Alza tu cerveza.

** Villa Fuschia, es de esos lugares en los cuales las personas son tranquilas y de lo más amigables. En donde las noticias de revuelos son un gran boom en la ciudad. Las casas que se muestran en el lugar, no son ostentosas, son pequeñas, y una que otra es más grande… Nada significativo. El astro rey se mostraba imponente como él solo en la cima del éter, clavo en toda la médula. Las nubes se veían pocas y distantes una de otras. El viento pasaba tranquilo, de la misma forma, nada significativa.
En la parte baja, ya en el suelo, se muestran a los pobladores del lugar. Las tiendas comerciales ya estaban abiertas en el centro, no eran muchas ni muy pobladas de cosas para vender, pero había lo básico entre otras cosas de ferretería. Las personas, todas sin excepción se veían contentas, parecía ser que esa parte del pueblo era la parte más alegre. Pero un reciente rumo ha estado circulando entre las tabernas… Un rumor que podría ser poco relevante para algunos, pero muy valioso para otros. **

** Yamamoto se encontraba en toda la zona mercantil, no estaba haciendo compras ni nada, se encontraba caminando solo, con su katana sobre su espalda ¿Por qué aún la cargaba? Tenía ese armamento para él, pero no era muy bueno en su uso, se podría decir que era totalmente bruto, muy contrarió a lo que demuestra en un combate cuerpo a cuerpo… El objeto tenía un valor significativo, y había acordado en usarlo por un tiempo determinado, pero bueno, esas cosas son punto y aparte.

El joven se encontraba en ese lugar, puesto que el rumor que se expandía, era sobre un exnakama de Jean’s Rocket que estaba dispuesto a divulgar cierta información sobre él, no de donde se encontraba pero seguro como es que evade a la marina muchas veces con tanta facilidad. Yamamoto quería saber, tenía curiosidad, después de todo a muchos no les importaba, pero seguro sería un dato curioso que se podría tener, nunca se sabe lo que en un futuro se puede necesitar. **

** El lugar donde debería ir a buscar primero, eran las tabernas, esos lugares donde la gente se reúne para tomar unos tragos, y por qué no también causar revuelo de vez en cuando con una que otra lucha. Yamamoto se encontraba entrando a uno por uno ¿Por qué demoraba? No había mucho de esos lugares… Pero como era de esperar, el personaje andaba su paso, lento pero seguro, a veces se dice. Los minutos pasaban lentamente por el lugar… Era extraño buscaba a un ebrio durante el día, pero en ese mundo de bajos instintos siempre había gente que bebía una copa a todas horas. Por otro lado el joven tampoco andaba apurando por encontrar al sujeto, un minuto más o un minuto menos no supondría problema alguno, pero lo que sí sabía, era que tenía que encontrar a ese tipo, no importaba el tiempo, quería un poco de buena información.

-¡Yoy! El último lugar. **

** Al fin había pisado la última taberna, con un poco de suerte podría toparse con ese tipo pero… ¿Cómo era? No tenía ni idea de cómo siquiera se veía uno de los piratas de Jean’s Rocket, salvo que tenga un tatuaje o un poco con esa marca, no sería tan fácil encontrarlos. Yamamoto se acercó a la barra y se sentó en una de las sillas… Pidió un vaso con sake, era el único licor al que era tolerante, aunque también sabía beber del resto, no era de su total agrado como el sabor oriental. En un par de minutos, ya se encontraba conversando con el cantinero, hablando sobre el rumor de que había un pirata de Jean’s caminando por esos lugares…

-Joven… El rumor es cierto, y se dice que el tipo se encuentra en una pequeña casa a dos calles de aquí…

Lo que le habían dicho ahora era de suma importancia, ya tenía una información más concreta de donde se encontraba el sujeto que buscaba. Se bebió su taza de sake, y sacó unas monedas de su bolsillo, para dejarlas sobre la barra y enseguida salir del lugar a paso ágil, ahora que tenía esa información el tiempo se volvía vital. **

** En cinco minutos ya se encontraba en la calle que la habían indicado, y se acercó a una de las casas, información que también le había otorgado el cantinero por un par de berries más, era increíble la información que se podía sacar si cuentas con un par de monedas en el bolsillo, era una solución rápida para muchas situaciones. Se acercó a la puerta, y antes de poder tocar o hacer nada, se escuchó el sonido de la manija dar vuelta y rápidamente se veía a la persona salir… Se habían chocado cara a cara. Seguro el supuesto personaje, estaría sorprendido, después de todo no es común ver a alguien no conocido frente a tu casa.

-¿Eres de los Jean’s Rocket?

¿Qué tipo de persona hace eso? El joven se había lanzado de frente en contra de la persona, era una pregunta tan fuerta de lugar por así decirlo, ya que pedía una respuesta inmediata ¿Qué pretendía? Era simple, ya no quería esperar más tiempo. **

**La persona se puso a reír por un par de segundos, después de todo no es habitual ver a jóvenes ser tan directos y menos cuando se trata de Jean’s Rocket, un temido pirata con ya bastante valor sobre su cabeza ¿Si era uno de sus nakamas? El joven de pelos parados podría ser atacado, aunque de seguro podría entablar combate, no era una muy buena forma para pedir cierto tipo de información.

-Hahaha… Eres interesante muchacho. Y sí… Sí lo soy.

¿Qué pasaba? Era como si en ese día dos personas totalmente iguales se hubiese reunido, era una cosa de locos, no siempre se podía observar ese tipo de cosas. Yamamoto tampoco evitó sonreír de medio lado… Bueno la misma situación también ameritaba que amos rieran. Estuvieron conversando un rato en la puerta, como si fueran grandes amigos de hace muchos años… Hasta que Yamamoto invitó al sujeto a ir a un bar, a por una cerveza, algo que no le gustaba, pero que por lo general al resto sí. **

** Ya en el lugar. El de bigotes y el joven se encontraban postrados en la barra, cada uno con su cerveza en mano y totalmente llena, estaba conversando sobre lo que Yamamoto quería, pero siempre contando un par de anécdotas. Y ambos también se contaban cosas, de cómo eran o algo por el estilo, si alguien alcanzaba a escucharlo podría creer que llevan muchos años de conocidos. En un par de minutos más, Bellwether ya contaba con la información que buscaba, pero aún seguían cada uno con su vaso por la mitad, no había culminado.

-¿Alzamos cervezas?

Dijo el exnakama de Jean’s, una oferta que Yamamoto no rechazó, ese era el Kampai que realizaba los piratas, símbolo de que se había formado una amistad… Era agradable encontrar a ese tipo de personas y más cuando se cruzan dos iguales. Ahora ya sabía cómo el pirata de más de cincuenta millones de Berries había hecho todos esos años para evadir a la marina. Cuando cada uno acabó su cerveza, se fue del lugar para seguir con sus rumbos **