Encuentro en Loguetown

A Freddy lo habían castigado. De por si su salario no es muy bueno. Pero por lo menos en algún momento le habían permitido algunos berries para una cerveza. Ahora ni eso, todo por culpa de ese maldito pirata cobarde. Ahora camina por las calles de Loguetown nuevamente haciendo su patrulla reglamentaria mientras le asignan otra misión. En el fondo presiente esa sensacion de que sus garras probaran algo de sangre ese día. Y eso le agrada. Sonríe mientra ve al vació.

Yotta camina tranquilamente por las calles de Loguetown mientras debatian para si mismo "Bueno, tengo que comprar carne, patatas, lechuga, las bebidas las pongo yo, agua!! indispesable!!" y asi divagando se adentro entre la multitud de gente, por la calle comercial.

-Mierda!! Me perdi!!- Dije cuando decidi ver a mi alrededor para ver las tiendas y descubrir que estaba en un barrio viejo y destruido, habia llegado a la zona pobre y no tenia ni idea de como volver. -Oye tu! Rarito! Sabes como hago para volver a los muelles o la calle comercial? Es que me perdi- Me diigi a un tipo raro y con la cara toda lastimada que estaba caminando por ahi.

-Oye tu! Rarito! Sabes como hago para volver a los muelles o la calle comercial? Es que me perdí-

Escucha al sujeto, sin embargo no lo puede creer. ¿Quien se cree que es esa persona para hablarle así? Lo observa fijamente, y su apariencia sucia y su vestimenta rápidamente le dices un par de cosas: esta ebrio, y probablemente es un pirata.

En su mente sonríe, no puede creer su suerte. Probablemente si logra atrapar a aquel pirata se revindique ante los altos mandos marines, quizá hasta le den una recomienza monetaria. Podría ir a un buen burdel.

-Pirata, ¿cierto?.- Dice con la sonrisa mas amable que puede fingir y buscando una clara confirmación de algo de lo que el esta prácticamente seguro. Y la mejor forma de conseguirlo es ser amable, al menos hasta que tenga la excusa suficiente para destriparlo en ese momento y lugar.

Caminaba con calma por Loguetown, aburrida y buscando trabajo. No tenía nada que hacer y en su barco no había nada más que camarotes vacíos y demasiado silencio. Vio a un hombre de curiosas vestiduras, sonrío satisfecha. No hacía falta ni que sacara sus carteles de Wanted para saber que aquel hombre de pantalones marrones -seguramente por no lavarlos- y anchos era un pirata. Se acercó con discreción y ocultandose entre la multitud, no le era conveniente que la viera y saliera corriendo -como más de un pirata había hecho- Entrecerró los ojos al distinguir a un marine hablando con él, ¿Se le habían adelantado?

Se sentó en un banco, con las piernas cruzadas y mirandolos de soslayo. Quizá lo más conveniente le era que aquel marine con el rostro quemado le hiciese el trabajo sucio y ella tan solo tendría que llegar, llevarse el pirata y cobrar la ercompensa. Sonrío, parecía ser que aquello iba a ser bastante interesante.

AAAAAAAAAAAAAAAAAAARRRRRRRRRRGHHHHHHH

Golpee de nuevo la pared, esta vez ensanchando aun mas el boquete, llegando a hacer un agujero en dicho muro. El marine de la habitación de al lado se me quedo mirando a través del agujero, sorprendido y acojonado. Le miro furioso y sonrió al ver como mira de reojo el uniforme apoyado en mi silla, sin usar ni una sola vez.

Incluso ahora - Susurro mirando al marine - Incluso ahora, cuando soy capaz de matarte, os preocupa que no me ponga el uniforme.

Pensé en usar un fuego de sombras para quemar el uniforme y, de paso, al marine. Pero soy demasiada buena persona.

En lugar de eso sali del cuartel, ignorando completamente la advertencia del teniente, diciendo que lar normas no permitían salir del cuartel sin uniforme.

Metase las normas por el culo, teniente

Me dirigí hacia la plaza de Loguetown, donde rápidamente encontré a otro marine destinado en Loguetown. Era un tipo extraño, feo como el solo. Al parecer, por lo poco que sabia sobre el, estaba cumpliendo servicios civiles en la Marina, para pagar por sus crímenes. Me dirigí hacia el. Estaba hablando con alguien que vestía las típicas ropas del estereotipo pirata. El tal Freddy ( creo que se llamaba así ) estaba sonriendo.

Hola, Freddy - Me acerco a el, suponiendo que quiere capturar al pirata, e intento hacerle comprender que le quiero ayudar a crearse una cuartada y ganarse la confianza del pirata - ¿ Compraste todo lo necesario ?

Vio con discreción, como un tercer individuo se acercó al pirata y el marine. Su forma de vestir descadarada y sin pudor, dada su falta de camiseta le pareció cuánto menos impropio. Ir semi desnudo por una calle concurrida era inapropiado e incorrecto. Escuchó como se dirigía al hombre de la cara quemada, llámandolo Freddy. Supuso que aquel hombre, si bien no parecida en nada un marine debía serlo, aunue tenía un grave problema con los uniformes entonces.

-¿Compraste todo lo necesario? - le escuchó decir. Frunció levemente el ceño y se levantó con delicadeza, saltó hasta el tejado de una casa cercana y se dejó caer hasta la barandilla del balcón de esta. Necesitaba escuchar con más claridad que se tramaban aquellos marines.

Freddy espera unos segundos pero el pirata no responde por que otro sujeto lo interrumpe. Llega preguntándole a Freddy si compro lo necesario, en un principio no lo reconoce, pero no permite que eso se refleje en su rostro. Después de un rato se da cuenta de quien es, un marine, lo ha visto un par de veces en el cuartel y al igual que a el no le gusta usar el uniforme. En el cuartel oía a veces que lo llamaban "Yo no me pongo el uniforme" Vamp, lo cual siempre le pareció increíblemente estúpido.
-¿Que tal Vamp?- Responde sonriendo y luego voltea a ver al pirata -Te presento a mi amigo Vamp, Vamp el es....- Se queda en silencio esperando que responda. Su nombre le podria ser util.

Apoyó la cabeza en la palma de su mano, apoyando el codo en la pierna derecha y mirando con aburrimiento la escena de aquellos tres hombres, que no hacían más que saludarse y hacer presentaciones absurdas. Escuchó como llamaba Freddy al descarado semi desnudo.

-¿Con que Vamp, eh? - dijo para sí, sabía que aquel hombre le resultaba familiar, a pesar de no haberlo relacionado directamente al haberlo visto por primera vez. Un recluta de la marina al que nunca ascenderian por su cruzada permanente con los uniformes, algo que le resultaba bastante pátetico, cabe decir.

Le extrañó la frialdad con la que Freddy le devolvió el saludo y apostaría a que rara vez se habían visto, nada más que dos personas que trabajaban bajo el mismo emblema pero que no se conocían. ¿Entonces porque hacían ver que eran amigos?
Miró al pirata, el que parecía no haberse dado cuenta de ese detalle.

Freddy me saluda después de tardar mucho tiempo en reconocerme, quizás demasiado como para lograr su propósito. Tras eso, intenta que el pirata le diga su nombre, con un intento patético. De la mala ostia que llevo no me importa capturar al pirata ni nada parecido, así que me despido de Freddy y me alejo un poco. Conforme me alejo, oigo un crujido de madera, pero hago como si nada. Freddy no parece haberlo oído, y el pirata tampoco. Doy la vuelta al edificio, para escalar hasta el tejado por la parte contraria a donde se encuentran Freddy y el pirata. Camino por el tejado, sin hacer ruido, hasta llegar al otro extremo. Desde allí arriba vislumbro a una muchacha, bastante bonita, espiando la conversación. Pego un salto y me coloco a su lado, en la terraza.

¿ Que ? - Pregunto socarrón, sabiendo que la he pillado con las manos en la masa, pero lo suficientemente bajo como para que solo me oiga ella - ¿ Disfrutando de la escena ?

Vio como Vamp se marchaba con el ceño funcido y al parecer bastante cabreado. Se extrañó que nada más llegar se fuera.

-¿Ya se va? - pensó para sí.

Lo siguió con la mirada, viendolo perderse en el cruze de la esquina. Unos segundos depués sintió una presencia bastante temeraria tras de sí y teniendo en cuenta las personas que había en los alrededores, lo más provable era que fuese ese chico enfadado con el mundo. Sonrío. Era hora de hacer amigos.

Escuchó como rápidamente y de un salto, quedó de pie junto a ella. La pelirroja siguió mirando al frente.

-¿Que? - susurró en un tono pícaro, intentando que su compañero y el pirata no los escuchasen. -¿Disfrutando de la escena? - finalizó

Ladeó la cabeza levemente hasta poder verlo por el rabillo del ojo. Ahora que lo veía de cerca parecía más alto y musculoso. Aunque quizá era el típico que tenía musculos por cerebro.

-Mucho. - le dijo con una sonrisa. -Es realmente interesante.

"-Pirata, ¿cierto?.-" Me dice el rarito aquel con na enorme y escalofriante sonrisa "Joder... es feo el tipejo!" Pienso, cuando estaba a punto de responderle llega otro tipo semi-desnudo que habla con el:

Hola, Freddy, ¿ Compraste todo lo necesario ?- "Un amigo suyo?" Adivine
-¿Que tal Vamp? Te presento a mi amigo Vamp, Vamp el es....-

No llego a responder que el tipo que llego se estaba llendo de nuevo con mala cara como enojado con Freddy. -Y a este que le pasa?- Me dirijo a Freddy -Soy Yotta un gusto, y que tiene se llego a ser pirata? Solo necesito llegar a la calle comercial, me vas a contestar a no?- Le hablo en un tono neutral, el tio no me gustaba nada y solamente queria dejar de verlo lo mas rapido posible.

-Hum... Este tipo tiene pinta de ser pirata...- Scott Anderson, ataviado con el mejor de sus trajes azules, se encontraba en una azotea contemplando a Yotta Kaizoku. ¿A qué clase de pirata se le ocurriría ir a Loguetown vestido de esa forma? Saltaba a la vista lo qué era. ¡Con todos los marines que por la isla pululaban lo raro es que no le hubiesen apresado ya!

-Pues nada, a ganarse el sueldo...- El peliazul dejó caer una de sus Dokuso encima del tipo ese con barbas y rastas, concretamente usó la Dokuso de Conotoxinas, (que causa parálisis).

Ni bien las toxinas hicieron efecto y Yotta se quedó paralizado temporalmente (20 segundos máximo), Scott saltó de la azotea para aterrizar encima del pirata, que se dio de bruces contra el suelo incapaz de moverse.

-¡¡¡YA ERES MÍO!!!- Gritó eufórico Anderson mientras sujetaba a su "presa" con una llave de karate que le habían enseñado largo tiempo atrás.

Pero entonces se percató de la presencia de dos marines más... Recordaba haberlos visto en alguna parte...

-¿Em? Perdonad, ¿Lo ibais a arrestar?-

La chica responde que si, que disfruta con la escena.

Um...Para gustos colores, es demasiado aburrida para mi - Sonrió, divagando sobre si intervenir o no con esta chica - Por cierto, soy Vamp D. Jin, llámame Jin. ¿ Tu eres ?

Aprovecho para girar mi vista hacia ella y, para que mentir, observarla mejor. La verdad es que no esta nada mal.

En eso otro marine, uno que siempre iba con traje, obsesionado con el color azul, cae sobre el pirata, que se ha presentado como Yotta. El peliazul cae todo ilusionado sobre el pirata, para luego darse cuenta de la presencia de Freddy, e incluso de la mia y, por consiguiente, la de la chica.

Tranqui, no tengo ningún interés en ese tipo - Grito desde la terraza, lo justo para que el me oiga bien - Y, tu...- Puntualizo girándome hacia la chica de nuevo - ¿ Tu, de que bando estas ?

PD: Perdonad, me equivoque de cuenta al realizar este comentario, tomadlo como uno de Vamp D. Jin xDDDDDDDD

Vio al marine presentarse acompañado de una sonrisa, después de guardar unos segundos de silencio. Le devolvió la sonrisa y se levantó, quedando de pie frente a él.

-Jin ¿Eh? - le sonrío ducemente. -Erza Scarlet, pero llamame solo Erza.

Su atención -y la de Jin- fue captada por un grito euforico:

-¡¡¡YA ERES MÍO!!! - y al girar la vista vio como el que sería su presa era aprisionado por ¿Otro marine, quizá? Suspiró, ultimamente la marina estaba llena de tipos raros; un tio quemado, un inadaptado con los uniformes y ahora un pitufo de llamativo, como no, traje azul.

Un pitufo que le había robado la presa.

Escuchó como preguntaba si lo arrestarían, mirando hacía su posición. ¿Se había dado cuenta que estaban allí, en una terraza alta y lo suficientemente alejada, en tan poco tiempo?
Interesante...

Jin le indició su poco interés en aquel hombre con un 'sutil' grito para después volver a depositar su atención en ella.

-¿Tu, de que bando estas? - preguntó.

Le sonrío.

-Debería bastarte con que me dedico a cazar priratas, así que supongo que estamos en el mismo bando. - le guiñó un ojo y saltó de la terraza con agilidad, dirigiendose hacía los dos marines y el pirata, no le regalaría una recompensa a un tio vestido de azul.

Freddy no llega a responder, un extraño olor invadio mis fosas nasales y caigo paralizado boca abajo, lo unico que logro ver es un pitufo gigante lanzarse sobre mi y gritar :-¡¡¡YA ERES MIO!!!-

"Pero que mierda esta pasando aqui?! Porque no puedo moverme?!", escucho a mi alrededor sin comprender nada de lo que estaba pasando:
-¿Em? Perdonad, ¿Lo ibais a arrestar?-
"¿Arrestar? ¿A mi? Malditos marines..."
-Tranqui, no tengo ningún interés en ese tipo -
"¿Que soy? ¿Un juguete que hablan así de mi?"

Al estar boca abajo no distingo a ninguno pero por lo menos hay 3 de ellos, un feo, un exhibicionista y el pitufo gigante, por suerte en esa pequeña conversación dio tiempo a que recobrara el control de mi cuerpo, "Bien, ahora es mi turno"

Aprovechando que ese pitufo sobre-desarrollado seguía encima mio giro sobre mi mismo, golpeando su rodilla y dislocandosela, aprovecho la fuerza del envion para hacerle una llave al cuello atrapandoselo y gritar al mismo tiempo:-¿Quien diablos se creen para tratar de atraparme de una forma tan traicionera? Malditos perros marines!!-

Entonces la vi, era la criatura mas hermosa y delicada que vi en mi vida, una alta y esbelta joven de largos cabellos rojos y dos bellisimos y enormes... ojos avellana... pero no era ese el momento de admirar la belleza de una marine.

OFF: Me permito entrar ya que en la descripcion del tema dice que se una quien quiera, y esto se consideraria un tema pasado para mi en relacion con mi mision que estoy llevando.

El teniente se encontraba caminando por las calles de la ciudad, en parte estaba patrullando, en parte estaba descansado de tanto papeleo como de costumbre y en parte lo habian mandado a buscar a unos marines desobedientes para enseñarles algo de disciplina, un duo de reclutas que se negaban a llevar uniforme, uno de ellos bastante irrespetuoso y cerca de ser castigado por ello, un preso con la condicional por estar con la marina, menuda panda de reclutas que se nos juntan, ultimamente me habian mandado bastantes fichas de marines, y me conocia a casi todos los que estaban en Logue Town, despues de una buena y larga caminata tranquila por el barrio rico donde pocos crimenes visibles pasaban, llego la hora del barrio pobre y como no, nada mas entrar ya se encontraba lo que buscaba, Phantom suspiro mientras veia a los dos reclutas y al teniente obseso con lo azul en lo que parecia una pelea con alguien que conocia, ademas de que Jin el que le gustaba ir descamisado y era un total irrespetuoso estaba cometiendo vandalismo junto a otra mujer que estaban en los tejados, ese pirata, no habia cometido ningun crimen todavia, que yo sepa, ademas yo le dije que seria mi presa, asi que me gustara ver como crece, pero no crecera si estos lo capturan, sera mejor inventarme algo.

Meditaba Phantom mientras se acercaba por la espalda del teniente, como siempre con su imponente armadura.
Buenas, me da igual lo que esteis haciendo, pero nada de violencia innecesaria, ¿porque estais atacando a este hombre? y mas importante, ¿¡Porque no llevais el maldito uniforme ninguno de los tres!?- Acabo gritando Phantom algo enfadado.

-¿Quien diablos se creen para tratar de atraparme de una forma tan traicionera? Malditos perros marines!!- Gritó Yotta, dislocando a mala sangre la rodilla de Scott.

-¡¡¡Urggg!!!- Gritó Scott al verse en desventaja... pero un marine de su calibre siempre debía estar a la altura de la situación, así que transformó su mano derecha en pistola y apuntó con ella a la cabeza del pirata diciéndole:

-Como no me sueltes tendré que matarte, hijo. Una simple rodilla dislocada no va a frenarme... No me subestimes...- Pero el oxígeno le empezaba a fallar... Aún así captó un olor peculiar... Y le espetó a su contraatacante:

-Oye, báñate que estás sucio... ¿Cuánto tiempo hace que no te duchas como Dios manda?-

Como se puede apreciar, Scott no temía a aquel bucanero barbudo... Es más, tenía a dos marines más que en caso de peligro real le ayudarían. Aunque... bueno... Aquel con toda la cara quemada.... Buff... Tiene cara de malo... ¿Y ése otro? Oh, mierda... tampoco parece dispuesto a echar una mano...

-Buenas, me da igual lo que esteis haciendo, pero nada de violencia innecesaria, ¿porque estais atacando a este hombre? y mas importante, ¿¡Porque no llevais el maldito uniforme ninguno de los tres!?-

-¿Señor...?- Le estoy atacando por practicar la piratería... Y no llevo uniforme porque tengo el permiso expreso de la capitana Pauline Danshin de llevar traje.-

OFF: Siento la tardanza, de veras.

-¿Pirateria?, yo no veo signos de destrozos o hurtos, es mas este tipo parece un simple vagabundo, ¿que pruebas tienen de que este hombre sea pirata? ya hablare con esa capitana, por ahora te salvas, ¿bueno y vosotros dos?, ¿que excusa teneis eh?.- Grito de nuevo Phantom, algo molesto.

Se acercaba lentamente hacía los dos marines y el pirata y a medida que avanzaba veía como este se defendia del curioso pitufo con ágiles y útiles movimientos aunque insuficientes, aquel hombre de azul no era un simple idiota y ahora que era capaz de verlo con más claridad se había dado cuenta que era uno de los tenientes de la marina. Su atención fue captada por el pirata, que ahora la miraba... ¿Embelesado? Y si bien no le gustaba aceptarlo esa... exótica mirada la capturó momentaneamente. Frunció el ceño, enfadada consigo misma ¿Como podía permitir que un pirata le resultase atractivo? Vio como el pitufo transformaba su mano en una arma de fuego, amenazándolo con matarlo, se sorprendió y por momentos sintió indignación, lo que solo consiguió frustrarla más... quería proteger a aquel pirata, que humillante. Dado que su cara no la había visto en ningun cartel de Wanted no era más que un pirata sin recompensa, nada que le fuera util a ella o a los marines, un pirata inofensivo.

Estuvo a punto de intervenir cuando le deslumbró una armadura, en la que se había reflejado el sol del medio día. Lo miró aparentemente indiferente, no hacía falta ser muy listo para darse cuenta de que aquel hombre extravagante era Phantom D. Gray, un marine conocido.

-Buenas, me da igual lo que esteis haciendo, pero nada de violencia innecesaria, ¿porque estais atacando a este hombre? y mas importante, ¿¡Porque no llevais el maldito uniforme ninguno de los tres!? - gritó molesto con imponente voz, a lo que el marine/pitufo se defendió alegando arrestar al pirata por, como és lógico, pirateria.

Phantom volvió ha hablar, dudando de que aquel hombre fuera un verdadero pirata. Volvió la mirada al hombre que ahora estaba sentado en el suelo, quizá era cierto, en lo único que parecia un verdadero pirata era en la vestimenta.

-¿Cual es tu nombre, pirata? - decidió inntervenir.

-¡¡¡Urggg!!!- Gritó Scott -Como no me sueltes tendré que matarte, hijo. Una simple rodilla dislocada no va a frenarme... No me subestimes...Oye, báñate que estás sucio... ¿Cuánto tiempo hace que no te duchas como Dios manda?-

-Buenas, me da igual lo que esteis haciendo, pero nada de violencia innecesaria, ¿porque estais atacando a este hombre? y mas importante, ¿¡Porque no llevais el maldito uniforme ninguno de los tres!?-

-¿Señor...?- Le estoy atacando por practicar la piratería... Y no llevo uniforme porque tengo el permiso expreso de la capitana Pauline Danshin de llevar traje.-

Escuchaba voces a mi alrededor, al parecer estaban discutiendo pero no les prestaba nada de atencion, la hermosa chica me estaba mirando y era todo lo que me importaba.

-¿Cual es tu nombre, pirata? - Me dijo mirandome fijamente

-Soy Yo-Yotta Kaisoku, y no soy un pirata- Fue lo unico que llegue a contestarle.

(Off: Esperemos a que conteste el resto que falta para no acaparar)

(Off: Si no le importa a nadie me meto por aquí)


Camino despreocupadamente ya que no tengo nada que hacer. Me acababa de duchar, y lavar mis ropas, en una posada en la que había pagado para pasar la noche y había salido a dar una vuelta. Llevaba puesta la ropa con la que había estado viajando, ropa de la que no se iba a separar. Consistía en un haori y un hakama sobre un kimono, con una cuerda blanca llamada tasuki cruzado sobre el pecho y atado en la parte posterior. El kimono era de un color azul claro y las mangas eran adornadas con rayas de montañas blancas, dando por resultado un equipo muy llamativo.

Nunca he estado en Loguetown por lo que no conozco las calles. Miro a mí alrededor y me encuentro perdido.

Maldigo por lo bajo mientras lanzo una sonrisa despreocupada, ya encontraré alguien a quién preguntarle. Llego a un lugar donde parece haber una pelea, frunzo el ceño, no es normal el aumento de energía en ellos. Es abrumadora. Pienso que lo mejor es alejarme un poco pero me doy cuenta de que uno está amenazando, con algo parecido a un arma, a un chico que lo está agarrando por el cuello.

No hay nada que pueda odiar más que alguien se pelee. Suspiro mientras niego con la cabeza.

—Disculpen por entrometerme... —musito, la katana quedaba cubierta por el abierto kimono azul. El kanji “Sinceridad” se podía leer en mi espalda claramente, de un color blanco—... pero me gustaría saber donde estoy.

En todo momento no dejaba de fijarme en todos. Esto me daba muy mala espina.

Um...

El Gobierno nos había dejado a mi y a mi compañero, un tal Coyote, un tipo rubio con cara de loco que se hacia el simpático, en la tan conocida Loguetown. Nos informaron en el barco de que, en cuanto nos dejasen en la ciudad, estaríamos completamente solos, sin ayuda del Gobierno y, en caso de que nos encontrásemos en apuros, negarían nuestra existencia.

Tu, Coyote - Llame a mi compañero - Voy a dar una vuelta para ver el lugar

Sin esperar su respuesta y asegurándome que Zangetsu estaba bien escondida, me interne en la jungla urbana que era la ciudad. Llegue hasta la plaza central, donde, aun sin poder verlos, sabia que rondaban gran cantidad de piratas muertos, seguramente ahorcados después de ser capturados por la Marina. Al final, llegue a una triste callejuela, donde un grupo de tipos raros ( Y una chica bastante bonita ) estaban discutiendo, al parecer, cada uno por su lado.

Me los quede mirando, desde unos tres metros, sin decir nada, viendo como se peleaban entre ellos mismos o, como parecía por la parejita, intentando averiguar si su amor era o no posible.

! Ja ¡ - Rei, sin disimulo, mirando a la chica y al tipo con cara de borracho - Menudos tortolitos mas raros tenemos aqui...

Escuchó como el tal Yotta negaba ser un pirata, entrecerró los ojos, estaba claro que era pirata pero por su bienestar personal era mejor negarlo, teniendo en cuanta que estaba rodeado por tres marines y una cazarecompensas y si se había dado cuenta de aquello, es que no era tan estupido como parecía.

Se giró con una sonrisa hacía Phantom y el hombre vestido de azul.

-Como han escuchado, no es un pirata. - miró al pitufo para después dirigirse a su superior. -¿Y el hacer una acusación tan grave como lo és la piratería a un simple vagabundo no es algo que podría dejar en mal lugar a la marina?

Antes de poder seguir hablando su atención fue captada por un inusual chico de cabello anaranjado, que los estaba mirando con lo que sería una mueca de diversión. Miró a su alrededor. Lo que hasta hacía poco había sido un lugar normal, con gente normal, que intentaban hacer su vida de forma normal se había convertido en una reunión de tíos raros, con ideas raras y comportamientos, si cabe, aún más raros, y la ahora la gente normal guardaban las distancias para no acercarse demasiado a ellos.

-¡Ey! ¡Señorita!- Dijo Scott. –Antes de cabrearse con la marina podría pedir también al tipo este que me deje de estrujar el cuello ¿no?-
Anderson miró fijamente al tipo que parecía un pirata pero que negaba serlo y le soltó:
-Bien, bien. Tío, te defiendes bien... Bueno, supongo que es cierto que me he pasado, pero sigues siendo un sospechoso... Bah, que diablos... Vete si quieres, pero suéltame el maldito cuello que me lo estas estrujando que da miedo... Y de paso... No te vendría mal bañarte un poco... Si me llevas al hospital a que me arreglen esta pierna te invito a mi casa... ¿Aceptas?-
Como se puede apreciar... El ex-pirata hace amistades de manera extraña... Hace unos segundos intentaba apresar a Yotta y ahora lo estaba invitando a su piso alquilado. Cosa rara.

Sintiendo la necesidad de presentarse soltó de pronto:

-Por cierto, soy Scott Anderson. ¿Tú quien eres?-