Aprendiz de cocinero

(-post del pasado)
29 de mayo, a las 11 am... soleado y con algunas nubes.

-luego de un agotador día en el bar/restaurant del viejo Zeff, un tipo arrugado y gruñón de esos que se encuentra
todos los días que estas de malas y sientes que el trabajo te absorbe de alguna manera,
aunque era solo su aprendiz en la cocina aprendía también mucho de como tratar a la clientela y en principal de preparar exquisitos platos que solo el y el viejo grupo de amigos que tenia sabían hacer en todo el East blue.
sea como fuese ese día andaba de malas, así que salí de allí con dirección al puerto con una mirada de agotamiento
total buscando relajarme observando al mar, tenia deseos de partir... ya desde hace mucho era con lo que soñaba a diario junto a lo de convertirme en un gran almirante pero esos sueños parecían decaer este día ni el mar y sus tranquilas olas en las orillas podían ayudarme -

-no puede ser que a pesar lo bien que nos haya ido hoy sienta esas ganas de escapar hacia la base de los marines y ver si me aceptan, es tremendo todo esto de ser un civil mas-

-salí del puerto con dirección a la plaza cuando de pronto fue como si todo se calmara al rededor hasta el viento...-

Había llegado a la plaza buscando el puerto, suspiró agobiada.
Estaba cansada de plazas, placetas, calles, y ciudades agobiantes, tampoco quería quedarse en el barco ni quería estar allí, ahora era pirata y estaba metida en una ciudad infectada de marines, era buscar problemas y quizá eso era lo que necesitaba para despejarse, poder patear unos cuantos culos.
Quería hechar a volar y planear mar adentro hasta cansarse, quería surcar el cielo y no estar en tierra, pero ahora, rodeada de civiles, no podía alzar el vuelo sin montar un escandalo público y atraer marines curiosos.

Se encaminó por una calle que se suponía que debía llegar al puerto, busando un sitio alejado donde poder volar libremente sin atraer demasiado la atención, aunque con todo el sector mas culino mirándola y babeando eso sería dificil

No le extrañaía perderse en línea recta, aunque nunca lo reconociese, no sería la primera vez.

Y justo cuando estaba clamando poder ver a su hermana, como angel caído del cielo allí estaba, en un choque algo brusco pero tremendamente agradable.
Ésbozó un amplia sonrisa mientras escuhaba a su hermana.

-Te hechaba de menos, hermana. - nunca fue tan abierta con nadie. siquiera con su padre, pero con su hermana era diferente, ahora todo sería diferente.

Comenzó a caminar junto a ella y antes de que se diera cuenta ya habían llegado al puerto, se sorprendió enormente, mientras ella era un cáncer orientandose su hermana era un genio. Eran tan parecidas y tan diferentes a la vez.

Se llovó una mano a la nuca, y le guiñó el ojo, técnicamente iba...

-A volar. -sonaba mejor en su cabeza. -¿Y tu, hermana?

-note que una de ellas se había percatado de mi presencia pero total y no hacia mucho desde aquí, mas que observarlas sin motivo mas que aquella cabellera rojisa la cual me había impactado de momento, así que decidí seguir mirando hacia la plaza mientras esperaba la hora para continuar en el restaurant.-

-esta puede ser una buena oportunidad, están solas y de seguro al caer la tarde irán a cenar lejos de aquí creo que deberia ayudar un poco, de paso que el viejo zerf no me regaña !por la falta de clientes! que se habrá creído ese tipo-

-pensé en bajar total y traje que usaba no se sorprenderían pensando mal de mi, pero me detuve por alguna extraña razón a seguir observándola ya si se alejaban trataría de ir a preguntarles mas ahora creo que seria muy sorpresivo, no hice mas que continuar con mi cigarrillo ya casi acabándose desde las horas que estaba allí

Correspondió al abrazo de su hermana, hacía poco menos de una semana que no la veía y aun asi le parecía una eternidad, quizá porque ahora que sabía que tenía a alguien le costaba demasiado estar separada de ella.

Sonrió ante las palabras de su hermana, ella tambien se había dado cuenta.

-Claro, hermana.

Ojeó las azoteas de los edifios circundantes y no tardó más de dos segundo en encontrar a su ''observador''.
Mediana edad, rubio , ojos avellana, vestido de traje negro con una camisa azul y fumador.

-Allí. - le señaló su hermana con un movimiento de cabeza hacía la posición del hombre, recostado en la azotea del edifio de su derecha.

-sonreí al ver que ya sabían que las observaba, algo sonrojado, pero me era obvio que llevar un par de clientes mas haría que el viejo no estuviese de malas así que haciendo a un lado mi timidez me levante para saludarlas desde allí arriba antes de bajar a hablarles-

Yuju! hola! bellas damas!

-corro por un par de tejados mas y desde el mas bajo decido caer para conversar con ellas maniobrando cuidadosamente para no caer de cara y quedar en ridículo, lleno al suelo y levantándome sutilmente coloco una rosa en mis labios y me dirigo hacia ellas sin imaginar que quedaría medio perdido y embobado mirando el rosto de la peliroja me tomo de sorpresa pero descubrí el porque todo esta tan calmado ese dia -

Su hermana y ella esbozaron prácticamente a la vez el mismo tipo de sonrisa de maldad.

-Sería muy divertido cazarlo, pero parece que nos va a ahorrar el trabajo.

El hombre sonrió desde la posición en la que estaba y en saltos bajó de la azotea y quedó frente a ellas en una pose pintoresca con una rosa en los labios. Algo que le resultaba... diferente.
Nunca había visto un hombre tan descarado y que cambiaba de una expresión seri a una de idiota en segundos.

No pudo evitar reír ante las palabras de su hermana.

-Muy valiente. - esbozó una sonrisa ladina.

Pero ese hombre parecía no conocer el miedo, cuando miraban a alguien como lo estaba mirando a él ahora mismo normalmente huian antes de acercarseles, y mucho menos piropearlas y regalarles una rosa.

-Estamos... - sonrió. -... de paso.

Miró a su hermana, no constaría a la invitación del rubio sin preguntarle a ella primero.

Le guiñó un ojo a su hermana, no iría a ningún lado sin ella.

-Ven conmigo hermana, será... - una sonrisa de maldad cruzó sus labios. -... divertido. - arrastró la palabra haciéndole entender que les faltarçian gráneos por aplastar.

Miró al rubito otra vez, examinandolo con la mirada, había visto gente rara en todo sitios, pero era la primera vez que alguien se atrevía a piropearlas de tan descarada manera sin pensar en que podría pasarle depués. Tal como decía su hermana, algo de valenía debía tener.

-Si fueras un ladrón o un aprovechado deberías ser muy tonto para acercarte a nosotras.

-las mire nuevamente a ambas sonriendo pensando en el porque de sus palabras, pero no me hice problemas como siempre y seguí con lo pensando, les indique el camino, las guié por el lugar charlamos, daba igual los detalles extensos creo en esos instantes solo sabia que estaba algo alegre... mas que de costumbre.
les mostré las "maravillas" que esta ciudad, aunque pequeña comparada con cualquier otra, podría tener por unos instantes me sentía perdido, a pesar de conocer el lugar como la palma de mi mano, a causa de aquella mirada intensa y penetrante y esos cabellos tan rojos como el mas bello que había observado, Pero despertaba del "coma" tan solo al imaginar que no eran del lugar y a lo mejor pronto partirían.-

-este lugar es agradable saben? y no es porque este pensando en decirles que porque no pasan una temporada por aquí... si no que Uds. lo hacen así -sonreí de la manera mas sublime-

-por primera ves en días ese bullicio y el gentío tan desesperantes se habían esfumado.. de alguna extraña manera por motivos que escapaban de mi entendimiento había conseguido calmar las vocecillas en mi cabeza me detuve unos momentos y voltee a verla sonriendo-les otra ves e indicándoles que llegamos-

-Pero para nosotras los problemas y la diversión están conectados. - se paró frente a su hermana, cortandole el paso. -Y alegra esa cara mujer. ¿Que te ocurre? - forzó una sonrisa en los labios de su hermana con los dedos.

Se giró, mirando al hombre, que si bien parecía inofensivo había aprendido a no juzgar a la gente.

-Estamos de paso. - dijo como respuesta

-Eh? a mi nada, estoy como siempre, solo que tu y yo tenemos una conversación pendiente que no diré por que esta este aquí y...-al notar lo que hizo con su sonrisa no pudo evitar comenzar a reírse- mo hermana que haces?, de verdad que eres única, deja mi cara en paz que si no me rió sera por que no tengo ganas.

Aria asintió ante las palabras de su hermana y sonrió de forma traviesa y malvada, se lanzó encima de al espalda de su hermana abrazándola y sacando la cabeza por el hombro de ella para ver el chico.

-Sip por ahora no hay motivos para quedarnos demasiado tiempo, ademas yo he de volver a Villa de Fushina, como tarde demasiado Crash me hachará la bronca

Sonrió a su hermana y asintió, no sabía de que querría hablarle pero seguro que era divertido... o no.
Sintió a su hermana lanzarse sobre su espalda, por poco se va al suelo, pero consiguió mantener el equilibrio y así quedaron las dos, una a caballito sobre la otra como si de dos colegialas se tratara.
Nadie se pensaría que se trataba de un duo de peligrosas hermanas pirata.

Miró al hombre con desgana, no le apetecía nada ir con él, prefería ir con su hermana a cualquier sitio a buscar bronca, y sin preguntar, se giró, dio la espalda al hombre y saltó a un tejado, hechando a correr con veolcidad envidiable y su hermana a cuestas.

-Por una vez que podemos estar juntas. - dijo mientras saltaba. -No voy a incluir a un desconocido.

Y sonrió como una estúpida.

Escuchó a su hermana reír y no puedo evitar acompañarla ella tambien, su hermana era verdaderamente única.
Saltó al teajdo de la derecha, tal y como le había pedido la pelinegra, con una sonrisa en los labios.

-Yo voy a donde tu vayas.

Ahora que tenía alguien por quien luchar y por quién ser fuerte, ahora que tenía alguien que sabía que no la abandonaría, no la dejaría ir.

-¿Y qué era eso de lo que querías hablarme? - recordó.