Kotetsu Tendo Marine
Profesión : Espdachin/Cocinero
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Mensajes : 90 Fecha de inscripción : 17/07/2012
Datos de Personaje Armas/Items:
| Tema: Kotetsu Tendo Mar Jul 17, 2012 8:13 am | |
| Nombre: Kotetsu (apellido) Tendo (nombre) Apodo: ninguno (en un futuro, si llegara a ser almirante o a tener algún rango relevante, le gustaría ser conocido como Akasakana, tiburón rojo) Edad: 27 años Clase: Gyojin Especialización: Espadachín y cocinero (igual es atípico tener dos especializaciones pero no me parece que ser buen cocinero pudiera ser relevante en un campo de batalla) Estilo: Ittoryu (一刀流, Ittōryū; que significa literalmente "Estilo de Una Espada"), podría considerársela como la técnica de Lucha con Espada más básica (erroneamente), se trata de un estilo de combate donde la velocidad y la técnica se destacan, permitiéndole al usuario usar técnicas devastadoras que cuenten con velocidad y certeza al ser usuario de este estilo de lucha (permite técnicas de corte rápido o de amplio daño de técnica). -> En un futuro tengo pensado que Tendo siga el Sendero del Viento en contraposición al Sendero del Infierno utilizado por su sensei. Banda: Marine Cargo: Novato/Raso Descripción Física: Tendo es un gyojin, concretamente se trata de un pez piedra pero tiene extremidades como los seres humanos, mide en torno a los dos metros y medio de estatura y posee una gran musculatura (desarrollada debido a los trabajos que siendo pequeño realizó) su masa corporal ronda los 150 kg pero lejos de ser obeso o de tener una constitución física que pudiera denotar tal hecho está realmente bien "formado", sus ojos son de color marrón oscuro y su pelo es negro, lleva una barba negra medianamente larga en honor a su sensei (ver historia), posee además una aleta dorsal característica de los gyojin. -> Imagen del personaje: - Spoiler:
Armas: Tendo ha heredado la katana (Nodachi) Tenken (pedida en petición de armas) -> LINK: https://pirate-legend.superforo.net/t1325-creacion-de-arma-tenkenDescripción Psicología: pese a su apariencia física Tendo es un gyojin de carácter afable, amigable, incluso entrañable, normalmente suele mostrarse un tanto desconfiado pero una vez alguien gana su aprecio se muestra tal y como es, con sus inseguridades y sus miedos, con sus temores y sus dudas, no le da miedo equivocarse y a veces puede llegar a ser de lo más olvidadizo, sin embargo posee un gran sentido del deber y un fuerte sentido de la justicia, no es seguidor de la justicia absoluta sino que comprende que existen matices en el mundo humano que son necesarios tener en cuenta. Sueños o metas: llegar a convertirse en Almirante de la Marina. Historia:- Spoiler:
1ª PARTE: INTEGRACIÓN.
Kotetsu Tendo... nada más nacer fue abandonado por sus padres a orillas de una ciudad costera del West Blue, aparentemente sus padres querían evitar que el recién nacido conociera la vida que ellos mismos habían tenido que pasar y, desgraciadamente, Tendo jamás supo nada de sus verdaderos padres.
Curiosamente en dicha ciudad costera fue adoptado, sin consulta alguna respecto a dicha posibilidad, por una pareja de ancianos que llevaban viviendo en dicha localidad desde hacía décadas, aquellos dos ancianos eran las personas a las que con el paso del tiempo el joven Tendo acabaría llamando padres.
El nombre se lo puso su madre, una mujer que rondaría la sesentena pero que se conservaba todavía en una forma física extraordinaria, su madre se llamaba Ohana (gran flor), aunque con el paso del tiempo había adoptado el nombre de Shirohana (flor blanca) debido a la decoloración de su cabello, fue ella la que decidió que Tendo no era sino un regalo de los Dioses y por lo tanto un regalo del cielo, el nombre Tendo significa, literalmente, camino del cielo.
El ser considerado como un regalo del cielo se debía a que por una fatalidad del destino aquella mujer era incapaz de engendrar hijos y era para ella una ilusión enorme el poder ser madre, incluso a una edad tan tardía, el apellido de Tendo (Kotetsu) lo heredó de su padre, se trataba de un herrero que se encargaba, incluso pasada la sesentena, de la mayoría de los problemas deribados de la mala utilización de las herramientas que los habitantes del lugar ocasionaban.
En realidad el apellido Kotetsu le iba que ni pintado pues Tendo demostró, desde muy joven, tener un innato deseo de supervivencia, aun sabiéndose diferente al resto.
Eran prácticamente continuos los días en los que el joven Tendo andaba metido en líos sencillamente por ser diferente, iba a clase con los muchachos de su misma edad pero dada su naturaleza su desarrollo físico era más rápido y pronunciado, pronto se convirtió en el muchacho más alto de la clase y al mismo tiempo en el más burlado, aquel hecho cambió cuando el joven Tendo decidió poner fin a todos aquellos abusos haciendo uso de su propia fuerza, desgraciadamente no era consciente de la fuerza que un gyojin de diez años podía llegar a poseer en comparación con un joven humano de su misma edad y como resultado numerosos padres acudieron a la casa de los Kotetsu (apellido familiar) a quejarse de las múltiples heridas que el joven Tendo había ocasionado a sus compañeros.
Sin embargo fue entonces cuando quedo grabada a fuego la imagen del propio padre de Tendo saliendo de la casa para defender al muchacho frente a las decenas de boces que pedían un apaleamiento público, tal vez fuera el carácter duro de su padre lo que intimidó a los vecinos, tal vez fuera el martillo que llevaba consigo y que utilizaba para forjar incansablemente las herramientas que aquellos hombres y mujeres utilizaban pero Tendo recordaría por siempre que aquel día su padre le pareció, no un hombre, sino un coloso.
Jamás olvidaría las palabras que su padre le diría después en privado.
"Tus puños no son grandes para herir, tu cuerpo no es fuerte para asustar... tus puños son grandes para proteger y tu cuerpo es fuerte para soportar aquello que los demás no pueden soportar."
Al día siguiente el joven Tendo se disculpaba públicamente y pasaba a ser aceptado como uno más en aquel pueblo.
2ª PARTE: RIRUKA.
Los días transcurrían sin mucho que hacer, el ya no tan joven Tendo ayudaba en casa y en el campo tanto como le era posible siempre y cuando no estuviera en la escuela (o haciendo nudillos con los amigos...) poco a poco su musculatura había ido aumentando y una pelusilla comenzaba a cubrirle el rostro a modo de barba, el trabajo en el campo era duro, la familia Kotetsu ganaba lo justo para ir tirando y no podían permitirse animales de labranza, así que el propio Tendo hacía las veces de mula de carga, de buey o de lo que se prestara para preocupación de su madre.
Poco a poco Tendo había ido conociendo a una muchacha, una humana, de la cual había oido hablar a sus amigos, la llamaban cruelmente la niña con ruedas porque, para su desgracia, era paralítica y se pasaba la vida enclaustrada en su casa observando el mundo a su alrededor a través de una triste ventana, el nombre de la muchacha le había hecho gracia a Tendo, Riruka... un nombre curioso cuanto menos, pero jamás la había visto.
Un día, paseando con sus amigos, llegaron a la casa en la que se hospedaba la familia de Riruka, se trataba de un enorme caserón, con diferencia el mayor del pueblo, con una verja alrededor para impedir el paso, así que, ni corto ni perezoso sino más bien descerebrado, Tendo saltó la verja para encaramarse al único árbol cercano a la única ventana abierta (la ventana de Riruka)
Su sorpresa fue mayúscula cuando la muchacha soltó un alarido al verle y obviamente bajó de golpe del árbol con un enorme estruendo, llamando de paso la atención de los perros que, perezosos, se habían quedado dormidos haciendo guardia, tras una breve carrera el joven Tendo consiguió escapar, teniendo que soportar posteriormente las risotadas de sus amigos.
Sin embargo al mirar de nuevo hacia la ventana observó que la muchacha lo estaba mirando fijamente ¡a él! y entonces sencillamente asintió, ¡volvería!
Y poco a poco, tras ganarse la confianza de los perros guardianes y de Riruka, Tendo descubrió lo que era no tener un amigo sino tener una amiga, y tal vez... tal vez algo más que una simple amiga.
3ª PARTE: FIN DE CURSO.
Era fin de curso, Tendo había cumplido 20 años (debido a que se había aprobado una ley que ampliaba el periodo de estudio 2 años más, algo que los padres recogieron con entusiasmo pero los chavales... pues no con tanto entusiasmo...)
Se celebraba el baile de fin de curso y Tendo no tenía con quien ir, a pesar de que supiera de sobra con quien quería ir...
Sus padres le aconsejaron que lo dejara pasar, que no importaba, que simplemente fuera a la fiesta y se divirtiera, sin embargo, haciendo acopio de todo el valor que un hombre puede hacer Tendo decidió ir a casa de Riruka.
Para su sorpresa la puerta estaba abierta ¡y le estaban esperando! al llegar a la entrada fue recibido por un anciano mayordomo de aspecto afable que lo miró como si lo conociera de toda la vida, la puerta principal daba a una escalera enorme que subía hacia el piso superior, piso en el que se encontraba Riruka, por dicha escalera descendía una pareja de aspecto impecable, con su sencillo traje Tendo se sentía completamente fuera de lugar y por primera vez en mucho tiempo sintió vergüenza, miró al sielo automáticamente sin pensarlo.
Sin embargo unas manos aferraron las suyas y al levantar la vista se encontró con la mirada de una mujer de cabello rubio platino y unos ojos tan azules que parecían el propio cielo encerrado, aquellos ojos lloraban, pero no de tristeza, gritaban en silencio un gracias tan alto que el propio Tendo tuvo que tragar saliva para tratar de articular alguna palabra, sin embargo fue el marido el que tomó la iniciativa.
Si el padre de Tendo le había parecido a éste imponente en algún momento del pasado aquel hombre era... sencillamente no parecía humano, le estrechó la mano a Tendo y una cosa quedó clara, ese hombre podría partirle todos los huesos del cuerpo si se le ocurría hacer alguna estupidez, incluso haciendo uso de su propia fuerza el joven gyojin comprendió que aquel no era un hombre común, fue entonces cuando en la parte superior de la escalera apareció Riruka, en su silla de ruedas pero con un traje impecable ¿a caso lo habían preparado todo?
Tendo miró sorprendido al hombre y lejos de encontrar hostilidad en su mirada encontró afabilidad, entonces el hombre, con una voz abaritonada, profunda y tranquilizadora, invitó a Tendo a que bajara a su "niña".
Tendo hizo lo propio haciendo gala de su fuerza para agrado de la madre de Riruka y para aprobación del padre, la despedida fue breve, pero la noche... la noche fue mágica, salvo por un pequeño detalle...
4ª PARTE: TUMULTO.
El tumulto estalló sin previo aviso, una embarcación... ¡piratas!
Sembraron el caos de manera sistemática y a gran velocidad, incendiaban las casas tras entrar en las mismas y saquear todo aquello que fuera de valor mientras los jóvenes se divertían en el baile, hasta que repentinamente sonó la alarma general del pueblo avisando del peligro en el que se encontraban.
Cuando Tendo y los demás salieron a la calle del recinto en el que se celebraba el baile se encontraron directamente cara a cara con el enemigo ¡y qué enemigos!
"Gyojin..."
La palabra sonaba como una maldición, el miedo se apoderaba de la gente, todos miraban a sus atacantes pero alguna mirada se centraba en el propio Tendo, a fin de cuentas... "él era uno de ellos..."
Tendo se puso en medio, entre los piratas y sus propios amigos y les gritó a éstos que corrieran y que llevaran a Riruka a su casa, sin embargo un gyojin de veinte años poca cosa podía hacer contra un montón de piratas curtidos en los mares, así que la defensa que el propio Tendo pretendía plantear resultó ser más bien escasa frente al ataque, aguantó, tanto como pudo, mientras las palabras de odio a los humanos de los gyojin golpeaban más fuerte que sus propios puñetazos, finalmente cayó extenuado viendo como todo a su alrededor ardía.
¿Lo habrían conseguido? ¿estarían a salvo? ¿qué les habría pasado?
Un mar de dudas se apagó cuando el joven gyojin quedó inconsciente en el suelo.
Al día siguiente, o tal vez a la semana siguiente, despertó.
Estaba en su cama, su anciana madre estaba al lado suyo con cara de preocupación al tiempo que fuera se oían los gritos de la gente furiosa, Tendo recordaba aquella escena, la recordaba de años atrás, rápidamente se preparó y bajó, al salir a la calle un montón de gente se encontraba delante de su casa con palos y estacas, delante de ellos una sola persona, su propio padre.
Los gritos le llegaban y lo que dichos gritos le comunicaban era simplemente horrible, el padre de Riruka había conseguido repeler con un grupo de gente a los atacantes, sin embargo estaba muy malherido y no se sabía si saldría de aquella, habían habido muchísimas pérdidas tanto económicas como materiales y muchas familias se habían quedado sin prácticamente nada, debido a la lejanía a la que se encontraba la casa del propio Tendo ésta no se había visto envuelta en el tumulto, lo que mucha gente había interpretado como un claro favoritismo de "los de su raza".
Sus amigos no estaban allí, allí no había nadie que pudiera explicar lo que Tendo había intentado hacer, así que se desató el tumulto, otro tumulto, pero esta vez causado por los humanos.
Llegó la primera piedra, golpeando uno de los cristales, después la emprendieron a pedradas contra el propio padre de Tendo y éste se dirigió presuroso hacia la casa acompañado por su propio hijo, pero la sed de sangre era tan difícilmente aplacable...
Piedras, golpes en las puertas y en las paredes y finalmente... ¡fuego! aquellos... aquellos HUMANOS le prendieron fuego a la casa con ellos dentro mientras emparedaban las puertas y ventanas impidiendo que escaparan, el humo era negro y denso, la sensación de calor sofocante, Tendo cargaba con todo su peso contra las puertas pero era insuficiente, sencillamente se iba debilitando poco a poco.
Un golpe seco provino de su espalda, al mirar hacia atrás observó a su padre con la mano en la cabeza y un hilo de sangre manando de la misma, repentinamente se sucedieron varias detonaciones, ¡estaban disparando! el padre de Tendo se levantó dirigiéndose hacia la única ventana abierta, repentinamente el mundo pareció detenerse, como si de petardos se tratara cuatro detonaciones tuvieron lugar al tiempo que el cuerpo... sin vida... del padre de Tendo caía en el suelo pesadamente.
La madre de Tendo gritó y, debido al shock y al calor, acabó por desmayarse, Tendo trató de concentrarse y agarró a su madre levantándola, al caer se había golpeado la cabeza y estaba inconsciente, la herida sangraba, los nervios, las dudas, el miedo...
La adrenalina...
La puerta salió volando mientras el furioso gyojin se abría paso hacia el exterior, atravesó pasillos y puertas y finalmente salió a la calle para enfrentarse a los asesinos de su padre, en su rostro la misma ira homicida que había visto en los rostros de los piratas que hacía poco habían reducido el pueblo a cenizas.
5ª PARTE: IRA, DESESPERACIÓN Y HUNDIMIENTO.
Abandonó a su madre... con el corazón en una mano y la sangre de muchos de sus atacantes en otra se vio obligado a abandonar a su madre, había quien todavía la respetaba, a ellos había acudido para dejarla y, sin dar explicaciones se había convertido en un proscrito en su propia tierra.
Tuvo que mendigar, dormir en la calle, incluso tuvo que robar aunque procuraba hacerlo a gente que tuviera una mínima posibilidad de defenderse, sin embargo poco a poco el aviso de que un gyojin estaba atracando a personas indefensas se fue haciendo eco hasta que se organizó una auténtica cacería para cercarlo y atraparlo, con o sin vida, ese era otro cantar.
Pero normalmente las desdichas nunca llegaban solas y quiso el destino que un hombre particular se enterara de aquella noticia.
El vicealmirante Yamamoto, una auténtica leyenda viviente, muchas veces condecorado, infinidad de veces temido... un anciano que en más de una ocasión había desestimado la posibilidad de ser ascendido por el sencillo motivo de que no le interesaba un puesto de mayor relevancia dentro de aquella organización. Los días se sucedían y el cerco alrededor de Tendo se estrechaba, pero nadie quería acercarse al temible gyojin, ni siquiera armados iban contra él, hasta que finalmente lo tuvieron acorralado en una granja abandonada a las afueras del propio pueblo que lo había visto crecer, y la algarabía se apoderó de la zona para ir a ver cómo capturaban al asaltante.
Sin embargo Tendo no se iba a rendir... no... nunca se había rendido y nunca lo haría, aunque tuviera que abrirse paso a puñetazos, volvió a salir en tropel fuera de la granja en la que lo habían atrapado para encontrarse, frente a frente, con un anciano de aspecto venerable, un octogenario con una barba completamente blanca trenzada con una hebra de hilo que la mantenía estable, era un hombre completamente calvo, con unas profugosas cejas blancas y de aspecto pacífico.
Sin embargo llevaba una especie de kimono de color negro y sobre el mismo un haori que lo identificaba como miembro de la marina, Tendo cerró los puños con fuerza, daba lo mismo que fuera un marine, o que fueran cien, siempre había conseguido escapar, y aquella vez no sería diferente.
O tal vez si.
El inconsciente Tendo atacó primero, un derechazo con todas sus fuerzas, el anciano sencillamente levantó la mano y bloqueó el ataque, pero lo que sintió el joven gyojin fue como si hubiera golpeado un muro de hormigón armado, el dolor y los calambres recorrieron su brazo hasta llegar al hombro e hicieron que tuviera que retroceder, aquel... hombrecillo...
Repentinamente Tendo volvió a mirar... aquello era... ¡imposible!
El hombre estaba situado delante suyo pero era... ERA ENORME era mucho mayor que el propio Tendo, como si midera siete metros de altura, la visión de Tendo le impedía ver más allá, era como si la mera presencia de aquel hombre lo envolviera todo, como si no hubiera nada más, sólo él.
Estaba temblando, apretó los dientes e instintivamente se autoabofeteó, sacudió la cabeza y volvió a mirar, el anciano seguía delante suyo sin embargo en aquella ocasión había recuperado su tamaño normal, Tendo no se amedrentó, tomando varias balas de paja de un carromato cercano comenzó a arrojárselas al desconocido, éste simplemente comenzó a andar hacia Tendo al tiempo que las balas de paja pasaban a su lado, como si las propias balas de paja lo esquivaran ¿o estaba esquivándolas él?
Pestañeó...
Para cuando se quiso dar cuenta el anciano estaba justo delante suyo, a menos de un metro, el joven gyojin levantó su brazo para propinarle un golpe y repentinamente...
Oscuridad.
6ª PARTE: REDENCIÓN.
Y por fin llegamos al fin de la historia y al inicio de la aventura.
Tendo despertó en una base de la marina, las enfermeras lo observaban ¿con una sonrisa? no entendía nada hasta que vino el médico a hacerle un chequeo rutinario, aparentemente el propio médico estaba asombrado de su pronta recuperación, a penas le había llevado una semana recuperar el conocimiento a pesar de la herida.
¿Herida?
Fue entonces cuando tuvo lugar la conversación con el médico.
"El vicealmirante Yamamoto se vio obligado a desenvainar," como si aquella sencilla explicación significara todo, la cara de estupor de Tendo debió de poner sobre aviso al médico pues éste siguió con la explicación, "un corte limpio, certero, preciso y letal, aparentemente se ha contenido."
Eso no explicaba por qué seguía vivo, por qué la gente del pueblo no había acabado con él.
"Ah... el vicealmirante Yamamoto puede llegar a ser realmente persuasivo".
Según le contó aparentemente aquel anciano había trazado una línea en el suelo tras de si, había dicho que quien quisiera la cabeza de Tendo tendría que enfrentarse primero a él mismo, pero... ¿por qué?
"Valor... el vicealmirante respeta esa cualidad por encima de cualquier otra, incluso alocados y descerebrados son respetados por el vicealmirante, vamos... como usted... de hecho me ha dicho que tiene usted un día para reponerse tras su despertar y que le espera en la sala de entrenamiento."
El joven gyojin tenía, por aquel entonces, 25 años.
--- lapso de 2 años ---
Tendo volvió a casa, a su pueblo "natal" pero en aquella ocasión lo hizo como miembro de la marina, volvió para el funeral de su difunta madre y para enfrentar a los fantasmas de su pasado, todo el mundo se encontraba en el funeral y, aparentemente, nadie le guardaba rencor, él tampoco les guardaba rencor a ninguno de ellos.
El padre de Riruka tuvo a bien explicar lo que había sucedido una vez se recuperó de las heridas, esa explicación fue secundada por el testimonio de la propia Riruka y de los amigos de Tendo, las disculpas fueron aceptadas por ambas partes y Tendo sintió que una parte de su alma se sentía liberada tras aquello.
El anciano Yamamoto le había entrenado ¡y de qué manera! dado que era más fuerte que la inmensa mayoría de los reclutas necesitaba "un entrenamiento especial" claro que eso significaba que el vicealmirante le daba continuas palizas y que las prácticas con la katana eran prácticamente constantes, dos años, día si día también, manejando una enorme katana a la que todos los marines parecían temer.
En una bella ceremonia tras su segundo año de graduación había recibido aquella katana, la Nodachi Tenken, "La primera en descender" "La que se abre camino" y en aquellos momentos la portaba frente al pueblo que lo había visto crecer, con orgullo, con dignidad.
Era cierto... era un gyojin, pero era más cierto que era humano y que era un marine.
Datos extras: debido a su naturaleza gyojin Tendo es un extraordinario nadador y buceador, puede aguantar indefinidamente debajo del agua gracias a que es capaz de respirar bajo la misma debido a sus branquias y, también debido a su naturaleza gyojin, posee una extraordinaria fuerza física (para un raso) así mismo, dado que se trata de un pez piedra genera de manera natural un veneno que posee tanto citotoxinas como neurotoxinas, este veneno está exclusivamente ubicado en la aleta dorsal de Tendo volviéndola un arma extraordinariamente peligrosa. Efectos del veneno: los efectos del veneno no son invención propia -> LINK: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/002854.htm Vías respiratorias y pulmones: dificultad respiratoria. Corazón y sangre: síncope. Piel: sangrado, dolor intenso en el sitio de la picadura, color blancuzco del área alrededor del sitio de la picadura, cambios de color en el área afectada a medida que disminuye la cantidad de oxígeno que llega. Estómago e intestinos: dolor abdominal, diarrea, náuseas, vómitos. Sistema nervioso: delirio, desvanecimiento, fiebre (por la infección), dolor de cabeza, fasciculaciones musculares, convulsiones, parálisis.
Última edición por Kotetsu Tendo el Mar Jul 17, 2012 1:56 pm, editado 1 vez | |
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