Escape del bloque de hielo

Mi embarcación estaba en las últimas tras el largo viaje y a lo lejos parecia vislumbrarse una especia de glacial o isla helada. Sin muchas más opciones me dirijo hacia la enorme estructura helada. Tras unas cuantas horas remando llego a lo que parece la costa de esa enorme villa helada, bajo del bote y algo fatigado por el viaje decido parar para recobrar fuerzas. Al cabo de un rato descansando veo algunas aves sobrevolando la zona y no parecen alejarse mucho sino más bien como si rondasen algo, tomandolo como una señal de que hay vida en la zona y con mis fuerzas algo recuperadas decido cesar en mi descanso.

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-"Caminaré un poco a ver si encuentro alguna zona para descansar en condiciones"- Pienso mientras me dirijo hacia adelante sin rumbo alguno.

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Por más que camino sólo logro ver hielo y nieve por todos lados, comienzo a dudar si con tanto blanco no me habré perdido, cuando de repente a lo lejos parece que hay algo. Me aproximo apresuradamente hacia lo que parece ser una choza, cuando me encuentro lo suficiente cerca comienzo a caminar cautelosamente.

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-" La choza parece deshabitada, no sale humo de la chimenea, no hay luz en su interior y esta bastante cubierta de nieve. Parece el lugar perfecto para resguardarme hasta organizar un poco mis asuntos"- Pienso mientras con mucha cautela comienzo a agarrar el pomo de la puerta, aparto la nieve que atora la base de la puerta con el menor ruido posible y abro la puerta.....

La puerta se abre lentamente y con un perturbador chirrido de los engranajes. Comienzo a mirar cautelosamente todos los recobecos de la choza para descartar cualquier riesgo.

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-"Parece que esta vacía". Pienso mientras cierro la puerta de la choza desde dentro.

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Tras algun tiempo haciendo un poco más habitable la choza decido prepararme para establecerme en ella un buen refugio. Comienzo limpiando un poco pequeños espacios en las "ventanas" para poder vigilar un poco el exterior y que entre algo más de luz, acto seguido coloco una silla bastante desgastada en el pomo de la puerta para bloquearla y coloco una especie de taza o jarrón de cerámica en el asiento de la silla.

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-" Bien ahora podré descansar un rato". Pienso poco antes de tumbarme en un camastro que había y colocar mi katana apoyada cerca, tras pasar un rato y algo exahusto por el complicado viaje caigo dormido.

- Oye, fijate parece que alguien ha pasado por aquí.
-¿Por qué dices eso?
- Fijate en la nieve de la puerta, tiene marcas de que se ha abierto y en esta zona hace tiempo que no queda nadie libre.
-Tienes razón, ¿qué hacemos echamos un vistazo?

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El jarrón cae al suelo y se rompe causando algo de ruido, me despierto con el sonido y comienzo a escuchar golpes en la puerta.

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-¿HAY ALGUIEN AHÍ?, ABRAN SOMOS LA MARINA. Grita un marine mientras continua golpeando la puerta

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"Parece que no he tenido mucha suerte encontrarme con la marina tan pronto y de esta forma". Pienso mientras los marines continuan golpeando la puerta e identificandose para intentar entrar.

La puerta comenzaba a tambalearse y los marines no parecían desistir en su empeño de entrar, así que sin muchas más opciones en mente decido desenvainar mi katana sigilosamente para no alertarles aún más.

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-"Bien supongo que lanzo una estocada profunda a media altura podría lograr sorprender a alguno de los marines que estan aporreando la puerta y herirle por la zona del estómago". Pienso mientras me aproximo con cautela a la puerta intentando aberiguar por que parte se encuentran para no fallar mi estocada.

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Tras analizar un rato la zona de la que provienen los gritos y los golpes de los marines, me decido y lanzo una profunda estocada con mi katana a traves del lado derecho de la puerta.

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-Arrggghhh, mierda ayudame..- Dice uno de los marines mientras veo como la sangre empieza a correr por el filo de mi katana.

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-Maldita sea, alto en nombre de la Marina.-Contesta su compañero mientras el otro marine la ayuda a retirarse de la puerta desensartandolo de la katana.

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-"Bien, por los gritos y la sangre parece que uno de ellos ya no será problema". Pienso mientras retiro mi katana de la puerta.

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Patapum pum pum

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La puerta se abre bruscamente partiendo el respaldo de la silla y golpeandome, tirandome al suelo a un par de metros de la puerta, mientras caigo intento fijarme en la entrada pero el contraste de la luz del exterior solo me deja ver una silueta negra.

Tras la caída me incorporo rápidamente y me quedo mirando fijamente la silueta del marine. Tras unos instantes intercambiando miradas el marine saca ligeramente la katana de su cinto.

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-Parece que tiene intención de vengar a su compañero, no me queda más opción que quitármelo de en medio. Pienso mientras ambos nos preparamos para un enfrentamiento que apunta a la muerte de uno de los dos.

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Agarro mi katana mientras el marine desenvaina la suya y se coloca en una extraña posición ofensiva, mientras tanto yo me agacho ligeramente para tomar más impulso en mi acometida y coloco el pulgar izquierdo bajo el mango de mi katana.

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- No parece un rival para andarse con contemplaciones usare el estilo Iaido(desenvainar, cortar, limpiar y envainar) para intentar acabar con esto lo antes posible. Pienso momentos antes de que ambos comencemos nuestros diversos ataques.

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El marine se lanza en carrera contra mi, y yo realizo mi acometida por su lateral izquierdo intentando ser menos vulnenerable a su estocada, ya que parece diestro. Ambos intercambiamos golpes quedando de espaldas respectivamente y cambiando las posiciones de incio, yo estoy casi en la puerta y el marine dentro de la choza. Yo comienzo a sangrar ligeramente por mi hombro izquierdo, pero el marine tiene un corte en su costado izquierdo.

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-Te atreves a enfrentarte a la autoridad después de haber herido ya a un marine, es imperdonable.- Dice el marine mientras se prepara para un nuevo ataque. Yo hago lo propio y me coloco en la misma posición que antes.

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El marine inicia su acometida mientras yo me mantengo en posición sin iniciar la carrera, pero preparado para asestar una rápida estocada en cuanto se encuentre a mi alcance.

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-" Si dejo que lance su estocada mientras me coloco detras del marco de la puerta, es probable que su espada quede encallada en la madera".

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Pienso mientras el marine se encuentra ya casi en mi posición. Inicio la táctica y la espada del marine queda atorada en la madera del marco de la puerta, pero cuando me disponía a asestarle el golpe definitivo en un rápido alarde de reglejos me propina una patada tirandome al suelo a unos metros de la entrada.

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-"Parece que no tengo la habilidad suficiente para acabar con esto rápido, bien entonces probaré con esto otro". Pienso mientras al incorporarme apunto con el filo de mi katana sobre el cuello de su compañero.

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- Si no tiras tu arma ahora mismo mataré a tu compañero.- Le digo al marine mientras este dubitativo empieza a tambalear.

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- Está bien, pero no le hagas nada, ¿De acuerdo?.- El marine lanza su espada hacia donde nos encontramos y se queda expectante.

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- Bien, ahora voy a ataros, dame tus esposas.- Le digo mientras le quito el arma y sus respectivas esposas al marine herido.

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- ¿Dónde está la otra llave?.- Le pregunto al marine mientras ya con todas las armas y esposas en mi poder le lanzo un juego de esposas al marine.

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-Solo tenemos 1 llave porque son genéricas, todas las esposas aqui tienen el mismo molde.- Me dice el marine, mientras en mi mente comienzo a esbozar un plan.

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Empiezo a colgar al marine que se encontraba practicamente ileso de una viga del techo con las esposas encadenadas en una muñeca y en un tobillo, y acto seguido arrastro al marine herido hasta una esquina de la choza, y con algunas cuerdas que logro encontrar por el lugar le ato las manos y los pies.

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- Bien os dejaré aquí, pero antes necesito una cosa más, ¿Donde hay barcos en esta isla?. -Le pregunto al marine consciente, a lo que este me responde que los únicos barcos que puedo encontrar en la isla son los de sus compañeros de la marina.

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Sin más dilación cierro la choza con los marines dentro y me encamino en la dirección en la cual se supone estan sus barcos. Por el camino tiro las armas de los marines y comienzo a fijarme en las esposas y la llave mientras continuo avanzando sobre la nevada explanada.

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Al cabo de un buen rato caminando localizo lo que parece ser una base o un puesto avanzado de la marina. Tras aproximarme un poco más y fijarme detenidamente me percato de que es de la marina pero no se parece en nada a un puesto avanzado o una base, pareciese más como si se tratase de una carcel. Sin demorarme arrojo las esposas que me quedaban y me guardo la llave en mi obi(cinturon) y continuo mi trayecto hasta lo que parece una entrada. Al aproximarme a lo que parecen dos grandes puertas de acero estas se abren repentinamente y al otro lado me encuentro con un regimiento de marines.

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- !!!!!TODOS ATRAPADLEEE¡¡¡¡. Grita el que parece el jefe de los marines.

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Los marines se agrupan a mí alrededor mientras yo coloco mis brazos en alto, dando a entender que me entrego sin resistencia. Uno de los marines se acerca y me coloca unas esposas en las manos.

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- Teniente, ya está le tenemos¡¡ - Grita uno de los marines mientras me comienzan a mover hacia el interior de la estructura.

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- Teniente, antes de nada tengo un mensaje que darle.- El teniente asiente con la cabeza, a lo que prosigo diciéndole:

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- Dos marines me enviaron aquí después de salvarme cuando estaba perdido en la nieve. Me gustaría en agradecimiento que me permitiese ir a buscarles ya que se quedaron atrapados en un alud cerca de una choza poco después de salvarme.- Le digo al teniente intentando persuadirle al ver mis nulas posibilidades de salir airoso de la situación actual.

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- ¿Te han explicado el porque tenías que venir aquí?.- Me pregunta el teniente de la marine, a lo que yo le respondo negativamente en un gesto con la cabeza.

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-Bien, supongo que es lógico por tu parte querer ayudar a tus salvadores.- Dice el teniente mientras se forma una mueca de sonrisa en su rostro.

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- Tommy, Duncan he conseguido una misión para vosotros, deberéis llevar a este recluso y rescatar a los marines atrapados en el alud, debe ser fácil incluso para dos recién alistados como vosotros, de todas formas os voy a facilitar un bote para que podáis evitar el perderos en la explanada.- Les dice el teniente a dos de los marines.

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- Si, señor.- Responden el duo de novatos al unisono.

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-Bien ahora antes de partir dadme las llaves de las esposas que teneís no quiero correr riesgos.- Los dos marines novatos obedecen sin mediar palabra y acto seguido comenzamos una marcha en la que me guían a empujones hasta un bote.

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Al llegar al bote uno de los novatos me hace subirme y acto seguido se sube conmigo a la embarcación.

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- Esperame aquí, yo mientras ire a por un encendedor y algun barril de gasolina(o cualquier liquido inflamable del universo OP) para poder derretir la nieve.- Le dice el otro novato mientras se aleja y nos deja esperando.

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Al cabo de un rato llega el marine novato con el bidón de gasolina y el encendedor. Tras subirse abordo partimos bordeando la isla hasta que llegamos a una zona desde la que parece verse la choza a lo lejos. Avanzamos un poco más perdiendo la choza de vista mientras dejamos el bote en una costa cercana. Caminamos durante un tiempo hasta ver la choza por fin a una distancia escasa.

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-Esperad aquí, voy a acercarme a inspeccionar, porque no parece que haya demasiada nieve.-Dice uno de los novatos mientras deja el bidón y se aleja.

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-“Bien esta es mi mejor oportunidad”. Pienso, mientras aprovecho que el novato que se ha quedado conmigo está vigilando a su compañero, para sacar la llave genérica de mi obi y quitarme las esposas. Acto seguido y sin demorarme desenvaino mi katana y coloco el filo en el cuello del despistadizo novato.

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- No te muevas y tira tus armas.- Le digo al novato mientras deja caer todas sus armas.

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- Tú, tira hacia aquí tus armas y colócate las esposas¡¡¡¡¡- Le grito al otro marine poco antes de que alcance la choza.

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El novato más alejado se coloca las esposas mientras me aproximo hacia él con mi rehén preparado. Tras esposarles a ambos decido ver a los marines que encerré antes en la choza, al abrir la puerto veo que ambos están inconscientes.

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-“Es probable que el otro ya este muerto y el ileso se haya desmayado intentando zafarse de las esposas”. Pienso mientras introduzco a los dos novatos en la choza y les cruzo les esposas con una viga de la choza.

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Los dos novatos comienzan a gritarme mientras salgo de la choza y regreso con el bidón de gasolina.

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- PARA POR FAVOR¡¡¡¡¡.- Gritan los novatos mientras me observan aterrorizados rociar la choza con gasolina.

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Tras un rato rociando a conciencia toda la choza le cojo del bolsillo a uno de los novatos el encendedor y me aproximo a la puerta, lo enciendo y lo arrojo dentro mientras cierro la puerta. Me alejo mientras se escuchas los gritos desgarradores de los marines calcinándose y me dirijo hacía la embarcación con cierta parsimonia, al cabo de un rato al llegar al bote lo empujo hacia el mar y me monto para descubrir mi próximo destino.

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