El peor lugar de el mundo.

Estaba en el centro de la bella ciudad acuática, la "Isla gyojin", un lugar donde sirenas y tritones vivían en armonía, un lugar donde no eran perseguidos ni atacados por humanos, cazadores de esclavos y similares, la seguridad en la superficie no era lo que se decía confiable, pero todo eso cambiaría, dejaría la seguridad de el mundo por un poco de acción en la tierra, rodeado de personas, de peligros y aventuras.

Lo primero que hice fue atravesar la gran burbuja, ya no tenia nada que me atara a la ciudad, salvo mas raíces y quizás algunos que otros profesores que me habían instruido en el arte marcial del gyojin karate, un arte marcial que consistía en atacar con el agua, desde la que se encontraba en la humedad de e aire hasta los cuerpos, no había nada que se escapara de ello, ni siquiera los usuarios de frutas tipo logia.

- Mundo, alla voy, esta aventura comenzara como debe y tendrá consigo toda la acción, estoy seguro que me volveré mas fuerte que nadie y no seré detenido hasta que mi nombre re suene en la ente de todos los humanos, no me importa si para bien o para mal.- dije sonriendo mientras me deslizaba por el haga de las profundidades de el oceano, subiendo por la corriente, tenia un rato de viaje pero a su ves eso servia para entrenarse, la gran presión oceánica causaba que mi cuerpo se fortaleciera.

Algunos peces se acercaba, los cuales esquivaba con gran gracia bajo el mar, subiendo así mucho de el océano, lugar privado para los humanos si no tenia una preparación adecuada, me parecía bastante hermoso y poco a poco llegue a la superficie, asomando la cabeza y saliendo mojado de el agua, mis ropas se secarían rápido y mi búsqueda de un comiendo digno empezaría a construirse en base a mi esfuerzo.