Para Reactivacion | Sáb Sep 08, 2012 12:39 am por Kenner | Aqui se debera llenar para reactivar las cuentas que estan inactivas ya que si no hizo el censo o que esta volviendo al foro a jugar.
Por a ver caido en inactividad, todos sus items personales fueron retirados armas y objetos que se hallan creado y comprado por el usuario.
Tambien se a liberado la akuma en caso que tuviera una debido a su ausencia o estado inactivo
Este formulario se debe …
| Comentarios: 10 |
|
| Otra ciudad que nos reconoce... | |
| | Autor | Mensaje |
---|
Yamamoto Takeshi Pirata
Profesión : Luchador
1
54,800,000 Mensajes : 150 Fecha de inscripción : 20/09/2011
Datos de Personaje Armas/Items:
| Tema: Otra ciudad que nos reconoce... Jue Oct 06, 2011 11:52 am | |
| **En Ohara, reino de los eruditos, un gran suceso estaba por suceder, otro más. El ébano había cubierto ya el cielo enteramente, por la fuerza en como el cielo se mostraba en esos tonos, la hora sería superior de las siete de la noche. Casi no se podía percibir el frio, era ligero, como la brisa marina que se siente en los días más cálidos. Ya un poco de estrellas se iban vislumbrando, formando de a pocos una constelación. Pero el paisaje no quedaba de esa manera, en la médula del paraje, se encontraba la luna, tímida, ya que sólo mostraba un cuarto de la misma, pero aún así hermosa como su astro hermano.
El puerto, se encontraba tranquilo como costumbre, había uno que otro barco, pero nada significativo. El único barco que llamaba la atención era el de los Vongola, el cual no era muy conocido, bueno, no el “West Blue”. Sobre las cercanías del barco, se podría vislumbrar ya, por unas luces, la silueta de Yamamoto. Sus zapatillas rompían el silencio levemente. Se encontraba con una mirada un tanto seria ¿Qué habría pasado? No solía mantener esa mirada, regresaba solo. En dos o tres minutos, ya se encontraba en su objetivo, y de la manera más silenciosa subió a su navío, y se paró en la parte de la proa.
-Sólo ella puede ser nuestra navegante…
Sus palabras se escuchaba leves, eran tan solo lo suficientemente fuertes para que el mismo las escuchara, estaba hablando solo. Su cuerpo tenía mucha energía en ese momento, energía que había acumulado horas antes al iniciar una búsqueda sin éxito… Y quería desfogarla, de lo contrarió no se sentiría bien consigo mismo. Estaba esperando a su hermanastro con afán de que este hubiera tenido más suerte en lo que planeaba. ** | |
| | | Kiricco Madarame Capitan Pirata
Profesión : Luchador
1
56,000,000 Mensajes : 170 Fecha de inscripción : 18/09/2011
Datos de Personaje Armas/Items:
| Tema: Re: Otra ciudad que nos reconoce... Vie Oct 07, 2011 4:27 am | |
| Horror, bestialidad, cero sutileza... esas eran las características de las acciones que las acciones de Vongola Famiglia presentaban, pero la que estaba por ser hecha... superaba todo lo que anteriormente se produjo, incluso el destruir el palco donde Gol D. Roger fue asesinado. Una vil y cruel idea se venia a la mente del Capitán de aquel barco llamado “Varia”, todo aquello se dio como un flash con el solo hecho de poder divisar aquel enorme árbol que se encontraba en la isla de Ohara ¿Por que era tan grande? Aquello llamaba la atención de Madarame, seguramente allí dentro se cocía algo importante y ruin, malvado por así llamarse... ¿Tendría que ver con el gobierno? Todas esas preguntas que se hacia a si mismo, serian libradas dentro de poco, y con presencia de Yamamoto, hacia el nuevo tripulante, pues quien mejor para responder a incógnitas sobre Ohara, que una persona oriunda de allí.
Los pies de los jóvenes ya tocaban madera de puerto, sostenida por una gran cantidad de postes constituidos por el mismo material, hacían de eso una estructura bastante solida, y que lo seria por mucho mas tiempo. Kiricco ya estaba aburrido de pequeñeces tales como destruir puertos y asesinar marines, bueno quizá esto ultimo le agradaba un poco, pero... buscaba un reto, algo por lo que le recordaran en todos los Blue, y seguramente en aquella isla donde estaban presentes estaba “eso” que podría llenar aquel vacío en el pecho del Capitán Pirata. Esta actitud se podría considerar algo loca y descabellada en vez de temeraria, hacia dos semanas que había iniciado su viaje y ya se encontraba con una recompensa de mas de 10.000.000, si seguía así, su nivel de habilidades no cubriría el cupo de su cabeza, y eso si que seria un problema.
-Es aquel-
Le dijo Kiricco a Jacobo, señalando a Varia, sin prestar atención claro de cualquier tripulante que pudiera estar dentro, quizá Yamamoto ya había llegado, o así lo esperaba, pero esta vez intentaba ser mas amigable con el joven Cabelleiro, pues la invitación a la tripulación no había sido grata del todo. El pelinegro comenzó a encaminarse hacia el pequeño puente que unía la no muy grande puerta del barco, mas un hueco que una puerta, con la superficie de aquella estructura de madera, y caminando lentamente subió al navío, siempre claro, estando pendiente en su compañero de futuras travesías, Nicolao. | |
| | | Jacobo Nicolao Cabelleiro Pirata
Profesión : Carpintero
100
Mensajes : 28 Fecha de inscripción : 20/09/2011
Datos de Personaje Armas/Items:
| Tema: Re: Otra ciudad que nos reconoce... Vie Oct 07, 2011 4:49 pm | |
| La tierra en las suelas de las botas de trabajo de Jacobo le incomodaban de vez en vez, caminando y zapateando para quitarse los insectos muertos que llegaba a pisar y las piedras que se clavaban en los canalillos de su suela. Las botas eran gastadas, pero aún eran muy gruesas, las usaba constantemente para buscar muestra en los riachuelos y pantanos, acompañado de un pantalón muy especial que se dejó en medio del incendio, el cual tenía un velcro que se ajustaba por dentro de sus botas… Oh, ese era un buen pantalón, negro y grueso como debía ser (?), nunca tuvo problemas con ellos, excepto una vez cuando olvido ajustar su velcro y alguna bacteria hizo de la suyas… Nicolao estaría si mucho unas dos semanas en cama, sin dejar de estudiar un solo momento los especímenes que traía consigo del pantano, “dos semanas no eran nada, mucho menos haciendo una investigación”.
— Quizá no debí dejar esos pantalones ahí— Pronuncio Jacobo, sin percatarse de que lo decía en voz alta (no es que le preocupara realmente, siempre permanecía abstraído por sus pensamientos).
Caminaron por unos minutos, hasta que finalmente llegaron al barco. La nave, el vehículo con el cual estos hombres se desplazaban sobre las aguas de los extensos mares en busca de algunos especímenes, ¿Qué otro uso podrían darle de no ser por el método científico? “Gloria a la ciencia” era un pensamiento que atravesaba la mente de Jacobo constantemente, visionando este gran arte como la máxima y absoluta representación del todo, lo único capaz de explicar el universo entero sin dejar lugar a dudas… No había espacio para ridículas interpretaciones, el mismo lo decía: “Ni siquiera un hipótesis científica tiene el carácter necesario para que yo le más importancia que a la de la práctica inmediata”. De todas las ciencias que se hacía Jacobo, la práctica, la puesta en marcha y acción de todas ellas era la principal, era un científico y experimentalista de campo, no solo teórico, cada una de sus ideas tenía que ser comprobadas matemática o ilustradamente, no menos que eso.
Miro el barco un momento, entrecerró los ojos, y sin darle mucha importancia o siquiera detenerse a analizar realmente el navío… Ya le había dado una primera y única impresión esa “cosa”.
— Pfff*— Soplo Nicolao, mirando indiferente hacía un lado—. Pésimo material, arquitectura de segunda, técnica de aficionado, orientaciones empíricas de los puestos, diseño poco eficiente, no se aprovecha siquiera un poco la madera con la que hicieron esa cosa— Concluyo Nicolao, sin decir más: no era necesario continuar su lista interminable de defectos que veía en esa… “Cosa”, como fuera, no era de su total agrado y si fuese por su cuenta, si dependiera de él, tumbaría todo eso y construiría una verdadera pieza de arte, un trabajo real, un trabajo científico en una bella y eficiente arquitectura… Demasiadas cosas que dejaban a su cabeza imaginar como cuando emocionado no deja de cortar a una persona para hacer otro experimento.
| |
| | | Yamamoto Takeshi Pirata
Profesión : Luchador
1
54,800,000 Mensajes : 150 Fecha de inscripción : 20/09/2011
Datos de Personaje Armas/Items:
| Tema: Re: Otra ciudad que nos reconoce... Vie Oct 07, 2011 10:06 pm | |
| ** Pensamientos… En esos se encontraba Yamamoto aún, se encontraba parado en la proa, su persona lucía, pero era como si su mente se hubiese alejado de su cuerpo, su mirada se encontraba en el vacío. Los minutos pasaban, en su ciclo infinito, uno tras otro ¿Qué era lo que perdía a ese muchacho? Aún seguía pensando en aquella muchacha, ni siquiera la conocía, pero había escuchado que era una gran navegante, y él quería a una persona de ese calibre para que los guíe por todos los mares.
Cuando Bellwether, regresó en sus pensamientos, se dio cuenta que no muy lejos de él, a unos treinta metros se encontraba su hermano, pero… tenía algo extraño, bueno, no tenía nada, sólo que ahora venía acompañado, de una persona de apariencia curiosa… No era normal ver a gente con tamañas botas después de todo, pero el joven no era nadie para criticar, después de todo, no conocía el mundo ¿Qué sabía el de “otras culturas”?. Dio un pequeño giro, para mirar el interior del barco, al mismo tiempo que observó que Kiricco había subido al navío sin decir nada… El pelinegro, bajó de su posición y se encaminó a donde estaban ahora los dos personajes, era la primera vez que había más de dos personas en su barco… Se sentía diferente, después de todo, era su inicio de algo grande ¿Quién era?
-¡Yoy! Kiricco, pensé que no llegarías… Hahaha…
Dijo el joven con su típica sonrisa, finalizando con una carcajada, ahora ya se encontraba frente a frente. Se giró un poco, lo suficiente para mirar casi frente a frente al nuevo personaje.
-Hola… Soy el hermano de Kiricco ¿Tú eres?
La sensación que transmitía Yamamoto era increíble, al menos para personas normales, podía transmitir una tranquilidad que nadie otro, sin embargo, Kiricco no era normal… Bueno, Kiricco nunca traía a gente normal. ** | |
| | | Kiricco Madarame Capitan Pirata
Profesión : Luchador
1
56,000,000 Mensajes : 170 Fecha de inscripción : 18/09/2011
Datos de Personaje Armas/Items:
| Tema: Re: Otra ciudad que nos reconoce... Sáb Oct 08, 2011 12:02 am | |
| Aquella distracción extrema hacia de anfitrión en aquel lugar, parecía que no podía o no quería soltar ni una sola palabra aquel joven de marcadas cicatrices en el rostro. Agachando un poco la mirada, subía lentamente al barco casi sin prestar atención a su hermano, es mas no lo había hecho aunque estuviera a la vista de cualquiera, quizá distraído por su nuevo tripulante, había dejado de lado a Yamamoto como si fuera algo de segunda, pero claro no lo había hecho a propósito. Con sus dedos parecía hacer alguna clase de cuentas, como si estuviera haciendo un listado de algo, ya hacia unos momentos que había contado mas de veinte artículos, por lo que había tenido que comenzar nuevamente con sus manos. Al momento de llegar a la suma de treinta cosas, pareció ser interrumpido por su hermano Yamamoto, quien alegaba que era Kiricco quien se había tardado.
-¡Eres tu el que desaparecio pedazo de idiota!-
Dijo con enojo, mientras las pupilas en aquellos rojos ojos parecían dilatarse y aquella gruesa voz comenzaba a hacerse un poco ronca y gruñona. Sin esperar mas, y sin prestarle atención nuevamente a su hermano, saco de su bolsillo, un fajo de dinero que había tenido luego de comprar el barco con Yamamoto, o por lo menso eso era lo que le había sobrado a el. Haciendo veloces cuentas y babeando un poco sus dedos después de cada billete para poder pasar tranquilamente al siguiente, termino en segundo, de contra novecientos cincuenta berries. Su ceño pareció fruncirse un poco, quizá enojado o frustrado por algo ¿Quien sabia?
-Yamamoto prestame cincuenta berries-
Dijo acercándose hacia su hermano quien exactamente en ese instante se encontraba distraído con Jacobo, y parecía no haber escuchado las bajas pero firmes palabras de Kiricco, este sin mas y antes de que Bellwether terminara la oración, se acerco y saco un billete del bolsillo de su Sub-Capitan, era uno de cien berries, pero seguramente no le molestaría a su hermano luego obtener el vuelto después de todo, minutos luego los recibiría.-Acompañenme- Dijo quizá interrumpiendo la emotiva charla que podrían entablar los tripulantes de Varia, y bajando por el puente por el que minutos atrás había subido, giro un poco su vista hacia Nicolao quien sabe por que razón.
-¿Tienes dinero? Es que necesitamos por lo menos un cañón mas para el barco-
Sin siquiera un remordimiento en su ser, Kiricco hizo aquella pregunta algo agobiante quizá para el joven Cabelleiro, pero realmente necesitaba el dinero para hacer lago ¿Que era ese algo? Pronto se descubriría. | |
| | | Jacobo Nicolao Cabelleiro Pirata
Profesión : Carpintero
100
Mensajes : 28 Fecha de inscripción : 20/09/2011
Datos de Personaje Armas/Items:
| Tema: Re: Otra ciudad que nos reconoce... Sáb Oct 08, 2011 2:08 pm | |
| El trabajo de ingeniería, la forma en la que se había construido, los métodos empleados, materiales, ciencia aplicada sobre esa enorme estructura de madera era lo único que podía llamar la atención de Jacobo, ¿Pero por qué? ¿Qué tenía? ¿Qué representaba para el científico arrogante ese trabajo de arquitectura naval? Nada, Jacobo sentía a cada momento la pena de decir aquellos errores sobre los que había construido, sobre el mal en que estaban inmersos al haber lo diseñado de esa forma, ¿Quién más podría criticarlo de esa forma? Jacobo no era un perfeccionista, por lo que no le interesaba encontrar el máximo posible… Él lo sabía, eso era un error, pensar que existía un “máximo posible” al que dirigirse. ¿Por qué? El mismo Nicolao lo decía, una y otra vez, sabía que y porque era la perfección, que la creaba, cuál era su razón de existir… No la negaba, pero no permitía que se usara de forma inadecuada: “La perfección solo existe en tu muerte, porque es tu ultimo y no puedes mejorar de nuevo, no puedes volver a hacerlo y eso lo hace lo último y mejor posible”.
— Si hubiera contado mis decepciones desde que salí de esa biblioteca, estaría por sumar una más— Dijo Cabelleiro, mirando la penosa construcción de su barco. Para poco después, un chico de cabellos levantados y mirada despreocupada, le comenzaría a hablar—. Y esta sería otra más— Dijo, en respuesta al saludo del chico en el barco.
Los otros dos empezaron a hablar, poco le podría interesar menos que lo que fuera que discutieran, quizá alguna palabra alcanzaría a escuchar como “hermano”, pero de ahí en más lo único que haría sería el ignorar a aquellas personas, tenía algo más en mente.
Pronto, mirando el edificio que era su barco, que le llamarón “El Varia”, fue interrumpido de sus pensamientos, donde en su mente se construía un verdadero barco, un navío coloso capaz de defenderse contra cualquier cosa, aplicando sus interminables conocimientos científicos, su ingeniería en un proyecto versátil y sin igual, en un proyecto tal como lo sería un verdadero barco de guerra, un trabajo asombroso, cañones por aquí aplicando coordenadas polares, cascos por allá usando ingeniería de los materiales, armas por un lado y otro, revestimientos en materia de protección, cálculo de eficiencia de sistemas naturales y su integración con el barco: dicho lo dicho, tenía en mente crear un verdadero proyecto que sería el barco militar más poderoso que jamás se viera… ¿Y después? Uno mucho más poderoso, ¿Y para que existía el tiempo si no era para mejorar? Nada, no había nada más importante en que invertir.
— Y tres— Dijo Jacobo, al escuchar la petición de Kiricco. Recordando volvió en que tenía algo de dinero consigo suficiente para eso, no le satisfacía su próxima inversión, pero tampoco le molestaba o le incomodaba, su afán de progresión era científica, no económica, ¿Para que servía el dinero además si siempre eran los mismos billetes de la misma forma? La ciencia no aceptaba algo tan inútil como las situaciones financieras. Claro, Nicolao accedió sin esperar mucho y sin prestarle tanta atención, saco de su bolsillo derecho en su saco un par de billetes, con una que otra mancha de sangre, enrollados con una liga, parecía una buena parte del dinero de Jacobo—. Bien, toma entonces. Pero espero que sepan usar al menos una derivada sobre el tiempo para acomodar ese cañón— | |
| | | Yamamoto Takeshi Pirata
Profesión : Luchador
1
54,800,000 Mensajes : 150 Fecha de inscripción : 20/09/2011
Datos de Personaje Armas/Items:
| Tema: Re: Otra ciudad que nos reconoce... Sáb Oct 08, 2011 3:08 pm | |
| ** Se encontraba saludando aún Yamamoto. Su saludo fue respondido como si hubiese sido una decepción el acto de presentarse ante un personaje que recién veía. Su mirada se exaltó por un momento, se había sorprendido, pero en ése mismo instante, se le dibujó una sonrisa… No podía evitar sonreír debido a que le parecía una persona interesante la que estaba en frente de él. Entre sus dientes se podría escuchar una leve carcajada, de esas que se sueltan cuando te encuentras en una situación de haberte topado con algo agradable…
-Hahaha… Pareces divertido.
Kiricco, había dicho palabras, pero no había sido prestado atención por su hermano. El Bellwether, sintió que su hermano había sacado varios billetes que se encontraban medio salidos de su pantalón ¿Por qué? Bueno, no importaba, era mejor que él se hiciera cargo del dinero, antes de que este se hubiese volado o simplemente caído por la distracción del joven, no importaba casi, ya que no era mucho, no eran grandes cantidad por las cuales preocuparse.
-¡Yoy! Siempre tú tomando las cosas por tus propias manos…
Yamamoto a la vez que volteaba para mirar a su hermano, hacía alusión a la costumbre que tenía Kiricco para no dejar que los demás hagan las cosas y mucho menos cuando estaba apurado para hacer algo… Siempre había sido así de impulsivo, algo en lo que se podría decir era igual a su hermano, ya que ambos desde pequeño revuelos habían provocado. Antes de seguir haciendo nada, escuchó que comprarían un cañón más… Varia se estaba armando, a pesar de ser un barco pequeño lo estaban haciendo bien hasta el momento, al menos bien ante los ojos de alguien normal.
El joven de pelos parados, siguió sin protestar a su capitán. Antes de que pisara el puente, agarró su arma que minutos atrás había dejado recostada sobre una parte de barco ¿Sus espadas cortas? Las otras tres armas, no solía dejarlas y siempre las llevaba por debajo de su camisa, de manera que nadie notara que estaba ahí… Podría ser muy descuidado, pero no con respecto a eso, su vida era más importante para otras personas que para él solo.** | |
| | | Kiricco Madarame Capitan Pirata
Profesión : Luchador
1
56,000,000 Mensajes : 170 Fecha de inscripción : 18/09/2011
Datos de Personaje Armas/Items:
| Tema: Re: Otra ciudad que nos reconoce... Sáb Oct 08, 2011 6:28 pm | |
| La caminata comenzaba nuevamente, pero ahora era de a tres... o quizá de a uno, quien sabia si a aquel apresurado joven le estaban siguiendo sus compañeros. Luego de tomar aquel ensangrentado fajo de dinero, que parecía bastante ostentoso para un carpintero loco, Kiricco Madarame, se dirigió hacia la armería mas cercana, solo para abastecer su barco con una cosas necesarias por el momento. Pensaba comprar un cañón fijo, para aumentar las probabilidades de ataques certeros por combate, y también unas treinta balas de cañón, pues se habían gastado todas en el puerto de Loguetown. En resumen, la artillería del barco Varia, sufriría un aumente en proporciones no muy prometedoras, pero por el momento útiles.
-Mmm... aquel lugar puede ser-
Dijo el joven Madarame, fijando su visión en un local de armas de fuego, no muy lejos de donde se encontraba, a unos treinta metros quizá. Poniendo sus manos en el bolsillo, para tener el dinero bien protegido, se dirigió sin inmutarse ni un solo momento, hacia el lugar llamado “El fuego amistoso”, un nombre extraño para ponerle a una locación en la que se sueltan armas de aquí para allá ¿Que tenían de amigables las armas? Nadie lo sabia, pero algo es seguro, el Marketing lo era todo. Desde fuera, la pequeña casilla no prometía demasiado, bastante despintada y descuidada en cuanto a las maderas que constituían el panorama exterior del lugar, unos vidrios rotos en unas ventanas, y el cartel del nombre un tanto desalineado, pero... ¿Donde mas irían a comprar? En aquel lugar de mala muerte, los eruditos no peleaban ni siquiera para salvar su vida.
[Que porquería] Dijo para sus adentro el joven de encrespada cabellera, mientras entraba al pestilente lugar, parecía no haber sido cuidado durante mucho tiempo, armas que parecían de la época de los dinosaurios, seguramente con solo un disparo que estas lanzaran y la culata de madera se desprendería del resto del instrumente. Poniendo la mano en la mesa, el capitán pirata comenzó al dar unos leves golpeteo, para advertirle al encargado del lugar de que se encontraba allí, pues parecía no haber nadie.-Si joven... cof cof... que necesita- Aquel anciano, tenia una voz demasiado ronca, parecía que muchos años de fumador le habían hecho repercusión ahora en su tercera edad, y aquella tos, dejaba mucho que desear.
-Deme treinta balas de cañón, y el mejor cañón fijo para navío que tenga- Dijo Kiricco sin esperar siquiera un segundo mas, y sacando de su bolsillo el dinero, contó los cuatro mil berries que tenia en ese momento, y haciendo señas al anciano le advirtió para que dijera el precio de la compra.-Solo son 2800 Berries- Dijo el vejestorio como si ese dinero no fuera nada “solo” que palabra mas repugnante en señal de que quizá tenias mucho mas dinero que ese. Poniendo la mano sobre la mesa, Kiricco se dio media vuelta, y espero a que le brindaran los artículos que quería adquirir. | |
| | | Jacobo Nicolao Cabelleiro Pirata
Profesión : Carpintero
100
Mensajes : 28 Fecha de inscripción : 20/09/2011
Datos de Personaje Armas/Items:
| Tema: Re: Otra ciudad que nos reconoce... Sáb Oct 08, 2011 11:32 pm | |
| Dio una sacudida a sus botas, parece que otra piedrecilla se había atorado en las grietas. Abandonando las cercanías del barco, ahora su nuevo destino era ir en busca de un cañón para el pobre trabajo que habían hecho con esa estructura.
La mente de Jacobo viajaba por muchos sitios, pero en ese momento en especial, su cerebro únicamente trabajaba en un nuevo diseño, estaba ya dibujando mentalmente nuevos planos, nuevas construcciones, nuevos métodos vanguardistas para lo que se acercaba. Como Carpintero que era, era un personaje que jugaba con los diseños de sus trabajos, y su nuevo trabajo se aproximaba en forma de vejestorio de cañón que seguro encontrarían bajo capas y capas de polvos en la vieja tienda del retirado marine Joe Andersón, un anciano liliputiense que miraba con mala cara a la gente, y le solía vender a gran precio a cualquiera que se acercara, en especial a los extranjeros o cualquiera extraño. No sería raro que el anciano atrevido quisiera subirle el precio al pedazo de metal oxidado unas diez veces, claro… Eso si habláramos de una situación normal, de cualquier otra situación. Esta vez, por esta ocasión tan especial, quizá el anciano rabioso no tendría tantas ganas de gastársela a los ingenuos… Con la cara malhumorada que se cargaba el capitán y los rumores que se soltaban en la región sobre Jacobo y su “método asesino” (método científico para él), podrían obligarles su sola presencia a respetar los precios mayoristas… Claro, también estaba el otro chico, ese alegre chico sin apenas marcas sobre el rostro, como si no tuviera la experiencias o las expectativas de la vida que cualquiera, ¿Quién podría siquiera procurar sus pasos frente a él? Jacobo hace mucho que lo había descartado.
Paseándose por los viejos artículos de la casa de armas, como bien estaba escrito fuera su nombre, Jacobo miraba como un empobrecido negocio echado a perder por los años de mal cuidado no daban a más que penosas armas, penoso equipo, y penosa tecnología de la cual el propio Nicolao no tenía mucha intención en aprovechar siquiera, sería una pérdida de tiempo adaptar la mayoría de esos artilugios a tecnologías del siglo actual, si por el fuera, le sería más fácil trabajarlos desde cero.
El capitán (Jacobo insistía en no hacerle llamar como “su capitán” pues el no reconocía tal título) eligió un cañón y municiones, para Jacobo no le era ni vital ni menospreciable la decisión de Kiricco. Claro, otra cosa era lo que tramaba, mientras los negocios entre esos hombres se sucedían, en la mente de Nicolao Cabelleiro ya se estaba creando un diagrama con exactitud sobre la posición y manejo del cañón, sistemas tridimensionales con mecanismos de precisión y rápida respuesta, eran apenas las pocas características que ya tenía en la cabeza Jacobo, lista para crea la mejor herramienta que la ingeniería pudiera crear. | |
| | | Yamamoto Takeshi Pirata
Profesión : Luchador
1
54,800,000 Mensajes : 150 Fecha de inscripción : 20/09/2011
Datos de Personaje Armas/Items:
| Tema: Re: Otra ciudad que nos reconoce... Dom Oct 09, 2011 12:08 am | |
| ** Yamamoto se encontraba caminando pasos más atrás que Kiricco, que parecía no importarle en lo absoluto si su hermano estaba o no en ese momento ¿Qué pasaba? Era obvio que el de cicatrices estaba apurado por algo y quería abastecerse pronto de municiones y demás… Aún Bellwether, no podía comprender de todo el por qué, aunque le gustaba pensar que sólo era prevención por parte del capitán, después de todo, tiene que verla por a seguridad de su tripulación… Una tripulación con humores diferentes, unos muy diferentes que otros, eso era lo que lo hacía divertido
Pasaron un par de minutos, para que la sombra de Kiricco se perdiera en la oscuridad, se había adentrado a una de las tienditas que de por nombre llevaba “Fuego Amistoso” ¿Por qué ése nombre? Los momentos para los detalles quedaban para otro lado. El joven de cabellos parados, seguía caminando, aunque estaba con una mirada y sonrisa de niños, nunca se olvidaba su ahora posición de Pirata con 12,800 millones de berries y uno nunca sabe cuándo es que puede volver a cambiar el valor de esas cifras.
Al entrar en la tienda, todos dieron un rápido vistazo, excepto Kiricco, que se encontraba en el suyo comprando un cañón y balas de cañón. El lugar estaba hecho una total desgracia, todo estaba empolvado y sus cosas tiradas por donde sea… Se podía fácilmente pensar que si se pasaba el dedo por un espejo, este quedaría reluciente ¿Por qué ese lugar? El capitán seguro estaba cansado de caminar y caminar, y quería hacer algo rápido. ** | |
| | | Kiricco Madarame Capitan Pirata
Profesión : Luchador
1
56,000,000 Mensajes : 170 Fecha de inscripción : 18/09/2011
Datos de Personaje Armas/Items:
| Tema: Re: Otra ciudad que nos reconoce... Dom Oct 09, 2011 12:28 am | |
| Que nefasta y molesta, era aquella situación que se libraba en aquel momento, parecía que ni un poco de alegría o felicidad pasaban por los corazones de aquella silenciosas y agrias tres personas ¿Que sucedía? Yamamoto no tenia ese comportamiento nunca, de Madarame era de esperarse... y del joven Nicolao poco se sabia así que... aquello era extraño. Kirico con una extrema inexpresividad en su rostro parecía sentenciar al anciano que le estaba por brindar los objetos. ¡Que debilidad presentaba aquel hombre por dios! Al fin y al cabo, Kiricco tuvo que cargar ambas bolas de balas de cañones en los hombros, y luego a pesar de que no la aceptase siquiera le dio una a Yamamoto, a pesar de ser un poco mas fuerte Kiricco, seguramente Yamamoto no estaba muy lejos de el. Y ahora, el pelinegro de bochornosas cicatrices en su rostro, esperaba el cañón mientras tenia cargado en su hombro, aquella bolsa de bala de cañones.
Varios minutos tardo el anciano en poder poner el cañón sobre la precaria carreta de madera que venia conjunto, cuatro ruedas y una manivela bastante ancha, por lo que seguramente era fácil de movilizar. El cañón era bastante actualizado, de la tecnología del día, Kiricco se sorprendió pues pienso que no podría conseguir algo así en tal basurero ¿Que pensaría Nicolao de aquel cañón? ¿Lo aprobaría? Kiricco no le presto demasiada atención en el momento de llegar al barco, y ahora no lo hacia tampoco. Mientras sostenía las balas de cañón con el brazo izquierdo, con el brazo derecho tomo la manivela del carrito del cañón y comenzó a empujarlo, ya enfilando para la salida del cuchitril aquel.
-Nos vamos-
Dijo Kiricco pasando aquel grande pero precario portal, parecía tener un nivel de excoriación que solo había tenido al destruir el puerto de Loguetown, pero claro no alcanzaba al de masacrar al palco donde mataron al Rey de los Piratas, aunque no le preguntaba mucha atención actualmente, pues lo rebasaría y seria el hombre mas fuerte del mundo. Por alguna extraña razón, el joven pelinegro expectaba a que su hermano, se dignara a preguntarle para que eran todas aquellas cosas ¿No lo conocía suficiente como para no saber que el joven estaba tramando algo? Soltando un leve bífido miro de reojos a Bellwether, y segundos luego a Nicolao, y mirando nuevamente para el frente pudo divisar que ya no quedaba mucha distancia entre ellos y "Varia". | |
| | | Jacobo Nicolao Cabelleiro Pirata
Profesión : Carpintero
100
Mensajes : 28 Fecha de inscripción : 20/09/2011
Datos de Personaje Armas/Items:
| Tema: Re: Otra ciudad que nos reconoce... Dom Oct 09, 2011 6:58 pm | |
| Finalmente había terminado Kiricco sus negocios con el anciano Joe, ahora Jacobo no tendría que hacer mala cara al terrible olor que despedían las entradas a las alcantarillas de la parte de atrás, que vamos, pareciera que habían matado a alguien. Se dio media vuelta, vio por una ventana que había sido destruida a golpes hace mucho, como unos cuantos niños jugaban a la pelota entre ellos, cuatro pequeños, tres niños mayores y una niña pequeña que se quería hacer pasar por uno de ellos, claro, ninguno la dejaba jugar. Jacobo miro hacia otro lado, ¿Qué pensaría un hombre que vivió su infancia apartado de todos y que eventualmente empezarían a cogerle un terrible odio a su persona, a su simple mención? Nada, Nicolao era firme y sabía que eso era algo que no le contribuía nada pensar, no tenía miedos u odios, afanes o enemigos contra los cuales vengarse el día que pudiera… La ciencia le era absoluta, su ciencia le era todo lo que necesitaba en la vida y lo que la conformaba… Evolucionarla, era la segunda parte. Salió del edificio con la empobrecida madera, el polvillo del techo caía sobre sus hombros y los escalones para la entrada rechinaban tanto y más que cuando entraron. Se apoyó sobre el pasamos de la entrada, para poder poner pie fuera, para su sorpresa esa porquería arruinada por los años y consumida los insectos, no dio para más y cedió apenas aplico una leve presión sobre este, rompiéndolo. El anciano Joe, por supuesto, hizo una arcada en muestra de su molestia, estaba viejo pero energía no le faltaba para corretear a alguien que le debiera dinero… Pero, ¿Sabía a quién le estaba dirigiendo sus enfurecidos pasos? Muy rápido lo recordaría, muy pronto, en su cabeza y en su tercer paso, que fue el último y en el que se congelo antes de continuar, recordaría, esa noche… No sería hace más de seis años, no le era un recuerdo vivido, pero ahí estaba. La noche en que volvía de un duro día de trabajo, en ese tiempo en anciano Joe tenía una cara menos molesta que hoy día y vestía y se cuidaba un poco más, ¿Casualidad no? La juventud hacia milagros, como la juventud de sus amados nietos, los gemelos Tina y Ricky, dos pequeños chicos que heredaron el color rojizo de su padre y los ojos esmeralda de su madre, y la sangre de Jacobo Nicolao Cabelleiro… Pero un momento, ¿Qué relación tenia esta? Quizá ninguna, quizá no había una verdadera relación… Quizá, no sería de no haber sido por el hecho de que fue el quien los trituro, miembro a miembro, centímetro a centímetro, los torturo, los corto y degolló hasta la muere… Pintando el suelo de su casa no solo con las lágrimas de su familia, si no con cada gota de sangre que saco desde la última vena. Se paró ahí, haciendo un gesto de molestia, pero nomás, no haría más, no seguiría o intentaría hacer algo en contra de él. Los años habían pasado y ya era tarde, muy tarde, para hacer algo contra el Cabelleiro, no pudo entonces, ¿Por qué podría ahora que ese hombre era más fuerte y él más viejo y cansado? Eso mismo que hacía, quedarse quieto y rugir para sus adentros mientras Jacobo caminaba. El barco estaba enfrente, recibiendo a un Jacobo con mala cara que volvía a ver un edificio que para su gusto, era deprimente y no le aportaba mucha curiosidad, pero si podía poner sus manos en ese esqueleto y poder transformarlo adecuadamente, poder deformarlo a su perfecta imagen que se dibujaba en su mente, paso a paso… Ese enorme desperdicio de madera y metal, se convertirían en un verdadero coloso del mar. - OFF:
Tema terminado
| |
| | | Contenido patrocinado
| Tema: Re: Otra ciudad que nos reconoce... | |
| |
| | | | Otra ciudad que nos reconoce... | |
|
Temas similares | |
|
| Permisos de este foro: | No puedes responder a temas en este foro.
| |
| |
| |