Llegada y Bienvenida.

La pequeña miembro del gobierno bajo comodamente del barco, alrededor habian caras que le eran familiares, y otras no tan familiares, no llevaba nada que pudiese ser considerado un buen disfraz, solo un par de guantes en forma de garra y unas orejas falsas, es por ello que tras escuchar al alcalde sobre los asesores, se dirigio hacia donde estaban dichos asesores los cuales estaban ayudando a la gente con distintos disfrazes, cuando llego el turno de la pequeña, los asesores le susurraron al oido. -Algo que te pueda sentar bien no se conseguira con un par de accesorios, entra a la cabaña detras nuestra - Tras decir eso, Kichi se aparto de la fila mientras los demas continuaban caminando por los ayudantes de fuera ella se dirigio a la cabaña, al contrario que los ayudantes de afuera alli habia una cola bastante corta de un par de personas donde podia escuchar una discusion - He oido que esa cabaña es misteriosa... esos disfrazes no son normales - Comento una persona, mientras otra asentia - Escuche que dentro te cambian varios usuarios de akuma con sus poderes, reunidos para esta fiesta - Medio una segunda persona mientras una tercera tambien decia - He oido que te guian dos hombres forzudos - ¿Forzudos? Eran dos jovenes bellisimas - ¿Que decis? eran un par de esqueletos al parecer cada uno habia visto o escuchado una cosa distinta, lo cual añadia mas misterio a todo lo relacionado, se preguntaba si seria cierto que era el poder de unas akuma no mi, o quizas alguna habilidad fuera de lo comun.

Momentos mas tarde, la cola estaba vacia, sin darse cuenta la pequeña, todos habian ya entrado por la cabaña, aunque no se habia fijado en nadie que hubiese salido, posiblemente habia estado demasiado distraida como para darse cuenta, fuese lo que fuese era su turno de entrar a la misteriosa cabaña. Poco a poco la pequeña entro en la cabaña mientras la puerta se cerraba detras de ella, pese al aspecto exterior, la cabaña parecia bastante grande, alli se encontro con un par de jovenes en una posicion extraña al parecera punto de besarse. Si Kichi de por si ya era rara, esas dos desprendian un aura aun mas misteriosa.

-Un nuevo cliente!!! Pase por favor

-Un nuevo cliente!!! Pase por favor

Las dos como si tal cosa agarron cada una de una mano a Kichi y la llevaron mas adentro de esa extraña cabaña, donde una joven fimaba de pipa alargada mientras a sus pies habia un joven el cual miraba malamente a Kichi, no entendia bien lo que ocurria en esa extraña cabaña, sin embargo la joven de la pipa se levanto y examino a Kichi con sus ojos, mientras el humo de su pipa rodeaba misteriosamente

-MMM... Interesante

-Escuche que aqui me ayudarian a disfrazarme

-Y asi es...

Dicho eso, el humo alrededor de la pequeña empezo a volverse mas espeso, podia notar un hormigueo alrededor de su cuerpo mientras poco a poco notaba un extraño cambio en su garganta. y en su pelo, mientras notaba como si miles de pequeñas manos la cubrian examinando cada rincon y esquina de su cuerpo. tan rapido como el humo se volvio espeso,, este se fue, dejando a la niña, la cual ya no parecia tan niña. Las pequeñas trajeron un espejo de cuerpo completo y esta observo el enorme cambio que habia sufrido, lo cual no se podia crear, parecia irreal, sin embargo aunque se tiro de las partes falsas, pudo notar dolor, igual que si fuese real

-Espero que la joven cliente este satisfecha

-Asi es...

La voz de la pequeña habia incluso cambiado, no parecia la misma voz infantil y chillona que tenia antes, era todo demasiado misterioso y escalofriante, sin embargo al mismo tiempo era excitante. Despues de comprobarlo todo, las dos pequeñas guiaron a Kichi, mientras se susurraban la una a la otra, haciendo risitas por lo bajo, y tocandose de vez en cuando de forma no muy normal. Dirigiendose por la salida, la joven disfrazada camino por un pasillo oscuro hasta que encontro una luz, saliendo justo en medio del muelle, en el mismo sitio en el que habia llegado. No sabia como habia llegado alli, sin embargo asumiendo que era parte del misterio de la noche de fiesta en mirror ball lo dejo pasar y se fue a divertirse y a bailar con su nuevo disfraz.

Spoiler:

Mirarlo todo una y otra vez hasta el cansancio con una ceja levantada, eso era a lo que se dedicaba hacer Aria con aquella invitación, no es que no se fiara, si no es que le parecía muy extraño, de todas formas había decidido ir aprovechando que seguía de vacaciones para ir y pasarlo bien y tal vez ver alguno de sus queridos conocidos, a alguien que llevaba mucho tiempo sin ver o a alguien que deseaba ver simplemente, pero sin duda la joven ya tenía en mente cual sería el primer lugar al que iría en aquella isla, el casino, después de todo, incendiar el mas grande de todos los casinos y criarse después en el, le había enseñado como debía jugar en ellos y sobre todo como ganar, el caso era que no estaba preparada para ir al casino, así que suspiro y comenzó a andar sin saber que hacer hasta que noto que alguien agarraba su brazo, una chica bajita, cabellos y ojos negros y muy mona, a su lado, un chico, guapo, ojos verdes y serio, ¿eso era un secuestro o que?

-¡Nosotros la prepararemos para los cuatro días de fiesta señorita!, para nuestra tienda ser aun honor tener una modelo tan hermosa luciendo nuestras prendas, vamos vamos!

No había podido hacer nada cuando la pequeña ya la había arrastrado hasta el interior de la tienda sin que pudiera oponer resistencia, sin duda las cosas pequeñas y monas eran su debilidad escondida, así que cuando la metieron en un probador y le sacaron un montón de vestidos hasta enfundarse uno bastante ajustado y salió, fue cuando se dio cuenta de que no había marcha a tras...

-Esto es demasiado ajustado y odio los vestidos, me aguanto por que por que... por que no te aguante para estas cosas, me llamo Aria Scarlet y supongo que gracias por preparar mi ropa para los próximos cuatro días

-Es un placer señorita, para nosotros que alguien tan hermosa luzca nuestros trajes es una gran publicidad, disfrute de su estancia en el lugar y diviértase, recuerde que esta aquí para relajarse y disfrutar de sus vacaciones-Dijo Damian, el chico rubio con una sonrisa y dandole la bolsa con toda la ropa, mientras Aria se despedía y marchaba hacía su siguiente destino, el casino...-

Zefiro, miraba la invitación con cierta curiosidad, le había aparecido de la nada mientras descansaba, le extrañaba que no se advirtiera de cuando esta había sido dejada sobre el, pero lo que más le sorprendía es como le habían encontrado, ni la marina lo conseguía y ahora un grupo de fiesteros se lo planteaban y lo consiguen. De todas formas quería asistir, por saber quien eran esos y, aunque nadie lo supiera, le gustaba disfrazarse. Quizas encontrara a alguien que conociera en aquella isla, aunque si los disfraces eran completos sería complicado. Entre un grupo de gente escuchó lo que es Alcalde quería decir, nada que no supiera de la invitación. Como no tenía disfraz fue junto a los asesores, en cuanto se acerco una de estos asesores se fijó en el.

-Bienvenido, necesita algo-Se fija en el traje- ese disfraz le queda mal, pase, le daré uno que seguramente le queda bien- Y sin mas mediación lo metió en un probador.

-Oye, pero si..., que esto no es-

- Dejese de tonterías y póngase el disfraz-

-Pues salga del provador- dijo Zefiro mirando mal al asesor

-Uy que despiste- Aunque viendo su tono lo lo aparentaba.

Se puso el disfraz, era algo extraño, sentía como si pensara de manera diferente que antes de ponérselo, se miró en el espejo con el traje al completo, viendo que tenía una enorme cantidad de bolsillos y artilugios que nunca había visto.

-¿Ya se lo ha puesto?- dice entrando bruscamente.

-Afirmativo, pero si llegara a hacer una inserción táctica antes de la hora prevista tendría que recurrir a su eliminación- Aunque el traje impedía que la asesora se diese de cuenta, Zefiro había puesto una cara de sorpresa épica -"¿Que clase de brujería es esta?"

-Se encuentra bien, Señor Nightmare- dijo sonriendo extrañamente.

-Afirmativo- se llevó la mano a la cabeza- Todos estos accesorios...-

-Son todos auténticos, y si no le importa tenemos que atender a más clientes- dijo mientras le empujaba de la cabaña.

No tenía pensado preguntar eso, si no de donde había sacado tal disfraz, pero la respuesta era extraña, pero no le dio más importancia, ahora tenía que concentrarse más en mirar que cosas se podía encontrar en aquella isla, miró a su alrededor y vio a una silueta conocida dirijiendose hacia los casinos, y a falta de tener que hacer...

Y aunque aquella carta me resultaba extraña... la llegada en sí, no el grandioso evento; me alegraba poder volver al hogar...

Que no la liaramos, por favor, el caos es mi camino... la liaré al irme de esta , mi tierra.

Ayudantes para los disfraces, por favor, soy la loca de los disfraces, no necesitaba ningún tipo de accesorio , que entre mis cosas, no tuviera.

Y cuando había pensado que la suerte no sabía donde ella vivía, le llega una carta extraña por un metodo de mensajería poco ortodoxo invitandola a una fiesta.
Ella también tenía derecho a divertirse y dadas las circunstancias en las que se encontraba, más que quererlo, lo necesitaba. Y a pesar de poder ser todo una gran mentira le fue divertida la idea, se disfrazó de una conejita en mallas negras, con pajarita, orejas y unos tacones de quince centimetros y se encaminó hacia allí, quizá encontraría a alguien conocido y todo sería más divertido.

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Debía reconocer que la arquitectura del edificio era curiosa; algo que no se veía demasiado, y el lugar donde se desarrollarían los cuatro días de fiesta era hermoso. Y aunque estaba segura que llegarían a medio día era noche cerrada pero ahora estaba de algo parecido a las vacaciones y no se molestaría en averiguar porqué.
Oteó el lugar y fue incapaz de reconocer a nadie, quizá nadie que conociese había sido invitado, aunque eso sería muy aburrido.

Entró en el lugar, enterrándole de camino el tacón del zapato en la boca del estomago a un pobre idiota que creía que podría tocar la colita redonda y esponjosa que adornaba su parte trasera.

Dormitaba tranquilo en su habitación entre los pechos de su querida Eliza cuando uno de los ayudantes del crucero que paso a buscarlos se presento abriendo al puerta:

-Disculpen señores, hemos arribado a la isla y ya pueden decender del navío, si la joven pareja casada gusta puedo guiarl...- No termina la frase que la espada de Eliza se clava en la pared justo al lado de la cabeza del tipo que cae espantado al suelo.

-No somos pareja... Ni jovenes... Bajaremos luego....- Dice acariciando los cabellos del rubio y el tripulante sale cerrando la puerta colocando varios carteles fuera que decían "No molestar bajo ningún concepto"

Al dia siguiente......

-Linda manera de hacer amigos querida, atacando a un miembro de tan amistosa tripulación, deberías de disculparte con el joven... Pobre muchacho debe haber quedado espantado- Regaña Fausto a su ex-mujer muerta viuda.

-...- Ella no dice nada mientras avanza cargando 2 enormes cajones mientras todos los miraban avanzar sorprendidos de la extraña pareja que entraba a la cabaña de los disfraces.

-Buenas tardes, aquí es la zona para conseguir los disfraces y veo que ya tienen los propios, si gustan pueden pasar directo a la fiesta dejando su equipaje que sera llevado a sus habitaciones- Dice un "robusto" encargado sonriente.

-Solo vinimos a cambiarnos muchas gracias por lo del equipaje- Fausto pone una sonrisa de niño de 8 años mientra Eliza baja los cajones y se para a un lado esperando.
El rubio se acerca a ella tocando su cabeza y ésta cae pesadamente sobre un cajón, antes de que el encargado pudiera llegar a socorrerla con cara de espanto y preocupación Fausto la aparta a un lado y tocando ambos cajones también cae inerte. El "robusto" con cara de horror comprueba los cuerpos de ambos y descubre que están muertos, sin pulso y fríos, pero no llega a moverse que las cajas se abren de donde salen 2 nuevos individuos, un hombre y una mujer.
-Que bien se siente cambiar de cuerpo de vez en cuando ¿No querida?- Dice el hombre saliendo del cajón y tendiéndole la mano a la mujer para ayudarla a salir -¿Que mejor disfraz que cambiar de cuerpo no le parece señor?- Se aleja luego de que Eliza colocara los otros cuerpos en sus respectivos lugares y tomándolo del brazo se alejan hacia donde parece que es la fiesta.

-¿Pero que cojones acaba de pasar...?-