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Tema: El pasado, nunca es tormentoso (PROLOGO) Sáb Feb 04, 2012 4:44 pm
Noviembre por la noche:
Era una noche lluviosa y con pocas posibilidades de que la lluvia cesara, en una casa dentro de aquella isla una madre soltera estaba por tener un hijo, un hijo que por azares del destino nacería sin un padre para que lo cuidara, ni hermanos, solo una madre que día a día se rompía la espalda trabajando para mantener a aquel pequeño ser salido de su propio cuerpo, de ojos azules y piel blanca, una criatura preciosa.
La mujer era hermosa al igual que su hijo, ojos verdes y piel blanca, como la leche, su cabello castaño como los granos de café, en el pueblo en el que vivía era reconocida como una de las mujeres mas bellas, era de una complexión delgada, tenia un rostro como el de un ángel, parecía tallado a mano, sus manos finas al igual que sus pies, nunca se podría llegar a pensar que aquella mujer era madre de un hijo y esposa de un pirata.
Efectivamente ella era mi madre y esta es mi historia.......
Desde muy pequeño me dijeron que mi padre nos había abandonado, vivía con mi madre y en ocasiones con mi abuela, que al igual que nosotros residía en aquella gran isla a la que tanto queríamos, como era obvio por ser nuestro hogar, nunca me dijeron que mi padre era un pirata, por miedo a que pudiera ser criticado por lo demás, y en si era por nuestra propia seguridad, yo tenia muchos amigos a los que quería como si fueran mis hermanos, hasta que un día, un barco arribo en las afueras de mi pueblo, de el bajaron varios piratas, que destruyeron mi pueblo para poder llevarse mujeres y futuros piratas.
Ese día nunca podre olvidarlo, debido a que fue cuando de verdad conocí a la que era mi madre y el secreto detrás de aquel padre que nunca tuve, un pirata tenia como objetivo llevarse a todos los niños del pueblo donde yo vivía, entrando a varias casas y llevándose a muchos de mi amigos, yo me encontraba en un rincón llorando, cuando como era de esperarse el pirata llego por fin a mi casa, entrando a la fuerza y mirándome a mi y a mi madre en el rincón, acercándose a mi, para llevarme, mire aterrado como mi madre le cortaba el cuello de un tajo a aquel pirata con un cuchillo que tenia guardado en su vestido, el pirata cayo al suelo, sin antes mirarme y decir unas palabras que me dejarían traumatizado por toda la vida.
~ Veo que tu eres....el...hijo....del demonio....carluccio~
Nunca antes había escuchado ese nombre, fue entonces que mi madre me miro y con su cara empapada en lagrimas y se acerco a mi, abrazándome, dándome a entender que todo estaría bien, que no debía preocuparme por nada de lo que decía aquel hombre, transcurrieron días, y yo no había articulado palabra alguna, mi madre preocupada de si me encontraba bien, me había llevado varias veces con el medico del pueblo, el cual simplemente le explicaba que estaba un poco traumatizado por aquella escena que había visto con mis propios ojos, ya había pasado 1 año cuando por fin me acerque a mi madre, y con una voz fría y sin pizca alguna de bondad dije.
~Mi padre es un pirata.....~
Mi madre se llevo una sorpresa muy grande, cuando todos nos miraron y comenzaron a fruncir el ceño, mi madre como reacción solo se rió y me mando a loco diciendo que era un mentiroso y que como me atrevía a decir tal sandes y mas en frente de todas esas persona que nos miraban, yo entendí esas palabras a la perfección, ella quería que me quedara callado y que en la casa lo hablaríamos luego, efectivamente, al llegar a mi casa, mi madre tomo asiento y poniéndose en su típica postura que ponía cuando algo le preocupaba, comenzó a hablar.
~Hijo, tu padre si es un pirata, y eso no significa nada para nosotros, el nos dejo solos desde antes que nacieras, te pediré que dejes de hablar sobre el~
~ Pero madre, no puedo sacar de mi cabeza aquellas palabras, de aquel hombre, esa noche no sabes lo que para mi significo~
~Calla de una vez hijo mio, que tu sabes que el solo quería asustarte~
~Madre, mi padre es un pirata y eso quiero ser yo de grande~
Mi madre me abofeteo tan duro que mi mejilla se incho, por el arrepentimiento del acto se fue inmediatamente a su cuarto, con lagrimas en los ojos, ese día ella había visto en mi a mi padre, con la misma sonrisa sincera y como había pronunciado aquellas palabras, como si ser pirata fuera algo normal y nada riesgoso.
Paso el tiempo y yo seguía diciendo a mis amigos de vez en cuando que mi padre era un pirata, ellos comenzaron a asustarse, y era clara la razón, no querían que sucediera lo que había sucedido ya hacia un año y medio, le contaban a sus madres y ellas asustadas de la misma manera, comenzaron a evitar que sus hijos se juntaran conmigo, y cuando me veían me tiraban en ocasiones tomates, sus hijos me tenían tanto odio que comenzaron a golpearme, al grado que me dejaron un severo trauma en mi ojo izquierdo el cual con el tiempo iba empeorando.
Mi niñez fue una de las etapas mas dolorosas de mi vida, sufrí de maltrato por parte de mis propios familiares y por parte del pueblo, mi madre ya no era la hermosa mujer del pueblo, solo era la mujer de un pirata, con un hijo bandalo, si yo era el hijo bandalo, por que en ocasiones cuando me golpeaban, yo me defendía y llegaba a tal grado que dejaba a los niños sangrando.
Luigi Carluccio Capitan Pirata
Profesión : Luchador
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1.850.000 Mensajes : 27 Fecha de inscripción : 02/02/2012 Localización : En todos lados
Tema: Re: El pasado, nunca es tormentoso (PROLOGO) Sáb Feb 04, 2012 5:54 pm
A mis 12 años de edad, había asumido el echo de ser rechazado por todos, ya no me molestaba ser golpeado con tomates de vez en cuando, tampoco me molestaba que la gente me dijera cosas que al principio eran lastimosas para mi, en si mi vida de niño me había mostrado a ser mas fuerte, que los que te maltratan.
Mi madre había comenzado a salir con el doctor del pueblo, por lo que la gente ya no la miraba como una amenaza, aun que para mi la historia era distinta, seguía siendo el rebelde del pueblo, todos los chicos me despreciaban y las chicas me miraban como un chico atractivo, solo por el echo de ser un rebelde, aun que nunca me confesaron su amor debido a que sus padres les reprimían sus sentimiento por medio de regaños y sesiones familiares de platicas acerca de buenos prospectos para novio, entre esos prospectos yo no estaba por obvias razones, era un chico normal como los demás, solo que con un padre mas peligroso y un pasado incierto.
Esa fue mi vida de los 12 años, pasados 3 años de aquella tormentosa niñez, comencé con mi pubertad, los 15 años eran lo mejor, por el echo de tener un trabajo en el puerto, estaba entre pura gente mayor, conocía a todo tipo de gente, desde el típico capitán sin una pierna y un parche en su ojo, hasta una capitana de unos 25 años, que para ser sincero tenia un buen cuerpo y era una hermosura, también tenia amigos en aquel trabajo que para mi no era problema, de echo era la mejor forma de salir de mis problemas, sus nombres eran, Jake y Joe, eran unos tíos muy geniales, tenias 19 y 20 años aun que parecían gemelos no lo eran, ellos me ayudaron a conseguir el trabajo que tenia, y eran los únicos en el pueblo que me decían que era genial tener un padre pirata, yo simplemente solo decía que si.
Ese mismo día a las afueras del pueblo un barco arribo, lleno de piratas, como cuando era pequeño, muchas personas fueron a por ellos, cuando descubrieron que en aquel barco se encontraba mucha gente que ellos conocían, famosos comerciantes, y músicos, ese barco pirata traía a gente desaparecida o que había caído en manos enemigas, un pirata llego hasta mi dándome un traje y unos guantes, diciéndome algo relacionado con que eran de mi padre, yo triste tome aquellos presentes, y me los guarde, llorando a mi padre por días y días, aquel hombre al que tanto admiraba había muerto y eso me tenia muy triste, fue entonces que decidí vengarlo para dejar el apellido carluccio en alto.
Llegue a tener una novia a escondidas, era lo típico de todo adolescente, se llamaba Lucia, era de ojos azules como el mar, cabello rubio como el sol y de piel blanca como la leche, sus padres eran comerciantes famosos del pueblo, pensaban en mi como la peor persona existente en aquel lugar y querían a su hija lejos de mi, decían que era un rebelde, que algún día seria un pirata reconocido, yo pienso que en vez de empeorar las cosas, me daban mas fama, quien no querría ser un pirata reconocido y mas si se trataba de poder obtener muchas riquezas, duramos 2 años juntos, hasta que sus padres decidieron que lo mejor era irse de aquella isla.
A mis 17 años con mucha experiencia en combate debido a que había pasado casi 1 año y medio entrenando para poder vengar a mi padre, decidí irme de la isla, pero antes de poder abandonarla, recordé a mi madre, que ya había llorado la perdida de mi padre a escondidas para hacerme creer que para ella no era doloroso, entonces recapacite y seguí en la isla hasta por lo menos que mi madre pudiera aguantar mi decisión de irme.
Entrenaba a las afueras de mi pueblo, día a día 8 horas o hasta que mi cuerpo pidiera clemencia, no me parecía algo normal en mi eso de rendirme, yo daba mi 100% y en ocasiones hasta mas para poder ser de los mejores peleadores del pueblo.
Cuando cumplí los 18 ya era mayor de edad y podía irme de la isla sin remordimiento alguno, pero todavía tenia un problema, como saldría de aquella isla, era un poco obvio que no podía irme nadando, moriría en tan solo horas, por lo que comencé con mi proyecto de hacer una pequeña barca y poder irme, paso un tiempo, poco mas de 4 o 5 meses y tenia casi lista mi barca, cuando un día descubrí que estaba destrozada, habían sido algunos de los chicos que antes en mi niñez eran mis amigos mas fieles y en quienes confiaba mas, no podía creer que me había echo aquella mala jugada, por lo que simplemente espere para poder cerciorarme de que habían sido ellos, un día esperando para poder hablar con ellos, descubrí que planeaban quemar mi casa, lo cual me molesto demasiado, por lo que me les acerque por la espalda.
~No creen que eso es un poco bestial~
Ellos reaccionaron tan sorprendidos que llegue a creer que habían manchado sus truzas, sonriendo los mire y ellos me miraron con sus caras de maldad, uno de ellos escupió a donde estaba, lo evite y me sorprendí un poco por la acción, fue entonces que se tiraron encima mio, parecía que me querían lastimar, como pude los evite uno a uno para que no fueran molestia, hasta que cansados sacaron sus antorchas y las prendieron, uno de ellos me golpeo con la suya y me quemo un poco, me moleste y cuando vi venir las demás las rompí a golpes y patadas, uno pensaría que eso era algo tonto ya que me quemaría, pero mis puños ya no sentían dolor alguno, por lo que no eran mas que simples quemaduras las que me quedaban, ellos al ver tal acción se pusieron en guardias totalmente raras, y graciosas, yo adopte mi guardia típica de artes marciales y fui a por ellos y uno a uno me los quite de encima dejándolos recostados uno sobre otro.
Luigi Carluccio Capitan Pirata
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Tema: Re: El pasado, nunca es tormentoso (PROLOGO) Sáb Feb 04, 2012 6:27 pm
Paso mucho tiempo hasta que aquellos supuestos amigos a los que habia golpeado me denunciaron con la marina, muchos marines me estuvieron buscando para llevarme con ellos y hacer justicia a mi actos, yo me escondia y evitaba todo contacto con las personas, para evitar que me encontraran y me llevaran con ellos, no queria que a mis 18 años me jodieran la vida, era algo triste pero cierto saber que las personas en las que una vez habia depositado mi confianza me delataran de un forma tan cobarde y canalla.
~En este mundo la unica justicia que existe es la que imparte dios~Me dije a mi mismo.
Habia cumplido 19 años lo unico que me detenia de cumpli mi sueño era mi madre y la marina, que estaba atras de mi, mi madre seguia saliendo con el doctor, pero cada vez estaba mas desanimada, cada vez que la veia, no la reconocia, mi madre aquella mujer hermosa, se habia convertido en una señora llena de arrugas y canas, esqueletica y de labios resecos, fue entonces que un dia al regresar a casa la encontre tirada sobre su cama enferma y con una carta de parte de aquel hombre al que ella queria que llamara....Padre.
"Amada mia, es algo doloroso, tener que informarte que tienes una enfermedad degenerativa en tu hermoso cuerpo, no se la causa de ella, pero parece que te esta comiendo por dentro poco a poco, es una enfermedad nueva, por lo que lo unico que puedo pedirte es que te tranquilices y pienses en algo positivo, ya que tu sabes que tu muerte se encuentra cerca, no se cuando, ni donde moriras, pero te recomiendo descansar, puede que esto ayude a que no mueras tan rapido y alente el proceso, desearia poder ayudarte
att: Doc. Alexander"
Mi madre no respiraba y mi rostro se encontraba lleno de lagrimas, solte un gran grito al aire al descubrir que aquella carta no habia ayudado en nada a mi madre, que posiblemente el saber que estaba por morir solo empeoro las cosas y la asusto, de un momento a otro en mi casa entraron hombres vestidos de blancos y en frente de ellos se encontraba un gran hombre viejo, que sonreia y me habia tomado del brazo, era tal mi enojo que me solte bruscamente de el y me aferre al cuerpo de mi madre.
~Ella esta muerta, solo es el cuerpo de la vieja loca del pueblo, alejate ya niñato~ Dijo aquel hombre viejo
Fue tal mi enojo que con lagrimas en los ojos lo mire, el odio en mi crecio a niveles devastadores, me lance contra el, pero unos 2 marines me cortaron el paso, fue entonces que de alguna manera, saque fuerza de mi interior y los empuje, sacando a todos de mi casa, una vez afuera me dispuse a ir a por el viejo, cuando de nuevo me cortaron el paso pero esta vez estaban 4 o 5 marines delante de mi, con furia me lance contra ellos, sin pensar las cosas, golpeandolos y siendo golpeado por ellos, logre matar a 3 de ellos y herir al resto, el gran hombre viejo se quito su camisa y se puso en posicion, yo hice lo mismo, cuando senti un golpe en mi espalda, era uno de los marine que se habia salvado de mi furia, cai al suelo y entonces fue que me comenzo a golpear aquel viejo y el marine, como pude me cubri los golpes, hasta que logre levantarme y romper el cuello del marine, mientras que con su katana le hacia un gran corte en el ojo izquierdo al viejo, el cual se arrodillo por el dolor, luego corri, hasta perderme, paso un año para que regresara a mi casa, tenia 20 años, habia sobrevivido a vase de fruta, no habia abandonado mi ejercisio y tenia planeado vengar la muerte de mi padre, cuando entre en mi casa tome la ropa de mi padre, sus guantes y 2 dagas que tenian el nombre de mi madre, eran un regalo y reliquia que nos habian regalado mis abuelos, los cuales habian muerto ya hacia tiempo, me dispuse a partir, cuando un gran hombre me grito, al darme la vuelta note que era el viejo de la marina, corri rapido para que sus soldados no me alcanzaran, luego de llegar al puerto, planeaba robar un barco si era necesario, pero un viejo me ordeno meterme entre las cajas, cuando los marines llegaron les dijo que me habia ido por otro lado, ese hombre habia salvado mi vida.
~Y dime hijo....¿que hiciste?~Pregunto aquel hombre
~Solo acabo de escapar de mi antigua vida....~Respondi
~Bueno ahora trabajas para mi~
De esa forma me converti en ayudante de un comerciante.....por ahora....
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Tema: Re: El pasado, nunca es tormentoso (PROLOGO)