Rumores

Empezó el día como siempre. Buggy armando el espectáculo en la cocina, usando sus dos manos para hacerse el desayuno mientras observaba como cada vez más dominaba mejor eso de separarse. La rutina lo inquietaba, pues demasiada tranquilidad sabía que no era buena, pero al menos se distraía con su poder, probando cosas como la de hacerse el desayuno sin usar nada más que sus manos, separarse por partes, practicar con las dagas, etc.

Cuando acabó, salió de casa y fue a donde acostumbraba: a la taberna. Fue salir de casa y acercarse a la ciudad cuando un grupo de aldeanos salían despavoridos de la ciudad.

- ¡Socorro!
- ¡Ha venido! ¡Jean’s Rocket esta aquí!

- ¿Jean’s Rocket? ¿Quién será ése?- Se preguntó Buggy. No hizo mucho caso y siguió su camino hacia la taberna

De camino hacia la taberna, encontró más ciudadanos y aldeanos preocupados y escandalizados por la llegada de ese hombre.

- Desde luego, si que tiene fama…preguntaré al tabernero.- pensó Buggy

Entró y como siempre, saludó al tabernero, el cual sin girarse ya sabía quien era. Le puso una cerveza acompañada de su porción de carne sin que Buggy se la pidiera.

- ¡Qué detalle!...Oye, tengo una pregunta, tabernero…He visto a varios ciudadanos alterados, iban huyendo despavoridos gritando el nombre de Jean’s Rocket…¿qué puedes contarme sobre él?
- Bueno…Podría contártelo todo, pero mejor que veas una cosa mejor, dame unos minutos.

El tabernero desapareció un momento, el cual aprovechó Buggy para zamparse su porción de carne y finiquitar su cerveza.

Ya desayunado correctamente, sacó para variar un cigarrillo. Mientras lo encendía, apareció el tabernero y se dirigió hacia Buggy con un papel en la mano. No era un papel, sino un afiche de recompensa.

- Este es Jean’s Rocket…un pirata de 72 millones de recompensa…No puedo contarte mucho sobre él, nada más que eso y que tiene veintitrés años.
- Ahora comprendo muchas cosas… ¿qué hará un pirata con semejante recompensa armando escándalo por esta isla?
- Ni idea…Incluso a mi me extraña…Yo no le he visto aparecer por aquí, pero ya sabes, los rumores....son los rumores.
- ¡Je! – Buggy puso una mueca sonriente- Habrá que confirmar si es de verdad ese hombre, ¿no crees? – Cogió el afiche y se despidió del tabernero.
- …Ten cuidado…

Salió Buggy de la taberna, y se dirigió al puerto de la ciudad, pues qué mejor que buscar el barco de semejante pirata.

Llegó al puerto, y su impresión al ver el barco de dicho pirata, le sorprendió:

- Vaya…dicen que si las primeras impresiones son malas…pero que un pirata con semejante recompensa y reputación tenga semejante basura de barco…Desde luego no puedo creermelo.

En ese barco, apareció un hombrecillo, al cual Buggy se decidió a preguntarle si de verdad era Jean’s Rocket el dueño de semejante ruina. No sólo contesto afirmativamente, si no que le facilitó la localización.

Le dijo que lo encontraría no muy lejos de allí, pero que si quisiera que esperara, pues no tardaría en volver.

Y eso hizo Buggy: esperar. Cogió un taburete que había tirado por el muelle y allí se sentó, contemplando el buen tiempo que hacía, y divisando como las olas del mar golpeaban contra la costa. Aprovechando ese momento de tranquilidad, sacó otro cigarro, pues pensó que en ese momento y con esas vistas merecía la ocasión, mientras esperaba al pirata.

Pasada ya una hora, y al ver que no llegaba, Buggy se iba impacientando, por lo que se levantó del taburete, se dirigió al hombrecillo con cara de pocos amigos, y le volvió a preguntar donde podría encontrarlo de una vez. El hombrecillo respondió:

- Ya te he dicho que no tardaría en venir, pero si quieres buscarlo de verdad, sólo tienes que cruzar un tramo por el bosque de la isla…Allí lo encontrarás.

Así que hacía allí se fue, pues para esperar sin saber si se iba a dignar a aparecer…no tenía nada que perder.

Mientras se iba acercando hacia allí, iba pensando en cómo enfrentarse a semejante rival, pues setenta y dos millones…no es moco de pavo para un pirata.

Cuando se quiso dar cuenta, alguien ya le estaba bloqueando el paso y preguntándole qué demonios hacía allí y qué quería.

- Quiero hablar con vuestro capitán, Jean’s Rocket – le respondió Buggy – Si no es mucha molestia, preferiría que me dejaras pasar…
- Adelante, adelante…el se encargará de ti.

Lo que vio Buggy después de esto significó una frustración interna…

…Y no sólo eso, sino que además, después de haber visto el barco anteriormente, sacar el afiche, echarle un ojo y ver al hombre que lo estaba esperando…confirmaron las sospechas de Buggy: era un impostor.

- Así que tú, eres Jean’s Rocket, un pirata por el que ofrecen setenta y dos millones de recompensa…Sé que no debería juzgar a las personas por su apariencia, pero…después de haber visto tu barco, y verte ahora en persona…siento discrepar, pero tengo la impresión de que eres un impostor…

- ¿Y qué te hace confirmarlo?
- Desde luego, con mirar la foto del afiche de Jean’s Rocket, y verte a ti…porque del barco…mejor ni hablamos…si ese es un barco de un pirata de ese precio y calidad…
- Creo que te estás pasando, chaval…
- No lo creo… ¿por qué no me demuestras realmente lo que vale un pirata de ese calibre?

Y así empezó la trifulca. Cuando el “supuesto” Jean’s Rocket intentaba darle con la espada, observó que Buggy tenía poderes sobrenaturales, proporcionados por una akuma no mi que le salvaba de los cortes de espada…

- ¿Akuma no mi? ¿Aquí, en este lugar?
- ¿Qué pasa? ¿Ya tienes miedo, “impostor”?

Y así siguieron, un rato “luchando”, pues Buggy se limitaba a separar sus partes y a “confundirlo”, ya que se había dado cuenta que no podía ser ese hombre un pirata así…

- Con esto queda confirmadas mis sospechas, y créeme…me decepciona más a mi que a ti…Creo que es hora de acabar con esta lucha absurda…

Usó su Bara Bara Kick y su Bara Bara Punch, y en unos instantes, ya lo tenía en el suelo pidiendo clemencia…

- Clemencia…te la daré, pero con una condición...
- Adelante, pide lo que quieras pero no me mates, por favor.
- Bien…lo primero, quiero el dinero que llevas encima
- Toma, no es mucho, 300 berrys, pero cógelos…¿puedo irme?
- No todavía…antes de eso, quiero que hagas algo útil…

Le obligó a ir a la plaza del pueblo, a confirmar que había sido un mentiroso y un impostor, que se hizo pasar por Jean’s Rocket para obtener beneficios en esa isla…

- Ahora ya te puedes ir, aunque yo de ti correría, pues creo que la gente está un poco mosqueada, ¡ja, ja, ja! – le dijo Buggy.

Y así acabó, el pueblo corriendo tras el impostor, mientras Buggy volvió a la taberna, le devolvió el afiche al tabernero, no sin antes pedirle algo de comer…