Encuentro con un chiflado

Habían pasado tan solo 2 semanas desde que empezó el viaje, y Taro ya había encontrado una isla en la cual descansar y comprar algunos víveres para el largo camino que le quedaba, se trataba de Nestrade, nada mas llegar al puerto el chico amarro su pequeño barco pesquero y se dirigió a una pequeña taberna, que se podía ver desde el puerto, para comer y beber alguna cosa y de paso preguntarle al dueño del establecimiento donde podía encontrar un lugar donde comprar víveres. El chico entro en la taberna y una vez dentro pudo observar a un grupo bastante grande de piratas comiendo y bebiendo, cruzo la sala en dirección a la barra y pidió algo de beber y comer, una vez el tabernero trajo la comida, el chico empezó a comer y entonces el grupo de piratas que se encontraban en la taberna se acercaron al chico y su capitán paso el brazo por encima del hombro de Taro, y dijo:- Pequeño renacuajo, no ves que este sitio esta reservado para nosotros.- comenzó a sonreír mirando al chico con cara de pocos amigos.

Taro suspiro y respondió: – No he visto en ningún lado que el sitio estuviera reservado, así que aparta tu sucio brazo de encima mió y sigue con lo que estabas haciendo.- Entonces los integrantes de su banda sacaron unos puñales que tenían escondidos con la intención de acabar con el chico, este se percato del movimiento de los piratas y cuando se disponía a acabar con ellos con su katana, un chico de pelo oscuro entro en la taberna gritando a los cuatro vientos que el seria el rey de los piratas.

Como explicar porqué Ikari había irrumpido en la taberna, la respuesta es bastante sencilla, hacía unas horas que había llegado a esa isla tras dejar anclado el barco en el que había llegado, sin embargo, nada más adentrarse en el pueblo le habían cogido por sorpresa y le habían robado el poco dinero que tenía, el cual iba a usar para comprar víveres y empezar su viaje, tras dar unos cuantos golpes, Ikari logró averiguar que un grupo de piratas que dominaba aquel pueblo era el que le había robado el dinero, tras saber donde se encontraban, corrió furioso hasta aquella taberna, irrumpiendo en esta a pleno grito de:

- ¡Yo seré el rey de los piratas! Y os vais a enterar por haberme robado! – No hubo más palabras, solo golpes, para colmo, antes de empezar la trifulca vio como intentaban atracar a otro chico, eso le enfadó aún más y con una temperatura corporal bastante elevada de lo normal fue dejando inconscientes uno por uno a los piratas que allí había, no eran gran cosa, eran simples hombres normales armados con pequeñas armas de filo, nada importante, Ikari no se fijaba en lo que hacía el joven peli verde, se suponía que se habría escondido para no salir herido de la pelea, finalmente dejó K.O a todos los rivales que había allí y gritó: - No lo olvidéis, soy Ikari Honô y seré el rey de los piratas! – El joven alzó su puño en símbolo de victoria mientras sonreía, pero de pronto, un tipo de los que había en el suelo se puso en pie empuñando un revolver y disparó hacia Ikari, el cual, distraído como estaba, no tendría tiempo de esquivar la bala que se dirigía rápidamente hacia sus costillas.

Una vez el chico de pelo oscuro entro en la taberna comenzó a hacer bastante calor, el chico miro a los piratas que amenazaban a Taro y se lanzo sobre ellos en un abrir y cerrar de ojos. Taro al ver que el chico se lanzaba sobre ellos, aprovecho el despiste de los piratas y se oculto detrás de la barra. Los piratas caían uno a uno con cada golpe que les lanzaba el chico, una ves derrotados todos el chico les dijo a gritos que se llamaba Ikari Honô y que el seria el rey de los piratas.

Mientras Taro salía de detrás de la barra bastante sorprendido por la fuerza de ese chico, y observo como no todos los piratas habían caído en la pelea, ya que uno de ellos se levanto empuñando una pistola, ese hombre disparo a Ikari que se encontraba de espaldas a el, confiado de su victoria, Taro al ver que el chico no se percato de aquel hombre se lanzo hacia el y entonces el hombre disparo el arma, la bala se dirigía hacia Ikari, el movimiento de Taro había fallado pero el seguía hacia delante, pasando rápidamente frente a Ikari desenvaino con un ágil movimiento de mano su katana para desviar la bala.

Una vez desviada la bala Taro siguió adelante para acabar con ese pirata, ya que no pudo acabar con los otros, una vez derrotado ese pirata se dirigió a Ikari y le dijo: -Te llamabas Ikari verdad- le miro a la cara con una sonrisa, y volvió a hablar con el – No deberías bajar la guardia.- Después de estas palabras Taro se dio la vuelta y salio de la taberna, para ir a comprar los víveres que había venido a buscar y seguir su viaje.

Ikari abrió mucho los ojos asombrado en el momento en el que se dio la vuelta preparado para esquivar la bala o bloquearla, sin embargo, no hizo falta alguna, aquel tipo de cabellos verdes había partido la bala en dos con su katana, era increíble, Ikari quedó fascinado, era simplemente increíble, un suave movimiento de katana había bastado para detener la bala, los ojos del chico brillaban de júbilo, antes de que este pudiese abrir la boca, el joven peli verde salió de la taberna...Decidido ¡Ese hombre tenía que unirse a su banda! Ikari salió corriendo de la taberna dejando aquel estropicio y olvidándose completamente de su dinero empezó a perseguir a aquel espadachín gritando a pleno pulmón:

- Eeeeeeh! Tuuuuu!!!! Únete a mi banda!!!!! – Gritaba Ikari mientras perseguía a aquel tipo, si formaban una banda ellos dos seguro que serían invencibles, al fin y al cabo se habían complementado ben peleando contra esas sabandijas que se hacían llamar piratas, de seguro, serán un grupo invencible, además, el barco de Ikari era demasiado grande como para tripularlo él solo, no podría estar en todo....El joven persiguió al espadachín hasta que este se paró en medio de la calle, el pirata se frenó repentinamente para no tropezarse con él y miró de forma curiosa el porqué su ‘’nuevo nakama’’ se había frenado, delante suyo había un tipo enorme que empuñaba un garrote de hierro, aquel hombre debía medir cerca de dos metros de alto y tenía una barriga considerablemente grande, una barba pelirroja le llegaba hasta el pecho y una mirada amenazante se fijaba en ellos dos, Ikari sonrió y dijo:

- ¿Y tu quién eres? – Ante aquella pregunta, el hombre golpeó el suelo con su garrote de hierro, resquebrajándolo ligeramente....La gente empezó a alejarse de aquella calle, al parecer, las personas del pueblo si conocían a ese tipo....En lugar de los transeúntes, empezaron a ocupar la calle decenas de tipos armados con espadas, armas de fuego y varas que tenían pinta de ser bastante problemáticos, este grupo de hombres rodeó a los dos jóvenes y aquel tipo enorme dijo con una voz ronca y potente: - Vosotros sois los que habéis derrotado a mis nakamas....¡Les vengaremos malditos! – Ikari sonrió, así que venían a recibir más golpes...Pero esta vez eran más que en la taberna y además iban armados, el joven de pelo negro miró a su compañero espadachín y dijo: - Vaya....No nos van a dejar en paz ¿Jeje! ¡Vamos a demostrarles la fuerza de nuestra banda pirata! – El cuerpo del joven se ‘’encendió’’ repentinamente y se calentó, dio un fuerte salto hacia arriba dejándole espacio suficiente al espadachín para que emplease su filo y desde el aire, se impulsó con una pequeña y fina columna de vapor salida de su mano diestra dirigiéndose a gran velocidad hacia una parte del grupo de los piratas, cayendo encima de ellos con fuerza, tras ponerse en pie empezó a propinar golpes a estos sin tregua, haciéndolos caer uno por uno, de reojo observaba al tipo del garrote, parecía no moverse, Ikari suponía que aguardaba el momento idóneo para entrar en la pelea...Pero eso no importaba, los derrotaría a todos!

Taro se dirigía hacia el mercado para comprar sus provisiones cuando de repente un hombre grande con un garrote de hierro se puso delante del chico, mientras Ikari perseguía a Taro diciéndole que se uniera a su banda, todos los ciudadanos se fueron de la zona ya que conocían a aquel hombre, el chico de pelo oscuro le pregunto quien era y entonces, el hombre golpeo el suelo con su garrote de hierro desquebrajándolo ligeramente…El hombre se dirigió a los dos chicos y les dijo que acabaría con ellos, ya que los piratas de la taberna eran sus nakamas, de repente de entre las calles aparecían mas compañeros de ese hombre armados hasta los dientes.

Entonces Ikari sonrió y le dijo a Taro que comprobarían el poder de su banda, refiriendo se a ellos dos, Taro miro a Ikari sorprendido por aquellas palabras ya que el no había aceptado unirse a su banda, de repente el cuerpo de Ikari empezó a desprender calor y la temperatura del ambiente comenzó a aumentar, como había pasado en la taberna, Taro estaba sorprendido por tal poder, Ikari salto y se impulso con una pequeña columna de vapor dirigiéndose hacia sus enemigos haciéndolos caer uno tras otro.

Mientras Taro observaba al hombre que tenia delante el cual se estaba cabreando cada vez mas por culpa de Ikari, el hombre dio un paso adelante y Taro desenfundo su katana con velocidad para prepararse por un posible ataque de ese hombre, pero para asombro de Taro el hombre solo grito:- Dejadlos!!! I pelead los dos contra mi.- Ikari paro de golpear a los piratas y se puso al lado de Taro y se prepararon para la pelea.

Ikari no había terminado de destrozar a todos sus contrincantes cuando el hombre grande habló con voz fuerte y potente, gritando que dejase a sus nakamas y que él y el espadachín se enfrentasen contra él, aquel tipo agitaba su garrote, seguramente era todo fuerza bruta y por su tamaño se había ganado un puesto de importancia en esa banda pirata de poca monta, Ikari miró al espadachín y suspiró, había perdido el interés, era divertido cuando peleaba el solo contra un gran número de enemigos, sin embargo, aquel tipo....No le llamaba la atención:

- Esto se ha vuelto aburrido, pelear dos contra uno es injusto, venga hombre, ríndete, si uno solo de nosotros te puede destroz....- Al joven no le dio tiempo de terminar la frase ya que tuvo que saltar hacia un lado para esquivar un potente golpe de garrote que destrozó parte del suelo, levantando una gran humareda....Taro se había apartado hacia el lado contrario esquivando con facilidad, el grupo de aquel enorme gigante bobalicón le animaba todo el rato lanzando insultos a Ikari y Taro y ovaciones a su compañero, eso ponía de mal humor a Ikari, encima de que habían recibido golpes podrían estarse calladitos, en fin...Que se le iba a hacer....

Repentinamente el joven se lanzó frontalmente hacia su adversario, intentando propinarle un fuerte puñetazo en el estomago, sin embargo, su rival interpuso aquel pesado garrote entre él e Ikari, obteniendo como resultado un escudo improvisado que frenó el golpe del joven de cabello oscuro...De forma rápida e implacable, su contrincante intentó lanzar un segundo golpe con el garrote, el cual, Ikari esquivó por bien poco, zafándose de un salto e impulsándose en la espalda de su rival para apartarse de este, cayendo de pie de forma fácil al lado de Taro, mientras el pirata alzaba su garrote de nuevo Ikari miró al espadachín y dijo:

- Desenvaina tu espada y acércame la hoja...- El peli verde lo hizo e Ikari sujetó la hoja de la espada con su mano y empezó a emitir calor, calentándola, mientras el pirata cargaba hacia ellos para lanzar un golpe de izquierda a derecha con su garrote, Ikari soltó la hoja repentinamente y dijo: - Vamos, atácale! -

Taro se encontraba junto a Ikari, el cual estaba dirigiendo unas palabras hacia su rival, las cuales no le llegaron, a que el hombre lanzo un potente golpe de garrote contra los dos chicos, Taro lo esquivo fácilmente porque estaba bastante atento a los movimientos del rival pero a Ikari le costo un poco mas debido a que este le estaba hablando. Al ver ese gesto Ikari se lanzo hacia el hombre para golpearle, este puso su garrote delante de el para bloquear el ataque de Ikari y seguidamente lanzarle otro golpe que el chico de pelo negro puedo esquivar, y se situó al lado de Taro, de repente el chico vio la katana de Taro y le dijo que la desenvainara, Taro no sabia porque lo decía pero la desenvaino.

Una vez desenvainada la katana Ikari cogio la hoja de esta y empezó a emitirle calor, mientras el hombre se disponía a lanzar un golpe de izquierda a derecha contra ellos dos, Ikari soltó el arma y le dijo a Taro que le atacara, el chico notaba que la espada emitía calor, y espero a que el hombre atacara, el hombre lanzo su ataque contra Taro y este con un rápido movimiento del cuerpo y de la mano donde llevaba la katana corto, como si de un tronco se tratara, el garrote de hierro por la mitad. El hombre tras ver que su arma estaba cortada, se lanzo cabreado contra los dos chicos para golpearles con sus puños, entonces Taro, que era mas rápido, le propino un corte a la altura del estomago mientras Ikari le golpeaba el rostro del hombre con uno de esos ataques de calor.

Ikari sonrió satisfecho al ver como el espadachín partía en dos aquel enorme garrote, rápidamente dio un salto al unísono con su compañero y mientras este lanzaba un corte al pecho del pirata, el joven le propinó un fuerte puñetazo en la mandíbula que le dejó tirado en el suelo, al caer, el hombre hizo un gran ruido sordo y una pequeña bolsa de piel marrón cayó rodando al suelo, tras incorporarse en el suelo Ikari se acercó y la observó, era su bolsa de dinero, así que la tenía ese hombre....El chico la recogió y luego miró de forma intimidatoria al resto de piratas, al ver que su líder había caído decidieron huir en retirada, temerosos de lo que aquel par de tipos pudieran hacer con ellos, Ikari sonrió y fue a hablar con el espadachín, pero este ya había retomado su camino y se encontraba un par de metros del joven, este se colocó en la espalda del peli verde tras una pequeña carrera y comenzó a gritar a pleno pulmón:

- ¡Oye! Eres muy buen espadachín...¿No te gustaría formar parte de mi banda? Estoy seguro de que quieres recorrer el mundo y enfrentarte a adversarios de nivel, yo tengo, tengo un barco enorme....-Dijo caminando al lado del espadachín mientras intentaba recrear el tamaño de su barco abriendo sus brazos: -...Venga va, únete a mí, nos lo pasaríamos muy bien y además, no peleamos mal juntos..- Continuaba insistiendo el joven Ikari mientras caminaba al lado del chico, la verdad es que necesitaba de él, si no eran como mínimo dos navegantes, no podrían tripular su barco, ya que era demasiado grande para él...

Una vez el hombre cayo al suelo tras recibir el corte en el pecho y el puñetazo en la cara, los demás piratas que estaban animándolo, huyeron atemorizados por la fuerza de los dos chicos, una vez se fueron todos Taro siguió su camino dejando a Ikari detrás del el recogiendo una bolsa que se le cayo al hombre. Entonces Ikari de un gran sprint se situó justo detrás de Taro para decirle que se uniera a su banda para poder enfrentarse a rivales de alto nivel.

Mientras Ikari le decía todo esto, Taro estaba pensando que ese chico era muy impulsivo, ya que el ni siquiera se había presentado y el chico ya le estaba diciendo que se uniera a el sin conocerlo, a Taro le gusto la idea de enfrentarse a rivales fuertes, pero eso lo podría hacer igualmente si seguía su viaje, entonces Taro se paro y le dijo: -Estoy de acuerdo en que peleamos bien juntos-, con una sonrisa en su rostro -Pero no tengo intención de unirme a una banda por el momento jajaja-, después de estas palabras Taro continuo su camino para comprar viveres.

Taro siguió hacia delante perdiendo a Ikari de vista entre los callejones de la ciudad, el chico llego a una plaza llena de tiendas donde pudo comprar todo lo que necesitaba para seguir su viaje, después de esto decidió no descansar mas en esa isla y dirigirse a otra, así que volvería a su pequeño barco, mientras se dirigía al puerto donde este tenia l barco atracado, escucho como dos ciudadanos estaban hablando sobre que unos piratas con antorchas se encontraban en el puerto delante de un barco pesquero, Taro se extraño de ese echo, pero cuando dijeron el nombre de la banda a la cual pertenecían cayo en la cuenta de que se trataba de los piratas que había derrotado junto a Ikari en la taberna.

Sin mas dilación, salio corriendo con las bolsas de víveres hacia el puerto, cuando llego al puerto sus ojos solo podían presenciar una desgarradora escena, los piratas se encontraban golpeando a Ikari, el chico no se defendía de los golpes que estos le propinaban, simplemente se encontraba delante del barco de Taro haciendo de escudo humano. Taro al ver la escena soltó las bolsas de víveres y se lanzo contra los piratas, estos al ver que el espadachín se acercaba a ellos con cara de pocos amigos decidieron largarse de allí.

Cuando los piratas se fueron de la zona, Taro guardo su arma y se situó delante de Ikari, se arrodillo y golpeando su cabeza con el suelo se dirige a este: -Disculpa por todo esto, no entiendo porque as echo de escudo humano, no nos conocemos de nada y además no sabes ni mi nombre.- dijo el muchacho completamente arrepentido de lo sucedido. Entonces Taro miro a la cara a Ikari que aun con la cara ensangrentada estaba sonriendo, Taro se sorprendió y le dijo:- ¿Porque estas sonriendo? Te acaban de dar una paliza.- pero su sorpresa fue a mas cuando escucho la respuesta.

Ikari cerró sus ojos mientras recibía golpes sin cesar, 1 minuto, 2, 3....Ya no contaba el tiempo, la verdad es que aquello no estaba siendo agradable no....Aquellos tipos le daban con ganas, aunque no con la suficiente fuerza para romperle algún hueso, no eran tan fuertes....Sin embargo, aquello estaba siendo molesto, lo que más rabia le daba al joven era no poder devolverles los golpes, en otra situación les había destrozado...Cerró sus ojos para resistir mejor aquella mansalva de golpes, cuando de pronto se interrumpió, cuando los abrió no vio a nadie, pero al bajar su mirada, vio a aquel chico peli verde con la cara pegada al suelo y disculpándose, sin embargo, el chico no hizo más que sonreír de forma amplia, el joven espadachín le pregunto qué porqué sonreía e Ikari dijo:

- Pues es obvio, porque tu barco está bien..¡Jajaja! Si esos bandidos lo hubiesen destrozado no me lo habría perdonado, al fin y al cabo, tu barco es tu compañero de viaje, si esos bandidos lo hubiesen destrozado habrías perdido a un valioso aliado....- El joven se dejó caer de culo en el suelo sentándose, cruzando las piernas y miró al espadachín a los ojos mientras continuaba sonriendo: - Y después de todo, los compañeros de mis compañeros, son mis compañeros....Jejeje....Me llamo Ikari por cierto, Ikari Honô, y seré el próximo rey de los piratas – Tras eso amplió aún más su sonrisa y colocó una mano en el hombro del muchacho.

Tras esas palabras sorprendentes de Ikari, que había recibido una paliza por defender el barco de Taro, y esa sonrisa que este desprendía se volvió a presentar delante de Taro, aunque Taro ya conocía su nombre desde que lo dijo en la taberna. Taro al ver que el chico se presentaba también lo hizo con una gran sonrisa –Mi nombre es Taro Kajiya, encantado de conocerte Ikari jajaja-.

Después de la presentación, Taro se sentó al lado de Ikari y mirando las nubes le dijo -De acuerdo, esta decidido, me uniré a tu banda- baja la mirada hacia la cara de Ikari -Te debo un favor ya que as protegido mi barco sin conocerme de nada-, sonriendo se levanta y va a buscar las bolsas con los víveres que había comprado, ya que estaban en el suelo. Una vez recogidas, vuelve al pequeño barco para dejar las bolsas, se para y dice –Eh, espera ¿si tu tenias un barco grande no?- Ikari afirma la pregunta de Taro, el cual decide ir a ver con el chico ese barco antes de sacar las cosas del suyo.

Ikari y Taro se dirigen hacia donde el chico de pelo oscuro había anclado su barco, que se encontraba en una zona rocosa y de difícil acceso, un lugar al que no entraría nadie, y por lo tanto a salvo de cualquiera, al llegar al sitio justo donde el chico anclo el barco Ikari dio un grito al presenciar que su bien mas preciado, su barco, no estaba, había desaparecido.

- Mi barco! Se lo han llevad....- De pronto Ikari rompió en un silencio...Nadie le había visto llegar a la isla, nadie podía haberse llevado el barco...Entonces la respuesta era obvia....Se había olvidado de anclarlo....El chico se llevó las manos a la cabeza con dramatismo y se puso de rodillas en el suelo mientras miraba al mar con pesimismo, se lo habría llevado la corriente...Y no volvería a verlo...Su preciado barco, el mayor de sus tesoros....El joven miró al cielo y chilló:

- Soy estúpido! – Tras eso se puso en pie y miró a Taro mientras se rascaba la nuca algo nervioso: - Es que...Creo que se me olvidó anclarlo jajaja, seguro que en tu barca iremos bien, si total, solo somos dos miembros de momento....Jajaja...A la aventura! – Gritó el chico con bastante pesimismo mientras volvían a caminar, seguramente, sus compañeros le habrían propinado una buena paliza por semejante error, natural, perder el barco era como arrancarle un brazo...Era imperdonable....Sin embargo, cuando se echaron a la mar y empezaron a dejar atrás la isla, el joven empezó a tomárselo con calma, tal vez podrían encontrar el barco si localizaban a alguien con conocimientos sobre corrientes marinas en la próxima isla, si, seguro que todo iría bien, después de todo, ahora tenía un nakama, nada podía ir mal en su camino para convertirse en el rey de los piratas.

-----Fin-----

Tres nivelse para cada uno (no hace falta que os paséis por petición de niveles)