No hay paz para los..piratas

Zefiro se hallaba en la mas absoluta oscuridad, llevaba unos tres días así, pero por suerte, había traído consigo un poco de agua y no tenía que salir al exterior para buscar el preciado liquido, liquido que en grandes cantidades le causaban perdida de poder, pero al fin de al cabo, que eran los venenos sino medicina en cantidades letales. Pero Zefiro ya había acabado su suministro, por lo que tarde o temprano tendría que salir para reponer suministros, a menos que llegara a su destino no muy tarde. Necesitaba unas vacaciones, el estrés le solía causar que le resultara complicado controlar su akuma y podía acabar en el despedazamiento de algún que otro despedazamiento no deseado.

De repente, el espacio en el que se encontraba Zefiro empezó a moverse, como si se tratare de un péndulo, eso le indicaba que había llegado a su destino.

El habitáculo en el que Zefiro había viajado era un gran cajón de mercancías el cual había vaciado para poder establecerse en el. Este se balanceaba a causa de que estaba siendo sacado del barco usando una grúa con poleas, las cuales parecían soportar la caja malamente, a pesar de estar completamente vacía, por lo que no debía de ser de buena calidad. De todas formas el cajón llegó a su destino sin ningún problema, esperando a que su escapada acabara bien, o por lo menos resultara relajante. Mientras, los marinos se esforzaban por recoger las mercancías. Cuando Zefiro no sintió mas ajetreo a su alrededor, derribó la pared a patadas, era mas fácil abrirla desde dentro de ese modo, respiró aire puro y observo su alrededor.

- Mierda-dijo con una sonrisa en la cara.

Se encontraba atrapado entre un montón de container , suerte de que habían dejado un pequeño espacio delante de la "improvisada puerta" que le permitía salir.

Zefiro comenzó a escalar entre las cajas apoyando su espalda contra una de las paredes e impulsándose contra otra para comenzar a subir a ese mar de cajas almacenadas, nada mas empezar su viaje ya se había encontrado con un inconveniente, lo cual ya le cabreaba, había venido a descansar y se encontraba de pleno con un obstáculo que no era fácil de superar, es que la vida se posicionaba en el bando enemigo. consiguió superar la linea de cajas cuando de repente vio como cerraban las puertas del almacén desde afuera. Tuvo ganas de coger a alguien para estrangularlo, pero solo se veían cajas y cajas, al final fue arrastrándose a la parte posterior del almacén y llegó topándose con un chapado metálico, no parecía complicado de romper puesto que estaba muy oxidado, lo echó abajo fácilmente, pero se topó que el almacén daba directamente al mar y no tenía manera de salir por ahí. el enfado que en ese momento estaba sufriendo fue épico.

Spoiler:

Volvio a subir al monton de cajas para ver si encoontraba alguna manera de salir, pero por mucho que buscaba lo unico quee encontraba era mas y mas desesperacion... Comprobo cada palmo de las paredes contiguas, pero eran de ormigon y no tenia manera humana de romperlo, sin embargo, no le serviria de nada si estaba pegado a otros almacenes puesto que se veria en la misma situacionn que en la que se encontraba ese momento. Volvio a subir a las cajas y se dirijio a la puerta principal. Escucho pasos por lo que la golpeo para ver si algun curioso se hacercaba a ver que sucedia tras la puerta. Pero nada, como repuesta solo tenia un monton de pasos alejandose ain notar la presencia del atrapado, el cual empezaba a perder los nervios. Ojala que cuando lsaliera de alli fuera dia porque si no se armaria algo que no le sentaria para nada vien a la reoutacion de la ciudad.

Zefiro recurrio al plan d, d de desvalijacion. Cojio una pata de cabra oportunamente olvidada cerca de la puerta, la cual no era lo suficientemente robusta como para abrir una brecha en ella. Empezo a abrir cajas al azar para encontrar algo, pero no encontraba nada, pescado, pescado, mas pescado... Quien guardaba en un almacen pescado. Zefiro estaba cada vez mas cabreado y no parecia que su cabreo fuera amainar, puesto que las cajas que abrina no traian nada utilen una de ellas encontro un jarron es cual desecho, pero al romperse en el interior encontro un fajo de billetes. Eso loo calmo un poco, no hay mal que por bien no venga. Cuando destrozo las primeras filas de cajas, vio una monumental caja que prometia en gran medida, y se deleito al ver su interior, le serviria de sobra para salir de alli.

El encargado del almacén B estaba mosqueado, parecía que se habían colado en el interior, según le decían los encargados, y se estaba armando un barullo impresionante, había traído a un grupo de marines, puesto que según veía en las cámaras había causado grandes destrozos y era sospechoso de ser un pirata muy peligroso, aunque podría ser un simple imitador, pero la marina siempre solía actuar aunque solo fuera bajo sospecha. Se dispuso entonces a abrir la puerta, pero entonces escucho un chasquido proveniente del interior. El ingeniero al cargo del almacén se echó cara atrás, cayendo de espaldas.

- Que ocurre, abra la puerta- pero el ingeniero no respondía, estaba en panic attack, por lo que un marine le levantó por el cuello- le he dicho que habrá la puerta, no hemos venido aquí para salir con las manos vacías, entiende lo que le digo no?-

Estaba claro, al fin de al cabo todos tenían trapos sucios, aquellos en los que nadie quería que un marine metiera nariz, ademas, seria fácil incriminarlo en algún caso para así sacarlo de encima.

El marine tiro a un lado al balbuce ante ingeniero y pegó un tiro al candado. Ordenó a otros cuatro marines que abrieran la puerta, pero antes de que esta fuera abierta, la puerta de varias toneladas se abolló cara afuera tras un gran impacto.

- Creo que he dado con la llave acertada, ahora, máxima potencia-

Las diez bombardas colocadas en el interior del almacén dispararon grandes cargas explosivas contra la puerta, volandola y enviándola varios metros de donde estaba.los marines que quedaban tras la lluvia de metralla, o habían evitado una puerta de varias toneladas, se astincheraron tras un desnivel unos metros mas alla.

-No me dijo que estubiera armado con tanto calibre-dijo el marine al ingeniero-

-Cree que yo lo sabia?-

en ese momento llegó un aprendiz corriendo, estaba claro que lo habían enviado apresuradamente.

- Ha cojido unos cañones, tengan cuidado-




pd: la cara del marine y del ingeniero

Tras bombardear sin juicio ni prejuicio al conjunto de personas que se hallaban frente al almacén se percato de que había volatilizado a un grupo de marines, no eran muchos, sobre unos 24 si contaba los trozos de cadáveres sobre el puerto. Tras bajarse de los cañones y comenzar a caminar hacia el exterior del Almacen B, que curiosamente se le pareció a un 13, se dio de cuenta de que aquel "pequeño" espectáculo de artificio, noto que había aliviado tensiones, a pesar de haberse topado con un grupo de marines. Pero advirtió que aun quedaba uno, por la cabeza que asomaba detrás de un desnivel, o podía simplemente ser una cabeza que rodara hasta allí. Recogió una espada que se encontraba en el suelo y se acercó hacia la zona, parecía que iba a ser una cabeza, porque no reaccionaba, aunque podía haber quedado en shock tras haber visto a sus compañeros ser despedazados por artillería pesada. Al acercar se vio que efectivamente iba a ser el shock. cuando el marine salio de el al ver a Zefiro tan cerca, este ya había perdido la cabeza de un sablazo, pero esta cedió a mitad de camino, quedando parte de ella incrustada en mitad de la cabeza, mientras Zefiro sostenía el mango, el ingeniero le miraba asustado, pero no le iba hacer nada, después de todo, este no era un marine. Dejando atras este panorama, se perdio entre los almacenes para volver al trabajo, tantas vacaciones le harian perder destreza.


Dias de vacaciones: 2, uno de viaje, otro de alone in the dark.