellos eran trabajadores de los astilleros y los otros no lo querían en su tripulación, y cuando Taro decidió salir de los astilleros ya que no encontraba a nadie, entonces se topo con tres personas, dos chicos y una chica, al chocar con ellos el chico se dirigió a ellos -Perdón...- Hizo una breve pausa y volvió a hablar -Esto... ¿por casualidad no seréis una banda pirata para poder unirme?- sonrió mientras miraba les miraba.

Tomas estaba en los astilleros en busca de material que fuera posible robar sin que nadie se diese cuenta, tenia un pase que consiguió matando con la hoja oculta de su bastón a un guardia al cual oculto dentro de un contenedor que tiro al mar, paso desapercibido durante varias horas y en realidad no veía nada interesante para hacer en aquel astillero de mala muerte, había estado en sitios mejores con mejor material.

De repente vio a un grupo de jóvenes junto a un adulto algo delgado, no tenían apariencia de marines y tampoco podían ser solamente civiles, la única opción que le quedaba era que fueran un grupo de piratas, lo cual pensó una idea muy interesante, "¿Que pasaría si me uniera a un grupo de piratas? Podría conseguir buen material y si aguantan mucho podía ganarse una mayor fama de la que tengo ahora", por lo que tomo una decisión que cambiaría su vida para siempre, entonces se acerco a ellos lo humildemente, sin quitarse en ningún momento su antifaz por si le rechazaban y así no revelar su identidad, que podía se quito el sombrero para saludarles y les dijo,- Saludos ladys and gentelmans, soy T. R. Perquins un gran carpintero de estos astilleros si queréis podéis disfrutar de mis servicios si me unís al negocio que estáis montando-, se recoloco el sombrero se apoyo en su bastón que tenia cogido con sus dos manos y espero una respuesta de aquellos jóvenes.

Habian pasado dos dias desde que habia vencido a los hombres de "El Jefe". Durante ese tiempo habia logrado recuperarme totalmente del cansancio que habia pasado tras los seis en los que habia intentado vender la Fruta, y practicamente mis heridas ya habian sanado. Durante los ultimos dos dias habia estado ideando un plan para conseguir salir de Shelltown, pero mis planes no funcionaban o eran demasiado complejos como para que los pudiera ejecutar por mi cuenta. Asi pues, me encontraba caminando por los astilleros, observando a la gente que si podia salir de Shelltown.

¿Eres consssciente de que caminando no vas a salir de aqui, verdad? me pregunto la Hidra.

Ya callate. En serio. Estas empezando a hacerme considerar el suicidio. le respondi, molesto. El pasatiempo favorito de la Hidra parecia ser molestarme y hacerme preguntas de doble sentido, en las que no importaba lo que respondiera la Hidra hallaba la forma de manipular mis palabras y usarlas en mi contra.

Oh, eso ssseria terrible respondio sarcasticamente. Decidi ignorarla por el momento. Tal vez si no le hacia caso se cansara y me dejaria en paz.

Segui caminando hasta que vi a un pequeño grupo de gente en los astilleros. Por alguna razon me llamaron la atencion. Tal vez sabian de alguna tripulacion que fuera a salir de Shelltown en poco tiempo para poder unirmeles (o tal vez ellos mismos lo eran). Decidi preguntarles, despues de todo, ya no tenia nada que perder.

-Buenos dias. -les dije educadamente. -¿De casualidad saben de alguna tripulacion que vaya a partir pronto? No me interesa mucho el destino. -me quede ahi, esperando su respuesta.

Zefiro le dio una patada a la cabeza del hombre que intentaba reincorporarse. Se encontraba en esa isla a causa del arrastro sufrido por Aria hacia su persona. Pero le daba igual, que tenía que hacer más que salvaguardar a su pequeña, había visto en repetidas ocasiones que ella era muy fuerte, pero no era razón para que no le pudiera ayudarla, aunque no le agradara estar a la luz del sol.

"donde me llevas, pequeña"

Analizó toda la escena a su alrededor, había muchos barcos en construcción, de muchos de los cuales aun recordaba haber visto los planos cuando aun era comerciante. Siguió a Aria, puesto que la multitud al rededor del cuerpo de aquel capitán ya era considerable, la buscó cuando la encontró hablando con un grupo de lo más variopinto. Las intenciones de Aria se veían a kilómetros de distancia,pero a el no le parecía mala idea.

-La unión hace la fuerza, por lo que mi opinión es la misma que la de Aria-

Sigo tirado tranquilamente descansando en el suelo con el pie de Eliza sobre mi estomago, le gustaba pisarme de forma proporcionada, cuando llega un peliverde con una espada preguntando para unirse:

-Te advierto que será extraña nuestra travesía, aceptado pero di tu nombre que los modales no faltan pequeño- Le digo con una sonrisa extraña pensando "Mientras más muestras mejor"

En lo que esperaba el nombre del otro aparece en chico de traje verde "¿Estará de moda ese color?" presentándoselo como un T. R. Perkins gran carpintero:

-Podrías aprender de él peliverde presentándole, otro mas aceptado en la banda si conoces los astilleros estamos necesitando un barco esa será tu prueba de ingreso- Le digo al recién llegado.

Escucho un gran alboroto y tiro mi cabeza hacia atrás para ver volar a un tipo por un golpe propinado por una chica que era muy obvia usando sus poderes ya que tenía un brazo que brillaba y luego se volvió normal "Interesante, debo investigarlo"
Ni debí levantarme porque ella misma se acerco con un chico que la acompañaba para ser parte de nosotros, parándose como si nada alrededor del grupo y hablando tranquila:

-Así da gusto empezar una tripulación, sin necesidad de buscarla, aceptados al igual que estos caballeros, su prueba será encontrar un barco adecuado para todos nosotros porque en estos momentos no poseemos uno- Digo muy contento y luego agrego -Y déjeme felicitarla por su gran gusto en ropa, esa lencería roja diminuta es exquisita- Parece que no había reparado en mí y se paro justo encima, muy buena vista... Hasta que siento el pie de Eliza pisar mi entre pierna y luego de una patada levantar un los aires para mandarme a volar como si fuese un simple balón y caer destruyendo un puesto de fruta que estaba por ahí.

-Disculpalo es medio raro pero inofensivo, por favor para la prueba estamos a su disposición en lo que necesiten ayuda- Dice ella dirigiéndose primero a Aria y luego al resto.

(Off: A partir de aquí los dejo consiguiendo el barco, mucha suerte y Tomas que es el encargado los guiara en este caso pero diviértanse todos)

- A perdón... Mi nombre es Taro Kajiya- el muchacho se presento, no era su intención perder los modales, al momento un chico vestido de verde se presento, este también quería entrar en la banda. No paso ni un minuto cuando la figura de un hombre volando, a causa de un golpe propinado por una muchacha a la cual le resplandecía el brazo, la chica iba acompañada de otro muchacho, los dos se acercaron al grupo para pedir unirse, todo el mundo se había puesto de acuerdo para unirse en la misma banda o fue simple curiosidad, de todas maneras el chico estaba contento de tener a tantos nakamas, los cuales no parecían nada débiles.

Mientras Eliza pateaba a Fausto, esta nos dijo que nuestra primera misión era la de encontrar un barco con la ayuda de Perkins ya que conocía los astilleros, y al ser carpintero sabría escoger un gran barco - Tu dirás Tomas, ¿por donde empezamos?-

Parecía que ese grupo de gente era algo peculiar, pero no le importaba ya que había estado en situaciones altamente peores que esa, así que se dispuso a la búsqueda de un barco que les pudiera servir, la verdad es que antes de la llegada de este grupo había echado un buen vistazo a aquellos astilleros y tenia fijación por un barco algo antiguo que fue rescatado hacia poco del mar, fue usado por una tripulación para luchar contra un grupo de barcos de la marina pero su derrota fue inevitable ya que le superaban en numero, se contaba que el barco estaba maldito pero Tomas no echaba cuenta a esos cuentos de viejas,- Bien si queréis un barco os lo conseguiré pero necesito que me ayudéis de sacarlo de aquí es un viejo barco que ha sido remodelado para su posterior venta, pero yo conseguiré que nos lo llevemos gratis así que necesito a todos los ayudantes que puedan ayudarme ¿Estáis preparados para hacerlo?-, aunque parezca mentira Tomas dijo una de las pocas verdades que jamas había dicho en su vida pero espero a que algunos mas que el chico del pelo verde llamado Taro le ayudaran ya que ellos dos solos no podrían hacerlo con la seguridad que había en la sección donde guardaban aquel barco en el astillero.

Zefiro observó la situacion, ademas de haber un hombre tirado en el suelo, había a su alrededor dos hombre conjuntados, por traje y pelo. Analizó al del pelo verde, tenía una compostura de espadachín, el del traje verde parecía esconder algo, pero lo que más resaltaba es que su rostro denotaba que era un ser maquiabelico en su interior, en cuanto al hombre que estaba tendido, a pesar de su estupidez en sus palabras, tenía una mirada fría y calculadora.

"Es cosa mía o ese tío parece querer experimentar conmigo"

Le parecía un poco inquietante, pero con sus poderes adquiridos hacía poco se sentía mas seguro. Escuchó atentamente lo que este quería decirles, quitando el seguro en la parte que examinaba a Aria desde perspectivas que no eran las apropiadas. Escuchó lo que tenía que decir y miró de nuevo a Perquins: "Así que este sabe donde encontrar un barco". Sonrió, no había tenido muchas buenas experiencias con ellos, puesto que dos de ellos habían acabado reventando...

Despues de oir que Tomas sabia de la localizacion de un barco viejo que seria vendido, el chico dijo que el seria capaz de conseguirlo gratis, todos los allí presentes estaban de acuerdo en ayudar al muchacho en cuanto al barco - Bueno estamos todos de acuerdo, donde se encuentra ese barco- sonrio y volvio a hablar -Como a dicho Aria, cuanto antes acabames mejor- eran un grupo bastante peculiar, por no decir raro.

Así pues, cuando Tomas dijo donde se encontraba el grupo marcho hacía esa dirección, Taro no sabia como sacariamos un barco viejo posiblemente algo roto de ese astillero, y menos aun como seria capaz Tomas de conseguir ese barco gratis, ya que si lo iban a poner a la venta queria decir que no era un simple barco viejo, no sabía lo que estaba tramando el hombre de verde, aun así Taro no pregunto y se limito a seguirlo junto con Aria y Zefiro.

Todos parecían dispuestos a conseguir ese barco, parecía extraño que Tomas quisiera un barco tan antiguo pero era su oportunidad de hacerse con un gran barco sin tener que fabricarlo por si mismo, él les guió hasta la parte donde se encontraba el barco y había custodiándolo tres guardias armados para evitar que fuese robado.

-Bueno chicos, os diré la verdad, ese barco habrá que robarlo, solo hay unos guardias por mi solo no podría derribarlos a todos porque no tengo pistola ni armas así que necesitare que dejéis inconscientes o matéis a los guardias para que yo quite el barco de sus ataduras y a ponerlo en marcha en fin ¿ Seguiréis adelante con el plan?- Mientras decía esto señalaba a todos los guardias que custodiaban el barco para que los demás miembros de esta extraña asociación fueran a atacarles, aunque el estaba cualificado para atacarles no quería arriesgarse a ser herido en aquella contienda, así que solo esperaba a que los demás aceptasen el plan y atacaran a esos guardias tan molestos.

Aria le escucho, por ella no había problema estaba acostumbrada a que siempre le dejaran el trabajo sucio a ella, así que se limitó a encogerse de hombros y acercarse a uno de los guardias, el guardia la miro y sonrió de lado, Aria rodó los ojos y sin pensárselo le dio un puñetazo en el estomago que hizo que el tipo saliera despedido contra el suelo, la joven de ojos negros-rojizos miro a su "grupo"

-¿Me vais a ayudar o acabaré haciendo el todo el trabajo sucio yo? no es que me moleste, estoy acostumbrada, pero un poco de ayuda nunca viene mal y yo feos no le hago a nadie, ne ne Zefi, vamos , vamos...tengo prisa por salir de aquí...

Si, fuera como fuera tenía que salir de ahí pero ya, los marines de la última vez estaban cerca y segura estaban deseando incaler el diente a la pirata cuya cabeza valía tantos dinero, lastima que ella no pensaba dejar atraparse así de fácil, un segundo guardia se acerco por detrás, un fuerte codazo en el estomago y una patada lo envió junto al otro, como hiciera eso sola, le tomaría toda la tarde y no quería desperdiciar su tiempo en aquello...

//Tsk, como tardemos mas ese estúpido marine me pisara los talones y no es bueno, mas con Zefiro aquí cerca, así que tenemos que darnos prisa en acabar con esto//

Escucho lo que el pequeño gnomo irlandés tenía que decirle. Era cierto, donde los llevara encontraran aquello que el les había prometido, era un modelo viejo de barco, pero este modelo había demostrado fiabilidad en todos los clientes. De todas formas, le pareció muy extraño que en aquel lugar solo hubiera tres guardias, eso era que el barco se caía a pedazos, les habían tendido una emboscada, o el dueño no tenía ni el mínimo interés en él. De sus meditaciones le sacó la impetuosa Aria, que se lanzó al ataque sin ninguna premeditación. Zefiro cogió una navaja que había apoyada en un barril próximo y se separó del grupo, no avanzando directamente hacia los enemigos, sino bordeándolos, dejando que toda la atención recayera sobre Aria, avanzando este en completo silencio.

"No parecen muy profesionales, la paliza que les está dando es increíble"

El tercer guardia había sacado una pistola, apuntando a Aria que no parecía haber advertido su presencia. Pero antes de que este pudiera siquiera apretar el gatillo Zefiro le retorció la mano que sostenía la pistola, haciendo que este soltara dicha pistola.

- Nunca se debe atacar a una señorita por la espalda- dijo Zefiro manteniéndole una mirada asesina.

Dicho esto le siguió retorciendo el brazo hasta que un crujido indico que el punto máximo de flexibilidad había sido alcanzado. Tras oír tan esperado sonido, usando la navaja encontrada, le hizo dos rápidos y precisos cortes, uno tras una pierna que le obligó a flexionar la misma, y posteriormente otro en el cuello que puso fin a su sentencia.

Siguiendo a sus nuevos esclav... Tripulantes, llegan hasta en lugar alejado del muelle donde el verdoso le muestra el lugar donde se encontraba su nuevo barco, un astillero escasamente vigilado, únicamente por 3 jóvenes reclutas marines, que holgazaneaban en la entrada y diciendo todo ese discursito de robarlo y demás que no podía derrotarlos.
"Interesante mentiroso, se ve claro que es mas capaz de lo que dice pero me gusta su estilo por ahora, aceptado"

Enseguida la chica-brillante de elegante lencería empieza el ataque dejando fuera de combate a uno de los marines.
"Impetuosa, apresurada y con coraje, perfecto para la fuerza de choque... Además de su cuerpo, aceptada también, solo quedan 2"

El sombrío que vino con la buenorra sigilosamente se mueve para defender a su amiga tomando desde atrás al segundo recluta y degollandolo, esto me intereso mas y me acerco tranquilamente a él que sostenía el cuerpo mientras el tercero observaba horrorizado como su tarea de rutina se transformaba en una pesadilla.
-Un corte limpio, rápido y efectivo, me gusta aceptado tu también- digo tocando, abriendo y examinando la herida mortal (absorbiendo también el alma para agregarla a la colección), me doy vuelta hacia el peliverde -Solo faltas tu, pero será mas adelante que tengo prisa de irme antes de que se de la alarma... Querida me haces el favor?- Eliza ya se encontraba frente al ultimo crió que estas llorando de miedo atravesándole el cuello con su espada y haciéndola girar alrededor decapitando y arrojándome la cabeza cual balón, cosa que la tomo poniéndola bajo el brazo y miro hacia la puerta (también absorbo esta alma).
-Muchas gracias, áhora dejad al otro para que cuente quienes robaron este barco, los DarkLullaby comienzan su reino de terror- Digo esperando frente a la puerta a que alguien la abriera para sacar el barco y escapar.

Parecía que todos en aquel extraño grupo habían cumplido su parte del trato, 'Estas personas parecen muy capaces de asesinar gente, seguro que me serán de utilidad en un futuro', pensó mientras se dirigía a la puerta tras la cual se encontraba la liberación del barco y de la huida de todos ellos, la puerta estaba cerrada con un candado muy simple que logro romper simplemente con su bastón, posteriormente fue a quitarle las cadenas al barco que impedían que se moviera, le costo un poco debido a que eran muy pesadas, pero pudo quitar las cuatro, para su desgracia y la de los demás miembros de su grupo la alarma empezó a sonar, por suerte quito todas las cadenas y lo único que había que hacer es que todos subieran al barco y salieran de allí.

-¡Subid al barco rápido si no os pillaran los marines!- Grito a todos los compañeros para que se dieran prisa si no querían ser capturados por los marines, algo que suponía que no les agradaría nada así que empezó a desplegar las velas para que pudieran empezar a huir lo antes posible.