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Comentarios: 10

 

 Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar

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Kotaro
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MensajeTema: Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar   Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar EmptyJue Ago 16, 2012 8:26 pm


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Capítulo Nº 2:
Un regalo con aroma a mar



No hacía mucho que la vida criminal del joven pelirrojo conocido como Kotaro había dado inicio, si bien se había afamado de ser uno de los seres más tranquilos sobre la faz de la tierra, su fortuna cambió el día aquel en el que un muchacho de nombre Layfon se cruzó en su camino. Desde su primer encuentro con el joven las cosas fueron colina abajo para el primero, al fracasar en uno de sus trabajos, y generar más enemigos de los que había logrado obtener en toda su vida.

Si bien un infortunio como tal provocaría el desprecio de aquel joven o cierto distanciamiento, había algo en aquella persona que reflejaba serenidad, sin importar la situación, el muchacho de cabello ocre mostraba una calma inhumana, logrando así dar inicio a lo que en el futuro se conocería como los Sacred Heart. Una banda pirata que se conformaría en base a la amistad y confianza que cada uno de los miembros poseía en el otro, naciendo así una historia que parece aun desarrollarse en pañales, pues las travesías que les aguardan no hacen comparación a lo visto con anterioridad, especialmente para lo que son un muchacho de grandes metas y carente dinamismo, y el joven antisocial adorador de piezas metálicas.

El par de muchachos había optado por fijar como siguiente destino una de las villas ubicadas en el East Blue, Villa de Fuschia. Pues en aquel lugar, según se había informado el chico que parecía liderar el pequeño grupo, lograría obtener dinero y aquella facilidad para conformar la tripulación que estaba decidido a realizar. Por otra parte, el joven pelirrojo simplemente aguardaba poder llegar lo más pronto posible, así lograría cobrarse una deuda surgida con el accidente ocurrido en el momento aquel en el cual conoció a su compañero.

-¿Sabes que cada segundo que permanecemos en este lugar, aumentan las posibilidades de volver a encontrarnos con tus amigos de la taberna? – La nula simpatía que el muchacho demostraba al conversar con otro ser humano se hacía presente, resaltando aun más en aquellas ocasiones en las que él prefería actuar de manera diferente, tal y como en la situación presentada en este mismo momento, en el cual tanto él como su compañero se dedican a identificar alguna especie de cuerpo depositado en la arena.

Debido al horario no había una vasta visibilidad, pues ya el cielo había comenzado a teñirse en los matices azulinos ya típicos del anochecer. El astro lunar no presentaba la luminosidad necesaria, debido a su estado menguante, a su vez que los únicos luceros que parecían intentar iluminar el sendero del par de jóvenes, eran aquellas estrellas que con libertad se divertían en el manto astral.

Debido a la cercanía con el muelle, se podía divisar unas farolas que daban la bienvenida a lo que era el pueblo, más ambos muchachos parecían alejarse más y más de aquel territorio, al aproximarse al sector playero, un terreno en donde el agua y la tierra parecían compartir territorio, siendo así del goce tanto de los pueblerinos como de los visitantes. Pero, ¿qué era lo que llevaba a los dos jóvenes a dirigirse al apartado territorio? Obviamente no era el medio para llegar a su destino, pues habían abandonado el muelle pasos atrás, más lo que ahora les movilizaba era la curiosidad del mayor de ellos, quien se aproximaba hacia aquel sitio en el cual parecía haber un tipo de obsequio entregado de mano del mar.

Si bien la idea de ampliar sus conocimientos era atractiva para el chico de googles anaranjados, no había mucho que pudiera investigar al pisar la arena, por tanto demostraba su aburrimiento y su disconformidad con total libertad, sosteniendo cada una de sus frases con un tono poco amigable y reprochable, claro que no había obligación alguna para que estuviera siguiendo al chico de la espada, pues podía desertar inmediatamente del cobro que él había impuesto a su compañero, pero quizás y a pesar de sus quejas el chico tenía intención de seguir a aquella persona, pues se mantuvo tras de él durante aquel breve trayecto, solo para divisar una silueta dispuesta en sitio.

En un comienzo y erróneamente se podía deducir que aquel cuerpo no era más que un animal, o un resto de alguna construcción que fue arrastrado por el mar, pero ni el manto de la noche lograba confundir a la corta distancia en la cual ambos se hallaban, aquellos rasgos femeninos, aquel cuerpo esculpido finamente que representaba cierta fragilidad, pero a su vez una inmaculada belleza, un rostro pálido que se reflejaba ante la carente luz, mostrando un letargo placentero.

En un comienzo el joven quedó estático al ver tal ser allí en frente de ellos, era curioso hallarse con una persona que le llamara la atención, pues ante sus ojos todos eran iguales y aburridos, a diferencia de aquellos compañeros de metal que él había adoptado como familiares / amigos, aunque dentro de la locura del día mismo, era algo bastante común el sentirse atraído por alguien “vivo”. Dirigiéndose así una mirada de soslayo hacia el chico quien ahora se había posicionado a su lado. Y percatándose así del silencio que había ocasionado al enmudecerse observando aquella persona, por lo que intentó disimular aquella reacción suya tosiendo forzosamente y acotando. -Genial, ahora tenemos un cadáver, supongo que podremos llevarle por si nos da hambre – aquel comentario salió un tanto sarcástico pues hasta el momento jamás había intentado el canibalismo, aunque lo cierto era que prefería permanecer un rato más en caso de que aquella persona no se encontrara bien o precisara ayuda.
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Layfon
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MensajeTema: Re: Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar   Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar EmptyVie Ago 17, 2012 8:06 am

Los pasos de ambos chicos eran lentos, Layfon se veia con bastante tranquilidad mientras que su acompañante se veia bastante "agitado" por todo esto que estaba ocurriendo ahora mismo. De hecho, Layfon ya se habria ido, pero no podia simplemente marcharse viendo un cuerpo, que podria estar vivo. -¿Sabes que cada segundo que permanecemos en este lugar, aumentan las posibilidades de volver a encontrarnos con tus amigos de la taberna? – saltaba de repente el pelo rojizo. -Lo se lo se, sera solo un momento, lo prometo.- respondia Layfon con un tono calmado, mientras se iban acercando mas y mas al cuerpo.

El muelle estaba completamente oscuro en ese momento ya, solo se podia ver la luz de la luna, reflejando en todas las partes. Arena por todas partes, el sonido de las olas del mar chocando y finalizando en la arena, y los pasos de dos chicos era lo unico que se podia escuchar. -Parece un cuerpo...humano....- decia Layfon, avistando el cuerpo desde algo mas cerca que antes, pero aun no se estaba seguro, ya que se encontraba algo lejillo. Al llegar, se confirmaba la sospecha de Layfon, era el cuerpo de una persona, una chica al parecer por su pelo.

La vista del joven pirata solo se quedaba por la cabeza de aquel cuerpo, se agachaba ligeramente colocando una rodilla en el suelo, y acercando su mano derecha al cuello del cuerpo. Queria comprobar si tenia pulso, cosa que por su sorpresa, tenia. -Genial, ahora tenemos un cadáver, supongo que podremos llevarle por si nos da hambre – decia Kotaro de repente. -Siento tener que romperte esa idea, pero sigue viva. ¿Como habra llegado hasta aqui....?- fue entonces cuando la vista de Layfon bajaba hacia el agua.

Las supuestas piernas de la chica, parecian otra cosa. -¿Mmh?- murmuraba Layfon, en la parte inferior del cuerpo. Era una cola, con aletas al final. -Esto es interesante.- Decia Layfon, quien a pesar de estar bastante sorprendido, mantenia la calma, poniendose de pie en aquel momento. El ya sabia lo que este ser vivo era, una sirena. Habia escuchado de estos seres hace años, cuando pertenecia al grupo de mercenarios. Aunque nunca ha visto a una en persona, cosa que le estaba llamando el interes.

-Que hacer con ella....- murmuraba, mirando hacia su compañero. Pero no le preguntaba a el, ya que de alguna forma sabria lo que responderia. -Bueno, lo primero.....despertarla.- decia Layfon, volviendo a agacharse y estirando la mano hacia el hombro izquierdo de la chica. Con esto, Layfon queria poner a la sirena boca arriba, para poder verle el rostro.
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Kaine
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MensajeTema: Re: Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar   Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar EmptyVie Ago 17, 2012 9:44 am

Pese a que su cola fuese mucho más potente que la de muchos otros peces su propia forma era un blanco fácil para cualquier ser del mar, lo cierto es que tenía escasos conocimientos de la superficie, pero la joven de cabello bicolor sabía perfectamente que no era seguro nadar fuera de los límites de la ciudad de las sirenas. Los peces que habitaban en aquellos bastos océanos y mares eran de tamaños monstruosos, y si en algún momento perdía la luz del sol se podía considerar muerta, seguramente porque se habría introducido dentro de la boca de alguno de aquellos seres, asique tampoco podía permitirse el descanso placentero, y mucho menos por la noche; Debía viajar por el día, cerca de rocas o lugares en los que no pudiese haber ningún ser que la utilizase de mondadientes, y lo único que tenía de ayuda era una aleta que despertaba el hambre de la gran mayoría de peces, pues estos tenían aquel apetito innato por los colores brillantes. Pese a que su velocidad superaba a la mayoría de los peces el tamaño de estos podía hacer que simplemente fuese engullida en un descuido, y si recibía algún tipo de golpe podía perder el conocimiento, eso sin contar con que se encontrase con algún rey del mar, situación en la cual, una vez más, podía considerarse como muerta.

Pese a que su vida hubiera transcurrido enteramente en el mar tampoco sabía demasiado sobre el mismo, siempre había vivido bajo el techo -O burbuja- de la ciudad de las sirenas, que la protegía a ella y el resto de habitantes de las mismas. Pese a que el mar fuese tan amplio su lugar en el mismo era bastante limitado, cosa que demostraba aun más el poder que tenía este y sus grandes depredadores. Además, ella tampoco sabía nada sobre su propia supervivencia más que alimentarse y buscar refugio. Siempre se había sentido atraída por la medicina, por estudiar cómo lograr que la muerte se alejase de las personas por un tiempo, pero nunca había estudiado como sobrevivir a otros seres, más que anulación de venenos, obviamente.

De todas formas estaba decidida, aquel mismo día había cumplido los diecisiete años y, como había dicho en su anterior cumpleaños, era hora de salir del mar para poder estudiar aquella superficie y aquellos humanos tan extraños de los que hablaban sus libros. Se podía considerar afortunada de que su cola fuese dividida antes de aquella edad tan extrema, seguramente era por culpa de su padre, pero no estaba especialmente interesada en conocer más sobre él, al igual que tampoco sobre su madre. De todas formas aquellos textos que había estudiado eran antiguos, según los rumores, eran de verdaderos humanos que habían llegado a la isla de las sirenas, pero lo cierto es que la joven nunca había visto uno de verdad, solo imágenes sobre ellos, y su curiosidad y nerviosismo eran un aliciente mayor para continuar su viaje.

Tenía interés por los libros de humanos, y sobre todo por las historias que contaban sobre los seres del ya que, después de todo, hablaban de ellas como seres fantásticos, de mitología, y en muchas ocasiones los idealizaban tanto que incluso las sirenas parecían ser semi-diosas; Largas colas brillantes y hermosas, de especies desconocidas por el hombre...Pero resaltaban la parte superior de ellas, la parte más parecida a la de las mujeres humanas, aunque de aspecto mucho más hermoso a estas pues sus pieles eran lisas, sin ningún tipo de imperfecciones y sus rostros llegaban a ser hipnotizantes, al igual que sus voces, que podía hacer que los hombres se enamorasen con solo escucharlas y cayesen al mar para después ser devorados por las mismas. En muchas ocasiones las describían como demonios come-hombres y sedientas de sexo pero la verdad era que las sirenas pocas veces podían ser vistas en la superficie, sobre todo las jóvenes, pues ellas no podían salir a tierra, seguramente la belleza de las mismas o su extrema rareza eran las causas de que su raza se hubiera modificado hasta el punto de que sus colas no pudiesen separarse de ellas hasta que ya las arrugas se podían hacer visibles en sus rostros y cuerpos, porque las sirenas, al igual que los humanos, también envejecían y también dejaban de ser atractivas cuando eran viejas, no tanto como las humanas, pero si perdían su encanto natural.

No sabía cuántas horas llevaba nadando ni cuanto le quedaba, debía nadar hacia la superficie pero se encontraba bastante alejada de la misma y una vez llegase sus problemas solo aumentarían. No podía dejar que la vieran, seguramente la pescarían cuan pez y la cortarían o venderían, y estando a contraluz desde abajo sería más visible para los peces grandes, pero debía ir por aquel camino para poder encontrar alguna isla o lugar con tierra, pues buceando no podía lograr ver lo que se hallaba a una gran distancia. Al acercarse aun mas a la superficie la parte inferior de lo que parecía un barco la sorprendió, no iba demasiado rápido por lo que podría seguirlo sin problemas, ,seguramente se dirigían hacia tierra, fuese cual fuese, y al final cabo, si nadaba bajo ellos no tendría ningún problema de que la vieran.

Cada vez su cansancio se hacía más presente, su movimiento se había hecho mucho más pausado y en su rostro se notaban unas leves tonalidades más oscuras bajos sus ojos, denotando las crecientes ojeras. Pero al parecer la diosa fortuna estaba de su parte y en el horizonte podía encontrarse lo que parecía una isla, su forma era sin duda de algo estático, pues que ella supiera, pese a que los peces y reyes marinos pudiesen tener formas extrañas, no lo eran tanto como parecerse a aquello. De todas formas aquel atisbo de esperanza permitió que sus fuerzas volviesen para aumentar de nuevo su velocidad, aunque aquello le produjo finalmente la pérdida de su propia consciencia, cerrando los ojos y dejándose llevar por la oscuridad, aunque antes alejándose prudencialmente del barco que había seguido.

~~~~~~~~~~~~~~

Fue una textura extraña en su piel la que le hizo despertar, pero no se movió pues unas voces parecían estar comentando su presencia; Uno de ellos comentaba el poder comérsela si estaba muerta ¿A caso eran los humanos los caníbales? No iba a comprobarlo en su propia piel, eso estaba claro. De todas formas otra voz masculina, la que estaba más cerca, volvió a comentar, aunque sin responder a lo que la otra persona, quizás no tan convencido de comerla aunque tampoco por ello iba a confiarse.

Una vez más escuchó como aquel mismo tipo comentaba que hacer con ella, más el escuchar la palabra "despertarla" hizo que sus sentidos se colocasen alerta, y no en vano pues no tardó en sentir como una mano se colocaba en si hombro y, obviamente, su reacción fue la de impulsarse con sus brazos y girar hacia el lado contrario, para así permitir que su cadera rotase y con ello su cola, con bastante fuerza y dirigida hacia el cuerpo que estaba colocado junto a ella. El impacto sería fuerte aunque el dañar no era su intención, más solo el poder inclinarse más hacia el mar donde poder estar a salvo. Su cuerpo quedó a medio camino pero se mantuvo sentada, mientras su mirada se dirigía hacia aquella otra persona que había comentado sobre comerla si estaba muerta. Su mirada era desconfiada y sus parpados se mantenían entrecerrados, escrutando con ellos aquella situación, preparada para actuar en defensa propia, pero un leve dolor apareció en su costado, al parecer la arena había manchado todo su cuerpo y al girar esta había raspado parte de su cola -Estúpida arena, aquí en vez de ser cómoda es un arma, como si no tuviera ya suficientes problemas con tipos que quieren comerme- Un resoplido enfadado se hizo oír, más sus palabras solo estaban dirigidas a ella misma, solo su mirada se dirigió nuevamente hacia aquellos..."humanos". Su cola estaba llena de arena, y su torso también tenía aunque con acompañamiento de algas, que parecían enroscarse cuan serpientes a sus brazos, y aquello solo la asqueaba aun mas.
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Kotaro
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MensajeTema: Re: Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar   Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar EmptyVie Ago 17, 2012 10:21 am

Layfon se aproximó aun más hacia aquel ser depositado por el mar, intentando despertarle, pues según él este aun poseía rastros de vida, por otra parte el chico de gafas divisó sin mucho ánimo, intentando recobrar su compostura fría y pasiva cuan observador, solo para percibir como efectivamente aquella persona poseía signos vitales, reaccionando ante el mínimo contacto, para sacudirse cuan pez recién salido del agua, en un violento aleteo que finalizó impactando en su compañero. -Al parecer a los peces tampoco les agradan los pervertidos – acotó el chico arqueando una ceja, y divisando una vez más la silueta de aquella joven.

No era algo que el muchacho hubiera visto con anterioridad, y debido a ello no sabía cómo reaccionar, si bien no se trataba de algún aparato interesante, no todos los días podía verse aquella criatura mitad mujer, mitad pez. A demás de la atrapante belleza reflejada por aquella persona, a pesar del aire ofuscado que reflejaba en su entrecejo. En un rápido vistazo volvió a divisar a su compañero, sin mostrar aire alguno de preocupación, al contrario parecía que de un momento a otro comenzaría a reírse, pero aquella actividad se detuvo antes de empezar al aproximarse el chico pelirrojo hacia el ser marino.

Una vez a una cantidad de pasos decentes, pues no intentaba tocar aquel ser ni terminar padeciendo lo mismo que su compañero, más solo disfrutaba apreciando la composición de la criatura mítica. -¿Así que puedes hablar? Bueno, resulta lógico, pareces humana, aunque... Quizás solo la parte de pez sea comestible – mencionó el chico, al respecto de lo que había escuchado por parte de aquella mujer, mientras se colocaba de cuclillas, inspeccionándole, su curiosidad le otorgaba miles de interrogantes en la mente, pero no había mucho más en lo que indagar, pues parecía que aquel ser no estuviera de humor para un interrogatorio, por lo que el muchacho prefirió posponerlo, mientras dejaba salir nuevamente un poco de humo de su cigarro.

-No es común ver una criatura como tú, de todas formas no te preocupes no tengo hambre así que no te comeré – comentó el muchacho en un intento de calmar el panorama y a la vez sonar amistoso, algo que realmente parecía dársele mal, de todas formas no se movilizó ni lo más mínimo en cuanto a la postura que había tomado con anterioridad, ni tampoco demostró temor alguno al respecto de la feroz cola de aquella sirena, pues a pesar de ser la primera vez que divisaba un ser así, nada impedía la existencia de otro tipo de seres no del todo humanos, algo que él mismo sabía de primera mano.
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MensajeTema: Re: Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar   Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar EmptyVie Ago 17, 2012 12:35 pm

Justo en el momento que iba a mirar el rostro de la sirena, esta bruscamente se separaba de Layfon moviendose al lado opuesto del que se encontraban ambos chicos. Pero eso no era todo, en ese mismo instante, la cola de la chica se acercaba hacia el rostro de Layfon. Todo iba como en camara lenta, Layfon trataba de levantar su brazo derecho, para cubrirse del impacto, pero le pillaba algo de sorpresa, por lo que el golpe le lanzo unos dos metros de su posicion hacia detras. Cayendo en la arena, mientras que, aun despierto, miraba hacia las estrellas.

Los primeros segundos no decia nada, simplemente se quedaba callado. El comentario primero de su compañero no le ayudaba de nada -Es lo que pasa cuando trato de ayudar....la proxima vez me ire- se decia susurrando Layfon, mientras levantaba su cuerpo para ponerse sentado. El peli rojo ahora empezaba a conversar con la sirena, que parecia seguir estando en guardia, bueno, quien no lo estaria en esa situacion. -No es común ver una criatura como tú, de todas formas no te preocupes no tengo hambre así que no te comeré – saltaba de repente el compañero de Layfon.

Este, lentamente comenzaba a levantarse de su sitio, poniendose depie mientras que agitaba un poco su brazo derecho. Lo tenia un poco dormido, ha tenido suerte de que no le ha dado con toda la fuerza de su cola. -Nunca imagine que la primera sirena que veo me pegue asi de la nada- decia en voz escuchable para todos, mientras que lentamente se volvia acercando a la sirena. Parandose a una distancia mas o menos "segura", es decir, Layfon no queria volver a ser pegado por la sirena, por lo que calculó la distancia que tendria ella atacando con su cola.

-Antes de que saltes a conclusiones, no. No pretendemos hacerte nada, y menos comerte- esto ultimo lo dijo mirando a su compañero. -Siento haberte tocado sin tu permiso pero queria saber si seguias viva- añadio despues, volviendo a girar su mirada hacia la sirena. -Ahora-- se paraba un momento. -Que, y con perdon, ¿demonios hace una sirena aqui?- preguntaba con mucha curiosidad, siempre habia escuchado que las sirenas no se acercaban a tierra firme a no ser que tenian que hacerlo.

-Aunque....pensandolo mejor, no se si quiero saberlo.....- pensaba Layfon, recordando su dia de hoy. Perseguido por hombres sedientos de sangre, mas hombres.....aletazo de una sirena. Layfon suspiraba, arrascandose el cabello. -Supongo que antes de seguir hablando......- se señalaba con el pulgar mientras miraba tranquilamente hacia la sirena. -Mi nombre es Layfon, ¿y tu eres...?- preguntaba ahora por el nombre de la sirena, para que, ojala, pierda un poco de la ofensividad que lucia.


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MensajeTema: Re: Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar   Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar EmptyVie Ago 17, 2012 3:25 pm

Aquel acontecimiento tan rápido no solo parecía haberle causado a ella un raspón en la cadera, sino que al parecer había despertado el interés de aquellas dos personas; Su aletazo había dado, efectivamente, en el blanco, que tras una rápida mirada pudo situar a unos metros, aunque sin lo que parecían heridas graves, seguramente solo aparecerían unos cuantos hematomas en su brazo, que al parecer había recibido todo aquel daño producido por su extremidad, que sin duda de ahora en adelante tomarían en cuenta. Más su distracción se produjo por la otra persona que la observaba y comentaba sobre el desprecio común de los peces por los pervertidos. A esto tampoco añadió ningún tipo de comentario pues era clara su afirmación sobre ello con solo haber visto lo que segundos atrás había ocurrido.

Su ceño se pronunció una vez más al ver como el pelirrojo se acercaba aun mas, aunque al parecer quería mantener una distancia prudencial pues solo fueron unos pocos pasos. La joven que hasta aquel momento se había mantenido estática y en una posición de ataque, se movió levemente, impulsándose con sus brazos para aproximarse aun mas al mar y que de esta manera tapase hasta su cadera, parte que se limpió un poco de toda aquella porquería que había en la playa, más su intención era sobretodo el poder huir con más facilidad si fuese necesario, de todas formas lo que aquella persona que aun se mantenía en pie parecía expresar era curiosidad, no era para menos, pero tampoco algo en lo que se pudiera confiar.

Observó como aquella persona se colocaba de cuclillas, quizás para observar y expresar poca superioridad, es decir, la misma táctica utilizada en los animales para expresar intenciones poco ofensivas mientras comentaba sobre su capacidad comunicativa, al parecer, era bastante común que las sirenas no conociesen a los humanos, pero también lo era que los humanos no conociesen a las sirenas. De todas formas su ceja se arqueó dubitativa más no pudo acotar nada, pues aquella otra persona también había hecho acto de presencia y se había levantado, comentando su sorpresa sobre el golpe -Pues tú te lo has buscado, y si quieres también puedo ser el ultimo ser que llegues a ver- Su tono de voz era amenazante y sus ojos azulados se dirigieron hacia aquella persona, de nuevo con el ceño fruncido.

Tras aquello de nuevo aquel pelirrojo comentó sobre sus intenciones, esta vez diciendo que no tenía interés en comerla y que no era común ver una sirena, aunque de nuevo aquella otra persona habló, reafirmando lo que había acotado su compañero, y disculpándose sobre su anterior error -¡Oh, venga ya! ¿Pensáis que soy idiota? Tendré cola de pez pero mi cerebro es igual de desarrollado que el vuestro, asique, dejad de tratarme como si fuera un tipo de erizo de mar y decidme que intenciones tenéis- Su mirada se pareó una vez más sobre aquellos dos jóvenes, que por su aspecto, parecían tener una edad bastante parecida a la suya, o quizás incluso más mayor que ella. Tras aquello la misma voz anterior preguntó sobre su situación allí, más comenzó a reír levemente con sarcasmo -¿Que hace una sirena cerca del agua? ¿Nadar? Creo que en estos momentos no sois alguien en los que pueda confiar tanto como para mostrar mis intenciones. De todas formas, creo que puede notarse que tengo interés en vosotros, sino ya me habría ido- Finalmente, para colmo, aquel mismo chico proclamó llamarse Layfon, más su pregunta no fue, una vez más, recibida muy bien -Yo soy una sirena cansada y con mal genio, que no dudará en volver a aletearos si os acercáis más de la cuenta- Tras aquello su rostro dejó de mostrar tensión, tal y como si hubiera tenido algún tipo de idea malévola -Demostradme que no tenéis malas intenciones y yo os diré por qué tengo interés en vosotros, y si tenéis algo pendiente con el mar, yo me encargaré de ello como recompensa- Su sonrisa de pronunció hacia un lado y sus ojos se mostraron chispeantes ante una idea nueva.
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MensajeTema: Re: Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar   Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar EmptyVie Ago 17, 2012 4:15 pm

La sirena parecía tener un mal temperamento a diferencia de lo demostrado en los cuentos de hadas, a decir verdad era una vasta diferencia con el momento en el cual dormía, pues al estar despierta parecía volverse una furia. El pelirrojo se mantuvo silente, dejando que su compañero se ocupara del asunto, después de todo estaban allí por culpa de este, y el despertar del ser marino también era gracias a él.

El mismo comenzó a interrogar a la muchacha, enunciando preguntas que ella no parecía tomarse a bien, pues su desconfianza parecía ir en aumento con cada palabra enunciada por Layfon. -Jamás había oído de una sirena bromista – acotó el muchacho entre los cotorreos de la sirena, sin duda no le hacía mucha gracia aquel maltrato, aunque él tampoco se había mostrado amistoso, después de todo la situación le estaba molestando tanto como a la sirena misma, aunque podría ser que ella se encontrara un poco más irritada, sobre todo por el accidente con su cola.

Finalmente el chico se agotó de mantener aquella postura, e incluso ese aire interesado hacia un ser que parecía repelerles, por lo que se colocó de pie, y retrocedió aun más. A su vez, su compañero se presentaba una vez más, intentando conocer un poco más de la identidad de aquella chica, aunque sin éxito alguno, pues los comentarios de la misma terminaban dejándoles igual que al inicio. Pero esta vez hubo un cambio, pues la chica dejó aquella actitud, para calmar un poco sus palabras, pidiendo una prueba sobre las intenciones que ellos poseían, para luego ofrecer un tipo de recompensa, tal y como podría imaginarse ahora si en un cuento.

-No tengo intensión alguna con una sirena kamikaze, no sabes cuidar tu cola ¿sabrás cuidarte de dos desconocidos? No veo la negociación aquí. Dices tener interés en nosotros, pero solo has logrado que pierda el interés aquí, de hecho... – El muchacho detuvo su charla, para divisar al joven de cabello marrón, hacia el cual se aproximaba colocándose disimuladamente tras de él. -Tenemos muchas cosas que hacer, estamos por realizar un viaje, y no es de mi interés el detenerme con cada bache que nos topemos. – finalizado aquel comentario los brazos del muchacho se cruzaron en frente a su pecho, aguardando que su compañero entrara en razón y así poder partir hacia Fuschia.
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MensajeTema: Re: Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar   Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar EmptySáb Ago 18, 2012 6:33 am

La situacion se estaba poniendo peluda, la sirena obviamente estaba cautelosa ante los dos chicos. Layfon trataba de comunicarse con ella, pero ella desviaba estos intentos con respuestas solidas y frias. -Demostradme que no tenéis malas intenciones y yo os diré por qué tengo interés en vosotros, y si tenéis algo pendiente con el mar, yo me encargaré de ello como recompensa- esto llamo la atención a Layfon, quien miraba hacia el mar en aquel momento. -Dado a que no nos conocemos, me es imposible ofrecerte algo para demostrarte que no tenemos malas intenciones. Pero lo mismo va contigo, no creo que tengas nada que pueda demostrar que tampoco tengas malas intenciones, por lo que estamos en las mismas.- respondia Layfon, con un tono calmado, como si de verdad no le importase esta situación.

-Tenemos muchas cosas que hacer, estamos por realizar un viaje, y no es de mi interés el detenerme con cada bache que nos topemos. –

Saltaba de repente Kotaro, quien no parecia estar muy feliz ante la situacion a la que se encontraban ellos. Layfon suspiraba mientras una leve sonrisa se asomaba por su cara. El estaba pensando que esto es con lo que tendra que "trata" de vivir a partir de ahora, cosa que no le importaba mucho. -Bueno, sirena.- decia Layfon, llamandola por lo que es ya que no habia dicho su nombre. -Nosotros tenemos que irnos. Aconsejo que no te quedes aqui en la playa, ya que conociendo esta ciudad, no tendras tanta suerte la proxima vez que te "encuentre" alguien- le decia a la sirena, mientras movia ligeramente la palma de su mano para decirle el adios a la sirena.

Girandose nuevamente a su compañero, del cual el nombre aun no sabia. -Lo primero seria buscar un bote o algun barco pequeño. Es imposible llevar solo con dos personas un navio o cualquier otro barco de vela grande.- le decia Layfon a su compañero. -De barco grande podremos encargarnos en Fuschia si eso, una vez encuentre a mas gente..........- añadia Layfon, ignorando el hecho de que el chico pelirrojo dijo antes que "no" se unia a la banda. -Pero lo primero es lo primero, para empezar este viaje, necesitamos barco- reafirmaba nuevamente, suspirando.

-El unico problema es que los botes que habia en el muelle son poco estables- dijo recordando los botes que habia visto amarrados en el puerto. Algunos estaban visiblemente tocados, mientras que otros se vian sin vela. -Supongo.- suspiraba en ese momento -....que habra que buscar......- era ya de noche, y lo unico que ofrecia luz en aquel momento era la luna. De vez en cuando se podian escuchar voces a lo lejos, pero era solo de personas borrachas que se estaban peleando en ese momento. -Espero poder irme rapidamente de este lugar.....- decia para si mismo, mirando hacia la ciudad.
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MensajeTema: Re: Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar   Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar EmptySáb Ago 18, 2012 7:13 am

Al parecer sus palabras habían sido lo suficientemente claras como para dejar claro que era peligrosa, o al menos para mantener apariencias, pues lo cierto es que su posición en tierra era solo una desventaja más, y obviamente, tampoco sabía todas las armas que tenían guardadas los humanos, no podía bajar la guardia y mucho menos dejarse convencer fácilmente, pero si había llegado hasta allí era para investigar a aquellos llamados humanos y se había encontrado con dos ejemplares bastante diferentes a las descripciones de los libros; Grandes, robustos y musculosos, o calvos, con cara de pocos amigos y cicatrices en todo su cuerpo. Lo cierto es que aquellas dos personas podrían ser un buen especien a investigar, seguramente también tendrían todas aquellas enfermedades que solían tener los humanos, y curarlas era lo más atractivo del asunto.

Su mirada se dirigió penetrante hacía el chico de cabellos rojizos, curiosa, pues al parecer su personalidad también parecía ser desconfiada, o al menos debía ser aquello, pues se hallaba junto a un compañero y su observación la había sorprendido, con el manto de la noche sobre sus cabezas no era trabajo fácil haberse dado cuenta del daño sufrido en su cadera. De todas formas escuchó atenta sus palabras y finalmente su rostro se ladeó hacia el otro chico llamado Layfon, escuchando con una nueva sonrisa curiosa en su rostro, mientras pensaba "Puedo ofrecer más que vosotros" Pero no llegó a pronunciar palabra alguna, escuchando todos los comentarios que aquella persona parecía tener que decir y finalmente aquel consejo dado por el mismo. Su cuerpo se movió levemente para acercase aun mas al agua y poder, de esta forma, dejarse mantener por la misma, moviendo su cola levemente para mantener la parte superior de su cuerpo sobre la superficie, aun atenta a lo que aquel tipo tenía por decir, aunque esta vez dedicado al pelirrojo.

Una vez hubo terminado de hablar la joven se volvió a acercar un poco a la arena, para captar la atención de los dos jóvenes y demostrar que aun estaba allí -Decís que no tengo nada que ofrecer, pero yo conozco el mar, he nacido en él- Era una verdad a medias, pero en aquel momento suficiente para que sus palabras sonasen convincentes. Sus ojos azulinos se dirigieron hacia el pelirrojo, dirigiendo sus palabras hacía él -Vengo desde el fondo del mar, desde donde viven el resto de sirenas, bastante lejos por cierto...Puede que en tierra no sepa cuidarme sola, pero en el mar soy más que suficiente- Nuevamente su objetivo cambió, respondiendo a lo anteriormente dicho por el otro chico -Que esté aquí es razón suficiente de que mis intenciones no son malas, si quisiera hacer algo malo a los humanos, hubiera traído tritones, y no hubiera venido yo sola, y menos sabiendo que solo utilizais a las sirenas para venta y esclavitud- Volvió a alejarse un poco para introducir más de su cuerpo en el agua, pese a que en aquel momento estuviera hablando con ellos se sentía agradable el volver a sentir el agua en su cuerpo, y más teniendo en cuenta que incluso su cabello solo parecía tener arena y mas arena -Decís que queréis viajar y buscáis un barco, pero de momento no tenéis nada- Una sonrisa autosuficiente se posó en su rostro, esta vez sin ningún rastro de enfado.

Ella podía ser de ayuda, y solo tenía que convencerles de ello, al fin y al cabo sus intenciones eran investigar a los humanos y aquellas personas parecían ir a buscar más de ellos -Yo puedo buscar botes desde el mar. No es seguro viajar de noche por lo que supongo que los humanos inteligentes tendrán amarrados sus barcos en la costa, o al menos, los barcos que merezcan la pena no se arriesgarán en el mar- Su sonrisa se hizo más presente, curiosa -Si esperáis aquí y me prometéis que me permitiréis investigaros después, os conseguiré un barco, lo prometo- Su mano derecha se elevó, mostrando su dedo índice y medio entrelazados, mostrando de esta manera la veracidad de su promesa.
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MensajeTema: Re: Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar   Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar EmptySáb Ago 18, 2012 7:56 am

El descontento del muchacho se hacía notar, y no solo por lo que dijese, sino también por la actitud caprichosa que el mismo mostraba, mientras se mantenía a una distancia prudente de aquella sirena, escudándose con su compañero de cabello marrón, quien parecía entrar en razón con lo que el pelirrojo le había dicho. Pero eso dio un resultado inverso al esperado por el muchacho, pues en lugar de partir aquellas palabras parecieron aumentar el interés de aquel ser marino, pues comenzó a mencionar más detalles sobre ella, como de donde provenía y la utilidad que podía otorgar a aquel par.

Entre ello enunció algunas ventajas que podría dar en cuanto a lo mencionado por Layfon, quien no contaba mucho con los botes que tenían allí disponibles debido a lo poco estables que lucían. Algo cierto, y de hecho el joven desconocía la distancia que les separaba de su destino, por lo que no podía opinar mucho con respecto a la embarcación, ya que el tirarse al mar no era algo que prefiriera el joven, sobre todo por la maldición que acarreaba.

Fue entonces que la chica mencionó que ella podría encargarse de la búsqueda del barco, siempre y cuando aquellos dos se convirtieran en sus objetos de prueba, algo que llamaba tanto la atención del chico como ir a nado hacia villa Fuschia, por lo que negó con la cabeza, ignorando si su compañero se oponía también o estaba de acuerdo. -No confío en alguien así ¿darte tiempo y quedarnos sin hacer nada? Antes mencionaste el haber venido sola, pero claramente podría tratarse de una emboscada, quizás haces una especie de espionaje y durante tu “búsqueda” de un barco, irías a buscar refuerzos con esos tritones que dices. –

El chico se apartó aun más del terreno, encaminándose hacia el muelle, quizás con paciencia y buena fortuna lograría hallar algo por su cuenta, pues prefería eso antes de saber en que terminaba aquel trato mencionado por la sirena, si de algo podía estar seguro, era de que aquel ser no era del todo confiable, principalmente por como ella mencionaba el ser sujetos de su investigación.
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MensajeTema: Re: Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar   Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar EmptySáb Ago 18, 2012 12:04 pm

Al parecer aquel chico de cabellos rojizos era más desconfiado de lo que podía esperar la joven, aunque no era para menos, y no por ello el rostro de la muchacha varió, lo cierto es que ni ella misma sabía cómo debía relacionarse con aquellos humanos, desconocía sus formas y actos, más lo único que parecía conocer de ellos era su esqueleto y músculos, pura medicina, y aquello no le iluminaba el camino en su comunicación. De todas formas era buena señal que no quisieran nada de ella, al menos así se ahorraría el tener que escapar o demás problemas -Sería bastante absurdo tener que ir de nuevo hacia el fondo del mar para buscar esos supuestos refuerzos, y estoy demasiado cansada para ello. Si mi trabajo fuera el espionaje, no me habría dejado ver, y mucho menos hubiera permitido quedarme varada en la playa- Suspiró levemente, lo cierto es que aun ni si quiera sabía dónde dormir o que hacer, había pensado como llegar hasta tierra firme, pero una vez allí...desconocía que hacer.

Su rostro se mostró pensativo, hasta finalmente acotar -Está bien. Cambiaré mi oferta. Os ayudaré a encontrar un barco en buenas condiciones... Pero tendréis que llevarme con vosotros y preocuparos de que no me pase nada hasta que amanezca- Pese a que no fuese del todo buena idea era mejor que quedarse en esa clase de mar, pues podía ser vista por otras personas o incluso ser comida por todos aquellos peces gigantes. Su mirada se desvió continuamente entre los dos jóvenes, esperando su respuesta -Son peores condiciones para mí pero necesito descansar en un lugar seguro, y si vosotros no tenéis interés en mi sois idóneos para ello- Sus brazos se cruzaron, demostrando una mezcla de estar pensando y a la vez su impaciencia por la respuesta.
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MensajeTema: Re: Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar   Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar EmptySáb Ago 18, 2012 12:20 pm

En contra la desconfianza demostrada por Kotaro, la sirena respondió con su tono ya típico, aunque la respuesta dada por la misma no sirvió para convencer al joven, pues a juzgar por la actitud de ella, no resultaba muy de confianza. -Nunca he dicho que seas una buena espía – resaltó el muchacho, al respecto a lo dicho por la chica con dejarse ver y quedar varada, pues del todo no conocía las intenciones que ella poseía, y si bien era un tanto curioso el método de encuentro con ella, esta no parecía precisar ayuda, sino todo lo contrario.

De todas formas el joven se detuvo sin dar un solo paso más en dirección al muelle, más tampoco se giró a regresar hacia la muchacha, pues solamente se disponía a escuchar que argumento demostraba ella, aunque aquello pudiese resultar del todo inútil, pues a estas alturas el muchacho poseía más prisa por acabar su pequeño “negocio” que detenerse a ayudar a una sirena allí varada.

Más la muchacha demostró el tipo de ayuda que solicitaba al pedir a los jóvenes que le cuidaran hasta el amanecer. Primero pirata y ahora guardaespaldas, no era una negociación que interesara al muchacho, quien cerró sus ojos dubitativo ante las posibles situaciones que pudieran suceder respecto a si ellos aceptaban o se negaban, para colmo, no podía discutir al respecto con su compañero, pues por los antecedentes de aquellos dos juntos, nada bueno saldría, por lo que el chico acotó simple y llanamente lo que él pensaba, tras escuchar aquella acotación sobre ellos dos.

-Lo lamento, no estoy familiarizado con el trabajo en el zoológico. Si quieres que alguien cuide de ti, primero aprende a solicitar un favor. Si planeas embaucarnos con un trueque, busca algo que en verdad suene interesante. Aun y si lograras ayudarnos con el barco, ¿cómo saber que no nos traicionarás? Tu misma has mencionado sobre tu ventaja en el agua, te resultaría sencillo ubicarnos una vez nos echemos al mar, incluso sabotear el barco, o hasta llamar a tus colegas. – sin detenimiento alguno el joven volvió a hacer presente la desconfianza que poseía, mientras volvía a abrir los ojos, divisando con aquella actitud fría al rostro de la muchacha, quien tampoco presentaba una sonrisa.
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MensajeTema: Re: Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar   Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar EmptySáb Ago 18, 2012 1:29 pm

Su rostro se giró levemente al escuchar las palabras del muchacho pelirrojo, que parecía demostrar mas y mas todo su desprecio por la joven, aunque lo cierto es que ella misma no lo entendía completamente, lo cierto es que pese a que sus palabras no hubieran sido acertadas el golpe lo había recibido el otro joven, aunque tampoco iba a permitir aquel trato por lo que acotó -Tampoco nadie ha dicho que tú seas un buen observador- Su entrecejo se frunció levemente, y sus palabras estaban referidas claramente a las observaciones anteriores que había hecho sobre ella, no le gustaba ser atacada verbalmente de aquella manera, y sus palabras también eran comparables con el joven en aspereza.

Tras aquello observó como el chico se había detenido, dando aun más razones por las que desconfiar de ella hasta que, una vez finalizó, su rostro giró hacia la muchacha y la observó fríamente, lo que fue correspondido con unos ojos desafiantes, no agresivos, ni mucho menos decepcionados, sino como si correspondieran y aceptaran algún tipo de desafío -Está bien, haced lo que queráis; Buscar botes, nadar, iros... y volved en unas horas si queréis conseguirlos de forma rápida y mucho más económica- Su ceño se frunció aun mas y su cuerpo se giró bruscamente, para finalmente impulsarse con la cola para perderse en la oscuridad del mar, perdiéndose de la vista de aquellos jóvenes, más su cuerpo no se hallaba nadando muy lejano a la costa, y aun le llevaría un rato en permanecer por aquel lugar tan extraño para ella.
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MensajeTema: Re: Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar   Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar EmptySáb Ago 18, 2012 1:48 pm

El ambiente parecía ir ganando temperatura a medida que el pelirrojo demostraba su forma de pensar, y la sirena correspondía con su afilada lengua, era una conversación poco común, ya hasta llegando al nivel de una discusión entre aquellos dos, pues cada quien dudaba del otro, dejando una clara tensión en los presentes. -No hay mucho que observar, tu eres puras palabras – respondió el muchacho, pues hasta ahora la sirena no había hecho más que hablar, sin mostrar alguna especie de beneficio más que el de pertenecer a dicha raza.

Aquello terminó llegando a peor, en cuanto la joven cambió las cláusulas de su ofrecimiento, algo que tampoco pareció agradar al muchacho quien continuaba la acalorada conversación con la misma teoría de que aquella mujer no era nada más ni nada menos que una embaucadora, más cuando divisó el rostro de ella notificó que nada de lo que dijera le bajaría los humos, pues ella no retrocedió ni cambió su semblante por él, al contrario solamente continuó aquel tema con un breve comentario, para luego marcharse a cumplir con aquel trato inconcluso.

El muchacho dejó salir un resoplido y tiró el resto de su cigarro hacia la arena, mientras tomaba asiento a un lado y divisaba de brazos cruzados en dirección al mar. -A la primera que haga alguna broma se la haré pagar – acotó el muchacho casi como si hablara consigo mismo, mientras se disponía a esperar, no por confianza hacia la sirena, sino por su tenacidad de comprobar que ella se equivocaba, a lo mejor no les emboscaría, pero era más que seguro que no lograría traerles un bote, por lo que lograría disfrutar de cierta victoria de todas formas, pues en cabezonería no le ganaría siquiera una criatura del mar.
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MensajeTema: Re: Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar   Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar EmptySáb Ago 18, 2012 2:01 pm

La situacion con la sirena se estaba poniendo al pique de lobo, ya que el chico pelirojo no parecia absolutamente entretenido con ella. Odio se podia ver por el aire, mas que nada por las palabras. La sirena saltaba de repente con una oferta de ir a por barcos, pero queria algo a cambio, estudiar a los dos chicos. Layfon estaba por responder, pero su compañero le cortaba la palabra, negando esa oferta. Layfon estaba por aceptarla, por simple pereza de querer moverse, pero su compañero no confiaba nada en ella.

La charla continuaba, hasta el punto donde ambos se "insultaban" mediante palabras no ofensivas. Layfon simplemente se mantenia callado, mirando tranquilamente la escena. Hasta que nuevamente la sirena saltaba con otra oferta, esta oferta llamaba la atencion de Layfon, pero no por el interes de aceptarla. Queria ella venir con ellos para buscar un barco, pero, ¿como se pensaba ella que cargarian con ella? se preguntaba Layfon, justo hasta que su compañero nuevamente respondia. Diciendo que no, y que no confia en ella, ya que podria atacarlos en cualquier momento. La chica, mosqueada, insistia que cumpliria con su trato, y se marchaba hacia la oscuridad del mar, quizas para llamar a sus compañeros tritones, quizas para buscar el barco.

Silencio cubria ahora el lugar, solo pudiendose escuchar las olas del mar y algunos pajaros. Layfon suspiraba, girando su mirada a su compañero, quien parecia estar algo agitado gracias a la situacion con la sirena.

-A la primera que haga alguna broma se la haré pagar –

Saltaba este, sorprendiendo completamente a Layfon, quien no se esperaba que su compañero decidiera esperarla. -Mujeres eh.........Para serte sincero, prefiero buscar un barco por nuestra cuenta. Has dado buenos detalles, puede que no busque los barcos, por lo que estariamos aqui esperando para nada.- decia con un tono de voz tranquilo, guardando su mano derecha en el bolsillo del mismo lado. -Y no tengo ganas de que ella aparezca ahora con algo que no es el barco- añadia despues, mirando con muy pocas ganas hacia el frente. Como si estuviera diciendo, ¿por que demonios estoy aqui? -Ya sabes a lo que me refiero- decia despues, mirando hacia su compañero. -Bueno,......vamos...supongo...- decia por ultimo, comenzando a andar hacia el puerto.





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MensajeTema: Re: Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar   Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar EmptySáb Ago 18, 2012 3:14 pm

Pese a los constantes intentos de abandonar el lugar con anterioridad, el muchacho se había topado con el motivo justo para permanecer, pues no iba a rendirse ante aquella competencia impuesta por la sirena, si bien le interesaba poco lo que un ser de pocos escrúpulos pudiera hacer o como pudiera cuidarse, había algo que no dejaría pasar por alto, el hecho de ser subestimado, claro que con ese motivo podría demostrarse ser mejor al ir a buscar un barco por su propia cuenta, mostrando que él si podría lograrlo y que incluso lograría algo aun mejor, pero por otra parte había algo que evitaba que este abandonara el lugar, pues en el hipotético caso que ella regresara, se encontraría con la ausencia del muchacho, lo cual le llevaría a una descalificación por abandono de aquel juego impuesto, algo que no se podría perdonar, pues no iba a perder contra un simple medio pez medio mujer, no valía el riesgo el salir a buscar un barco pudiendo perder si se tardaba demasiado.

Pero en ese momento, el chico recordó que no se hallaba solo, pues escuchó como su compañero volvía a emitir palabra luego de tan tensa discusión con la sirena. Este mostraba otro punto lógico, al desconfiar también de aquel ser, al parecer lo dicho por el pelirrojo le había hecho entrar en razón, aunque ya era demasiado tarde para ello, pues el chico de gafas había tomado una decisión ya, por lo que sin moverse del lugar, musitó. -Volverá, no sé si con un barco, una excusa o un ejército, pero estoy seguro de que volverá. Y en cuanto lo haga, le demostraré lo equivocada que estaba .

Las palabras del muchacho sonaban ya algo obsesivas, pues en su mente ya había olvidado la negociación con el chico de cabello café, y solo se encontraba enfocado en demostrar que él tenía razón, aquella sirena enfatizaba tanto en hacer un trato, lo cual demostraba que les necesitaba de una manera mayor que ellos a ella, y tan solo ese pequeño detalle ya motivaba al muchacho a mantenerse allí sentado, aunque tuviera que permanecer la noche en vela.

Claro estaba que la tenacidad tenía sus límites también, y pese al no querer moverse en algún momento terminaría cansándose de lo mismo, por lo que intentó relajarse, sobretodo su postura la cual yacía rígida por la espera del momento aquel en el que saltando exclamara “¿Lo ves? ¡Yo tenía razón” claro que aquella situación tampoco era del todo afirmada, pues aun había una ínfima posibilidad de que él estuviera equivocado, claro que aquel pequeño cero, cero un punto de probabilidad era ignorado por el joven, quien parecía exageradamente excitado ante el desafío.
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MensajeTema: Re: Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar   Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar EmptyDom Ago 19, 2012 4:29 am

Ante la sugerencia de Layfon, el chico solo respondia con que aquella sirena volveria, de una forma u otra. A decir verdad, Layfon no le agradaba esa respuesta pero nada que podia hacer aqui. -Como veas.- respondia Layfon, quien seguia caminando, parandose a unos metros del chico. -Yo ire a mirar si encuentro algun barco, tu te quedaras entonces aqui. Volvere por si tengo algo o no- decia tranquilo, mirando de reojo a su compañero. Este se quedaba tranquilamente en su sitio, esperando la llegada o no de la sirena, la cual habia desaparecido en las profundidades del mar.

Layfon seguia con su caminata, andando por la suave arena. Sus pensamientos estaban sueltos, por una parte estaba pensando que si habia sido buena idea llevar al chico consigo mismo, por otra parte estaba pensando si la sirena volveria. Era un dia del cual no se iba a olvidar tan rapido, cosa que le hacia suspirar mientras que lentamente se acercaba al puerto nuevamente. Dandose la vuelta, podia ver la silueta de su compañero, pero apenas podia verla ya que era de noche y estaba algo alejado. -Parece que sigue solo- se decia Layfon, quien se habia girado para ver la situacion de alli. Girandose nuevamente, Layfon procedia a subir unas escaleras que le llevaban al puerto.

Comenzando a buscar, Layfon miraba por cada anclaje, donde habian amarrados cientos de barcas y botes. Botes con el tamaño suficiente como para llevar a 2 personas facilmente. El unico problema es que casi todos estas barcas tenian daños, algunos sin velas, y otros que simplemente eran cachos de maderas. Parecia esto un cementerio de barcas, y no un puerto. Barca tras barca, Layfon empezaba a cansarse, es como si el dios de la mala suerte le estaba mirando y riendose de el. El joven se paraba, para tomar un pequeño descanso, pero ese descanso era de poca duracion, ya que segundos despues aparecieron unas caras familiares.

-Veo que nos encontramos de nuevo- decia un hombre, quien se parecia bastante al tabernero de esta tarde. -Hare que me pagues por los daños que has hecho, de una forma u otra- ahora se estaba seguro, era el tabernero. Acompañado de hombres quien tambien habia visto en la taberna Layfon. La expresion de Layfon era la de completa pasividad, como si no le importara ciertamente la situacion. Los hombres iban armados, con porras y espadas, pero ningun arma de fuego. Suerte para Layfon, o eso cree. -Je.....creo que no me queda otra opcion- decia Layfon tranquilamente, sonriendo mientras cerraba sus ojos. Los hombres escuchaban estas palabras con nerviosismo.

Algunos apretaban sus manos, mientras agarraban sus armas, mientras que los otros tragaban saliva. Recordaban de lo que Layfon era capaz, y algunos aun sentian los golpes de este. Lentamente Layfon volvia a abrir sus ojos solo para que, segundos despues, saliese corriendo a la direccion opuesta. Los hombres se quedaban mirando esto un par de segundos, solo para realizar despues de que Layfon estaba escapando. Layfon habia salido corriendo hacia donde estaba su compañero, con la ultima esperanza de que las barcas de la sirena estuvieran alli, de no ser asi, estarian en problemas.
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MensajeTema: Re: Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar   Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar EmptyDom Ago 19, 2012 6:20 am

Tras toda aquella discusión contra aquel chico de cabello rojizo la sirena finalmente había decidido ir a buscar aquellas malditas embarcaciones, aunque más que por el hecho de que ellos lo buscasen o quisiera recobrar su confianza era solamente una forma de que aquel muchacho se tragase sus propias palabras. No sabía si ellos se mantendrían allí, aquel otro joven seguramente no estaría tampoco muy convencido después de que ni si quiera le dirigieran una palabra, por lo que las probabilidades de que se mantuvieran allí cuando ella volviese, con botes o no, sería ínfima.

Cuando se hubo separado lo suficiente de aquel punto en la playa se detuvo y salió una vez más a la superficie; Lo cierto es que era hermoso, el aire no era del todo limpio debido a la gran cantidad de mercancía que parecía transportarse allí, había muchas cajas en barcos grandes, destinados seguramente al transporte y no a la convivencia, y aquella hora parecía mucho más frecuentada. Allí en la isla donde habitaban las sirenas también había contrabando y trabajos en sucio, pero seguramente sería mucho menos frecuente que allí por razones de cantidad de individuos, era común saber que existían mucho mas humanos que tritones o sirenas, algo que era un tanto paradójico pues había mucha más agua que tierra. De todas formas aquello facilitaba mucho su trabajo.

Comenzó a moverse pero manteniendo sus ojos por encima del agua, divisando los bares costeros y como los borrachos hacían de las suyas, algo que la joven intentaba pasar por alto pues no era nada agradable, sobre todo por las mujeres de aspecto fresco que había por allí, algo que la repugnaba bastante, con suerte alguna iba vestida. Sacudió la cabeza por aquel desconcierto sufrido y volvió su mirada hacia los barcos; Todos ellos estaban bien amarrados y aun mantenían actividad, y solo podía cargar con algo pequeño asique todo lo que ofrecía el puerto estaba descartado, por lo que una vez más se sumergió.

Nadó esta vez para colocarse junto a la pared que separaba el mar del pavimento del puerto, su cuerpo se mantenía pegado al mismo por lo que no sería fácilmente detectable y además podría escuchar conversaciones si ver el...espectáculo, si así podría definirse. No tardó en lograr su objetivo, pues unas voces ásperas parecían comentar algo -¿Para cuándo los tendrás?- Un suspiro pensativo pudo escucharse, mientras la joven se apegaba aun mas a la pared, posicionándose cercana a los pies de los hombres -No lo sé, están bastante mal, ¿Como habéis podido hacerles esos agujeros? No parecen de armas, ¿Habéis enfadado a los dioses?- El otro hombre escupió, y su voz se hizo mucho mas ruda -Eso no te importa, viejo chalado, quiero que para mañana estén los dos botes arreglados y listos para resistir hasta el ataque de un rey marino, ¿Me he explicado bien?- Aquella pregunta sin duda era un "Lo harás o sino morirás", y al parecer aquella persona también lo entendió -E-Estás bien señor, a-aunque le rogaría q-que me pagase por adelantado, y-ya sabe, p-por seguridad y eso...es algo que se hace a t-todos los clientes- Aquella persona debía tener fama de peligrosa pues el hombre de voz anciana parecía bastante asustado -Tu hazlo y te pagaré- Unos pasos anunciaron que la conversación había terminado, más el interés de la muchacha solo había aumentado.

Se sumergió una vez más pero su rostro se mantuvo cerca de la superficie, observando a aquel anciano de aspecto preocupado. Se mantuvo unos instantes en aquel lugar, cerca de un gran barco, y comenzó a moverse tras hablar con unos hombres. Tras aquello la joven nadó un poco más lejos para permitirse observar sin peligro como aquellos dos hombres tomaban dos botes y navegaban hasta lo que parecía un bunker, pero con salida al mar.

Una vez más la sirena se acercó, nadando por debajo de los botes para introducirse en aquel lugar de metal, aunque sin acercarse a la superficie y siempre intentando esconderse en las sombras, ya que no podía permitirse el lujo de que la vieran. Observó como aquellos dos hombres se bajaban de los botes y se iban, dejando atrás al anciano que parecía observar las pequeñas embarcaciones con aire experto.

Cuando el ambiente estuvo más relajado la muchacha se apegó a una de las paredes y observó como la puerta se cerraba tras ella mientras el anciano se preocupaba mas y mas -No sé cómo voy a terminar esto para mañana...al menos la vela está en buen estado, aunque esos agujeros...- suspiró y comenzó a trabajar, al parecer aun le quedaba mucho trabajo por delante y ello solo podía significar una cosa; Esperar.

~~~~~~~~~~~

La joven bostezó de forma silenciosa mientras sus ojos parecían cerrarse poco a poco, llevaba varias horas esperando y aquel hombre no parecía querer de trabajar, o mejor dicho, no parecía terminar su trabajo, pero aquellos botes eran perfectos y estaba decidida a cogerlos prestados -Si tuviese dinero me marcharía de aquí, me llevaría a mi familia y ya nunca volvería a trabajar en esto...- La voz de aquel hombre parecía mucho mas cansada que antes, aunque no parecía ser por el trabajo sino por la tristeza que le proporcionaba el día a día -Solo si tuviera dinero...Esta misma noche me marcharía, desapareceríamos de aquí- La muchacha observó atenta a aquella persona, al parecer los humanos también tenían sus problemas, y no todos estaban allí por decisión propia.

La joven se sobresaltó levemente, sus ojos se habían cerrado y se había quedado dormida un rato, aunque al parecer no había sido mucho pues su cansancio no había decrecido y el único cambió que divisó fue que el hombre ya no trabajaba con los barcos sino que se había tumbado en el suelo y se había quedado dormido. La joven se mantuvo silente unos instantes y finalmente se acercó al bordillo que separaba el mar aquel piso, sus brazos la impulsaron levemente para subir a él, y lentamente su cuerpo comenzó a cambiar hasta que dos piernas se mostraron en vez de su cola de sirena.

Una vez más sus brazos hicieron el trabajo de impulsarla, su equilibrio no era muy bueno -Era la primera vez que caminaba- pero logró estabilizarse y acercarse a unas cuerdas que había colgadas mientras su rostro se desviaba hacia aquel hombre, rogando que no se despertase pues el ver a una joven desnuda, robando unos botes, y que encima ni si quiera podía mantenerse en pie por sí sola no sería una situación especialmente agradable, sobre todo para ella. Pero al parecer se encontraba en un sueño profundo, y no era para menos, había terminado de arreglar aquellos botes en solo una noche.

Apoyada en la pared la joven tomó un par de mantas y las dejó en uno de los botes, mientras esta vez su mirada se desviaba por todo aquel establecimiento en busca de algo más que les fuese útil, aunque nada parecía llamarla la atención especialmente por lo que se introdujo una vez más en el agua, sintiendo como de nuevo su cola reemplazaba a las piernas. Tomó la cuerda e hizo dos nudos que permitían estirar de los botes con más facilidad y finalmente se aproximó al hombre con una manta, que dejó caer sobre él, más no se movió y le observó pensativa hasta que sus ojos centellearon levemente con una nueva idea -Dinero...¿Eh?- Su voz era susurrante mientras sus manos quitaban una de las piedras preciosas que quedaban enganchadas en el cinturón de su cola; Eran piedras reales y seguramente debían costar una fortuna, aunque ella solamente las llevaba por mera decoración.

Dejó la piedra junto al hombre y abrió lentamente la puerta que daba al mar, para finalmente comenzar a nadar con los botes tras de sí -Gracias sirenita...- La voz y las palabras la sobresaltaron pero su rostro no se giró, al parecer el hombre se había despertado cuando le había colocado la manta, pero no iba a esperar a otra reacción o que cambiase de idea, por lo que comenzó a nadar para salir de allí lo antes posible.

El cielo comenzaba a clarear pero las estrellas aun se mantenían en el cielo por lo que aun no había perdido, solo necesitaba dar un último esfuerzo.

~~~~~~~~~~~

La playa donde había quedado varada ya podía verse por lo que nadó un poco mas rápido, desde la superficie solamente podían verse los botes, pues ella buceaba, pero una vez estuvo lo suficientemente cerca su rostro y parte de su cuerpo salieron a la superficie, observando con una sonrisa de victoria. Aquel chico de cabellos rojizos se había mantenido allí a la espera de su derrota, pero ella era cabezota y no iba a perder de aquella forma, al fin y al cabo, toda su vida había sido llevada por su propio coraje al afrontar las cosas.
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MensajeTema: Re: Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar   Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar EmptyDom Ago 19, 2012 7:15 am

Tras aquella diferencia en opinión, el joven notó como finalmente había quedado solo en aquel ambiente poco amistoso, pues su compañero de viaje había ido en busca del mismo objetivo que aquella sirena, dejándole a él, en aquel punto de reunión a la espera por cualquiera de los dos que llegara primero, si bien no habían muchas aventuras que se pudiesen vivir estando estático, para el muchacho resultaba bastante bien, ya que no esperaba tener inconveniente alguno en aquel lugar.

Más para su infortunio una voz familiar resonó en los al rededores, dentro de una plática de ebrios que no podían provenir de otro sitio más que la taberna de aquel día. Por lo que el chico procuró ocultarse entre los restos de madera allí dispuestos, con un poco de suerte y gracias a la escasa luz podría pasar desapercibido. -¿No cree que ya ha sido demasiado tiempo? Seguro ya se fueron – -Yo diré cuando haya sido tiempo suficiente, esos dos no pueden abandonar este sitio sin pasar por aquí – el muchacho escuchaba con cautela, como prácticamente pasaban sobre él, pues estaban caminando por el pequeño pasadizo de piedra depositado a un lado de la arena.

“¿Aún siguen buscándonos?” pensó el muchacho, observando cómo los sujetos parecían continuar su andar al notar las voces más y más en la lejanía, aunque un vistazo rápido enunció como de dirigían hacia el sector de los muelles, el mismo lugar al cual había ido Layfon, lo cual podría resultar peligroso si este no les percibía antes. Quizás podría escabullirse para ir a informar al joven de aquellos ebrios en los al rededores, pero un suspiro hizo al joven cambiar de opinión. -Bah, seguramente se dará cuenta –

El muchacho retomó su posición, y recostó sus brazos por sobre las rodillas, mientras su cuerpo se arqueaba al frente, y su visión volvía a enfocarse hacia el océano. A saber cuánto más tardaría aquella joven en volver, ya el estar allí le estaba aburriendo, y más el tener que estar atento por aun rastros de aquellas personas le ponía un poco más estresado. Razón por la cual tomó un nuevo cigarro y lo encendió con lentitud, dejando el humo danzar libremente en el aire. -Que son lentos – musitó el muchacho tras unos minutos, el agotamiento se notaba en sus palabras y su rostro mostraba una expresión aburrida, por mientras divagaba en su bolsillo en busca de algo que le sacara aquella monotonía.

No hubo gran hallazgo más que aquella tuerca con la que siempre jugaba, la cual comenzó a lanzar al aire como si de una moneda se tratara, aunque aquí no había cara ni cruz, solo era un lanzamiento constante, divisando como aquel objeto rotaba en el aire y volvía a caer en su mano, a pesar de que a veces dicho hexágono de metal parecía desviarse y salirse de la trayectoria marcada por el joven.

La noche transcurriría lenta, y ya por la mente del joven se cernía la duda por saber si alguno de los dos volvería o no, pues no sabía a ciencia cierta cuanto tiempo había transcurrido, pero si era más que el suficiente como para que este decidiera continuar con la investigación por su cuenta, ya que su compañero pudo haber caído víctima de esos hombres, aunque al recordar cómo les había eludido dos veces, resultaba un tanto difícil, por otra parte la sirena podría haberse extraviado o directamente regresado a su hogar, así que no había gran prueba de que alguno de los dos fuese a regresar.

Más fue entonces cuando junto al alba llegaron dos pequeñas embarcaciones, parecían provenir por cuenta propia, y sin tripulante alguno, lo que resultó curioso al muchacho, quien debido a todo aquel tiempo despierto ya no podía pensar con claridad, de hecho su cigarro ya se había consumido, y la tuerca con la que había estado jugando hace horas había vuelto al refugio en su bolsillo. Aun así, fue recién cuando la joven se alzó del agua que pudo comprender que era lo que estaba ocurriendo. -¡Ja! Ya ha amanecido, y recién consigues esto – acotó el muchacho con aires de superioridad, mientras inmediatamente saltaba para colocarse en pie, señalando hacia los barcos traídos por la joven, claro estaba que él no había obtenido nada mejor, pues siquiera había marchado en busca de ellos, de todas formas no iba a aceptar la victoria por parte de la joven.

Aun así, el joven se mantuvo apreciando aquellos botes pequeños, si mal no recordaba Fuschia no estaba tan lejos, por lo que podrían navegar en ellos, pero aun así no mostró gratitud alguna, pues su mente había vuelto hacia el último miembro, quien aun no parecía dar señales de vida -Ahora solo falta... – Visualizó de soslayo el sector hacia el cual habían partido tanto él como aquellos hombres, pero no pudo ver nada, por lo que volvió su mirada hacia la sirena y sin muchos ánimos murmuró. -Por esta vez, tienes la victoria – no planeaba volver a repetir esa frase en su vida, y de hecho hizo de cuenta que aquel momento no hubiera existido, al dejar caer sus hombros, y aproximarse a las embarcaciones.
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MensajeTema: Re: Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar   Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar EmptyDom Ago 19, 2012 7:37 am

Aquel joven de cabello rojizo se había mantenido a la espera de su regreso, al parecer era igual de cabezota que ella y no se había dado por vencido pese a que hubieran pasado ya varias horas desde que ella se había marchado y vuelto. Nadó par acercarse aun mas a la playa y que de esta forma las embarcaciones quedasen amarradas por la propia arena, desenganchó la cuerda y la cargó una vez más en uno de los botes para finalmente aproximarse ella misma a una. El chico por su parte parecía estar derrotado, o al menos sus palabras fueron las que asintieron ante la victoria de la joven, más aquello en esos momento no era su preocupación, por lo que susurrando de manera audible solo para él o personas cercanas acotó -Siempre la tendré, pero ahora cumplid vosotros vuestra parte del trato- subió al bote y tomó una de las mantas para colocarla sobre su cuerpo que, pese a que su cola ocupase más del mismo fue mutando hasta que quedó una vez más en piernas, ocultas bajo aquel recubrimiento.

Aquello le era un inconveniente por los ropajes pero la manta y su propio cabello hacían el trabajo de cubrirla ante miradas indecentes; Estaba agotada, había viajado desde el fondo del mar y en su viaje no había descansado debidamente, y al llegar a la superficie además había tenido trabajo extra, todo un completo que hacía que sus ojos no pudiesen resistir más pese a que pudiesen llevarla a la perdición, lo único que podía hacer era confiar en aquellas personas, por lo que se recostó en aquella madera y se sumió en un sueño profundo.
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MensajeTema: Re: Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar   Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar EmptyDom Ago 19, 2012 7:51 am

A decir verdad, el dia no podria ir peor para Layfon, primero se veia involucrado en una caza en la cual el era el cazad, luego le faltaban recursos y ahora de nuevo, siendo cazado. Por suerte, el era mucho mas rapido que sus perseguidores, pero estos empezaban a lanzarle sus armas que tenian agarrados. Espadas volando, garrotes chocando con la arena, todo muy normal para un dia asi. La cara de Layfon decribia la situacion en la que estaba, cansado de correr y harto de ser perseguido.A lo lejos, podia avistar a su compañero, andando hacia el mar, aunque no con tanta claridad ya que seguia algo lejos. La arena hacia que la velocidad de Layfon baje drasticamente, y por alguna extraña razon, los hombres se volvieron mas rapidos. Seguramente es debido a que ellos estan acostumbrados a correr en la arena, y Layfon no. -Esto es una mierda- se decia a si mismo, tratando de aumentar su velocidad. Gracias a dios, se iba acercando mas y mas a la posicion de su compañero de viaje, el cual se veia en frente de dos barcas.

Al parecer la sirena mantuvo su palabra, cosa que ahora mismo le importaba ciertamente poco a Layfon, ya que este comenzaba a gritar. -Subete al barco! Nos vamos inmediatamente!- le decia a su compañero, mientras que por detras de Layfon se veian mas o menos 20 hombres corriendo y gritando, como si estuvieran muertos de hambre y querian comer a los jovenes. -No preguntes! Solo hazlo!- seguia este gritando, mientras aun seguia a una distancia lejana a las barcas. El queria empezar su viaje tranquilamente, sin tener que preocuparse de nada, pero al parecer no va a ser posible.

Confiando en su compañero, y de que este mismo prepare el viaje. Layfon se paraba bruscamente para tratar de distraer a los perseguidores. Sacaba su espada de la funda, para luego realizar un corte rapido en la arena. Con esto queria lanzar arena hacia los perseguidores y con suerte, cegar a algunos. -Aaaaah Mis ojos!!- . Cosa que funciono, pero no con todos. Algunos consiguieron esquivar esto y se lanzaron contra Layfon. Por suerte, su velocidad de esquiva seguia siendo la misma, ya que pegaba saltos y apenas tocaba la arena en ese momento. La mirada de Layfon a veces se marchaba hacia las barcas, las cuales estaban siendo preparadas por su compañero pelirrojo.
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MensajeTema: Re: Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar   Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar EmptyDom Ago 19, 2012 8:08 am

El pelirrojo continuaba indagando al respecto de las barcas, notando como su nueva compañera temporal pasaba a depositarse en uno de ellos para descansar, a la espera de que ellos cumplieran su parte del trato, aunque aún faltaba el otro socio. Quien no parecía tener intenciones de aparecer. -Parece que están bien para zarpar – su conocimiento en la carpintería no era tan alto como él quisiera, pero al menos podía percibir el buen estado de los barcos, por lo que fue preparándose para que ambos estuvieran disponibles para partir.

Un grito desde la lejanía alertó al muchacho de comenzar el abordaje, pues el chico de cabello marrón se encontraba siendo perseguido, el muchacho miró un tanto sorprendido lo que estaba ocurriendo, más no podía decir que no se lo veía venir. -¿Pero qué demo...? – la pregunta del muchacho fue interrumpida por como su compañero apresuraba las cosas, ya que aquellos hombres podrían vararlos allí al destruir los botes, razón por la cual el joven empujó ambos hacia el agua nuevamente, subiéndose a uno de ellos en un salto, solo para caer junto a aquel cobijo que se había armado la muchacha, sorpresivamente no sintió su cola bajo él, pero no iba a detenerse en aquel detalle, pues debían marcharse lo más rápido posible.

Desplegando la vela del pequeño bote, el mismo comenzó a movilizarse, mientras empujaba el otro levemente con una de las cuerdas que les unían. -Apresúrate, que ya casi zarpamos – aun faltaba el despliegue de la vela del segundo bote, pero de ello debería encargarse el muchacho de cabello café, quien se encontraba próximo a un nuevo escape de aquellos matones.
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MensajeTema: Re: Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar   Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar EmptyDom Ago 19, 2012 8:20 am

Pasaron exactamente 2 minutos, y el compañero de Layfon le respondia. Al parecer estaba todo listo para zarpar, hacia buen viento por lo que podrian escapar a duras penas. Layfon se quedaba quieto frente los hombres, los cuales parecian cansados y heridos, algunos se arrascaban los ojos debido a la arena y otros simplemente gruñian. -Bueno, ha sido entretenido, pero he de irme- decia Layfon, guardando su espada y preparandose para correr. El tabernero miraba hacia Layfon, confuso, para que luego entienda la situacion al ver las barcas.

Una leve risa salia de la boca del tabernero, quien levantaba su arma. -Si crees que puedes escapar, inten- pero no terminó su frase, ya que Layfon ya habia empezado a correr. Lleno de ira, los hombres comenzaban a perseguirle. Layfon, nada mas llegar a la zona de las barcas, pegaba un salto y caia encima de la barca donde no estaba el pelirrojo. Solo faltaba lisar las velas y ya podia marcharse. Cosa que empezaba a hacer, agarrando la cuerda de la vela y estirandola para alzarla. Su mirada se giraba hacia los hombres, que trataban de pillarlos metiendose en el agua, pero tarde. Las barcas ya comenzaban a moverse, gracias a la viento favorable en aquella ocasion. -Al parecer si tengo algo de suerte hoy jeje- decia Layfon, que seguia con la mirada hacia la playa.

-Maldito crio....- decia el tabernero, con una sonrisa en su rostro. Los hombres salian del agua, empapados completamente mientras que otros aun trataban de nadar hacia las barcas, sin exito. -Supongo que es el comienzo de nuestro viaje- decia Layfon, mirando hacia la barca de su izquierda, donde estaba su compañero. Para luego girar su mirada y ver el horizonte del mar, empezando a verse tambien el sol, haciendo que el mar azul choque con el cielo anaranjado. Finalizando asi, la pequeña aventura que han tenido en Loguetown mas el encuentro inesperado con una joven sirena. De la cual no se acordaba Layfon......de momento....
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Capítulo 2 - Un regalo con aroma a mar
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