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| Comentarios: 10 |
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| Capítulo 7 - En busca del carpintero misterioso, y la aparición de la espadachina del desierto | |
| | Autor | Mensaje |
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Kotaro Pirata
Profesión : Mecanico - Luchador
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Mensajes : 77 Fecha de inscripción : 08/08/2012
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| Tema: Capítulo 7 - En busca del carpintero misterioso, y la aparición de la espadachina del desierto Dom Sep 02, 2012 5:02 pm | |
| . .En busca del carpintero misterioso, y la aparición de la espadachina del desierto La estadía en aquel campo de Fuschia se extendía indeterminadamente, no por gusto de aquel grupo de freaks, sino por la imposibilidad de abandonar la isla, si bien habían logrado llegar a ella por unos botes, ahora la cosa se dificultaba, pues inesperadamente aquella “asociación” había incrementado su número de miembros de la noche a la mañana, hubo una gran llegada de gente que provocaba la pérdida de la razón de Kotaro, pero que a su vez le otorgaban cierta sensación olvidada, era algo imposible de explicar con palabras, pues ni él podía emitir siquiera un comentario amistoso, ni siquiera con el sujeto pelimarrón, quien hizo que aquello fuera posible, ni con la joven sirena, con la cual parecía estar más “unido” pues desde la reunión de aquel grupo, ella era su compañera por excelencia para todo tipo de actividades, desde las compras, hasta la investigación, labor que estaban desarrollando en ese preciso momento, el encontrarse en la búsqueda de persona aquella que permitiera la reparación del navío. Según los rumores de la granja, podían hallar alguien con esas características a las afueras de la isla, en donde se separaba el sector de alto nivel económico, de aquella parte rural. Claro que había algo paradójico, pues lo que marcaba esa línea divisoria era nada más ni nada menos que una clase de basurero, el cual se encontraba infestado de piratas de sueños rotos, montones de chatarra y malhechores. Para su fortuna, el joven se encontraba recuperado, y un poco más animado desde aquel estallido ocasionado hacía días atrás, en los cuales se había unido el más reciente de los integrantes, un joven pistolero de aspecto un poco descuidado, y una forma de ser incomparable, podría decirse divertido, pero para el pelirrojo no era nada más ni nada menos que un fastidio. -¿Y creen que encontraremos algo en este basurero? – el pelirrojo no se mostraba muy interesado en buscar alguna persona, pues estaba en una búsqueda que para él era aun más importante, especialmente en aquel territorio, pues se encontraba en una especie de paraíso terrenal, pues la mayoría de los deshechos eran en parte metal, lo que le serviría para llevar a cabo sus experimentos, pero lamentablemente ni todas las piezas de aquel sector le estaban dando alguna utilidad, pues no encontraba lo que él llamaba la “pieza maestra”. No sabía siquiera si alguien podía vivir en esas condiciones, claro excluyéndose a sí mismo, quien si ya desde un comienzo se había enamorado de la granja, ahora no tenía motivo alguno para abandonar la isla, ni siquiera aquella tripulación le haría cambiar de parecer, pero había un pequeño detalle, pues si tendría que compartir aquel lugar con los posibles habitantes que los rumores decían, no podría ser bueno, pues le llevaría a incontables problemas, lo cual se conjuntaba con otro detalle, pues había un factor que incrementaba su mal humor, debido a que no podía darse el lujo de fumar siquiera un cigarro ya que, gracias a la presencia de su compañera, terminaría ganándose un chapuzón. Motivo que le llevaba a respirar una cantidad de veces superior a lo normal, relajándose pese al ambiente fastidioso, mientras vigilaba que la joven de cabello bicolor no se dispusiese a jugarle alguna de sus bromas. -Creo que lo único que encontraremos aquí será una peste – el desagrado que el muchacho sentía por tener que compartir su nuevo paraíso era imposible de disimular, y aprovechaba cada queja para utilizarla como excusa para entablar dialogo con la muchacha, pues así ocuparía su mente en responderle, y no en jugarretas. Pero lo que el joven no podía percibir a razón de distraer a la chica, era el hecho de que no se encontraban solos, y que aquellas palabras alarmaban a los bandidos del territorio, quienes aprovecharían la situación para hacerse con lo que ambos jóvenes tuvieran a mano, por lo que sin estrategia previa, ni sentido del sigilo, se abalanzaron hacia el pelirrojo y su acompañante.
Última edición por Kotaro el Lun Sep 10, 2012 7:57 pm, editado 1 vez | |
| | | Kaine Pirata
Profesión : Médico - Artillero
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Mensajes : 68 Fecha de inscripción : 09/08/2012 Edad : 29 Localización : Villa de Fuschia
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| Tema: Re: Capítulo 7 - En busca del carpintero misterioso, y la aparición de la espadachina del desierto Lun Sep 03, 2012 12:43 pm | |
| Aquel día el trabajo de aquellos dos compañeros sería buscar un nuevo miembro. Lo cierto es que en realidad desde que habían llegado allí el numero de ellos había incrementado notablemente, y más teniendo en cuenta que ni si quiera eran una banda oficial pues, poco era una banda pirata si no tenían nadie que les buscase por sus fechorías y aventuras. En aquellos momentos eran simplemente un grupo de gente que quería divertirse y realizar sus propios sueños personales, y la joven sirena en cierto modo dudaba de que eso cambiase si se mantenían juntos por más tiempo; Ella no era el tipo de gente que mataba, robaba, o hacia cosas malas, bastante diferente a lo que en un principio eran los piratas. Pero en realidad no era algo que le importase, ella tenía sus propias metas y sin duda, ser la pirata mas malvada no estaba entre ellas.
Según los pocos habitantes de aquella isla podrían encontrar a alguien que supiese arreglar barcos en un lugar más alejado, y como buenos miembros, se habían encaminado al susodicho emplazamiento, aunque en el camino se encontraron con un basurero lleno de chatarra, pordioseros, bandidos, y más chatarra. Aquello no agradaba del todo a la joven que pese a que tuviese como compañero a aquel pelirrojo -Que en más de una ocasión había mostrado ser de confianza- odiaba el no poder hacer nada para defenderse, sobretodo porque no quería que otras personas saliesen heridas por su culpa.
Su rostro se desvió al papel que había entre sus manos, observando dubitativa y ausente, como si comprendiese más bien poco de aquellos trazos que habían dibujados -Está claro que los mapas no son lo mío...- musitó para sí misma mientras suspiraba levemente. Tras aquello su mirada se volvió a desviar hacia su compañero, que en aquel momento preguntaba sobre la veracidad de las palabras de los granjeros -Quizás nos han tomado el pelo...Como no esperen que nos llevemos un bandido- Sus ojos se cerraron unos instantes, acotando con sarcasmo -Me parece que la tienda tiene poca mercancía de calidad- Su mano diestra tomó un poco mas fuerte el papel para de esta manera permitir que sus brazos se entrelazasen, cruzándose entre sí mientras observaba con una mueca a su alrededor.
Tras todos aquellos días de un lado para otro sus piernas se habían fortalecido un tanto, y sus pasos eran mucho más seguros, por lo que ya no tenía tanto problema en esquivar o eludir objetos en su camino, y sin duda podía ir más lejos que antes. No era tan rápida ni tampoco tan ágil de momento, pero al menos ya no era tan torpe ni hacía falta que la llevasen a cuestas. Su compañero una vez más captó su atención, comentando que lo único que podrían encontrar sería una enfermedad, a lo que la joven respondió -Ya la han comprado esos tipos, no tenemos que preocuparnos- Sus ojos azulinos enfocaron a las sombras que se escondían entre los escombros, vigilantes y preparados para hacer frente a aquellos jóvenes, si es que hacían algo que no cuadraba con sus posibles pensamientos. Poco se podía ver de ellos pero su presencia era sin duda real, y lo único reconfortante de la situación era la lejanía de los sonidos y las miradas, que mostraban que de momento estaban manteniendo un buen paso -¿Sabes donde tenemos que buscar? No me gusta mucho este sitio- Sus pasos se aceleraron un poco para colocarse junto a su compañero, aproximándose para evitar sorpresas con aquellos busca pleitos -El anciano me dio esto pero no lo comprendo- Su mano diestra se extendió hacia el joven, más no tuvo tiempo de dárselo pues sus pies tropezaron con algo extrañamente duro y dentado, provocando que su cuerpo se precipitase hacia el suelo hasta caer de bruces. El papel, si el daño de la caída no era ya por si solo suficiente problema, comenzó a volar junto con la brisa apestosa del lugar, elevándose e impidiendo que ninguno de los dos jóvenes pudiese cogerlo -Quiero irme de aquí...- Su tono fue lastimero e incluso como si intentase evitar un pequeño lloro.
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| | | Asenath Ur Pirata
Profesión : Espadachina/Navegante
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Mensajes : 7 Fecha de inscripción : 31/08/2012
| Tema: Re: Capítulo 7 - En busca del carpintero misterioso, y la aparición de la espadachina del desierto Lun Sep 03, 2012 6:29 pm | |
| El día no había alcanzado su máximo de apogeo por lo que el sol no se mostraba bravo aun, más en pocas horas alcanzaría su altura de dominio que arremetería contra las almas que deambulaban entre aquel basural de metal, una brisa que acarreaba un pútrido aroma daba un extraño frescor que llenaba de repugnancia a cualquier ser con un mínimo de cordura o respeto por si mismo. Un deprimente tono gris y oxido comenzaba a predominar donde algunas hierbas salvajes se asomaban, entre aquella mugre predominante era donde se refugiaban los vándalos, pese a que no se los podía ver sus miradas se podían sentir sin problema alguno. No muy lejos de donde se encontraba parecía emerger una precaria ciudad o algo por el estilo lo que lógicamente la llevaría a encontrar una forma de salir de ese triste y asqueroso páramo.
La joven dama de oscura cabellera había estando errando en aquel asqueroso paraje por algunos días luego de que la hubiesen dejado en las costas del otro lado, pese a que lucia completamente llamativa con un traje tan delicado y que no simulaba ser pirata sino todo lo contrario le llevo a enredarse en varias disputas por lo que la blancura de sus telas se mostraban levemente sucias, sus zapatos poseían el polvo suficiente como para dar a ver que llevaba tiempo deambulando. Su cabellera era mecida por aquella desagradable brisa que de tanto en tanto arremetía contra su cuerpo, despeinandola apenas lo necesario como para que se detuviese a arreglar el desorden. La silueta de aquella fémina de contonreado cuerpo dejaba sobresalir un enorme cuerpo que cargaba en su espalda que, viese como se lo viese, daba a entender que se trataba de una enorme y peculiar arma, una especie de vaina de cuero rígido envolvía el peligroso filo dejando a notar la empuñadura de una exquisita decoración de azules y dorados. Todo en ella parecía hacer juego el blanco de sus ropas hacia contraste con su pálida piel, el negro de sus botas largas con su cabello el dorado de los detalles con aquella arma, incluso el azul de la misma compartía juego con el adorno de su cabello y broche en el pecho, lo único fuera de lugar era el intenso verde de sus orbes y aquel parche que ocultaba una vieja herida.
Se detuvo abruptamente por ultima vez, observando sin apuros su redor en busca de algo que diese indicios de que iba en la dirección correcta tomando de una abertura de su prenda, de la zona del busto más exactamente, una pequeña caja redonda de dorado color que curiosamente hacia juego tanto con su vestimenta como con aquel voluminoso cuerpo que cargaba. Se trataba de no más que una brújula a la cual estudiaría por algunos minutos para luego ser interrumpida inesperadamente por un papel que, de la nada, se arremetería contra su rostro, obviamente acarreado por esa molesta y fétida brisa que le quitaba toda su paciencia.
-Pero.... ¡¿qué demonios?!
Una exclamación que sonó más aun gruñido que una queja escapo de sus suaves labios, libero su rostro de aquel invasor trozo de papel, dejando ver un semblante para nada amigable y completamente molesto. Al tomarlo noto que se trataba de una especie de viejo mapa que mostraba aquella horrible isla, algunas cruces marcaban los lugares de esa decrépita ciudad y sus alrededores haciendo que ladineé su cabeza de manera curiosa. Miro por sobre su hombro al oír un lejano griterío o algo semejante por parte de una muchacha, ignorando que sea la dueña o no, siguió buscando a su alrededor al dueño del maltratado papel pues le venia muy bien, deseándolo para sí sin importar el precio ya que no lo compraría... | |
| | | Kotaro Pirata
Profesión : Mecanico - Luchador
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Mensajes : 77 Fecha de inscripción : 08/08/2012
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| Tema: Re: Capítulo 7 - En busca del carpintero misterioso, y la aparición de la espadachina del desierto Lun Sep 03, 2012 8:21 pm | |
| La joven acompañante del pelirrojo no dudaba en demostrar su desagrado respecto al lugar, aunque el chico pensaba que era más que nada por las personas que lo habitaban, ya que podía percibir aquella repugnante forma de ser, solo con ver las miradas que les dedicaban, pero fuese cual fuese el motivo no podrían partir de allí solo por su disgusto, pues a pesar de encontrarse en una pila de magníficos elementos para trabajar, no lograban dar con el objetivo principal, el cual constaba en hallar cierta persona que podría serles de ayuda, lo que les llevaba a dudar aun más sobre las pistas otorgadas, incluso la joven muchacha lo exteriorizaba mencionando que todo aquello había sido para verles la cara, el pelirrojo no pudo coincidir con aquel comentario, pues se encontraba ahora arrodillado escarbando entre los escombros, en busca de alguna pieza, o el cuerpo de aquella persona, en caso de padecer un entierro prematuro.
Sin éxito alguno, el muchacho continuó con aquella búsqueda en diferentes sectores del basural, cada paso que daba la joven abría un nuevo camino hacia su valiosa pila de basura, lo que conllevaba el perderse ante sus ideas, y por ende perder a su compañera de vista por contados minutos. Era un peligro dejar al muchacho allí, pues era sencillo para él distraerse, pero ¿qué más se podría hacer? Podía oír la voz de su compañera, eso sí. Pero resultaba casi imposible para él el mantenerse al tanto, o siquiera junto a ella por un gran lapso de tiempo, lo que terminaba ocasionando que ninguno de los dos mantuviera una conversación de más de unas pocas frases.
Lo próximo que el joven notificó fue la caída de su compañera, quien acarreaba las especificaciones para lograr alcanzar el punto exacto de encuentro, y lo único que le había alertado había sido el estruendoso impacto provocado por la caída, pues hasta podía oírse el caer de un alfiler en aquel basural, debido a la incontable cantidad de escombros sueltos. -¿estás bien? – interrogó el muchacho inmediatamente, mientras alzaba su cabeza por sobre aquella pequeña pila que había alzado de repuestos, parecía un niño haciendo castillos de arena, solo que esta vez los realizaba con trozos de metal.
Sin dudarlo abandonó aquel estratégico punto para reunir accesorios, y se dirigió hacia su compañera, solo para divisar el alzar vuelo de aquella hoja de papel, el viento parecía guiarle en forma de espiral apartándoles de todo tipo de alcance posible para aquel par, ergo no hubo tiempo de lamentar la pérdida, pues las palabras de su compañera hicieron al pelirrojo divisarle fijamente, sus gafas se alzaban en alza, debido a estar enfocando su vista en las “excavaciones” por lo que claramente podía divisar aquella mala postura de su compañera, mientras extendía ambas manos hacia ella, en un intento de lograr que volviera a mantenerse en pie. ”¿Bromeas? Este sitio es estupendo” es lo que el muchacho hubiera argumentado, sin razón válida alguna para la joven, motivo por el cual mantuvo esas palabras en su mente, para acotar algo un poco menos “desubicado” -Solo debemos darnos prisa, cumplir la misión y ya saldremos de aquí – intentó forzar una sonrisa para calmar a la joven, pero solo consiguió gesticular una especie de señal burlona.
Si bien, las cosas no estaban saliendo del todo bien aquel día, había algo que empeoraba las cosas, pues una exclamación se logró oír desde la nuca del joven, quien aguardó hasta notificar si su compañera podía mantenerse en pie, para voltearse y divisar como una silueta femenina se encontraba paseando por el lugar, en posesión de nada más ni nada menos que un papel arrugado, con las mismas características que aquel que había realizado su abandono minutos atrás.
No podía confirmar si aquella era o no la única pista con la que contaban, pero no costaría nada el confirmarlo, por lo que instantáneamente se encaminó hacia la dirección de aquella mujer, mientras con su mano sujetaba la de la joven sirena, tironeando de ella una vez más para que estuviera tras de él, era ya como un acto automático para no perderle. -¡Disculpe! – exclamó el muchacho, en un tono un poco alto para que aquella joven pudiera oírle, sin importar siquiera si alguien más lo hacía. Lo único que contaba era llamar su atención, al menos para que se detuviera el tiempo suficiente como para que ellos dos, en su pequeña carrera, pudieran aproximarse a ella.
Grave error en realidad, pues al aproximarse a aquella joven mujer, el pelirrojo se detuvo ipso facto, observándole de pies a cabeza un tanto sorprendido, quizás la mujer, pese al estado de sus ropajes, no encajaba con el lugar, quizás era curioso ver una fémina con un parche en el ojo, o quizás había algún otro detalle por parte de ella que marcaba en el muchacho cierto quiebre de su estabilidad normal. -S..son... muy grandes... – el tono de su rostro cobró una coloración aun más poderosa que la tonalidad de su cabello, mientras su mirada se desviaba rápidamente hacia otro sitio, como si estuviera a punto de ver al sol directamente, su mente no podía volver al motivo que allí le había empujado, pues cada que intentaba formular frase alguna, no podía evitar sentirse “disperso” en la conversación. Lo cual reducía las posibilidades de entablar conversación alguna, aunque tampoco había algo que él pudiera acotar. Si bien normalmente no era del tipo de persona que se enfocara en eso, había algo que era extrañamente curioso para él, pues si bien no era un sujeto muy sociable, había visto mujeres en su vida, pero ninguna con una “figura tan marcada”.
-K...Kaine... El papel... – Entrecortadamente, el muchacho alzó una de sus manos, señalando a la mujer que tenían en frente, procurando no observarle, intentaba recobrar su fascinación por las piezas de metal que le rodeaban, pero había algo que poderosamente no le permitía concentrarse, pues sentía su rostro afiebrado, nublando sus pensamientos, enfocándose únicamente en cómo superar aquella “incómoda” situación.
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| | | Kaine Pirata
Profesión : Médico - Artillero
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Mensajes : 68 Fecha de inscripción : 09/08/2012 Edad : 29 Localización : Villa de Fuschia
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| Tema: Re: Capítulo 7 - En busca del carpintero misterioso, y la aparición de la espadachina del desierto Mar Sep 04, 2012 5:44 am | |
| Su desafortunada caída parecía haber movilizado un tanto a aquellas sombras, seguramente desconfiaban de cualquier movimiento extraño y sin duda, aquel no había sido muy "correcto", aunque seguramente las quejas de la muchacha habían apaciguado cualquier intento de atacar o defenderse. Estaba claro que no lo había hecho a posta, y sus rodillas podían confirmarlo. Su compañero pelirrojo preguntó por su estado pero esta no respondió, sino que simplemente tomó sus manos para ayudar a levantarse, escuchando lo que a continuación acotaba -Ni si quiera sabemos como "cumplir" esa misión"- Su tono de voz había sido áspero y sus ojos confirmaban su estado de ánimo, que sin duda acababa de mermar por aquel dolor en sus rodillas, pies y el hecho de que la única ropa con la que contaba ahora estaba manchada y desprendía olor a putrefacción. Sus manos comenzaron a sacudir la vestimenta en un intento de quitar las manchas mas superficiales pero no hubo suerte, aquel sin duda no era su lugar, y estaba claro que pese a ya poder andar con una alta normalidad el hecho de que hubiese tantos objetos de por medio no iba a ser un aliciente a que mantuviese la estabilidad.
Al parecer no hubo mas respuesta ni preocupación por el pelirrojo que tras un sonido tomó la mano de la joven y comenzó a tironear. Ella le dirigió una mirada desafiante mas su preocupación se volvió a dirigir hacia sus pies, al igual que sus ojos, intentando esquivar todos los objetos mientras seguía el paso impuesto por aquel chico en una pequeña carrera. Sus piernas se movían un tanto torpes, pero en aquel camino al parecer no había tantos objetos inútiles y consiguió mantenerse en pie hasta que su compañero se detuvo, momento en el cual la joven se deshizo del agarre con violencia, apartando su mano y volviendo a dirigirlas hacia sus rodillas, limpiando las pequeñas heridas y observando el pequeño raspón producido en la ropa.
Las palabras volvieron a escucharse por parte del joven, acotando un "muy grandes" que la joven confirmó al elevar su mirada, momento en el cual elevó una ceja y su espalda se irguió -¿Que eres carne fresca para prostitutas? ¡Por dios!- Sus ojos observaban como el rostro de su compañero adquiría una tonalidad rojiza. Supisró y su mano tomó un pequeño libro que solía guardar, golpeando con el dorso la cabeza del muchacho, suficiente para hacerle daño pero no para provocarle herida -Kaine chop- Acotó en un intento de despertarle de aquel estado que la joven no comprendía.
Como sus palabras no tuviesen efecto una vez más el pelirrojo acotó con nerviosismo sobre el papel, a lo que la joven volvió a suspirar y se acercó a la mujer que había frente a ellos, tomándole el papel de entre las manos -Gracias, es nuestro- acotó mientras le tendía el papel al joven, finalizando -Si vas a querer algún tipo de servicio mas de ella, tu pagas, y yo me vuelvo a la playa, no estoy dispuesta a correr riesgos contra esos que nos observan- Soltó el papel cuando él lo tomó y sus brazos se cruzaron entre sí, esperando la respuesta afirmativa para volver al mar y terminar de manera fácil aquella "misión".
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| | | Asenath Ur Pirata
Profesión : Espadachina/Navegante
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Mensajes : 7 Fecha de inscripción : 31/08/2012
| Tema: Re: Capítulo 7 - En busca del carpintero misterioso, y la aparición de la espadachina del desierto Miér Sep 05, 2012 5:09 pm | |
| En su poder yacía aquel trozo de mapa que poca información aportaba pero escasamente útil le llegaba a ser, aún no sabía su destino pero en él podría buscar una guía que llevase hacia tierras mejores y la sacase de ese hediondo chatarral. En la palma de su mano reposaba aquella ovalada brújula de dorada cubierta similar a un reloj de bolsillo, presionó un borde que haría que éste se abriese y dejase a la vista a la pivotante aguja que rápidamente le marcaría el norte moviendo su cuerpo en la misma dirección a la que aquel aparato apuntaba, mientras ello hacia ignoraba completamente el hecho de que los dueños de aquel maltratado papel se acercaban prepotentemente hasta que a su lado llegaron. No se inmuto de que a su lado estuviesen pues dos niños eran, pero que al hablarle no pudo evitarles por demasiado tiempo observo por sobre su hombro a ambos individuos, un niño esbelto de rojiza cabellera y una niña de delicada figura, la exclamación del primero fue lo que capturo su atención en buenas y primeras. Antes de queja alguna emitiese por tal descortesía por parte del menor éste murmuro nuevamente en un tono más bajo algo que encrespo hasta los finos cabellos de su nuca.
-¿Qué has dicho insolente escoria?
Un despectivo tono de voz escapaba de aquellos pálidos y prisioneros labios, más el siguiente acto desataría la hostilidad de la mujer, la muchacha que acompañaba al pelirrojo juzgó sin razón alguna a su figura por como lucia, acto seguido de arrebatarle aquel maltrecho papel que parte se quedaría en una de sus manos debido al brusco movimiento que intentaba arrancarle de su poder para luego entregárselo al insolente. Chasqueo la lengua contra su paladar en un acto reflejo de enfado casi, a la vez que se movía de aquel montículo de basura y porquerías en el que se había estado posando en son de querer tener una mejor vista panorámica, para quitar cualquier distancia entre los bribones, mientras cerraba sonoramente aquella preciada brújula que cargaba y prontamente colgaría en su cuello
-¿Acaso su ignorancia les priva el poder ser corteses, malcriados? Ahora, devuélveme el papel que me quiero largar de aquí y así poder continuar cada cual con sus vidas!
Trato de mantener la calma ya que de dos niños se trataba, pero no podía evitar el tener un tono tan cortante ya que en aquel lugar la gentileza o dulzura corría peligro y sin duda alguna su guardia no bajaría ni en presencia de los dos infantes. Miraba de soslayo a la frágil fémina que frente a ella se encontraba pues, curiosamente, era la única que en aquel momento merecía su preocupación ya que el masculino sumido en sus pensamientos se encontraba al parecer, dejando pasar su falta de hacía unos momentos nada más. | |
| | | Kotaro Pirata
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Mensajes : 77 Fecha de inscripción : 08/08/2012
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| Tema: Re: Capítulo 7 - En busca del carpintero misterioso, y la aparición de la espadachina del desierto Jue Sep 06, 2012 1:07 pm | |
| Ni bien pusieron un pie en la terminal de Gray, las cosas parecieron cambiar completamente, pues el joven se mostraba fascinado por el ambiente, ya no criticaba tanto, a diferencia con lo que frecuentemente lo hacía, pues su tiempo se lo pasaba sumido buscando piezas de colección entre los montones de basura, a su vez que la joven sirena se mostraba aun más agresiva, ejemplo que se denotó con mayor intensidad ante sus comentarios en cuanto ambos jóvenes se cruzaron con una mujer tras el extravío de la pieza de papel, que resultaba su única pista para hallar aquella persona por la cual todo aquel recorrido había dado inicio.
Más no solo eso parecía novedad, pues por primera vez se había denotado la “debilidad” del muchacho ante aquellas diferencias corporales que jamás había llegado a apreciar en su vida como “ermitaño” pues había dado un vuelco mayor al visualizar a la joven, teniendo que desviar su mirada de ella ante el prominente busto que poseía, si bien él se jactaba de ser repelente ante la gente ahora las cosas habían cambiado, pues su mirada era la cual caía víctima del rechazo al no poder visualizar a la muchacha con aquel intenso tono rojo que en su rostro se había ubicado.
No obstante, aquel detalle que le mantenía sumido en sus pensamientos no nublaba su audición, siendo capaz de percibir como aquella reacción, tanto por su parte como de su compañera, no había agradado del todo a la joven espadachina. Remarcándole a él como insolente, encima las cosas no parecían hacer nada más que empeorar, pues a pesar de la nula visión del joven, podía percibir como la sirena se había enfocado en el papel, tal y como él le había dicho, enunciando cierta gratitud sarcástica, pues su tono no representaba la calma y amabilidad que enunciaba, al menos para con los de la tripulación.
Sumado a aquello, cada frase que la sirena enunciaba no hacía más que echar más leña al fuego, incluso en comentarios que iban hacia su compañero, lo que incomodaba aun más la situación. Estaba en medio de una clase de discusión que tampoco comprendía del todo cómo era que había surgido, pero no tenía intensión de perder el tiempo, por lo que con su cuerpo señaló hacia la mujer del parche, pese a que su mirada se enfocaba en el suelo, comenzó a enunciar -El papel es nuestro, y sinceramente lo necesitamos en este momento. – al mantener su mente apartada de lo sucedido previamente y sumando al poco agrado que las palabras de la joven le habían dado, el chico logró recobrar aquella compostura más fría. -Por lo tanto, sugiero que te hagas a un lado y nos dejes seguir con nuestra labor, a menos que estés dispuesta a guiarnos en este laberinto – no enunciaba mucho lo que estaban buscando, ni tampoco veía sentido al tener que hacerlo ante una desconocida, más si se había desubicado o no con su comentario al inicio, jamás pediría disculpas, pues tampoco aquello se hallaba en su naturaleza, motivo por el cual giró su cuerpo una vez más, alzó un poco la mirada, y aguardó por una respuesta, a pesar del choque anterior, aun podrían sacar ventaja si es que aquella mujer conocía aquel escenario.
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| | | Kaine Pirata
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Mensajes : 68 Fecha de inscripción : 09/08/2012 Edad : 29 Localización : Villa de Fuschia
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| Tema: Re: Capítulo 7 - En busca del carpintero misterioso, y la aparición de la espadachina del desierto Vie Sep 07, 2012 6:40 am | |
| Toda aquella situación parecía empeorar y empeorar, más no por ello los ánimos de aquellas dos mujeres parecían dejar espacio para la comprensión pues aquel genio malhumorado también fue por parte de aquella mujer que, refiriéndose al compañero de la joven sirena, acotó un “insolente” y el tono de su voz era sin duda de desprecio. De todas formas aquel chico pelirrojo parecía seguir ensimismado en aquellos pensamientos que la muchacha de mirada azulina no entendía, provocando un suspiro por parte de la misma y un movimiento por su parte para tomar aquel papel que la mujer les había arrebatado, aunque seguramente ni si quiera fuese esa su intención. Aquel maltrecho papel, para desgracia de todos los allí presentes, se partió a la mitad cuando la sirena lo intentó tomar de las manos de la mujer, más no por ello se evitó el entregárselo a su compañero que reaccionó señalando a la pelinegra mientras acotaba una vez más sobre la pertenencia de aquel papel. Tras aquello también comentó que la mujer debía apartarse, o si no tendría que guiarles por aquel laberintico lugar.
Pese a aquellas palabras la joven sirena estaba en aquel momento centrada en las que había dicho la mujer con anterioridad, pensativa unos instantes, hasta que de improvisto su manos se juntaron entre sí como si fuese a rezar con los puños cerrados y se colocó frente a ella, acotando con los ojos iluminados -¡¿Tu sabes salir de aquí?!- Su malhumor parecía haber desaparecido con la idea de poder salir de allí; Ella poco entendía de aquel papel pero aquella mujer había acotado que era necesario, por lo que seguramente conocía sobre eso.
De todas formas aquel encuentro no había sido demasiado amistoso por lo que se separó un poco para colocarse junto a su compañero, volviendo a mostrar una expresión pensativa -Si nos ayudas a salir de aquí te entregaremos la parte del papel que ahora tenemos nosotros, supongo que el papel cuenta cuando está entero, y ahora no te servirá de nada- Hizo una pequeña pausa, desviando su mirada hacia el chico pelirrojo -Será un buen trato para todos- Su sonrisa había desaparecido, esperando la respuesta por parte de aquellas dos personas.
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| | | Asenath Ur Pirata
Profesión : Espadachina/Navegante
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Mensajes : 7 Fecha de inscripción : 31/08/2012
| Tema: Re: Capítulo 7 - En busca del carpintero misterioso, y la aparición de la espadachina del desierto Vie Sep 07, 2012 1:24 pm | |
| Entrecerró su única orbe visible, mirando a ambos jóvenes para luego detenerse en el muchacho de rojizos cabellos atenta ante las palabras que pronunciaba sonriendo ladina ante el último comentario pues pudo notar que ambos necesitaban salir de aquel lugar tanto como ella quizás, la única cualidad e común que tendrían ya que la falta de modales de ambos era abrumadoramente alta al ver que no presentaba arrepentimiento alguno por su falta reciente hecho que haría tomarle cierto desagrado, notorio en aquel pálido rostro. Sus labios se abrirían para darle una brusca respuesta pero antes de que eso ocurriera la muchacha de curiosos movimientos tomaría posición junto al pelirrojo y emitir la misma intención que aquel había propuesto. Se cruzándose de brazos, observando por algunos momentos a ambos muchachines y volviendo su rostro para ver a su alrededor notando como la atención en ellos tres parecía hacerse mayor por los vagos que rondaban el lugar, aprovechando los restos que allí había como si aves de rapiña fuesen en busca de carroña. El tiempo se comenzaba a hacer cada vez más precioso, en el atardecer era donde los cazadores salían y la situación cambiaba y si de allí deseaba salir debería de aprovechar cada segundo pues lejos de su destino e encontraban.
-Insinúan qué solo poseen el mapa más no saben leerle?!
Musito con una leve carcajada al final, una suave risa que duraría tan solo algunos segundos con una ladina sonrisa que se dibujaría en su rostro, su mirada se mantenía en la sirena ya que el joven se rehusaba a verle, alzó su diestra para ocultar aquella sonrisa y risa y, a su vez, con la diestra que sujetaba aquel trozo de papel volvió a tomar su brújula y abrirla, ésta nuevamente pivotaría en busca del norte geográfico. Luego de aquel pequeño lapso en que eso ocurría volvió su vista a ambos menores, mirándoles nuevamente con un aire de superioridad pues claramente la ventaja estaba a su favor con lo poco que había podido ver, lo cual no fue mucho, sabía en que dirección encontraría la playa y, por ende, el muelle. Aunque si bien sabia la dirección no estaba completamente segura, el metal del basural en que se encontraban afectaba la dirección de la brújula e interfería en poder tener un veredicto completamente cierto y final.
-No me gusta rodearme con extraños, como sé que no es otra su intención... en esta tierra solo he encontrado problemas y mentiras. El aceptar y dejarme llevar seria demasiado de ingenua de mi parte...
Desafortunadamente esa era la realidad del lugar, nadie allí poseía buenas intenciones o ello creía ella, vagos y vándalos que merodeaban las tierras arrasando con las personas que se encontraban por allí incluso con varios en su camino se había encontrado hecho por el cual sus prendas se veían algo sucias lo que le producía de a momentos deseos incontenibles de salir de allí y encontrar un buen hotel donde poder bañarse y asearce. El día continuaba transcurriendo y el sol comenzaba a moverse de a poco dando prontamente el fin de la mañana y comienzo del medio día, donde la hora más abrazadora comenzaría a asomarse haciendo que su decisión se viese de una pronta respuesta más no daría alguna hasta no ver ninguna señal de confianza de ambos niños. | |
| | | Kotaro Pirata
Profesión : Mecanico - Luchador
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Mensajes : 77 Fecha de inscripción : 08/08/2012
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| Tema: Re: Capítulo 7 - En busca del carpintero misterioso, y la aparición de la espadachina del desierto Vie Sep 07, 2012 3:15 pm | |
| Tanto la sirena como el joven pelirrojo parecían compartir en aquel momento el deseo de finalizar la misión, pues no solo el muchacho había dado alusión de ello, sino que la chica de cabello bicolor también lo había expresado, como una interrogante por cómo podrían salir de allí, una alianza parecía ser lo mejor, especialmente si ambas partes parecían buscar algo del otro, pero cierta debilidad se hizo notar por aquel par, al no solo delatar su afán por salir, sino también su incapacidad por descifrar lo dibujado en aquel pequeño trozo de papel maltrecho.
Detalle bien percibido por aquella mujer del parche, la cual demostraba su sorpresa al alterar su tono entre una interrogante y una exclamación, no parecía ser algo realmente útil, según el joven de google pensaba, pero tampoco valdría la pena ocultarlo, motivo por el cual dejó salir un leve suspiro -De no ser así, no estaríamos solicitando ayuda – sus ánimos se apagaban poco a poco, la situación era aun algo tensa, y ninguna de las partes parecía ceder.
La joven sirena se aproximó un poco y formuló nuevamente aquella petición pero en manera de un trato, a lo mejor así adquirirían aquella ayuda que solicitaban, pero no todo salía como lo planeaban, pues la muchacha aun se mostraba reacia a colaborar, sería un caso perdido, pues no contaban con la ayuda de ella, e incluso ahora habían perdido parte de aquel “mapa” lo cual le daba la desventaja al par, más eso jamás detendría al muchacho, pues aun con el mapa en una pieza, les sería inútil, por lo que guardó aquel trozo de papel en su bolsillo y reanudó la caminata hacia el sendero a su diestra. -Bien, supongo que no podemos hacer mucho más aquí, será mejor apresurarnos antes de tener que montar un campamento. Con o sin mapa, ya nos las apañaremos, lo importante es avanzar, y aquí solo perdemos el tiempo. – Las manos del joven se posicionaron a la altura de sus hombros, mientras su cabeza negaba un par de veces, no le gustaba mantenerse a la desventaja, pero mucho menos rogar por la ayuda, lo cual le llevaba a tener que confiar únicamente en la muchacha de cabello bicolor.
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| | | Kaine Pirata
Profesión : Médico - Artillero
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Mensajes : 68 Fecha de inscripción : 09/08/2012 Edad : 29 Localización : Villa de Fuschia
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| Tema: Re: Capítulo 7 - En busca del carpintero misterioso, y la aparición de la espadachina del desierto Lun Sep 10, 2012 3:30 pm | |
| Al parecer aquellas emociones y palabras expresados por la joven sirena eran un tanto “graciosos”, pues aquella mujer comenzó a reír mientras le observaba con una ceja levemente elevada, extrañada por aquella reacción por su parte y por sus palabras, ya que acotaba que tenían un mapa y no sabían leerlo, y en cierto modo aquello no era algo raro, y menos para un ser que venía de una burbuja submarina. De todas formas la sirena se apartó y posicionó junto con aquel pelirrojo, escuchando como aquella mujer finalizaba con un comentario de negación a la propuesta de la muchacha.
El primero en responder fue su compañero, comentando una obviedad hacia la mujer y después guardando aquel trozo de papel una vez más, mientras comenzaba a avanzar hacia algún otro lugar desconocido y finalizaba con un comentario sobre ellos. La sirena suspiró una vez mas y sus ojos se mantuvieron unos instantes en la mujer, comentando -No hace falta que tengamos que ir como compañero, solamente es un intercambio de datos. De todas formas sin nuestro trozo de papel tu tampoco podrás salir de aquí, al igual que nosotros por no tener el que tu posees ni tus conocimientos- Esta vez su voz sonó en un tono desesperanzado, aunque se mantuvo quiera a la espera de la ultima respuesta de la mujer.
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| | | Dorado Pirata
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Mensajes : 8 Fecha de inscripción : 31/08/2012
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| Tema: Re: Capítulo 7 - En busca del carpintero misterioso, y la aparición de la espadachina del desierto Lun Sep 10, 2012 8:33 pm | |
| Solté algo parecido a un gruñido combinado a un ronquido, la ligera brisa acarició mis manos que colgaban del árbol y empecé a murmurar cosas sin sentido, desde martillos, hasta comidas y otras cosas que quizás no se podían clasificar fácilmente; murmuraba mientras dormitaba plácidamente en la rama gruesa de un árbol; la rama y sus congéneres me tapaban la brisa, para que no llegara demasiado fuerte y de paso me cubriera para que alguna persona no me molestara en medio de la siesta. Gruñí. Uno lejano rumor llegó a mis oídos, eran gritos, bueno, no me molestaba tanto, ni estaba tan consciente como para ponerles atención ni tampoco iba a ponerle atención a la mínima discusión que fluyera a mi alrededor, allí solían haberlas de todo tipo, no había que molestarse ni perturbar el delicioso sueño por aquello. Un grito más fuerte, parecido a un insulto me hizo despertar, no del todo, pero me hizo entre abrir los ojos. Gesticulé una especie de gruñido combinado con un bufido ¿a quien carajos se le ocurría estar pegando gritos tan temprano en la tarde? Era hora de la maldita siesta como para estar pegando gritos. Los ojos algo rojos esta vez se abrieron por completo y un rostro de disgusto se me dibujó en la cara. —Grbrbgrbr... La espalda algo adolorida por haberme acomodado en un rama fue la primera en avisarme que ya me había despertado, y el paisaje de hojas con pequeños agujeros de cielo fue lo segundo. Aún adolorida me moví a la derecha para acomodarme mejor y seguir durmiendo. O quizás no. Solté una maldición cuando mi cerebro se dio cuenta que no estaba en una cama ni en el suelo, si no en la rama de un árbol, cerca de la Grey Terminal; abrí los ojos de par en par y empecé a forcejear en el aire para agarrarme de algo, la sensación de caída era algo aterrador. Entre cosa y cosa logré agarrarme de una rama nueva del árbol, quizás una liana, quizás simplemente una rama, no repare en ello mucho tiempo dado que se despedazó. —Nooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo Maldije para mis adentros mientras intentaba pensar en cosa de mili segundos, clave las uñas en la tierra frente a mí y puse los pies intentando poder agarrarme de algo, quizás suavizase la caída y a lo mejor la detenía, pero la esperanza no me duró mucho, se me saltó un zapato y sentí como una uña se me había levantado. Me solté de nuevo y está vez, con mucha más precisión me sostuve de un objeto metálico en forma de "T". Suspiré aliviada, pude ver no muy lejos mi zapato encima de una pila de cosas malolientes, y uno de los dedos me sangraba, faltaba gran parte de la uña. —Uff...—exclamé mientras veía la altura de allí hasta el suelo, era bastante, aquel objeto era muy alto y casi me mareaba la altura que había desde él y hasta el suelo; trepe hasta la parte central del objeto del cual colgaba y me deslicé suavemente por su estructura circular, bajé a tierra. Miré alrededor. Levanté un poco los ojos y las cejas ¿donde carajo estaba? Miré angustiada a mi alrededor, solía vagar por aquellas zonas, pero no por allí en concreto, de todas formas no había donde quejarse, estaba viva y era una combinación de milagro-suerte e instintos felinos. Solté un suspiro. | |
| | | Kotaro Pirata
Profesión : Mecanico - Luchador
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Mensajes : 77 Fecha de inscripción : 08/08/2012
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| Tema: Re: Capítulo 7 - En busca del carpintero misterioso, y la aparición de la espadachina del desierto Lun Sep 10, 2012 9:32 pm | |
| La decisión estaba tomada, si no podrían obtener la ayuda necesaria mejor sería avanzar por su cuenta, pero incluso aquello parecía sentarle mal a su compañera, pues el pelirrojo pudo notar por sobre su hombro como aquella chica de cabello bicolor intentaba hacer entrar en razón a la joven del parche, podría sonar lógico, pero habían detalles que la muchacha parecía obviar, y aunque formaría parte de “perder el tiempo” el pelirrojo intentó no dejarlos pasar por alto, en un intento de hacer cambiar de opinión a la muchacha. -Precisamos su ayuda para movernos aquí, de poder ayudarnos, podría salir cuantas veces quisiera del sitio sin necesidad de un trozo de papel, por lo que si puede ayudarnos aquí, no nos necesita, por otra parte. Si llegara a precisar el papel para salir, significaría que su valor como guía sería nulo, por tanto perdemos nosotros nuevamente – el tono del muchacho se hallaba cansado ya, tanta discusión le había consumido su paciencia, y nuevamente su mente pensaba en el tiempo perdido, por lo que amagó una vez más a abandonar aquel terreno, llevando a cabo un par más de pasos, mientras distraía su mente con vistazos oscilantes entre las pilas de basura que se encontraban aledañas.
-Si tan solo pudiéramos crear una pila lo suficientemente grande como para desde allí visar en donde nos encontramos... – los pensamientos del chico parecían reflejarse en voz alta, detalle que carecía de importancia para él, ya que aquello no cambiaría el hecho de permanecer mal posicionados. Era increíble, aun con sus habilidades como mecánico, no podía diseñar nada en aquel terreno, y no por la dificultad en el ensamblaje de las piezas irregulares, sino por su falta de instrumentos, mal día había sido para dejar su pequeño estuche de herramientas.
La inspección dirigía al muchacho a separarse un poco más de sus jóvenes acompañantes, podía intuirlo pero no gracias a la vista, sino a sus oídos, pues no lograba escuchar la conversación que habían estado llevando a cabo hasta hacía minutos, lo cual también podría desembocar en diversos motivos, una separación, una tregua silenciosa, o el mismísimo hecho de que él mismo resultara perdido, variantes que flotaron en su mente, con la misma importancia que el haber reflejado sus pensamientos minutos atrás, incluso si los tres se hubieran dividido, no habría forma de que pudieran salir, lo más plausible sería hallar alguna clase de guía, uno eficiente, o quizás un vehículo, pero ¿qué clase de construcción móvil resultaría apta para aquel mundo cachivache?
Un suspiro se despidió desde los labios del muchacho, llevándole al deseo de tomar un nuevo cigarro, pero como buena mascota castigada ya había aprendido la lección “jamás fumes cerca de Kaine” pues ya en contadas ocasiones había resultado una mala idea, limitando al muchacho a dulces, o alguna especie de baño, y pese a no poder descifrar la ubicación actual de su compañera, sabía que ella se enteraría, o hasta aparecería allí de un segundo a otro con el fin único de apartarle de aquel vicio, por lo que apretujó la caja de cigarros en su bolsillo y reanudó la búsqueda, hallando frente a sí un poderoso estruendo.
”Un posible candidato como sirviente número dos” pensó el muchacho, catalogando aquel ruido como un posible cyborg en últimas condiciones, rogando así repetir su osadía al haber reparado a aquel joven, Bazeth, por muy improbable que aquello pudiera parecer, todas las esperanzas del joven se encontraban en aquella oportunidad, más la desilusión del joven no fue poca, al ver como entre cúmulos de basura se encontraba una pequeña niña de cabellos albinos.
La primer impresión del joven fue seguir de largo, seguramente la chica se encontraba jugando y ocasionando disturbios con las piezas de los al rededores, pero de una forma a otra su atención se vio atraída unos minutos más, en la búsqueda imposible de aquel ser metálico que pudiera resultarle como experimento, hasta creyendo que la misma niña pudiera tener el mismo componente que aquel cyborg. -¿eres alguna clase de robot? – La voz del joven no mostraba interés, más tampoco frialdad, pues esperaba simplemente conocer la respuesta para luego abandonar o no a la persona allí tendida. -Creo que solo se trata de un gato – Una inspección más de cerca denotó la postura de la joven, le recordaba un poco a los felinos cuando estos se encontraban listos para combatir, pero aun y con ese detalle le resultaba un ser diferente a los aguerridos bandidos que habían estado pasando en su búsqueda. -¿Conoces algo de este lugar? Mi compañera y yo buscamos a alguien – si no podría contar con los conocimientos de la muchacha de blanco vestido, al menos podría intentar indagar por su cuenta, lo cual llevó al joven a interrogar a la niña, tal vez ella no, pero alguno de sus allegados podría guiarles a él y a la sirena fuera del sitio, o con algo de suerte, hacia su objetivo.
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| Tema: Re: Capítulo 7 - En busca del carpintero misterioso, y la aparición de la espadachina del desierto | |
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| | | | Capítulo 7 - En busca del carpintero misterioso, y la aparición de la espadachina del desierto | |
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