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| Comentarios: 10 |
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| Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar | |
| | Autor | Mensaje |
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Kotaro Pirata
Profesión : Mecanico - Luchador
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Mensajes : 77 Fecha de inscripción : 08/08/2012
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| Tema: Re: Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar Sáb Ago 18, 2012 3:14 pm | |
| Pese a los constantes intentos de abandonar el lugar con anterioridad, el muchacho se había topado con el motivo justo para permanecer, pues no iba a rendirse ante aquella competencia impuesta por la sirena, si bien le interesaba poco lo que un ser de pocos escrúpulos pudiera hacer o como pudiera cuidarse, había algo que no dejaría pasar por alto, el hecho de ser subestimado, claro que con ese motivo podría demostrarse ser mejor al ir a buscar un barco por su propia cuenta, mostrando que él si podría lograrlo y que incluso lograría algo aun mejor, pero por otra parte había algo que evitaba que este abandonara el lugar, pues en el hipotético caso que ella regresara, se encontraría con la ausencia del muchacho, lo cual le llevaría a una descalificación por abandono de aquel juego impuesto, algo que no se podría perdonar, pues no iba a perder contra un simple medio pez medio mujer, no valía el riesgo el salir a buscar un barco pudiendo perder si se tardaba demasiado.
Pero en ese momento, el chico recordó que no se hallaba solo, pues escuchó como su compañero volvía a emitir palabra luego de tan tensa discusión con la sirena. Este mostraba otro punto lógico, al desconfiar también de aquel ser, al parecer lo dicho por el pelirrojo le había hecho entrar en razón, aunque ya era demasiado tarde para ello, pues el chico de gafas había tomado una decisión ya, por lo que sin moverse del lugar, musitó. -Volverá, no sé si con un barco, una excusa o un ejército, pero estoy seguro de que volverá. Y en cuanto lo haga, le demostraré lo equivocada que estaba .
Las palabras del muchacho sonaban ya algo obsesivas, pues en su mente ya había olvidado la negociación con el chico de cabello café, y solo se encontraba enfocado en demostrar que él tenía razón, aquella sirena enfatizaba tanto en hacer un trato, lo cual demostraba que les necesitaba de una manera mayor que ellos a ella, y tan solo ese pequeño detalle ya motivaba al muchacho a mantenerse allí sentado, aunque tuviera que permanecer la noche en vela.
Claro estaba que la tenacidad tenía sus límites también, y pese al no querer moverse en algún momento terminaría cansándose de lo mismo, por lo que intentó relajarse, sobretodo su postura la cual yacía rígida por la espera del momento aquel en el que saltando exclamara “¿Lo ves? ¡Yo tenía razón” claro que aquella situación tampoco era del todo afirmada, pues aun había una ínfima posibilidad de que él estuviera equivocado, claro que aquel pequeño cero, cero un punto de probabilidad era ignorado por el joven, quien parecía exageradamente excitado ante el desafío.
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| | | Layfon Pirata
3000
Mensajes : 38 Fecha de inscripción : 08/08/2012
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| Tema: Re: Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar Dom Ago 19, 2012 4:29 am | |
| Ante la sugerencia de Layfon, el chico solo respondia con que aquella sirena volveria, de una forma u otra. A decir verdad, Layfon no le agradaba esa respuesta pero nada que podia hacer aqui. -Como veas.- respondia Layfon, quien seguia caminando, parandose a unos metros del chico. -Yo ire a mirar si encuentro algun barco, tu te quedaras entonces aqui. Volvere por si tengo algo o no- decia tranquilo, mirando de reojo a su compañero. Este se quedaba tranquilamente en su sitio, esperando la llegada o no de la sirena, la cual habia desaparecido en las profundidades del mar.
Layfon seguia con su caminata, andando por la suave arena. Sus pensamientos estaban sueltos, por una parte estaba pensando que si habia sido buena idea llevar al chico consigo mismo, por otra parte estaba pensando si la sirena volveria. Era un dia del cual no se iba a olvidar tan rapido, cosa que le hacia suspirar mientras que lentamente se acercaba al puerto nuevamente. Dandose la vuelta, podia ver la silueta de su compañero, pero apenas podia verla ya que era de noche y estaba algo alejado. -Parece que sigue solo- se decia Layfon, quien se habia girado para ver la situacion de alli. Girandose nuevamente, Layfon procedia a subir unas escaleras que le llevaban al puerto.
Comenzando a buscar, Layfon miraba por cada anclaje, donde habian amarrados cientos de barcas y botes. Botes con el tamaño suficiente como para llevar a 2 personas facilmente. El unico problema es que casi todos estas barcas tenian daños, algunos sin velas, y otros que simplemente eran cachos de maderas. Parecia esto un cementerio de barcas, y no un puerto. Barca tras barca, Layfon empezaba a cansarse, es como si el dios de la mala suerte le estaba mirando y riendose de el. El joven se paraba, para tomar un pequeño descanso, pero ese descanso era de poca duracion, ya que segundos despues aparecieron unas caras familiares.
-Veo que nos encontramos de nuevo- decia un hombre, quien se parecia bastante al tabernero de esta tarde. -Hare que me pagues por los daños que has hecho, de una forma u otra- ahora se estaba seguro, era el tabernero. Acompañado de hombres quien tambien habia visto en la taberna Layfon. La expresion de Layfon era la de completa pasividad, como si no le importara ciertamente la situacion. Los hombres iban armados, con porras y espadas, pero ningun arma de fuego. Suerte para Layfon, o eso cree. -Je.....creo que no me queda otra opcion- decia Layfon tranquilamente, sonriendo mientras cerraba sus ojos. Los hombres escuchaban estas palabras con nerviosismo.
Algunos apretaban sus manos, mientras agarraban sus armas, mientras que los otros tragaban saliva. Recordaban de lo que Layfon era capaz, y algunos aun sentian los golpes de este. Lentamente Layfon volvia a abrir sus ojos solo para que, segundos despues, saliese corriendo a la direccion opuesta. Los hombres se quedaban mirando esto un par de segundos, solo para realizar despues de que Layfon estaba escapando. Layfon habia salido corriendo hacia donde estaba su compañero, con la ultima esperanza de que las barcas de la sirena estuvieran alli, de no ser asi, estarian en problemas. | |
| | | Kaine Pirata
Profesión : Médico - Artillero
3000
Mensajes : 68 Fecha de inscripción : 09/08/2012 Edad : 29 Localización : Villa de Fuschia
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| Tema: Re: Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar Dom Ago 19, 2012 6:20 am | |
| Tras toda aquella discusión contra aquel chico de cabello rojizo la sirena finalmente había decidido ir a buscar aquellas malditas embarcaciones, aunque más que por el hecho de que ellos lo buscasen o quisiera recobrar su confianza era solamente una forma de que aquel muchacho se tragase sus propias palabras. No sabía si ellos se mantendrían allí, aquel otro joven seguramente no estaría tampoco muy convencido después de que ni si quiera le dirigieran una palabra, por lo que las probabilidades de que se mantuvieran allí cuando ella volviese, con botes o no, sería ínfima. Cuando se hubo separado lo suficiente de aquel punto en la playa se detuvo y salió una vez más a la superficie; Lo cierto es que era hermoso, el aire no era del todo limpio debido a la gran cantidad de mercancía que parecía transportarse allí, había muchas cajas en barcos grandes, destinados seguramente al transporte y no a la convivencia, y aquella hora parecía mucho más frecuentada. Allí en la isla donde habitaban las sirenas también había contrabando y trabajos en sucio, pero seguramente sería mucho menos frecuente que allí por razones de cantidad de individuos, era común saber que existían mucho mas humanos que tritones o sirenas, algo que era un tanto paradójico pues había mucha más agua que tierra. De todas formas aquello facilitaba mucho su trabajo. Comenzó a moverse pero manteniendo sus ojos por encima del agua, divisando los bares costeros y como los borrachos hacían de las suyas, algo que la joven intentaba pasar por alto pues no era nada agradable, sobre todo por las mujeres de aspecto fresco que había por allí, algo que la repugnaba bastante, con suerte alguna iba vestida. Sacudió la cabeza por aquel desconcierto sufrido y volvió su mirada hacia los barcos; Todos ellos estaban bien amarrados y aun mantenían actividad, y solo podía cargar con algo pequeño asique todo lo que ofrecía el puerto estaba descartado, por lo que una vez más se sumergió. Nadó esta vez para colocarse junto a la pared que separaba el mar del pavimento del puerto, su cuerpo se mantenía pegado al mismo por lo que no sería fácilmente detectable y además podría escuchar conversaciones si ver el...espectáculo, si así podría definirse. No tardó en lograr su objetivo, pues unas voces ásperas parecían comentar algo -¿Para cuándo los tendrás?- Un suspiro pensativo pudo escucharse, mientras la joven se apegaba aun mas a la pared, posicionándose cercana a los pies de los hombres -No lo sé, están bastante mal, ¿Como habéis podido hacerles esos agujeros? No parecen de armas, ¿Habéis enfadado a los dioses?- El otro hombre escupió, y su voz se hizo mucho mas ruda -Eso no te importa, viejo chalado, quiero que para mañana estén los dos botes arreglados y listos para resistir hasta el ataque de un rey marino, ¿Me he explicado bien?- Aquella pregunta sin duda era un "Lo harás o sino morirás", y al parecer aquella persona también lo entendió -E-Estás bien señor, a-aunque le rogaría q-que me pagase por adelantado, y-ya sabe, p-por seguridad y eso...es algo que se hace a t-todos los clientes- Aquella persona debía tener fama de peligrosa pues el hombre de voz anciana parecía bastante asustado -Tu hazlo y te pagaré- Unos pasos anunciaron que la conversación había terminado, más el interés de la muchacha solo había aumentado. Se sumergió una vez más pero su rostro se mantuvo cerca de la superficie, observando a aquel anciano de aspecto preocupado. Se mantuvo unos instantes en aquel lugar, cerca de un gran barco, y comenzó a moverse tras hablar con unos hombres. Tras aquello la joven nadó un poco más lejos para permitirse observar sin peligro como aquellos dos hombres tomaban dos botes y navegaban hasta lo que parecía un bunker, pero con salida al mar. Una vez más la sirena se acercó, nadando por debajo de los botes para introducirse en aquel lugar de metal, aunque sin acercarse a la superficie y siempre intentando esconderse en las sombras, ya que no podía permitirse el lujo de que la vieran. Observó como aquellos dos hombres se bajaban de los botes y se iban, dejando atrás al anciano que parecía observar las pequeñas embarcaciones con aire experto. Cuando el ambiente estuvo más relajado la muchacha se apegó a una de las paredes y observó como la puerta se cerraba tras ella mientras el anciano se preocupaba mas y mas -No sé cómo voy a terminar esto para mañana...al menos la vela está en buen estado, aunque esos agujeros...- suspiró y comenzó a trabajar, al parecer aun le quedaba mucho trabajo por delante y ello solo podía significar una cosa; Esperar. ~~~~~~~~~~~ La joven bostezó de forma silenciosa mientras sus ojos parecían cerrarse poco a poco, llevaba varias horas esperando y aquel hombre no parecía querer de trabajar, o mejor dicho, no parecía terminar su trabajo, pero aquellos botes eran perfectos y estaba decidida a cogerlos prestados -Si tuviese dinero me marcharía de aquí, me llevaría a mi familia y ya nunca volvería a trabajar en esto...- La voz de aquel hombre parecía mucho mas cansada que antes, aunque no parecía ser por el trabajo sino por la tristeza que le proporcionaba el día a día -Solo si tuviera dinero...Esta misma noche me marcharía, desapareceríamos de aquí- La muchacha observó atenta a aquella persona, al parecer los humanos también tenían sus problemas, y no todos estaban allí por decisión propia. La joven se sobresaltó levemente, sus ojos se habían cerrado y se había quedado dormida un rato, aunque al parecer no había sido mucho pues su cansancio no había decrecido y el único cambió que divisó fue que el hombre ya no trabajaba con los barcos sino que se había tumbado en el suelo y se había quedado dormido. La joven se mantuvo silente unos instantes y finalmente se acercó al bordillo que separaba el mar aquel piso, sus brazos la impulsaron levemente para subir a él, y lentamente su cuerpo comenzó a cambiar hasta que dos piernas se mostraron en vez de su cola de sirena. Una vez más sus brazos hicieron el trabajo de impulsarla, su equilibrio no era muy bueno -Era la primera vez que caminaba- pero logró estabilizarse y acercarse a unas cuerdas que había colgadas mientras su rostro se desviaba hacia aquel hombre, rogando que no se despertase pues el ver a una joven desnuda, robando unos botes, y que encima ni si quiera podía mantenerse en pie por sí sola no sería una situación especialmente agradable, sobre todo para ella. Pero al parecer se encontraba en un sueño profundo, y no era para menos, había terminado de arreglar aquellos botes en solo una noche. Apoyada en la pared la joven tomó un par de mantas y las dejó en uno de los botes, mientras esta vez su mirada se desviaba por todo aquel establecimiento en busca de algo más que les fuese útil, aunque nada parecía llamarla la atención especialmente por lo que se introdujo una vez más en el agua, sintiendo como de nuevo su cola reemplazaba a las piernas. Tomó la cuerda e hizo dos nudos que permitían estirar de los botes con más facilidad y finalmente se aproximó al hombre con una manta, que dejó caer sobre él, más no se movió y le observó pensativa hasta que sus ojos centellearon levemente con una nueva idea -Dinero...¿Eh?- Su voz era susurrante mientras sus manos quitaban una de las piedras preciosas que quedaban enganchadas en el cinturón de su cola; Eran piedras reales y seguramente debían costar una fortuna, aunque ella solamente las llevaba por mera decoración. Dejó la piedra junto al hombre y abrió lentamente la puerta que daba al mar, para finalmente comenzar a nadar con los botes tras de sí -Gracias sirenita...- La voz y las palabras la sobresaltaron pero su rostro no se giró, al parecer el hombre se había despertado cuando le había colocado la manta, pero no iba a esperar a otra reacción o que cambiase de idea, por lo que comenzó a nadar para salir de allí lo antes posible. El cielo comenzaba a clarear pero las estrellas aun se mantenían en el cielo por lo que aun no había perdido, solo necesitaba dar un último esfuerzo. ~~~~~~~~~~~ La playa donde había quedado varada ya podía verse por lo que nadó un poco mas rápido, desde la superficie solamente podían verse los botes, pues ella buceaba, pero una vez estuvo lo suficientemente cerca su rostro y parte de su cuerpo salieron a la superficie, observando con una sonrisa de victoria. Aquel chico de cabellos rojizos se había mantenido allí a la espera de su derrota, pero ella era cabezota y no iba a perder de aquella forma, al fin y al cabo, toda su vida había sido llevada por su propio coraje al afrontar las cosas. | |
| | | Kotaro Pirata
Profesión : Mecanico - Luchador
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Mensajes : 77 Fecha de inscripción : 08/08/2012
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| Tema: Re: Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar Dom Ago 19, 2012 7:15 am | |
| Tras aquella diferencia en opinión, el joven notó como finalmente había quedado solo en aquel ambiente poco amistoso, pues su compañero de viaje había ido en busca del mismo objetivo que aquella sirena, dejándole a él, en aquel punto de reunión a la espera por cualquiera de los dos que llegara primero, si bien no habían muchas aventuras que se pudiesen vivir estando estático, para el muchacho resultaba bastante bien, ya que no esperaba tener inconveniente alguno en aquel lugar.
Más para su infortunio una voz familiar resonó en los al rededores, dentro de una plática de ebrios que no podían provenir de otro sitio más que la taberna de aquel día. Por lo que el chico procuró ocultarse entre los restos de madera allí dispuestos, con un poco de suerte y gracias a la escasa luz podría pasar desapercibido. -¿No cree que ya ha sido demasiado tiempo? Seguro ya se fueron – -Yo diré cuando haya sido tiempo suficiente, esos dos no pueden abandonar este sitio sin pasar por aquí – el muchacho escuchaba con cautela, como prácticamente pasaban sobre él, pues estaban caminando por el pequeño pasadizo de piedra depositado a un lado de la arena.
“¿Aún siguen buscándonos?” pensó el muchacho, observando cómo los sujetos parecían continuar su andar al notar las voces más y más en la lejanía, aunque un vistazo rápido enunció como de dirigían hacia el sector de los muelles, el mismo lugar al cual había ido Layfon, lo cual podría resultar peligroso si este no les percibía antes. Quizás podría escabullirse para ir a informar al joven de aquellos ebrios en los al rededores, pero un suspiro hizo al joven cambiar de opinión. -Bah, seguramente se dará cuenta –
El muchacho retomó su posición, y recostó sus brazos por sobre las rodillas, mientras su cuerpo se arqueaba al frente, y su visión volvía a enfocarse hacia el océano. A saber cuánto más tardaría aquella joven en volver, ya el estar allí le estaba aburriendo, y más el tener que estar atento por aun rastros de aquellas personas le ponía un poco más estresado. Razón por la cual tomó un nuevo cigarro y lo encendió con lentitud, dejando el humo danzar libremente en el aire. -Que son lentos – musitó el muchacho tras unos minutos, el agotamiento se notaba en sus palabras y su rostro mostraba una expresión aburrida, por mientras divagaba en su bolsillo en busca de algo que le sacara aquella monotonía.
No hubo gran hallazgo más que aquella tuerca con la que siempre jugaba, la cual comenzó a lanzar al aire como si de una moneda se tratara, aunque aquí no había cara ni cruz, solo era un lanzamiento constante, divisando como aquel objeto rotaba en el aire y volvía a caer en su mano, a pesar de que a veces dicho hexágono de metal parecía desviarse y salirse de la trayectoria marcada por el joven.
La noche transcurriría lenta, y ya por la mente del joven se cernía la duda por saber si alguno de los dos volvería o no, pues no sabía a ciencia cierta cuanto tiempo había transcurrido, pero si era más que el suficiente como para que este decidiera continuar con la investigación por su cuenta, ya que su compañero pudo haber caído víctima de esos hombres, aunque al recordar cómo les había eludido dos veces, resultaba un tanto difícil, por otra parte la sirena podría haberse extraviado o directamente regresado a su hogar, así que no había gran prueba de que alguno de los dos fuese a regresar.
Más fue entonces cuando junto al alba llegaron dos pequeñas embarcaciones, parecían provenir por cuenta propia, y sin tripulante alguno, lo que resultó curioso al muchacho, quien debido a todo aquel tiempo despierto ya no podía pensar con claridad, de hecho su cigarro ya se había consumido, y la tuerca con la que había estado jugando hace horas había vuelto al refugio en su bolsillo. Aun así, fue recién cuando la joven se alzó del agua que pudo comprender que era lo que estaba ocurriendo. -¡Ja! Ya ha amanecido, y recién consigues esto – acotó el muchacho con aires de superioridad, mientras inmediatamente saltaba para colocarse en pie, señalando hacia los barcos traídos por la joven, claro estaba que él no había obtenido nada mejor, pues siquiera había marchado en busca de ellos, de todas formas no iba a aceptar la victoria por parte de la joven.
Aun así, el joven se mantuvo apreciando aquellos botes pequeños, si mal no recordaba Fuschia no estaba tan lejos, por lo que podrían navegar en ellos, pero aun así no mostró gratitud alguna, pues su mente había vuelto hacia el último miembro, quien aun no parecía dar señales de vida -Ahora solo falta... – Visualizó de soslayo el sector hacia el cual habían partido tanto él como aquellos hombres, pero no pudo ver nada, por lo que volvió su mirada hacia la sirena y sin muchos ánimos murmuró. -Por esta vez, tienes la victoria – no planeaba volver a repetir esa frase en su vida, y de hecho hizo de cuenta que aquel momento no hubiera existido, al dejar caer sus hombros, y aproximarse a las embarcaciones.
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| | | Kaine Pirata
Profesión : Médico - Artillero
3000
Mensajes : 68 Fecha de inscripción : 09/08/2012 Edad : 29 Localización : Villa de Fuschia
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| Tema: Re: Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar Dom Ago 19, 2012 7:37 am | |
| Aquel joven de cabello rojizo se había mantenido a la espera de su regreso, al parecer era igual de cabezota que ella y no se había dado por vencido pese a que hubieran pasado ya varias horas desde que ella se había marchado y vuelto. Nadó par acercarse aun mas a la playa y que de esta forma las embarcaciones quedasen amarradas por la propia arena, desenganchó la cuerda y la cargó una vez más en uno de los botes para finalmente aproximarse ella misma a una. El chico por su parte parecía estar derrotado, o al menos sus palabras fueron las que asintieron ante la victoria de la joven, más aquello en esos momento no era su preocupación, por lo que susurrando de manera audible solo para él o personas cercanas acotó -Siempre la tendré, pero ahora cumplid vosotros vuestra parte del trato- subió al bote y tomó una de las mantas para colocarla sobre su cuerpo que, pese a que su cola ocupase más del mismo fue mutando hasta que quedó una vez más en piernas, ocultas bajo aquel recubrimiento.
Aquello le era un inconveniente por los ropajes pero la manta y su propio cabello hacían el trabajo de cubrirla ante miradas indecentes; Estaba agotada, había viajado desde el fondo del mar y en su viaje no había descansado debidamente, y al llegar a la superficie además había tenido trabajo extra, todo un completo que hacía que sus ojos no pudiesen resistir más pese a que pudiesen llevarla a la perdición, lo único que podía hacer era confiar en aquellas personas, por lo que se recostó en aquella madera y se sumió en un sueño profundo. | |
| | | Layfon Pirata
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Mensajes : 38 Fecha de inscripción : 08/08/2012
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| Tema: Re: Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar Dom Ago 19, 2012 7:51 am | |
| A decir verdad, el dia no podria ir peor para Layfon, primero se veia involucrado en una caza en la cual el era el cazad, luego le faltaban recursos y ahora de nuevo, siendo cazado. Por suerte, el era mucho mas rapido que sus perseguidores, pero estos empezaban a lanzarle sus armas que tenian agarrados. Espadas volando, garrotes chocando con la arena, todo muy normal para un dia asi. La cara de Layfon decribia la situacion en la que estaba, cansado de correr y harto de ser perseguido.A lo lejos, podia avistar a su compañero, andando hacia el mar, aunque no con tanta claridad ya que seguia algo lejos. La arena hacia que la velocidad de Layfon baje drasticamente, y por alguna extraña razon, los hombres se volvieron mas rapidos. Seguramente es debido a que ellos estan acostumbrados a correr en la arena, y Layfon no. -Esto es una mierda- se decia a si mismo, tratando de aumentar su velocidad. Gracias a dios, se iba acercando mas y mas a la posicion de su compañero de viaje, el cual se veia en frente de dos barcas.
Al parecer la sirena mantuvo su palabra, cosa que ahora mismo le importaba ciertamente poco a Layfon, ya que este comenzaba a gritar. -Subete al barco! Nos vamos inmediatamente!- le decia a su compañero, mientras que por detras de Layfon se veian mas o menos 20 hombres corriendo y gritando, como si estuvieran muertos de hambre y querian comer a los jovenes. -No preguntes! Solo hazlo!- seguia este gritando, mientras aun seguia a una distancia lejana a las barcas. El queria empezar su viaje tranquilamente, sin tener que preocuparse de nada, pero al parecer no va a ser posible.
Confiando en su compañero, y de que este mismo prepare el viaje. Layfon se paraba bruscamente para tratar de distraer a los perseguidores. Sacaba su espada de la funda, para luego realizar un corte rapido en la arena. Con esto queria lanzar arena hacia los perseguidores y con suerte, cegar a algunos. -Aaaaah Mis ojos!!- . Cosa que funciono, pero no con todos. Algunos consiguieron esquivar esto y se lanzaron contra Layfon. Por suerte, su velocidad de esquiva seguia siendo la misma, ya que pegaba saltos y apenas tocaba la arena en ese momento. La mirada de Layfon a veces se marchaba hacia las barcas, las cuales estaban siendo preparadas por su compañero pelirrojo. | |
| | | Kotaro Pirata
Profesión : Mecanico - Luchador
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Mensajes : 77 Fecha de inscripción : 08/08/2012
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| Tema: Re: Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar Dom Ago 19, 2012 8:08 am | |
| El pelirrojo continuaba indagando al respecto de las barcas, notando como su nueva compañera temporal pasaba a depositarse en uno de ellos para descansar, a la espera de que ellos cumplieran su parte del trato, aunque aún faltaba el otro socio. Quien no parecía tener intenciones de aparecer. -Parece que están bien para zarpar – su conocimiento en la carpintería no era tan alto como él quisiera, pero al menos podía percibir el buen estado de los barcos, por lo que fue preparándose para que ambos estuvieran disponibles para partir.
Un grito desde la lejanía alertó al muchacho de comenzar el abordaje, pues el chico de cabello marrón se encontraba siendo perseguido, el muchacho miró un tanto sorprendido lo que estaba ocurriendo, más no podía decir que no se lo veía venir. -¿Pero qué demo...? – la pregunta del muchacho fue interrumpida por como su compañero apresuraba las cosas, ya que aquellos hombres podrían vararlos allí al destruir los botes, razón por la cual el joven empujó ambos hacia el agua nuevamente, subiéndose a uno de ellos en un salto, solo para caer junto a aquel cobijo que se había armado la muchacha, sorpresivamente no sintió su cola bajo él, pero no iba a detenerse en aquel detalle, pues debían marcharse lo más rápido posible.
Desplegando la vela del pequeño bote, el mismo comenzó a movilizarse, mientras empujaba el otro levemente con una de las cuerdas que les unían. -Apresúrate, que ya casi zarpamos – aun faltaba el despliegue de la vela del segundo bote, pero de ello debería encargarse el muchacho de cabello café, quien se encontraba próximo a un nuevo escape de aquellos matones.
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| | | Layfon Pirata
3000
Mensajes : 38 Fecha de inscripción : 08/08/2012
Datos de Personaje Armas/Items:
| Tema: Re: Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar Dom Ago 19, 2012 8:20 am | |
| Pasaron exactamente 2 minutos, y el compañero de Layfon le respondia. Al parecer estaba todo listo para zarpar, hacia buen viento por lo que podrian escapar a duras penas. Layfon se quedaba quieto frente los hombres, los cuales parecian cansados y heridos, algunos se arrascaban los ojos debido a la arena y otros simplemente gruñian. -Bueno, ha sido entretenido, pero he de irme- decia Layfon, guardando su espada y preparandose para correr. El tabernero miraba hacia Layfon, confuso, para que luego entienda la situacion al ver las barcas.
Una leve risa salia de la boca del tabernero, quien levantaba su arma. -Si crees que puedes escapar, inten- pero no terminó su frase, ya que Layfon ya habia empezado a correr. Lleno de ira, los hombres comenzaban a perseguirle. Layfon, nada mas llegar a la zona de las barcas, pegaba un salto y caia encima de la barca donde no estaba el pelirrojo. Solo faltaba lisar las velas y ya podia marcharse. Cosa que empezaba a hacer, agarrando la cuerda de la vela y estirandola para alzarla. Su mirada se giraba hacia los hombres, que trataban de pillarlos metiendose en el agua, pero tarde. Las barcas ya comenzaban a moverse, gracias a la viento favorable en aquella ocasion. -Al parecer si tengo algo de suerte hoy jeje- decia Layfon, que seguia con la mirada hacia la playa.
-Maldito crio....- decia el tabernero, con una sonrisa en su rostro. Los hombres salian del agua, empapados completamente mientras que otros aun trataban de nadar hacia las barcas, sin exito. -Supongo que es el comienzo de nuestro viaje- decia Layfon, mirando hacia la barca de su izquierda, donde estaba su compañero. Para luego girar su mirada y ver el horizonte del mar, empezando a verse tambien el sol, haciendo que el mar azul choque con el cielo anaranjado. Finalizando asi, la pequeña aventura que han tenido en Loguetown mas el encuentro inesperado con una joven sirena. De la cual no se acordaba Layfon......de momento.... | |
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| Tema: Re: Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar | |
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