Drakul Mihawk

Aparenta unos 21 o 22 años, es un joven alto de algunos 1.90 metros de altura, con un cuerpo fornido, sin llegar a la exageración, marcado por el entrenamiento. Su tes blanca casi pálida haciendo casi evidente el hecho de que a recibido poca luz del sol en su cuerpo. Otros rasgos que lo caracterizan es su pelo negro azabache, con dos largas patillas que terminan en una barba cerrada, así como facciones muy afiladas y dos orejas un tanto puntiagudas, y finalmente una mirada un tanto peculiar, al tener una cornea muy pequeña en color negro, el iris amarillo y en medio del iris un circulo negro, para terminar ese extraño fenómeno, con otra fina línea obscura.

Es un joven reservado y un tanto cínico, no es una mala persona, pero carece de tacto hacia las personas, siempre tiene un rostro poco amigable, y nunca sonríe, y si lo hace es debido a que alguien logro encontrar su retorcido sentido del humor, y muchas veces es mejor no escucharlo reír ya que cuando lo hace, inconcientemente lo hace de manera muy inusual, siendo una sonrisa siniestra, que asusta fácilmente a cualquiera que lo escuche.

Aunque esto es debido a que simplemente el no sabe ni siquiera quien es o de donde viene, el mismo se autodenomino Mihawk Drakul, al ser el primer nombre que leyó tras haber perdido de manera misteriosa la memoria, sin embargo esto no le incomoda en lo mas mínimo, el disfruta de los placeres que otorga la vida, aunque no le agrade del todo el sol y prefiere un tema mas fúnebre como gusto personal, fácilmente recae en intentar disfrutar de los lujos que ofrece la vida, los vinos...., comidas exóticas....., incluso el cigarro, o cualquier otro lujo material, en donde se pueden incluir las mujeres, aunque este puede ser un enorme gusto, lo tiene a dejar a un lado, ya que sigue el cogido de honor de un espadachín a su manera, y en batalla no discrimina de hombres y mujeres, pero fuera de ella, no abusaría de su poder, ya que repudia eso.

Se trata de una espada sumamente larga y ligeramente curveada, con un mango muy largo para poder sujetarla con ambas manos, y con una forma de cruz, el mango se encuentra hecho de oro y marfil, y adornados con pequeñas esmeraldas y zafiros, aunque además del oro y el marfil lo que le da a esta espada un valor muy grande es el enorme Zafiro que se encuentra en la base de la espada. Mientras el filo esta hecho de un acero templado a muy altas temperaturas para tener una resistencia aun mayor, tomando un tono color obscuro, aunque no tiene nada de especial esta espada, mas que su tamaño y su diseño hecho para sujetarse con mas fuerza y poner el peso del espadachín para incrementar el poder destructivo de esta herramienta.

- Disfrutar su vida, y vivirla a su manera.
- Hacer y deshacer a su antojo
- Hacer que el mundo recuerde su nombre, para compensar el haber olvidado su nombre.

No se si llamar a esto una historia, o mi historia, pues no se quien soy, que soy, de donde vengo, o siquiera tengo una familia, solo recuerdo lo primero que vi, un puerto, la luz de la luna iluminaba el paisaje en un bello tono carmesí, mientras las llamas danzaban en el horizonte, consumiendo todo a su paso, dejando atrás un agradable aroma, no podía distinguir que era ese aroma pero me era familiar... casi al punto de llamarlo nostálgico.

Me encontraba ahí mismo sin saber cual era mi rostro mi mente estaba en blanco, y no comprendía bien lo que sucedía, simplemente me parecía hermoso ese bello color, ese aroma fuerte y penetrante, todo era nuevo para mi, era extraño pero sabia que había perdido muchas cosas, pero no lograba comprender que era lo que sucedía, o porque no me preocupaba por lo que había perdido, era como si tuviera una segunda oportunidad para disfrutar de todo otra vez, como si fuese la primera vez.

Disfrutaba mucho de todo eso, no comprendía muy bien, porque el silencio era tan profundo, tanto que parecía palpable, y a su vez, era tranquilizante el poder escuchar la leña siendo carcomida por el fuego, crujiendo, y produciendo un agradable sonido.

Camine durante un rato para finalmente llegar a lo que parecía ser una pequeña villa, al llegar al arco de la entrada de esta, note que este ardía en llamas, las llamas danzaban singularmente, en tonos rojizos y amarillos, unos colores demasiado vivos, me quede embelesado unos momentos por tan bello espectáculo para luego tener un golpe, los recuerdos intentaban regresar, sin embargo solo un montón de rostros llegaron a mi, personas sufriendo, cosas que me dolían, y mi mente se sello de golpe, intentando proteger mi mente, para luego parpadear y darme cuenta de que era lo que admiraba y que era lo que había disfrutado hace rato..... La destrucción, aquel aroma había sido la carne quemada, y de un suspiro mi rostro que antes expresaba alegría, se amargo.

No como había pasado, pero lentamente empezaba a recuperar lo que la gente llamaba sentido común, empezando a recuperar lentamente mi capacidad de razonar mas que nada, comprendiendo muchas cosas, como el porque no quería recordar nada, y con una sonrisa siniestra y cínica, me mofe de mi mismo y lo patético que era al huir de mi pasado, pero sabia que era por mi bien, por lo que deje eso a un lado, y me adentre en el pueblo, sin encontrar rastros de vida.

Me sorprendía el hecho de ver los cuerpos de la gente muerta sin sorprenderme, algo que no parecía tener sentido, me hacia pensar que clase de persona había sido, pero al menos me era grato saber que aunque no me sorprendiera, no me era gustoso ver las escenas donde las mujeres abrazaban a sus hijas y se consumían por el fuego, era un consuelo de que entendía lo que estaba bien y mal, y no era un psicópata.

Después de rondar el pueblo sin un rumbo fijo, algo llamo mi atención, me encamine a lo que aparentemente era una catedral, y al acercarme pude ver algo raro, me acerque a un barril que había a un costado de la puerta, la catedral estaba intacta y al ver el barril adentro vi que se encontraba lleno de agua, observando mi rostro el cual era el de un joven de edad avanzada, lleve mis dedos a mi rostro para palparlo intentar recordarlo saber como era, eso era algo que no deseaba olvidar otra vez.

Y de pronto un sonido se escucho a un costado, algo estaba con vida, voltee a verlo mostrando una seriedad extraña y poco peculiar, pese a que todo era nuevo, aquellas imágenes me habían robado aquella sonrisa, y ahora marcaban mi rostro permanentemente, pese a que inmediatamente después las había olvidado. De pronto una chica salio de los arbustos corriendo, su cabellera rosada me extrañaba, pero mi cuerpo reacciono, al ver que detrás de ella un enorme babuino la correteaba, aquel babuino parecía muy feroz, y sin duda cualquiera le tendría miedo, con ese enorme hocico baboso, parecía tener rabia.

Sin darme cuenta, tome la mano de la chica y dije con una voz fría - ven! - No sabia a donde iba o que haría pero sentía el deber de proteger a la mujer, por lo que corrí con ella, mientras el babuino nos pisaba los talones, se podía casi respirar su pesada respiración, casi sintiéndola en la nuca del cuello, y sus largas manos rozando mis vestimentas, para luego ver una tumba, donde estaba una espada clavada, sin duda no tenia nada que perder, era mi mejor oportunidad, tal vez mi única de enfrentarme a tan feroz animal.

Corrí con todo lo que tenia, y apreté mis dientes, sabia que todo terminaría en un segundo, solo esperaba que esto funcionase, la chica callo a un lado y fue ignorada por el babuino, que parecía saber que me volvería una amenaza, y de pronto en un segundo, tras tocar la espada, abrí los ojos viendo que la espada ahora besaba el pecho del mono, el cual lentamente dejo esa expresión tan Feroz, para tranquilizarse y luego caer al suelo y hacer un charco de sangre, muriendo con una expresión de tranquilidad.

Entonces voltee y vi la tumba, en ella estaba escrito "Dracule Mihawk", esa persona me había salvado la vida, al haber puesto esta espada en este lugar, no comprendía porque pero era casi como si hubiese entrenado toda mi vida para usar esta clase de armas, o tal vez lo había hecho, muchas cosas son un misterio, y pienso dejarlas así, pues el pasado es eso, no ahí nada que pueda hacer por el, mejor me dispondré a disfrutar de mi presente.

Mire mi espada y luego mire a la joven que estaba a mi lado, y le ayude a levantarse diciendo - Mi nombre es Drakul Mihawk, ven mujer no ahí nada que hacer en este pueblo en ruinas - Dicho esto salí de la isla con unas personas extrañas, aunque no parecía tener muchas opciones ante la situación critica de aquel pobre pueblo, y entonces me pregunte algo por primera vez tras ver la isla arder en llamas.... "Que fuerza podría Destrozar una isla por completo, tan rápido que ni siquiera los aldeanos hayan siquiera podido escapar?"........