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Comentarios: 10

 

 Capitulo 3 - Primer viaje y un objeto para arreglar.

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Layfon
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MensajeTema: Capitulo 3 - Primer viaje y un objeto para arreglar.    Capitulo 3 - Primer viaje y un objeto para arreglar.  EmptyDom Ago 19, 2012 12:35 pm


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Capítulo Nº 3:
Primer viaje y un objeto para arreglar


No se podria decir que el viaje fuera un viaje entretenido, pero fue asi, fue un viaje muy aburrido, con dos personas que simplemente no se tenian nada que decir. Por suerte para ellos, el chico pelirrojo llevaba consigo un compas, con el cual marcaron la direccion de la isla Fuschia. El chico parecia no tener muchas ganas de llevar las cosas, asi que le lanzo el compas a Layfon, y le dijo la direccion a la que tenian que ir, siempre al noreste. No se toparon con ninguna tormenta, por suerte, pero con lo que si se toparon fueron con miles de peces. Justo cuando empezaban a acercarse a la isla, Layfon se ponia de pie en su barca, llamando la atencion de su compañero pelirrojo. -Hemos llegado....creo...- decia este dudoso, ya que, aunque estuvo una vez aqui, no recordaba el como lucia aquella isla. Volviendo a pasarle el compas a su compañero, empezaba a maniobrar la barca hacia la playa que se avistaba desde su posicion. Mas que nada por que no veia ningun puerto.

Tardaron unos minutos, pero por fin llegaron a la playa. Pegando un salto, Layfon, salia de la barca, sosteniendo su espada con su mano derecha. Para luego colocarla sobre el soporte de su espalda. -Mmh....- la suerte parecia llegarles hoy, ya que nada mas mirar a la derecha se podia ver un pueblo. -Probablemente sea Fuschia- decia Layfon, dandose la vuelta y esperando que su compañero salga de la barca. -Lo unico que nos queda hacer es encontrar la taberna de Rogerle. La rosa Fushia- añadia despues, mirando ahora hacia el pueblo con una cara relajada. Es como si estuviera seguro de que conseguirian lo que necesitaban, y aun mas seguro estaba de que su compañero, se uniera a el.

-Ah!- saltaba de repente, como si viera algo impresionante. -Aun no se tu nombre- decia, mirando hacia su compañero, del cual en todo este viaje por ahora no sabia el nombre. -¿Como te llamas? de alguna forma tengo que llamarte- una leve sonrisa salia del rostro del chico, algo avergonzado de que se acuerde justo ahora de algo tan importante.

-Mmh.- murmuraba ahora, como si se estuviera olvidando de algo. -.......me pregunto que pasó al final con la sirena....olvide darle las gracias por los barcos- se dijo a si mismo, mientras comenzaba a andar hacia la aldea. -Bueno, vamos- añadia despues, girandose a su compañero. Al principio solo se veia arena por todas partes, pero a lo lejos se empezaba a ver llanuras y campos, parece ser que este pueblo es mas que nada agricultor. Sin darse cuenta Layfon, a la izquierda de su posicion habian dos viejos pescando, quienes miraban a los recien llegados con curiosidad.
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Kotaro
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MensajeTema: Re: Capitulo 3 - Primer viaje y un objeto para arreglar.    Capitulo 3 - Primer viaje y un objeto para arreglar.  EmptyDom Ago 19, 2012 1:33 pm

Por poco y habían logrado escabullirse de entre aquellos matones, dando así inicio a lo que serían las travesías del grupo, claro que eso significaba tierra que el pelirrojo no podría volver a pisar, pues ante aquel estúpido malentendido, había quedado como cómplice del verdadero criminal, aunque a la larga eso fuese a ser verdad, pues en estos momentos había cierta sociedad entre aquel par, llevándoles a tener como objetivo el alcanzar Fuschia, en donde teóricamente se cumpliría lo acordado.

-No habrá mucho por viajar, Fushia debe encontrarse al noreste – mencionó el muchacho de manera ya más calmada, el encontrarse en viaje era símbolo de cierto progreso, por lo que sus ansias se hallaban calmas, eso junto a la ayuda del ya calmo deslizamiento de las aguas que ahora les empujaban a razón del viento. Seguramente podría aprovechar para descansar allí, luego de la noche que había tenido, por lo que se recostó aun más, solo para recordar la presencia de aquella sirena en el bote, lo cual dificultaba un poco que se acomodara, pues a juzgar por la carente conversación que ella daba se podría decir que también dormía.

Suavemente deslizó sus dedos y tocó con suavidad la cabeza de ella, por corroborar si seguía con vida, pues su aspecto le recordaba a la vez en la que le habían encontrado. Pero en un segundo pensamientos se detuvo, pues no quería resultar golpeado como lo había sido su compañero, y mucho menos caer al agua, pues resultaría en su perdición, por lo que no insistió mucho más y se dignó a realizar otra actividad, al indagar en el pequeño bolsito que había estado cargando, sabía bien hacia dónde dirigirse, pero habían posibilidades de equivocarse, por lo que optó por improvisar una herramienta que les permitiera tener un viaje aun más tranquilo.

Por lo que tomó del bolso un clavo pequeño, y quitó un trozo de corcho del tapón de la botella donde poseía agua potable, depositando ambos objetos a un lado, para luego tomar un recipiente pequeño, debido a la suciedad en el mismo podría decirse que era como un cenicero, aunque el joven lo utilizaba para depositar cualquier clase de objetos, como ahora resultaba ser un poco del agua de su botella, para luego atravesar el trozo de corcho con el clavo, y dejarlo flotando sobre el agua, para que este señalara en dirección al norte, una vez con aquel dato, ya el resto sería cuestión de lógica.

-Al parecer estamos bien, como creí... – susurró el muchacho, mientras su vista se dirigía hacia el frente y aquella brújula rústica. Si mantenían ese rumbo no tardarían más que unas escasas horas en llegar a tierra, por lo que debería aprovechar el transcurso del viaje para reponer algo de fuerzas, motivo por el cual tendió su brazo hacia su compañero, quien parecía más atento, solo para dejarle aquel objeto, y así recostarse una vez más en el bote, haciendo algo de espacio entre él y su compañera de viaje, para así dormir un rato en una postura algo erguida.

Lo próximo que el muchacho supo fue el corto mensaje de su compañero, enunciando que finalmente habían llegado a tierra, no supo cuanto habían tardado concretamente, pero pudo sentirse un poco más aliviado mentalmente, aunque su cuerpo se sentía contracturado por la posición que había adoptado para dormir, llevándole a tener que estirarse como podía, especialmente sus brazos y su cabeza que parecía levantarla más de lo que su cuello le permitía. -Así que esto es Fuschia – comentó el muchacho, descendiendo aquellas gafas anaranjadas, para restregar sus ojos con los puños.

Ya estaban próximos al arribo, por lo que su compañero le devolvió aquel compás, el cual el joven deshizo guardando las cosas en su bolso por si llegaba a precisar de ellas de nuevo. Tras aquello, esperó a que los botes finalmente tocaran tierra, para luego inclinarse sobre su acompañante, y picarle la frente constantemente con el dedo, mientras en un tono calmado, pero no por eso amistoso acotaba. -Ya es de día, puedes despertarte – si bien no estaba sonando del todo cordial, al menos había bajado un poco la tensión de sus palabras, procurando que la muchacha despertara lo menos irritada posible.

Tras aquellos constantes intentos, la voz de su compañero se oyó nuevamente, mencionando que debían buscar una taberna. ”Otra más...” pensó el muchacho, imaginando que las cosas podrían tornarse de igual manera que en la anterior. Más tendrían que ir allí, si en verdad esperaba poder finalizar su sociedad, a demás obtener algo de dinero para lo que sería su futuro viaje, pues no podría regresar a Loguetown, al menos no por un tiempo.

-Pues vamos entonces – acotó finalmente, tras dar un leve salto de aquel bote. Fue entonces que su compañero cayó en la cuenta de desconocer la identidad del pelirrojo, aunque este no se detuvo en aquel detalle, pues recordó a aquella sirena que había intentado despertar, estaba muy callada, y eso resultaba extraño, pues para cuando intentó ayudarle a descender del bote se dio cuenta que ella permanecía dormida, por lo que se acercó aun más y con suavidad le tomó para cargarla sobre su hombro, como si se tratase de un costal ”Vaya, es más liviana de lo que imaginaba” recalcó el muchacho en su mente no solo notando el peso de ella, sino también la suavidad de su cuerpo, pues no había cargado jamás un pez tan grande, pero imaginaba que le costaría un poco, hasta se veía llevándole a rastras, a demás imaginaba un contacto más áspero, sobre todo por las escamas que muchos peces demostraban. De todas formas no pudo percibir mucho más, pues entre la manta y el cabello de la joven esta terminaba siendo un enorme paquete por sobre el hombro zurdo del muchacho, mientras cargaba su bolso con el hombro opuesto, debido a que su peso era mucho menor.

-¿Esta sirena? Si le dejamos aquí podría sucederle algo, a demás no le dejaré irse luego de esa victoria, me debe la revancha. Ya podrás agradecerle luego – acotó el joven al observar a su compañero quien con anterioridad había mencionado sobre ella. Este no le había cuestionado por qué la cargaba, pero aun así estaba dando motivos sin razón, quizás para evitar algún pensamiento erróneo, más hubiera jurado poseer cierto rubor en sus mejillas, pues sentía cierto calor en ellas, el cual pareció extinguirse al colocar nuevamente las gafas sobre sus ojos.

En un comienzo resultaba costoso dejar los botes allí, pues no había forma de evitar el robo de ellos, y puesto que ambos eran solicitados para lo que acontecería en el bar, tendrían que dejarlo al azar, de todas formas la suerte ya estaba echada, y de una u otra forma ellos seguían movilizándose. -Es un pueblo pequeño, no creo que nos tome mucho recorrerlo – acotó el joven de la nada, divisando como todo era campo, sin mucho más que un pequeño establecimiento de granja, daba cierta paz y nostalgia un lugar así de plácido, pero por otra parte llegaba a aburrir, razón que evitaba al joven mantenerse quieto, más allá de apartarse lo más pronto posible del agua en caso del despertar de aquella sirena.
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Kaine
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MensajeTema: Re: Capitulo 3 - Primer viaje y un objeto para arreglar.    Capitulo 3 - Primer viaje y un objeto para arreglar.  EmptyDom Ago 19, 2012 3:32 pm

Tras subir a aquel bote su mente no pudo resistir mas el cansancio; Todo su viaje desde la isla donde habitaban las sirenas, aquel susto en la playa, la pelea verbal con aquel chico y finalmente su trabajo al encontrar aquellos botes...Si no fuese por su cabezonería habría caído mucho antes, pero había intentando asegurarse de su supervivencia y pese a no haberlo conseguido, al menos había logrado ganar aquel desafío con el joven, y quizás aquello le podía proporcionar un poco mas de seguridad, al fin y al cabo, aquel había sido su trato en un principio y pese a que no hubieran aceptado, ella sí había demostrado que era de confianza y que, además, también era de ayuda. Su sueño era profundo por lo que ni si quiera el movimiento de aquel bote parecía despertarla, más el viento si parecía afectarla, pues se acurrucaba más y más sobre si misma por el efecto del mismo, finalmente no ocupaba más que una parte de aquella embarcación, acomodada en postura fetal y tapada hasta los oídos.

Su conciencia volvió levemente al sentir como algo picaba su cabeza, no de manera fuerte sino simplemente como golpecitos, aunque ni si quiera abrió sus ojos, pues sus manos se cerraron a las puntas de aquella manta y con ellas comenzó a frotar suavemente sobre el punto en el que había notado el contacto, y con ello su mente volvió a sucumbir. Sus ojeras aun no habían desaparecido del todo pues incluso aun sentía aquel cansancio y su cuerpo se negaba a moverse, no por comodidad, pues aquella madera no era como un colchón, pero si para recuperar aun mas energías que había perdido en todo aquel viaje.

Su mente se hallaba en semi-consciencia más fue aclarándose al sentir como bajo ella se producían leves saltos, o al menos, aquello era lo que en un momento estaba pensando. Sus ojos se abrieron lentamente y al ver como el suelo se movía se sobresaltó levemente, más no fue mucho pues vio aquellos botes en la arena y pensó que aquellos jóvenes finalmente habían cumplido su tarea, pero aquello no explicaba por qué era cargada por lo que su mirada se desvió levemente, viendo al muchacho de cabello castaño caminando a unos pocos pasos de su propia posición, por lo que aquel que le cargaba debía ser el chico al que había vencido en aquel juego, y no tardó en corroborarlo, al fin y al cabo solo aquel chico tenía el cabello de aquel color.

Pese a saber todo esto su cuerpo no se movió, su postura no era del todo cómoda pero lo que ahora parecía fascinarla era la escena que se mostraba ante ella; Todo verde, soleado y relajante. Seguramente habían llegado cuando ya el día había entrado bien en mañana pero la claridad era algo sorprendente, lo cierto es que no lo había imaginado así. Era cierto que en la ciudad de las sirenas había cielo, pero no era lo mismo, en la superficie se veía mucho más hermoso. Sus ojos se cerraron una vez mas pero esta vez no para dormir, sino para aspirar aquel aire tan puro, más se mezclaba con el mismo aroma del cabello del joven, algo que también la sorprendió, al fin y al cabo, aquella era la primera vez que veía humanos de verdad e incluso su olor era algo curioso para ella ¿Olerían todos los humanos igual? Estuvo a punto de preguntar pero la voz de aquel pelirrojo comentó sobre el tamaño del pueblo, y sobre lo poco que tardarían en recorrerlo.

Una vez más su rostro se mostró pensativo, no sabía donde se dirigían exactamente pero en aquellos momentos no estaba próxima al mar, por lo que no podría tomar la forma de sirena, pero en aquel aspecto humano no tenía ningún ropaje y andar -Si es que no se caía- desnuda no era una buena opción. Tampoco sería bueno si aquel chico la soltaba, más que nada porque se haría daño al caer al no poder sostenerse con sus propias piernas, y tampoco sabía cómo iban a reaccionar, por lo que se mantuvo unos instantes más pensativa, hasta que finalmente se decidió -¡Estoydesnudanomesueltes!- Sus frases habían sido tan aceleradas que ni si quiera se podían diferenciar sus palabras, más sus ojos se cerraron con fuerza y sus manos se agarraron a la ropa de él, cerca de su hombro, en un intento de que, si la soltaba, al menos pudiese oponer resistencia. De todas formas sabía que habría captado la atención de los dos y por ello aun menos quería que la soltase -¡No me sueltes!- No había dejado mucho espacio entre su anterior frase y esta, pero si había hablado con más calma, para quizás de esta forma convencer al muchacho.
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Kotaro
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MensajeTema: Re: Capitulo 3 - Primer viaje y un objeto para arreglar.    Capitulo 3 - Primer viaje y un objeto para arreglar.  EmptyDom Ago 19, 2012 5:03 pm

Era curioso pues aun no comenzaba la investigación y así todo ya sentía una vasta diferencia con el antiguo paraje en el cual se hallaba, Fuschia era totalmente opuesto a Loguetown, y no solo en la cantidad de población, sino también en el aspecto rural que representaba, habían grandes molinos y construcciones que ya no se veían por donde el joven había vivido, cercados de madera para proteger el rebaño, animales de los cuales jamás había visto convivir en tanta cantidad, gente que mostraba aspecto humilde, más así trabajaban, era un conjunto de cosas que aun así demostraban la pasividad del sitio, dando un buen terreno para vacacionar o simplemente relajarse de la vida.

El chico pelirrojo se mantenía cargando sobre si a aquella sirena, aun no se había movido, ni tampoco quería hacerlo con brusquedad para no despertarle con mal ánimo, por lo que cada tanto divisaba aquel envuelto sobre su hombro, intentando percibir si ella estaba por despertar o no, aunque al parecer el sueño de la joven era más que profundo. Dejando aquello de lado, se colocó pensativo, sobre lo que tendría que conseguir para poder rehacer su vida, si bien no podía volver al antiguo sitio, aun podría establecerse en aquel pacífico lugar, y aunque no tuviera que hacer uso de su conocimiento de mecánica, al menos podría ayudar en algún otro tipo de reparaciones.

Pero un fugaz comentario sacó al chico de su ensimismamiento, al notar la voz de la muchacha, aunque esta no pedía que le soltara, sino todo lo contrario, acotando que se encontraba desnuda. En un comienzo aquello solo sorprendió al muchacho, quien quedó paralizado, pero luego notó como el rojizo color en sus mejillas se amplificaba ante una imagen dibujada pervertidamente en su mente. -¿Cómo puede estar desnuda una sirena? – interrogó el muchacho, pues si solo la parte superior era humana, y esa se encontraba vestida por lo que podía recordar, de todas formas le afirmó sobre su hombro, procurando no dejarle caer.

-Así que aquí se dan vuelta las cosas, ahora dependes de mi – una macabra sonrisa se dibujó en los labios del muchacho, a ciencia cierta era difícil saber si le hacía un favor al sujetarle o sencillamente aprovechaba la situación, de todas formas ante aquel nuevo avistamiento de ventaja el chico se mantuvo un poco más calmo, con diferencia de la última vez. Pues intentó calmar su mente, y aquel calor que había sentido de imaginar a la chica, para recordar cuál era su misión y algún plan de que este nuevo detalle no les afectara. -Tendremos que conseguirte algo de ropa – mencionó lo obvio, aunque no habría mucho de donde elegir en aquella villa, al menos no estaría cargando una sirena desnuda por sobre él, más aun se interrogaba que tipo de pantalones llevaría una sirena, seguramente una falda o algún vestido.
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MensajeTema: Re: Capitulo 3 - Primer viaje y un objeto para arreglar.    Capitulo 3 - Primer viaje y un objeto para arreglar.  EmptyLun Ago 20, 2012 8:42 am

Antes de que comenzara a andar hacia la aldea, Layfon fue sorprendido por lo que dijo su compañero. La sirena se encontraba alli con ellos, envuelta en una manta, lo cual parecia que estuviera dentro de un saco. -Oh....vaya- decia, mientras se acercaba hacia la manta, en la que estaba envuelta la sirena. La sirena entonces empezaba a decir algo, pero no se podia entender ya que....hablaba demasiado rapida. Su compañero saltaba diciendo que estaba desnuda, a lo que Layfon respondia dandose la vuelta rapidamente.

-Bueeeeno, hora de seguir- disimuladamente comenzaba a marchar hacia la aldea. El pelirrojo aconsejaba conseguir algo de ropa para la sirena, cosa que vendria bien ya que mientras menos atencion llamen, mejor. -Podriamos preguntar directamente en la taberna, viendo la aldea no creo que este tan llena de gente.- decia Layfon, que se encontraba frente a su compañero, quien cargaba con la chica, que se encontraba envuelta por la manta. -No creo que sea buena idea ir por la aldea en busca de una tienda de ropa o algo, cargando con ella.- añadia despues. Pero a pesar de esto, gente de la aldea comenzaba a mirar hacia los recien llegados. Uno de ellos cargando una espada y con aspecto pasivo, mientras que el otro cargaba con una chica, la cual se escondia entre la manta.

-Ooh, recuerdo este sitio- decia Layfon, quien con tranquilidad miraba a su alrededor. A los edificios que les rodeaban para ser preciso. A lo lejos se podia escuchar a gente reirse, probablemente procedia de la taberna. -Mirad, alli esta- dijo Layfon, señalando hacia el cartel de la taberna, La Rosa Fushia. Estaba situada a la izquierda de varias casas, accesible rapidamente. Los pasos de Layfon se acercaban a la taberna, asomandose por la ventana para ver como estan las cosas adentro. -Mmh....- murmuraba mientras miraba.

-Apenas hay clientes, solo unas cuantas mesas llenas de personas- les decia a sus acompañantes. -Bueno, hemos llegado. El y yo vamos a entrar, aconsejo que esperes aqui afuera a que volvamos, ya que en tu condicion actual.......bueno, mejor no pensarlo- decia Layfon, mirando hacia la chica. -Esperemos que todo vaya bien, ¿no?- preguntaba mirando hacia su compañero, con una leve sonrisa.

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MensajeTema: Re: Capitulo 3 - Primer viaje y un objeto para arreglar.    Capitulo 3 - Primer viaje y un objeto para arreglar.  EmptyLun Ago 20, 2012 10:09 am

El brusco parón del muchacho produjo que las manos de la joven tomaran aun mas fuerte aquella chaqueta que portaba el mismo, pues no sabía cuál iba a ser su siguiente reacción y aun menos las consecuencias que podrían provocar sus palabras. De todas formas el chico preguntó sobre su desnudez y después la tomó mejor para que no cayera, algo que permitió que ella abriera uno de sus ojos y aflojara un poco sus manos, que ya habían tomado una tonalidad rojiza por la fuerza que había empleado. Pese a esto sus labios no se despegaron más escuchó el comentario del joven, pues ahora era ella la que dependía de él -No, esto es solo el pago del favor que os hice- Sus otro ojo se abrió para fruncir el ceño levemente pero en segundo se abrieron sorprendidos, comentando rápidamente -¡Ah, pero no me sueltes! ¡Es broma, es broma!- Sus manos tomaron una vez los ropajes del chico por si decidía que aquello no era un pago y que sus palabras eran demasiado desagradecidas.

Para su fortuna el chico pelirrojo no la soltó, por lo que a continuación pudo escuchar lo que Layfon decía, comentando sobre su dirección hacia una taberna. La muchacha desvió su mirada hacia él, moviéndose un poco para poder girar parte de su cuerpo, ya que con su postura solo podía ver lo que había tras aquellos dos chicos. A continuación escuchó como el pelirrojo afirmaba que tendrían que ir a buscar algo de ropa, algo que sin duda agradecería la muchacha, pues no era de su agrado ir vestida con solo una toalla, más no respondió a ello pues la voz del otro chico finalizó con las pocas personas que había en el lugar, pero que aun así sería mejor que la joven esperase fuera -Buscaré ropa mientras entráis ahí- Sus manos se agarraron un poco más a la chaqueta del joven para de esta manera mover un poco su cuerpo, observando de esta manera como tras ella había algo parecido a una casa, rustica sin duda, pero que proporcionaría suficiente ayuda a la muchacha para no caer -Déjame junto a la pared, sino no podré levantarme- Como no sabía el nombre de aquel joven pelirrojo una de sus manos golpeó repetida pero de forma suave el hombro, intentando de esta forma llamar su atención.
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MensajeTema: Re: Capitulo 3 - Primer viaje y un objeto para arreglar.    Capitulo 3 - Primer viaje y un objeto para arreglar.  EmptyLun Ago 20, 2012 10:31 am

El chico se regodeaba en llevar la razón en esta ocasión, más la chica comentó que solo le estaría pagando el favor que ella había realizado al llevarle los botes, ante lo cual el joven meditó unos segundos y con un aire sarcástico acotó. -Creí que el haberte cuidado era el pago, hmm significa que ya no tengo obligación. ¿Cierto? – suavemente amagó a soltar a la muchacha, aflojando muy poco su agarre, solo para notar como la chica mencionaba que aquello se trataba de una broma, con lo cual el joven realizó una leve sonrisa y volvió a sujetarle con firmeza.

A pesar del contratiempo otorgado por la sirena quien lideraba al grupo, el joven pelimarrón, optaba por continuar adelante, con la idea de ir hacia la taberna, acotando que allí podrían también conseguir información con respecto a una tienda de ropajes, para cubrir a la muchacha. A demás de ello, marcaba un buen punto al señalar lo raros que se verían cargando a la joven, ya a parte de la apariencia que poseían, ante lo cual el chico se mantuvo meditando, más no tuvo que tomar decisión alguna, ya que cierto pique en su hombro le hizo percibir lo que la joven había optado como mejor, siendo ella quien se encargara de su ropaje, aunque solicitando que el chico le dejara cerca de una pared.

-Supongo que será lo mejor – aun no estaba del todo convencido con aquella decisión, pero de todas formas lo había elegido ella, razón por la cual se encaminó hacia aquella casa señalada con anterioridad, dando unos pasos calmos con tal de no provocar una sacudida que hiciera que la joven le ahorcara. -¿Segura que estarás bien? – interrogó el muchacho, mientras depositaba a la chica contra el muro, procurando que esta no cayera.

Tras aquello se mantuvo observándole unos momentos, más que nada por saber si la chica estaría bien por su cuenta, pues nunca había visto una sirena movilizarse en tierra, lo cual dirigía la mirada hacia en donde debería hallarse su cola, solo para notar la carencia de esta, no podía ver mucho por la manta pero claramente el cuerpo de la muchacha se encontraba un poco más reducido. Al percibir el tiempo que había pasado mientras le observaba, este rápidamente desvió la mirada hacia otro lado, acotando antes de que la chica le dijera algo agresivo. -¡Eh! Creo que estarás bien, aunque es raro.. Tu.. cola.. – no sabía que decir, y tampoco quería preguntar por como lucía ella ahora, pues seguramente terminaría ruborizándose más, por lo que sin añadir más se giró y cambió el tema de manera drástica. -Estaremos en la taberna, si precisas algo, grita –

Tras aquello el joven partió hacia donde se hallaba su compañero, para colocarse junto a este. Quien añadía un comentario esperanzador, al aguardar que todo saliera bien, eso llevó al pelirrojo a dar un suspiro y acotar. -Mientras no empieces a revolear gente... – Tras aquello aguardó hasta que su compañero ingresara, para seguirle de cerca, ya no sabía que hallarían dentro, pero solo esperaba que estas personas fueran un poco más hospitalarias que las de la última taberna.
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MensajeTema: Re: Capitulo 3 - Primer viaje y un objeto para arreglar.    Capitulo 3 - Primer viaje y un objeto para arreglar.  EmptyLun Ago 20, 2012 10:48 am

El chico pelirrojo dejaba suavemente a la sirena en el suelo, cosa que Layfon no podia ver, ya que se habia girado hacia la puerta. -Vamos vamos, ya se solucionaran las cosas. Ademas, no creo que en esta aldea pase algo grave.- Respondia Layfon confiado, mientras se metia dentro de la taberna. -Ten cuidado de todos modos- dijo sin mirar a la sirena, pero refiriendose a ella. La preocupacion del chico pelirrojo por la sirena era algo que no se esperaba, pero el supone que cosas asi se espera en el futuro. -Mmh...no luce como una tipica taberna- saltaba Layfon, al estar dentro. Habia estado en muchas tabernas, pero esta taberna era bastante diferente. Apenas habian personas dentro y no se podia oler el tipico olor de alcohol como en la taberna de Loguetown. En la barra se podia ver a un hombre, bastante musculoso que se limitaba a leer un periodico.

A la derecha de los chicos se podian ver un grupo de hombres, cuatro en total, que bebian tranquilamente sin decir absolutamente nada. A la izquierda, un grupo de viejos, que jugaban a las cartas, poker parece. -Je, lo que me imaginaba- soltaba un suspiro, mientras comenzaba a acercarse hacia la taberna. Antes de llegar, el tabernero se quedaba mirando hacia los chicos, mirandolos de pie a cabeza.
-¿Que puedo hacer por vosotros?- preguntaba, apartando el periodico. Layfon se limitaba a coger una silla y sentarse frente el.
-Rogerle, ¿supongo?- dijo Layfon, solo para estarse seguro.
-Si, ese es mi nombre. Ahora, ¿que puedo hacer por vosotros?- volvia a preguntar, no parecia ser una persona muy amistosa por el tono de voz que ponia.
-Venimos desde loguetown, alli nos han dicho que hablemos contigo para conseguir dinero rapido- El tabernero se quedaba mirando a los chicos, para luego comenzar a reir.

-Ja...jajajaajjaa. ¿Dinero rapido dices? La unica forma de conseguir dinero rapido es robandolo.- decia con un tono sarcastico. -Eh.....esperemos que esto te ayude a hablar- decia Layfon, mostrando su espada, colocandola encima de la barra. -Mmh....esto si que no me lo esperaba. Pense que habiais muerto todos en aquella isla- dijo el tabernero, mirando a la espada.

-Como puedes ver, no es el caso. ¿Supongo que tambien conoces al viejo?- preguntaba Layfon, a lo cual el tabernero respondia con si con un gesto de la cabeza. -Hace mucho, pero vamos, es del pasado. Dijistes que necesitas ayuda, pero poco es lo que puedo ofrecer...gratis....a no ser que....- dijo pensativamente, mirando hacia el cuarto que se encontraba a la derecha de los chicos. -Tengo un pequeño problema, del cual no tengo ni idea como resolverlo. Digamoslo asi, si me ayudais a arreglar ese problema, os dare la informacion que necesitais.- proponia el tabernero, a lo que Layfon respondia guardando su espada. -Hecho- dijo, girandose a su compañero pelirrojo.

-Seguidme- dijo el tabernero, moviendose hacia el cuarto al que estaba mirando. Layfon le seguia los pasos, interesado por ver que es lo que necesitaba aquel tabernero para poder darnos la informacion que necesitaban.
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MensajeTema: Re: Capitulo 3 - Primer viaje y un objeto para arreglar.    Capitulo 3 - Primer viaje y un objeto para arreglar.  EmptyLun Ago 20, 2012 11:03 am

Finalmente ingresaron a la taberna, aunque esta poseía un toque más hogareño a lo acostumbrado por el pelirrojo, razón por la cual este quedó estupefacto, deteniéndose tras la puerta para divisar a los al rededores con cautela, de hecho tomó las gafas que llevaba frente a sus ojos y las alzó para depositarlas en su frente, y así apreciar todo con su verdadero color, era un sitio tranquilo, no estaba ese ambiente tan tenso, habían niños, y diversión, parecía que no solo aquella taberna, sino todo el pueblo perteneciesen a otra dimensión.

-Vaya... – acotó el chico, había una visión clara, poca gente, pero aun así se veían contentos, detrás pudo percibir al cantinero, hacia el cual su compañero se había aproximado, acción que el muchacho hizo con lentitud, mientras continuaba mirando asombrado los al rededores. Quien habló de los dos fue el pelimarrón, pues el chico no estaba muy al tanto de que harían en concreto, así que solo se mantuvo a su lado sin emitir palabra alguna, escuchando la conversación y divisando nuevamente la espada que colocaba sobre la barra, al parecer poseía algo de especial, pues lograba hacer hablar a los cantineros.

Lamentablemente ni eso les ayudaba, pues no habían podido obtener dinero ni consejo alguno de parte del hombre, más solo una conversación nostálgica que el pelirrojo no comprendió, por lo que llevó su atención hacia algunos cuadros de la cantina, algunos eran paisajes, otros fotos, en su mayoría de gente joven. -No es una taberna cualquiera... – susurró para sí mismo, se sentía cómodo allí, e incluso podría imaginarse trabajando en los al rededores, pero dentro de su fantasía le despertó el chico, quien parecía haber sellado un nuevo trato, pues ahora ambos debían dirigirse hacia una habitación designada por el hombre.

Allí dentro no había mucha luz, y parecía una especie de sótano, en donde había una gran cantidad de cajas, botellas vacías, otras por abrir, bastante polvo, y ¿un cuerpo? Algo parecía resaltar allí, parecía ser una persona en un estado inconsciente, aunque algo no andaba bien. Inmediatamente el pelirrojo se aproximó hacia aquel cuerpo, era raro que hubiera alguien en aquel estado, más al aproximarse pudo percibir algo en su cuerpo, como una señal que le llamaba, una reacción curiosa, por lo que este sonrió como recordando alguna situación graciosa. -Esto sí es interesante –

El ser que allí se hallaba se encontraba algo maltrecho, poseía magulladuras y heridas imposibles de ver en un humano, pues parte de su cuerpo presentaba aleación, como una armadura pero aferrada a la estructura corporal, sin llegar a ser una prenda, al parecer aquel par se encontraba en presencia de un cyborg. Lo cual ocasionó en el muchacho cierta alegría y entusiasmo pues este le miraba con fascinación, mientras en su mente ya deseaba comprender el funcionamiento de aquel ser.
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MensajeTema: Re: Capitulo 3 - Primer viaje y un objeto para arreglar.    Capitulo 3 - Primer viaje y un objeto para arreglar.  EmptyLun Ago 20, 2012 11:19 am

No habia mucha luz en aquel cuarto, lo que parecia mas como un sotano, pero si lo suficiente como para poder ver que es lo que habia dentro. Cajas de botellas de alcohol, mas y mas cajas....y un cuerpo, el cual sorprendia completamente a Layfon, pero no solo a el, su compañero tambien parecia sorprendido. -Que demonios...- decia fijandose en el cuerpo. Que parecia estar envuelto por metal, metal dañado. No parecia estar en una buena condicion, pero algo asi habia visto Layfon antes. Girandose hacia el tabernero, Layfon preguntaba. -¿Es esto un cyborg?- el tabernero se cruzaba de brazos y suspiraba, no parecia tener muchas ganas de hablar sobre esto, pero lo hacia. -No se, hace un par de semanas lo encontre en la playa. Estaba completamente herido y pense que era humano, pero al tratar de levantarlo lo note....no es humano....- decia.

-Pero...¿que quieres que hagamos con el?- preguntaba nuevamente Layfon, confuso por la situacion en la que se encontraba. -Sinceramente no lo se, aqui no me sirve de nada y no se que es necesario para arreglarlo. Estaba por tirarlo, pero no soy esa clase de persona- dijo bajando sus brazos y acercandose al cyborg. -Si quereis que os de informacion, llevaros a esta cosa. Os dare las cosas que os hagan falta para ello- dijo, volviendo hacia la puerta. -Y bueno, ¿que decis?- dijo, dandose la vuelta para volver a mirar ha los chicos, cruzandose de nuevo los brazos, esperando una respuesta.

-Mmh...no veo heridas en la parte humana- dijo girando su mirada despues al chico pelirrojo. -¿Que sugieres que hagamos? Sinceramente no se que hacer con el, y no parece estar en condicion para poder moverlo o algo.- añadia despues, levantandose de su sitio.
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MensajeTema: Re: Capitulo 3 - Primer viaje y un objeto para arreglar.    Capitulo 3 - Primer viaje y un objeto para arreglar.  EmptyLun Ago 20, 2012 12:48 pm

Los ojos del pelirrojo se iluminaron al escuchar la confirmación por parte del cantinero, aquel ser no era humano, al menos no del todo, pues habían partes donde se podía apreciar piel, los rasgos eran muy humanos para ser simplemente un robot, y el diseño no asemejaba a nada que el joven hubiera visto antes. Miles de ideas comenzaban a surgir en aquel momento, muchas posibilidades, desde desmontarle para comprobar hasta donde era cyborg, hasta poder repararle y conocer sobre su funcionamiento. Aunque tampoco podía hacer mucho, pues no sabía bien que era lo que el cantinero requería, por lo que el muchacho se giró, escuchando la misma interrogante pero por parte de su compañero.

El hombre hizo una propuesta interesante, la cual significaba ganancia por todos lados, pues no solo obtendrían la información que Layfon solicitaba, sino que también Kotaro sería capaz de cargar con un cyborg para sí mismo, era como un niño en una juguetería, aunque no quería demostrar tanta emoción, pues podría ocasionar el cambio de opinión por parte del cantinero al notar lo que realmente poseía, aunque por el estado en el que lo había mantenido, no parecía una persona muy afín a la mecánica.

Con un intento de realizar una cara de poker el chico miró nuevamente a su compañero quien consultaba sobre los detalles técnicos, era difícil movilizar una pieza así, aunque no fuese tan grande como un robot, de todas formas representaba su peso, por lo que el chico llevó su mano al mentón, aun inspeccionando superficialmente el estado de aquel ser. -No sé, no sé... Su estado podría demostrar un problema mucho mayor de lo que vemos, quizás me tome bastante tiempo el hacer si quiera que no se desmonte sobre sí mismo. A demás el gasto por todas las piezas para repararle sería muy elevado, no sé si en verdad un poco de información valga la pena – por detrás de su actuación y dentro de la mente del chico, ya quería comenzar con su labor, estaba extasiado al ver aquel ser metálico y ya quería llevárselo consigo, pero resultaba complicado no expresar su excitación.

-Su cuerpo luce muy maltrecho, y las piezas utilizadas se ven en mal estado, es difícil poder hacer que se mueva, precisaré reemplazar las placas de metal abolladas y las que se encuentran resquebrajadas, a demás de cambiar el metal empleado por alguno antioxidante, quizás con algo de suerte hay un pozo minero cerca, y así podremos conseguir metal de forma más sencilla, aunque será difícil sin un sitio en donde realizar la fundición, a juzgar por el pueblo no creo que encontremos algo por el estilo. No tengo herramientas suficientes como para poder dejarle al cien por ciento, pero creo que puedo traerle en funcionamiento, de todas formas para su óptimo andar deberé revisar el soporte de sus piernas, y ver si podrá caminar aunque sea, quizás reforzando la sección delantera podría hacer contrapeso para que este no caiga al levantarse. No soy muy bueno en cuanto a siderurgia, pero podré arreglármelas con un soplete, si un instrumento así me podría servir al menos de momento. Aunque... pensándolo bien, será peligroso si posee pieza sueltas dentro de su formación, eso podría dañarle o romper algo, peor aun si está conectado a tejido humano, lo cual podría llevar a la muerte de esta persona, considerando que aun siguiera con vida. Hmm... – el muchacho se dejaba guiar por su emoción, emitiendo palabra tras palabra de manera acelerada, pues en realidad parecía decir lo que pensaba en voz alta, más este se detuvo para comenzar a pasear su mano, con los dedos extendidos por en frente de la cabeza de aquella persona.

Era como si con su palma quisiera tocarle pero no llegaba a hacerlo, mientras cerraba sus ojos y se concentraba, era como un palmeo sin siquiera tocarle, pues intentaba percibir piezas dentro del cuerpo de aquel ser tan solo utilizando su magnetismo, así sabría si sería de forma segura el movilizarle, o si habría algún daño mayor interno, aunque no eran rayos x, al menos podía percibir la parte metálica del cuerpo, aunque aquel acto era un tanto curioso hacia los espectadores, pues solo parecía como si el chico quisiera tocar al robot pero sin hacerlo.

-Parece estar bien, creo que podremos moverle, no veo ningún daño grave, a lo mejor pueda moverse por su cuenta, pero para ello deberé “accionarle” – el joven reanudó su conversación, aunque puso énfasis en la última palabra, no veía del todo aquel ser como un robot, y aun consideraba su lado humano, aunque era incierto en que porcentaje lo era, de todas formas el chico agregó. -Necesitaré unas pocas piezas de momento, traigan placas de metal, si pueden ser de acero con alguna aleación Nitinol o cuproníquel. No preciso nada llamativo, pero de ser posible algo resistente, no quiero que se termine arruinando, y a juzgar por su aspecto y el daño de su cuerpo, quiero algo que le permita resistir el agua, seguramente el estar a la intemperie le provocaría daños, sobre todo en días de lluvia. También necesitaré ese soplete que mencioné con anterioridad, y alguna... – el chico se mantuvo dubitativo, más su rostro mantenía el temple serio, no sabía bien que utilizar para no dañar la parte humana, y la mayor parte de las herramientas se consolidaban en su habilidad especial, pero tampoco quería estar ocasionando revuelo por ello, por lo que mencionó a continuación. -Precisaré un emparedado o una hamburguesa, lo que sea comestible, y claro privacidad para poder trabajar correctamente. –

Una vez enunciado eso, el muchacho tomó asiento en el suelo, y se dispuso a esperar a que desalojaran el sitio, mientras también aguardaba por la llegada de las cosas, lamentablemente no podía emitir el calor por su cuenta, lo que le llevaba a requerir de aquel soplete, y aunque contaba con su poder magnético, le resultaba imposible mantener eternamente la adherencia entre metales, por lo que tendría que calmarse y razonar bien qué tipo de reparaciones haría, lo que le llevó a encender un nuevo cigarro, intentando calmarse y meditar mientras las piezas llegaban una a una, al parecer no solo había movilizado al cantinero, sino a personas que habían estado allí “consumiendo” quienes ayudaban al acarreo de las cosas, llenando del todo aquel pequeño despacho donde se hallaban el cyborg y Kotaro.

Una vez recibió todo lo necesario, junto a un plato con una hamburguesa sobre este, el chico cerró la puerta enunciando. -Ahora no molesten, haré todo lo posible – Un fuerte portazo marcó el inicio en la cesión de trabajo, mientras el chico arremangaba aquellos puños de su camiseta, al punto que se encontraban a la altura de su antebrazo. -Veamos que tenemos aquí – Había dejado la comida a un lado sin siquiera tocarla, y se había encargado de revisar los daños de mayor importancia, como las partes oxidadas seguido de la carencia de partes y resquebrajaduras, luego pasaría a las magulladuras, y también una limpieza en aquel aspecto polvoso, pues no sabía cuánto tiempo había transcurrido con ese ser en aquel estado.

Para lamento del muchacho no había gran cantidad de materiales, ni tampoco de materia con la que trabajar, por lo que tuvo que conformarse con hierro y cromo, si bien no era lo que él hubiera elegido en un comienzo, al menos le bastaría en esa ocasión, ya luego podría reforzarle, aun así le sorprendía la facilidad y rapidez con la cual obtenían lo que él solicitaba, por lo que optó por una vez finalizado el trabajo tomar alguna de las piezas restantes para labores personales. Por mientras su mente divagaba, con los dedos intentaba amoldar diversas piezas de metal, utilizando su energía magnética como fuerza que ejercía el poder para movilizar las placas de hierro, aunque estas oponían algo de resistencia debido a su conformación, de todas formas se encargaría nada más de que estas se amoldaran al cuerpo, y luego se encargaría de reforzarlas con el cromo para así volverlo antioxidante, dándole una mayor posibilidad de movimiento y de establecimiento, aunque tuviera que utilizar nuevamente aquel soplete en cercanía a la parte humana del cuerpo del joven.

Incontables minutos transcurrieron mientras el chico continuaba trabajando, lamentablemente no podía utilizar una soldadora del tipo eléctrico, algo a lo que estaba acostumbrado, y en su pequeño bolso tampoco cargaba algo así, por lo que debía manejar aquel soplete rústico para una labor más rudimentaria, si bien resultaría un trabajo resistente, no podría disfrutar mucho el resultado, pues no poseía todas las herramientas ni los materiales que él hubiera querido, de todas maneras se aseguró de efectuar bien su trabajo, para que al finalizar pudiera dar un gran suspiro, exhalando el humo del cigarro, y limpiando su frente la cual se había liberado de las gafas al habérselas puesto una vez más al utilizar el soplete.

-Creo que con esto bastará, al menos no sentirás tanto el daño y te podrás mover – Una vez más el chico visualizó el plato que le habían entregado, y lo aproximó hacia el cuerpo de aquel cyborg, a saber cuánto tiempo había transcurrido sin que este hubiera comido, aunque no sabía a ciencia cierta si este debía o no alimentarse, por lo que buscó por algo de aceite, el cual colocó una vez enfriado el metal por entre los segmentos móviles del cuerpo, y finalmente tomó algo de combustible que le habían dejado en un pequeño bidón, y se interrogó si realmente debería introducirlo por la boca de aquel ser, no sabía cómo alimentarle ni tampoco si en verdad funcionaría, más por intentar a lo mejor hallaría una buena solución, razón por la cual depositó un embudo en la boca de aquel ser, e introdujo un poco del combustible, solo en caso de una mala reacción o un equívoco.
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MensajeTema: Re: Capitulo 3 - Primer viaje y un objeto para arreglar.    Capitulo 3 - Primer viaje y un objeto para arreglar.  EmptyLun Ago 20, 2012 5:39 pm

El chico respondió de manera afirmativa a dejarla junto a la pared por lo que una de sus manos se deslizó hacia el otro hombro del chico, tomándole para ayudarse a sí misma a mantenerse de pie una vez sus pies tocasen el suelo. El solo hecho del contacto con el mismo le produciría dolor pues su cuerpo era sensible a aquel ambiente que nunca había sentido hasta aquel momento, al fin y al cabo, de caderas para abajo solamente su cola se había mostrado y había sentir el contacto del agua y el viento, ahora era como un pequeño recién nacido. Una vez el chico comenzó a descenderla su rostro se desvió levemente para saber donde colocaba los pies, pero de la misma manera su cabeza hacía de pantalla a alguna posible mirada del pelirrojo hacia abajo, pues en aquel momento ni si quiera podía cubrir debidamente su cuerpo, y lo único que la cubría -por delante- era el propio cuerpo de aquel joven.

Una vez sus pies tocaron el suelo su cuerpo se estremeció levemente, mas no pudo evitar comentar -Guau, asique esto es la hierba- su voz no había sido muy alta, suficiente para que fuese escuchada a poca distancia, pero a continuación su atención cambió hacia algo más importante; Su desnudez. Una de sus manos se separó del hombro del joven y se cruzó sobre su pecho, dejando de esta manera tapado todo su cuerpo aunque permitiendo la movilidad del brazo restante, que aun se mantenía en el joven para que su cuerpo no se precipitase -Claro que sí- La muchacha respondió al interrogante del joven, mientras se soltaba y dejaba caer sobre el muro, haciendo de sujeción su propia espalda mientras su rostro se desviaba hacia el del muchacho, sonriendo, algo que hasta ahora parecía haber ocultado, pero no duró mucho pues de nuevo su mirada se desvió hacia el suelo mientras jugaba divertida, pero torpemente, con la hierba en sus pies, pese a que estos quedasen ocultos bajo la manta.

Tras unos segundos más escuchó lo que el joven comentaba, aunque esto era algo que parecía ser solo un pensamiento en alto pues no tardó en darse la vuelta y comenzar a andar, comentando por último que si precisase ayuda, gritase. Para finalizar, su rostro se desvió hacia el joven de cabello castaño, quien acotaba también un consejo sobre su cuidado. Ella asintió reafirmándolo, siguiendo a los jóvenes con la mirada hasta que se hubieron perdido tras la puerta, que se cerró tras ellos.

La muchacha se mantuvo unos instantes más recostada en la pared, observando a su alrededor con una mezcla de curiosidad y fascinación, no sabía dónde dirigirse ni tampoco que hacer exactamente para encontrar algo de ropa, más había despertado miradas curiosas, y eso podía traerle problemas o ayuda. Su mano con la punta de la manta libre se cruzó también sobre la otra, para así tomar las dos partes con uno de sus brazos, cubriendo aun mas su cuerpo.

Para su sorpresa alguien tomó su ahora mano libre, más no fue un agarrón sino solo un toque de atención sobre ella, pues la persona que se había acercado era una anciana de baja estatura -Ven conmigo jovencita, te daré algo de ropa, no es bueno estar desnuda por el campo- La anciana le observó unos instantes más a continuación se dio la vuelta y comenzó a andar hacia una casa cercana, mientras la muchacha dudaba ¿Sería seguro acompañar a una anciana desconocida? Podía ser una trampa, siempre podía gritar como había dicho el pelirrojo, al fin y al cabo, las sirenas tenían fama de tener grandes voces, aunque ella nunca había intentado aquello de cantar. Sea como fuese, comenzó a andar de forma detenida hacia la anciana, con pasos inseguros y tropezando de vez en cuando.

Finalmente logró aproximarse lo suficiente para apoyarse en la pared de aquella casa, entrando tras la anciana, que la observaba con tranquilidad, como si su manera de andar no fuese algo fuera de lo común -Sé que eres del mar- Aquel comentario sorprendió a la muchacha ¿Tanto se notaba? No era tan distinta de una humana pese a aquellas historias sobre su gran belleza y demás. De todas formas aquello fue suficiente razón para seguir a la anciana, que una vez entró elevó su voz -¡Hija, he llegado y he traído una sirena de verdad!- La voz respondiente tardó unos instantes, pero los pasos bajaban desde un piso superior -Oh, mamá, ya sabes que las sirenas no existen, deja de molestar a todas las jovencitas que pasan por aquí- -Pero está es una sirena, estoy segura, mira, va desnuda- La mirada otra mujer se desvió hacia la muchacha, que se sentía un tanto fuera de lugar mientras era examinada; Aquella mujer era de unos treinta años, más su rostro parecía joven y sus ojos vivaces -¿Que te ha pasado pequeña?- -Es una sirena, es una sirena, vino con unos jóvenes que seguro la querían vender- La mujer joven alzó una mano para que la anciana silenciase, más no esperó respuesta de la muchacha -Disculpa a mi madre, piensa que las sirenas existen y que tienen poderes mágicos capaces de curar cualquier enfermedad- Su voz cambió a tener un leve tono de pesadumbre, y sus ojos se mostraron cansados, pero no tardó y continuar -De todas formas no podemos dejar que vayas desnuda por ahí, te daré algo de ropa, sígueme- La muchacha, aun con pasos torpes, la siguió.

La mujer la condujo hacía el baño, acotando que se diese una ducha mientras ella buscaba algo que le viniese bien, más la chica dudó unos instantes pues no estaba del todo segura en que sería bueno, al fin y al cabo, si se duchaba, mostraría una vez más su cola de sirena. De todas formas finalmente se decidió y tomó un baño, en el cual se lavó el pelo con intensidad, al igual que sus escamas, pues aun tenía aquella arena en su cuerpo pese a que hubiera estado buceando y movilizándose por el mar.

La puerta sonó y la voz de la mujer se hizo presente -Soy yo, vengo a traerte la ropa- La joven fue a negar su entrada pero la puerta se abrió antes de ello, provocando aquella evitada reacción de susto, e incluso las prendas cayeron de las manos -Dios mío, eres realmente una sirena- Sus manos se dirigieron hacia su boca, tapando aquella expresión de sorpresa mientras sus ojos se anegaban de lagrimas, pese a que la joven, desconcertada, no supiese lo que ocurría. La anciana no tardó en llegar pues, segura de sus anteriores palabras, no se había mantenido muy separada, y mientras que la observaba sonreía, contenta, ilusionada, y reafirmando sus propias ideas sobre la existencia de aquellos seres de fantasía, más la afectada, solo se sorprendía más y más, sin saber exactamente que decir o hacer.

Tras toda aquella situación tan incómoda las mujeres dejaron que la muchacha se secara y vistiera; Era una camisa blanca, poco usada al parecer pues el color aun era muy albino, y unos pantalones anchos y que se cerraban en los tobillos, quedando abombados en la mitad; Eran de trabajo y se notaba, pues tenían pequeños rasgones y estaban un poco desgastados. Pero lo que más la sorprendió fueron los zapatos, eran unas botas de cuero, abiertas y anchas, más eran un poco grandes para ella pero podía andar mejor que descalza, pero el contacto también era nuevo para ella . Salió de aquel baño y las dos mujeres la observaron, esperanzadas, pese a que la muchacha no supiera exactamente por qué -Siento que la ropa no sea de tu talla, es mía y la utilizo para trabajar, asique tampoco está muy bien...- La muchacha sonrió y negó con la cabeza -No te preocupes, esto es mejor que ir desnuda- El interés de aquella mujer no había sido por ninguna causa en concreto en un principio, pero tras haber visto que era una sirena parecía esperar algo, por lo que la muchacha no esperó y preguntó -¿Qué puedo hacer para pagar toda esta amabilidad?- Las mujeres se observaron unos instantes más fue la mujer anciana la que habló, pues la más joven había comenzado a llorar de nuevo -Mi nieta lleva años enferma, muchos médicos han venido pero ninguno le ha curado...Cada vez tiene más fiebre y está mas débil, mi abuela me contaba historias sobre sirenas con poderes de curación, que podían sanar incluso a los muertos, por eso pensé que si encontraba una, podría salvarle, y confié en ellos...y tuve razón, las sirenas existen...existes- Aquello la sorprendió, al parecer, el hecho de que buscase una sirena era por sus dotes curativas y no porque aquella anciana estuviese loca, de todas formas la siguió mientras caminaba hacia una habitación pequeña, iluminada y de aspecto relajante, solo para mostrar a una pequeña niña de cuatro o cinco años, que respiraba con dificultad y que parecía estar en un estado comatoso.

La joven se acercó por decisión propia, guiada por su instinto y conocimientos médicos; Simplemente el hecho de hallar una persona en aquel estado, o cualquier otro que demostrase que se encontraba enferma, era razón por la que un medico debía curar, y aquello mismo era por lo que había salido del mar -Gracias a unos marineros conseguimos este libro de medicina, es sobre hierbas y aunque aquí estén todas nunca hemos sabido que hacer- La joven desvió su mirada hacia la mujer -Supongo que aquí no llegan médicos muy experimentados, el libro solo hace referencias, pero nunca puede tratarse como una guía sobre cada una de las enfermedades, eso lo aprendes gracias a otros médicos- De todas formas tomó el libro y lo abrió, era incluso mas grande que un diccionario y en él podían verse toda clase de medicinas, ungüentos, enfermedades por plantas, animales...era una enciclopedia completa, incluso hablaba de variedades de plantas que ella jamás había oído, que crecían en ciudades sobre el cielo al parecer, aunque aquello era imposible. De todas forma su interés era creciente por lo que acotó -¿Podría quedármelo? Su hija se pondrá bien, por lo que he visto no es algo realmente grave, solamente no se ha sabido tratar y por eso ha empeorado- Una vez más la mujer se puso a llorar, pero asintió con el rostro.

Lo cierto es que pese al aspecto tan frágil de aquella pequeña la sirena ya había visto aquella reacción en cuerpos de otros niños, tritones y sirenas, y era algo que se producía meramente por el crecimiento, en el caso de el mar, era algo más complicado, pues había más limitaciones en comida que en la propia tierra, pero en la superficie era mucho más común, y mejor tratable obviamente. De todas formas se acercó y colocó sus labios en la frente de la pequeña, la fiebre era alta, y podía complicar más las cosas -Llenad la bañera con agua fría- Las mujeres dudaron unos instantes -Los médicos nos han dicho que es mejor que descanse- La mirada de la joven se desvió, esta vez sus ojos se mostraban fríos, impasibles ante aquella replica y dominantes -No eran médicos- Su voz sonó asqueada, no por la réplica de la mujer sino por el propio hecho de que aquellas personas se hubiesen llamado médicos a sí mismos, pero fue suficiente para que la madre actuase, perdiéndose en aquellos pasillos hasta que fue audible como el agua rellenaba una vez más la bañera.

Tras unos minutos ordenó que tomaran a la pequeña y la metiesen en la bañera, no porque ella no quisiera cogerla, sino porque sus piernas aun eran débiles y que se cayera con aquella niña, estando como estaba, no iba a ser una situación agradable. Una vez estuvieron en el baño mantuvo a la anciana vigilando a la pequeña, a la vez que de informadora sobre su fiebre. Mientras tanto, la joven comenzó a preparar algunas hierbas y a observar toda aquella cocina; Cada alimento, cada bebida...Además de preguntas constantes sobre aquellos supuestos tratamientos que le habían mandado los médicos.

Tras una hora finalmente tuvo algunos recipientes de aquel brebaje de aspecto verdoso, más apuntó la receta y se la entregó a aquella mujer, que se había esforzado por aprenderla. Una vez fueron a la bañera la anciana anunció que la fiebre de la pequeña había descendido, e incluso su aspecto parecía mucho más sano que antes, por lo que la joven comenzó a explicar mientras hacía algunas últimas revisiones -Según me habéis contado esto comenzó hace tiempo, y desde ello, los médicos que han pasado por aquí han dicho que deis mucha comida sana a la pequeña- Finalmente se sentó en el suelo, descansando las piernas tras todo aquel tiempo de pie -Para la gente de aquí es importante la leche, es por lo que crecen los niños y todas las vitaminas son esenciales, pero ¿Que ocurre cuando alguien no tolera la leche y se le obliga a tomarla?- La respuesta era obvia, más aquel caso en sí era bastante simple -El cuerpo de esta niña ha aguantado mucha presión soportando todo ese aliento que solo la hacía enfermar, y sé que es importante, por eso he preparado ese té. En él están todas las vitaminas que necesita pero no la sobrecarguéis, es solo un sustituyente y tened en cuenta que no es ninguna medicina, porque no la hay, simplemente dejad de darle cosas que tengan leche, y utilizad en cambio ese té- Tras finalizar aquello los ojos de la pequeña se comenzaron a abrir con pesadez, una vez la fiebre había bajado no había razón por la que guardar aquellas ultimas energías, -¡¿Como estas?!- La niña estaba un poco desorientada por lo que tardó unos instantes en responder -Ya no tengo frio...- El agua fría hacía que el cuerpo entrase en calor, la fiebre había sido alta y por ello había sido bueno, pero una vez ya no tenía fiebre era mejor que entrase en calor con mantas, por lo que la secaron y volvieron a recostar, donde una vez más se durmió, pero esta vez de forma placida.

Las tres féminas salieron de la habitación, mientras la muchacha comentaba sobre aquella enfermedad, que no era algo realmente problemático, pero que si no era tratado podía llevar incluso a la muerte, lo cierto es que la joven no sabía cómo eran los médicos de la superficie pero visto lo visto, no parecían demasiado cualificados, aunque de todas formas tampoco podía esperarse mucho de un lugar tan poco avanzado, ellos eran de costumbres, y eso podía ayudarles, pero también perjudicarles. Finalmente salió de aquella casa, no sin antes tomar su manta y aquel libro, e incluso recogió su cabello en una coleta alta, saliendo una vez más al exterior de aquel lugar y andando con lentitud hacia la taberna, donde asomó su rostro en busca de aquellos dos jóvenes.
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MensajeTema: Re: Capitulo 3 - Primer viaje y un objeto para arreglar.    Capitulo 3 - Primer viaje y un objeto para arreglar.  EmptyMar Ago 21, 2012 8:42 am

La solucion al problema de las tres personas en aquel sotano no se dejo esperar. El pelirrojo saltaba de repente, hablando sobre cosas de las cuales Layfon no se acordaba ya. El entusiasmo que le ponia el joven chico a la cosa era sorprendente, tan sorprendente que Layfon solo pudo mirar hacia el pelirrojo boquiabierto. Este empezaba a decir las cosas que necesitaba, a lo que el tabernero sonreia y crujia los dedos de sus manos, y con la ayuda de algunos hombres, trajeron las cosas hacia el pelirrojo, que tambien pedia que le dejasen en paz para poder trabajar tranquilamente. -Pues te dejo a ti esto, yo mientras tanto sacare la información que necesitamos- dijo saliendo del sotano junto al tabernero. Justo cuando salimos, un portazo cerraba la puerta, probablemente realizado por el pelirrojo. -Je,....esto si que no me lo esperaba- decia Layfon, que miraba sonriendo tranquilamente hacia la puerta cerrada tras de si.

-Bueno, hablemos.- añadia despues, cerrando sus ojos mientras comenzaba a moverse hacia la barra. El tabernero se colocaba tras ella y empezaba a fumar, cosa que no molestaba en absoluto a Layfon. -¿Dijistes que tienes informacion de como conseguir dinero?- le preguntaba Layfon, abriendo sus ojos y hablando tranquilamente. El tabernero suspiraba y comenzaba a arrascarse la barba. -Bueno, es un rumor. Pero es lo mejor que puedo ofrecerte. Se dice que una joven chica ha sido raptada por las garras rojas.- comenzaba a decir el tabernero. -Supongo que son bandidos- respondia Layfon para sacar informacion de esas "garras rojas". -Asi es, supuestamente esa chica es la hija de un noble, quien esta dispuesto a dar una gran cantidad de dinero al quien la salve y la traiga de vuelta.- añadia despues, causando que Layfon mire algo extrañado hacia el tabernero.

-¿Supuestamente?- preguntaba Layfon, alzando su ceja derecha. -Si bueno, como dije, son solo rumores. Fue lo que me conto un hombre el otro dia que andaba buscando a esa misma chica para conseguir la recompensa.- Layfon no sabia si creer ese rumor, pero que otra cosa le quedaba. Tenia que probar con esto sea como sea, mejor hacer algo que no hacer nada, se pensaba. -Pues me pongo en marcha. ¿Algun lugar que me aconsejas ir?- le preguntab a al tabernero, y este miraba ahora a los 4 hombres que estaban sentados a la derecha de la taberna, encapuchados. -¿Ves esos de alli? Pertenecen a los bandidos, seguramente saques informacion de ellos.- dijo a lo que Layfon sonreia al verlos. -Gracias- comenzando a levantarse de su sitio para acercarse a los hombres. Lentamente y sin hacer ningun movimiento ofensivo, ya que solo queria hablar, de momento.

-Muy buenas. ¿Perteneceis a los Garras Rojas ?- preguntaba tranquilamente, sin esperarse nada malo. Pero para su suerte, los hombres pegaron un salto, haciendo que las sillas se cayeran hacia delante. -Tch, otro que pretende cazarnos, HUID!- gritaba uno de ellos, y los cuatro comenzaron a correr por la puerta, dando un empujon a una mujer que estaba por entrar. -........- Layfon no decia nada, se quedaba quieto mirando la escena, pegando un suspiro despues. -Aqui empieza mi dia de correr....Oye, ¿puedes decirle a mi compañero que el se encargue del barco? El sabra a lo que me refiero- le dijo al tabernero, dando la caza a los cuatro hombres, para tratar de pillar a uno y sacar la informacion que necesita.

Rapidamente salia de la taberna, viendo que los cuatro se habian separado, cada uno marchando por un camino diferente. Layfon miro a cada uno de los que corria, y optó por ir a por el que lucia mas lento. El cual estaba corriendo a su izquierda, un encapuchado algo mas obeso que los otros tres. A gran velocidad, Layfon trataba de alcanzarle, fue entonces cuando vio a alguien que le resulta familiar. Estaba mas o menos situado a la derecha del chico, mientras mas se acercaba, mas se daba cuenta de que aquella persona, era la sirena la cual estaba llevando consigo. Sin pensarlo, el chico corria hacia la sirena, cogiendola de repente con un brazo y colocandola bajo el mismo, todo esto pasaba mientras corria tras el obeso. -Oe! Espera!- gritaba Layfon, mientras cargaba con la sirena.
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MensajeTema: Re: Capitulo 3 - Primer viaje y un objeto para arreglar.    Capitulo 3 - Primer viaje y un objeto para arreglar.  EmptyMar Ago 21, 2012 10:00 am

La joven suspiró una vez llegó a la puerta de la taberna, desde que había despertado no había dejado de llevarse sobresaltos, aunque al menos había encontrado a aquellos dos chicos que la habían ayudado, a su manera...pero algo era algo. Su meta era poder estudiar a los humanos y de momento era algo que podría cumplir, al fin y al cabo, aquellos dos parecían querer comenzar algún tipo de aventura. Su mano se colocó en el picaporte más no pudo si quiera girarlo pues la puerta se abrió de golpe, lo que provocó que la joven casi cayera a un lado, aunque manteniendo el equilibrio apoyándose en la madera de la misma. Sus ojos se abrieron cuan platos al ver como varias personas salían corriendo, tenían aspecto amenazador, pero lo que más la sorprendió fue la velocidad con la que corría.

De todas formas aquello no era de incumbencia, por lo que su rostro se giró para ver el interior de la taberna, en la cual parecía también reinar el desconcierto, menos un rostro, el del joven de cabello castaño, que comenzó a correr y la tomó cuan alfombra -¿Eh?- Sus ojos se abrieron aun mas e incluso a su mente le costó razonar lo que estaba pasando -¡¿Eeeeeh?!- Su mirada se mantenía en el suelo más este se deslizaba bajo ella, pero tampoco podía hacer nada ya que si lo hacía sería peor para ella, más no por ello se mantuvo silente -¡Eh, oye! ¡¿Que te crees que estás haciendo pedazo de idiota!? ¡Cómo no me sueltes lamentarás haber nacido!- Más no tuvo reacción clara por lo que aumentó aun más el volumen de su voz -¡Pelirrojo! ¡Tu amigo me está raptando! ¡Ven a ayudarme ahora! ¡Pelirrojo!- Sus piernas comenzaron a moverse en el aire para intentar golpear al joven, mas sus manos se mantuvieron quietas, tomando con fuerza sus pertenencias.
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MensajeTema: Re: Capitulo 3 - Primer viaje y un objeto para arreglar.    Capitulo 3 - Primer viaje y un objeto para arreglar.  EmptyMar Ago 21, 2012 10:21 am

La carrera ya era forzosa cargando con la sirena, pero se veia mas forzosa aun cuando ella empezaba a mover sus brazos y piernas para soltarse del agarre de Layfon. Quejandose tambien mientras lo hacia, Layfon no contestaba, hasta mas o menos estar a unos 5 metros alejados del hombre obeso. -Dame un segundo- le dijo Layfon, con un tono serie, mientras aumentaba su velocidad, pegando un salto despues para saltarse a aquel sujeto. La caida fue perfecta, cayendo justo en frente del mismo sujeto y frenandose un poco, deslizando en la arena. -Uf......por fin te alcanzo- dijo Layfon, viendo como el sujeto se paraba, mirando con algo de panico a Layfon.

Este lentamente colocaba a la sirena en el suelo, de pie. Sacando su espada despues. -Y ahora...¿podemos tener una charla?- preguntaba Layfon, tranquilamente mientras colocaba el filo de su espada sobre su hombro derecho. El hombre por otra parte no sabia que decir, correr le era imposible ya que Layfon lo cogia en un momento, solo le quedaba una cosa. El hombre sacaba sus brazos del manto que llevaba y se podian ver una especia de espada ondulada. Corriendo a por Layfon, trataba probablemente de atacarle, cosa que Layfon respondia con un simple suspiro. -Nunca pueden ser faciles las cosas- se decia, viendo como la espada del hombre venia desde arriba, a la direccion de su cabeza. Layfon simplemente colocaba su brazo con la espada hacia arriba, parando el golpe, como si fuera nada.

Moviendo ligeramente su mano hacia la izquierda, hacia pasar la espada del hombre por el lado, dejandolo sin guardia. Layfon aprovechaba esto para contra atacar, dandole con el mango de su espada en toda la cara, haciendo que se caiga hacia detras. Para asegurarse de que no se levante y salga corriendo, Layfon colocaba la punta de su espada en el cuello del hombre, que se estaba agarrando la nariz con ambas manos. Ligeros sollozos se podian escuchar, probablemente del dolor que esta pasando en aquel momento. La cara de Layfon seguia inexpresiva, como si no sintiera emocion alguna a la hora de pelear peleas aburridas como esta. -¿Supongo que sabes el por que quiero hablar contigo?- preguntaba Layfon, empezando a sacar informacion. El hombre al principio se hacia el sordo, pero Layfon hacia que escuchase, moviendo la espada algo mas cerca a su cuello.

-Ok ok, espera- decia, levantando sus brazos para parar a Layfon. -¿Es por la chica verdad?- decia el bandido, a lo que Layfon respondia con una sonrisa. Con esto obviamente estaba diciendo que si. -Si, la tenemos nosotros, pero por favor no hagas que te diga donde esta....me matarian....- Layfon miraba a los ojos del bandido, pasivamente respondia a este comentario -Es tu propia culpa. Ahora dime donde esta y te dejare ir, haz lo que quieras de aqui en adelante.- decia Layfon, moviendo la espada un poquito mas cerca. El hombre con algo de panico decia donde se encontraba la chica -La pradera, hay una cueva mas o menos a 700 metros al sur de aqui- Mas cerca de lo que se esperaba Layfon. Este levantaba su espada, para guardarla, justo en aquel momento, el hombre se levantaba y salia corriendo en direccion contraria a la que se encontraba Layfon.

Mirando como se va el hombre, Layfon empieza a andar hacia el sur. Dandose cuenta de que la sirena se encontraba alli parada. -Ah, perdona por esto. Seguramente te preguntara el por que te he llevado asi de repente- decia Layfon mirando a la sirena con tranquilidad. -Recibimos informacion sobre como conseguir dinero, y bueno, consiste en rescatar a una chica. Ese hombre pertenece a los bandidos que la raptaro y le persegui. Dado a que.....- se callaba un momento, acordandose de que no recuerda el nombre del pelirrojo. -Vaya olvide su nombre, bueno, el esta algo ocupado en la taberna asi que decidi ir solo, cuando te vi, pense que me vendria bien tu ayuda, por eso te lleve conmigo. Ahora...- dijo volviendo a callarse. -¿Estarias dispuesta a ayudarme ? seria una buena oportunidad para estudiar a los humanos- le preguntaba a la sirena.
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Bazeth
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MensajeTema: Re: Capitulo 3 - Primer viaje y un objeto para arreglar.    Capitulo 3 - Primer viaje y un objeto para arreglar.  EmptyMar Ago 21, 2012 10:32 am

Fresca brisa, sol y el infinito mar era todos lo que veía día tras día desde hace ya mucho tiempo, era hermoso sin duda sobre todo para alguien que siempre vivió encerrado entre cuatro paredes, pero ahora que me encontraba completamente libre quería conocer más el mundo y por sobretodo poder terminar con la última voluntad de mi madre y encontrar a Lizeth. Por esta misma razón es que a penas pude controlar este . . . cuerpo si es que pudiese llamarlo así, me busqué un trabajo que me permitiera recolectar algunos berries fue muy duro para mi el comprender que necesitaba dinero en este mundo para lograr lo que deseaba, en casa jamás vi una pieza de dinero obtenía todo con tan solo pedirlo, que triste que las cosas no funcionen así y que triste que lo ignorara, me hubiese ahorrado unos cuantos problemas ante cosas como estas:
- Que tal Señor, soy Bazeth el hijo del famoso Noel Negro, necesito tomar este ferry para viajar, permiso -dijo animosamente mientras ponía un pie dentro del transporte marino-
-No sé quien es ese jovencito, ¡Y no juegues conmigo, no vas a pasar solo por ser un niñito lindo!, ¡Vete! -gritó empujando al muchacho, quien no se movió ningún centímetro debido a su pesado cuerpo - Metal?, eres un monstruo un monstruo . . .

bueno ese fue un día duro según recuerdo, la Marina me siguió casi todo el día por que pensaban que un extraño monstruo amenazaba con la paz en el pueblo, esa fue la primera vez en que me sentí ajeno al mundo, y también fue la primera vez que pasé gran parte del día acostado dentro de un basurero. Aunque pensándolo bien la primera vez en que me sentí un extraño a este mundo fue aquella vez cuando desperté en ese laboratorio, en el momento que me di cuenta que mi cuerpo era diferente al que acostumbraba, cuando me di cuenta que era mitad robot y ni siquiera sabía como ponerme de pie. Bueno para alguien que debió haber muerto o que realmente murió como yo, ya no deberían preocuparle este tipo de cosas.

Como explicaba anteriormente antes de comentar mi triste e ingenua vivencia con el dueño de ese ferry, por cosas como esas aprendí que para todo debía usar dinero, pero que por sobretodo debía ganarlo yo mismo, por lo cual busqué trabajo, debería decir con detalle que al comienzo trabajé gratis porque todo lo que hacía, lo hacía mal, pero eso sería muy redundante, eso sí, con estos trabajos pude aprender como controlar mi cuerpo de mejor forma, y con el pasar de dos años ya podía sentirlo nuevamente como mío, en ese momento es que conseguí trabajo en un famoso barco restaurante que viajaba de puerto en puerto era un trabajo genial, hacía mis labores con mucho esfuerzo y muchas veces me quedaba toda la noche preparando lo que se necesitaba al otro día, así podía caminar y conocer las ciudades a las cuales llegábamos. Viví así por mucho tiempo y al menos mi reserva de dinero parecía aumentar en buen ritmo, bueno hasta que ocurrió lo que ocurrió.

Por motivos de ahorro de dinero y por ahorro de tiempo el navegante del barco restaurante trazo una ruta de navegación alternativa totalmente diferente a la resguardada por la marina y que estaba asegurada como ruta segura, aún cuando muchas personas dijeron que lo más económico sería ir por zona segura aunque tardáramos más, la gente que decidía no hizo caso, y fue durante una linda mañana soleada, con aguas tranquilas donde se apareció frente a nosotros un barco pirata que no tardo en acorralarnos e invadirnos, saquearon todo cuanto pudieron, golpearon a los clientes, golpearon a la tripulación, abusaron de mujeres y destruyeron hasta mi preciada cocina, mi cuerpo parecía hervir de la rabia que sentía y esa fue la primera ocasión en que usé ciertos "atributos" de mi cuerpo que no había usado antes, recuerdo ver sangre salpicando a mi rostro, recuerdo muchos gritos, rostros perforados por municiones, olor a carne quemada. También recuerdo ver partes de mi cuerpo caer, no sentía dolor pero sabía que me estaban destruyendo, ¿Fue real todo eso? no lo sé cuando pienso en aquello parece imposible aún cuando hoy vivo las consecuencias de ese día. tres piratas de tomaron por la espalda de me inmovilizaron, un cuarto pirata se acercó un un arpón con el cual me arañó el rostro, me decía algunas palabras que no pude escuchar, abrió mi camisa rompiendo los botones, mi pecho desnudo quedó al descubierto y comenzó a clavar múltiples veces ese arpón sobre mi, no tan profundamente para no matarme pero si repetidamente con el fin de torturarme, en el rostro de ese hombre bestia se veía placer en lo que hacía, se agradaba de ver sufrir a otro, de verle en el umbral de la vida y la muerte, hasta que . . . con muchas fuerza clavó el arpón en mi pierna derecha . . . no pude detenerle ni advertirle pero sabía que con eso terminaría todo. Así fue, pirata atravesó uno de los misiles de mi pierna los tres que tenía guardados explotaron, no sé si el barco se hundió, no sé si alguien de los que conocía sobrevivió, no sé nada, solo sentía el agua salada y la marea que me llevaba, no sabía nada más.

¿Como es que puedo contar esto?, pues ni yo mismo lo sé, no sé si estoy muerto o vivo pero creo estar algo consciente, no he visto nada en días, ni he comido ni me he movido pero estoy, existo, puedo ver dentro de mi, no sé cuan rápido pasa el tiempo y no sé cuantos días han ocurrido, o quizás el tiempo a ha pasado muy lento y estoy muriendo en estos momentos y apenas van unos cinco minutos luego de la explosión no lo sé, solo sé que un calor, o algo que no conozco entra por mi frente y parece recorrer toda mi cabeza y parte de mi cuerpo, un poder extraño quizás, la muerte seguramente.
Luego vino un calor como si fuego hiciera contacto con mi cuerpo, un fuego sanador, no estaba seguro, lo ultimo que sentí fue . . .

-Combustibleee! Que Ascooo!!! -grité con todas mis fuerzas sin pensar e intentando escupir lo que me habían hecho beber - a...a....acaso quieres matarme?!!! -le grité a la única persona que se encontraba en el lugar, quién sostenía un pequeño bidón en su mano.
-ehhh? puedo ver? estoy hablando?!! . . . que?!! y donde estoy?!!! . . . Espera quien eres tú hombre del bidón?!! -pregunté rápidamente, con curiosidad y con una leve sonrisa en mi rostro, pues estaba feliz de estar vivo otra vez, si es que se le podía llamar así.

Aproveché de mirar a mi alrededor, quizás estaba en el barco enemigo, y había sido secuestrado, pero no podía sentir el movimiento de las olas, me encontraba en un cuarto muy oscuro, que parecía la bodega vieja de algún lugar, y al frente había un chico bastante extraño, era de cabello rojizo, colorín como yo, claro no tan intenso pero lo era, piel clara, ojos mmmmm trasnochados, si es podía llamarlos así, olía a cigarrillo . . . cosa que me hizo comenzar a toser y enrojeció mis ojos. Finalmente pregunté un último: -Quien eres tú~?! -alargando la "u" del final, la misma forma infantil en que solía hablar cuando vivía con mis padres.

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