{Evadne B. Hëdervary}

Si mal no recuerda, nació en Centaurea, lugar inundado por una infinidad de bosques y plantas de todos los tipos y en dónde cuentan las malas lenguas, cae una especie de maldición. Claro está que esa maldición no es del todo cierto; su madre y ella lograron superar las adversidades del lugar aunque sólo a la edad de 7 años su progenitora murió al caer a uno de los pantanos del lugar.
Sin saber bien qué hacer intentó valerse por sí misma en aquella isla, algo difícil, ya que a sus escasos años y con todo ese entorno que añoraba por acabarla, sus posibilidades de vivir eran casi nulas. Gracias a sus capacidades de supervivencia que tuvo que sacar a relucir, logró superar todos los obstáculos de su infancia y así vivir de forma más “amena” en aquel solitario lugar; de vez en cuando tenía la compañía de roedores o luchaba contra algún depredador, pero llegó a un punto en que nada de aquel lugar le satisfacía, por lo que emprendió camino por los mares sin saber bien qué haría y a dónde iría.
Recorrió algunas islas de South Blue, en dónde conoció el dinero y todos los placeres que éste le podía ofrecer, por lo que sin pensarlo mucho, intentó dedicar su vida a conseguir éste, ya sea por el medio que fuera.
Y es así como terminó volviéndose una Cazarrecompensas, aunque ella se dice llamar una “Mercenaria”; vaga de forma solitaria de isla en isla, buscando algún pirata para cazar y así saciar sus deseos de dinero y conocer cada rincón que le pueda ofrecer el gran azul.