Nombre: Lisanna Strauss
Apodo: Dragonscale
Edad: 17 años
Clase: Humano
Especialización: Luchadora, domina muchas de las disciplinas dentro de las artes marciales pero no suele luchar/Cocinera
Banda: Dark lullaby
Cargo: Pirata
Descripción Física: - Spoiler:
Es una chica joven, de cabello corto y de un extraño color plata con ligeros tintes violetas y que sumado al azul de sus ojos y la palidez de su piel deja ver cierto grado de albinismo. Es de estatura media que ronda al metro setenta, de cuerpo bien definido, complexión atlética y fracciones finas.
Ropas: Suele llevar un vestido elegante hasta medio muslo, de un tono añil claro, sin mangas y rematado por arriba en una tira blanca que se cruza en el pecho y espalda y le rodea el cuello a modo de tirantes para sujetarlo y por debajo en una tela ligera de color blanco que alarga el vestido hasta las rodillas. Un pañuelo rosa claro le rodea la cintura y finaliza en un nudo simple a la izquierda de la cadera, donde el vestido se abre dejando ver la pierna
Armas: No usa armas
Descripción Psicología: Es una persona muy dulce, alegre y de carácter afable por lo que rara vez se enfada. Es cariñosa con las personas y siempre dispuesta a ayudar aunque también es testaruda y siempre antepondrá la seguridad de sus compañeros y seres queridos a la propia, adoptando una personalidad que algunos han tachado de kamikaze con tal de protegerlos.
Es muy abierta y nunca negará sus sentimientos si se le pregunta, lo que da a pensar que no le provoca ningún tipo de vergüenza o bochorno revelar sus sentimientos en público. Es una mujer de corazón blando por lo que no soporta ver sufrir a las personas, lo que le crea sentimientos contradictorios en los combates que presencia. Sabe aceptar su posición dentro de un grupo por lo que nunca cuestionará las decisiones de su capitán, superior o compañeros. Adora cocinar y los gatos.
Domina varias disciplinas dentro de las artes marciales y los pocos que la han visto desenvolverse dentro de este aspecto aseguran que es excepcional. No soporta tener que luchar por lo que siempre que puede lo evita.
Sueños o metas: Salvar a su madre y encontrar a sus hermanos.
Historia: La felicidad fue algo que nunca conoció, y que nunca conocería. Tercera hija de uno de los peces gordos del Archipiélago Sabadoby; un temido Tenryubito. Era despreciada por su padre por su buen corazón y una vez, incluso, fue agredida por intentar hacerse amiga de uno de los esclavos de su padre, el esclavo, por supuesto, fue asesinado. Y la grotesca escena todavía permanece en la memoria de Lisanna; el pobre desgraciado, solo por intentar forjar amistad por una niña, sin ánimo de lucro o motivaciones poco éticas, tan solo queriendo ser amigo de la niña o de alguien que lo tratase como a una persona, tras horas de latigazos acabó muriendo desangrado y como propio verdugo, su padre, obligándola a mirar mientras sonreía con malicia y crueldad, disfrutaba al ver como la bondadosa niña lloraba viendo como su único y fugaz amigo moría, y su padre, con su voz raspada, cruel y oscura, le advertía que ella sería la siguiente si intentaba hacerlo otra vez.
Sus hermanos y su madre, por supuesto, nunca estuvieron de acuerdo con eso, ni con muchas otras cosas, pero sus hermanos tenían miedo y su madre no osaba contrariar a su padre. La rutina familiar consistía en que su padre le pegase, su hermana llorase, abrazada por la soledad de su cuarto, su hermano se aislase entrenando, intentando olvidarlo todo y su madre, reprimiéndose, le curase las heridas. Lo único bueno que hubo en su infancia, fueron los piratas que negociaban con su padre cada año. Lisanna los admiraba desde su ventana, teniendo prohibido hablar con ellos. Tan salvajes, tan felices, tan... libres. Ella quería ser como ellos, pero claro ¿Quien se lo iba a permitir? Su madre le advertía, una y otra vez que no hablase jamás con ellos, que aprendiese a disfrutar de la vida noble y que aprendiese a olvidar a los esclavos.
Lisanna, sin embargo, no aprendió. Su corazón era demasiado grande y blando. Un día, cuando tenia catorce años, fue abandonada por su padre, vendida como esclava por haber intentado liberar, justamente, a unos esclavos. El que se hacía llamar su padre le dio una paliza primero, solo porque tenia la oportunidad de hacerlo y ni siquiera la vendió personalmente, sino que la mando a una subasta, maltratada, golpeada y desnuda, para “aumentar las posibilidades de venta” Al darse cuenta de lo que pasaba, su madre y sus hermanos no pudieron seguir agachando la cabeza y hacer ver que nada de lo que era su vida sucedía y, rebelándose a su padre, fueron a la subasta a comprarla. Y como si por ser cabrón fuese tonto, los guardias de la subasta, que bajo una generosa suma de dinero ayudaban a su padre, avisaron a su padre de que alguien se estaba llevando a “esa puta que nos mandó” Él se interpuso entre el grupo de liberación, avisando antes a la marina, para que arrestasen a la que era su esposa, la cual había tenido el valor de pegarle al intentar conseguir tiempo para que sus hijos escapasen. Él mismo se encargó de los tres chicos y, al conseguir coger a Lisanna, obligó a sus dos hermanos a entregarse a la marina a cambio de prometer dejar libre a la más pequeña. Claro que no lo hizo, o por lo meno, no del todo. Dejó que se marchara aunque a sabiendas que no sería capaz de salir de la isla por lo que envió unos mercenarios, sicarios sin corazón y seguramente mas salidos que una esquina, a matar a su propia hija.
La pobre Lisanna no pudo huir... bueno, si pudo, pero la encontraron tan pronto que parecía que esa libertad con la que tanto soñaba le había sido veta definitivamente. No tenía oportunidad ninguna, ellos eran demasiados para una niña de solo catorce años. Aun así, Lisanna cogió lo primero que pudo, piedras, palos, arena y tierra, incluso una mierda de algún bicho que paso por ahí y lo usó como pudo para intentar ganar tiempo. Aquellos hombres, cabreados por lo molesto que empezaba a ser la situación, decidieron que antes de matar a Lisanna se divertirían con ella. Le arrancaron la ropa, la abrieron de piernas y cuando iban a empezar, uno desapareció.
Lisanna alzó la mirada, enterrada en pánico, para ver una silueta con una gran maza, que le era borrosa a través de las lágrimas, soltando leches por aquí y por allá, acabando con todos los sicarios. Tras eso, se acercó a la atemorizada Lisanna, desnuda sobre un charco de sangre y con un desconocido asesino acercándose a ella. La silueta empezó a coger matices y nitidez, y acabó siendo un chaval de fogoso cabello que no quería hacerle ningún daño. Levantó a Lisanna del suelo, le limpio la sangre y, durante días, cuido de ella, protegiéndola de los sicarios que seguían siendo enviados, aunque cada vez en menos número y más periódicamente hasta que acabaron por desaparecer. Le compró ropa nueva, arrancó todos los carteles de “Se busca” que colgó el padre de ella y acabo con los tipos que intentaban encontrarla. Y, sintiéndose querida por primera vez, Lisanna cayó en amor.
Enamorada del chico, que resulto llamarse Lavi, Lisanna no podía separarse de él, aunque quisiese. Finalmente, se cumplió uno de los sueños de la pobre niña. Lavi era pirata y, lleno de vergüenza, pidió a Lisanna que fuese con el. Lisanna vio por primera vez la verdadera libertad, aquella que tanto había anhelado, que había creído arrebatada y que había sido devuelta por aquel chico de cabello rojo.
Ahora la feliz parejita surca los mares, buscando tesoros y tiñendo la mar de rojo a su paso, tanto de amor... como de sangre.
Datos extras: Akuma no Mi: Ruy-Ryu no Mi
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Tema: ~Ficha de Lisanna Staruss 
