Una excursión poco acertada

La chica explico a Taro que el pequeño oso fue entrenado en el circo para aguantar en aquella posición durante horas y ademas encima de una pelota gigante -Impresionante... Veo que me e preocupado para nada- Taro estaba contento de que su preocupación fuera innecesaria, la verdad es que el pequeño animal cada vez le sorprendía mas, posiblemente cuando crezca seria capaz de defender a la joven, aunque esta ya sea fuerte gracias a su Akuma no Mi.

La joven se sonrojo tras escuchar el alago del muchacho y con una sonrisa le dijo que se alegraba por que al joven le gustara su compañía y que posiblemente tanto el animal como ella tenían complejo de payaso, el chico no pudo evitar reír con la joven, mientras el pequeño animal la miraba -Eres muy divertida- dijo el muchacho aun riendo un poco. La camarera volvió con los platos y los dejo en la mesa, mirando a los dos chicos como si su comportamiento no fuera normal, y se marcho, Taro tenia hambre así que sin pensárselo dos veces cogió cuchillo y tenedor, corto un trozo del bistec y se lo comió, una gran sonrisa apareció en su rostro -Esta deliciosa- dijo tras degustar el trozo, el chico miro a la joven -Esto Erika, una pregunta- dijo sonriendo -¿Como es que as venido tu sola a esta isla?- dijo el muchacho que se lo preguntaba desde hacia bastante tiempo, pero no se atrevió a decírselo por que no tenia suficiente confianza.

La joven volvió a agradecer la preocupación del muchacho, y acaricio la cabeza del pequeño oso, mientras la acariciaba la joven muchacha de ojos azules parecía inmersa en sus pensamientos, pero fue solo durante unos segundos ya que la muchacha volvió a dirigirse a Taro, le comento que si esta perdiera alguna vez su trabajo se haría payaso y le invitaría a su primera actuación, el chico sonrió -Y seguro seria un gran espectáculo- dijo con tono burlón, la chica le parecía graciosa y por lo que le había contado seguro que los dos serian muy divertidos en un espectáculo, el joven no pudo evitar reír, y entonces le volvió a venir a la mente la pregunta de la profesión de Erika, ya que había dicho si perdiera el trabajo, y anteriormente había nombrado un cuartel y un entrenamiento, el chico no quiso preguntar, posiblemente si le preguntara destrozaría el momento.

Cuando trajeron la comida y la camarera se fue, el pequeño animal cogió una pieza de fruta del plato de la joven, y esta menciono que el animal era bastante glotón, Teddy cogía la fruta con sus patas y la iba mordiendo, entonces la muchacha respondió a la pregunta de Taro, sobre por que había venido sola, la joven dijo que ella se había escapado, el chico se sorprendió ante la respuesta -¿Te has escapado?¿De donde?- dijo el chico ante la respuesta de la joven para después darse cuenta que a lo mejor se metía donde no le llamaban -A perdón por la pregunta, lo dije sin pensar, perdóname si te a incomodado-

-Si, ademas sería muy divertido, por que conociéndome me caeré un par de veces y aun así me reiré como tonta y seguiré a lo mio, pero nunca haría algo así, si mi padre sacó a Teddy del circo fue para que no tuviera que pasar nunca mas por cosas como aquellas, así que lamentandolo mucho no haré ningún espectáculo, aun que si que le enseñare el baile que hace Teddy cuando salgamos, eso es algo gracioso y adorable que no me molesta ir enseñando por ahí, ademas a Teddy se le ve realmente Kawai -la chica sonrió levemente dejándose llevar como siempre, pero era verdad, le había prometido al pequeño oso que nunca más tendría que hacer algo que no quisiera y ella sus promesas las cumplía, como había aprendido de alguien hacía unos años-

Escuchó su pregunta y sonrió levemente negando, mostrandole así que no pasa nada con respecto a que preguntara, ella suspiró levemente y miro al pequeño oso que se lamia las zarpas tras comerse toda la fruta que ella le había dado, sonrió levemente- Me escape de Shelltown, digamos que am, mi padre me tenía demasiado tiempo encerrada en casa y no pude aguantarlo mas y necesitaba unas vacaciones como fuera así que me escape y pille le primer barco que me dejara en cual quier lugar de este mar y por cosas del destino acabe aquí y no me incomoda, tranquilo

El chico escucho atento a la joven, esta le explicaba que seguramente si trabajara de payaso se caería un par de veces y se seguiría riendo continuando con el espectáculo, pero también le dijo al muchacho que aunque hubiera dicho que trabajaría en un circo nunca lo haría ya que su padre saco al pequeño oso de uno y ella no lo metería en la misma pesadilla, pero que si que le enseñaría el baile que el pequeño oso conocía, el cual según la joven el animal estaba realmente adorable -Eso si que quiero verlo- dijo el muchacho sonriendo.

La joven negó con una leve sonrisa que la pregunta formulada de Taro no le molestaba para nada, y acto seguido miro lamerse las zarpas a Teddy y respondió, resultaba que la joven se había escapado debido a que su padre la tenia siempre encerrada y ya estaba harta de aquello, así que se tomo unas vacaciones y cogió el primer barco que le llevo a esta isla -No soy quien para decir esto pero...- Taro hizo una leve pausa -¿Tu padre no debe de estar preocupada por ti?- dijo el chico sonriendo aunque se estaba metiendo en un tema familiar -Lo digo porque si tu padre te a tenido bastante tiempo encerrada puede ser por que te quiere mucho y solo quiere cuidarte, y con tu huida seguro que esta preocupado... Pero como te e dicho no soy quien para decirte nada- el chico sonrió y se llevo su mano derecha a la nuca para rascarse.

-Claro cuando quiera se lo enseño, por mi parte ya he acabado de comer así que cuando quiera -sonrió levemente acariciando al pequeño animal el cual feliz se dejaba acariciar , la joven suspiró levemente mirando por la ventana con la mirada perdida, sin duda aquella era una sensación nueva y que le encantaba, nunca había podido salir de Shelltown por culpa de su padre y ahora que había salido se sentía tan bien, tan llena de energía.

La joven volvió a suspirar al escuchar a Taro, su padre era verdad que la quería pero no la tenía encerrada por motivos tan nobles como explicaba el chico, si no para que no causara desastres y discordias en otras ciudades en las que él no estuviera para intervenir , pero también era verdad que se había ido sin dejar ni una nota ni nada, simplemente había hecho una pequeña maleta, había cargado a Teddy y se había ido, miro a Taro y agacho la mirada- Se que el debe estar preocupado pero necesito un poco de libertad o me volveré loca, dentro de un par de días volveré a casa, quizás mañana, no se, pero aun así, mi padre no es de esos que te encierra por que te quiere, si no mas bien lo hace, para que no causes problemas.

-Perfecto, yo también he acabado- dijo el muchacho después de comerse el ultimo trozo del bistec que le quedaba, el chico se levanto mientras la joven miraba por la ventana -Pero antes iré al baño- dijo el muchacho con una amplia sonrisa, no era mas que una escusa para pagar la cuenta, la chica le había caído tan bien que la invitaría, así pues una vez pagada la cuenta volvió a la mesa y escucho atentamente lo que la joven le contaba con la mirada agachada, la chica de ojos azules le explico que su padre no la encerraba por que la quisiera, era mas bien para que no causara problemas, ya la joven se marcho porque sino se acabaría volviendo loca.

Taro alzo la mirada de la joven con su mano izquierda y volvió a golpearle suavemente la frente como hizo antes, con dos dedos -Primero, no bajes la mirada, todo lo que tengas que decir hazlo con la cabeza y la mirada bien altas- le dijo el joven sonriendo -Y segundo, no se que problemas podías causar, supongo que relacionados con tu akuma, pero no se si te has dado cuenta pero que yo sepa aun no has causado ningún problema ¿no?- el joven seguía con una amplia sonrisa.

-En cuanto a que tu padre te encierra por miedo a que ocurra algún problema, demuéstrale que no ocurrirá, de la misma forma que no a ocurrido hoy, aunque es cierto que todos los seres vivos, sin darnos cuenta nos podemos meter en algún que otro problema, seguro que Teddy se a metido en algún pequeño problema- dijo mirando al pequeño animal que se dejaba acariciar por Erika -En todo caso salgamos ya, me muero de ganas de ver el baile-

Off: Antes de nada perdón por la tardanza XD

Taro escucho atentamente lo que la joven le explicaba, esta tenia que salir de su lugar de cautiverio para poder observar otro cielo que no fuera el de shelltown, aunque su padre la hubiera encerrado, la chica conocía muy bien el motivo ya que reconocía que lo que había hecho no estaba nada bien, y por ello decidió escaparse para tener un poco de libertad aunque significara que a la vuelta recibiría una buena bronca y la volverían a encerrar, el chico no sabia que decir, simplemente se levanto de la silla mirando al suelo, y cuando la joven también se levanto se acerco a ella y le abrazo ya que sus palabras tenían un tono de tristeza, mientras la abrazaban el joven le susurro una frase al oído que su propio padre le había dicho una vez cuando este se había metido en un lió.

-Los problemas vienen precedidos por actos buenos- el chico se separo un poco de ella y le miro a la cara con una sonrisa para intentar quitar tensión en el ambiente - Erika, no soy quien para decir esto pero... Si no quieres permanecer encerrada, demuéstrale a tu padre que esos actos pertenecen al pasado, y si es difícil no meterse en problemas, así que aunque no puedas meterte en uno disminuye el numero- El chico se volvía a meter donde no le llamaban pero lo hacia para ayudar a la joven ya que le había caído muy bien.

El chico siguió a la joven de ojos azules para ver el espectáculo, el pequeño baile de Teddy, la chica comenzó a dar palmadas y el pequeño animal movía un pie por cada palmada, no importaba cuan rápido fueran, la gente de los alrededores miraban el baile del pequeño animal, y entonces el pequeño oso puso sus patas delanteras en el suelo y dio una voltereta que ponía fin al numero, ya que para que continuara precisaban de una pelota grande, cuando acabo, la gente aplaudió y Taro con ellos mientras decía - Es un baile muy divertido, y aunque falte la pelota yo me conformo con esto - El chico tenia una amplia sonrisa en el rostro, el pequeño animal era muy divertido y eso a Taro le encantaba.

La joven se dejo abrazar y sonrió levemente estando ahora fuera pensando en las palabras del chico, no podía cambiar por mucho que lo intentara su naturaleza estaba ya marcada y mas que sellada, pero bueno , se lo pensaría, después de todo su comportamiento estaba mal para una marine, mas para la hija de un alto cargo, pero bueno, aquello de meterse en problemas era algo inevitable, su carácter explosivo no ayudaba, bueno, ella en su totalidad no ayudaba, sonrió levemente y tomo a Teddy en brazos.


-Me alegra que te gustara Taro-san y pensaré muy seriamente en sus palabras créame, intentare cambiar aun que sea un poco y no meterme en tantos problemas, aun que con mi carácter es bastante difícil,vivo por y para el sarcasmo y la espontaneidad y eso, y como le dije con una pelota de estas de circo sería mucho mas divertido pero bueno , uno hace reír con lo que tiene a mano, aun que no creo que todos tengan un oso por ahí.

La joven sonrió como si nada cuando de repente varios marines aparecieron, eran bastantes y comenzaron a rodearles, la gente curiosa se disperso inmediatamente, Erika bufó molesta y de la multitud de marines salió uno con un papel en la mano y mirando a la joven de ojos zafiro repetidas veces asintió y un marine la tomo del brazo, ella entrecerró los ojos antes de escuchar.

-Erika Lambes, hija del Vice almirante Gilbert Lambed y marine desde hace unos meses, me han mandado una carta urgente acerca de su desaparición y que en caso de encontrarla la lleváramos de vuelta a Shelltown sin perder tiempo, tiene a su padre ya todo el cuartel preocupado

Erika suspiró levemente, era hora de partir de aquel lugar y volver a su celda de oro, se acercó a Taro tras soltarse del marine y le dio un beso en la mejilla, Teddy se despidió moviendo la pata y ella sonrió alejándose, acercándose al marine.

-Muchas gracias por pasar el día conmigo Taro-san, pero es hora de que vuelva a mi jaula y me disculpe con mi padre, muchas gracias por ayudarme y hacerme recapacitar... cuídese mucho y recuerde, siempre que se sienta triste, que hay payasos como yo que le gustaría verle sonreír.

Y sin mas la joven se fue para volver a su celda de oro, de la que no podría escapar hasta que pasaran unos meses y comenzara su aventura.

Us: Por mi parte acabamos aquí el tema, que con los exámenes no puedo responderte a gusto y me da coraje ><

Tras acabar el baile a la joven le alegro que a Taro le gustara, aun faltando la pelota, y le dijo que intentaría cambiar un poco para no meterse en tantos problemas aunque según la chica su carácter era bastante difícil y le costaría bastante, ya que según ella vivía para el sarcasmo, Taro sonreía al ver a la chica con una sonrisa, cuando de repente, en un abrir y cerrar de ojos una multitud de marines les comenzaron a rodear, Taro se puso serio y llevo su mano derecha hacia la empuñadura de su katana, si habían venido a por el no se lo pondría fácil, la joven bufó, y de toda aquella multitud de marines, uno con un papel en la mano dio un paso al frente, miro a la joven y asintió, entonces otro marine cogió a la chica del brazo, Taro dejo de coger la empuñadura, no estaban aquí por el, y entonces el marine del papel comenzó a hablar.

-Erika Lambed, hija del Vice almirante Gilbert Lambed y marine desde hace unos meses, me han mandado una carta urgente acerca de su desaparición y que en caso de encontrarla la lleváramos de vuelta a Shelltown sin perder tiempo, tiene a su padre ya todo el cuartel preocupado- Taro se sorprendió al saber que la muchacha con la que había pasado el día era nada mas y nada menos que la hija de un Vicealmirante, y aquellos marines tenían ordenes de llevarla de vuelta a lo que ella le había dicho durante todo el día que era su cárcel.

La joven se soltó del marine que la tenia cogida del brazo y se acerco al muchacho, que aun sabiendo que los marines no venían por el no bajaba la guardia ni por un segundo, y le dio un beso en la mejilla, el pequeño oso también se despidió del chico moviendo una pata, y mientras sonreía veía como la chica se acercaba a los marines, y le daba las gracias por pasar el día con ella y por hacerla recapacitar - Me alegro de que te lo hayas pasado bien conmigo, por mi parte a sido igual, y que mis consejos te ayudaran de alguna manera- la joven le dijo que se cuidara y que si en algún momento estuviera triste se acordara de que hay payasos como ella que le gustaría verle feliz, el chico rió levemente -Tranquila Erika, ten por seguro que eso no se me va a olvidar- y antes de que el muchacho pudiera perderla de vista, gritó -Espero volver a verte algún día-

Entonces Taro ya no podía ver a la chica y al pequeño animal, con los que había pasado un gran día, pero estaba seguro de que algún día se volverían a ver.

Off: Te iba a proponer lo mismo xd