yo y mi mala suerte

Agotado, levemente dolorido, y algo enfadado por el resultado de aquella batalla, Kaeru se dispuso a abandonar la zona donde habia peleado con aquel borracho, bajando de los tejados segundos despues para recobrar la compostura y seguir pareciendo un habitante mas de aquella ajetreada ciudad.

-Porque siempre me tienen que tocar los raros-. Se quejaba mientras limpiaba un poco su gorro, el cual aun tenia la pisada de aquel mendigo, mendigo que algun dia deberia tragarse sus palabras y posiblemente darle dinero para limpiar como es debido aquel gran gorro de rana.

Como era habitual todo el mundo se giraba a observarle, mas por el mimo que tenia al cuidar ese gorro, que por el echo de llevarlo puesto en medio de la calle. -Aja!, perfecto-. Fue justo, el momento en que su vista fue nublada por el gorro, cuando noto que era lanzado un par de centimetros hacia atras, cayendo de espaldas con una mirada sorpresiva a la par que vacia. -¿Ahre?, porque estoy en el suelo-. Se decia a si mismo, obteniendo como respuesta el ser arrastrado por las calles de la ciudad...Como si no llamara bastante la atencion por su aspecto, ahora se dedicaba a dar espectaculos.

Por fin se detuvo, su mirada quedo algo perpleja al observar que la causante de todo ello era una muchacha, de aspecto cansado, se notaba que cargar con un peso muerto como el, resultaba sofocante. -Nah no te preocupes, estoy acostumbrado a eso de ir por el suelo tragando tierra-. Decia el muchacho con la borderia que le caracterizaba. - ¿Que ocurre acaso estas siendo perseguida?-. Pregunto intrigado, no queria que esos maleantes le encontraran y le atacaran, bastante habia tenido de peleas por hoy, de echo, aquel golpe con la chica habia traido de nuevo aquel dolor en el hombro, lo que le llevo a taparselo con la mano mientras disimulaba esperando una respuesta.

Y todo volvia a empezar, su boca le habia llevado a jugarse otra posible paliza por parte de aquella mujer, sin embargo no podia evitarlo, estaba en su forma de ser, si no era capaz de hablar con la gente como quisiera, ignorando sus sentimientos, ¿como podria mirarles a la cara y contarles que van a morir en dias o que su enfermedad no tiene solucion?...Evidentemente no era escusa valida para como trataba a la gente, sin embargo para el mismo era una manera de tranquilizarse y no sentirse culpable.

Al escuchar las palabras, "Nada que deba importarte" o "En lo que debas meterte" se encendio la bombilla del peli azul, mirandola fijamente a esos ojos de aspecto amenazador sin la mas minima sensacion de miedo. -Por como hablas o les has robado, o tienes algun problema con la ley o simplemente no has pagado las copas que has tomado en el bar-. Explicaba con una logica un tanto inexistente, pero que igualmente le servia para seguir averiguando cosas de aquella mujer en base a sus reacciones.

De pronto la situacion cambio...Alguien, despues de casi 5 años, se...¿Preocupaba por el?... Aquellas palabras le dejaron un tanto conmoccionado, normalmente le odiaban, pisoteaban o burlaban por su aspecto...Pero, ¿Preocupacion?... -E..eh, si, estoy bien no te preocupes ha sido un golpe nada mas-. Explicaba el muchacho mientras, levantandose ligeramente la manga de su chaqueta observo que el hombro se habia puesto morado...El sabia que era un ematoma leve, por las caracteristicas del mismo y porque previamente se lo habia inspeccionado con la mano...Sin embargo las palabras de aquella mujer le imposibilitaron dar un discurso borde sobre su estado, tan solo la siguio.

A pesar de encontrarse medio anonadado por sus palabras, seguia escuchando las palabras de aquella chica, las cuales pasaban de amenazantes o irritadas a otras calmadas y amables... Sabia que las personas podian cambiar de parecer con rapidez...¿Pero a tanta velocidad?...Comenzaba a resultar tentador para el chico-rana, seguir a aquella mujer...Tal vez ella pudiera ser la cura para su personalidad tan solitaria.

A pesar de sus palabras, los gestos de aquella mujer seguian delatandola, muy seguros no podian estar si miraba de reojo antes de salir del callejon, sin embargo poco importaba eso cuando, girandose de manera sorpresiva comenzo a hablar de asesinatos y amenazas...Un tanto extraño considerando que instantes atras queria llevarle a una enfermeria.

Cuando se disponia a contestarle dichas amenazas preparando el mayor dircurso que iba a solta en su vida, aquella chica no pudo aguntar mas la risa...Estaba bromeando, o simplemente estaba medio loca y su intencion era que Kaeru confiara en sus palabras...Realmente no sabia que creer.

- Creo que tu tambien deberias venirte conmigo al hospital-. Dijo el muchacho con un tono un tanto mas...Cariñoso era la palabra?, da igual, ahora mismo estaba centrado en la forma de actuar de aquella mujer y como pasaba de la amenaza a presentarse de una manera un tanto peculiar.

-Me llamo Kaeru, elimine mis apellidos por cuestiones del pasado no porque los oculte ni nada-. Dijo dandose un cierto aire de importancia, regresando segundos despues a la vida terrenal al ser golpeado por uno de los dedos de Aria, para despues comenzar a escuchar palabras que solo provocaban confusion y mas desconcierto en Kaeru.

*Tal vez... Un medico deba preocuparse por sus pacientes, como hace esta chica...Pero si me meto en la vida de los pacientes ellos podrian salir perjudicados* Pensaba continuamente, colocando a cada instante un pro y una contra en su decision de ser mas amable o seguir siendo el mismo chico de siempre.

-Por cierto...-. Corto por un segundo sus pasos esperando que aquella mujer se detuviera. - Como consejo te dire que deberias tener algo mas de cuidado a la hora de confiar en las personas, en mi caso es evidente que no te voy a causar ningun daño, pero podrias salir mal parada si algun indeseable se aprovechara de tu bondad-. Aconsejo el peli azul mientras, con la mano aun en el hombro, subia los dos escalones que llevaban al interior de la posada, esperando que Aria le indicara por donde se encontraba el medico.

Las palabras de Aria resonaron fuertemente en la cabeza del peli azul, cierto era que su aspecto no inspiraba temor, pero no esperaba llegar al punto de preocuparse por una desconocida...Menudo sujeto, mira que aconsejar a una persona que no confie tan a la ligera y el primero en hacerlo ha sido el, preocupandose por alguien que incluso estaba en perfecto estado y que, de quererlo, podria acabar con el en ese mismo momento.

- Nah, no me preocupo, simplemente quiero que pienses que soy un buen tipo-. Dijo con un tono un tanto irregular, pues, aunque sabia perfectamente como resaltar los aspectos negativos de la gente, no sabia mentirles, motivo por el cual siempre acababa en peleas y disputas, por ser...Demasiado sincero.

-Claro, llamame como gustes, estamos en un mundo libre-. Respondio ante el nuevo nombre que le habian colocado, con un tono un tanto monotono, restandole importancia al diminituvo por el que ahora le llamaria Aria.

Se acercaron a la posada, Kaeru se encontraba un tanto perdido, era una ciudad nueva y estaba siendo guiado por alguien de quien solo conocia su nombre y esa extraña bipolaridad que la convertia en alguien tan interesante...O almenos asi lo creia hasta que de nuevo esa mirada seguida de una palabras bastante profundas, llevaron a Kaeru ha plantearse si habia sido buena idea ir con ella a un lugar como ese.

-Deberias de dejar de resaltar tanto que quieres matar a la gente-. Dijo señalandola con uno de sus dedos mientras la miraba con una expresion algo mas enfadada de lo habitual. - A mi no me importa, es mas, me parece divertido, pero por menos algunos te mataran-. Conforme hablaba recordaba el episodio que habia tenido con aquel borracho, que por, simples palabras, casi llegan a una pelea a muerte.

-Y quitando ese pequeño detalle, esa amiga tuya... Su filosofia es muy interesante, me gustaria conocerla, ademas es medica, podria sacar buenos consejos de ella y asi mejorar en mi profesion-. Explicaba al tiempo que entraba en la taberna, observando el ambiente que tenian, gritos, risas, algun que otro borracho desde por la mañana...Una taberna normal, hasta que las miradas se clavaron en los dos presentes.

Kaeru pensaba que evidentemente le miraban por su gorro, sin embargo eran todo hombres con alguna que otra mujer, lo que le llevo al siguiente razonamiento y a descubrir, que mirandola mas detenidamente, aquella mujer tenia un atractivo fisico bastante notable, lo que sumado al porte que llevaba, sin miedo, sin retroceder, hacia posible que mas de un hombre se interesara por ella.

-Dios, siempre tiene que haber babosos cerca-. Susurraba el muchacho cerrando ligeramente los ojos mientras caminaba a unos metros por detras de Aria, la cual mas tarde le indico el camino a una habitacion. Tras entrar lo primero que vio fue la camilla y los materiales basicos de curacion...Realmente era un sitio un tanto penoso, pero que servia para curar las posibles lesiones y cortes que provocaran los borrachos que se encontraban al otro lado de la puerta.

Se sento en la camilla, esperando al medico. -Y bueno Aria, ¿que planes tienes ahora?, porque dudo que quieras quedarte conmigo todo el dia-. Decia el muchacho mientras colocaba su gorro a uno de los lados de la camilla.

Hoy no era el dia de Kaeru, a cada afirmacion o consejo que daba, la respuesta siempre era o bien negativa o bien amenazadora...No es que le importara especialmente, sin embargo temia que aquella mujer, como el resto de sus conocidos, le terminara odiando y por consiguiente no pudiera seguir mas con ella...En cierto modo le habia pillado cariño, pero jamas se atreveria a reconocerlo, pues para el, apreciar a alguien, daba la posibilidad de perderlo y por consiguiente volver a un pasado lleno de malos momentos y tristes recuerdos.

-Vale vale, lo siento, no pretendia juzgarte precipitadamente, retiro todo lo que he dicho-. Exclamo el peli azul, intentando, en primer lugar disculparse evidentemente y en segundo detener aquella interminable lista de razones por las que Kaeru habia errado a la hora de crear un perfil psicologico de Aria.

No estaba seguro de si estaba enfadada o no, pero las miradas asesinas que era capaz de lanzar en cuestion de segundos, le intrigaban en demasia al joven medico, quien miraba de reojo por la puerta para ver como mas de un tipo, con el doble de envergadura que el, se encogia de hombros ante aquella mirada...Realmente interesante, tan solo de imaginarsela como cazarrecompensas, a Kaeru se le hacia la boca agua, pues, sin el hacer mucho trabajo, conseguiria facilmente la recompensa de mas de un pirata. Lastima que fuera solo un sueño, pues por como hablaba de la marina hace unos instantes, dudaba que ella quisiera tomar la vocacion de "perro del gobierno" como Kaeru se veia ahora mismo.

-Vaya, parece que sabes defenderte muy bien sola, me produces cierta envidia-. Recalcaba el muchacho mientras miraba de nuevo a los de la taberna, con una cara de intriga al tiempo que, por unos segundos, se imaginaba que era el quien provocaba dicho miedo...Habria sido divertido, pero el eligio un camino algo mas estupido, llevar un gorro y parecer inofensivo.

Al tiempo que miraba por la puerta, escuchaba las palabras de Aria referidas a una tal Juvia...Seria realmente interesante conocerla, pareceria mas una convenccion de cientificos locos que una reunion de antiguos amigos, pero poco le importaba al peli azul, quien de nuevo retomo una postura algo mas relajada al tiempo que miraba de reojo a la chica, quien contesto de una manera bastante inesperada a la pregunta del muchacho.

- Emm, no, no queria decir eso, de echo me alegra que quieras ir a dar una vuelta, es solo que vas a tener que acostumbrarte a ir conmigo, no esque pase desapercibido-. Explicaba mientras golpeaba un par de veces su gorro, principal motivo de conocer gente y de que ellos se burlaran de el. -¿Cariño?-. No puedo evitar preguntarlo, mirando ligeramente hacia el suelo...Por una vez sus ojos habian vuelto a mostrar algo, ya no estaban vacios, se habian llenado de los recuerdos de una madre querida. - Es curioso que hayas usado esa palabra para definir la relacion con un chiflado como yo-. Decia, mas para si mismo que para Aria. -Realmente seria un placer poder ver contigo la ciudad-. Se atrevio a decir finalmente. Se sentia algo estupido por la manera de hablar que habia tenido a lo largo de esa conversacion con la chica, pero aun asi, se encontraba comodo con ella.

Cuando la atmosfera resultaba ya un poco cargante para lo que Kaeru estaba acostumbrado, entro el medico, provocando que el peliazul se relajara un poco y pudiera desconectar de aquella conversacion, que estaba causandole mas vueltas en su cabeza que una operacion a corazon abierto (off: Chiste de medicos (?) XD).

-¿Muy bien caballero, que ocurre?-.

-Nada, simplemente es un moraton en el hombro por un golpe, necesitaria algunas vendas y un poco de antiinflamatorio-. Explicaba con suma precision, almenos habia algo que sabia hacer y ese algo era tratar heridas como la que el tenia.

-Vaya, ojala todos los pacientes fueran asi-. Recalco el medico, el cual, pidio que el muchahco se retirara la chaqueta para poder vendar como era debido aquel moraton.

Malvada, si, así se sentía, como una verdadera víbora que escupía su veneno a la primera de cambio, no le gustaba ser arisca o comportarse así, agacho la mirad y sus ojos fueron tapados por su flequillo, sentía que la había vuelto a liar con aquel comentario tan frió y serio, ella quería agradarle al joven que le resultaba interesante, su filosofía era siempre caerle bien a los demás y así no buscarte ningún problema con ellos peor su explosivo carácter se la había vuelto a jugar una mala pasada , suspiro levemente y levanto la mirada.

-No pasa nada, la que lo siento soy yo, me deje llevar por mi carácter explosivo y fue demasiado dura,lo lamento si te moleste o algo así, no suelo ser tan ... insoportable supongo, suelo ser mas bien tranquila y hasta dulce pero digamos que no nos conocimos en una situación muy em...¿normal?

La chica le miraba de forma tranquila y normal, sin la mas mínima intención de asustarle o algo, era consciente de lo que sus extraños y macabros ojos eran capaz de hacer, no por nada en Arabasta había sido tachada de encarnación del demonio por ellos, mas de una vez la gente al verla a los ojos huía diciendo que era una persona maldita y que acercarse a ella traería mala suerte a cualquiera, negó levemente al recordar aquello , y sin saber por que al miar al chico pensó que algo raro debía pensar en aquel momento ya que parecía perdido en su imaginación, como si estuviera en otro mundo paralelo a aquel , rió levemente sin poder evitarlo y suspiro , le miro de nuevo y levanto una ceja.

-Bueno, tuve que hacerlo, me crié en la calle sin padres y sola, o aprendía a defenderme o dejaba que me comieran los lobos, no lobos reales, si no metaforices eh, dudo que en el desierto aguantara algún lobo y bueno, eso de la envidia, no se como tomarlo, yo desearía no tener una razón por la que saber defenderme

Entonces una pregunta se formulo en su mente, ¿por que querría conocer a Juvia-?, normalmente solo otro medico se interesaría por cosas como las que dijo, quizás el lo era, pero descarto esa posibilidad al verle, no tenia para nada pinta de ser medico, es mas tenia pinta de no saber cuidarse a si mismo y eso despertaba en ella unas ganas de protegerlo, negó asustada, ni que estuviera desarrollando instinto maternal o algo así, que ese chico bien podía tener su misma edad, volvió a suspirar y al escuchar que le hablaba le miro y de forma inconsciente ladeo un poco el rostro curiosa.

-Oh ¿por eso?¿ y tu te crees que yo si paso desapercibida?, créeme que una persona con los ojos entre un rojo sangre y un negro noche mezclado no se ven todo los días mas si la gente que te ve te va tachando de demonio o yo que se mas ,ademas tu llamas la atención si, pero por que am -¿ debía de decirle el principal sentimiento que había despertado en ella al verle con aquel gorro?, un tenue sonrojo asomo en las mejillas de la chica al escucharle y al pensar en aquello, se maldijo internamente y suspiro+[ es la verdad es fácil pillarle cariño a una persona tan...adorable como tu.

SI,lo había dicho, adorable, y es que aquel tipo le parecía adorable en todo su gran contesto, su forma de ser seria que cambiaba a agradable, aquel gorro de rana, todo, todo le parecía adorable y eso no era bueno, ya que siempre había tenido una mal sana obsesión por todo lo adorable, negó quitándose eso de la cabeza.

-Para mi también era un placer visitar la ciudad contigo Kae, y hasta que al fin llega el medico como siempre tardándose -sonrió levemente y entonces escucho atenta la conversación entre ambos y sonrió, sus sospechas habían quedado confirmadas, Kaeru debía de ser medico- bueno doctor, no todos sus pacientes son médicos....¿verdad?

-Nunca te disculpes por como eres-. Interrumpio subitamente el peli azul, sabia perfectamente como se sentia, el tenia una personalidad similar, solo que, a diferencia de ella, que tenia una cara mas amable como habia podido comprobar, el era siempre igual, una persona que normalmente causaba problemas por donde pisaba. - Es bueno tener un rato de ternura y uno de seriedad,. no eres insorportable, de echo todo lo contrario, eres la primera persona con la que puedo hablar sin miedo a una reaccion exagerada...La verdad, nos parecemos mucho-. Dijo Kaeru, con una expresion de tranquilidad, como si el hecho de contarle eso le quitara un enorme peso de encima.

Finalmente lo comprendio todo, al contrario que el, la personalidad arisca de Aria se habia formado por vivir en la calle, sabia perfectamente que cuando estas solo, o comes o te comen, metafora que venia bien hilada si pensaba en la que previamente habia usado su nueva acompañante. - Vaya, es dificil en estos tiempos encontrarse a alguien que haya pasado por lo mismo que tu-. No era totalmente cierto, el no tenia padres y habia vivido en la calle, pero prefirio omitir el pequeño detalle de que el fue el asesino de su padre, poco importaban las razones, habia matado a uno de sus seres mas queridos y ello podia traer problemas a quien se lo dijera, mas que nada por reacciones de desprecio. -Yo tampoco tengo padres, los perdi... Pero no estamos aqui para hablar de historias tristes-. Se interrumpio de nuevo a pesar de que no le gustaba lo mas minimo, era un medico, y le gustaban las frases concisas e informativas... Eso de interrumpirse le resultaba algo frustrante.

-¿Asique vienes del desierto?-., pregunto curioso, -Vaya entonces tienes que haber soportado todo tipo de inconvenientes en la vida, espero que de ahora en adelante todo te vaya mucho mejor-. Dijo el muchacho, pensando esta vez en el cuerpo de aquella mujer, estaba claro que si estaba viva despues de ese relato es porque su cuerpo debia tener una resistencia sobrehumana, pero no estaba alli en calidad de medico, si no de amigo, ahora su papel era escuchar a la chica y atenderla, para que almenos superiera que su historia iba a ser escuchada con todo el detalle que se merecia.

- Es cierto que has conseguido esa habilidad para defenderte de una manera un tanto triste, pero no deberias sentirte mal por ello, eso te hace una mujer mucho mas interesante, es normal que esos tipos te tengan miedo, estan acostumbrados a ver mujeres debiles o de las que poder aprovecharse y contigo es evidente que es imposible-. Lo miraba desde un punto analitico, no pensaba concretamente en sus palabras, si no en el significado que tenian...De echo, si su madre hubiera tenido la personalidad de aquella mujer, ahora mismo estaria viva y podrian tener una vida normal.

-¿Demonio?, menudo nombre mas inapropiado si me permites la expresion...Que tus ojos sean rojos no significa que seas malvada, de echo...-. Se levanto de la cama por unos instantes acercandose a ella mientras se rascaba un poco la mejilla. -No se, para mi me parecen bonitos y unicos... Tal vez algun dia escuche las aventuras de una valiente muchacha cuyos ojos son lo poco que recuerdan sus victimas-. Dijo en un tono algo mas tranquilo, bromeando se podria decir, pues pretendia restarle importancia a sus ojos para que no se sintiera tan mal por ellos, o almenos esa fue la sensacion que tuvo Kaeru al escuchar sus palabras.

-Ademas, como vas a ver de todas formas, no eres la unica que tiene rasgos... Diferentes-. Dejando la intriga espero que el medico entrara por la puerta, para que, tras desvestirle, se le vieran dos pequeñas alas a su espada, similares a las de un angel, lo que no se vio ya que el medico estaba frente a el, pero que sin embargo le llevo a sobresaltarse al concentrarse en su hombro.

-Tranquilo doctor, no me va a salir pico ni nada, puede seguir curando la herida-. Dijo con su tipica personalidad, pues aunque Aria habia conseguido cambiarle un poco, para el, el resto seguian siendo victimas de su afilada lengua.

Tras varios minutos de vendaje, el muchacho se vistio de nuevo algo sonrojado, temia que ese pequeño dato provocara el miedo de la mujer ante lo desconocido, sin embargo ese leve sonrojo venia mas por el echo de que le habia llamado...Adorable.... Increible, un cazarrecompensas resultaba adorable...Bueno, no estaba del todo mal, era una buena manera de colarse ante los enemigos dando la sensacion de debil y torpe.

-Te agradezco lo de adorable, tu tambien eres muy guapa Aria, sin embargo me gustaria que no contaras lo de mis alas por ahi, prefiero seguir manteniendo que soy un humano normal y corriente-. Tras aquellas palabras, se vistio, coloco su sombrero y se marcho por la puerta esperando que Aria le siguiera, no queria estar mas tiempo ante la mirada de aquel doctor y de los del bar.

Aquellas primeras palabras habían pillado desprevenida a Aria, recordaba las charlas que le había dado su, por llamarlo de alguna forma, padre adoptivo acerca de su carácter, siempre pidiéndole que cambiara su carácter o lo controlara diciéndole que esa forma de ser tan arisca no la llevaría a ninguna parte, que era un poco desagradable, aun que muchas veces había pensado en que tenia razón, viendo el punto de vista de Kaeru, pensó que quizás se equivocaba y su carácter no era tan malo, se sonrojo levemente y negó, maldición ella y su intolerancia a los cumplidos, nunca sabia como afrontarlos.

-Si tu lo dices, siempre pensé que mi carácter era un tanto odioso, como había personas que se alejaban por el pensé que quizás, si lo cambiaba la gente no me llamaría demonio y no seria tratada así, pero...me alegra saber de que hay alguien al que no le parece tan desagradable y , déjame decirte que tu carácter es uno de tus numerosos encantos Kae

La joven no pudo evitar sonreirle y después reír levemente, una sonrisa sin animo de burla o algo así, simplemente de felicidad, sin duda se sentía mucho mejor ahora , sonrió mirando un poco al techo escuchándole, cuando dijo aquello le miro- vaya, asi que eso que notaba en ti, tan parecido a mi, era el hecho de estar siempre solos eh, vaya cosas

Suspiro, padres, ella no los había perdido, mas bien ellos habían decidido que no la querían en sus vidas, sus padres no estaban muertos, es mas estaban vivitos y felices en alguna parte del mundo, solo que habían decidido abandonarla en medio del desierto para ahorrarse el encargarse de ella, si , la habían abandonado con solo unos días de vida en pleno desierto dejándola a su suerte, si no hubiera sido por los niños que la encontraron, ahora mismo estaría muerta.

-Si, dejémonos de estúpidas y tristes historias que no nos llevaran a ninguna parte, o por lo menos a ninguna agradable , y eh si, de Arabasta, aun que no se si nací ahí la verdad, pero pase la mayor parte de mi vida allí, así que estoy acostumbrada al calor sofocante.- sonrió al escucharle -gracias , yo también espero todo sea mejor a partir de ahora

Noto la mirada del y levanto una ceja, si no fuera por que ya lo consideraba como un amigo le hubiera soltado algo acerca de que miraba pero se limito a sonreír de lado, mientras que le escuchaba, le agradaba escuchar lo que decía el muchacho siempre decía cosas interesantes y agradables, no era tan arisco como parecía.

-Vaya, una buena filosofía sin duda, entonces supongo que este poder no es tan malo como parece y para de decirme esas cosas o acabaras sacándome los colores de verdad, mira que no estoy acostumbrada a los cumplidos, y gracias, y bueno, nunca podría ser una de esas personas que se dejan manipular fácilmente aun que como se suele decir, nunca digas nunca...

Se alejo de la pared para acercarse a el tranquilamente y ponerse cerca de la camilla mientras le miraba y escuchaba la opinión que el tenia acerca de sus ojos, sin duda , una opinión que realmente le interesaba, al escuchar lo de la fama, no pudo evitar reir levemente, ya casi tenia una fama ganada así, o al menos su apodo, demonio escarlata, era por ello, negó levemente y le miro.

-Quien sabe quizás en un futuro si me gane esa fama, dios seria un poco tétrico no te lo niego pero bueno, o quizás tu te ganes también una y en un par de años se hable de un famoso muchacho con un inmenso gorro de rana, esas cosas nunca se saben hasta que suceden, así que solo queda esperar haber que decide el futuro.

Miro atentamente la revisión que el doctor le hacia el chico y ella ni se inmuto ante sus características , ni ante nada, ella era una mujer de diamante, que mas daba que el tuviera unas alas a la espalda,no pudo evitar reír levemente al escuchar el ácido comentario de su acompañante, sin duda directo y asesino.

-Oh en serio Kae, ya te dije que me sacaras los colores si te pones así y créeme, eso quedara entre nosotros, el medico no dirá nada por la cuenta que le tiene y bueno, si te sientes mas cómodo yo también te diré algo sobre mi

Aprovechando que el chico salia con rapidez de allí sonrió y le tomo de la mano para salir de allí con paso acelera, al lado de la posada había un callejón que daba a la parte trasera de la posada donde se guardaban unas cajas , encima de una de ellas había un cuchillo que usaban para pelar patatas, la joven soltó al chico y tomo el cuchillo.

-Se me hace costumbre llevarte a callejones y no, no pienses mal , solo vengo a mostrarte algo, en el lugar donde me crié, cuando prometes guardar un secreto, tienes que dar otro a cambio -sin miedo alguno acerco al cuchillo a su brazo e hizo el intento de cortarse con el, mas una fina capa de diamante hizo que el cuchillo se rompiera- digamos que...soy puro diamante

Kaeru escucho atentamente la vida y las impresiones de Aria. Desde luego no habia sido una vida facil, que tus padres mueran a que nisiquiera sepan que existes es un gran abismo que el peliazul se habia saltado y por el cual pensaba que podia haber herido los sentimientos de su amiga, sin embargo no llego a disculparse, ya que las expresiones que usaba mientras hablaba parecian de tranquilidad y en parte felicidad...Lo mismo habia superado esa etapa y hablar de ella no le suponia un problema.

-Vaya, vaya, asique la implacable Aria Scarlet tiene un pequeño problema con los cumplidos-. Dijo Kaeru con una picara sonrisa. - Recordare eso-. Seguia bromeando mientras se detenia al notar un poco de dolor en la zona que el medico estaba tratando. Desde luego resultaba algo bastante curioso que una niña que practicamente se ha criado sola, tenga en alta estima lo que la gente piensa de ella, mas era una faceta que el chico-rana iba a aprovechar para meterse un poco con ella, cuando la situacion se lo permitiera, ya que no era muy inteligente usarlo ahora que ella estaba recordando momentos dolorosos.

Se marcharon, a las prisas que tenia Kaeru se le sumaron las de Aria, quien, tomandole de la mano corrio hasta el callejon, una extraña aficcion la de aquella chica, aunque recalco que no debia pensar mal de ello.

- Tranquila, despues de lo del anterior callejon con despellejarme y verte con ese cuchillo...No claro, como voy a pensar yo algo malo-. Decia Kaeru en un evidente tono de broma, colocando sus manos por delante de su cuerpo al observar la tranquilidad con la que tomaba dicho cuchillo entre sus manos.

Segundos mas tarde, la hoja del cuchillo se desprendio y salio volando hasta unos metros de donde se encontraban dejando al muchacho con mas preguntas que respuestas. -Vaya, diamante...-. Su curiosidad le pudo, tomo, con delicadeza, el brazo de Aria y comenzo a examinarlo, apretando ligeramente sobre ciertas zonas que por la constitucion del cuerpo humano deberian ser mas debiles y que, en el cuerpo de Aria, eran de una dureza de tal magnitud que el simple echo de apretarlo ya resultaba doloroso.

- Por lo que veo eres una usuaria de Akuma no mi-. Dijo soltando el brazo. -Te pido disculpas por mi efusividad, pero lo que acabas de hacer rompia todos mis esquemas como medico, necesitaba saber que estaba pasando-. Se disculpaba el peliazul mientras miraba al exterior del callejon para asegurarse de que nadie habia visto aquella escena.

-Aun se te ve mas hermosa con la piel de diamante-. Susurro el muchacho con la intencion de incomodarla...No podia soportarlo mas, necesitaba tener un simple segundo de distraccion metiendose con ella aunque fuera mediante alagos. -Bueno, creo que es justo que veas algo que yo tambien tenia oculto...Desde luego no es un poder como tu fruta, pero tambien me da...otra piel-. Tras dar esa pequeña introduccion la piel de Kaeru se torno verdosa y con un gracil movimiento, salto sobre Aria callendo al otro lado del callejon, superando con una facilidad pasmosa los 3 metros de altura. - Como ves el gorro no es lo unico de rana que hay en mi... Puede parecer un poco egocentrico llevar esta ropa, pero cuando me transformo doy algo de miedo, asique, creo, que si llevo esta ropa lo contrarresto-. Explicaba el muchacho volviendo en cuestion de segundos a su forma humana...No era partidario de que le vieran con esa apariencia mas que cuando estaba para pelear.

Rodo los ojos con una sonrisa de lado al escuchar al chico, ¿ni que fuera una asesina en serie o algo de eso? era verdad que una santa no era, pero de ahí a ir matando a gente por el mísero placer de hacerlo había una brecha bastante amplia, observo las reacciones del chico cuando el cuchillo se rompió ante el contacto de su dura y fría piel, si hubiera tenido una cámara le hubiera gustado gravar su expresión, sin duda, única, sabia que para el tenia que ser algo sorprendente y no era para menos, cuando Aria había conseguido aquella extraña fruta le habían asegurado que la sorpresa estaba incluida, y no se equivocaban en lo mas mínimo.

-Yare yare, como siempre a los médicos le encanta analizar todo aquello que no comprenden, mientras no me disecciones o trates de experimentar conmigo estamos en paz, todo sea por el bien de la ciencia supongo o mejor dicho por matar alguna de esas preguntas que tienes en tu cabeza ahora mismo, por que comprendo que serán muchas, no todos los días se ve algo así y no, no es por fardar.

Entre cerro sus ojos de forma desconfiada al oír lo que decía, es verdad, nunca había sido buena con eso de los cumplidos, y su sospecha de que aquel chico iba a usar aquello en su contra se cumplió, con un leve sonrojo se apartó, suspiro y se apoyó en una de las cajas que había allí sentándose y cruzándose de pierna, para prestarle toda su atención a lo que el chico hacía, se sorprendió al ver su transformación y entonces comprendió todo el asunto de la rana y pese a todo siguió viéndolo adorable, ella estaba acostumbrada a ver las cosas desagradables y horribles que un desierto puede enseñar, aquello no la asustaría, es mas, le aprecia curioso, y como era una persona con mucha curiosidad, aquello le agradaba..

-Mira tu por donde ya no me siento la única extraña y sigues siendo adorable así, ranita y por cierto...ni se te ocurra hacer lo del cumplido otra vez -Fue ha decir algo mas pero entonces escucho una voz, sus ojos se clavaron de forma fría y atemorizante hacia el nuevo integrante de aquel callejón, mirándolo con desconfianza, podía notarlo, lo había visto todo, se alejó de la pared y se acercó a él.-Buenas tardes...con permiso -sin mas paso por su lado su hombro choco levemente con el del, ella era mas bajita pero no menos fuerte, salió de allí caminando lentamente y un poco antes de la salida del callejón se paro y miro hacia atrás- Kae, vamos...aun queda mucha ciudad por ver...y dudo que este caballero diga algo de lo que acaba de ver, por su propio bien...

Las palabras de Aria eran serias, frías y cortantes, no le gustaba que la gente fuera por ahí sabiendo su secreto, el gustaba mas tenerlo como una arma secreta, ella siempre era infravalorada en las peleas, así que prefería guardarse su Akuma no Mi como una carta del triunfo y no como algo que todos supieran, sus ojos analizaron al hombre que tenían delante, cabello negro, ojos azulados, o al menos así se veían con la luz de aquel callejón ataviado con una capa que no dejaba ver bien la ropa que llevaba, en definitiva, otra persona curiosa e interesante, y realmente apuesto, negó levemente y suspiro, había venido a aquel lugar con un motivo fijo y claro, y hacia rato se había desviado, pero ahora , se alejaba del todo, adiós a su día tranquilo haciendo turismo por la ciudad, adiós...a su día en general.

-Antes de que diga nada, no, no es una amenaza es una sutil advertencia acerca de lo mal humor que me pone la gente cotilla que va mirando por callejones cuando no debe y que abre la boca mas de lo que debería así que, si quiere mantener su boca en su sitio, no diga nada ,así me ahorrara el tener que limpiar su sangre de mi ropa después, pero aun así, he de admitirlo...interesante, muy interesante, y eso, por si no sabe que es, es un cumplido...bueno, ¡de turismo!

Kaeru miraba cabizabajo el suelo esperando escuchar las palabras que siempre se sucedian a su transformacion...Monstruo, abominacion...No era especialmente feo, al contrario, su piel se volvia tersa y de aspecto delicado, mas sabia perfectamente que las diferencias creaban las inconformidades, tal y como paso en un pasado cuando sus alas podian ser enseñadas con libertad por las calles de su ciudad natal.

No se lo espero, nadie nunca habia visto aquella forma y habia seguido con el, mucho menos adularle y llamarle igual...Igual que una preciosa cobertura que brillaba con el sol... Su mente no lo entendia, mas sabia que aquellas palabras intentaban alegrar al muchacho, consiguiendolo, pero sin llegar a mostrarlo hacia fuera...No era de los que iban soriendo por la calle como si nada.

Cuando se disponia a darle las gracias o a ocultar su felicidad tras otro de sus cumplidos, la mirada de Aria le advirtio de que habia alguien mas en el callejon, cosa que parecio enfadarla y obligarla a salir al extrerior, pidiendo segundos despues al peli azul que saliera con ella para ver la ciudad. No sabia si eran conocidos, pero esa manera de hablar le parecia un tanto extraña cuando segundos atras habia estado hablando con el, siendo un completo desconodido.

*Ahh a este paso mi cabeza va a explotar* Pensaba el chico-rana al acumular mas y mas preguntas dentro de su cabeza que no tenian solucion, pasando a escasos centimetros de aquel hombre.

-Hola, encantado de no conocerte-. Dijo el muchacho con un leve movimiento de su mano derecha, alargando alguna que otra palabra con los ojos entrecerrados...No queria ofenderle, mas bien mostrar desgana...Ya habia hablado demasiado para todo el dia y perder saliva con un desconocido le era algo cansado.

Justo cuando se iba a marchar escucho las ultimas palabras de Aria, mencionando a aquel tipo como un cotilla. Realmente no le resultaba molesto, la manera en la que habia entrado, sin gritar ni insultar, le habia parecido algo curiosa, sin embargo igualmente el cotillear no era algo agradable y menos para un medico, quien vive de sus tecnicas y unguentos creados por si mismo.

Odiaba a los entrometidos, y aquel tipo comenzaba a pasarse, sinceramente otra cosa que no tenia Aria, apare de auto control, era paciencia , oh no, su carácter explosivo y directo no congeniaba con dicha virtud,mas bien se repelían, y aquel tipo, estaba agotando la suya con una facilidad alarmante y aquello no era para nada bueno, pero tenia que aprender a controlarse, desde que había adquirido la habilidad de la Akuma no Mi, que era ciertamente peligrosa por su extrema fuerza, había comprendido que si contar hasta diez no funcionaba, era mejor alejarse del sujeto en cuestión antes de impactarle un derechazo en plena cara, y la verdad, seria una pena destrozarle el rostro, no era tan feo después de todo.

-No, suelo recibirles de una forma cariñosa y agradable ya que los hombres que siguen a una mujer a un callejón tiene muy buenas intenciones, es mas, son unos completos angelitos-le dijo con extremo sarcasmo mientras le sonreía de lado, nunca se dejaría aplastar por nadie, había hecho una promesa después de todo-Disculpas aceptadas...y para la próxima, no andes de cotilla.

Suspiro y contó por tercera vez en dos minutos hasta diez ,sinceramente tenia ganas de matar , destrozar y destripar a alguien, negó levemente, ya volvía a sus pensamientos sádicos y negativos, piensa en positivo, se repitió de nuevo, miro al completo desconocido y para sorpresa de todos, y hasta para sorpresa de ella,le sonrió tranquila y dulcemente.

-¿Deseas algo mas? no se, como te veo tan interesado,mi nombre, una cita, pide, me siento generosa, tanto como para no atentar contra tu vida...de momento.

Se cruzo de brazos y le miro con el ceño claramente fruncido y los ojos entrecerrados, sinceramente , comenzaba a perder todo el encanto que su atractivo le daba.

Kaeru se limito a escuchar el dialogo de aquellos dos, sin hacer ningun gesto ni comentario que perturbara su conversacion.

*No solo me encuentro con una chica que se parece a mi, si no que tengo posibilidades de ver espectaculo* Pensaba mientras su mirada, despreocupada, tomaba un aire masserio, analizando al sujeto y a su propia compañera... Puede que ella estuviera de su lado, pero no podia permitirse el lujo de confiarse de alguien que podria partirlo en dos como si fuera una rama seca.

Se llevo las manos tras la cabeza...Era aburrido, solo hablaban, Aria de una manera mucho mas amenazadora, sin embargo no pasaban a cosas mas serias. *Me gustaria saber porque acepta las disculpas y mas tarde sigue metiendose con el* Se preguntaba el peliazul al ver como Aria seguia hablando sarcasticamente con aquel hombre.

-Deberias pedirle una cita, te llevaras una grata sorpresa-. Dijo finalmente el peliazul, mirando ligeramente al cielo mientras decia aquellas palabras, pateando el suelo repetidas veces con tal de que aquella conversacion llegara a una conclusion.

Cierto era que no le gustaba tener protagonismo, y lo demostro con la accion que habia tomado al colocarse tras de su amiga, para que esta pudiera verle tranquilamente, sin estorbos...Sin embargo su personalidad estaba por encima y aunque no era protagonista, era lo suficientemente pesado como para ir soltando frasecitas que caldearan el ambiente.

Descruzo sus brazos cansada de todo aquello, su paciencia había llegado a su fin, aprovechando que el acortaba distancia ella hacia lo mismo , solo que no lo disimulaba , siguió avanzando hasta estar a escasos centímetros del clavando sus ojos en los del fijamente, sin vacilar y sin temor, escuchando cada palabra sin una expresión en el rostro, sin inmutarse y sin moverse, casi como si fuera una estatua, hasta que , de repente, le sonrió de nuevo.

-¿sabes que cuando sonríe de esa forma socarrona, las tres arrugas de tu frente se notan mas?-sonrió levemente, si, no había escuchado nada de lo que había dicho, le había ignorado olímpicamente, o ese parecía, quien sabe, sabia que en un momento de la charla del, su cerebro se había desconectado para ahorrarle una matanza al contrario asegurada -pero lo gracioso, es que te hace ver como un abuelito, que gracia.

Miro a Kae y rió levemente, sin poder evitarlo, su risa inundo aquel oscuro y tétrico callejón, ella no era de reírse demasiado, pero no podía evitarlo, su burdo intento de controlar sus ataque de ira comenzaba a funcionar, su risa comenzó a apagarse y miro a ambos chicos como pudo, suspiro y dijo.

-Lo primero, Kae, deja de meter cizaña, si quieres ver un espectáculo, vete al circo o a un cine, lo segundo, puedo llegar a ser muy amable, pero creo que tu eso nunca lo veras, tercero, turismo, hace años que no venia a este lugar y quiero visitarlo y cuarto...yo a ti no te he visto en mi vida y déjame decirte , que eso sonó a patético intento para ligar.

Volteo dándole la espalda, aun seguía cerca del, así que decidió poner distancia y andar un par de pasos hacia delante, volteo y les miro, quizás debería de cambiar de estrategia.-¿quieres acompañarnos? he de admitir que meterme contigo es divertido aun que claro..¿no te importa que don amargado nos acompañe, verdad Kae?

A pesar de los intentos del chico-rana por perturbar la tranquilidad de aquel hombre, nada conseguia cambiar la amabilidad de su cara. Primero Kaeru se vio derrotado sin embargo tardo pocos segundos en aceptar el reto e intentar picar un poco mas en la conversacion, atendiendo evidentemente a la peticion de Aria, mas no la cumpliria del todo, no se meteria mas con ella, pero si con el.

-Si si Aria-sempaai-. Contestaba el muchacho alargando la ultima i de cada "si", dando un aspecto de pasotismo total a su peticion, como si fuera un niño pequeño que habia escuchado 20 veces la misma regañina. No lo hacia con mala intencion, pero su cerebro tenia en el punto de mira a ese tipo y no queria dejarle escapar.

-Aria-sempai, no deberias hablar asi del pobre, ¿no viste que se sintio herido por negarte a darle esa cita?, no recalques su entrada en años, eso podria hacerle caer aun mas en desgracia-. Explicaba mientras le señalaba con un dedo. -Y por cierto son 4 arrugas-. Termino de decir mientras las contaba delante de el, levantando un dedo por cada una que veia.

Como siempre fue regañado, pero estaba acostumbrado, por lo menos no era una amenaza de muerte, parecia que la situacion para el peliazul habia mejorado con aquella chica...Mas aun la miraba atento por si cambiaba drasticamente. Tras hacer su tipica burla se marcho tras de Aria, soltando un leve bostezo mientras caminaba con las piernas algo separadas, dando la sensacion de que caminaba como si aquel fuera su mundo y viviera el solo en el.

-Nee, nee Aria-sempai-. Dijo con el tono de pereza y vagueria que le caracterizaba. -Deberiamos irnos ya, si continuas ofendiendole aumentaras el numero de arrugas en su rostro-. conforme hablaba se acercaba al primer plano, como si mirara a una camara. - Cientificamente comprobado-. Solto sin venir a cuento y con su tipico tono despreocupado...Desde luego de ser vendedor, no venderia agua ni en el desierto, pero ya le daba un poco igual, pocas cosas podian pensar de el que no estuvieran asociadas ya a la locura por llevar aquel enorme gorro.

Su sonrisa se amplio al escuchar a Kae, si, estaba comprobado, aquel chico comenzaba a caerle mejor y cada vez mas, ademas de que con aquellos comentarios le ayudaba a controlar las ganas que tenia de romper algo, aun que ahora ya no tenia tantas ganas como antes,miro a su nuevo acompañante con una sonrisa de felicidad de lo mas completa, le encantaba oír como perdía su compostura y se rebajaba a su mismo nivel, era algo que sin duda , se acostumbraría ha hacer, lastima que dudaba volver a ver a aquel desconocido.

-Si, turismo, pasear no hace daño a nadie y es bueno para la salud, apuntalo por algún lado, por si te falla la memoria abuelo ademas es bueno para el cuerpo.-dijo mientras que la sonrisa no desaparecía de su rostro y de vez en cuando miraba a Kaeru con cierto toque de diversión. por cierto, ya que nos va a acompañar, te daré el gran honor de saber mi nombre...y aun así no quieras saberlo te lo daré, para que le pongas nombre a este cuerpo...me llamo Aria, y decir que es un placer e conocerte...seria mentir, y yo mentirosa, no soy.

Iba a continuar su camino como si nada cuando lo oyó, comentario machista, sus puños se cerraron con fuerza e incluso pudo notar sus uñas clavándose en su piel en un burdo y salvaje intento de no pegarle un puñetazo o una patada y soltarle una de la suyas,suspiro , le mio y sonriendo le dijo.

-Oh, que amable, gracias por preocuparte por mi , pero no tengo el periodo, es mas esta es mi faceta buena, soy todo un angelito ahora mismo, cuando me venga, te avisare, y así conocerás mi verdadero lado malvado, creo que te resultara realmente....interesante, si es que sobrevives tras verlo.