Al son de la Olas

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Tema: Al son de la Olas Mar Sep 27, 2011 10:05 pm

El salubre aire llenaba de su agrio olor las narices de quienes lo aspiraban, a la vez se podia sentir un gusto extraño en tu boca, como si ganas de vomitar se tuviesen, pero el liquido regurjitado nunca aparecia. Las gaviotas zurcaban los cielos sin temor alguno, ni un solo reproche a sus acciones, algunas descendian cual Halcon en caceria, y cruzando por la superficie marina, intentaban buscar algun pez que no muy ando nadara, para poder tomarlo con sus afiladas garras y despues poder comerlo tranquilamente. Los delfines andaban de par en par, como si de enamorados novios se tratasen, saltaban emocionados sobre la superficie el agua saliendo unos segundos al cielo, parecian volar, un espactaculo hermoso. La vobeda celes pintada de cyanes pixeles se diposnia infinita y esplendorosa, y en su punto mas alto, el astro rey que alumbraba y daba lugar a nueva vida.

Un bostezo daba lugar alli, como si una persona estuviera cansada en aquel momento, seguramente uno de los dos tripulantes habia dormido poco, despues de todo, desde las diez de la noche anterior que habian estado navegando, y ahora, ninguna tierra se podia ver, habian logrado su cometido, y con su brujula apuntando siempre hacia el norte, se dirigian hacia el oeste, hacia el oceano cardinal contrario del que ellos provenian, al West Blue.

-Ven Yamamoto es tu turno (bostezo)... Yo ire a tomar una siesta... ¿Podras manejarlo tu solo?-

Era comun que Kiricco se preocupara un poco al dejar tal responsabilidad al despistado de Yamamoto, desde niños, siempre era el que se perdia o que se encontraba con animales de repente, mientras que su hermano, por el contrario, buscaba los problemas, le divertia discutir y pelear, y explorar, un verdadero pirata desde nacimiento. Dando otro bostezo siguio mirando fijamente a Yamamoto esperando una respuesta, mientras que sus manos lentamente dejaban ir el timonel del barco, y sus cabellos ondulaban fervientemente con la brisa que alli se soplaba, al igual que sus ropajes, hacia mucho tiempo que el joven no disfrutaba de esa manera, demasiado quiza, siempre con su sentido de deber y buscando armar lios, Kiricco pocas veces disfrutaba de las pequeñas cosas que la vida presenta.

-Hermano... nuestra aventura comienza, imagino estaras emocionado como yo lo estoy Grajajajaja-

Dijo sonriendo un poco a su hermanastro, mientras en su mente solo estaban las aventuras que viviria, con todo su corazon queria explorar el mundo entero, conocer las legendarias ciudades de Arabasta o Wisky Peak, pero para ello aun tiempo le faltaba, ni siquiera habia explorado todos los mares carinales, la Grand Line, tendria que esperar, por lo menos unos meses mas.

Tema: Re: Al son de la Olas Mar Sep 27, 2011 11:38 pm

** Yamamoto se encontraba ya despierto, pero aún no se movía de su cama, estaba mirando el techo, puesto que era su primer día desde que se convirtió en pirata en alta mar. En esos instantes, alzo su mano derecha, con el brazo estirado arriba, y la palma de la misma abierta, en la cual se prendió una pequeña llama, y girando ya su palma hacía dentro, cerró con un fuerte puño, disipando el fuego… Comprendía que el poder que tenía aún no era suficiente, pero que si seguía en ese camino, de seguro sería una persona muy temida, y junto a Kiricco cumplirían sus metas. Se paró de su cama, y con sus primeros pasos se dirigió a la puerta que conectaba con el mundo exterior…

-¡Yoy! Apenas y he salido… Me da miedo ese ojo que tienes en el cuello. Hahaha…

Yamamoto estaba haciendo alusión de cómo Kiricco lo identificaba rápidamente, ambos personajes se conocían tan bien que hasta podrían reconocer el sonido de sus propios pasos, hasta como su respiración… Hasta podrían tener una respiración sincronizada ¿Absurdo? Quién sabe, ya tenían ocho años de conocidos, y su sentido de hermandad era más grande que cualquier cosa. No se podía evitar, ambos estaban pasándola muy bien desde que sabían que estaban en un gran viaje… Desde que su navío abrió por primera vez sus velas para guiarlos en el infinito azul.

-Sí… Es inevitable sentir la adrenalina recorrer mis venas. Por otro lado, ve a descansar hermano, ya he dormido lo suficiente para recuperarme.

Así fue como el pelinegro cogió el mando del barco tomando el timón. Su mirada estaba puesta en el horizonte. Veía aquel reflejo del mar puro, ése que es llamado cielo, era como estar en cualquiera de los dos lados, de no ser por las gaviotas, una confusión podría ser factible. Los animales antes mencionados, pasaban por todos lados en bandadas y también solos, buscando almuerzo como aquellos que vuelan tan alto para sentir el apacible viento, o tan bajo para sentir la brisa marina golpear suavemente sus rostros con el salado.

Ahora, se dirigían al West Blue, a Ohara para ser precisos, a la isla donde los más grandes arqueólogos se encuentran, en conjunto con la biblioteca más rica del mundo. ¿Qué buscarían ahora? Aunque fueran piratas, Yamamoto también sentía a veces cierta atracción por leer cosas, por lo que de seguro su fin no sería algo destructivo, al menos no mucho. El tiempo pasaba… Y parecía que el atardecer caería dentro de poco, de igual manera, ya se encontraban a tan sólo treinta minutos del puerto de su nuevo destino. **