Un excriminal entre nosotros

Camina por el muelle. Se acerca a la base Marine. Lleva poco que le otorgaron esa relativa libertad. Ahora es su deber ganarse un lugar en la marine. Y acabar con unos cuantos piratas en el camino. Continua caminando unos minutos, trae puesto su jersey usual y su sombrero, ademas de su guante. Al estar en prisión se lo habían quitado. Se había sentido desnudo todo ese tiempo. Ahora de nuevo esta completo.

La gente lo observa. No es para menos. Es muy llamativo. Tampoco es como si hubiera mucha gente en la calle. Aun es temprano. Muy temprano. El sol aun no se asoma por el horizonte.

Freddy escucha un ruido. Pasa junto a un callejón pobremente iluminado y observa a un joven con una capucha negra forcejeando con una chica. Sonríe, le causa gracia verla gritar. Bien podría quedarse y observar como ese idiota viola a la chica mientras se hecha una paja a gusto. Pero ahora es un marine. Ese idiota no saldrá de ahí.

-Oh, que rico.- Dice con un tono lujurioso y burlón. El joven voltea. No alcanza a ver claramente su rostro pero no parece ser muy viejo.

-Lárgate jodido pajero- Dice molesto. No puede ver el rostro de Freddy, y notablemente tampoco ha visto el guante. Genial. Eso pondrá las cosas un poco mas emocionantes.

-Jajajajaja- Ríe de una forma siniestra. Extiende la cuchilla de su mano izquierda y se introduce lentamente en el callejón haciendo chocar sus afiladas navajas contra la pared. -Mi niño. ¿Quieres hablar como los grandes?- Habla sarcásticamente, burlándose. Siempre que habré su boca habla de esa manera. El sujeto lo mira fijo. Y escucha el insoportable chirrido del guante sobre la pared. Huye. Se introduce en el callejón. Tal vez intente salir por el otro lado. O tal vez simplemente es estúpido y desea alejarse de Freddy lo mas posible. Pasa junto a la chica y le sonríe. Su sonrisa se muestra malvada. Siempre es así, no importa que haga.

El joven corre. Intentando llegar al otro lado del callejón. Pero no lo logra. Ahí esta parado el extraño hombre con las manos cruzadas y sus dedos de navaja meneándose suavemente. Voltea, intenta huir por donde venia. De nuevo Freddy. Parado. Le recibe con una fuerte patada al mentón y lo deja tirado. Inconsciente.

-Siempre se creen la pesadilla-Susurra para si mismo mientras suelta una risita burlona. De ser otra la situación probablemente le hubiera recibido con su guante y no con su pie.Pero esta de servicio.

Sale del callejón y observa a la chica que hiva a ser violada. Se encuentra ahun recargada contra la pared asustada.

-El no se levantara en un rato. Vete- Continua su camino. Hizo algo bueno. Y es bastante entretenido lastimar a esos idiotas.

Camina lentamente en dirección al enorme cuartel general de la marina en esa isla. El sol comienza a salir. La mañana comienza a mostrarse ligeramente mas clara, y la gente sale de sus casas para prepararse para un nuevo día de monótona rutina laboral. Todo para terminar con una barra de pan en la mesa para la cena.

Llega al cuartel. Es un edificio pulcro y elegante. Entra y camina hasta llegar a una enorme sala donde se encuentra un escritorio con una bella chica joven y de apariencia fuerte que se encarga dela recepción con una enorme sonrisa, tan bien ensayada que es difícil saber si ama trabajar para la marina o no tiene otra opción real.

-Busco al general- Dice firme con su áspera voz y sin verla a los ojos. Le es difícil concentrarse con una chica tan joven, le recuerda a sus niños. Tan pronto este pensamiento pasa por su cabeza una imagen de el sodomizando a la chica una y otra vez con su guante hace acto de presencia.

-¿General?- Responde dulce y educada la chica. Corta su rollo, sus fantasías homicidas.

-O cualquiera que este a cargo en este lugar- Dice un poco mas molesto mientras saca una hoja de papel arrugado de su bolsillo trasero y se la extiende a la chica. Ella lo revisa y muestra una mueca de sorpresa.

-Oh. Eres el.... "agente especial". El general de la base te esta esperando en el ultimo piso.- Señala unas escaleras a su derecha con la mirada -Déjame aquí la carta de liberación, arreglare tus papeles. Que tenga un buen día.- Le habla con toda la confianza del mundo. En verdad le hubiera gustado meter sus cuchillas en su vagina para después destrozarla desde adentro. Ya no causa tanto miedo como solía hacerlo. Pero por lo menos esta de vuelta en el juego, en el equipo opuesto esta vez pero puede matar. Y lo puede hacer de una forma mas "legal".

Sube las escaleras. Treinta pisos por las escaleras. No es difícil, pero tal vez si bastante tedioso.

La larga caminata no le pesa. Sube las escaleras y se encuentra en una enrome habitación increíblemente pulcra. Varios marines habían intentado frenarle el paso,"acceso restringido" decían. Freddy simplemente les mostraba sus papeles. Han demostrado ser útiles contra otros marines.

Camina por la habitación, es una especia de antesala. Llega a una enorme puerta doble que se habré cuando el se acerca. Entra en la oficina. En frente del escritorio se encuentra parado un hombre alto y fornido con una gabardina marine sin mangas y un enorme y poblado mostacho rubio. Detrás de la puerta otro marine le había permitido entrar.

-Soy el Capitan George Walrus y a partir de ahora me rendirás cuentas a mi, al menos hasta que se te de un nuevo aviso.- Espera unos segundos como para asegurarse de que Freddy esta entendiendo, luego continua hablando. -No podemos enviarte directamente a misiones importantes aun, estarás ejerciendo cargos menores hasta que se te de nuevo aviso. Toma tus papeles y vuélvete a reportar a mi cuando hayas acabado tu misión.-

Freddy toma la carpeta que le extiende el capitán y sale por la puerta. Esta se cierra detrás de el. Comienza a hojear la carpeta.

"Informe: Un violador ha estado molestando a las mujeres de la ciudad. No podemos perder el tiempo con pequeñeces, pero tampoco lo podemos dejar así.
Misión: Atraparlo, VIVO."

Ademas de alguna información mas es lo que traía la carpeta. Parecía hacer mucha énfasis en que no matara al violador. Continua verificando y descubre una foto de una calidad mediocre que se había logrado tomarle al violador. Lo reconoce rápido. Es el chico de esa mañana.

Cuando sale de las oficinas de la Marina se da cuenta de que ha pasado mas tiempo del que le parece. El cielo esta bastante soleado, y la gente se mueve rápido. Debe esperar a que caiga la noche. Eso facilitara su trabajo.

Comienza a caminar por la ciudad, sonriente. La gente se le queda viendo, y algunos incluso se cambian de acera al verlo pasar. Le temen, su apariencia no es para menos. Y si no le temen por su cuerpo quemado, tal vez lo hagan por las cuchillas en su guante.

Continua caminando hasta llegar a una taberna. Entra y se sienta. Y comienza a beber. Lento y constante. Un trago, luego otro y otro. Al acabarse su jarra de ron pide otra, luego otra y otra. Tal vez no sea prudente embriagarse, pero eso no es lo único que hace ahí. Y ademas no es el tipo de personas que se embriague rápido. En el bar hay varios hombre borrachos, hasta tal punto de que se encuentran roncando sobre sus respectivas mesas, con una jarra de cerveza vacía a su lado y un bolsillo donde ya no hay berries.

Sale del bar ya caída la noche. Y comienza a repasar lo sucedido minutos atrás. Recuerda claramente como se fue introduciendo en los sueños de esos pobres ebrios y como les fue sacando información. Fue mas difícil dar con la dirección de lo que creía que seria. La información otorgada por los altos mandos no proporcionaba nada útil ademas de su fotografía. Y el sujeto no parecía ser tan sociable como para que lo conociesen los típicos borrachos de taberna. Pero después de un rato finalmente dio con un sujeto que conocía a alguien que encajaba con la apariencia del "violador" de la foto. Y casualmente sabia su dirección.

La casa es grande, se ve bastante vieja y muy pobre iluminada. Existe la probabilidad de que el "violador" no estuviese ahí. Pero hasta el momento se trata de su mejor pista así que decide entrar.

Años atrás había aprendido a utilizar sus cuchillas para forzar cerraduras. Eso había demostrado ser muy útil en el pasado, y su guante no le fallaría en ese momento.

Entra en la casa en silencio, como escurriéndose entre la obscuridad. Sonríe maliciosamente y suelta una pequeña carcajada. Puede sentir una presencia en la casa. Una sola presencia en medio de la obscuridad. Y esta dormido. Sube en silencio las escaleras de la enorme y vieja casona. Cualquier otra persona hubiese hecho chillar las tablas de la escalera de madera. Pero Freddy es silencioso, y letal.

Recorre lentamente las habitaciones, mientras lo busca. Solamente juguetea con la situación, pude sentir donde esta. Pude, "oler" su sueño. Camina lento mientras susurra una vieja y tenebrosa canción.

-♪♫One, two, Freddy's coming for you...♪♫- Continua avanzando, abriendo las puertas a lo largo de un pasillo de madera, evitando la del final. Donde se encuentra "alguien", durmiendo tranquilamente. No seria por mucho.

Abre lentamente la puerta que se mueve con un lento y pesado chillido. Y puede observar al hombre que busca recostado entre las sabanas.

-...te encontré travieso...- Dice sonriendo

Advertencia:

El joven mueve sus caderas ritmicamente adelante y atrás mientras acaricia los enormes y exuberantes =W= de la chica que había secuestrado esa mañana. Sonríe mientras se viene y la deja ahí tirada sobre la cama. Exhausta y cubierta de semen, blanco y espeso, le encanta esa imagen. Afuera ya es de noche, y se siente muy feliz. Oye un ruido en el primer piso de la enorme casona heredada por su madre. Probablemente alguna rata, sin embargo algo le impulsa a bajar a ver. A pesar de que ahi tiene un bello coñito atado y amordazado a la cama. Extraño, no recuerda que la chica estuviera atada mientras se la cogi.... la violaba, segundos atrás.

Baja las escaleras mientras se fuma un cigarrillo. No hay nada como eso después del sexo.

Escucha una carcajada, larga y siniestra. Y ve una luz abajo, y una sombra sobre la pared opuesta a la luz.

Llega finalmente al piso de abajo. Y se hiela. Un hombre extraño con la piel quemada se folla un cadaver. O la mitad de uno, puede ver como se mueve dándole a la parte inferior de un cadáver. Las piernas se encuentras abiertas a su alrededor y del ombligo cuelgan sus tripas.que se escurren por el suelo. Un rastro de sangre marca el camino hasta el sillón, donde se encuentra la parte superior del cuerpo descansando mientras sangra por la cintura. O donde debería estar la cintura. La mujer, el cadáver, le sonríe. Con una sonrisa familiar y perturbadora. Es su madre.

-¿Que sucede mi niño?, ¿No te excitaban las mujeres sometidas?-

-Jajajajajajajaja- La risa es alargada y maniaca, proviene del hombre que se folla la parte inferior del cadáver de su madre, lo mira fijamente. Y sonríe.


Despierta rápido en medio de un grito. Solo para encontrarse a Freddy parado frente a su cama. Le da una patada horizontal en la cabeza y lo noquea. Tal vez no necesitaba torturarlo psicológicamente de esa forma. Pero vaya como disfruta hacerlo. Sonríe mientras se sube el cuerpo noqueado del hombre sobre el hombro y se dirige a la base de la marina.