El cuervo siempre ronda por la oscuridad

Vuelve a Shelltown. Después de un par de meses de volver con sus antiguos nakamas, y de no pasar casi nada de tiempo con ellos, vuelve a Shelltown. Los últimos días se la había pasado yendo y volviendo de un lado a otro, simplemente entrenando para mejorarse a si mismo. Y busca en general cumplir su nuevo propósito, y disfrutar de los pocos placeres que otorga la vida.

Camina lentamente mientras fuma un cigarrillo. El humo sale de su boca y asciende lentamente en forma de espiral hacia la obscura rivera nocturna. Esta alegre, acaba de "divertirse" de forma espectacular con un trió de putas de la buena ciudad de Shelltown. Continua avanzando con su siniestra sonrisa en el rostro, y algo llama su atención. Un cuadro de papel amarillento sobre la pared. Un cartel con una enorme foto suya impresa y la palabra "WANTED" sobre esta. Se acerca y arranca el cartel, lo observa fijamente. La foto es reciente, probablemente fue tomada después de su ultima visita a la ciudad, cuando tuvo su encuentro decisivo con los BlackFire. Sonríe recordando el dolor de sus huesos rotos, pero la felicidad de los cadáveres a su alrededor.

-Así que la recompenza por mi maníaca persona son 3.900.000 (Berries). Nada mal a decir verdad-

Por la calle caminan un par de hombres. Uno con un sable colgando a un lado de su cintura y el otro con un largo rifle sobre su espalda. Su apariencia en si podría definirse como "contraste" siendo que son tan diferentes el uno del otro. Uno alto y fornido, otro de baja estatura y delgado, uno de cabello castaño y largo, otro rubio y corto, uno espada, otro rifle. Y sin ebargo caminan sonríen y bromean como verdaderos hermanos.

Fichas NPC Cazarrecompensas:

Caminan sonrientes y tambaleantes mientras sueltan las obscenas canciones de borrachos que siempre adornan las tabernas durante las noches.
Se abren paso a la calle principal y continúan avanzando. La amplia calle de piedra esta casi desierta a excepcion de una persona. Una sobra siniestra observando fijamente un cartel en la pared mientras fuma un cigarrillo. El humo se eleva y se pierde entre la luz de la farola mas cercana.

-Mira Demon- Dice sonriente el pirata mas joven y de cabello rubio.
-¿Que?- Responde el otro en voz baja, casi susurrando. Con un tono insensible y seco. Igual que siempre. -Es solo un transeúnte Lemon-
-No. No lo es. Observa claramente su rostro, y después dime que esta mirando- Demon obedece pero continua sin comprender
-Observa un cartel de "Se Busca", ¿cual es el problema?, es solo un ciudadano Lemon-
-Dime, ¿a quien se parece el sujeto del cartel?- Lemon pronuncia esta ultima frase con una maquiabelica sonrisa en el rostro.
-Se parece a....- Entonces todo se vuelve claro, el alcohol al que no esta acostumbrado no le permitió razonar bien. Por suerte Lemon lo noto. Ese hombre es un pirata, y observa fascinado su propio cartel de "Se Busca"
-¿Vamos?-
-Vamos- Ese pirata tiene una recompensa de 3.900.000 berries y ellos, Demon y Lemon, son unos muy buenos cazarrecompensas.

-Disculpa amigo, me pareces familiar- El hombre alto y corpulento se acerca despacio a Stephen, aun si sus agudos sentido animales proporcionados por su akuma su aroma vuelve por demás obvio que el hombre había estado bebiendo. Stephen voltea sonriente.
-Tal vez mi rostro es demasiado común amigo- Observa sus ojos, en algún momento leyó "Los ojos son la ventana del alma" y es verdad, la mirada nunca miente. Los labios mienten, el cuerpo miente, pero en el fondo siempre hay un brillo en la mirada que al final revela la verdad. El hombre ya ha visto el cartel, ya sabe que es Stephen el que aparece en el. Que lo observe, no necesita atacar, tal vez si la gente cree en su fama de sanguinario lo deje en paz. Como los aldeanos de Villa de Syrup tiempo atrás.

-No, te eh visto en otro lado.- Sigue con su juego, hay un bulto debajo de su chaqueta, probablemente una pistola. Eso sumado a la firmeza con la que se para, la fuerza notable de su cuerpo y el sable de calidad en su cinturón pesado. Probablemente sea un marine, o alguna vez lo fue. Si le interesa su recompensa tal vez sea un caza. Sea lo que sea ese hombre se esta ganando una buena masacre.

-Si amigo, soy un pirata. De hecho este cartel es mio. Ahora, ¿saldrás de mi camino o deberé aumentar el precio de mi cabeza?-

Pirata idiota. No es de menos, en el negocio uno se encuentra fácilmente con montones de estúpidos egolatras que piensan que pueden acabar con un batallón por su cuenta. Lemon sabe leer los labios, una cosa muy útil. Un pequeño proyectil metálico cruza rápidamente todo el espacio equivalente a un par de cuadras de distancia. Para golpear con fuerza en la garganta del pirata. Jodido Lemon, ya le había regañado antes por ser tan sanguinario, ahora el pirata morirá y la recompensa disminuirá.

Stephen nunca se espero una bala en el cuello en ese momento, el maldito marine del sable tenia un francotirador, probablemente a un par de cuadras de distancia, su puntería es buena, pero si esta igual de tomado que su amigo. Eso explicaría el fallo en el tiro. Notablemente apuntaba a la arteria carótida pero fallo por un par de segundos. Stephen solo tiene unos minutos de tiempo antes de morir desangrado. Se lleva rápido la mano al cuello y aplica presión con su mano derecha mientras desenfunda la katana con la mano zurda. El dolor es profundo y penetrante, aun siente la bala caliente debajo de su carne. Debe acabar rápido.

Un buen tiro por parte de Lemon, pero el tipo del cartel es mas duro de lo que parece, no muere al instante pero si comienza a sangrar abundantemente. No parece tener muchas esperanzas de vivir hasta que su rostro muestra la ira del demonio en forma de una macabra sonrisa, y su mano izquierda muestra un amenazador filo que se acerca rápido hacia el.

Su ataque es fuerte, pero el hombre también lo es, desenfunda su sable en un segundo y bloquea sin problemas. El sonido metálico comienza a sonar rápidamente mientras los filos chocan. Una bala pasa a milímetros de su pierna izquierda, y se da cuenta de la ubicación del artillero personal de su oponente. El cuello le arde, la sangre sigue saliendo, se siente mas débil, apenas y alcanza a detectar las balas y salir de en medio mientras al mismo tiempo mantiene a raya al sujeto del sable. Debe actuar, rápido, antes de que esos dos desconocidos que buscan su cabeza lo logren matar.
-Como que ya no me gusto el cartel.- Dice sonriendo mientras da un par de saltos atrás. Entra en modo híbrido terrestre, su ropa se rompe, odia desperdiciar un traje de buena calidad como ese, pero odiaría mas morir. Su oponente se sorprende, baja la guardia un segundo, y eso es todo lo que Stephen necesita. -Air Slash- Susurra segundos antes de soltar una serie de fuertes ráfagas de aire cortante con su katana. El hombre del sable bloquea algunos, pero la mayoría de los cortes aciertan. Stephen sonríe al ver a su oponente sangrar y voltea para ver el origen de las balas.