Mi primer dinero "ganado"

-¿Cómo te atreves a llamarme narizo…¡Oh! Vaya, estaba soñando...bueno, creo que es hora de levantarse ya.

Así empezó un nuevo día para Buggy. Se levantó y se dirigió a tomarse un café. Todo aquello era un espectáculo, pues Buggy iba por partes (literalmente), Pues las manos iban volando por la cocina mientras él estaba sentado tranquilamente observando como entraban los rayos del sol por la ventana de la cocina. Mientras sus manos iban haciendo todo, preparar el café, beberse el café y depositar el vaso en la pila para posteriormente limpiarlo. Decidió salir fuera y ver que ambiente había por la ciudad, aprovechando el buen día que hacía en el exterior. Se aderezó lo suficiente, abrió la puerta y salió diciendo…

- Bueno, a ver que se cuece por la ciudad - dicho esto, sacó un cigarrillo de su bolsillo mientras miraba el ambiente tranquilo que emanaba de la ciudad. No había mucha gente, y cada uno iba a lo suyo, tres señoras hablando de sus cosas, cuatro chiquillos jugando al balón y poca gente más, que bien iban a trabajar o a desayunar antes de hacerlo a la taberna.

- Hmmm. Compraré el periódico a ver si hay alguna noticia interesante…Tanta tranquilidad me aburre.

Llamó a un muchachó que iba repartiéndolos por la ciudad. Le dio una propina, y se dispuso a leer el periódico…Fue pasando las páginas, ya que no encontraba nada interesante, hasta que una noticia le llamó bastante la atención…

- Hombre…así que a alguien le ha tocado la lotería por aquí…A ver los detalles…300 berrys…No estaría mal hacerme con ese botín, que aunque no sea muy llamativo, necesito algo de dinero ya que voy algo corto…Seguiré leyendo a ver de quién es el “afortunado” – pensó Buggy con una sonrisa de oreja a oreja.

Se trataba de un señor de mediana edad que vivía en las afueras de la ciudad y que trabajaba como anticuario en una tienda que Buggy podía ver desde allí.

-Vaya, desde luego, esto sí que es suerte, no sólo he encontrado esta noticia, si no que además sé realmente bien quien es…Habrá que hacerle una visita – pensó – Por ahora voy a ver si encuentro algo de diversión en la taberna.

Y hacia allí fue, ya que el café lo dejo con algo de hambre.

Entró, se dirigió a la barra, y pidió lo que acostumbraba, una buena cerveza. El tabernero le pregunto:

- ¿Te has enterado, chaval? Ha habido un ganador de la lotería aquí, en esta ciudad.
-¿Qué me dices? – dijo Buggy haciéndose el sorprendido – No tenía ni la más menor idea de eso, ¿podría comentarme algún detalle más mientras me sirve una de esas porciones de carne?
-Por supuesto.

El tabernero, le comentó más o menos lo mismo que había en el periódico, alguna minucia como el nombre y poco más que los famosos “rumores”.

-Se dice que el anticuario, Roland como ya te he dicho, no es una persona agradable, pues se dice que es muy borde, incluso con sus propios, clientes…Más de uno se ofrecería por bajarle los humos, y más después de esto.

- ¡Quién sabe! ¡Algún día llegará ese momento!...Muchas gracias amigo, tenga lo que le debo, ya vendré otro día y me cuenta más detalles. ¡Hasta más ver!

Se despidió del tabernero y salió de allí con las ideas muy claras…Lo que necesitaba era un “dispositivo de camuflaje” (que constaba de un traje, gorro, guantes y botas negras), una linterna o cerilla (lo que le llegara de presupuesto), estudiar la casa del “afortunado” para encontrar un modo de entrar/salir de allí sin llamar la atención y ya podría ponerse manos a la obra.

-Esperemos que todo salga bien y que no se me olvide nada…repasemos: 1. Sé quién es…2. Dónde vive…3. Material que necesito, repasado…Todo correcto, ¡no puede fallar!

Volvió a su casa, cogió su “dispositivo de camuflaje” que a él tanto le gustaba tener y llamar así, y se dirigió hacia la casa de Roland.

Por el camino hacia allí, observó que la noticia del periódico sobre Roland abarcaba casi todas las conversaciones, pero al tener ya suficiente información, hizo caso omiso de preguntar algo más al respecto.

Por fin llegó, y se puso a observar la casa. Era una casa de dos pisos, de aspecto antiguo. No parecía que hubiera una escalera para acceder al piso superior desde el exterior, lo único que había era una cañería por la que se podía escalar fácilmente, teniendo acceso a una ventana a través de una cornisa. También se fijó en que la parte posterior de la casa había una extensa planicie adornada por malas hierbas y arbustos, que eran adecuados para camuflarse allí.

-Montare aquí mi base de operaciones y, cuando caiga la noche, comenzará el plan… ***

***Cayó la noche, y allí estaba Buggy, cambiándose y volviendo a repasar el material. Al menos ya tenia claro por dónde entrar, así que se puso manos a la obra.

Escaló la cañería, no sin dificultades, se desplazó por la cornisa (menos mal que nadie lo oyó) y pudo asomarse por la ventana. Allí vio que Roland, estaba acostado, y que a su lado, había un cofre dorado.

-Ahí está “mi dinero”- pensó.

Con decisión y cuidado. Buggy abrió la ventana. Gracias a su habilidad Bara Bara, colocó sus pies en la cornisa de la ventana, se introdujo parte por parte en la habitación, y acto seguido abrió el cofre. Efectivamente, allí estaba su botín, por lo que para salir, Buggy tiró sus pies por la ventana, y acto seguido fue volando hasta a ellos con el botín…y todo ello sin que Roland moviera ni un músculo...

- Y ahora a casa y a disfrutar de “mi premio de lotería” ¡Ja, Ja, Ja!