Demasiado barullo

El delgado muchacho enmascarado se encuentra sentado en medio del bosque con las piernas cruzadas. Tiene la katana frente a el, y su mochila con cosas a un lado. Sobre un árbol cercano se encuentra el Cuervo.

-A mi me parece irónico que siendo medico no pudieras ser mas limpio con tus, ejem..... asesinatos-

-Ya te lo dije. Yo no asesino-

-Digas lo que digas, decapitar a una persona o atravesarle el corazón con una katana es asesinar. ¿Cuantos cadáveres llevas ya en esta isla? ¿Cinco? Y no hablemos de la pobre puta que se acostó contigo.-

-Yo la quería defender-

-Pero no lo pudiste hacer, ¿verdad?. Supongo que no eres un muy buen justiciero........ ¿verdad?-

A lo lejos se escucha mucho ruido. Un montón de luches se acercan al bosque a las afueras de la ciudad. El mismo donde se encuentra Mr. Poe.

-¡¡Auxilio!!- Grita un joven mientras corre por las calles. -¡¡Ayuda!!- La gente lo mira fijamente.

-¿Que sucede?-

-¿Que paso?- Murmura la gente. Sin embargo el joven muchacho no responde solo corre gritando mientras se acerca a la casa del alcalde. Un grupo pequeño de gente lo sigue llenos de curiosidad y lo observan mientras ya en la casa del alcaide lo llama a gritos.
Un hombre mayor de cabello canoso abre la puerta.

-¿Que diablos pasa aquí Manaka?- El joven muchacho de cabello castaño y tez morena se recarga sobre sus rodillas e intenta recuperar el aire después de la carrera dada. El alcalde no repite la pregunta y solo espera a que el chico se recupere. Los testigos entrometidos que se encuentran alrededor observando la situación esperan con nervios por lo que Manaka dira.

-¿Que paso?- Se continúan preguntando entre ellos

-¡¡¡Mataron a Michelle-San!!!- Una inalacion profunda reflejando sorpresa recorre la boca de todos los presentes.

-....¿fue su....su- El alcalde no se atreve a decirlo. Pero el muchacho y todos los presentes entienden de que esta hablando.

-No. No fue su marido. El, también esta muerto.- Nuevamente la gente se sorprende. Y el chico lo nota.

-Pero vamos muchacho explícanos bien que sucede.- Dice el alcalde tratando de que la gente no note su preocupación.

-Bueno. Yo y mis amigos ayudamos a Michelle-San a llevar un extraño que estaba muy débil a su casa. Eso fue esta mañana antes de que saliéramos de pesca. Y hace unos minutos fui a su casa para llevarle unos pescados que me habia pedido despues de que la ayudáramos. La encontré muerta, y a su marido....cortado, y repartido en varias bolsas.- El chico se encuentra notablemente asqueado y perturbado. Pero se debe llegar al fondo del asunto.

-¿Algo mas?-

-Bueno ese hombre venia en un bote pequeño de una sola vela. Cuando veníamos de pescar hace no mas de una hora lo vimos adentrándose en alta mar, sin nadie a bordo. Así que probablemente el sujeto siga en la isla.- La gente nuevamente se sorprende y comienzan a hablar entre ellos. El alcalde los calla. Hagan lo que hagan deben mantener la calma.

La gente se moviliza. El alcalde acaba de dar la orden de que todos vuelvan a sus casas y se encierren hasta nuevo aviso. Solo Manaka y el hombre anciano se encuentran en su oficina intentando contactar con la marina por medio de un Den Den Mushi. Finalmente después de unos minutos de platica el alcalde cuelga.

-¿Y bien?-

-La marina viene en camino...- el muchacho se ve notoriamente mas relajado -.....pero no llegaran sino hasta mañana.-

-¿¡Que!?, ¿¡pero por que!?-

-Al parecer se encuentran demasiado lejos- El alcalde pone la cabeza entre sus manos y aguarda unos segundos en completo silencio. Mira a el librero detrás de Manaka y observa un pequeño cofre de madera vieja con un candado oxidado. Entonces siente la necesidad de proteger su ciudad. Por lo menos ahora gracias a ese cofre ya tienen una ventaja.-Muy bien, no podemos quedarnos así. Hay que hacer algo-

-Recapitulemos. Un hombre desconocido llego medio moribundo. Probablemente por hambre e insolación. Entonces Michelle lo salvo. Y el la mato junto a su marido. Después cuando me contaste eso y te pedí que describieras al hombre. Pues tu previamente le habías ayudado a Michelle a llevarlo a su casa. Me dijiste que usaba una mascara sonriente y no traia mas que un pantalón y una katana. Entonces el volantero de la Cabra Engrasada dijo que le había dado un folleto del.... em.... bar a ese hombre. Y después de que fuera a revisar al bar. Nos informo que al parecer Don Kin estaba muerto junto con sus guardaespaldas y una.... señorita. Ahora la marina no llegara hasta mañana y tu barco pesquero se encontró el bote donde encontraron al hombre camino a alta mar y lo remolcaron hasta cerca de la isla donde ahora se encuentran algunos de tus nakama. Por lo tanto estamos atrapados con un hombre altamente peligroso. Y sin nadie que nos ayude-

-Básicamente-

-Entonces supongo que.....- Un ruido le interrumpe. Hay mucho barullo afuera de la casa del alcalde. El hombre anciano se asoma por la ventana. Y puede ver a todos los habitantes de la isla marchando camino al bosque a las afueras de la ciudad. Portan algunas espadas. Lanzas. Martillos. Y prácticamente cualquier cosa que pueda ser usada como arma. El sol comienza a mostrarse por el horizonte y la gente se mueve en una multitud furiosa. -¡¿Que pasa?!-

-Vamos a atraparlo-

-Todos juntos-

-Acabaremos con ese maniaco-

-Esta en el bosque- La multitud responde como si fuese una sola persona. Y continúan caminando. El alcalde sabe que ese hombre es peligroso. Pero ya no hay marcha atrás. No puede, aun siendo el alcalde, detener a semejante multitud el solo. Ademas, no hay forma de que un hombre solo pueda hacer algo contra semejante multitud.

-Vamos Manaka- Dice el alcalde mientras se mueve hacia el librero detrás del pescador y toma el pequeño cofre.

-¿A que se refiere Alcalde-Sama?-

-Vamos por ese maldito- Acto seguido sale por la puerta principal y se une a la enorme multitud. Manaka voltea y observa el Den Den Mushi por ql que el alcalde había hablado con la marina y a un lado sobre el mismo escritorio un pequeño Ko Den Den Mushi que utilizaba para dar ordenes en movimiento. Como avisos por el megáfono en el centro de la ciudad o para contactar con el barco pesquero de la isla. Lo toma y se lo lleva. A final de cuentas podria serles útil.

El alcalde camina en medio de la multitud con el pequeño cofre bajo el brazo y su Ko Den Den Mushi que Manaka le había llevado por si acaso. Minutos atrás había llamado al barco pesquero de Manaka para ordenarles que rodearan la isla bloqueando la salida del bosque. Mientras la multitud bloqueaba el lado de la ciudad. Ese loco no tendría ningún escape.

Caminan un rato y no tardan demasiado en encontrarlo. Se encuentra sentado en medio del bosque, con las piernas cruzadas y su katana enfrente. Porta unos vendajes en el brazo y pierna derechas, además de otro pequeño en la oreja izquierda. Se pone de pie y todos pueden ver su torso, su pantalón y su mascara. Cubiertos de sangre. La gente inicialmente tenia la idea de matar a aquel asesino. Pero su apariencia en esos momentos les parece aterradora. Y nadie se mueve de su lugar. Forman un semicírculo alrededor del enmascarado manteniéndose siempre a una distancia segura. Como si se tratase de un animal salvaje.

El hombre se agacha un momento y saca una venda de su mochila en el suelo. Luego ata con fuerza la empuñadura de su katana a la funda de manera que esta no pudiera salir fácilmente.

-E matado suficientes personas como para ser considerado una mala persona. Y ahora, en esta pelea, probare si merezco continuar con mi misión. O si el destino tiene otra cosa planeada. Aun así no quiero matarlos. Solo me defenderé-

-¡¡¡Maldito bastardo hipócrita!!!- Grita un hombre con una guadaña para labrar el campo y se abalanza sobre Mr. Poe mientras todos observan anonadados. Un movimiento rápido y un golpe en la nuca. El hombre cae desmayado. La gente aprieta sus armas furiosa y se abalanzan alrededor de cinco hombres esta vez. El alcalde solo observa. Observa como aquel extraño enmascarado salta y golpea a uno con la punta de la katana en la cara mientras le da una patada a otro. Son simples ciudadanos. Y el esta notablemente entrenado en el uso de la katana. Sabe como luchar. Un alarido recorre la multitud y entre todos se abalanzan sobre el enmascarado.

-¡Alto!- Grita el alcalde y todos voltean a verlo. -Yo debí disuadirlos de venir. Pero no me atreví. La verdad es que quería venganza tanto o más que ustedes. Pero no puedo dejar que todos ustedes sean aporreados por este hombre que todo lo que hace es burlarse de nosotros al no desenfundar la katana -Camina enfrente de todos y se coloca apoco mas de dos metros de Mr. Poe. Pasa sus manos por el cuello y saca una llave vieja y oxidada. Luego se la quita del cuello y pone el pequeño cofre en el suelo. -¡Esto se acaba aquí y ahora!-

El alcalde abre el cofre y saca un pequeño bulto envuelto en un pañuelo blanco. Desenvuelve el objeto y muestra una especie de pequeña nuez negra.

-Esto. Es una, ¡Akuma No Mi!-

Esas palabras resuenan en la mente de Mr. Poe. Recuerda el día en que los piratas atacaron su aldea. Los recuerda hablando de las Akuma No Mi. Frutas del Diablo. Frutas místicas que provienen del Grand Line y le otorgan a aquel que la coma grandiosos poderes. Además de que convierten al mar en su enemigo.

-¡¡¡¡¡Cómela!!!!!- La voz rasposa del cuervo. Seguramente había estado viendo todo. Desde un árbol como simple. Usualmente se mostraba sugerente. A veces incluso insistente. Pero ahora, parece más una orden.

El alcalde mueve la fruta hacia su boca. Mr. Poe de un golpe rápido a la mano del viejo. La Akuma vuela por los aires. Y el enmascarado la atrapa en caída, para después comérsela de un bocado.

-¡¡¡Si!!!-Grita el cuervo mientras vuela en dirección a Mr. Poe. El no se puede mover. Y solo alcanza a ver al ave introducirse dentro de el atravesando su carne y salpicando sangre en un horrible y doloroso espectáculo. Abre los ojos. No hay rastro del cuervo, ni de su sangre. Pero ahora puede pensar mas claro. Se siente revitalizado. Y sabe lo que en verdad quiere. Venganza.

La gente se encuentra anonadada, y varias personas caminan hacia atrás lentamente. Como alejándose de una peligrosa bestia a punto de atacar. Pero nada mas lejano a la realidad. El hombre camina en dirección opuesta a las personas adentrándose en el bosque.

-Vamos por el. El poder de la Akuma lo hace demasiado peligroso como para dejarlo ir.- El alcalde habla firme y sincero. Toma una lanza de uno de los hombres y se introduce en el bosque detrás de Mr. Poe. Los hombres lo siguen. Las mujeres y los niños se quedan.

-Es demasiado peligroso- Dijo uno de los hombre ordenándoles quedarse.

El alcalde se acerca a Mr.Poe por la espalda y le intenta clavarla lanza. Muy lento para el enmascarado. Mr. Poe voltea y toma la lanza. Se la saca de las manos y la arroja sobre el suelo. El alcalde y los hombres lo ven fijamente mientras…. se transforma. Plumas negras comienzan a crecer por todo su cuerpo y sus manos y pies se convierten en garras. Baja la mascara dejándola en su cuello. Y su cara se transforma rápidamente se la de un ave. Un cuervo de brillante plumaje negro.

Una serie de gritos se escuchan afuera del bosque. Y un pequeño grupo de mujeres entran temerosas. No pasan ni diez minutos cuando se encuentras con los cuerpos. Cadáveres de al menos diez hombres mutilados salvajemente. Y el resto heridos gravemente. Se preparan para ayudarlos. Probablemente no sobrevivan si no los atienden rápido.

A lo lejos Mr. Poe vuela sobre el cielo, en forma de cuervo. Ya no ve al extraño cuervo parlante. Ni lo escucha. Ahora…. el es el cuervo. Y desea venganza. Venganza de aquellos que atacaron su aldea hace años. En aquellos momento el no podía cobrárselas. Pero ahora. Su Tori Tori No Mi Cuervo le ha aclarado la mente. Matara a esos piratas y a cualquiera que se interponga en su camino.