.: Ficha de Triss Strato :.

-Nombre:
Triss Strato.

- Apodo:
"Blood Rain".

-Edad:
20.

-Clase:
Humano.

-Especialización:
Combate cuerpo a cuerpo.

-Banda:
Pirata.

-Cargo:
Cocinero.

-Descripción Física:
Lleva una larga gabardina roja con la Orden de cosido insignia de la espada en ambos hombros.También lleva un zip-up rojo sudadera / chaleco debajo de esta capa, un músculo marino debajo de esa camisa, y un par de pantalones azules.

-Armas:
Espada de doble filo.

-Descripción Psicología:
Egosentrico,Rebelde,Sarcastico,un poco Esgoista,Solitario,Serio,no es Frio pero si es Calculador y muy protector, tambien es Arrogante,Sobervio y para muchos Maleducado.

-Sueños o metas:
Convertirse en el mejor luchador del mundo, sus aficiones lo llevaron a tener como hobbie el cocinar sus alimentos.

-Historia:
Hijo primogenito y único de una joven pareja, su padre, fue un conocido almirante, uno de los más aguerridos y valientes, siempre dispuesto a dar su vida por su tripulación. Su madre una de las màs hermosas mujeres de toda la zona, en su juventud muy cortejada.
La pareja se conocía desde niños, forjaron una fuerte amistad, que poco a poco se había trasformado en un amor puro, y desinteresado, sin embargo, por causas superiores a sus posibilidades infantiles, se separaron por varios años. Sin embargo, los sentimientos que en sus almas y corazones habían nacido, no se marchitaron, solo crecieron con el paso de los años. Y una vez que sus miradas volvieron a cruzarse, supieron de inmediato que su lugar era estar juntos. Poco tiempo despues de reencontrarse, se casaron y su felicidad se vió aumentada al nacer su primogenito,un bebé de tez blanca con un peculiar cabello plateado, al que decidieron llamar Triss Strato, todo el amor que sentían el uno por el otro, se viò prontamente volcado hacia su pequeño, a quien criaron con amor, pero disciplina, anhelando que se convirtiera en un hombre de hecho y derecho. Un hombre de quien pudieran estar orgullosos.

El pequeño creció pues en un ambiente calmado y colmado de cariño, sin embargo, incluso en ambientes así, la personalidad propia de cada ser humano sale a flote. A su corta edad, su padre comenzó a percibir en su forma de actuar un comportamiento bastante peculiar, que de alguna manera, provocaba cierta incomodidad en su ser. Mostraba una personalidad taciturna, casi podría decirse que se aislaba del resto del mundo, con la mirada perdida en ocasiones, como si su mente se mantuviese ocupada en su propio mundo, su rostro apenas si mostraba alguna emoción,mucho menos una sonrisa.

Conforme pasaban los años, éstas características se acentuaban cada vez más, y al cumplir 18 años, un pasatiempo peculiar comenzó a ocupar todos los minutos libres del jovencito: practiba durante horas con una enorme espada, de la cual se negaba a contar como había conseguido. Desde el amanecer, hasta ya entrada la noche, se retiraba a las
profundidades de un bosque cercano para mejorar sus habilidades con la mortal arma. Sus padres, supusieron que con esta actividad, su pequeño hijo cambiaría al hombrecito que ellos anhelaban tener, así que le permitieron que continuase con dicha actividad sin chistar. Sus ilusiones se vieron truncadas, cuando el joven de ahora 20 años, con un cuerpo bien formado debido a sus entrenamientos físicos, apareció ante ellos con un par de enormes armas de fuego, que no hacían más que imponer respeto cuando la enorme espada que había sido objeto de su atención durante dos años, se hacía evidenteen su espalda, una vestimenta de lo mas imponente, en tonos rojo carmesí y negro que de imediato remitían la mente humana a algún demonio proveniente del más profundo de los infiernos,una voz grave y cargada de fortaleza les comunicó que se iria de la casa y se convertiria en pirata. Su madre estalló en llanto, callendo de rodillas y ocultando su rostro cargado de amargura entre sus delicadas manos; su padre, un hombre aún fuerte para su edad, lo mirócon rencor, un rencor que había ido creciendo conforme era testigo de como su único hijo se había transformado en un ser que jamás había logrado imaginar. Un sonido seco rompió el silencio del humilde hogar, el hombre soltó una bofetada en el rostro de su hijo.

-Si vas a largarte, hazlo, pero olvidate de nosotros, tu no eres mi hijo... -una voz cargada de furia.

Los ojos del joven se posaron en los labios de su padre, que temblaban ante cada palabra, y sin poder contenerse, soltó una carcajada seca, burlona. Enfundó ambas armas de fuego,
y se pusó de pie frente a su padre, se hizo evidente de inmediato que la fuerza física no estaba del lado de la vieja generación. La risa se detuvo y por un segundo que pareció eterno para sus padres, se instaló un silencio mortal, la mirada de su hijo cambió radicalmente, en sus ojos brillaba un destello demoniaco, y la sonrisa pintada en sus labios solo acentuaba el temor que despertaba la mirada penetrante, con lentitud, desenvainó la enorme espada que colgaba de su espalda y la empuño directo al cuello de su progenitor.

-No te preocupes... no dejaré que me recuerdes, te ahorrare el trabajo de inventarte una historia para desaparecerme.

Basto un simple movimiento de su mano derecha, con la que empuñaba la imponente arma, la mirada de su madre se encontraba perdida, viendo caer el cuerpo del hombre que había amado durante tantos años, y el enorme charco de sangre, que lentamente se formaba debajo, su labio inferior temblaba, él enfundó la espada y volvió la vista hacia su madre, dio un par de pasos lentos hasta quedar frente a ella, la mujer que le había dado la vida, que le dío solo amor por 20 años. Sus ojos se cerraron suavemente, como intentando traer a su mente la imagen de su madre cuando era más joven, su hermosura, su vitalidad, sus ganas de vivir. Con lentitud,se puso de cuclillas, hasta que su rostro quedó frente al de ella, quién seguía sin reaccionar. Con suavidad, sus labios depositaron un beso sobre la frente de la mujer, ella reaccionó por un breve instante, llevo su mano derecha hasta la mejilla izquierda de su hijo y con ternura la acarició.

-Te perdono... pero déjame ir con él.

El joven entendió inmediatamente, asintió sin decir más, se puso de pie y desenfundó una de sus armas de fuego apuntó hacia ella, quien cerró con suavidad los ojos y esbozó una dulce sonrisa. Él desvió la mirada y jaló del gatillo,en un segundo todo había terminado. Sin volver la vista atrás salió del que había sido su hogar por 20 años, decidido a olvidar su pasado, anhelando ver el futuro.