Capítulo 3 - ¿A donde fue Kenner? Aparece "Zafiro Negro".

Abrí mis ojos poco a poco pues los rayos del sol me cegaban. Tenía del pecho a mi abdomen todo vendado. Me incorporé y sentí un fuerte dolor. Divisé a la anciana sentada a mi lado. Se acercó a mi y me dijo con voz dulce:

-Hola jovencita, ¿cómo te encuentras?

La miré adormilada.

-B-bien...-respondí.

La verdad no es que estuviera muy bien pero no quería preocuparle. Un momento... ¿donde estaba Kenner? No lo veía por ningún lado.

-¿A donde a ido el chico? -le pregunté preocupada.

La anciana me miró seriamente.

-Se fue cuando te quedaste profundamente dormida. Me dijo que cuidara bien de ti.

Me levanté rápidamente y cogí mis cosas. Se había ido sin decirme nada, sin contar con mi opinión y eso me molestó bastante. La anciana trató de convencerme de que no lo siguiera pero era muy cabezota, no iba a hacerle caso. Me despedí de la anciana amablemente y salí de aquel hogar tan acogedor. Debía encontrarle, no podía dejarlo marchar. Sentía algo de afecto a él. Mientras pensaba en ello, coloqué mi mano derecha en mi tatuaje,ubicado en mi brazo izquierdo, y me adentré de nuevo en la ciudad de Loguetown en su búsqueda.

Loguetown, una isla que pronto me abriría paso a mis ambiciones más grandes, estaba de paseo por las calles había llegado para buscar algún pirata que me dejara unirme a él para partir a el Nuevo Mundo, no po´dia ir sola sería demasiado problemático .. o eso había dicho la abuela, ahora que recordaba ella dijo una vez:

"Si piensas ir al Nuevo Mundo necesitarás una tripulación y un gran barco si no te será imposible llegar, y no trates de volverte marine.. o serás una mascota del gobierno"

Recuerdo haber reído por su insinuación.. ni loca llegaria a unirme a los marines que alguna vez estuvieron tras mi abula y terminaran por asesinarla.. ella era lo único que me había quedado pero esos malditos...
Paré mis pensamientos al sentir como apretaba y empezaba a lastimar mis manos por la fuerza de mis puños, debí controlarme antes de que me vieran extrañamente los que estaban en aquel lugar.


Uh?-observé que junto a mí pasaba una linda peliroja al parecer herida por las vendas en su pecho y torso-"Tal vez peleó.."-pensé siguiéndola- "Tal vez ella sea una..".." -sonreí de lado empezando a seguirla, si mi instinto no me fallaba podría ser mi boleto de salida hacia la Grand Line...

Loguetown, otra vez tendría que recorrerla entera. Esta vez no era para encontrar algún restaurante, sino para buscarle, a Kenner. Recordé aquel momento, el momento en el que nos conocimos. El encuentro en la playa, la comida que tuvimos juntos y por supuesto, como no, la pelea en la que yo salí malparada. Me sentía un poco mal pues, me metí en una pelea que no era mía y Ken me advirtió varias veces de que era peligroso. Pero mi orgullo podía conmigo. Caminando vi como una joven de cabellos azulados me miraba. No le di mucha importancia y seguí mi camino.

-Tengo que encontrarle como sea... Maldición, ¿por qué me tuvo que dejar allí? ¿Por qué no decirme nada...? - dije apartando mi mano del tatuaje y hablando conmigo misma.

Sonreí de lado observando como la chica giraba la cabeza una y otra vez, al parecer buscando a alguien, tal vez su compañero o alguien más; llevaba muy buen paso.. casi me costaba seguirla, aunque su cabello rojo me permitía encontrarla más fácilmente.

Observé como tocaba su tatuaje como recordando o tratando de borrar un pensamiento de su mente.. seguro algo había pasado para que tuviera esa expresión de preocupación..

Hey!! Espera! Peliroja!-grité corriendo hasta ella tocando su hombro- estás bien? -pregunté mirandole fijamente observando sus ojos marrones, parecía molesta y a la vez preocupada, es increíble lo que logras ver en los ojos no?

Aún sumergida en mis pensamientos escuché una voz femenina. Me volví al escuchar a la vez que sentía el tacto de alguien en mi hombro. Divise a la chica de pelo azulado que había visto hace un momento. Por la pregunta que me hizo ya deduje que me había seguido.

Yo solo me limité a responder:

-Pues la verdad es que no. Ando buscando a alguien pero no lo encuentro. - le dije mientras sacaba de mi bolsillo trasero del pantalón el cartel por la cabeza de Kenner, el cual había cogido en el restaurante al que entré junto a el- ¿Has visto a este chico por aquí?

Este chico? lo conoces?Dije observando el cartel y tomandolo entre mis manos"Kenner Dragneel..."pensé sonriendo de lado, un chico interesante sin duda, si seguía a la peliroja podría conocerle y tal vez me admitiera en su tripulación...

No.. pero puedo ayudarte a encontrarlo si quieres..-dije sonriendo de lado mientras le regresaba el cartel y sonreía
perdona mi descortesía.. soy Juvia Lockser -dije haciendo una leve reverencia sonriendo-

-Encantada Juvia. Mi nombre es Nami - dije ofreciéndole mi mano sonriente - Me serías de gran ayuda si vienes conmigo a buscarle.

No estaba acostumbrada a codearme con personas desconocidas y menos tan rápidamente pero, estaba vez debía hacer una excepción sin quería encontrar a Kenner. De todos modos aquella chica de pelo azulado me parecía una persona muy agradable y simpática así que no creo que tuviera problemas con ella.

El placer es mío Nami..-sonreí levemente estrechando su mano esperando pudiermaos encontrar pronto a su amigo-No será tan difícil, así que solo mantengámonos alertas si?

Empecé a seguirla buscando y preguntando en restaurantes y varios lugares, la verdad creí sería más sencillo pero ahora veo que no..

Y.. como te relacionas con él? Claro.. si no te molesta contestar.. Necesitaba saber más sobre ellos, si no sería imposible volverme parte de su tripulación, o al menos tratar de..

Escuché su pregunta y guardé unos minutos de silencio y quedé pensativa, no sabía que responder. No sabía que había entre Kenner y yo. En ningún momento lo supe ni me hice esa pregunta. Supongo que eramos amigos, no estaba del todo segura.

-Pues la verdad... yo diría que somos amigos - dije aún confundida - no estoy muy segura...

Ya veo.. pero.. no tienes no sé.. sentimientos hacia él? -pregunté con una sonrisa amable, no quería incomodarla pero era algo extraño que dudara tanto en contestar, seguro había algo raro en su relación claro si no te incomodo.. es solo que.. -paré mis palabras pensando bien como explicar mi curiosidad, sin embargo mi atención fue desviada a una sombra-

"Maldición.. me están siguiendo de nuevo" -me dije mentalmente mordiendo mi labio con molestia

Quedé sonrojada al escuchar su pregunta. No me la esperaba. Fue una pregunta bastante incómoda.

-Pues... yo... -guardé silencio sonrojada y al fin contesté- No, no siento nada por él.

De pronto noté como desviaba la vista hacia otro lado. Su expresión cambio. Parecía un poco asustada. ¿La estarían siguiendo o algo parecido? Fuera lo que fuera la cambio completamente.

Noté el sonrojo de sus mejiollas y sonreí levemente, seguro le gustaba aunque fuera u poco, pero no lo admitiría, al menos no aún, así solo lo dejé pasar y me cioncentré de nuevo en la sombre que nos seguí.. o mejor dicho.. a mí..

Vamos! seguro que en ese bar nos pueden decir algo! -tomé su mano y la guié hasta un bar cercano de mala muerte, se veía bien como para escondernos un rato o al menos para darme oportunidad de huir

"maldición.. ya no tengo armas y venenos... necesitaré crear una distracción o será mi fin..

Hey! Chica de pelo azul! tenemos cuentas pendientes! -un hombre alto de cabello negro, musculoso y con una gran cicatriz en el rostro se acercó tomándola del brazo bruscamente-

Noté como cogió mi mano, tiro de mi y aligero el paso. Algo ocurría. Parecía intentar escapar de alguien o algo, pero estaba claro que no me iba a decir nada. Entramos al bar. Era un sitio sucio y maloliente. Estaba completamente vacío. Solo el que parecía ser el jefe del bar estaba allí, limpiando la barra.

De repente a un hombre bastante alto y musculoso entró en el lugar. Se acerco a nosotras y comenzó a hablarle a Juvia. <<¿Cuentas pendientes...? >>. No entendía nada de lo que pasaba allí pero, estaba claro que aquel tipo no tenía buenas intenciones.

Tsk.. no sé de que hablas idiota.. y será mejor que me dejes si no quieres terminar mal... -estaba en grandes problemas, si no hacía algo pronto terminaría mas que herida, además seguro terminaría siendo vendida como esclava o peor aún.. me asesinaría ahí mismo

No te quieras hacer la graciosa niña.. Dijiste que recuperaría mi fuerza con ese tónico que me vendiste y no ha funcionado! -dijo molesto apretando su br
Oi! no aprietes tanto! y si no ha hecho efectos eguro ha sido porque te la has tomado toda de una vez! Yo nunca me equivocaba en un diagnostico.. mucho menos cuando se trataba para hacer pócimas , tónicos y venenos.. conocía bien mis habilidades y el south blue también..

Kusoo.. Me esta rompiendo el brazo.. si sigue así no podré contraatacar..

<< Tsk... maldición. Si no hago algo cuanto antes le ara daño. Pero con estas malditas heridas... >>.

Desenfundé una de mis espadas con agilidad y amenacé a el sujeto con ella.Sabía que corría el riesgo de que me derrotara ya que no estaba en buenas condiciones. Pero debía de hacerlo, era el momento de actuar y si no lo hacía ahora probablemente me arrepentiría...

-Marchate, no vacilaré en usarla.

-Sentí el fuerte apretón y como mis huesos empezaban a quebrarse ante la fuerza del hombre. Trate de zafarme golpeando su brazo pero solo lo apretó más Ahh!!! Suéltame maldición!! No te debo nada!

Hahaha claro que me debes! y tú pequeña mocosa! no te etas en lo que no te interesa.. podrías salir muy lastimada..-dijo tomando la espada de la chica y lanzando la lejos de un movimiento-

No.. interfieras.. Nami.. estaré .. bien.. dije con dificultad mientras seguía tratando de zafarme aprovechando la distracción del hombre para golpear su rostro logrando que me soltara- Vamos! rápido.. debes irnos..-Dije tomándola con mi mano izquierda sacándola del bar corriendo hacia un lugar seguro

Intenté mantener la espada recta pero aquel tipo consiguió quitármela, era demasiado fuerte para mi, y la lanzo lejos de mi.

-Maldición...

Justo cuando me disponía a ir a por ella Juvia se zafó de aquel sujeto, me cogió de la mano y me llevó fuera del bar.

-Espera Juvia! Mi espada...!

Llegamos ha un callejón bastante oscuro y estrecho. Nos escondimos allí, parecía que aquel sujeto nos había perdido de vista. Estábamos a salvo. Pero, había perdido a Ryusei... Ya solo me quedaba una. Aunque no fueran muy buenas les tenía mucho aprecio a mis dos espadas.

Lo siento.. no podía arriesgarme.. -dije respirando pesadamente, esperando que el hombre se fuera pronto, suspiré con alivio después de un rato y miré a Nami Si quieres puedo curarte.. luego iremos por tu espada... -dije levantándome con algo de dificultad sonriendo levemente-


Primero recuestate si? deberé revisarte primero... -Me hinqué junto a ella quitándome la mochila y abriéndola sacando varios frascos algunas hojas y flores así como vendas y uno que otro aditamento médico-

La escuché y obedecí. Me recoste en el suelo con cuidado de no lastimarme.

-No hace falta que volvamos. Puede ser peligroso... Será mejor que salgamos de aqui cuanto antes.

Dije ya teniendo perdida la esperanza de encontrarme de nuevo con Kenner. << ¿Estará el de acuerdo con le este buscando? ¿Y si al encontrarme otra vez con el se enfada conmigo por haberle estado buscando...? >> Comprendía perfectamente que no quisiera que me pasara nada, pero algo me decía que tenía que encontrarle.

El deseo de encontrarme con él iba aumentando en mi. Suponía que con el podría surcar los mares y convertirme en la mejor en mi oficio.

Muy bien.. solo respira tranquila si? no tardaré mucho... -mi brazo estaba bastante mal.. no podría trabajar con él, ahora me demostraría a mi misma que podía trabajar bajo presión, no solo para ayudar a Nami si no para probar que puedo curar a quién sea aún estando yo herida

Hace cuánto te hiciste estas heridas? .Pregunté mientras cortaba las vendas poco a poco teniendo cuidado de no abrirlas más-

La escuché y recordé la escena del bar en la que peleé junto a Kenner. Aquellos sujetos que empezaron a patearme y a reirse de mi a carcajadas sin piedad... Esos tipos que hicieron que Kenner enfuereciera, que tuviera que mostrame su akuma no mi.

-Pues... hará un día más o menos.


Dije llevando mi mano a mi abdomen. Parecía mejor que hace un día pero por la cara que puso Juvia no creo que estuviera del todo recuperada. << Juro que como me encuentre con esos bastardos de nuevo acabaré con ellos... >>

Está bien.. esto dolerá un poco si? -estaba peor de lo que pensaba a simple vista pude notar como una costilla no estaba bien acomodada tal vez algo fracturada pero no rota, empecé a tocar su abdomen buscando aluna señal de hemorragia o herida interna, al parecer no pero debía asegurarme

Nami.. te duele cuando presiono aquí? -presioné levemente su estómago observando sus reacciones atentamente

Al comenzar a presionarme levemente el abdomen sentí como si mi cuerpo se estuviera abrasando y no pude evitar ahogar un grito de dolor.

-Maldición! - logre decir.

Dos lágrimas surcaron de mis ojos, pasando por mis mejillas. Mordí mi labio inferior intentando aguantar pero era demasiado dolor. No pensé que fuera a ser tan grave. Cerré los ojos deseando que ese dolor terminara de una vez. Y cesó. Comencé a jadear, me costaba hasta respirar. Nunca pensé que una pelea asi de simple iba a llevarme a semejante estado.

Justo como lo pensé...-era peor de lo que temía, su costilla se había desviado y creado una hemorragia interna, por el grito y la maldición supe cuan grave era.. necesitaba darme prisa o se infectaría y terminaría por morir

Nami.. voy a tener que re-acomodar tu costilla.. te va a dolor tanto como cuando te rompes un hueso.. pero voy a necesitar tu ayuda.. con mi brazo en este estado no podría acomodarla sola así que suspiré y miré fijamente a Nami Primero.. donde está mi mano haciendo presión mantén-la fuerte.. incluso si necesitas gritar hazlo.. solo mantén la presión..porfavor...

Hice lo que me ordenó. Estaba preparada para cualquier dolor. Debía ser fuerte si quería seguir viviendo. << Vamos Nami, tu puedes... Demuetra lo que vales, sobrevive a esto... >>. Respire hondo y dije:

-Hazlo Juvia...

Cerré los ojos para que todo pasara mas rapido. Quiza asi todo seria mucho mas llevadero. << Málditos bastardos >> volví a pensar.