Ficha de Arsenio Markov

-Nombre: Arsenio "Arsen" Markov.

-Apodo: Príncipe.

-Edad: 18 años.

-Clase: Humano.

-Especialización: Músico/Arqueólogo.

-Banda: Pirata.

-Cargo: Pirata novato.

-Descripción Física:
Físicamente es un muchacho apuesto, tan bien parecido que su galanura le ha ganado el titulo del hombre más hermoso por parte de las mujeres que caen rendidas a sus pies. Suele vestir con ropa cómoda como cualquier joven de su edad. Sus prendas repiten algo en común: el emblema con forma de corona, sea ropa formal o una vestimenta corriente. El logo de la corona incluso se encuentra en su ropa interior. Tiene el cabello de color azul oscuro, es alto, poseedor de hermosos ojos que hacen juego con su cabello y de una sonrisa que deslumbra.

Spoiler:

-Armas: No posee armas, pero tiene una guitarra, que es el equivalente a una espada para un músico (?)

-Descripción Psicología: Aparentemente dulce, calmado y tierno pero en realidad es una persona altanera, vana y superficial que sólo piensa en lo que es mejor para él, olvidándose completamente de las necesidades de los demás y centrándose en conseguir lo que a él lo haga dichoso. No es malo, sólo que por el tipo de vida que llevaba antes de ser pirata se volvió egocéntrico, criado con la idea de que el mundo rotaba a su alrededor. Curtido por la guerra, es un chico fuerte al que ya no le sorprende ver morir a alguien frente a sus ojos. Cuando era pequeño ver sangre lo hacía temblar, pero después de las numerosas guerras civiles que tuvo que presenciar su corazón se volvió insensible. Ha expresado cierto grado de demencia, pero no representa nada grave. Bajo su corraza de hielo se esconde un niño temeroso y pocas son las personas que han podido ver esa faceta suya. Le encantan las rosas. Tiene como uno de sus objetivos volverse un famoso ídolo de la música para que todos lo adoren como un dios y así hacer el planeta mejor… con él como su gobernante, aunque se está sobrestimando demasiado (¿ven la locura?).


-Sueños o metas: Hacer del mundo un lugar más dulce usando una herramienta que el considera infalible, su belleza y sumándose a eso el poder de la música. Pero su sueño más oculto es conocer la verdadera historia.

-Historia:

Nació como el príncipe de un gran reino que encontraba en algún lugar del East Blue, cuya historia termino en una horrible tragedia. De ese reino nada queda… un lugar del que sólo quedan ruinas y los pocos sobrevivientes a las guerras eventualmente murieron por la falta de suministros, ya que los enfrentamientos bélicos convirtieron una progresiva nación en un esqueleto al que ya no le quedaba más carne para roer al haberse agotado todos los recursos. La familia real, la cual no pudo hacer nada para evitar la destrucción de su hogar, al menos se encargó de construirse un buen refugio subterráneo baja la ciudad capital para resguardarse ellos. Una familia compuesta por padre, madre y tres hijos varones, siendo Arsen el tercero y último. El pequeño debía tener unos quince años en ese entonces. Él estaba devastado al tener que vivir rodeado en un mundo tan caótico. A diferencia de sus dos hermanos, los cuales tenían 30 y 26 años y pudieron disfrutar de una infancia y adolescencia pacificas, él no corrió con la misma suerte, ya que los conflictos y la guerras comenzaron cuando él tenía apenas 6 años. Debido a que vivió gran parte de su vida dentro de un castillo/fortaleza, siempre fue ajeno al mundo que detrás del muro principal se encontraba y no fue hasta los 8 años que descubrió la realidad oculta.

La idea de sus padres era mantenerlo ignorante de todo, con la esperanza de que las batallas terminaran. Ellos confiaban fielmente en su ejército, sin embargo ni ellos pudieron combatir a los enemigos que parecían tener fijación con el reino. Diferentes bandas piratas atacaban sus tierras, ya que poseían grandes riquezas. Debido a que el reino de la Isla Markov contaba con una armada de hombres normales, sin capacidades especiales como las de los piratas, aquel lugar era un blanco fácil para los saqueadores. Las cosas perduraron así por nueve años, y entre las peleas y los saqueos la nación se convirtió en un horrendo cadáver del que sólo las ratas quedaban. Cuando el país estaba en ruinas, el joven príncipe intentó reunir a los sobrevivientes y unificarlos en un solo pueblo. Isla Markov, que alguna vez fue una majestuosa nación, había pasado a ser un pueblo no muy grande situado en el lugar en el que alguna vez estuvo la ciudad capital, teniendo como centro las ruinas del palacio perteneciente a la familia real. Los hermanos de Arsenio tomaron la parte de la herencia que le correspondía a cada uno y se marcharon, ya que dudaban que los planes de su hermanito tuvieran éxito. No eran tontos, sabían que esa farsa de pueblecillo utópico no era más que una mentira creada por el príncipe, sonriendo falsamente y aparentando que todo estaba bien cuando, al no tener ya nada su pueblo sólo podría caer en la desgracia y de paso él enloquecer. Las cosas estuvieron bien por dos años y medio hasta que una pandemia azotó la ciudad. Arsenio se encerró en su castillo, desesperado por encontrar la solución mientras todo lo que había hecho se caía a pedazos. Uno a uno los habitantes fueron cayendo victimas de tan horrible enfermedad, sufriendo el mismo desgraciado destino. Sus padres también perecieron al no tener la misma resistencia que el joven Arsenio. El príncipe se volvió, literalmente loco al no tener ya a nadie que lo obedeciera. Caminaba por las calles vacías de su reino olvidado por horas y horas, viendo como las ratas y los perros se encargaban de devorar los cadáveres. Ya no había nada más que animales callejeros y el príncipe moribundo habitando ese infierno olvidado por Dios. Los únicos que visitaban ese desgraciado lugar eran los piratas. Una tripulación pirata, conocidos como el Clan de la Rosa encontró al joven, dándole órdenes a un grupo de ratas, gatos y perros callejeros. Su aspecto era terrible, ya que parecía un pordiosero que lo había perdido todo. Lo único que no había sido mancillado era su nada menospreciable belleza.

Fue llevado al barco de los piratas, el cual era una nave nada convencional y extremadamente lujosa, como un palacio flotante por todas las comodidades que había visto el humillado joven. Le ofrecieron comida, que ni en sueños iba a rechazar, ya que había tenido que subsistir cazando animales salvajes sin mucha carne. El líder de los piratas era un hombre de unos veinticinco años llamado Richard, un hombre apuesto y de abundante cabello rubio rizado. Arsenio comenzó interrogándolo, preguntándole qué era lo que hacía en su reino. El hombre rió desvergonzadamente ante los reclamos del muchacho, ya que le informó que aquellas tierras ya no le pertenecían. Debido a que los últimos dos años Arsenio se aisló a sí mismo y a los habitantes dentro de ese pueblo y sobreviviendo de las migajas que quedaron de la guerra, no se había enterado de que, a pesar de que las tierras habían sido hurtadas, en las entrañas de la misma había minerales y piedras preciosas por montones, convirtiendo la olvidada nación en un territorio minero que comenzaba a ser explotado. Sí, la Isla de Markov pudo haberse salvado de no haber sido por la testarudez de su dirigente y su fobia de querer mantenerlos a todos en esa prisión a la que llamaba el lugar más feliz de la tierra. "Las barreras son obstáculos para el progreso", fue lo que le dijo Richard mientras lo abrazaba.

Richard también le comentó durante su charla que, el motivo para que él y sus piratas se encontraran ahí no era para explotar la tierra, sino que habían ido a rescatarlo a él. No sabían que seguía con vida, pero los rumores de su belleza deslumbrante lo volvían un tesoro andante. Richard quería a Arsenio para él y sólo para él. Estaba alegre de haber encontrado al chico vivo. Arsenio estaba agradecido con él por haberlo hecho entrar en razón pero, al parecer Richard tenía otros planes en mente para el apuesto joven. Le propuso una oferta que no podría negar.

-Oh mi bello muchacho, quiero casarme con usted y por ello he venido a buscarle. Le hago saber que no estoy dándole opciones. Está acorralado. Vea a su alrededor, es imposible escapar. Pero antes de que tenga una reacción estúpida y comience a decir que no puede conceder mi deseo por tonterías de género le diré lo siguiente: lo voy a dejar libre, por cuatro años. No quiero que usted tenga el mismo destino que su nación. Odiaría tremendamente que mi pareja fuera un niño atrapado dentro de este barco sólo para complacerme. Quiero que usted viva y madure. Lo dejaré en una isla “X”, ese será su punto de partida y el lugar en el que nos vamos a reencontrar en cuatro años. Y antes que vaya a declinar mi oferta y elija morir a manos de mis hombres piense bien la próxima cuestión: Usted no tiene nada en el mundo… lo perdió todo, está en la ruina, no tiene ni perro que le ladre. Yo le puedo ofrecer riqueza y lujos, es decir, va a mantener su estatus de príncipe… sólo que uno pirata, por supuesto. Por ello sé que no va a huir una vez que lo deje solito en la isla. Vivir libre como una bazofia o estar rodeado de lujos y tener al mundo a sus pies. No es una difícil decisión, caballero.

Durante toda la plática Arsenio no hizo más que escucharlo hablar. Cuando iba a despreciarlo se dio cuenta de que él tenía la razón. Sólo era un niño y nunca antes había “trabajado”. Era ridículo pensar que alguien como él pudiera mantenerse. Por repugnante que le pareciera la idea, debería casarse con ese sujeto tan raro para tener seguridad económica en el futuro. Precisamente, era capaz de volverse homosexual con tal de tener poder otra vez.

-Buena suerte en su viaje y cuidaos, mí amado Príncipe sin Reino.

Fueron las últimas palabras de Richard tras abandonarlo en Loguetown, una isla de East Blue, no sin antes darle una buena suma de berries para que pudiera estar tranquilo por una temporada. Durante su estadía en ese lugar, la cual fue muy corta, decidió volverse pirata, con la meta de recuperar lo que había perdido. Un sueño un tanto bobo, ya que era muy tarde para hacer algo, pero él cree firmemente que puede logar cualquier cosa.


-Datos extras:

N/a.