-¿Mentira medica? ¿3? Chico recuerda que Eliza viene con nosotros también y si la niña está siendo envenenada como tú dices no diré ninguna "mentira medica"- Comento tranquilamente al pelirrojo como si lo conociera de toda la vida y me giro al enfermero ya con mejor color, lo suficiente para pasar por una persona viva y no el zombi de antes, me sonrió a mi mismo por la ironía de lo que pensaba.
-Confirmemos las cosas que sabemos ¿Te perece pequeño? Tu eres un “vigilante”, tienen a 2 guardias en la puerta y otro mas siempre con la niña, que es quién vigila al doctor cuando va a suministrarle sus “medicamentos” en el 1° piso, son pobres reclutas que creen vigilar a la hija muy enferma de un alto cargo marine y no saben nada de esos malditos negocios sucios que llevan a cabo en la clínica- Digo más para mi mismo que al enfermero que a cada palabra asiente como tonto –Perfecto, entonces quiere decir que no los matare pero eso no impide que luego pueda volver a terminar con estos “trabajitos”, espero que no te encuentres aquí cuando venga a cargarme toda la organización ¿Entendido? Bueno vamos- Tomando al tipo del cuello lo levanto de la silla donde estaba y rodeando su cuello con el brazo lo llevo como amigos de toda la vida hasta la clínica. Una vez allí ignorando a todo el mundo paso charlando con el tipo hablando banalidades, mujeres y riendo, mientras Lavi nos seguía detrás nuestro sin mirar a nadie, ambos estaban muy tensos no sé por qué. Cuando llegamos a la puerta de la niña los jovencitos me detuvieron con gran recelo pidiendo papeles identificaciones y toda la cosa, dándole un pequeño empujoncito a mi “amigo” lo pongo enfrente tapándome y colocando un bisturí en medio de su espina dorsal, solo por precaución, que inmediatamente se hizo el enojado:
-¡Malditos críos! ¡Este es uno de los más grandes y reconocidos doctores del mundo! Fue traído aquí especialmente para tratar a la hija de vuestro jefe y ¿Así es como lo tratan? Muévanse a un lado- Los empuja y pasamos rápidamente cerrándola puerta detrás, donde el otro chico marine nos miraba sorprendido y se ponía firme por mi “excelentísima presencia”.
-Descansa soldado, es simplemente una formalidad innecesaria- Digo con total naturalidad, señalando la ventana sigo hablando amigablemente -¿Serias tan amable de abrirla? No me acostumbro al encierro y calor, muchas gracias- Me coloco junto a la niña cubriéndola en el momento que el guardia esta abriendo la ventana, dejando vía libre a Eliza que caía sobre el dejándolo inconsciente sin hacer un solo ruido –Te dije que mi querida vendría, ahora si eres tan amable nos retiramos por aquí también, “vigilante” da la alarma dentro de un rato porque no me gustaría tener que matar con la pequeña al frente pero tampoco dudare en hacerlo- Subiendo a la espalda de Eliza, ella tomo en brazos a la niña y a Lavi, salto por la ventana y nos alejamos siendo cargados por ella.
-Esto… Te costara caro…- Dice en un tono neutro pero que denotaba odio intenso… “Mierda…Estoy muerto… ahhh cierto que ya lo estaba, no hay problema entonces”