Un ''adios'' que no se hizo muy largo.

Estaba creando una cupula alrededor de los tres y así impedirle alzar el vuelo de necesitarlo, sonrió. Sabía que la pequeña era mucho más capaz de aquello pero aun así no estaba nada mal.
La cupúla se cerró, sin dejarle posible vía de escape para esquivar el puñetazo que le lanzaba la pelirrosa.

Entonces no lo esquivaría.

Se puso de lado, plegando las alas por momentos y aprovechando el propio impulso y velocidad de la niña, apoyó la mano en su muñeca y la empujó hacía en interior de la guarida que ella misma había creado. Sabía que tendría que abrir esa cúpula si no quería quedarse ella también sin aire.
Miró todo el materíal que había formado para encerrarla allí. No le sería dificil de romper si sabía golpear por el sitio más débil, pero tenía curiosidad por ver que cartas jugaría la niña.

-¡Ven! - eclamó emcionada.

-¡Ven! - eclamó emcionada la cazarrecompensas esperando a que atacase sin embargo en ese momento la pequeña se quedo parada en lugar de ir como la cazar-recompensas queria, si la cazarrecompensas queria continuar tendria que ser ella misma la que golpease, la cazarrecompensas esperando a que atacase sin embargo en ese momento la pequeña se quedo quieta, observando a la cazarrecompensas, esta vez no iba a dar el primer paso, si la cazarrecompensas queria continuar tendria que ser ella misma la que golpease - Mejor ven tu Comento mientras con la mano le hacia una señal, primero apuntandola y luego cerrando los dedos varias veces invitandola a hacer esta vez el movimiento, queria ver esta vez que intentaba ella.

OFF: Siento si es un poco escueto

Por alguna extraña razón las palabras de la niña y Allen al llegar la pequeña abordaron su mente y como raras veces le había pasado se abstrajo del combate.
La pelirrosa la había confundio con otra mujer y dada su peculiar apariencia no había mucha gente con la que tubiera similitudes fisicas, y aunque antes no se hubiera parado a pensarlo ahora caía que a la única persona que se parecía era a su hermana.

Se acercó a Allen, ignorando por completo a la niña.

-Tu... - paró a pensar sus palabras, mirando de reojo a la pequeña por momentos, para despues volvera centrar la atención en el marine. -Antes me confundistéis con otra mujer. - sabía que aquello no venía a cuento pero sentía la extraña necesidad de saberlo. -Me confundistéis con Aria ¿verdad?

El hombre era marine y su hermana pirata, si el tio frente a ella le había hecho algo a Aria tendría más problemas que un castigo marine por holgazanear por ahí.

-¿De que la conoces? - se puso a la defensiva y no solo su tono de voz cambió, también su rostro a uno pétreo y sin expresión y su aura, ya no era una emocionada por medir las habilidades de lucha de la niña, era una que clamaba sangre de unos para proteger a otros.

-Me confundistéis con Aria ¿verdad?... ¿De que la conoces? - La mirada de la cazarrecompensas habia cambiado sin embargo eso no le importaba demasiado, al parecer ella misma habia revelado su punto debil, la joven con la que se habian encontrado, lo curioso es que se lo habia preguntado al marine seguramente porque sabia que de ella no sacaria nada, Sin embargo ya que le habia preguntado a el, no iba a dejarle decirselo tan facil -Las preguntas para luego, Cazarrecompensas, se supone que estamos en mitad de un duelo, ¿O quieres que mientras preguntas a tu amado marine te ataque a ti o a el por accidente?

De esa forma ahora habia añadido posiblemente una razon para que la cazarrecompensas se lo tomase mas en serio e intentase atacarla, en cuyo caso seria su turno de defenderse o contratacar. Poco a poco el ambiente se acaloraba en la esfera, despues de todo eran tres personas y no entraba oxigeno en ella, aunque debido al pequeño tamaño a la pequeña del gobierno le era mas facil al necesitar menos aire, sin embargo en poco tiempo tendria que abrir una via de aire a menos que la cazarrecompensas consiguiese destruir la cupula.

Sonrió, por la reacción del dichoso marine sabía que había dado en el blanco, pero por la inoportuna intervención de la pilorrosa se había negado a contestar.

Frunció el ceño y chasqueó la lengua, molesta.

-No te acomodes. - le adviritó al hombre. -En seguida me darás las respuestaa que quiero.

Toda aquella estupidez ahora se le hacía aburrida, acabaría rápido y tanto Allen como la niña le darían respuestas. Y debía darse prisa, el aire estaba más viciado y costaba más respirar.
Miró la cupula y la posición de los tres, la niña no se había movido demasiado, así que la pared que estaba tras ella debía ser la más gruesa y la más dificil de romper, ella se había acercado al marine con aires de grandeza, que estaba en la pared más alejada, así que allí estaba la zona más vulnerable.

Se acercó, empenzando a dar toques suaves con los nudillos comprovando que efectivamente, no era demasiado grueso, nada que no se pudiera romper. Por suerte ninguno de los tres se había movido demasiado, de no haber sido así aquello hubiera sido mucho más dificil sin nigun punto de referencia.

Plegó las alas y transformó su mano derecha, en la que la piel se oscureció y las grras crecieron hasta descomunales 10cm. Aunque en esa zona la cera fuera más débil no sabía que dureza tenía, y aprovechando que no sabía contenerse golpearía con toda su fuerza sobre humana para romper la maldita cupula.

-¡Como le hayas hecho algo a Aria tendrás más problemas que tus superiores! - proclamó su grito de guerra dando un basto y muy duro golpe contra la pared, perforándola con su puño.

Se había pasado cuatro pueblos con la fuerza necesaría pero toda prevención es poca. Los trozos cera comenzaron a caer al suelo y ayudándose de su otra mano agrándo ella el agujero hasta poder salir de allí.
Una vez fuera volvió a desplegar las alas, estirándo los brazos simultáneamente y dadno una gran bocanada de aire.

Nunca le habían gustado los sitios cerrados.

La cazadora habia tenido suerte al golpear en la zona mas endeble de la estructura, provocando un agujero por el que salio a bastante brisa sin embargo el agujero habia provocado una grieta que en cuestion de segundos lleno toda la cupula, fragmentos de esta empezaron a caer sobre la pequeña miembro del CP y sobre el marine mientras la cazadora se habia ido, con un rapido movimiento de brazos sin embargo una especie de parasol o paraguas de cera se formo encima de ella bloqueando los cascotes mientras se alejaba de los restos de cupula.

Una vez los cascotes habian terminado y la cupula habia sido destruida la pequeña tiro el parasol al suelo para ver como la joven cazarrecompensas estaba usando las alas para volar, seguramente pensando que con eso podria ganar a la pequeña sin embargo ella se guardaba un as bajo la manga. Algo que usaria en el momento apropiado para sorprender a la cazarrecompensas, mientras tanto observo a la cazadora, esperando su siguiente movimiento.

Ese mocoso vestido de negro y de ojos raritos comenzaba a irritarla en demasia. Su andar, su voz y su lenguaje corporal conseguía sacarla de sus casillas.

-Eres el tipo de monstruo más problemático. - confesó seria, calmada y aparentemente relajada.

Era un psociopata frío y calculador, que no le imporataba ver matarse a dos personas si eso le divertía o le resultaba beneficioso de alguna forma. Y sus habilidades no era cosa se broma tampoco, no pudo evitar sorprenderse cuando vio como hacía desaparecer a la niña.
Sus pajaritos le habían contado que había un hombre particular dentro de las filas de la marina capaz de repeler cualquier cosa gracias a los poderes de su Akuma, parece que le había tocado el premio gordo.

Aplaudió con lentitud, acercandose a él.

-Es el mejor truco de circo que he visto el día de hoy, pero te recuerdo que me debes respuestas; Aria.

Y ahora lo relacionaba todo, por dios, que estúpida habia sido. Allen, ojos violetas, la marina... ¿De quién había ido a enamorarse su hermana?

-Eres un pequeño embustero. - acortó la distancia entre ambos.

No paraba de darle largas y no le gustaban las largas.

-¿Tanto tienes que ocultar? No paras de repetir que no tienes nada que decirme pero te mueres por cantar como un pajarillo.

Y aunque el hombre no decía más que estupideces, sus ojos le decían todo lo quería saber ¿Pero que gracía tendría decirselo ella a él? Lo más divertido sería al revés.

-¿Entendernos? No lo creo. - sonrió segura de si misma. -Te vales de esa cara bonita y ese cuerpo trabajado para conseguir lo que quieres.

No se diferenciaba tanto de ella misma.

-¿Así seduciste a mi hermana... a Aria?

Y por su reacción supo que había dado en el clavo, intentaba huir como un cobarde y acabó haciéndose el loco al saberse acorralado.

-Dimelo tu. - se estaba cansando de ese jueguecito. -No sé dónde está ella ahora y aunque lo supiera tampoco te lo diría. Nunca he tenido mucha paciencia y no se que podría haber visto mi hermana en alguien como tu, pero si le haces más daño, si la vuelo a ver triste por tu culpa, te buscaré, te encontraré y cuando eso pase te aseguro que esas dos costillas rotas y todos tus superiores serán el último de tus problemas. - nada se escapaba a sus ojos y su Ojo dorado le había revelado esas dos costillas rotas en el lado derecho.

Su voz era firme, potente, su aura estable y su mirada hubiera sido capaz de asutar al más valiente, dándole a entender que ella cumplía con su palabra.

-Esto no es una broma, ni soy uno de tus compañeros de cuartel de los que puedes burlarte e irte de rositas, no hay nada que yo no pueda ver, tenlo presente.

Su hermana era lo único que le quedaba, no iba a permitir que ese tio ridiculamente vestido se la arrebatase.

-¿Cabezona? Prefeiero el término ''persistente''. - él más que cabezón era horriblemente irritante. -Tu más que terco eres un necio, te empeñas en negar algo que ya se, lo único que quiero es que me digas que tienes tu que ver con mi hermana.

Ese mocoso era igual de orgulloso que su hermana y que incluso que ella misma.

-Debo reconocer que estoy sorprendido por esa capacidad de observación tuya, no me lo esperaba, al fin y al cabo no me has mostrado demasiada atención durante nuestro encuentro.

-No te confundas, no me interesas ni tu, ni tus costillas, ni tus habilidades, lo único que me impulsa a continuar con esta estúpida conversación es saber que relación tienes con mi hermana.- cruzó los brazos por debajo de sus pechos, y alzó la barbilla, seria, fría, y desplegó las alas, con el porte digno de una reina.
Tenía la esperanza de que dejara su estúpido orgullo y reservas, le dijera lo que quería saber y ella pudiese ir a ver a su hermana.

Lo escaneó con la mirada, era guapo y por mucho que le molestase eso era indiscutible, su hermana tenía buen gusto, pero era irritante, terco y orgulloso. Su sonrisilla socarrona la sacaba de quicio, y aunque no diera señal alguna de ello, comenzaba a desesperarse.
Estaba acostumbrada a que sus preguntas fueran contestadas de manera rápida y concisa, pero ese hombre en cambio confundía el coraje con estúpidez.

Suspiró llevandose una mano a la cara.

-Y encima ella te quiere tanto... - fue un susurro apenas audible, más para ella que para el marine.
Como un silencioso grito irritado.

-¿Cabezona? Prefeiero el término ''persistente''. - Afirmó en respuesta a lo que previamente le había dicho.-Tu más que terco eres un necio, te empeñas en negar algo que ya se, lo único que quiero es que me digas que tienes tu que ver con mi hermana.

-//Aunque ya lo sepa no tengo porque contestarle, es más, nadie debe saber nada que pueda relacionarnos a Aria y a mi//-Permanecì unos escasos segundos callado y pensativo sin dejar de mirarla fijamente para que viese que mi atención sobre ella era la misma.-//Ni si quiera yo debería pensar en Aria, de la forma que pienso en ella...Maldita sea, centrate//.-Hablaba conmigo mismo.

-No te confundas, no me interesas ni tu, ni tus costillas, ni tus habilidades, lo único que me impulsa a continuar con esta estúpida conversación es saber que relación tienes con mi hermana.-cruzó los brazos por debajo de sus pechos, y alzó la barbilla, seria,
fría, y desplegó las alas.

-Odio tener que repetirme, empieza a parecerme que no me prestas atención.-Esbozé un leve suspiro desviando la mirada de sus ojos por un momento y luego volví a mirarla.-No puedo decirte que relación tengo con tu hermana, pues no tengo relación ninguna con ella, quizás estés buscando a otra persona.-Hice una pausa mientras que me echaba el pelo por detras de la oreja.-Cuando nos encontramos no mencionaste nada, no entiendo el por qué, repentinamente intentas meterme dentro de algo con lo que no tengo nada que ver.-Aquella niña pelirosa había hablado demasiado, al fin y al cabo parecía que le gustaba meter a la gente en lios.-Quizás te estés confundiendo de persona, pudo ser otro.-Le comenté colocándo ambas manos dentro de mis bolsillos en actitud desganada.

Aquel jueguecito de preguntas y respuestas había acabado con su paciencia. Tambien ella sabía lo peligroso que podría ser para ambos que quién no debía se entarese de lo que tenían un marine y un pirata.

-¿No es bonito como la proteges? - tu tono de voz se agudizó y esbozó una falsa sonrisa complacida, juntando ambas manos a un lado de su cara e inclinando levemente la cabeza, en una irritante pose de telenovela mala.

Normalmente no solía ser tan sárcastica.

-Preservando vuestro amor a pesar de las circunstacias y de lo prohibido del mismo. - llevó las manos a su pecho, con la voz firme y sobreactuando.

Sacó un papel arrugado del obi de su kimono.

-¿Qué pensarán tus superiores de eso? ¿Y si les enseño esto no destruiría tu carrera? - cogió el papel entre su dedo índice y su dedo corazón. -Un marine y una pirata, tan bonito como peligroso.

-Aunque era casi imposible que tuviese una foto nuestra, teniendo en cuenta que habría visto a alguien sacándome una con Aria no debía dejar ningún cabo suelto.-En caso contrario, supongo que te dará igual enseñarme ese papel taan importante que tienes en tus manos.-Le pedí sonriente de medio lado.

Sonrió complacida, verdaderamente complacida, señalándolo con los dedos con los que sujetaba el papel.

-Eres terco y me caes mal, pero no eres estúpido y aun así me has dicho todo lo que quiero saber. - con ese repentino interés en saber que contenía el papel.

-Si tan seguro estuvieses de que no hay pruebas contra ti, no tendrías interés en saber que hay en este papel, de heho ni siquiera estaríamos hablando, pero en cambio aquí sigues.

Se acercó a él, cambiando su rostro radicalmente a uno inexpresivo.

-Pero has pecado de curioso. - suspiró.

-Muy bien, te diré lo que se, me he enterado de vuestra relación por mi hermana, cuando nos rencontramos en Tempestad hará un mes. Me contó que se había enamorado de un marine de pelo negro y ojos violetas, luego me dijo tu nombre; Allen Sethzer. - recalcó su apellido ya que el hombre no se lo había dicho. -Tu le dijiste que no podía haber nada entre vosotros porque tu eras marine y ella pirata, era demasiado peligroso y ella accedió.

Guardó silecio unos segundos.

-Tu le dijiste: ''Cuidado con lo que haces, por que hagas lo que hagas, siempre te estaré observando'' - tiró el papel. -Te salva que la quieres, y que ella te quiere a ti. Si fuera con otra persona, me hubiera enterado y no dudaría en delatarte, pero es mi hermana, es lo único que tengo y nunca le haría daño. Entiendo tus reservas y que temas por ella, pero aprende a luchar por lo que quieres. Ella quiere volver a verte, y se que tu tambien.

Parecía que por fin lo había reconocido, era el hombre más terco con el que había tratado nunca.
Lo escuchó explicarse.

-Puedes contarle al Gobierno eso si te place. - arqueó una ceja. ¿Es que estaba sordo?

-¿No escuchas cuando te hablan, verdad? No te voy a delatar, no por ti, sino por mi hermana. Además, no creo que te quedaras sentado mientras me cargo tu carrera como marine.

No creía que él tuviera los mismos reparos que ella sobre a quién atacar y a quién no.

-Creo que ya hablé bastante querida. Dedicate a hacer lo tuyo, que yo haré lo mio, según deba hacerlo, puedes estar tranquila. Así que si no te importa, me gustaría dar finalmente por zanjado el tema y marcharme, si la señorita me lo permite.

Se sorprendió por la reacción del marine. detecaba ¿Incomodidad?

-¿Te he tocado la fibra sensible? - un tono burlesco bastante irritante. -Si quieres irte vete, pero no te acomodes, nos volveremos a ver... ''cuñado'' - arrastró las última palabra con sorna, dandole la espalda y desplegando las alas, lista para alzar el vuelo. -Lucha por lo que quieres o cuando te des cuenta ya no tendrás nada.

Y tras dedicarle una mirada por encima del hombro despegó, levantando una pequeña nuve de polvo y desapareciendo en el cielo.