Oro que no Brilla

Incluso el aire en aquel momento, presentaba altos grados de salinidad, con solo aspirar un poco de el, aquel agrio sabor en la boca se sentía, como si ganas de vomitar se tuvieran. La trasparente agua del océano presentaba un colo azul brillante, producto del reflejo que el firmamento poseía en el. En el centro de la bóveda, el sol estaba ya por alcanzar la cúspide y alumbraba tranquilamente, todo lo que la noche había dejado en las sombras. Aquel negro navio, con velas blancas, y con bandera mercante, el anciano tenia una buena fachada para no ser atrapado por la marina, pues no era muy grande el barco, si solo aguantaba travesias cortas mucho menos seria capaz de hacer frente a un barco de la marina. En la proa de la construccion de madera, aquel joven pelinegro, disfrutaba de la brisa que brindaba el movimiento del barco, y con una mirada seria que era sostenida en el horizonte, esperaba, que pronto apareciera la isla de Tequila Wolf.

-Una buena mañana para conseguir algo de dinero- Soltó Madarame hacia el aire, esperando a que su anciano compañero de viaje escuchara aquellas palabras, sino en ese momento estaría hablando solo. ¡Puf! ese fue el sonido que se escucho, y casi instantáneamente, un pedazo de madera de la baranda en la que el pelinegro se encontraba apoyado voló y cayo al agua, para desaparecer en la oscuridad del fondo oceánico. -¡Mierda!- Y con aquel grito, el pirata joven rodo en el suelo y las llamas comenzaron a cubrir sus brazos y su espalda, mientras sus ojos, contemplaban una imagen que ni siquiera el podia creer ¿Por que estaba sucediendo esto? ¿Cuales eran los motivos? Kiricco no lo sabia, pero sus pupilas, contemplaban al perpetrador, la persona mas inesperada en aquel momento, si ese era el.

El calor del momento aumentaba lentamente conforme pasaban los segundos, la espalda y brazos de Madarame, ardian en ese fuego Cyan combinado con amarillo, y este aumentaba conforme la furia se apoderaba del cuerpo del chico. -¡Tu!... ¡Por que lo haces!- Dijo, mientras que sus ojos transmitian furia, y sus palabras odio. -Por que tu cuerpo, ba, no el, lo que contiene vale demasiado en el mercado negro muchacho- Esos dientes podridos se mostraban lentamente con una sonrisa, aquel anciano que llevaria a Kiricco a una aventura sin igual lo traicionaba de la peor manera posible, atacandolo por la espalda, aunque bueno despues de todo, el era un pirata. Otro disparo fue soltado por ese revolver, ahora esta rozo el brazo de Madarame, casi le atina, parecia que el anciano no tenia demasiada punteria en aquel momento, quiza algo le sucedia, quien podia saber.

La batalla comenzaba, un veloz salto de dos metros fue dado por Madarame, quien en un abrir y cerrar de ojos lleno de fuego sus piernas, e hizo que este mismo dejara sus brazos. Dando una mortal cuando se encontraba en la cúspide de esos metros, cayo como una bala para terminar apoyado con sus dos palmas de las manos en la cubierta del barco, a menos de un metro del anciano, y haciendo un movimiento con sus brazos y estirando sus piernas en ese mismo momento, giro completamente, y dio dos fuertes patadas al anciano, la primera en la cara y la segunda cuando el anciano perdió la estabilidad, en el costado izquierdo de su cuerpo, pues Kiricco había realizado su giro hacia la izquierda. El joven hacia gala de su habilidad como luchador, y su fuerza no era poca, menos aun con su pierna, esto mas la inmunidad que la fruta de Fenix le daba, era un oponente no muy fuerte, pero que podía generar problemas.

-¡Urg!- Aquel grito de dolor fue soltado por el anciano, y Madarame con una sonrisa, flexiono sus brazos e impulsandolos para que se tencionaran nuevamente dio un salto, para en el aire poder estabilizarse, y caer comodamente sobre la cubierta. -Me insultas tratando de asesinarme, dices que me vas a vender en el mercado negro ¿Y esto es todo lo que puedes hacer? Por favor me vengo entrenando durante ocho años con dos luchadores bien calificados ¿Y vienes tu en un dia a querer asesinarme con una pistola?- Dijo Kiricco con un tono de arrogancia y enojo, mientras que nuevamente esa sonrisa molesta se posicionaba en su boca -¡Eres un engreido! ¡Por culpa de eso algun dia te asesinaran! ¡Y ese dia sera hoy!- Dijo sosteniendo su pistola hacia el frente, aunque su mano temblaba velozmente, parecia no estar muy tranquilo.

-No lo creo- Susurro Madarame y en un instante, sus brazos se llenaron de fuego, pero ahora este era demasiado. Raras veces se podía ver un espectáculo así, la ardiente sustancia hacia que las extremidades de Kiricco se alargaran considerablemente y se curvaban hacia arriba mientras que en las puntas inferiores se dispersaba, como si de alas se trataran.-Aun no se transformarme completamente, pero con esto es suficiente ¡Arrrrggg!- Dijo el pelinegro impulsandose con sus alas en el aire asi tomando gran velocidad, y golpeando con una fuerte patada en el medio del pecho al anciano, quien sin tener manera alguna de esquivarlo volo hacia atras, y choco con tal fuerza en la cabina de madera, que esta se rompio, y ahora solo era un tumuldo de madera resquebrajada y astillada, sobre un anciano que parecia no volver a levantarse.

El acumulado polvo se levanto de un solo golpe cuando la fácil madera del barco se resquebrajo cuando el choque del anciano, parecía que no se pararía nunca mas ¿Todo había terminado? Kiricco se sentía extraño, como si algo en aquel momento le faltara, dinero, ya no podría encontrar el tesoro aquel, si es que existía, pero no tenia ganas de irse con las manos vacías, tenia que buscar algo para llenarse los bolsillos. -Espera muchacho- La moribunda figura se levantaba temblando y se posicionaba sobre sus dos pies, la pistola yacía en el suelo inmóvil, parecía que no la iba a recoger, la sangre brotaba incesante de varias partes de su cuerpo, en su frente largos tajos, y en su espalda una innumerable cantidad de astillas clavadas aunque no muy grandes, podían llegar a ser demasiado molestas en aquel momento, debe haber sido difícil después de un golpe así ponerse de pie.

El estruendoso sonido de metal chocandose fue el que se escucho cuando el gatillo golpeo la pistola, seguido de un molesto PUF, cuando la bala salio del curtido revolber. La metalica bolilla salio volando velozmente en direccion a Madarame, y atraveso su hombro produciendo una punzada y un dolor impresionante en su hombro.-¡Urg!- Dijo Kiricco, pero aquel tiro habia sido inutil, era imposible que lo asesinara, no con su poder, y de repente el fuego cyan comenzo a recubrir la herida, quemandola fervientemente y curandola como si nunca hubiera estado alli. Con gran furia volvio Kiricco a mirar hacia donde el anciano se encontraba, pero sus ojos contemplaban lo que el sospechaba, ya no se encontraba alli, solo habia utilizado el hueco temporal en que Madarame se distrajera con el disparo, y poder irse, y evitar su muerte.

Velozmente Kiricco comenzó a revisar el barco en busca de dinero, aunque no esperaba encontrar algo significativo. Corría de aquí para allá, pero pocos compartimentos contenía el barco. Luego de unos minutos solo quedaba el cuarto del capitán, allí seguramente habría algunos cientos de berries. Requisando velozmente, pudo ver que debajo del colchón de la cama, había un fajo de billetes no muy importante, pero quizá las apariencias engañaban. Solo dos minutos le tomo contar el dinero, cuatrocientos berries, le serviría por lo menos para algunas cervezas o unos buenos escoceses aunque en aquel momento solo esperaba en ahorrar, para poder comprarse un buen barco, si se quería montar a la mar lo necesitaría -¡Ja! Por lo menos no me iré con las manos vacías de este maldito bote mercantil- Dijo con un tono de alegría, y saliendo a la cubierto, lleno sus brazos de fuego formando sus enormes alas para salir volando asi del lugar.

PD: Los 400 dolares que "robe" son los de la mision xD Sino no tendria sentido ganar dinero si al final no busque el tesoro.